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​José E. Rodríguez Rojas

Los cubanos huyen masivamente del “mar de la infelicidad”

​José E. Rodríguez Rojas

Después de 63 años de revolución la situación económica y social de Cuba sigue siendo crítica. La inflación y la carestía de alimentos y productos básicos agobian al cubano promedio, lo que ha llevado a la población a la calle a protestar. El régimen ha reaccionado, como siempre, reprimiendo las protestas. Ello ha incentivado la emigración a niveles históricos, en esta oportunidad vía Centroamérica intentando llegar a la frontera de Estados Unidos con México.

La situación económica y social de Cuba, después de 63 años de revolución, continúa agobiando al cubano promedio. La crisis económica se traduce en una elevada inflación que fue estimada en más del 300% para el año 2021 por la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist. Ello convirtió en prohibitivos los platos navideños. En la navidad pasada los medios de prensa internacionales reportaron que las neveras de los cubanos permanecieron vacías como reflejo de las limitaciones que sufrían las familias cubanas, imposibilitadas de disfrutar de los platos que tradicionalmente se consumen en esa época del año. La inflación no ha cedido a pesar de las políticas pro mercado instrumentadas por el gobierno. Ello ocurre a pesar de la ayuda del régimen venezolano que le remite con regularidad petróleo y derivados que los cubanos revenden y del disfrazado apoyo de otros gobiernos que a través de las llamadas misiones medicas subsidian al régimen.

La crítica situación económica ha llevado los cubanos a las calles a protestar. En julio del año pasado decidieron marchar en protesta por la crítica situación que enfrentan, pero el régimen con la colaboración de sus perros de presa, arremetieron contra los manifestantes. A 800 de ellos los apresaron y los llevaron a prisión; luego en juicios amañados les aplicaron, a unos 100 de los apresados, penas de cárcel que en algunos casos superaron los 30 años. Los dirigentes del movimiento cultural San Isidro intentaron dialogar con el régimen pero fueron hostigados y obligados a exiliarse.

Como no se puede protestar, los cubanos escogen la otra forma de manifestar su disidencia y huir de la crítica situación que enfrenta la isla, emigrar. El Washington Post reporta, en información reproducida por el ABC de España, que decenas de miles de cubanos han decidido emigrar, en lo que constituye el mayor éxodo masivo desde la crisis migratoria del Mariel en 1980. La población que huye en desbandada de la isla incluye a algunos chupamedias del régimen, como un periodista de la televisión estatal, acostumbrado a despotricar de la oposición y de los “traidores” que huyen de la isla.

La cantidad de cubanos que llegan a la frontera con Estados Unidos es cada vez mayor, superando la de años previos. En esta oportunidad los cubanos llegan en vuelos a Managua y de allí por tierra a la frontera de Estados Unidos con México. La policía inmigratoria de los Estados Unidos proyecta aprehender 155.000 cubanos este año lo que cuadruplica la cifra del 2021 y es 12 veces la de 2020. Si bien la crítica situación de la isla y la represión actúan como detonantes, incide también el hecho de que Nicaragua eliminó el requisito de visa para los cubanos. Jorge Duany director del Cuban Research Institute de Florida y otros expertos estiman que el número de cubanos abandonando la isla puede exceder otras migraciones masivas de la isla incluyendo la del Mariel.

Profesor UCV

El presidente Fernández trata de ocultar la realidad que enfrenta Venezuela

​José E. Rodríguez Rojas

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien también ejerce la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), hizo un llamado a los países de la región para a normalizar sus relaciones con Venezuela. El presidente Fernández argumentó que muchos de los problemas de Venezuela “se han ido disipando con el tiempo”, haciendo referencia específica a los avances, que a su juicio, se han venido logrando en materia de derechos humanos, en el tema de las condiciones electorales y en el proceso de negociación entre el régimen y la oposición democrática.

Las declaraciones de Fernández hicieron sonar las alarmas de las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI). Tamara Taraciuk directora de HRW cuestionó las declaraciones del presidente argentino señalándole que en Venezuela hay más de 240 presos políticos. Le recordó así mismo la terrible crisis humanitaria y migratoria que sufren los venezolanos como consecuencia de las políticas de Maduro. Subrayó que la Fiscalía de la Corte Penal internacional (CPI) mantiene su investigación por la comisión de crímenes contra la humanidad. Enfatizó que los problemas de Venezuela no se van a resolver “ocultando la realidad”.

La organización AI se pronunció en términos similares. En una carta pública a Fernández la directora ejecutiva de esa organización Mariela Belski señaló que a pesar de los compromisos asumidos por Maduro todavía no se puede afirmar que las recomendaciones de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos estén siendo implementadas a cabalidad. En la misma línea la Fiscalía de la CPI recientemente rechazó la solicitud del gobierno de Maduro de aplazar la investigación sobre presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos durante la represión de los manifestantes contra el gobierno en el año 2017. La CPI señaló que el gobierno no presentó pruebas de que se esté investigando a los responsables de los presuntos actos punibles contra los derechos humanos.

En cuanto a las condiciones electorales, una segunda área en la que habría avances en Venezuela, según Fernández, el diagnóstico es igualmente negativo. Es cierto que la Misión de la UE de Observación Electoral Venezuela 2021 reconoció en su informe final que hubo “condiciones mejores” en comparación con las elecciones previas. Sin embargo la Misión detectó graves deficiencias estructurales en ese proceso electoral. La expulsión de la Misión de la UE calificándolos de “enemigos” y “espías” evidencian la poca disposición del gobierno de acometer los cambios recomendados por la Misión.

El proceso de dialogo entre el gobierno y la oposición es el tercer punto que el presidente Fernández destaca. Tampoco sobre este punto su retórica logra esconder la realidad que pretende maquillar. Nicolás Maduro se comprometió con funcionarios de Biden que reanudaría el dialogo con la oposición, sin embargo luego se evidenció que las intenciones de Maduro eran dejar de lado los mecanismos acordados en México y abordar un nuevo y difuso esquema de dialogo donde el régimen escoge con quien dialoga y con quien no, donde los temas a discutir los establece el gobierno y donde no existen esquemas de verificación de los acuerdos. Esta estrategia cosmética no ha convencido al gobierno de Biden cuyos representantes insisten en que cualquier decisión relacionada con el levantamiento de las sanciones será en base a las negociaciones en México.

