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Rafael S. Mujica Castillo

Repensando la dimensión de la calidad ducativa actual, ..... en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo Núcleo Aragua.

Rafael S. Mujica Castillo

Repensando la Dimensión de la Calidad Educativa Actual, en la Academia Formadora de Licenciados en Administración Comercial en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo. Núcleo Aragua

Resumen

La enorme importancia que cobra la dimensión de la calidad educativa actual, en la academia formadora de licenciados en administración comercial en nuestra facultad, a propósito de juicios objetivados formalmente, tales como el expresado por Rodríguez (2015; 117), respecto a que: “es oportuno e importante exhortar e invitar a nuestros estudiantes de Administración a que reflexionan sobre la realidad de que, si no son capaces de administrar convenientemente su vida personal”, y tal como, si lo anterior fuese poco, a continuación plantea, la demoledora y condenatoria sentencia de: “sin duda les resultará muy difícil que en el plano profesional tengan la pretensión de gerenciar una empresa de cualquier tamaño o categoría”.

Ante semejantes señalamientos, hemos abordado una investigación de orden crítica-racional-dialéctica, sustentada en los postulados del materialismo filosófico, sistema de pensamiento bajo el cual abordamos el complejo campo de las interacciones entre estudiantes, profesores e institución, situaciones que en la actualidad terminan dando como resultados la mengua en la magnitud de la calidad educativa dispensada, motivado ello, a una serie de factores, los cuales son el núcleo de la investigación que nos hemos propuesto adelantar a los fines de relanzar a niveles elevados de calidad en los aprendizajes de los contenidos académicos que permitan elevar el nivel de “la capacidad de respuesta” de nuestros estudiantes y por ende de nuestros egresados, y con ello lograr acrecentar significativamente la competitividad de los mismos, en el marco de la economía globalizada y de la sociedad del conocimiento.

Conclusiones.

La promoción del relanzamiento de la recuperación de la alta calidad educativa, encuentra su fundamento en la necesidad de lograr incrementar las capacidades y destrezas de los estudiantes y por ende de los egresados, a los fines de permitirles desarrollar la indispensable Capacidad de Respuestas asertivas, como requisito para el logro de éxitos en un mundo globalizado signado por transformaciones gerenciales aceleradas en la sociedad de los aprendizajes y del conocimiento, para lo cual es vital que nuestros estudiantes desarrollen la destreza de aprender a aprender todo cuanto deban manejar en el campo gerencial tal como lo impone su profesión y los retos de los tiempos de la cuarta revolución industrial.

Para el logro de todo lo anterior, se nos impone en la actualidad la necesidad de revertir muchos de los factores anteriormente señalados en esta investigación, así como también lograr el desarrollo de aquellos factores que hemos señalado como necesarios o favorables para la reimplantación de una formación o capacitación de altísima calidad. Haciendo énfasis tal como anteriormente señaláramos en el dictado de contenidos adecuados, actualizados y pertinentes, los cuales han de estar enmarcados en la difusión de conocimientos de alta tecnología gerencial, y lograr que a partir de estos, nuestros egresados puedan brindar los mejores aportes al ámbito laboral tanto público, así como privado, con lo cual podamos revertir la actual tendencia en la cual nuestros egresados aspiran lograr su formación y capacitación profesional a partir de su ingreso al aparato productivo, en lugar de ser ellos quienes den su aporte significativo a dicho sector, tal como lo impone el deber ser.

La enorme necesidad de relanzar un proceso de aprendizajes de altísima calidad basados en el desarrollo de contenidos actualizados y pertinentes, ha de encontrar fundamento en el imperativo de que no es posible continuar privando a nuestros estudiantes de las posibilidades de obtener unos aprendizajes de alta calidad, de alta tecnología, so pena, de tener que asumir el costo de tal carencia, lo cual nos lleva a recordar lo expresado por Maquiavelo (1996; 130), al señalarnos que: “si priváis al hombre de una cosa útil, nunca lo olvida: a cada necesidad que siente, la recuerda, y como las necesidades renacen todos los días, así también se renueva su resentimiento”. Al privar a nuestros estudiantes de aprendizajes de contenidos útiles, a los efectos de paliar dicha situación, a lo único que la academia recurre es al artificio de pregonar tal como sí existiera en la actualidad el otrora prestigio de la academia, el cual no tiene fundamento real en la actualidad.

Ante la evidencia empírica de lo anterior, tenemos entonces la existencia de una academia que a lo más que llega en ese sentido, es a una academia que aparenta brindar una formación y capacitación que lamentablemente queda en eso, en una apariencia no vinculada realmente con lo que la sociedad del conocimiento y el aparato productivo globalizado exigen de un profesional del ámbito gerencial en la actualidad. Todo ello inmerso en un penoso populismo académico, el cual necesariamente ha de ser superado, en aras a retomar una autentica experiencia de formación y capacitación de alta calidad de los aprendizajes. Lográndose con todo lo anterior sí acaso, desarrollar un simulacro de que se imparten conocimientos útiles, con lo cual se pretende aparentar el dictado de una “formación de alta calidad”. Como consecuencia de lo anterior, y parafraseando a Gracián (1984; 67) al referirse a la utilidad de las posesiones de algunas personas, podemos expresar: que los conocimientos que nuestros estudiantes y egresados obtienen en su paso nuestra academia, en su etapa de vida universitaria, les resultan tan útiles, como aquellos conocimientos que en esa etapa no adquirieron.

