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Opinión

Ismael Pérez Vigil

Ocupado en aspectos técnicos, como el avance en la formación de los Centros de Votación para la primaria del 22 de octubre, dejé pasar deliberadamente, para comentarlo con calma, uno de los eventos más importantes que se han producido en este recorrido del pueblo venezolano hacia la escogencia de un candidato democrático, unitario, para la elección presidencial de 2024.

Me refiero a la firma, en acto público y por todos los candidatos, del documento llamado: “Principios Comunes del Programa Mínimo de Gobierno de Cambio, Unidad y Reconstrucción Nacional”, mejor conocido como Programa Mínimo de Gobierno.

La Firma.

Mas allá de la importancia y el contenido del propio documento, lo verdaderamente importante fue la firma, en sí, del mismo. Que los trece candidatos lo hayan hecho, algunos en persona el mismo viernes 4 de agosto, y otros previamente, dejando constancia en un video en el que aparecen firmando el documento y que fue proyectado en la sala ese mismo día.

La singularidad e importancia del evento, más allá de su significación como acto de unidad política, en mi opinión descansa en los siguientes aspectos: uno, lo firman trece candidatos, que van a competir en una campaña electoral que será competitiva, de la cual saldrá uno solo y doce más serán eliminados de la contienda y no tendrán una nueva oportunidad, similar, hasta dentro de seis años, a menos que en el país ocurran acontecimientos políticos que cambien ese panorama; dos, lo firman trece contendientes que vienen de diferentes opciones políticas, que varios de ellos, hasta no hace mucho, expresaron de manera aguda sus diferencias y controversias con relación, por ejemplo, al Gobierno Interino; tres, pertenecen a variadas opciones doctrinarias, ideológicas y políticas y a pesar de ello, pudieron ponerse de acuerdo en algunos puntos básicos y ofrecerlos al electorado del país; cuatro, dejaron de lado diferencias personales, que en algunos casos se han destapado agudamente, para demostrarle al país que sí es posible estar de acuerdo en cosas básicas, en pro de ofrecer al pueblo venezolano una opción para rescatar y profundizar la democracia. Esos, y muchos más, son los aspectos que destacan la importancia del acto sencillo, corto, sobrio pero significativo, sin discursos ampulosos ni consignas de ningún tipo.

En el único y breve discurso pronunciado en el acto, Jesús María Casal, Presidente de la CNdP resumió el significado del acto de esta manera: «Hoy los candidatos y candidatas reiterarán su compromiso con la Primaria, mediante la firma del acta correspondiente. El objetivo superior es ir unidos a las elecciones presidenciales, con ese gran espíritu de lucha fraterna, queremos transitar las próximas fases de la elección. Hemos atravesado copiosas tormentas, pero no hemos zozobrado».

El Programa Mínimo.

Se trata de un documento breve, muy corto, que en dos páginas resume conceptos fundamentales, que por lo breve y sencillo, no se deben dejar de tomar en cuenta. Es, en efecto un “programa mínimo” que permitió que todos lo pudieran firmar y da la oportunidad para que cada uno, en el desarrollo de su campaña y actividad, lo profundice, singularice sus aspectos y lo amplíe con sus propias propuestas y ofertas electorales.

A pesar de lo anterior, en el documento los candidatos se comprometen a “…conformar un gobierno de Cambio, Unidad y Reconstrucción Nacional que permita avanzar hacia una reconciliación nacional en libertad.” Resaltan el carácter “unitario” de la contienda y definen “…las líneas fundamentales...” de ese cambio que proponen, que va más allá de la toma del poder en sí mismo y se comprometen a conformar “…un gobierno democrático y pluralista de Unidad Nacional.”

Ese “gobierno de Unidad Nacional” planteado, dice el documento, contempla dos medidas urgentes, que se proponen atender como prioridad y van al meollo de los problemas fundamentales que confronta el pueblo venezolano: Atención a la emergencia humanitaria compleja y la estabilización de la economía. Para lograrlo, los candidatos afirman la necesidad de lograr un “…nuevo modelo político, económico y social… sobre la base de unos principios comunes…”; esos principios comunes vale la pena copiarlos a continuación, tal como están expresados en el documento, para que se lean con detenimiento:

· Reconocimiento de la diversidad de intereses dentro de una sociedad pluralista bajo el amparo de un Estado de Derecho democrático y social, respetando la Constitución como marco y la reinstitucionalización del poder público como meta;

· Afirmación de la primacía de los derechos humanos, con el propósito de restitución de garantías constitucionales, liberación de presos políticos y restablecimiento del orden público en favor de la vida, bienes y derechos de los ciudadanos dentro y fuera del territorio nacional;

· Defensa de la aspiración histórica de hacer realidad la prescripción de un Estado Federal Descentralizado;

Promoción de un entorno favorable al desarrollo de una economía del conocimiento próspera, diversificada y socialmente incluyente, que permita la superación de las causas inmediatas y estructurales de la pobreza,

· Replanteamiento de los modos tradicionales de encarar nuestra política energética y nuestra dependencia de las riquezas naturales;

· Fomento de la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos del presente y del futuro, gracias a un modelo de desarrollo que favorezca la innovación y la transición energética, de forma tal que sea amigable con el ambiente y contribuya a eliminar la pobreza;

· Restablecimiento de los principios históricos y constitucionales de la política exterior venezolana;

· Defensa de la misión constitucional encomendada a la Fuerza Armada Nacional;

· Compromiso con la alternabilidad y el principio de no reelección presidencial.

Finalizan con un llamado a todos los venezolanos, a que nos involucremos con ellos a recorrer el camino y el cambio hacia una democracia verdaderamente incluyente.

El Acta de Compromiso

El llamado “Programa Mínimo” no es el único documento que han firmado los candidatos. En ese mismo acto, del 4 de agosto, firmaron también un acta compromiso, cuya importancia se debe destacar y dar a conocer por su significación como hecho político, pues mediante este documento los candidatos se comprometieron a:

1) Respetar el Reglamento Marco, el Reglamento de Postulaciones, y demás reglamentos, instructivos y actos de la Comisión Nacional de Primaria;

2) Reconocer los resultados de la elección Primaria de 2023

3) Trabajar por la candidatura que resulte vencedora; y

4) Renuncian a presentarse como candidato(a) a las elecciones presidenciales de 2024 en caso de que no resulte vencedor(a) en la elección Primaria.

El Compromiso con los Principios Democráticos.

De igual manera, al momento de concretar su aspiración, de registrarse para ser candidatos a participar en la Elección Primaria del 22 de octubre, firmaron un documento denominado: “Compromiso con los Principios Democráticos para Garantizar la Gobernabilidad”. Vale la pena resumir y comentar también este importante documento, compromiso, firmado por los candidatos de la Primaria.

Se trata de un “…compromiso de respeto pleno a los valores esenciales de la democracia…” que firmaron en presencia de la Comisión Nacional de Primaria y que se puede resumir, libremente, de la siguiente manera:

· Respeto a los derechos humanos

· Respeto a la soberanía popular

· Elecciones auténticas y alternancia, como elemento fundamental de la democracia

· Pluralismo y tolerancia como factores indispensables para alcanzar plenamente una sociedad libre y pacífica

· Igualdad de los ciudadanos como garantía del respeto a la libertad y al ejercicio de sus derechos.

· Igualdad de género como principio esencial de una sociedad libre y justa.

· Libertad de expresión y de opinión

· Plena observación del estado de derecho

· Administración del sistema de justicia como pilar democrático

· Transparencia y rendición de cuentas en el desempeño de la función pública

Conclusión.