Todo lo anterior confirma lo expresado por HRW y AI al presidente Fernández: “Los problemas venezolanos no se están disipando con el paso del tiempo”. Por el contario desgraciadamente se están agravando. Esto obedece a que los cambios que últimamente ha venido realizando el régimen de Maduro no están orientados “realmente” a la defensa de los derechos humanos, a la democratización y al desarrollo del país. El verdadero objetivo continúa siendo garantizar su permanencia en el poder.

Nota: este escrito es una síntesis de un artículo publicado recientemente en la página web de la agencia de noticias alemanas DW en español titulado “Retorica y cosmética no van a resolver la crisis venezolana” cuyo autor es Ramón Cardozo.

Profesor UCV

¿Qué debemos esperar de las conversaciones entre el régimen de Maduro y la administración Biden?

​José E. Rodríguez Rojas

Las conversaciones de funcionarios americanos con representantes de Maduro han tenido como propósito obtener petróleo venezolano para sustituir el petróleo ruso y separar a Venezuela de Rusia. La desastrosa situación de la industria petrolera venezolana, lleva a los escépticos a pensar que puede ocurrir lo mismo de Obama con Cuba, dar algo sin obtener nada a cambio. La decisión de la administración Biden de trabajar con el régimen de Maduro evidencia que han decidido aceptarlo tal como es, aunque el gobierno americano insiste en que el tema de los derechos humanos les importa.

En abril del 2022 entrará en vigencia, en los Estados Unidos, una prohibición de importar petróleo ruso. Uno de los países que se podría beneficiar de esta coyuntura es Venezuela. Se espera que su economía crezca en un 20% en términos reales, gracias al incremento de la producción petrolera que se prevé aumente en una quinta parte. Aun antes de la guerra de Rusia con Ucrania Venezuela ha estado elevando su producción de petróleo. El año pasado aumentó su producción hasta alcanzar 800.000 b/d, una cantidad suficiente para sustituir los 199.000 b/d de petróleo que los Estados Unidos importó de Rusia en 2021. Varias refinerías de los Estados Unidos han sido construidas para procesar específicamente el viscoso petróleo Venezolano.

En este momento, sin embargo los Estados Unidos mantienen la prohibición de importar petróleo venezolano, una de una serie de sanciones diseñadas para hacerle más difícil la vida al régimen de Nicolás Maduro, el dictatorial presidente, acusado de narcoterrorismo por la potencia americana. Sin embargo en marzo una delegación de funcionarios americanos se reunieron con Maduro. Tres días después del arribo de la delegación, el presidente Biden anunció la prohibición de importar petróleo ruso. El escaso tiempo transcurrido entre la reunión y el anuncio hace pensar que el propósito del encuentro era obtener más petróleo de Venezuela, señaló Elliot Abrams representante especial para Venezuela del gobierno de Trump.

Si Biden está considerando aliviar las tensiones con Venezuela, ello no sería solo por razones económicas. Él espera explotar la guerra con Ucrania para introducir una cuña entre Venezuela y Rusia, uno de sus aliados más cercanos. El presidente de Rusia se mostró interesado en Suramérica después de que los Estados Unidos sugirieran, en el 2008, que Ucrania y Georgia podrían eventualmente ser miembros de la OTAN. En retaliación Putin decidió entrometerse en el patio trasero de los Estados Unidos encontrando en Hugo Chávez un entusiasta colaborador. Desde ese momento Rusia ha estado consolidando su relación con Venezuela mediante la venta de armas y ayuda militar. Más recientemente, desde el 2019, Rusia ha creado una red para evadir las sanciones contra Venezuela, ayudándole a vender oro y petróleo, aunque a un elevado descuento. Ese año PDVSA decidió mover sus oficinas europeas de Lisboa a Moscú. Aviones full de efectivo arribaron a Caracas desde Moscú dando al régimen suficiente moneda dura para evitar el colapso. Según el Kremlin el gobierno de Venezuela ha apoyado la sangrienta invasión rusa de Ucrania. Pero el conflicto está dañando las relaciones. Las sanciones occidentales contra los bancos rusos hará más difícil para Maduro y sus lugartenientes mover su dinero fuera de Rusia, sugiere Francisco Monaldi de la Universidad de Rice en Texas. Maduro, en la reunión de marzo, solicitó a la delegación americana levantar las sanciones temporalmente a fin de permitir a su régimen retirar sus fondos, pero éstos se negaron.

Maduro podría estar preocupado porque ahora Rusia, que también es un paria, se convertirá en un competidor de Venezuela, vendiendo petróleo con descuento. Desde el 2020 China ha sido el principal comprador del petróleo venezolano. Pero importar petróleo del otro lado del mundo tiene poco sentido si el petróleo ruso está implorando a las puertas de China.

Chevron la última empresa americana que está operando en Venezuela está tomando ventaja de cualquier cambio en las sanciones sobre el régimen y está haciendo lobby para extender su licencia que le permita operar en Venezuela y comerciar con petróleo venezolano. Según Reuters está haciendo preparativos para ello.

De acuerdo al blog Crónicas de Caracas Delcy Rodríguez y el Ministro de Exteriores Plasencia planean tener una reunión con los funcionarios americanos en Trinidad y Tobago pronto. El 14 de abril un grupo de economistas y líderes cívicos venezolanos opuestos a Maduro enviaron una carta a Biden solicitándole moderar las sanciones y permitir a las compañías petroleras occidentales operar nuevamente en el país. La administración de Biden insiste en que sus planes no están orientados a respaldar a Maduro y que se mantienen preocupados por el tema de los derechos humanos. Después de la reunión de marzo Maduro liberó a dos prisioneros americanos que habían sido retenidos en condición de rehenes en Caracas. Maduro también prometió retornar a las conversaciones con la oposición en México.