Al final, lo verdaderamente importante y útil, es que nuestros estudiantes, -dejen de ser una simple estadística al graduarse-, y pasen a ser, profesionales formados y capacitados, bajo criterios de altos estándares de calidad profesional, única manera de que puedan profesionales útiles.

Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad de Carabobo. Maracay, Venezuela.

rafmujica@yahoo.es

Trabajo presentado en el II Congreso Internacional de Investigación e Innovación. Universidad de Carabobo. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Dirección de Investigación y Producción Intelectual. Venezuela. 2018

El texto completo de la ponencia y su presentación visual se incluye en archivos anexos.

La falacia acerca de lo inapropiado de la utilización de la racionalidad en la comunicación política.

Rafael S. Mujica Castillo

En reciente escrito en este medio, en un artículo intitulado: “3 vías de contagio de las emociones en la comunicación política”, se daba cuenta acerca de que: “La comunicación política está saturada de argumentos racionales. Largas y complejas cadenas verbales se apoderan del mensaje y lo enfrían hasta tal punto que lo desconectan de las personas a las que va dirigido. Es así que las palabras se congelan y el mundo de la política se distancia de la vida cotidiana de los hombres y las mujeres de carne y hueso.

Ante tales conjeturas, afirmamos que las mismas se constituyen en un malsano constructo para la cabal interpretación de nuestra realidad política actual y de la necesidad de construir un discurso comunicacional que nos permita elaborar una política acorde a las exigencias que dicha problemática requiere, a los fines de superar los grandes problemas que nos afectan en todos los órdenes de nuestro diario quehacer cotidiano.

Ante todo lo anterior, desde nuestra perspectiva dialéctico-racional, reivindicamos la enorme vigencia del uso de la racionalidad no solo para elaborar los parámetros de la comunicación política, sino sobre todo, abogamos por su empleo en todo lo concerniente a la interpretación de la realidad política en que nos encontramos inmersos. Pretender desplazar a los argumentos racionales en la comunicación política, -que dicho sea de paso, no siempre están presentes en dicha comunicación, siendo ello uno de los más grandes problemas que encontramos en la construcción de soluciones cabales a los problemas que debemos solucionar-, para ser sustituidos por los elementos propios de la emocionalidad, nos remite directamente al mundo de la epistemología kantiana, al mundo de los idealismos, subjetivismos, emocionalismos, sensibilismos, psicologismos, entre otros, acompañados estos planteamientos de una buena dosis del discurso sofistico de la posmodernidad, elementos todos ellos que nos obnubilan, que nos sumergen en una auténtica “terapia de grupo”, en un auténtico atontamiento (en el cual los responsables de la comunicación política terminan expresando lo que los ciudadanos quieren escuchar y no precisamente expresando lo que los ciudadanos deben escuchar, con lo cual consideran que se han anotado un contundente éxito comunicacional), y que contrario a lo expresado en el escrito que nos ocupa, en lugar de acercarnos a la solución del núcleo de los problemas que padecemos, nos conducen a un alejamiento del entender cabalmente la dura realidad que nos afecta.

En todo caso, lo que se logra con dicho artificio, es mantener distraídos, entretenidos a los receptores de un mensaje de naturaleza efectictista que de alguna manera puede lograr la adhesión de algunos ciudadanos, pero que los mantiene en un mundo de apariencias alejados de la realidad, en la más completa tontera o enajenación de la realidad, producto de una manipulación que en el fondo, obedece al cálculo de los intereses de diversa índole de políticos de todas las toldas e ideologías de diferentes signos, todo lo cual no permite construir una dinámica compartida[CF1] , que sea adecuada a los requerimientos de la actualidad, que nos sirva al momento de tener que darle respuesta eficiente a la resolución de los problemas que desde la diaria realidad nos afectan.

Tras el señalamiento de que: “La comunicación política está saturada de argumentos racionales… Es así que las palabras se congelan y el mundo de la política se distancia de la vida cotidiana de los hombres y las mujeres de carne y hueso”. Nos encontramos con una opinión falaz, que no encuentra el menor de los asideros, toda vez que si nos atenemos a lo planteado por Gracián (1984; 48) en el Criticón (Editorial La Oveja Negra), respecto a que: “De modo que cuando llega la Razón, que es aquella otrora reina de la luz, madre del desengaño…”. La única viabilidad de lo antes señalado, no puede ser otra que la intención de engañar al ciudadano al pretender despojar de toda posibilidad de racionalidad al discurso político, ya que de acuerdo a Gracián es gracias a la Razón que podemos lograr que el desengaño triunfe sobre la apariencia, y/o el engaño, lo demás no deja de ser simple retórica, aunque sea retórica de la buena.

Al considerar que la racionalidad es el único elemento del cual disponemos para conocer la realidad de manera objetiva, privarnos de la misma, supone entonces, construir una comunicación totalmente subjetiva, adherida a la elaboración de un discurso que puede obedecer a los intereses de los voceros de turno, pero que no necesariamente representa los intereses de las grandes mayorías que en reiteradas ocasiones terminan siendo manipuladas precisamente gracias a la construcción de comunicaciones sofisticas alejadas de la realidad.