Con la firma de estos tres documentos, los candidatos a la Primaria del 22 de octubre, “amarran” su compromiso con la “Unidad”, como un objetivo que los trasciende a todos y se comprometen con el pueblo venezolano −y con ellos mismos− a formalizar su esfuerzo y trabajo en pro del desarrollo de una democracia plena en Venezuela. Sin duda el resultado final de este proceso será muy importante, escogeremos al candidato unitario de la oposición democrática; pero, mientras llegamos allá, el camino que recorramos y como lo hagamos, es también muy importante.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

 6 min


Ignacio Avalos Gutiérrez

Sobran las ideas para escribir un artículo. En estos tiempos proliferan los temas que llaman la atención, tanto nacionales como mundiales. A cada instante pasan miles de cosas de las que nos enteramos. Nuestra vida se desliza dentro de la Sociedad de la Información que, a la vez que nos deja saber lo que sucede, nos confunde con la realidad, la oculta y la falsifica. Hace posible que se burlen los hechos y se abran las puertas a las que elegantemente han sido bautizadas como las “verdades alternativas”. En suma, enturbian la posibilidad de conocer e interpretar los acontecimientos que nos rodean, lo que obviamente también sucede en nuestro país, pero aderezado con otros factores que soplan desde el poder, reforzándolos, y que atañen a la libertad de expresión

En este sentido, me refiero a las diversas maneras de las puede disponer el gobierno actual con el objetivo de controlar los medios de comunicación (televisión, radio, periódicos, la esfera digital), haciendo caso omiso de lo dispuesto en nuestras normas legales, incluso en la Constitución.

Aludo, igualmente, a la opacidad que caracteriza el manejo de los asuntos oficiales. Solo por mencionar un aspecto, las estadísticas se manejan a discreción y uno se queda sin saber bien como es la cancha en la que estamos parados, quedando siempre con la obvia y legítima sospecha de que no es la que se describe en los informes a los que se puede acceder. Por fortuna hay organizaciones de diversa índole, unas locales, otras internacionales, que muestran las otras caras de la realidad nacional, recogiendo la sensación de los ciudadanos de a pie, los que sufren en carne propia el descalabro de nuestro país, sumido en una larga crisis que lo afecta en todos los espacios.

Sin pretender, ni mucho menos, ser exhaustivo en el análisis de un asunto que ciertamente es medular para la democracia, quiero mencionar un tercer aspecto, al que me parece que no le damos tanta relevancia. Se trata de la resignificación del lenguaje, idea recogida como predicción hace más de medio siglo en la novela “1984”, escrita por George Orwell. En efecto, desde el inicio de la presidencia de Chávez, las palabras han ido pasando a significar algo distinto a lo que hasta entonces designaban. Expresado muy brevemente, se trata de lo que el mencionado autor identificó como la “neolengua”, con el fin de advertir en torno a la simplificación del idioma, bajo el entendido de que éste es el medio del que disponen las personas para entender y conceptualizar la realidad. Desde entonces se ha ido encogiendo, convirtiéndose en un relato político simple y maniqueo, que se destila en un pensamiento único y que sataniza las discrepancias, sirviendo como plataforma a un discurso épico que se vocea en decibeles altos, como si de esta forma aumentara su capacidad de convencer a “nuestro pueblo” de que vamos hacia la construcción de la “Gran Venezuela”.

Viene a cuento lo anterior porque el pasado 3 de agosto, El Nacional cumplió 80 años de fundado. Son muchos años y merecen ser celebrados, sobre todo en un país en el que aún priva la “cultura de lo efímero”. Pero que hay que festejarlos todavía más si se calibran a la luz de las dos últimas décadas de su historia, trenzadas por múltiples obstáculos de toda índole que, sin embargo, no han logrado bajar al periódico de la tarima pública, manteniendo su propósito de exponer una versión de nuestra sociedad, muy lejana de la que se divulga mediante la “lengua oficial”.

Como he dicho más de una vez, estoy familiarizado con “El Nacional” desde niño, cuando leía sus páginas de deporte, en particular las de futbol. Al paso en que avanzaba en mi adolescencia, brinqué a otras secciones y nació mi interés por la política, sin entender muy bien de que se trataba, pero que me abrió una ventana para ver un poco más allá de mi ombligo personal y social.

Nunca me pasó por la cabeza que algún día escribiría en estas páginas como columnista, acontecimiento que interpreto como un privilegio que me dio la casualidad. Desde esta condición va mi reconocimiento a quienes lo fundaron y mis felicitaciones a quienes hoy lo hacen posible desde su tenacidad.

El Nacional, 7 de agosto de 2023

 3 min


Humberto García Larralde

A raíz de la presentación por parte de María Corina Machado de aspectos de su programa económico a finales de junio, se ha venido discutiendo públicamente la conveniencia o no de privatizar a Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), la empresa estatal a la que se reserva, constitucionalmente, la explotación de nuestros hidrocarburos (artículos 302 y 303 de la CRBV). Las posturas van desde la convicción plena de su conveniencia, hasta aquellos quienes, rasgándose las vestiduras, lo conciben como un crimen de lesa patria. En la discusión se cuela, inevitablemente, su relación con la soberanía nacional. Detengámonos un momento a examinar este concepto.

El término soberanía se refiere al poder político sobre la toma de decisiones fundamentales para la nación. En democracia, como es (en teoría) el caso venezolano, reside en el pueblo,

“…quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.” (art. 5 CRBV)

Se intuye, por tanto, que el manejo de la industria petrolera representa un asunto de importancia central al ejercicio del poder político por parte de los venezolanos. ¿Por intermedio de quiénes? y ¿Para qué?

Conocemos la respuesta a la primera pregunta. Basándose en el Decreto de Minas del Libertador de 1829, firmado en Quito, se asumió que las minas debían ser propiedad del Estado. Pero, en realidad, lo que dice el mencionado decreto es que “…corresponden a la República, cuyo gobierno las concede en propiedad y posesión a los ciudadanos que las pidan bajo las condiciones expresadas en las leyes…” El control soberano sobre la industria petrolera no podía culminar, por tanto, sino en su estatización, incluyendo la de tres pequeñas empresas pertenecientes a venezolanos. Ello abrió necesariamente la rendija a la consideración de aspectos políticos en la conducción de Pdvsa pues, si no, ¿cómo se ejerce tal soberanía? Si bien desde los comienzos se quiso blindar el manejo de la empresa del juego político, confiando su gestión en Rafael Alfonzo Ravard y un equipo de calificados gerentes venezolanos con amplia experiencia con las compañías transnacionales del petróleo, con la crisis de los ’80 (“década perdida”) los planes de inversión de Pdvsa –exploración, producción, profundización del patrón de refinación-- tuvieron que aguardar, primero, a los requerimientos de ingreso del fisco. Bajo el gobierno de CAP II en los ’90, el Congreso aprobó la estrategia de apertura petrolera a la inversión extranjera. Se permitió a Pdvsa, además, quedarse con recursos para recuperar el terreno perdido. Dio lugar, como se recordará, a las denuncias de sectores de izquierda de que se sacrificaban ingresos fiscales, es decir, ingresos destinados al pueblo venezolano, para sostener planes de expansión ambiciosos de una empresa que operaba como un “Estado dentro del Estado”. Había que ponerle la mano a Pdvsa.

Sabemos lo que vino después. Con base en esta prédica, Chávez hizo de Pdvsa, el eje de su socialismo de reparto, obligándola a subsidiar “misiones”, a asumir tareas que nada tenían que ver con su misión corporativa y a comprar alianzas internacionales con diferimientos, rebajas y/o exenciones al cobro de la factura petrolera. Destruyó a la empresa, como evidencian la caída continuada de su capacidad de producción, su enorme endeudamiento, el deterioro de las refinerías y la progresiva “chatarrización” de sus instalaciones. ¿Se expresó, así, el control soberano de los venezolanos sobre la empresa? Persiste la idea, sin embargo, de que, al desplazar a las actuales mafias del poder, se recuperaría esta soberanía.

¿Qué significa? Viene a la mente el caso de las monarquías del Reino Unido y de España. Consumen una cantidad enorme de recursos y puede argumentarse su inutilidad. Mantenerlas implica un costo formidable para sus respectivas naciones, sacrificando recursos que pudieran asignarse a necesidades más perentorias de su población. En el caso británico, en todo caso, puede señalarse que sus actos representan un atractivo turístico central, por lo que un análisis costo beneficio pudiera concluir que la mantención de la casa real se justifica. En el caso español, tal aseveración es dudosa. Pero el asunto no es ese. Muchos españoles sentirán una gratificación particular por contar con la monarquía, una identificación de su lugar en el mundo, de su pasado histórico, costumbres y valores. Es un símbolo. A los políticos y economistas corresponde hacer explícito el costo de mantener este símbolo en una era en la que, felizmente, sus acciones no infringen el ejercicio de los derechos ciudadanos. A los republicanos, argumentar que, en términos de los recursos y las soluciones sacrificadas a diferentes problemas, no se justifica. Pero es un asunto --el costo de sostener los privilegios de la monarquía-- que debe quedar a la libre decisión (soberana) de españoles (o de británicos).