Pero muchos observadores son escépticos que los Estados Unidos puedan lograr sus propósitos de comprar petróleo y cambiar el estilo dictatorial de Maduro. “Si estas yendo por el petróleo y buscando apartar a Maduro de Rusia, entonces tu tomaste la decisión de trabajar con el régimen tal como es” dice Brian Winter de la Americas Society un foro regional. Varios analistas también dudan que si las sanciones son levantadas Venezuela esté en capacidad de aumentar su producción considerablemente, después de años de mal manejo y corrupción. “Para mí, esto se asemeja a la política de Obama para Cuba” dice Abrams “Esto es tu das algo y tu das y no tienes nada a cambio”.

La posición de Maduro en las encuestas se ha fortalecido, en los últimos años, en relación a la del opositor Guaidó. Su aprobación se ubica en 19%, mientras la de Guaidó es de 12%. Desde el 2019 Maduro ha instrumentado calladamente reformas pro mercado y ha levantado controles de precios y restricciones sobre el tipo de cambio. Ha cortejado a los inversores. En este contexto se ha impuesto una dolarización que ha logrado disminuir la inflación. La fortaleza de la posición de Maduro hace pensar que los términos de la negociación no se harán enteramente en los términos que demande la administración Biden.

Nota: este escrito está basado en una traducción libre del artículo: The Economist. 2022. Can Venezuela help the West wean itself off Russian oil? April, 23RD.

Profesor UCV

Cuando el cobro de afrentas abrió la caja de Pandora

​José E. Rodríguez Rojas

El cobro de afrentas fue la motivación que impulsó a varias personalidades que participaron en la defenestración de Carlos Andrés Pérez, sin considerar las funestas consecuencias de sus acciones. La democracia entró en crisis y se abrió la caja de pandora de la cual surgió el militarismo, una pesadilla de los demócratas que se creía extinguida en el pasado.

En su programa “Venezolanos” el historiador Rafael Arráiz Lucca presentó evidencias que permiten afirmar que diversos actores de la vida nacional, quienes contribuyeron a la defenestración de Carlos Andrés Pérez (CAP), lo hicieron motivados no por razones éticas o ideológicas sino por animosidad hacia el ex presidente, que los llevó a aprovechar la oportunidad para cobrar antiguas afrentas sin considerar las consecuencias que ello tendría para la democracia venezolana y el país.

Uno de esos actores, mencionado por el historiador, fue Arturo Uslar Pietri quien dirigió el grupo de Los Notables los cuales con su oposición a las reformas allanaron el camino a la insurrección militar del 4 de febrero. Los Notables cuestionaron las reformas a pesar de que varios de ellos demandaron previamente la instrumentación de políticas similares. Ello revela que actuaron movidos más por razones personales que ideológicas. Uslar Pietri en particular tenia razones para cobrarle a CAP viejas afrentas. En la década de 1940 fue acusado de corrupción por el primer gobierno de AD, lo cual lo forzó a abandonar el país y exiliarse en los Estados Unidos. Regresó con la dictadura de Pérez Jiménez cuando el gobierno de AD había sido depuesto. Aparentemente nunca perdonó a los adecos por tal afrenta y a CAP en particular, que era el secretario privado de Betancourt en ese momento. No sabemos si fue ésta u otra la que motivó su conducta pero el hecho es que aprovecho la oportunidad, como cualquier hijo de vecino, para pasarle factura a su antiguo enemigo político.

Otro de los mencionados por Arráiz Lucca es el Fiscal General de ese momento Ramón Escovar Salom quien aprobó la tramitación del antejuicio de mérito ante la Corte Suprema. Escovar Salom también tenía diferencias personales con Carlos Andrés y cuentas por cobrar. Consciente de ello, el abogado adeco David Morales Bello, conocedor de los intríngulis del sistema judicial venezolano, le advirtió a CAP que no aceptara el nombramiento de Escovar Salom como fiscal porque en algún momento iría contra él. Con el tiempo se confirmarían los temores de Morales Bello ya que movido por sus diferencias personales con CAP, aprobó la tramitación de la solicitud de antejuicio ante la Corte Suprema, sin que hubiera fundamentos jurídicos para ello, como lo han demostrado eminentes juristas como Alberto Arteaga.

Los congresistas de AD también votaron a favor del antejuicio contra CAP en el Congreso Nacional. Como lo evidencia Mirtha Rivero en su libro “La rebelión de los náufragos”, los secretarios regionales de AD no le perdonaron a CAP por las reformas que introdujo durante su gobierno, en particular por la reforma que posibilitó la elección directa de gobernadores y alcaldes. Los secretarios regionales de AD tenían aseguradas las gobernaciones cuando su partido asumía la presidencia y utilizaban las mismas para drenar recursos hacia empresarios de su entorno en un proceso poco transparente. La elección directa de gobernadores dio al traste con este mecanismo de reparto de la renta petrolera y provocó la reacción airada de los comisarios políticos de AD contra CAP y su gobierno.

Todos y cada uno pusieron su granito de arena para pasarle factura al ex presidente, bien sea alentando la insurrección militar contra su gobierno o contribuyendo a la aprobación del antejuicio de mérito que lo obligó a renunciar a la presidencia. Actuaron sin considerar las consecuencias que la defenestración de CAP tendría para el país.

Según el historiador Arráiz Lucca la defenestración de CAP generó una crisis en la democracia venezolana que abrió la puerta a nuevos actores políticos, entre los cuales destacan los protagonistas de la insurrección militar. Se abrió así la caja de Pandora de donde resurgió el militarismo, una vieja pesadilla de la democracia venezolana, que truncó el experimento democrático en la década de 1940 e intentó hacerlo en la década de 1960. En esta ocasión la crisis abrió la puerta a los militares insurrectos del 4 de febrero que con el pasar del tiempo ingresarían a la política y accederían al poder, generando con su mal gobierno y acciones autoritarias el desastre social y económico que atravesamos desde hace varios años.