De lo todo lo anterior, se desprende que es evidente que no encontramos argumentos que sostengan la afirmación, de que ante la manifestación de un mensaje racional, tal racionalidad termina desconectándolo de las personas a quienes va dirigido dicho mensaje.

Debe quedar claro que no se trata de que estemos pretendiendo con este escrito solicitar que se suprima lo emocional del discurso comunicacional político, toda vez que ello –lo emocional-, es consustancial a lo que las comunidades políticas requieren, ello es así a partir del desarrollo del idealismo alemán, y toda la sensibilidad desplegada a partir del mismo, desde el Siglo XVIII, (a fin de cuentas muchos asimilan, no sólo el acto de la comunicación política, sino la actividad política en general con lo que pudiésemos denominar una actividad destinada a la búsqueda de objetivos propios del mundo de la lectura de libros de autoayuda, respecto a esto último; fácilmente encontramos, por ejemplo, que el desarrollo de una asamblea de ciudadanos se convierte en la expresión no de la búsqueda de soluciones a nuestros problemas por la vía del debate a partir del conocimiento racional de las situaciones que objetivamente enfrentamos en el día a día.

Expresamos lo anterior, porque a partir de la expresión de emocionalidades y sensibilismos, dicha actividad se convierte en la proclamación por parte de los asistentes a esa asamblea, de sus más profundos deseos acerca de lo que debe ocurrir, de lo que ellos quisieran que ocurriese, tal como si se encontrasen frente a un altar contentivo de una “Lámpara de Aladino”, -muy al margen de la realidad operatoria en la cual estamos inmersos-, es decir, ocurre una expresión pública de deseos de emocionalidades de sensibilismos que a fin de cuentas terminan no conduciendo a nada, a no ser el confort del disfrute de los consabidos “5 minutos de gloria”, que le permiten al opinador sentir que ha alcanzado un status de confort con la proclamación de sus deseos (olvidando obviamente, la conseja de que los deseos no preñan), lo que efectivamente en nuestro escrito si pretendemos plantear es la necesidad de la reivindicación de la presencia, tanto en la interpretación de la realidad, así como también, en el necesario hecho comunicacional político, de la Racionalidad, racionalidad sin la cual no logramos interpretar objetivamente la realidad política de la manera más objetiva y en consecuencia tampoco logramos la mayor asertividad posible. Debemos interpretar, al igual que es imprescindible, al menos a nuestro juicio, que la elaboración del discurso político debe fundamentarse precisamente en el respeto a la capacidad racional de nuestros conciudadanos, muy por encima de su capacidad sensorial o emocional, la cual en ocasiones en nada se circunscriben a las posibilidades de entender las condiciones objetivas de la realidad que nos circunda.

Al presentar estos argumentos, fundamentándonos en un racionalismo crítico, conscientes estamos que no faltará quienes asuman, que lo de ellos, no sólo es la defensa de una inteligencia emocional al estilo de Goleman, sino que siguiendo a Covey, con toda seguridad pretenderán reivindicar incluso, una inteligencia no sólo emocional sino también una inteligencia corporal al igual que una inteligencia espiritual.

rafmujica@yahoo.es

Abril 2018

[CF1]

En atención al artículo ¿Cuánto dura la Hiperinflación?, del Dr. Marino J. González

Rafael S. Mujica Castillo

A propósito de la solicitud, que tuviera a bien, formularnos el Dr. Edgar Capriles. “…de lectura no sólo útil, sino obligatoria…” respecto al artículo del Dr. Marino J. González “Cuánto dura una Hiperinflación” publicado en Tal Cuál y reproducido en la edición de Dígalo ahí Digital (http://digaloahidigital.com/articulo/¿cuánto-dura-una-hiperinflación), nos vemos en la necesidad de apuntar, que sí bien es cierto, que el artículo resulta ser de una importancia indiscutible, el mismo se manifiesta de poca utilidad, siendo ello contrario a lo expresado por nuestro apreciado amigo Capriles.

Afirmamos lo anterior, ya que a partir de una visión crítica-dialéctica del mismo, (que no del materialismo-dialéctico, aclaro), encontramos que el interesante artículo se limita en cierta manera a reportarnos un inventario de las diferentes situaciones hiperinflacionarias, por la cual han pasado diversos países y la duración de dicho fenómeno en cada caso, de allí la importancia del escrito.

De lo anterior, pasamos a considerar que la necesaria utilidad del mismo, debió radicar en expresarnos, aunque hubiese sido de manera sucinta, quizá en atención a la naturaleza de la publicación, el relato de la manera en que cada país logró vencer la lamentable situación de Hiperinflación. Y con ello lograr superar su condición de ser, una suerte de anecdotario, a lo cual queda reducido, aún en el marco de su importancia, reiteramos que ello no le resta méritos, pero lamentablemente en nuestra visión, ello lo hace carecer de la utilidad que del mismo deberíamos esperar, ya que a lo sumo, consideramos que su importancia sólo nos permite, entender que la lamentable situación de Hiperinflación por la cual estamos atravesando no será eterna, y que en algún momento, la misma ha de ser superada, constituyéndose ello, en una verdad de Perogrullo, con lo cual con toda facilidad hemos de poder mantener la esperanza y el optimismo de que esta situación la superaremos, más temprano que tarde. Quiera Dios y la mayoría de los venezolanos, comprometidos activamente con la reconstrucción y el futuro del país, que así sea.