Pues las razones para justificar la posesión estatal de Pdvsa, se resumen, en última instancia, en su valoración como símbolo de soberanía. Entiendo, claro está, que su privatización abriría una discusión sobre la necesaria reforma de la Constitución que distrae la atención a problemas mucho más acuciosos referentes a cómo ejercer esta soberanía. Aun así, ¿Cuánto están los venezolanos dispuestos a sacrificar, en el marco de la actual devastación económica, en sostener una empresa quebrada, endeudada, con su capacidad productiva en el piso, como símbolo de soberanía?

El verdadero problema es otro. Venezuela es, hoy, un país fallido, incapaz, mientras se mantenga su control chavista, de responder a los requerimientos de vida digna para su población. Sin cambio, no habrá salida. Tan sencillo como eso. La recuperación sólo será posible con una sustancial inyección de recursos externos y éstos sólo vendrán si el país retorna al imperio de la ley de nuestro ordenamiento constitucional, que consagra las garantías, deberes y derechos de la población, y se acometen reformas importantes en la conducción del Estado para recuperar los servicios públicos, la infraestructura, la seguridad, el ambiente, etc. Pero ¿a cuenta de qué los multilaterales nos van a prestar esos recursos? ¿Acaso somos el único país necesitado o más “chéveres” que los demás?

El gran aval para recibir esos préstamos es nuestra capacidad para generar significativos ingresos por exportación petrolera. Supondría, desde luego, el levantamiento de sanciones al regresar el país a un régimen democrático, de garantías. Y solo será posible si logra atraer ingentes inversiones de empresas transnacionales del ramo. Pero habrá de ocurrir, además, en un contexto mundial en el que se han venido instrumentando, sobre todo en los países más avanzados, medidas para disminuir el uso de los combustibles fósiles causantes del llamado “efecto invernadero”, para detener el cambio climático. Algunos analistas sitúan el punto de inflexión a partir del cual comienza a caer la demanda por petróleo –peak demand-- para finales de esta década. Mientras, la oferta está aumentando rápidamente en Guyana –producirá más que Venezuela dentro de pocos años--, Brasil, produce hoy más de 3,2 MM de b/d y se anuncian ambiciosos planes de expansión en Irak, Kazajistán y Nigeria. Asimismo, los gigantes, EE.UU., Arabia Saudí y Rusia seguirán produciendo, cada uno, por encima de 10 MM de b/d.

La competencia de estos productores por atraer inversiones para un mercado que comenzará a decrecer pronto dependerá, entre otras cosas, de sus acciones para contener el cambio climático. También el Banco Mundial anuncia que este criterio será cada vez más importante para otorgar créditos a los países que lo solicitan. ¿Acaso la Pdvsa quebrada, “doja, dojita”, podrá competir en este plano?

Nuestra soberanía sobre el petróleo debe tener como norte la maximización de los beneficios que genera, en el tiempo, a su población. Serán escasos si sigue monopolizado por una empresa estatal convertida en instrumento político. Solo abriendo el sector a la inversión privada, con un paquete atractivo de incentivos y un plan creíble para la transición energética, se evitará que Venezuela termine como país fallido, en el sótano de América Latina y el Caribe, al lado de Haití. El pecho henchido de nacionalismo porque Pdvsa no se privatice, solo se entiende en aquella exigua minoría chavo-madurista que sigue creyendo el mito de que representan, de manera excluyente, al Pueblo (con mayúscula).

7 de agosto 2023

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

 6 min


César Batiz, Jesús Abreu

La movilización social y política, masiva y pacífica, acompañada de una numerosa participación electoral, con coordinación estratégica, son los instrumentos que le quedan a la oposición para enfrentar los retos políticos en el contexto autoritario actual, de acuerdo con el politólogo John Magdaleno.

Los desafíos de la oposición en torno a la Plataforma Unitaria Democrática van más allá de la elección primaria prevista el 22 de octubre, pero la consulta interna opositora -si es exitosa- puede ser un mecanismo que conduzca a todos los factores de oposición involucrados en ese proceso a transitar una ruta estratégica coordinada, para enfrentar en 2024 unos comicios presidenciales que no serán libres ni mucho menos competitivos.

A poco más de dos meses para su celebración, la primaria está en riesgo. Esa es una de las primeras advertencias que destaca el politólogo John Magdaleno.

La elección interna opositora autogestionada, la opción que tuvo que elegir la Comisión Nacional de Primaria tras la renuncia forzada del directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), implica retos en cuanto a la participación ciudadana, la legitimidad que otorgue a la candidatura ganadora y en la conformación de una fuerza de carácter político electoral que demanda una coordinación estratégica para 2024.

“La oposición está obligada a crear un clima de opinión de victoria inevitable para 2024 y a eso contribuiría un elevado número de participación en la primaria (…) está obligada a crear la apreciación, la idea, de que en efecto cada vez más gente forma parte de esa fuerza mayoritaria, político electoral”, resaltó Magdaleno en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.

–¿Están en peligro las primarias?

–Están en riesgo, en mi opinión. Sí hay riesgos reales y remiten a unas dos o tres variables fundamentales. El primer tipo de riesgo que veo es de carácter técnico, logístico. Una primaria que tenga un limitado número de centros electorales con el potencial de participación que hay -que es importante-, presenta un primer tipo de problema. Desde septiembre del año pasado hasta marzo de este año, la disposición de ir a votar, cuando se le pregunta a los entrevistados en encuestas de cobertura nacional cuán dispuestos están de ir a votar en la elección primaria, ha estado rondando entre 17 % y 21 %.

En una encuesta reciente de cobertura nacional de Delphos que cerró a finales de junio, se registra un incremento de la disposición a votar: 40 % declaró estar seguro de ir a votar. En la encuesta anterior de Delphos eso era 21%. Hay un incremento de 19 puntos porcentuales entre la encuesta de noviembre de 2022 y la de junio de este año.

Supongamos que de ese 40 %, 25 % está muy seguro de ir a votar en la primaria del 22 de octubre. Si traducimos esos números que son disposición a votar sobre la base del Registro Electoral Permanente, tengo que hay un potencial de participación de más de 4.000.000 de electores. Hay un potencial de participación elevado. Ahora que eso se traduzca, en efecto, en la cifra de participación, depende de muchas condicionantes y variables que impactan de aquí al día de la votación.

Hay un importante potencial de participación en la primaria, por tanto depende de la ejecución, de detalles técnicos y también de la voluntad política que ese potencial se traduzca en número reales; este es el punto de fondo. ¿Cuáles son esos detalles técnicos y logísticos que deben resolverse para que ese potencial se traduzca en números reales? El número de centros de votación debe ser el más elevado posible, la localización de esos centros de votación, el nivel de dispersión para que la gente pueda llegar a expresar esa voluntad.

Nada más en el estado Barinas hay locaciones en las que para trasladarse de un municipio a otro puedes tardar cuatro o cinco horas. Cuando hablo de localización, dispersión, número de centros electorales, tienes que facilitar el número de manera que la mayor cantidad de electores que te están diciendo que están muy dispuestos a ir a votar puedan trasladarse; si el centro les queda muy lejos, ese potencial no se va a manifestar.

–Estamos hablando de un momento en Venezuela con falta de combustible. ¿Cómo se va a trasladar una persona cuatro o cinco horas para ir a votar?

–Eso nos conduce al problema de la movilización: quién está asegurando la movilización. Los partidos de oposición se supone que deberían asegurarla.

–Si las encuestas están indicando que María Corina Machado gana con una amplia ventaja, ¿qué partido va a movilizar a sus electores para quedar a 20 %, 10 % o 5 % con respecto a María Corina Machado?

–Eso plantea un problema y aquí entramos ya en los riesgos políticos. Por un lado eso que señalas: si la brecha es tan abultada qué incentivos tienen el resto de los factores para que se celebre la primaria. Si se piensa que, efectivamente, la primaria no solo es para elegir un candidato o candidata unitario, sino para escoger la jefatura de la dirección opositora, qué incentivos tienen factores de oposición para continuar con la primaria, sobre todo si quien podría quedar como ganador o ganadora, está diciendo yo voy a barrer con ustedes, con el resto de la dirección política.