Profesor UCV

Carlos Andrés Pérez ante la historia

​José E. Rodríguez Rojas

El historiador Rafael Arráiz Lucca conduce un programa denominado “Venezolanos” en el cual abordó recientemente la vida y obra de Carlos Andrés Pérez (CAP). A juicio del historiador CAP es un personaje histórico que fue una figura central en la democracia venezolana, cuya evaluación está pendiente. Como personaje histórico fue contradictorio, pero demostró a lo largo de su carrera política un talante democrático que tirios y troyanos le reconocen, reconocimiento que se ha incrementado con el tiempo.

El carácter contradictorio de CAP se reflejó en los dos gobiernos que dirigió, uno de naturaleza estatizadora donde la intervención del Estado llegó a niveles estratosféricos y el otro de naturaleza liberal orientado a desmantelar la intervención del Estado en la economía. Arraiz Lucca se pregunta por cuál de estos gobiernos lo evaluará la historia, por su rol como estatizador o como liberal.

En su segundo gobierno, que se inició a finales de la década de 1980, Carlos Andrés trató de llevar a cabo un viraje en las políticas públicas priorizando la integración con el Pacto Andino, lo cual esbozó en su programa de gobierno y en la campaña electoral. Sin embargo ello implicaría la instrumentación de duras medidas como la eliminación de subsidios que afectarían fuertemente a la población, la mayoría de los cuales creían que en su segundo gobierno se repetirían las políticas estatistas del gobierno previo. El viraje era necesario además, porque el gobierno previo de Lusinchi había dejado las reservas internacionales en niveles insignificantes.

El gobierno de CAP se vio obligado a recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) el cual le ratificó la necesidad de instrumentar el viraje hacia las políticas liberales, el cual se estaba llevando a cabo en otros países de la región como Argentina y México.

Sin embargo, al instrumentar la eliminación del subsidio a la gasolina estalló una revuelta social que se conocería como El Caracazo, reflejo de que la población no estaba preparada para las duras medidas que venían. A las tensiones sociales generadas por las reformas se unió la labor de zapa de un grupo de personalidades, conocidos como Los Notables, que se oponían a las reformas, más por razones personales que ideológicas. El grupo estaba dirigido por el escritor Arturo Usar Pietri. Las tensiones sociales y la labor de Los Notables allanaron el camino para que un grupo de conjurados militares se animaran a llevar a cabo sus planes insurreccionales, los cuales concretaron el 4 de febrero de 1992.

Una vez sofocado el golpe se convocó una reunión del Congreso Nacional, en la mañana del 4 de febrero, a la acudió presuroso el líder socialcristiano Rafael Caldera. En la sesión del congreso Caldera intervino para condenar el golpe de estado y justificar en forma comprensiva las razones para la insurrección de los conjurados militares. De este modo se conectó con el sentimiento mayoritario de la población que condenaba el golpe pero deseaba un cambio. Su candidatura que estaba bien posicionada en las encuestas, subió como la espuma. Algunos dicen que esa mañana ganó las elecciones.

La coyuntura fue aprovechada por un representante de la izquierda radical para solicitar un antejuicio de mérito contra el presidente, ante el Fiscal General Ramón Escobar Salón por el irregular manejo de la partida secreta. La solicitud fue diligentemente tramitada ante la Corte Suprema de Justicia la cual la declaró con lugar.

Eminentes juristas han concluido que ni la solicitud ni la sentencia tenían fundamentos legales y que se cometió un abuso de derecho. Al final se impuso el talante democrático de Carlos Andrés quien entregó el poder a pesar de estar consciente de que se trataba de una maniobra palaciega, sin base legal. La defenestración de CAP generó una crisis en la democracia que abrió las puertas al surgimiento de nuevos actores políticos entre los cuales destacaron los conjurados militares, que con el pasar del tiempo ascendieron al poder.

La personalidad contradictoria de CAP se reflejó también en que a pesar de su experiencia en la develación de golpes militares en la década de 1960, no hizo nada para desmantelar la insurrección de los llamados Comacates, a pesar de que había sido informado de sus actividades. A ello se añade que a pesar de su experiencia y conocimiento en las artes políticas, tampoco hizo mayor cosa para paliar las tensiones generadas por las reformas y el país le ardió por los cuatro costados. Sin embargo lo que el historiador Arráiz Lucca llama contradicciones de CAP no justifican la acción de los que por oportunismo o enemistad personal contribuyeron a su defenestración, hundiendo a la democracia venezolana en una crisis.

Nota: este escrito es una síntesis del programa “Venezolanos” conducido por el historiador Rafael Arráiz Lucca de fecha sábado 9 de abril, del 2022. Transmitido por Unión Radio. Tratamos de ajustarnos a las ideas del historiador a excepción de las últimas líneas.

Profesor UCV

Se le enredó el papagayo a Petro

​José E. Rodríguez Rojas

El centro político seleccionó sus candidatos y el panorama se ha simplificado. Gustavo Petro no ganara en primera vuelta. En la segunda vuelta su ventaja se evaporará pues sus detractores votaran contra él apoyando la candidatura del centro derechista Federico Gutiérrez, lo cual plantea como muy probable que se repita el mismo escenario de las elecciones previas donde ganó Iván Duque.

En un escrito previo planteamos que a diferencia de Chile, en Colombia, el centro político desempeñaría un rol crucial en las elecciones y que esto se vería con claridad después de marzo cuando los partidos y movimientos de centro seleccionarían sus candidatos en sendas primarias. Ya estas elecciones se llevaron a cabo y en efecto surgieron dos candidatos, uno de centro izquierda Sergio Fajardo y otro de centro derecha Federico Gutiérrez.

Como veremos más adelante el panorama está más claro con respecto a meses anteriores. Sin embargo varios factores siguen influenciado el panorama electoral y las posibilidades de los candidatos. Por un lado está la gestión de Iván Duque, opacada por la pandemia, que podría lastrar la candidatura del candidato conservador; sin embargo internacionalistas como Beatriz Majo han señalado que la gestión de Duque luce mejor de lo que muchos analistas plantean. La elevada tasa de crecimiento del país en el último año que alcanzó el 10,6% corrobora los planteamientos de Majo. Por otro lado la situación de inseguridad donde la violencia alentada por los grupos irregulares, sean guerrilleros o pandillas, parece no tener fin. Además está la situación social que no mejora, donde la mitad de la población continúa atrapada en situación de pobreza engrosando la población de descontentos, lo que opera a favor de los candidatos con una retórica antisistema como Petro.