Es por todo lo anterior, que se desprende la necesidad de que el artículo en cuestión, nos hubiese ilustrado acerca de las realidades que se vivieron es los países que padecieron el flagelo de la Hiperinflación, para que a modo de experiencias anteriores, dispusiéramos de elementos que nos permitieran vislumbrar ante que escenarios podríamos encontrarnos.

Al afirmar lo anterior, deseamos dejar constancia, de que no estamos solicitando que el escrito de Marino González debió referirse a ¿qué debemos hacer los venezolanos para superar la situación de Hiperinflación que estamos padeciendo?, decimos eso ya que, nos consta que el economista Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, Dr. Humberto García Larralde, ya nos lo aclaraba en su artículo “Por qué se ha producido la Hiperinflación actual en Venezuela”, publicado con anterioridad en Dígalo ahí Digital (http://digaloahidigital.com/articulo/por-qué-se-ha-producido-la-hiperinflación-actual-en-venezuela).

Al ocuparnos de lo que llamamos la carencia de auténtica utilidad del artículo en cuestión, nos llama poderosamente la atención, dicho rasgo en el escrito, ya que nos consta en primera persona, el empeño puesto de manifiesto por Marino González, en sus clases de Modelos de Políticas Públicas en la U.S.B., la constante prédica, respecto a que “lo único que justifica la publicación de una investigación, es la utilidad de la misma”. Poniendo de relieve la supremacía de la utilidad muy por encima de la importancia. Posición ésta que compartimos y que defendemos a capa y espada, muy por encima de cualquier posible importancia de un contenido que sacrifique su utilidad.

En descargo del autor antes citado, debemos decir que en el artículo del Dr. Oscar Hernández Bernalette: “Marino González y su Alerta”, publicado en Dígalo ahí Digital (http://digaloahidigital.com/articulo/marino-gonzález-y-su-alerta). Hernández realiza una serie de afirmaciones, supuestamente atribuidas al artículo de Marino González. Afirmaciones, repito, que en dicho artículo no aparecen por ninguna parte. Además de obviar del Currículo de Marino González, que el mismo es Miembro de La Academia Venezolana de Medicina, aparte de PhD. En Políticas Públicas de: The Pittsburgh University (USA).

Para finalizar, también debemos decir, que la diatriba entre lo importante y lo útil, que nos ha llevado a presentar las ideas anteriores, queda perfectamente aclarada, por ejemplo, en la Película dirigida por Alex Keshishian y protagonizada por Joe Pecsi, titulada “Con Honores”, (USA, 1994).

rafmujica@yahoo.es

“Cuídate del que, antes de que cante el gallo”.

Rafael S. Mujica Castillo

El movimiento de los despolarizados, como expresión de una porción del chavismo, fundamentalmente de unos cuadros dirigentes, que no de chavistas de la base, un sector que busca un reacomodo en la nueva realidad política venezolana, dizque, queriendo dejar a un lado a la corriente madurista del chavismo, porque eso, y no otra cosa es el madurismo, una corriente surgida del chavismo, corriente que en esencia en nada se diferencia de la práctica chavista de: destrucción, segregación, corrupción, delincuencia, barbarie, involución, entre otros males.

Aparte de lo anterior, ésta corriente de despolarizados, tiene como propósito fundamentalmente dividir o debilitar el esfuerzo opositor, que en el seno de la sociedad política venezolana del presente, ha cobrado una enorme fuerza, fortaleza que día a día en éste año 2017, se disputa con el régimen las posibilidades de conducción de los destinos del país.

La posible convergencia del movimiento opositor con los factores del chavismo (llámesele como se le quiera llamar, usando denominaciones tales como: chavismo crítico, entre otros, un sofisma con el cual pretenden sí acaso criticar al madurismo, queriendo diferenciarlo del chavismo, cuando son las dos caras del mismo mal) en estos momentos circunstancialmente distanciado de su par madurista, con los cuales comparten como ya dijimos, los genes de su existencia, así como también comparten en estos 18 años, el largo recorrido en la destrucción del país y de sus posibilidades futuras.

La posibilidad de acercamiento real y operativa entre la corriente autodenominada despolitizada y el movimiento opositor venezolano nucleado a través de la MUD (Mesa de la Unidad Democrática), tiene como enorme dificultad la esencia de la antes citada corriente despolarizada, la cual es la antítesis de la más elemental idea de democracia, de la idea de libertad, de la idea de progreso de los ciudadanos a partir de la puesta en marcha de sus potencialidades y en la búsqueda de su auto realización.

En atención a lo anterior vemos con beneplácito, el hecho de que en la MUD, los responsables de la conformación alianzas, con sectores que realmente desean superar el estado de nuestra situación política actual, no hallan “mordido el anzuelo” de la supuesta contribución de estos despolarizados, cuando en el fondo, al lanzar las propuestas de distanciarse del madurismo, lo único que persiguen es relanzar al chavismo con miras a la toma del poder bajo cualquier modalidad, sea ésta, la de participar, de seguro en condiciones por demás ventajosas y favorables, en un gobierno conjunto de transición o en un gobierno netamente chavista. Teniendo lo anterior, una intencionalidad nuevamente contraria a los más legítimos intereses de la porción mayoritaria de la población venezolana en la actualidad.