¿Qué incentivo se está generando para que el resto de los factores participen en la primaria? Sabiendo que el riesgo de que sean derrotados es elevado y al mismo tiempo para que legitime y acompañe esa opción política luego. Y viene un problema político adicional: dado que tres de los candidatos que participan en la primaria están inhabilitados y esto conduce a un problema que ya se sabía que había que abordar con mucha antelación, hay que sustituir al ganador o la ganadora de la primaria si este o esta son o están inhabilitados. ¿Cuál es ese mecanismo de sustitución? ¿Eso se puede acordar entre los factores que compiten en la primaria?

Por esa razón yo había propuesto el año pasado que en la primaria se votara estratégicamente por tres opciones en orden de prelación, en previsión de este escenario; es decir, que el elector supiera que tiene que votar por tres en el orden de prelación que sugiriera. Esto no fue lo que se decidió, ahora hay que buscar un mecanismo de sustitución.

La primaria tiene problemas y riesgos que deben ser abordados, no es que sea imposible o que no se pueda celebrar la primaria; si esos problemas son abordados exitosamente se celebra. Si no, existe el riesgo de que se aborte; ese es el riesgo real que existe a la fecha.

–De realizarse, ¿cuáles serían esos indicadores que nos señalarían que la primaria ha sido exitosa? Hablabas de uno que es la participación; si se da esa condición de que participen los que están seguros de participar, partiendo de que sea más o menos 25 % del electorado. En la primaria de 2012 que ganó Capriles, participaron 3.079.284 electores.

–Vamos a resumir en tres los objetivos que persigue la primaria. En primer lugar, el umbral de participación me parece importante, porque si hay una participación relevante en la primaria, eso ayuda a crear un clima de opinión favorable para la elección presidencial. De manera que una medida de éxito cuantitativa que podría proponer para la discusión es si en la primaria se registra, cuando menos, el volumen de participación de la primaria de febrero de 2012, cualquier cosa por encima de eso es un éxito superior. Mientras más se acerque el volumen de participación a los 4.000.000 de electores, mejor.

Un segundo indicador que hablaría del éxito de la primaria es la robustez de la legitimación de la candidatura: cuán bien legitima la candidatura; cuánto soporte y respaldo reúne a favor de una candidatura. Si la primaria permitió, en virtud de la participación, que múltiples competidores tuvieran votaciones relevantes y sobre todo la ganadora o el ganador. Eso habla de una medida del éxito.

Otra medida tiene que ver con detalles técnicos y logísticos. Si la primaria dispuso un importante número de centros de votación y de mesas electorales como para que se pudieran expresar esa voluntad y disposición que aparece en los estudios.

Lo que no puede ocurrir respecto a este tercer indicador es que la confección técnica y logística de la primaria filtre el potencial de participación, que lo limite o restrinja. Si eso ocurre, la primaria no está cumpliendo con su propósito, porque si tienes un potencial de participación de más de 4.000.000 de electores y resulta que quedas con 1.500.000 o 2.000.000 de electores, ahí hay unos problemas porque las encuestas te están diciendo que hay una voluntad genuina de manifestar preferencia electoral en un umbral importante de electores, pero no lo habrías conseguido porque la modalidad con la que tuvo lugar la primaria no fue satisfactoria.

Otro indicador es si la totalización permite un reconocimiento de los resultados sin mayor contratiempo. Estoy planteando indicadores técnicos y políticos como medidas de éxito. ¿Qué pasa si la primaria escoge una candidatura que luego la mayor parte de los factores de oposición no respaldan? ¿Podríamos decir que fue una primaria exitosa? Claramente no.

–El hecho de que las demás organizaciones de la oposición no respalden esa candidatura no quiere decir que no tenga el voto popular o incluso la intención del voto popular.

–Y no quiere decir que ninguno de los factores involucrados no tengan el voto popular, no solo quien está arriba, sino que el resto de los factores no tengan respaldo popular. Este punto es importante y me permito sacar una cuenta para que la gente entienda de lo que estamos hablando. Supongamos que en efecto María Corina Machado gana la primaria, que es lo que dicen todos los estudios como lo más probable a la fecha. Supongamos que terminan yendo los cuatro millones de lectores y que ella tiene la mitad de las preferencias de esos electores; eso quiere decir que ella tiene 2.000.000 de votos. ¿Eso es suficiente para construir una mayoría político electoral de cara a 2024? Claramente no.

Cuando menos la oposición necesitaría entre 6.000.000 y 8.000.000 de votos para elevar la probabilidad de un triunfo.

Frente a los espejismos de la primaria tú puedes ser un ganador o ganadora, pero dependiendo de tu desempeño posterior, de tu capacidad para generar alianza con otros factores; para atraer a otros públicos distintos, a otros conglomerados de electores, tendrás o no capital y fuerza para ser competitivo de cara a la presidencial, en el entendido de que la presidencial en el contexto de un régimen autoritario como el de Venezuela, no será una elección competitiva. Requieres desarrollar muchas más capacidades organizativas y de coordinación estratégica para que realmente construyas un músculo de envergadura.

La primaria te plantea unos espejismos que si no se administran bien, efectivamente quien gane la primaria pueda que tenga dificultades luego para construir mayoría dependiendo de cómo se conduzca, de su estrategia, de su capacidad para concitar respaldo de otros factores políticos de oposición.

–Hemos hablado de los indicadores que nos señalarían que la elección es positiva e incluso has señalado que si se lograran los objetivos, el efecto positivo que tendría para la candidatura y para la oposición en 2024. Ahora, si las primarias se llegaran a realizar pero no cumpliendo con los indicadores que nos señalan que es una elección de calidad, ¿qué pasaría?

–Hay tres cosas que pueden pasar que no serían afortunadas para la dirección opositora. ¿Qué pasaría si el volumen de participación fuese muy deficiente, entre 1.000.000 y 1.800.000 electores? Puede ser que no entusiasme tanto al resto de los electores para participar en la presidencial de 2024.

Para la elección presidencial de 2024, la oposición está forzada a crear un clima de opinión de victoria inevitable; la percepción de una victoria inevitable; de una fuerza político electoral arrolladora que es indetenible. Crear esa percepción es muy importante y eso, que no es lo único, contribuiría a un elevado número de participación en la primaria. Si no reúnes un número importante en la primaria, te quedas sin un instrumento para construir esa percepción, no quiere decir que no haya otras vías, pero el instrumento falla para construir esa percepción.

¿Qué pasa si en la primaria la legitimación de la candidatura es precaria? Supongamos que asisten 1.500.000 electores y que haya al final un resultado reñido entre cuatro candidatos, que la diferencia haya sido muy pequeña entre el primero y el resto de los candidatos siguientes. Ahí hay un problema que no va a evitar cierto nivel de roce entre las organizaciones que están detrás de esas candidaturas.

Si el ganador o ganadora de esa primaria quiere impulsar una nueva hegemonía dentro de la nueva dirección opositora y gobernar las decisiones de la oposición, eso va a plantear mucha fricción a la postre y puede dificultar la coordinación estratégica que se requiere para la presidencial.

¿Qué pasa si el nivel de dispersión de los centros electorales y la localización les dificulta tanto las cosas a los electores que termina generando irritación y la gente no puede expresarse a la postre? Ahí la primaria se convertiría en un bumerán porque levantaste una expectativa que no pudiste cumplir.

Esos son los riesgos. ¿Cómo se resuelven y se encaran? Con coordinación entre los actores; encarándolos todos, planteando las opciones estratégicas entre todos los factores involucrados como para que se intenten resolver, porque si no se resuelven, todos sin excepción cobran los costos del mal desempeño. Quien esté calculando que si la cosa sale mal, entonces se lo van a atribuir a fulano, no está entendiendo: todos cobran con el costo.

Los electores les van a pasar la factura del mal desempeño a todos. Eso me permite pensar que todos tienen incentivos como para que se resuelvan esos problemas, porque de lo contrario todos cargan con el costo.

–Has hablado de los incentivos de la oposición. ¿Cuáles son los incentivos del gobierno de Maduro para permitir primero que haya primarias; para no torpedearlas, y luego para que haya unas elecciones en 2024?

–Yo no creo que tenga ningún incentivo el Gobierno como para que se celebre una primaria exitosa. Ya tienes un par de señales en esa dirección. En primer lugar, se sabe extraoficialmente de un preacuerdo que había respecto de las condiciones en las que el CNE podría apoyar logísticamente el proceso de la primaria, pero después de que se llega a ese preacuerdo sobreviene la renuncia forzada de rectores vinculados con el oficialismo. Es decir, tan pronto se sabe de la existencia de un preacuerdo, pocos días después vino la renuncia forzada de rectores vinculados con el oficialismo.