Por último el perfil propio de cada candidato. Federico Gutiérrez quien se desempeñó como alcalde de Medellín, donde parece haber tenido una gestión exitosa, lo que habla bien de sus capacidades como gerente público. Inicialmente aparecía estrechamente relacionado con el liderazgo de Uribe, pero progresivamente ha ido separándose adquiriendo perfil propio. Gustavo Petro con una gestión gris como alcalde de Bogotá, pero con una retórica antisistema que parece haberle funcionado dado su posición en las encuestas. Comenzó su carrera como parte del movimiento guerrillero, pero luego se acogió a los planes de pacificación. Posteriormente declaró sus simpatías con la gestión de Chávez, pero en los años recientes se ha demarcado de su sucesor mostrando simpatías con la nueva izquierda chilena liderada por Gabriel Boric, en especial con sus ideas ambientalistas.

Una referencia reciente importante es un foro con los periodistas de Tal Cual en el cual se entrevistó al comunicador Eduard Soto del reputado diario El Tiempo de Bogotá. En el mismo, el citado comunicador social respondió a las preguntas de los periodistas de Tal Cual sobre la situación política de Colombia. De acuerdo a sus declaraciones, el miedo a Petro por parte de los empresarios parece haber desaparecido, ya que la bolsa de valores no cayó cuando se conocieron los resultados de las legislativas, donde los partidarios de Petro lograron resultados muy positivos. En este sentido un triunfo de Petro en las presidenciales no luce tan catastrófico como en elecciones previas, explicando su ascenso en las encuestas donde aparece como favorito. Preguntado si es posible que Petro se comporte de una manera similar a Chávez cuestionando la separación de poderes, el periodista respondió que ello no es posible pues ya Uribe lo intentó y se demostró en ese momento que las Cortes colombianas son muy celosas de su independencia. Sobre las posibilidades electorales de Petro el periodista entrevistado señaló que debe ganar en primera vuelta, pues si pasa a la segunda todos se unirán contra él y perderá, como ocurrió cuando Iván Duque gano la presidencia (Tal Cual. 2022).

La última encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría (CNC) para la revista colombiana SEMANA revela que habrá segunda vuelta pues ninguno de los candidatos alcanzará la mitad de los votos. Petro lograría el 36,5% de los votos y Gutiérrez el 24,5% (Semana.2022). Sin embargo según la misma encuesta en la segunda vuelta Petro perderá su ventaja y se producirá un empate técnico entre ambos candidatos, lo cual confirma los señalamientos de Eduard Soto en la entrevista con los periodistas de Tal Cual, revela además las debilidades de la candidatura de Petro en la segunda vuelta y las fortalezas del candidato de centro derecha.

Profesor UCV

Semana. 2022. Segunda vuelta presidencial de infarto. Fico Gutiérrez está a solo tres puntos de Gustavo Petro. Abril 2.

Tal Cual. 2022. Así está el clima político en Colombia tras primarias, según el periodista Eduard Soto. CocuyoClaroyRaspao, marzo 17.

El Socialismo del Siglo XXI pasa factura

​José E. Rodríguez Rojas

En el año 2010, en el marco de una agenda orientada a la instauración del Socialismo del Siglo XXI, Chávez expropió la empresa Agroisleña. Se convirtió en un caso emblemático de una empresa exitosa que fue llevada a la quiebra, con un efecto devastador sobre la actividad productiva. Los representantes de la empresa intentaron negociar pero al final debieron acudir a un organismo de arbitraje internacional del Banco Mundial, el cual acaba de fallar a favor de la empresa expropiada. De acuerdo al fallo el Estado venezolano debe pagar 1400 millones de euros.

La agenda del gobierno bolivariano implicó en sus inicios una agenda político ideológica antiliberal orientada al hostigamiento a la iniciativa individual y a una expansión desordenada de la presencia del Estado. Estas políticas se enmarcaron en lo que dio en llamarse el Socialismo del Siglo XXI que buscaba reproducir el modelo cubano. Esto se tradujo en la expropiación y confiscación de empresas productivas exitosas que cuando llegaban a manos del Estado entraban en un proceso de mengua hasta llegar, en muchos casos, a una situación de quiebra que requería del permanente auxilio financiero por parte del Estado. Ello incluyó a compañías como CANTV, Electricidad de Caracas e innumerables empresas agroindustriales procesadoras de materias primas agrícolas como Lácteos los Andes. Contempló también la estatización de empresas generadoras de insumos agrícolas como Agroisleña, que se constituyó en un caso emblemático en el sector agroalimentario de una empresa exitosa que fue llevada a la quiebra después de ser intervenida por el régimen bolivariano, lo que tuvo un fuerte impacto en el campo por las múltiples actividades que esta empresa llevaba a cabo.

“Al momento de su expropiación Agroisleña tenía 52 años de fundada en el país, más de 60 tiendas, silos, centros de distribución, cerca de 3.000 empleados y un conglomerado de empresas asociadas al negocio agrícola como Insecticidas Internacionales, Proyefa, y Venezolana de Riego. Así proveía y daba asistencia técnica a más de 18.000 pequeños y medianos productores” (El Pais. 2022). La expropiación tuvo un fuerte impacto en el sector de los técnicos del agro conscientes de la labor e importancia de la empresa. Rodrigo Agudo un experto en el área de lácteos señaló, diez años después de la expropiación, que el efecto de tal acción fue devastador en el sector agrícola (El Impulso. 2020).