Como evidente muestra de lo anterior, tenemos que hasta el presente, en ningún momento ésta corriente despolarizada ha dado señales concretas de estar enfrentada al régimen dictatorial, tal como sí lo ha demostrado una parte muy importante de la MUD, aparte de la diaria demostración de los ciudadanos venezolanos, de claro enfrentamiento a un gobierno: nefasto, brutal y destructor del presente y peor aún destructor del futuro del país. A lo más que ha llegado ésta corriente como tal, es a ciertas declaraciones públicas, las cuales por su naturaleza, en el momento político actual es muy poco cuanto contribuyen a la superación de todas las desgracias que nos ha deparado el chavismo.

En este infausto período de descomposición y destrucción de nuestras posibilidades de construir el gran país que nuestros hijos y nietos merecen y que es nuestro deber luchar por su reconstrucción, sin que medien posiciones que alienten la posibilidad de reediciones de lo más nefasto del régimen militarista dictatorial chavista, un régimen empobrecedor a gran escala de la población en general, generador de miserias por doquier, y represor de los más elementales derechos civiles y políticos de la ciudadanía, llegando al vil asesinato de jóvenes, en plaza, calles y avenidas, jóvenes sin armas, que manifiestan su legítimo derecho por la construcción de un futuro de porvenir, jóvenes que luchan por su legítimo derecho de vivir en libertad y desarrollarse en democracia. Ante tales intenciones de relanzar el chavismo hacia su continuación en el ejercicio del poder. Elevamos al cielo la petición contenida en el adagio español, que reza: Líbranos, Dios de las aguas mansas, que de la brava me libro yo.

Sí alguna gran verdad muestra nuestro sistema político actual, ella es la de la gran polarización que nos ha tocado vivir, tan grande es dicha polarización, que bien iluso resulta pasearse por posibilidades de construcción de una supuesta tercera vía, construir terceras opciones políticas, en estos casos, siempre ha sido sumamente difícil. Pero en la actual situación política nacional ello pasa de ser difícil a ser verdaderamente casi que imposible. Decimos esto por el gran rechazo, que cualquier propuesta de conducción política chavista, ha cosechado entre la ciudadanía, incluso entre quienes hasta hace algún tiempo fueron sus circunstanciales seguidores.

Con las reflexiones anteriores, no se pretende bloquear el necesario esfuerzo por incorporar a la lucha contra ésta dictadura cruel y feroz a quienes venidos desde el chavismo, de manera franca y decidida deseen sumarse a la auténtica reconstrucción del país, dentro de las propuestas de orden democrático que se impulsan desde el ámbito de la oposición, lo cual es diametralmente opuesto a quienes sólo con un ardid y no menos astucia, pretenden reeditar y volver a poner en práctica, políticas propias del castro - chavismo, utilizando para ello, un aparente chavismo maquillado, pretendiendo proponer soluciones a los problemas del país que en 18 años de gobierno chavista, jamás contribuyeron a resolver. La mayoría de sus actores son parte de los artífices de todas las calamidades por las cuales está transitando nuestra población, en ésta hora de desdichas, las cuales con mucho tesón y empeño, estamos próximos a superar.

A propósito de todo lo antes dicho. Sólo nos resta, recordar los versos del Gran Poeta Hispanoamericano. César Vallejo, cuando al advertirnos magistralmente de los riesgos a los que podemos estar expuestos, nos decía:

“¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,

negárate tres veces,

y del que te negó, después, tres veces!”

“¡Cuídate del futuro!…”

rafmujica@yahoo.es

24 de junio de 2017.

El Muro Debajo de la Mano

Rafael S. Mujica Castillo

El Muro Debajo de la Mano, se constituye en una interpretación, que tiene como propósito develar algunos signos que están en el núcleo del Excelente relato de Guillermo Meneses: “La Mano Junto al Muro”. Signos y señales que fueron en su momento, formalmente objetivados por el autor, quién los legó a la posteridad a la espera de la circunstancia precisa en que dicha interpretación viera luz y así lograr que de esa manera, se ampliara el margen interpretativo de su obra.

Para acometer dicha labor, nos proponemos ir más allá de una visión sensible y psicológica, adentrándonos en el ámbito de la inteligibilidad y lo lógico, y ello necesariamente ha de ser así, porque la construcción de una obra del tenor de: “La Mano Junto al Muro” así lo requiere, en atención a la maestría puesta de manifiesto en su composición, con grandes logros que se sustentan en una poética impregnada de ultraísmo, una poética digna de caza vivos, así como de una narración desarrollada en primera y tercera persona, figuras narrativas ya anteriormente utilizadas por el autor, lo cual coloca a Guillermo Meneses en el sitial que ocupa dentro del canon de la cuentística venezolana.

No podemos dejar de mencionar, la reiterada presencia del tono especular en el relato, tono éste. Que acompaña al autor a lo largo de su proceso creador de ésta y de otras obras, ante lo cual el lector, termina sin tener certeza acerca de sí es Meneses; quien cultiva la figura del espejo o si es el espejo quien no le da sosiego, en un afán de persecución a éste.

Nuevamente, Meneses nos sitúa en la porteña Guaira de sus predilecciones. Un relato donde el autor se metamorfosea por décadas en victimario de sus lectores, en medio de su más completo regocijo, ya que conoce exactamente lo que compuso y con ello logra colmarse de gloria en la posteridad.