Ahí tienes una primera señal concreta de que desde el oficialismo no hay ningún interés en que la primaria tenga un resultado exitoso. De paso, el tiempo que se retrasó el CNE en contestar la solicitud formal que le presentó la Comisión Nacional de Primaria es otra indicación muy clara. Eso es lo que la obliga a decidir la primaria autogestionada, no le queda otra opción.

El Gobierno y en general el régimen autoritario no tienen ningún interés ni incentivo como para que la primaria tenga éxito. Si la primaria tiene éxito, mucha gente se estimula para ir a votar en la presidencial por alguna alternativa frente a la del Gobierno. Eso es indiscutible, de la misma forma en que olvidémonos de la idea de que en regímenes autoritarios como el venezolano, un autoritarismo hegemónico, va a haber una elección libre y competitiva, eso no es factible.

La pregunta es, echando mano de la experiencia comparada, porque se sabe de casos en los que ha habido elecciones semicompetitivas o no competitivas que contribuyeron al inicio de una transición a la democracia, ¿como puede confeccionar la oposición una estrategia para que, a sabiendas de que no hay una elección libre y competitiva, le plantee dilemas estratégicos severos a los principales factores de poder del régimen autoritario?

–¿Y cómo puede la oposición?

–Por dos vías. Echando mano de dos instrumentos: de la movilización social y política masiva, no violenta, y con una participación electoral masiva. No hay para dónde agarrar. Eso supone que la oposición, en cualesquiera de los casos, tiene que trazar como estrategia dominante la movilización social y política masiva, por intermedio de la protesta y de la participación electoral. No hay otro camino del lado de la oposición. Y eso requiere de un nivel de coordinación entre todos los factores. Por eso es que elevar el nivel de rivalidad entre ellos puede ocasionar un serio daño a las capacidades para acometer estas tareas.

–Y por eso la oposición está obligada a crear la percepción de una victoria inevitable.

–Sobre todo está obligada a crear la apreciación, la idea, la representación colectiva, de que en efecto cada vez más gente forma parte de esa fuerza mayoritaria, político electoral; crear la idea de que esto es indetenible.

En Serbia, en tiempos de Milošević, también se celebra una primaria, en una circunstancia -guardando las distancias- relativamente similar a la de la Venezuela de hoy: había una fragmentación entre la oposición; 18 partidos de oposición que pretendían competir y se celebra una primaria, y uno de los secretos es que se celebra un acuerdo entre partidos de oposición y movimientos sociales. Cuando la gente empezó a decir, en el año 2000, este es el año; cuando había una convicción generalizada de que no se podía esperar más y que todo el mundo tenía que ser protagonista para el cambio y que tenían que sumarse al esfuerzo de construir esa fuerza, se pudo construir en efecto esa fuerza.

Imagínate que como saldo de la primaria la gente empiece a decir este es el año o en 2024. A eso debería contribuir la primaria, a edificar esa fuerza que demanda coordinación estratégica.

–Qué sabrá el Gobierno o Diosdado Cabello, quien en mítines en Caracas y Maracaibo -sin mucha gente por cierto- ha estado afirmando que son actividades para apoyar a Nicolas Maduro. En sus discursos ataca a las primarias y en especial a María Corina Machado. ¿Cuál es el propósito de estas actividades del vicepresidente del PSUV?

–Los regímenes autoritarios aprovechan muchas circunstancias para probar el nivel de respaldo de las instituciones, autoridades y decisores. Los mítines que se celebran en esta oportunidad intentan calibrar la capacidad de movilización y el nivel e intensidad de respaldo que hay por Nicolás Maduro. Para mí son ensayos, experimentos, para ver hasta qué punto funciona la movilización del partido; hasta qué punto los respaldos están entusiasmados como para estar detrás de una candidatura como la de Maduro.

Pero Cabello ha estado declarando en los últimos días que él cree que el número final de participación en la primaria rondará 1.500.000 electores. Desde el oficialismo siempre se mete el pie en la puerta, eso es una técnica de comunicación política.

Desde el oficialismo se esté figurando una agenda en la que se intenta seguir torpedeando la primaria, porque si tiene éxito, eso va a entusiasmar a muchos sectores del país. Leo esas declaraciones como intentos de meter el pie en la puerta, a sabiendas de que se podría estar construyendo una fuerza política que le plantee dilemas al autoritarismo.

–Hemos hablado que María Corina Machado lidera la intención de voto para las primarias. Es sabido también que los candidatos no solo ganan elecciones, sino que también las pierden. En caso que María Corina Machado no pueda soportar su ventaja, quiénes son dentro del cuadro de los 13 candidatos los que pudiesen llegar a tomar la ventaja en la preferencia electoral. ¿A quién vislumbras de acuerdo con las posibilidades de crecimiento?

–El segundo que aparece en las encuestas es Henrique Capriles, pero tiene el mismo problema de María Corina Machado, también está inhabilitado. Algún sector del electorado votará por el candidato al margen de que esté inhabilitado. Otra parte del electorado probablemente tenga un voto más estratégico, por alguien que pueda competir a la postre. Eso le abre la compuerta a outsiders o a algunos de los candidatos menos conocidos, para que mejoren sus cifras, pero queda poco tiempo, poco más de dos meses y medio, y lograr reconocimiento de porciones importantes del electorado no es asunto sencillo, sobre todo cuando los candidatos tienen tanto nivel de desconocimiento.

Habría que ver quiénes están en las primeras cinco posiciones para saber quién tendría mayor opción de aproximarse. El segundo es Capriles, según los estudios que he visto. Podría crecer el tercero y el cuarto, pero todo depende de cómo se desempeñe la campaña de cada quien, y de si alguno capitaliza un voto que se vuelva un poco más consciente. Tengo la impresión de que la mayoría de los electores no va a tener un voto más racional o estratégico, sino que va a hacer un voto generado esencialmente por el entusiasmo de algunas candidaturas.

7 de agosto 2023

El Pitazo

https://epthelinkdos.online/entrevistas/politologo-john-magdaleno-la-oposicion-esta-obligada-a-crear-la-percepcion-de-victoria-inevitable/

 16 min


Carolina Jaimes Branger

Leo en un artículo de Rafael Ramírez, “La privatización de PDVSA, un acto inconstitucional”, lo siguiente: “La existencia de PDVSA como empresa nacional, se remonta a 1976 y fue una conquista de todos los venezolanos, cuando la nacionalización de la industria petrolera puso fin al período concesionario; es decir, al control directo que, durante más de 66 años, las empresas transnacionales ejercieron sobre la producción de nuestro petróleo.

En ese período de nuestra historia, las transnacionales petroleras se llevaron más de 50 mil millones de barriles de petróleo, disfrutando de extraordinarias concesiones fiscales y durante muchos años, sin ni siquiera pagar impuestos.

Fueron los años del saqueo, de la apropiación de nuestra riqueza, transferida al capitalismo internacional, instalando el modelo rentista petrolero en el país, sumiendo al pueblo venezolano en la pobreza y la desigualdad, que ha caracterizado a nuestra sociedad desde entonces”.

Los años del verdadero saqueo, de la apropiación de nuestra riqueza, la instalación del modelo rentista que ha sumido al pueblo venezolano en la más extrema pobreza y desigualdad ocurrieron entre los años 2002 y 2013, cuando él se desempeñó como ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería y presidente de Petróleos de Venezuela. No puedo decir que me sorprenden sus palabras, porque si algo ha demostrado, es que tiene la cara de piedra de granito.

Durante el mandato de Ramírez, PDVSA se convirtió en un instrumento político del gobierno venezolano. La empresa fue utilizada para financiar programas políticos y mantener el control del poder. La politización de PDVSA llevó a la designación de funcionarios leales al gobierno en posiciones clave, en lugar de profesionales con experiencia en la industria petrolera. Nunca se me olvidará cuando en los días previos de las elecciones presidenciales de 2006, su discurso en el que aseguró que “PDVSA era roja rojita, de arriba a abajo”, palabras que luego repitió, como si fueran una gracia, cuando en realidad fueron la consigna de nuestra desgracia.