Después de la ocupación por el gobierno de todas las instalaciones de Agroisleña vino el cambio de nombre a Agropatria la cual asumió el control de la importación de insumos. El gobierno ofreció que los precios de los insumos y servicios disminuirían lo cual generó una expectativa favorable en los agricultores. Pero pronto cundió la frustración, pues con esta empresa pasó lo que sucedió con la mayoría de las empresas estatizadas. Agopatria se convirtió en una centrifugadora de corrupción. Su desempeño estuvo lejos de equiparse con el de Agroisleña, pues la escasez de insumos y de asistencia técnica y financiera fue lo que privó, contribuyendo al colapso de la producción agrícola. Según Rodrigo Agudo la raíz del problema radicaba en la ideologización de los que administraban la empresa, ignorantes de las funciones que les tocaba cumplir y proclives a la corrupción. El gobierno se vio obligado a inyectarle recursos en cuatro oportunidades para evitar la quiebra (El Impulso. 2020). Después de que Agropatria naufragara, Nicolás Maduro dio luz verde en el año 2013 para que una empresa de la Fuerza Armada Nacional denominada Agrofanb asumiera el control, sin embargo la situación no mejoró.

Chávez firmó el decreto de expropiación de Agroisleña a principios de octubre del 2010, casi a la medianoche. El comandante de la revolución bolivariana alegaba en ese momento que la acción estaba orientada a luchar contra un supuesto oligopolio a fin de garantizar la seguridad alimentaria. Después de la expropiación y ocupación de sus instalaciones los representantes de la empresa intentaron negociar con el gobierno pero las conversaciones no prosperaron, por lo que los representantes de la empresa se vieron obligados a recurrir a un organismo internacional de arbitraje para reclamar una indemnización por el valor de los bienes expropiados y daños sufridos como consecuencia de la arbitraria toma de la empresa. La empresa fue fundada en 1958 por Enrique Fraga Alonso un canario que emigró a Venezuela en los años cuarenta del siglo pasado; como era una compañía de capitales y dueños españoles los representantes de la misma se aferraron, en su reclamación, al Acuerdo España Venezuela que protege las inversiones españolas en el país.

En consecuencia la empresa española Agroinsumos Iberoamericanos a la cual pertenece Agroisleña acudió en el año 2016 al tribunal de arbitrajes internacionales del CIADI-Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, una instancia del Banco Mundial- a fin de plantear su reclamación. El CIADI acaba de fallar en fecha reciente a favor de los representantes de Agroisleña. Como consecuencia del fallo el Estado Venezolano está obligado a pagar 1.400 millones de euros a la empresa mencionada como compensación por el incumplimiento del Acuerdo España Venezuela. A estos gastos deben sumarse los gastos administrativos del procedimiento. La arbitraria decisión tomada por Chávez en el año 2010 se revierte ahora como un boomerang contra la administración de su sucesor como una deuda más que debe pagar el Estado Venezolano por las arbitrarias acciones cometidas contra los propietarios de empresas.

Profesor UCV

Referencias

Diario de las Américas. 2016. Empresa Agroisleña demanda a gobierno de Venezuela por expropiación. Julio, 7.

El Impulso. 2020. A 10 años de la expropiación de Agroisleña el resultado es devastador. Octubre, 12.

El País. 2022. Las expropiaciones de Hugo Chávez empiezan a costarle caras a Venezuela. Marzo, 26.

¿Es de izquierda el chavismo-madurismo?

​José E. Rodríguez Rojas

El diario El Nacional afirma en uno de sus editoriales que no existe ninguna relación entre el chavismo-madurismo y la izquierda. Sin embargo estudiosos del tema han reconocido a Chávez y su movimiento como parte de la izquierda regional, aunque lo han ubicado como integrante de la vertiente autoritaria. El grueso de la izquierda de la región está constituida por líderes y gobernantes autoritarios, los cuales en la actualidad mantienen estrechas relaciones con el gobierno de Maduro y su mentor el régimen cubano, legitimándolos.

En un editorial titulado “La izquierda sublimada” el diario El Nacional afirma que el “chavismo-madurismo nada tiene que ver con la izquierda”. Una parte del argumento del diario es que el ideario de Chávez era un pasticho y que en la cabeza del fundador del movimiento conocido como chavismo “había una mezcolanza de cosas que difícilmente pudo o puede llamarse ideología” sea ésta socialismo o marxismo. Esta parte de la argumentación del diario es correcta y repite palabras más, palabras menos, comentarios de Luis Miquilena sobre el ideario de Chávez.

Otra parte de la argumentación del diario en su editorial se relaciona específicamente con el régimen de Maduro y si éste puede ser calificado como un gobierno de izquierda. Con tal propósito cita las palabras del líder de la nueva izquierda chilena Gabriel Boric deslindándose del gobierno venezolano : “En Venezuela hay un retroceso en las condiciones democráticas que ha sido muy brutal y…en las condiciones económicas de vida. El éxodo de 6 millones de venezolanos es la prueba más fehaciente de ello. Ese no es nuestro camino y nosotros aspiramos a construir una izquierda profundamente democrática, respetuosa de los derechos humanos, que sea capaz de ser critica de sí misma”.

Sin embargo los estudiosos de la historia de la izquierda de América Latina, como Jorge Castañeda reconocen a Chávez y a sus aliados como parte de la izquierda de la región. Chávez basó su liderazgo no en la coherencia de sus ideas, que como bien señala el editorial de El Nacional eran un pasticho; lo afincó en el billete que provenía de los abundantes petrodólares que su gobierno recibía. Lo basó también en el petróleo que entregó a Cuba, gracias a lo cual Fidel Castro lo acompañó en su aventura como aliado, de esta manera Chávez se benefició de la influencia que Castro ejercía en la izquierda latinoamericana. En esta alianza el líder venezolano aspiraba sustituir a Castro como el heredero político de su liderazgo en la izquierda regional, como lo señala Enrique Krauze en su obra “El Poder y el Delirio”, sin embargo la enfermedad que posteriormente terminó con su vida alteró estos planes.