Justa ha de ser la consideración que hemos de presentar acerca del relato, en el cual “simula la existencia operatoria de una mujer” en el desarrollo del acontecer narrado, siendo lo más notorio la casi completa ausencia de ésta, dado que la participación de la mujer en el relato, sin que caigamos en cuenta de ello, se ve desplazada por el protagonismo de la mano.

(“La mano de ella resbaló a lo largo del muro; su cuerpo se desprendió;” sus dedos rozaron las antiguas piedras hasta caer en el pozo de su sangre; allí, junto al muro, en la sangre que comenzaba a enfriarse,…) Acompañada a su vez de reiteradas figuras retóricas y metafóricas, puestas de manifiesto por el narrador con situaciones tales como la reiterada comparación de situaciones con la alusión al enrollado acontecer de la trama, con la metáfora de la culebra que enrollada tiende a morderse la cola. O la reiterada alusión acerca de que “la vida de ella podría pescarse en el espejo… O su muerte…”

La mención a la mujer, sin la más mínima descripción acerca de sus atributos a no ser, el denominarla como tal; mujer. En abierta contraposición a lo copioso de la descripción tanto de la mano así como del muro, a saber: “Ahora, su mano se apoyaba sobre el muro. Una mano chata, gruesa, con los groseros pétalos roídos de las uñas sobre la piedra antigua, hecha de historias desmoronadas, piedra en regreso a su rota insignificancia, por haber perdido la intención de castillo en mediocre empresa de mercaderes”.

La situación anterior le brinda al narrador la posibilidad de disponer de un soporte para realizar una serie de inconfesables afirmaciones acerca de lo que fue el modus vivendi de Bull Shit. Mención que el narrador realiza a partir de una pretendida inexistencia estructural y obviamente operatoria de la mujer, con lo cual logra una absoluta libertad; moral, sensorial y psicológica a los fines de objetivar y formalizar una serie señalamientos bastante altisonantes para la sociedad de la época en que dichos materiales fueron publicados.

En la obra nos encontramos como ya hemos señalado con expresiones narrativas desarrolladas tanto en primera persona, así como también en tercera persona. Formas narrativas conjuntas utilizadas con anterioridad por Meneses, en “El duque de 1946.

Así como también hallamos, la caracterización que el autor les da a personajes tales como: la Mujer y Dutch, caracterizaciones que ya había utilizado con anterioridad en la obra “La balandra Isabel llegó esta tarde” de 1934. Dado que en ella, Esperanza personifica a una prostituta y el otro personaje llamado Segundo se corresponde con un marinero. Es así, como lo reiterativo de diversas situaciones tratadas en el relato alcanza incluso a los personajes de la narración

También ubicamos una serie de situaciones lúdicas a propósito de las reiteradas imprecisiones que se relacionan con la cantidad de personajes presentes en la misma, tal es el caso de la duda sembrada al respecto (en éste caso de la duda, el autor juega nuevamente con un recurso ya anteriormente por él utilizado) en cuanto a la cantidad de marineros, donde por una parte no se precisa si eran dos o eran tres y por la otra en determinado momento se afirma que eran dos, e indistintamente también se afirma que eran tres y ante lo cual el lector cae en el juego del narrador, en su afán lúdico por entretener a éste, sin aportar mayor ritmo narrativo a no ser la particularidad de la obra de causar embeleso, ante la pronunciada ininteligibilidad que propicia una enorme fascinación/confusión del lector ante lo incomprensible, porque esta es una característica propia de los seres humanos.

Característica ésta, la cual les permite a muchos presumir de su altísima capacidad cognitiva-interpretativa de este tipo de propuestas, por más que en muchas ocasiones terminan entendiendo muy poco o casi nada de dichos materiales.

Tal es el caso, y aquí va la demostración de lo antes dicho, que durante décadas el protagonista del relato es la mano que articulada por la mujer se posa en el muro, sin caer en cuenta de la inexistencia operatoria de la mujer en la narración, lo cual se da gracias a la asociación que realiza el cerebro humano, el cual al percibir la existencia de una mano inmediatamente la asocia con la existencia conjunta de una persona, en este caso de una mujer, tan es así que nótese que la denominación de las extremidades superiores de muchos otros mamíferos no cuenta con la denominación de “mano”. Logro indiscutible del autor, aparte del poético desarrollo narrativo puesto de manifiesto en la obra, ante una audiencia de mediados del Siglo XX, sorprendida en su buen entender, por los recursos utilizados por Guillermo Meneses en el relato en estudio.

Tras la utilización de la figura narrativa circularista, necesario es referir que a lo largo del relato no percibimos la existencia operatoria de la mujer, porque desde nuestro punto de vista interpretativo el momento de la muerte de la mujer en ningún momento se precisa cuando ocurre, -sí, ese momento queda en el limbo, por así decirlo,- ya que lo que se relata acerca de la mujer ocurre desde el comienzo de la narración en tiempo pasado.

