Satanás, al enterarse de la noticia del fallecimiento de Fidel, rápidamente se dirigió a los encargados de la Sección Dictadores, Sátrapas, Tiranos y Afines para que se encargaran de los preparativos para la recepción de tan ilustre personaje. Luego de una breve conversación, Hitler, Stalin, Mussolini, Mao y Kim Il Sung, decidieron nombrar un Comité de Bienvenida, Presidido por Hugo Chávez en su condición de hijo putativo del fallecido y los honorables representantes Kadaffi, Idi Amin Dada y Sadam Hussein.
El designado comité, procedió de inmediato a elaborar el protocolo del acto. Decidieron que no podía faltar una alfombra indudablemente de color rojo a la entrada del infierno para resaltar la importancia del acto. En segundo lugar, eliminaron los fastidiosos discursos, en virtud de que todos los presentes eran caimanes de un mismo pozo o en este caso, de una misma paila.
Dada la avanzada edad del difunto, el comité decidió agrupar en un solo paquete Los Nueve Círculos del Infierno para no cansarlo y a la barca para cruzar el Aqueronte, ponerle un motor fuera de borda para acelerar el paso por todo el recorrido.
Hugo, estaba eufórico, al fin podré seguir oyendo los consejos de mi padre. Y sin que los demás miembros del comité se dieran cuenta, saco de uno de sus bolsillos un frasco de colonia y comenzó a esparcir el perfume por todo el salón.
- fo، جراب أن ( Fo, que vaina es esa) gritó Kadaffi.
Tranquilo, respondió Hugo. Es para quitarle el olor a Azufre al Comandante Fidel, no vayan a empezar la jodedera los espíritus oligarcas. No se les olvide que yo dije en la ONU que Busch dejaba un olor a azufre…..y aquí donde estamos ese olor impregna todo el ambiente.
Ese mismo día viernes, a eso de la media noche, llegó el esperado visitante. Los integrantes del comité salieron a saludarlo y darle la bienvenida. Llamaba, la atención la presencia masiva de espíritus dentro y fuera del recinto infernal. Muchos de ellos hasta portaban pancartas con mensajes para el recién llegado.
-Ernesto “Che” Guevara, no paraba de gritar “Traidor, Traidor” para sorpresa de todos. En un cartelón que sostenía con sus antebrazos podía leerse “Me abandonaste en Bolivia cobarde” “Devuélveme mis manos”, “dejaste que los Boinas Verdes del imperio me masacraran” y te “hiciste el pendejo con la ayuda prometida”.
-Más adelante, se encontraba el General Arnaldo Ochoa acompañado de Antonio de la Guardia, Jorge Martínez y Amado Bruno Padrón que también gritaban consignas contra Fidel. “Cobarde, nos acusaste de traidores a la patria y nos fusilaste a pesar de haber cumplido tus órdenes de establecer un corredor para el narcotráfico y el contrabando de diamantes. Traidor, te lavaste la cara con nuestra muerte”.
-Camilo Cienfuegos, arreglándose su sombrero, le gritó en su cara a Fidel, “mandaste a tumbar el avión en que viajaba para que no fuera tu rival y luego, impediste que la nave fuera localizada no fuera a quedar al descubierto tu complot criminal”.
-Pablo Escobar y el boliviano Robert Suárez Gómez, con lágrimas en los ojos se lamentaban de la muerte de su compinche Fidel. Óigame, le decía uno al otro, “viene a morirse cuando el negocio de la droga está en su mejor momento y nuestros aviones, en su tránsito a los Estados Unidos, pueden usar sin ningún impedimento las bases aéreas y las instalaciones militares de Cuba.
-Llamó la atención, la presencia de dos catires, Joao Havelange y Horst Dassler. Enseguida, los diablillos de seguridad los rodearon para pedirles que se identificaran y explicaran que hacían allí.
El brasileño Havelange, explicó “Viemos para homenagear tão ilustre ditador. Que alterar seu uniforme militar, a Adidas sportswear. O fundador da empresa alemã, o espírito do senhor Dassler acompanha-me”.
-Que se queden dijo Hugo, Yo también usaba esa marca.
Por otro lado, en las afueras del Infierno, la concentración de espíritus era más grande y en ella destacaban víctimas del régimen y opositores que a viva voz expresaban su rechazo al sátrapa dictador:
Huber Matos, portaba una pancarta en la cual se leía “CUBA LIBRE / FUERA EL COMUNISMO”.
Heberto Padilla, representando a un numeroso grupo de intelectuales, expresaba con vehemencia, usando el título de sus abras: “Fidel, estas fuera del juego” “Mi autocrítica, fue producto de la tortura de tus esbirros” “Provocaciones, produjo mi arresto junto a mi compañera Belkis Cruza Malé”…..pero el mundo intelectual te condeno por tus agresiones a la Libertad de Expresión.
Oswaldo Paya y Harold Cefero reivindicaban el Proyecto Varela y manifestaban que su “accidente” automovilístico fue provocado por el régimen.
Una gran marcha, hizo su aparición en la puerta del infierno. Más de 6.000 espíritus mostraban los tiros de gracia que les dieron después de haber sido fusilados. 77.000 espíritus balseros mostraban la cruda verdad de los hombres, mujeres y niños que han muerto al lanzarse al mar en busca de la Libertad. 1234 espíritus acudieron en representación de las ejecuciones extrajudiciales ordenadas por el dictador. 954 espíritus reclamaban que fueron víctimas de homicidios dentro de las prisiones, muchas de ellas ordenadas por los carceleros del régimen.
Por último, todos los presentes aplaudieron el grito inconfundible “AZÚCAR” de Celia que con gran dolor le recordaba y le reclamaba al tirano dictador, el no haberle permitido que acudiera a los actos fúnebres a la muerte de su madre.
Satanás, viendo todo aquello, solo se limitó a decir “A ese señor, su historia lo condenó”……”pásenlo para la quinta paila”.