Como señalamos en un artículo previo la izquierda de la región es muy heterogénea, a pesar de ello se detectan dos vertientes una democrática y otra autoritaria. El chavismo-madurismo no es parte de la izquierda democrática, aunque si lo es de la izquierda autoritaria estruendosa, nacionalista y de mente cerrada. Las declaraciones de Gabriel Boric deslindándose del régimen de Maduro lo que hacen es ratificar la condición autoritaria del régimen. Sin embargo Boric no es representativo de la izquierda de América Latina, es más una excepción que la regla (Rodríguez R., J.E. 2022)

El grueso de la izquierda de la región está constituida por líderes de regímenes autoritarios similares a Maduro o por líderes de gobiernos elegidos en elecciones competitivas que se comportan como aspirantes a dictadores erosionando la independencia de los poderes a fin de concentrar el mismo. Aunado a ello mantienen estrechas relaciones con los regímenes autoritarios de la región legitimándolos. Este es el caso de los gobernantes de los países de mayor dimensión de la región como Fernández de Argentina y López Obrador de México, así como de los líderes de estos países, como Lula da Silva de Brasil, el cual mantiene un lugar preferente en las encuestas y tiene una alta probabilidad de ser elegido como presidente.

En el caso de Argentina los Kirchner cuando estaban al frente del gobierno fueron unos aliados permanentes de Chávez, ahora como vicepresidente del gobierno Cristina Kirchner continúa siendo una estrecha aliada del régimen de Maduro. El presidente Fernández no se queda atrás en su apoyo a los líderes autoritarios. Durante una visita a Moscú ofreció a Putin convertir a Argentina en la puerta de entrada de Rusia a América Latina. López Obrador de México se ha negado a pronunciarse en contra de Putin, pues desea mantener buenas relaciones con todos los gobiernos. Es un admirador del régimen cubano y lo alaba por su resistencia frente al llamado imperialismo americano, a pesar de que Estados Unidos es el más importante socio comercial de México y el principal inversionista del país azteca. Lula da Silva, mantiene estrechas relaciones con el régimen cubano. Cuando fue sometido a juicio y encarcelado los cubanos lo apoyaron en forma solidaria, luego de ser liberado viajó a Cuba y permaneció allí por dos meses a fin de agradecerle a los cubanos por su apoyo.

El régimen venezolano no es un ente extraño ni una excepción en el panorama de la izquierda de América Latina por el contrario es parte de esta y como tal es reconocido y legitimado por los principales líderes y gobernantes de izquierda de la región, quienes mantienen una estrecha relación con éste y con los restantes regímenes autoritarios de la zona como el cubano.

Más significativo que el liderazgo de Boric en la región será el de Lula da Silva quien probablemente se convertirá en presidente de Brasil. Si es elegido utilizará el peso de su país en la región para potenciar su liderazgo y actuar como un elemento de equilibrio en la región, según Celso Amorín ex canciller de Lula. Probablemente hará esto, pero siempre contrapesando la influencia de Estados Unidos lo cual ha sido una posición tradicional de Brasil. De darse este escenario Brasil presionará a favor de cesar las sanciones contra Venezuela y Cuba legitimando la presencia e influencia de ambos regímenes en el área.

Referencias:

Rodríguez R., J.E. 2022. Boric acentúa el contraste de la izquierda. Digalo Ahí, n°7, marzo 22.

Profesor UCV

Boric acentúa el contraste en la izquierda

​José E. Rodríguez Rojas

Gabriel Boric es una excepción en la izquierda y ha agudizado el contraste en la misma. Mientas el líder chileno es un ferviente creyente en la democracia, la mayoría de los gobernantes de izquierda de la región son aspirantes a dictadores. La elección de Lula será más significativa por el peso de Brasil en la región. Sin embargo Lula, al igual que lo han hecho la mayoría de los gobernantes de izquierda, legitimará a los regímenes autoritarios.

Desde inicios de la presente centuria se ha dado un giro hacia la elección de gobiernos de izquierda en América Latina conocido como Marea Rosa. Esta izquierda es muy heterogénea. En un artículo publicado en el año 2006 en la revista Foreign Affairs el académico Jorge Castañeda argumentó que a pesar de la heterogeneidad, se podía observar la existencia de dos izquierdas en la región, una democrática representada por Lula y el Partido de los trabajadores de Brasil, el Frente Amplio de Uruguay y la coalición denominada la Concertación en Chile; ésta era moderna, de criterio abierto, reformista e internacionalista, es decir partidaria de una economía abierta a los retos de la globalización. La otra era autoritaria, estruendosamente nacionalista, de mente cerrada y provenía de la tradición populista de la región. Esta última izquierda incluyó en ese momento a Chávez, Evo Morales, los Kirchner y Correa de Ecuador, todos los cuales nacionalizaron empresas y se declararon activos militantes contra el imperialismo americano.

La distinción entre las dos izquierdas todavía está vigente, asegura Castañeda, aunque parece existir mayor heterogeneidad que en el pasado lo cual se debe en parte a la irrupción de una nueva izquierda en Chile liderada por Gabriel Boric. Boric representa algo nuevo. Además de las tradicionales inquietudes por la desigualdad económica mirando al Estado para reducirlas, plantea nuevos temas que considera existenciales, los cuales tienen que ver con el cambio climático, el género y el reconocimiento de las comunidades indígenas. A diferencia de Chávez y los Kirchner, Boric es un constructor de consensos. Usa los medios para establecer una compenetración con sus seguidores, no para sacarlos de quicio.

Es diferente también en otras formas, mientras la izquierda tradicional defiende las dictaduras que se declaran anti imperialista, Boric es un firme creyente en la democracia. Cuestionó la invasión a Ucrania y criticó los abusos contra los derechos humanos en América Latina cometidos por los regímenes dictatoriales de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Invitó a su toma de posesión a escritores exiliados por el régimen de Ortega.

Petro se une a Boric en su condena de las dictaduras, aunque era un fan de Chávez, critica a su sucesor, en especial por su dependencia de las energías fósiles y acusa a Ortega de crear una dictadura bananera. Sin embargo varios de los izquierdistas elegidos como gobernantes defienden a los autócratas en la medida que estos son antiamericanos. Los gobiernos de Argentina y Perú condenaron en la ONU la invasión de Ucrania pero Fernández, el presidente de Argentina, visitó a Putin el último mes ofreciendo que Argentina seria la puerta de entrada de Rusia a América Latina. La actitud de Manuel López Obrador (AMLO) al respecto ha sido contradictoria. Mientras su gobierno condenó la invasión, AMLO dice que desea tener buenas relaciones con todos los gobiernos y alabó a Cuba como un ejemplo de resistencia. Lula no se queda atrás, conocida sus estrechas relaciones con el régimen cubano no es extraño que se haya negado a denunciar a los tiranos.