La gestión de Ramírez también se caracterizó por una falta de reconocimiento y valoración del talento que quedó dentro de PDVSA después de que Chávez despidiera a 24.000 de los empleados y obreros más calificados. Muchos profesionales capacitados y experimentados abandonaron la empresa debido a la politización, la falta de oportunidades y la falta de incentivos. Esta fuga de talento tuvo un impacto negativo en la capacidad de PDVSA para mantener y mejorar su producción de petróleo. Esta falta de transparencia y meritocracia debilitó la toma de decisiones y la eficiencia de la empresa.

Bajo su gestión también se observó una importante desinversión en la infraestructura y el mantenimiento de PDVSA. Los ingresos generados por la industria petrolera no se destinaron a modernizar y mejorar la infraestructura de la empresa, lo que resultó en una disminución de la producción y una mayor vulnerabilidad a los problemas técnicos. La falta de inversión a largo plazo debilitó la capacidad de PDVSA para responder a las demandas del mercado y mantener sucompetitividad.

También se denunciaron numerosos casos de corrupción y malversación de fondos dentro de PDVSA. Ramírez fue acusado de permitir y encubrir prácticas corruptas, incluyendo sobornos y desvío de fondos. Estos actos de corrupción no solo afectaron la integridad de la empresa, sino que también minaron su capacidad para invertir y mantener su operatividad.

El legado de Rafael Ramírez en PDVSA es uno de desinversión, corrupción y mala gestión. Su enfoque político y falta de transparencia debilitaron la empresa y contribuyeron a su caída, lo que a su vez afectó gravemente la economía venezolana. Cuando logremos salir de este horror que ha sido el chavomadurismo, si es que algún día salimos, es fundamental aprender de los errores del pasado y recordar a esos personajes oscuros, como Ramírez, que, sin un ápice de remordimiento, colaboraron a destruir lo mejor de nuestro país.

Para entonces, no sé si estaremos todavía a tiempo de buscar una gestión transparente, profesional y eficiente en el sector petrolero para revitalizar PDVSA y promover el desarrollo económico sostenible de Venezuela. Pero espero que sí lo estemos para verlos presos, a él y a los demás responsables, pagando por la destrucción que causaron, sus pésimos manejos y su corrupción sin límites.

@cjaimesb

7 de agosto 2023

https://www.elimpulso.com/2023/08/07/opinion-la-cara-epiedra-de-rafael-ramirez-7ago/

 3 min


Luis M Szabo, Luis A Pacheco

La preponderancia de las evidencias alcistas permitió a los precios del Brent mantenerse sobre la resistencia de los 80 $/BBL, cerrando la semana en 81,07 y 77,07 $/BBL para los marcadores Brent y WTI, respectivamente. Pero hay que tener en cuenta que la temporada de huracanes se aproxima, y que estos vientos pueden traer tempestades en el mercado. En Venezuela, China fue el destino final de 258 Mbpd de crudo. El trueque con Irán, de crudo por condensado, a 126 Mbpd en el mismo período. Sumando a los “swaps” iraníes, un total de 384 Mbpd tienen como destino final el mercado chino. El resto de los 560 Mbd crudo exportado fue enviado a Cuba (32 Mbpd).

Durante la semana se levantó una ligera brisa que hinchó las velas del mercado petrolero. Los precios del barril concluyeron la semana con una pequeña ganancia, al mismo paso que los mercados, incluyendo el petrolero, se muestran cautelosamente optimistas acerca del futuro inmediato. Esto a pesar de que la expectativa de nuevos incrementos en las tasas de interés por parte de los bancos centrales, en particular la Reserva Federal, siguen ensombreciendo el panorama.

En el lado de la demanda por petróleo, sigue pesando el comportamiento anémico de la economía china y las predicciones de políticas restrictivas de los bancos centrales para controlar la inflación. También privan en el mercado las presiones de los ambientalistas por una transición rápida a energías renovables, avalado por la agenda de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por su sigla en inglés), que ha hecho proyecciones a la baja. Sin embargo, la proyección de demanda de crudo se mantiene por ahora firme en 102 MMbpd, apuntalada principalmente por la renovada utilización de combustibles de transporte; en particular, el transporte aéreo ha mostrado un crecimiento sostenido.

En junio de este año, el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE, por su sigla en inglés), había anunciado la compra de seis millones de barriles para empezar a reponer su Reserva Estratégica (SPR). Esta semana se reportó la primera reposición de las existencias de SPR de EE.UU. en varias semanas y una disminución semanal de los inventarios operativos de petróleo. La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, ha declarado que su plan es completar de llenar la SPR, pero que probablemente sea en el segundo período del presidente Joe Biden.

En el lado del suministro, la mayor incertidumbre la presenta Rusia, ya que el mercado tiene dudas sobre la robustez de su compromiso de reducir 500 Mbpd a partir de agosto. Por ahora se observa una reducción en sus exportaciones de crudo, pero acompañada de un incremento inusitado en su exportación de productos refinados, especialmente diésel. Es posible que el Kremlin no esté muy motivado para cumplir con su promesa de exportación, considerando las necesidades de financiar sus operaciones militares en Ucrania. En todo caso, es su capacidad de producción, que presenta en una lenta, pero sostenida declinación, la que determinará el resultado.

En los corredores de la OPEP+ en Viena, esta incertidumbre parece no afectar materialmente la política guiada por Arabia Saudita de apuntalar los precios con una estrategia de cuotas, a pesar de la normalización de la producción de Libia que suma volúmenes al mercado.

En los EE.UU., se mantiene una política de actividad restringida, esta semana con otra caída en sus taladros activos (-6), así que no se puede esperar un aumento significativo en su producción en el corto plazo.

En el resto del mundo, países como Ecuador, Colombia y Canadá muestran menor producción y no se espera que mejore en el corto plazo. Mientras que Brasil, China y la región del mar del Norte aparecen solo con aumentos modestos. Con estas indicaciones en la ecuación demanda-suministro, el mercado continuó experimentando vaivenes y los precios han experimentado obstáculos para surgir, pero, finalmente, se impuso la estrechez del mercado físico ante una demanda que parece no ceder, a pesar de las proyecciones pesimistas.

También debe incorporarse al análisis el abatimiento parcial de la inflación en EE.UU. y en otras economías, que refuerza la percepción de que la demanda por petróleo puede surgir y poner en aprietos al suministro. De manera que la preponderancia de las evidencias alcistas permitió a los precios del Brent mantenerse sobre la resistencia de los 80 $/BBL, cerrando la semana en 81,07 y 77,07 $/BBL para los marcadores Brent y WTI, respectivamente.

Hay que tener en cuenta en las semanas por venir, que la temporada de huracanes se aproxima, con eventos meteorológicos ya identificados en el océano Atlántico que están desplazándose hacia el Caribe y que estos vientos pueden traer tempestades en el mercado.

Transición energética, sobreviviendo la quieta noche

El concepto de transición energética es muy amplio, y abarca, desde la implantación de medidas de eficiencia en el uso de la energía, hasta un cambio estructural en cómo esa energía es generada, almacenada, transmitida y en última instancia transformada en bienes y servicios (trabajo).

Para el público en general, esta complejidad usualmente se simplifica como la sustitución a gran escala de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), por energías supuestamente menos agresivas al medioambiente, en particular en la generación de electricidad. Se postula, además, que el despliegue generalizado de la energía solar y eólica para generar electricidad conforma la columna vertebral de esa sustitución. Para entender mejor el reto que esto significa, hay que anotar que, según el Energy Institute, en el año 2022, un 60% de la electricidad en el mundo fue generada usando combustibles fósiles.

Lo que hoy nos concierne en estos cortos párrafos es entender qué pasa cuando, como es natural, la noche sigue al día o el viento amaina. Según la Agencia de Información Energética (EIA, por su sigla en inglés), en 2022 los factores de capacidad1 de la generación solar y eólica en los EE.UU. fueron de 24,8% y 36,1%, respectivamente. No son cifras que den confianza al usuario.

¿De dónde sale la necesaria electricidad para mantener a la sociedad marchando cuando las fuentes intermitentes se comportan como su nombre lo indica? Existen dos respuestas ingenieriles sencillas: La primera, es que el sistema se diseña alrededor de típicos factores de capacidad, y no del 100% de la generación intermitente instalada. La segunda, es que se recurre a generación de respaldo, léase electricidad que proviene de interconexión con otras redes, generación de plantas que utilicen combustibles fósiles -sí, sabemos que suena contradictorio-, y el uso de energía almacenada en baterías, tanto de energía mecánica como química. Es a esto último que nos referiremos en lo que sigue.