La mujer y sus desempeños sólo son un recuerdo en la narración, de allí que el protagonismo del relato le corresponde a la mano, que se presenta de manera autónoma: “Un chillido (“¡naciste hoy!”) tembló en el aire caliente mientras la mano de la mujer se sostuvo sobre el muro.” Mano en cuestión, con cuerpo propio respecto a la mujer, así tenemos que “La mano de ella resbaló a lo largo del muro; su cuerpo se desprendió” No es el cuerpo de la mujer el que se desprendió, es el cuerpo de la mano, el que se desprendió. Porque para ese momento allí, no hay cuerpo de mujer. Indicios de que la mujer es parte del pasado, en el relato de tiempo presente, los presentamos a continuación:

“La vida de ella podría pescarse en ese espejo… O su muerte…” He allí el primer indicio lúdico del espacio/tiempo, del cronotopo, utilizado por el autor al conjugar vida o muerte en ese presente, es decir, se presenta la posibilidad de que su muerte en ese presente ya haya ocurrido.

“El hombre hablaba muchas cosas. Antes —cuando entraron en el cuarto, cuando encontró en el espejo los blancos redondeles que eran las gorras de los marineros— murmuró: “En ese espejo se podía pescar tu vida. O tu muerte”.

“(—Tú ahora. Ya. Adiós. Tú ahora. Ya. Adiós. Tú ahora. Ya. Adiós)”

“…Durante muchos años vivió dentro de aquel monstruo que fue fortaleza, almacén, prostíbulo…”

“…y dice cómo el castillo sobre el mar se convirtió en barrio de coitos y cómo la mano de una mujer angustiada puede caer sobre el muro (lo mismo que una flor o una mariposa) y decir en su movimiento “aquí, aquí”, o “adiós, adiós, adiós”.

“Ella nada sabía. Cuando llegó ya existía el presente y lo anterior sólo podía estar en las palabras de un hombre que mirase la pared y decidiese hablar. Ya existía esto. Y ella estuvo en esto. Los hombres jadeaban un poco; echaban dentro de ella su inmundicia. (O su amor)…”

“Dentro del túnel, moviéndose entre las sombras de la existencia, fabricó muchas veces la pantomima sin palabras de la moza que invita al marinero: la sonrisa sobre el hombro, la falda alzada lentamente hasta el muslo y mirar cómo se forma el roce entre los dedos del marino”.

”La noche del encuentro con los tres marinos (si es que fueron tres los marineros) apareció el que decía discursos. Era un hombre raro”.

“Ella nunca recuerda nada. Nada sabe.”.

“Ella miraba todo, como desde el fondo del espejo del cielo…”.

“…Verdad es que ella siempre tuvo un espejo en su cuarto: un espejo tembloroso de vida como una mariposa, movido por la vibración de las sirenas de los barcos o por los pasos de alguien que se acercaba a la cama…”.

“…Todo ello sucedió como si hubiese ascendido hacia la muerte. Por eso, una voz chilló: “¡naciste hoy!” y el hombre dijo: “En ese espejo se podría pescar tu vida”. ¿…………?” -Ojo, en ésta ocasión, la usual y reiterada frase aparece truncada, mutilada. Por primera vez en este párrafo. Obviándose entonces: (O tu muerte)-

“…Las voces de los dos (¿o tres?) marineros ordenaron: “Sube con él”.

“Ante el espejo se miraron. Ella diría que no pisó la escalera, que no caminó frente al bar, que caminaron —todos— las rampas del misterio y atravesaron las puertas que hay siempre entre los espejos”.

“La mujer lo miraba desde el espejo del cielo, alta entre las estrellas su cabeza…”.

(Ontológicamente, desde otra dimensión del espacio, un espacio de materialidad cero, donde no hay posibilidad de operatividad corpórea).

Al referir anteriormente que la mujer ha muerto mucho antes del final del relato, sí es que podemos asumir que el relato en cuestión, por ser circular, tiene final.

Diremos que el marinero, muy a pesar de tener empuñada esa “dualidad que se debate entre cigarrillo-puñal”; y tras de ser presa de un profundo enlunadamiento, por una parte, en ningún momento se plantea que embista con su filosa hoja, contra la mujer y en razón de ello no pudo asesinarla, y por la otra, igual sucede con el caso del personaje del sombrerito ladeado, éste, con todo y que lanzaba chispazos con su revólver, en ningún instante se señala que haya tenido intenciones de apuntar su armamento contra la humanidad de la mujer, incluso no se indica ni se señala, hacia donde apuntaba con su arma y por ello, se torna imposible sostener una afirmación que luciría por demás irresponsable, respecto a que haya disparado contra la mujer, entre otras cosas, porque como ya dijimos anteriormente, la mujer ya estaba muerta, mucho antes de éste párrafo, el cual es uno de los últimos del relato.

Es por todo lo anterior que: “El Muro Debajo de la Mano”, se constituye en una interpretación, que tiene como propósito develar algunos signos que están en el núcleo del excelente relato de Guillermo Meneses: “La Mano Junto al Muro”.

El mito del diálogo y la necesaria estructura que remplace a la MUD

Rafael S. Mujica Castillo

Cada vez que alguien plantea la necesidad de que un demócrata debe ser un auténtico dialogante en la búsqueda de soluciones a los diversos problemas que se le presentan en el día a día, sin lugar a dudas, que dicho planteamiento, es digno de nuestro mayor respaldo, pero adviértase que nos estamos refiriendo al diálogo, en la dinámica de un sistema político democrático.

Situación totalmente diferente es la que se nos plantea ante un régimen dictatorial como el existente actualmente en nuestro país, ante el cual, el diálogo termina siendo un mecanismo democrático de resultados insustanciales, insuficientes para lograr la resolución de los más acuciantes problemas de la población en general, sean éstos de cualquier orden.