Algunos de los líderes de la Marea Rosa son aspirantes a dictadores, como Morales y Correa, que trataron de reducir la independencia de los poderes como el sistema judicial. Lo mismo ha tratado de hacer AMLO pero no cuenta con el respaldo del sistema judicial y el parlamento.

Boric tiene, a diferencia de la izquierda tradicional, un punto de vista más actualizado como ampliar la seguridad social y la condonación de la deuda estudiantil, también plantea ideas liberales en el tema del aborto y los derechos de los homosexuales. El que más se le acerca es Fernández en el tema del aborto. Los otros dirigentes izquierdistas han sido más conservadores en los temas sociales y más retrógrados en temas como el ambiental.

A pesar de sus diferencias existe un sentimiento de simpatía en los nuevos dirigentes izquierdistas. AMLO habla de un eje entre Buenos Aires y Ciudad de México. Boric ha dicho que quiere trabajar estrechamente con Arce, Petro y Lula. El más significativo de ellos parece Lula debido a su experiencia y al peso de Brasil. Si es elegido Lula será alguna suerte de equilibrio entre ellos según Celso Amorim ex ministro de relaciones exteriores de Lula. Ello es deseable, pues existe el temor de que debido a sus estrechas relaciones con el régimen cubano utilice la influencia de Brasil en la región para canalizar sus planteamientos y los del régimen de Maduro, en detrimento de la oposición de ambos países.

Referencia

Nota: este escrito está basado, en su mayor parte, en una traducción libre del artículo: The Economist. 2022. A new group of left wing presidents takes over in Latin America. Mar 12th

Profesor UCV

La incursión en Ucrania, una tradición soviética

​José E. Rodríguez Rojas

La sociedad rusa está sustentada históricamente en liderazgos autoritarios y cruentos que han dejado tras de sí millones de cadáveres. Putin es parte de esta tradición. En su intento de restaurar la Unión Soviética ha recurrido a una incursión punitiva en Ucrania que es parte también de una tradición soviética.

La unión Soviética nace como consecuencia de la llamada Revolución de Octubre impulsada por los bolcheviques en 1917. Una vez en el gobierno los bolcheviques, bajo el liderazgo de Lenin, instauraron un régimen dictatorial. Como se plantea en la novela “El hombre que amaba a los perros”, que describe en forma fabulada el asesinato de León Trotsky, los revolucionarios tenían la opción de instaurar una democracia parlamentaria pero desecharon la idea.

Rápidamente el gobierno revolucionario evolucionó hacia un régimen de terror impulsado por Stalin, un pistolero georgiano, quien asumió el poder una vez fallecido Lenin. Stalin comenzó una labor de zapa a fin de suprimir toda oposición o resistencia a su liderazgo. Una vez eliminado buena parte del Comité Central del Partido la única piedra en el zapato que impedía su hegemonía era Trotsky, fundador del ejército rojo. Trotsky, aconsejado por sus allegados, puso pies en polvorosa para huir de la ira del georgiano. Este, sin embargo, ayudado por los Partidos Comunistas (PCs) distribuidos alrededor del globo y la policía secreta rusa llevo a cabo una cacería implacable. Al final dio con su víctima en México. En el país azteca un agente secreto de la policía rusa, de origen catalán, con la ayuda de artistas vinculados al PC local, terminaron con la vida del revolucionario ruso. Los detalles de la persecución y asesinato del fundador del ejército rojo son narrados por Leonardo Padura en un formato de historia novelada, donde expresa las probables angustias del líder ruso al haber contribuido a gestar un proceso que convirtió su vida y la de su familia en una pesadilla (Padura. L. 2009)

La instauración de un régimen dictatorial por Stalin y la política de terror que le siguió, no son extraños en la historia de la sociedad rusa. Por el contrario en este país hay una larga tradición de liderazgos autoritarios y cruentos. Según Richard Pipes historiador de la Universidad de Harvard “los rusos no soportan la debilidad. Les gustan los líderes fuertes. Hay una razón histórica por detrás de esto. El Estado ruso no ha sido nunca suficientemente coherente, y la única manera de darle coherencia es mediante la intervención de un líder potente. Todos los héroes de la historia rusa son personalidades fuertes: Iván el terrible, Pedro El Grande, Alejandro III, Stalin…”(El Pais.2017) . La historia de Rusia es la historia de los liderazgos autoritarios que han moldeado la sociedad a sangre y fuego dejando tras de sí millones de cadáveres.

Como lo señala el historiador de Harvard, Vladimir Putin es parte de esta tradición del hombre fuerte. En condición de tal instauró un régimen totalitario y personalista, mediante el cual busca restaurar el régimen soviético que naufragó en 1991. A tal fin ha iniciado una ofensiva contra los países que formaron parte de la Unión soviética a fin de anexarlos de nuevo a su órbita de influencia. Las intervenciones punitivas fueron también una tradición en la relación de la Unión Soviética con las naciones que formaron parte de su órbita de influencia y que a juicio de los mandatarios rusos se convirtieron en ovejas descarriadas. Un caso paradigmático fue el de la invasión a Checoslovaquia que Teodoro Petkoff describió muy bien en su libro sobre el tema (Petkoff. T. 1990). La ocupación de Ucrania es parte de esta tradición.

Profesor UCV

Referencias

El País. 2017. Richard Pipes “No hubo nada positivo ni grandioso en la Revolución Rusa”. 27 de enero.

Padura, Leonardo. 2009. El Hombre que amaba los perros. Tusquets Editores S.A. 576 p.

Petkoff, Teodoro. 1990. Checoeslovaquia: el socialismo como problema. Monte Avila Editores. 207 p.