¿Qué es una batería?

Una batería convierte la energía química en energía eléctrica a través de reacciones electroquímicas. Consta de tres componentes principales: un electrodo positivo (cátodo), un electrodo negativo (ánodo) y un electrolito que permite que los iones se muevan entre los electrodos.

La invención de la primera batería, conocida como la pila voltaica, se le atribuye al científico italiano Alessandro Volta. Volta se inspiró en los experimentos de Luigi Galvani que mostraban que las ancas de rana se contraían cuando se conectaban con dos metales diferentes, que lo llevó a concluir que una corriente eléctrica fluía entre los metales. Esto llevó a Volta a apilar pares de discos de cobre y zinc separados por tela empapada en salmuera (agua salada) para actuar como electrolito. Los discos de zinc sufrieron una reacción de oxidación, liberando electrones. Los discos de cobre ganaron esos electrones en una reacción de reducción. Este flujo de electrones produjo una corriente eléctrica. Volta descubrió que la electricidad se generó debido al contacto entre los diferentes metales, no el tejido de la rana en sí, como había pensado Galvani2.

En una típica batería moderna, el cátodo está hecho de un compuesto químico, como el óxido de litio y cobalto, y el ánodo está hecho de grafito. El electrolito es un líquido o gel que contiene típicamente iones de litio. Durante la descarga, cuando la batería alimenta un dispositivo, los iones de litio se mueven del ánodo al cátodo mientras los electrones fluyen a través del circuito externo hacia el dispositivo. Esta reacción electroquímica genera una corriente eléctrica.

En un uso normal de la batería, aunque los componentes centrales de la batería todavía están allí, ellos se degradan debido a cambios químicos no deseados, acumulación de depósitos, pérdida de materiales activos y mayor resistencia interna, lo que reduce la capacidad de la batería para almacenar y entregar energía con el tiempo. Los metales y el electrolito no desaparecen, pero el desgaste normal hace que la batería pierda la capacidad de utilizarlos con la misma eficacia.

En una batería moderna recargable, se emplean materiales y reacciones químicas reversibles especiales que permiten que el proceso de carga reinicie la batería al invertir el flujo de iones y electrones. Esto les permite cargarse y descargarse varias veces antes de que ocurra una degradación permanente. La diferencia clave con la batería, de un solo uso, es que la reacción química reversible en la presencia de carga externa.

Si bien las baterías recargables están diseñadas para soportar más ciclos que las de un solo uso, los esfuerzos repetidos de carga y descarga también dan como resultado una degradación física y química gradual con el tiempo, solo que más lenta en comparación con las baterías de un solo uso. Nada muy diferente de lo que ocurre con la batería del ubicuo teléfono celular que todos portamos hoy día.

¿Pero son las baterías la solución de respaldo a la generación solar y eólica? Los sistemas de almacenamiento de energía de las baterías son considerablemente más avanzados que las baterías que las que se usan en los celulares o las de uso doméstico común: linternas y radios. Las baterías a gran escala, o respaldo de red, generalmente constan de varios componentes: una unidad de batería o “carcasa” (generalmente una caja grande del tamaño de un refrigerador o un “container”), un inversor para ayudar a cargar y descargar la batería, y un transformador para aumentar el alto voltaje adecuado para la transmisión por la red eléctrica. Y se pueden cargar con electricidad generada a partir de energías renovables, como energía eólica y solar, cuando no están en servicio.

Estos sistemas de baterías pueden comenzar a proporcionar electricidad de inmediato, lo que las hace realmente útiles para el caso de la intermitencia asociada a la generación renovable. Otros tipos de almacenamiento de energía y centrales eléctricas tardan horas en encenderse. Esta velocidad de respuesta significa que las baterías pueden evitar apagones cuando la energía solar y eólica no esté disponible, y son parte indispensable de estos sistemas de generación. Consideremos el caso de Alemania, que a través de su estrategia de “Energiewende”es una de las economías desarrolladas más avanzadas en la transición energética.

Alemania tenía instalado alrededor de 1 GW (1.000 MW) de almacenamiento en arreglos de baterías. Esto incluye sistemas conectados directamente a la red de transmisión, así como proyectos más pequeños conectados a la distribución. En comparación, el país germano tenía más de 130 GW de capacidad de generación de energía solar y eólica en 2022[1]. Por lo tanto, el almacenamiento en baterías sigue siendo una pequeña fracción de la capacidad renovable total. También hay más de 200 000 sistemas domésticos de baterías de almacenamiento a pequeña escala instalados en Alemania, por lo general sistemas de 5 a 20 kWh junto con energía solar en los techos.

A modo de comparación, el sistema de batería conectada a red más grande en la actualidad es el proyecto Moss Landing de 300 MW en California. Alemania puede necesitar alrededor de 15 a 40 proyectos de esta escala para tener un respaldo razonable a su generación renovable. Con los precios actuales de las baterías de iones de litio de 100-150 dólares por kWh, esta capacidad de almacenamiento costaría entre 6 mil a 24 mil millones de dólares en inversiones para Alemania.

Una red eléctrica nacional de mediano tamaño, digamos 10 a 30 GW, podría estar basada en generación renovable solo si contara con respaldo de batería de esa escala y que trabajara por horas, que en este momento no es factible con la tecnología disponible3.

En resumen, alcanzar altas penetraciones de energía renovables probablemente requiere de ingentes inversiones en sistemas de respaldo que países como Alemania pueden financiar, pero que será complejo de implementar en países menos desarrollados. Cómo y quién financiará esta parte de la transición, es uno de los dilemas a resolver hacia ese futuro al que pareciéramos derivar.

Como en la mayoría de las aristas de la transición energética, entender la geopolítica, en este caso del suministro de los metales que componen las baterías es de vital importancia:

Litio: La producción de litio se concentra actualmente en Australia, Chile, Argentina y China.

Cobalto: La República Democrática del Congo produce más del 60% del cobalto del mundo. China domina la refinación y el procesamiento de cobalto.

Níquel: Indonesia, Filipinas, Rusia, Australia y Canadá son los principales productores de níquel. China controla gran parte del procesamiento de níquel y la producción de sulfato de níquel para baterías.

Grafito: China produce más del 60% del grafito del mundo para ánodos de baterías de iones de litio.

Manganeso: Sudáfrica, Australia y China son los principales países mineros de manganeso.

Cobre: Chile y Perú lideran la minería del cobre.

Mientras que la producción se distribuye a nivel mundial, las empresas chinas han ganado estratégicamente el control sobre el procesamiento de materiales clave para baterías y la capacidad de fabricación de las mismas. Esto, sin duda, genera incertidumbre en la cadena de suministro, ya que los vehículos eléctricos y los despliegues de almacenamiento de energía aumentan drásticamente la demanda. La diversificación de las fuentes y la localización de la producción son objetivos políticos activos para muchos gobiernos y oportunidades para nuevos actores.

El uso masivo de las baterías como respaldo de la red eléctrica enfrenta otros temas todavía por resolver, entre otros:

Costo: Altos costos de capital iniciales, especialmente para proyectos a mayor escala. El costo nivelado está bajando, pero aún es más alto que algunas otras tecnologías.

Densidad de energía limitada: En comparación con los combustibles, las baterías tienen una densidad de almacenamiento de energía relativamente baja.

Duración: La mayoría de las baterías optimizadas para aplicaciones de red tienen una duración de descarga de 2 a 6 horas, menos que otros sistemas de almacenamiento.

Problemas de degradación: La capacidad y el rendimiento de la batería disminuyen con el tiempo y el uso, lo que requiere monitoreo y eventual reemplazo.

Desafíos de reciclaje: Se deben implementar procesos adecuados de reciclaje de baterías para recuperar materiales y evitar productos de desecho.

Hoy en día, el mercado de baterías estacionarias destinadas al almacenamiento de red es pequeño: aproximadamente una décima parte del tamaño del mercado de baterías Vehículos Eléctricos (VE). Pero la demanda de almacenamiento de electricidad está creciendo a medida que se instala más energía renovable.