Es por ello que frente a una dictadura cruel como la presente, se impone asumir su enfrentamiento al menos en esta etapa en que nos encontramos, no con insustanciales diálogos; preciso es la implementación de una estrategia diseñada con una visión dialéctica acerca de los desempeños de los principales actores del diario acontecer, llámeseles gobierno-oposición, entendiendo por oposición un universo mucho más allá de los necesarios partidos políticos, universo donde es fundamental considerar las actuaciones y aportes que pueden brindar los ciudadanos, principales víctimas de las tropelías del régimen.

Ante lo anteriormente expuesto y tomando en consideración, que de momento y no sabemos por cuanto tiempo, la realización de procesos electorales significativos para el grueso de la población están a merced de lo determinado por el régimen, más allá de lo contemplado en el marco jurídico, y asumiendo que por su naturaleza y resultados aportados, la coalición fundamentalmente de partidos políticos opositores denominada MUD, pierde su pertinencia electoral, al menos por un lapso indeterminado, y sobre todo se debe entender que una posible convocatoria a elecciones regionales y/o municipales no está contemplado como una prioridad por parte de la población en general, tal como sí lo está el cambio de conducción política del país.

Respecto a la posibilidad de propiciar un llamado a elecciones regionales y/o municipales, -aunque las mismas ya han sido ilegalmente desestimadas por el régimen- por parte de algunos sectores de la oposición, aún a espaldas del sentir de un mayoritario sector de la población, bajo dos sofismas tales como; que por una parte, dicho llamado brindaría la posibilidad de dinamizar el trabajo político-electoral de la población, demuestra la visión irresponsable que tienen ante lo que debe ser su compromiso de adelantar un auténtico trabajo político, muy por encima de la posibilidad electoral.

Y por otra parte, argumentan que posterior a las elecciones regionales y contando en su haber con algo así como 20 ó 23 mandatarios regionales, en esas condiciones tendrían una oposición por demás fortalecida para demoler (así lo plantean) al régimen en futuras elecciones; una visión no solo irresponsable por idealista, fundamentada en los saberes personalistas, que no de la cabal interpretación objetiva de la realidad- de algunos santones políticos, que manipulan a su saber y conveniencia a los electores y que olvidan la conseja popular de que “el régimen no es mocho” y que pretenden hacernos creer que un régimen que ha demostrado un gran apego al poder, irá derechito a un proceso electoral, producto del cual tendrá que ceder 20 ó 23 gobernaciones, olvidando el episodio de cómo nos arrebataron, de la manera más vil y sin escrúpulo alguno el RR 2016 o incluso el RR 2017.

Por todo lo anteriormente planteado se torna necesario pasar a una nueva estructura que remplace la actual MUD y que dicha estructura contemple como su objetivo primordial, no el electoral para el cual no hay mayor espacio, sino el requerido por una proporción mayoritaria de la población según ya se ha dicho anteriormente, como es el de procurar el necesario cambio en la conducción política y social del país, a partir de la sustitución del régimen actual.

Ante tal requerimiento se propone la conformación de una nueva estructura, en la cual es requisito indispensable la participación de los partidos políticos opositores, mucho más allá de sus cálculos particulares partidistas electorales, que sean capaces de apostar a la superación oportuna de la dictadura que padecemos. Y donde se configure una manera diferente de relacionar a los partidos políticos con los otros actores participante en dicha estructura, donde la modalidad de relacionarse y de tomar decisiones no puede estar supeditada al caudal electoral de cada partido, porque no se trata de venideros procesos electorales, sino que debe estar signada por los aportes que puedan brindar: en materia organizativa de los actores políticos, es decir de los ciudadanos, en materia propositiva, de lucha y de esquemas que permitan el diseño de propuestas transformadoras de nuestra situación actual.

Todo ello sólo podemos lograrlo a partir de un pensamiento basado en una construcción de un discurso político fundamentado en la interpretación dialéctica de las condiciones que impone un régimen fundamentalmente confrontacionista, que a estas alturas muchos de los actores principales del ámbito opositor pretenden vendernos como un régimen, con el cual en la actualidad se puede dialogar, siendo ello un ejercicio de mera retórica dogmática, incluso, un diálogo a espaldas del clamor de una importante proporción de la población, obviamente favorable en términos de resultados sólo al régimen en su afán de mantenerse en el poder, y justo es decirlo, quizás a algunos actores políticos que indebidamente cohabitan dentro del marco opositor.

El reto de la nueva estructura ha de ser la construcción de un movimiento opositor de tal fortaleza que nos permita NEGOCIAR, más que dialogar, en condiciones totalmente diferentes a las actuales, una fuerza negociadora, construida a pulso, desde las comunidades, las ONGs, la sociedad civil, los gremios, las individualidades, entre otros, que nos permita, de ser necesario, llegar a un diálogo/negociación de naturaleza totalmente diferente al “diálogo” que en la actualidad impulsa el régimen en la búsqueda de su supervivencia. Es así como, en las dinámicas propias del diálogo surgen dos posibilidades y la actual, propiciada por el régimen, esa no es la que nos brindará los frutos que la población requiere, exige y espera, para superar el oprobio que nos depara el régimen dictatorial actual.

rafmujica@yahoo.es

14 de febrero 2017