Las baterías de iones de litio, que hemos descrito arriba, no son ideales para el almacenamiento estacionario, a pesar de que hoy en día se usan comúnmente para ello. Si bien las baterías de los vehículos eléctricos son cada vez más pequeñas, livianas y rápidas, el objetivo principal del almacenamiento estacionario es reducir los costos. El tamaño y el peso no importan tanto para el almacenamiento para redes, lo que significa que es probable que terminen usándose otras tecnologías.

Por cierto, existen otras tecnologías de respaldo: almacenamiento hidroeléctrico por bombeo; aire comprimido; hidrógeno; y volantes mecánicos, que también pueden contribuir a minimizar las necesidades y los costos de puro respaldo por batería. Eso y el uso de baterías en el creciente mercado de la movilidad, es para otro día.

Venezuela

Eventos Políticos y otros:A pesar de los esfuerzos del régimen venezolano por desviar la atención del continuo deterioro de la situación económica y social del país, tierra fértil para la oposición política, el proceso de selección de candidatos de las primarias de estas fuerzas sigue ganado terreno y haciendo visible la crisis.

Aunque no hay seguridad de que esas elecciones se materialicen, el régimen y sus agentes reaccionan nerviosamente ante la posibilidad, y han optado por una estrategia de socavar la confianza de la población en el proceso de las primarias y eliminar cualquier vestigio de posibles elecciones justas y verificables en el 2024.

El más reciente acto del sainete en que han devenido las conversaciones entre el régimen y la oposición, se llevó a cabo la semana pasada en Bruselas, en el escenario de la cumbre de la Unión Europea (UE) y Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, logró reunir alrededor de una mesa a varios presidentes latinoamericanos, representantes de la UE, y voceros del régimen y la oposición venezolana. Más allá de las fotos de rigor, los resultados de esa conversación, si los hubo, fueron de dudosa utilidad. El régimen anunció que se había logrado acuerdos para levantar las sanciones de la UE, lo cual fue desmentido por Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores. Borrell reiteró la necesidad de ver avances concretos hacia la recuperación de la democracia de parte del régimen, antes de considerar flexibilizar las sanciones personales.

En el aspecto económico, la inflación continúa aumentando, y el tipo de cambio superó el techo de los 30 Bs/$, el valor actual fluctúa alrededor de 31,7 Bs/$.

Sector Hidrocarburos. Producción: La producción de crudo para el mes de julio, aunque todavía afectada por la explosión de hace unas semanas en El Tejero, en el este de Venezuela, ha mostrado un repunte en el oeste de Venezuela, específicamente en los campos Franquera y Tomoporo, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, donde la producción ha llegado a 20.000 bpd. Los yacimientos en esta área son los más productivos de la región occidental, donde en el pasado se perforaron y completaron una serie de pozos profundos (más de 16.000 pies), que quedaron inactivos por falta de bombas de levantamiento y fallas en diversos equipos. Si todo funcionara, cada pozo pudiera producir más de 1.000 bpd.

La producción semanal se ubicó en 720 Mbpd, distribuidos geográficamente de la siguiente manera:

La producción de las empresas mixtas gestionadas por Chevron promedió 124 Mbpd.

Refinación: En las refinerías nacionales se están procesando 220 Mbpd de crudo y productos intermedios. En el Centro Refinador Paraguaná, ambas unidades de craqueo catalítico (FCC) están de nuevo fuera de servicio, como también lo está el reformador de naftas de Cardón, afectando severamente la producción de gasolina. La Refinería de Puerto la Cruz tiene una operación limitada debido a la escasez de crudo liviano; y en la Refinería El Palito la unidad de destilación se encuentra fuera de servicio, y algunos productos intermedios se han utilizado como materia prima para intentar producir gasolina, pero sin evidencia de mucho éxito.

Exportaciones e Importaciones:En medio de una disputa contractual, la estatal PDVSA suspendió las entregas de coque de petróleo a la empresa Maroil Trading, propiedad del empresario naviero Wilmer Ruperti. Según la agencia Reuters, PDVSA firmó nuevos contratos para despachar el coque desde el Terminal de Jose, en el este del país, con las empresas Latif Petrol (Turquía) y Réussi Trading (Las Granadinas).

Chevron se mantuvo en curso para despachar la cantidad habitual de crudo a la costa del Golfo de EE.UU. A la fecha, Chevron ha exportado un promedio de 144 Mbpd desde sus empresas mixtas: 49 Mbpd, 51 Mbpd, 14 Mbpd y 12 Mbpd de las segregaciones Boscán, Hamaca, Merey y DCO, respectivamente.

China fue el destino final de 258 Mbpd de crudo que serán entregados a través de la intrincada estructura de transporte establecida para obviar las sanciones: transbordos y mezclas a lo largo la cadena de intermediación. El trueque con Irán, de crudo por condensado, a 126 Mbpd en el mismo período. Sumando a los “swaps” iraníes, un total de 384 Mbpd tienen como destino final el mercado chino. El resto de los 560 Mbd crudo exportado fue enviado a Cuba (32 Mbpd).

Además, se exportaron 74 Mbpd de combustible residual a Singapur y Cuba. Por el lado de la importación, se espera la llegada de unos 600 MMbpd de nafta pesada traída por Chevron, para ser usada como material de mezcla.

Algunas noticias que se pueden resaltar:

El coronel Pedro Tellechea, presidente de PDVSA y ministro de Petróleo, anunció en la “Expo Fedeindustria 2023” que la meta al 2024 de la industria petrolera venezolana es producir 1.759.000 bpd. Como la mayoría de los anuncios de la estatal, este luce igualmente improbable y mella la poca credibilidad que todavía le queda.

En el mismo evento, el ministro mencionó que se está trabajando en varias licencias para poder exportar gas natural a los mercados internacionales, aunque advirtió que aún no se han acordado las condiciones.

El proyecto más publicitado es la captura de emisiones gaseosas en las instalaciones de PDVSA que sumado la recolección del gas natural que hoy se quema o ventea en el oriente del país, sería comprimido y transportado a Güiria por un gasoducto existente. Desde allí se construiría un gasoducto submarino, cruzando el Golfo de Paria, para conectarse a las facilidades de licuefacción de Atlantic LNG en el sur de Trinidad. Se menciona que este proyecto está siendo impulsado por la compañía francesa Maurel& Prom e involucraría a la italiana ENI y la española Repsol, con el involucramiento de la Unión Europea en la forma de ofrecer financiación; se argumenta que el proyecto reduciría las emisiones de metano y CO? y suministraría gas natural licuado (GNL) a Europa, sustituyendo gas de Rusia. Con un costo inicial de 1,5 MMM$ este proyecto está en evidente desventaja frente a la opción de producir gas natural en campo Dragón, en el noreste de Venezuela, en un tiempo más corto y con costo menor, y para el cual ya hay una licencia del Departamento del Tesoro de los EE UU. (OFAC).

En nuestra opinión, la recolección del gas desperdiciado en el estado Monagas debe orientarse a la inyección a los yacimientos para detener su vertiginosa declinación, y a abastecer el mercado local.

CITGO:La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés) extendió por tres meses la licencia que impide que los tenedores de los Bonos PDVSA 2020, hoy en disputa en los tribunales de Nueva York, ejecuten las garantías que el régimen de Maduro les cedió en 2017 y que les permitirían tomar control de CITGO. En todo caso, la primera línea de protección en este caso deriva de la decisión de la Corte neoyorquina de suspender la ejecución de los Bonos.

En el estado de Delaware, la Corte Federal fijó el 23 de octubre de este año como fecha de inicio para la subasta de acciones de Citgo Petroleum en propiedad de PDV Holding (filial de PDVSA), y con lo obtenido pagar a los acreedores de la República de Venezuela previamente autorizados por el tribunal. Es importante anotar que las deudas en su mayoría se derivan de las expropiaciones y falta de pago de deudas ocurridas durante la presidencia de Hugo Chávez y su sucesor.

(1)El factor de capacidad de una instalación de generación de electricidad es el cociente entre la energía real generada por la central eléctrica, durante un período, y la energía generada si hubiera trabajado a plena capacidad de diseño durante ese mismo período. Es una indicación de la utilización de la capacidad de la planta en el tiempo.

(2)Como nota curiosa, algunos académicos argumentan que los experimentos de Giovani Aldini (sobrino de Galvani y contradictor de Volta), del efecto de la electricidad en cadáveres (1803), fueron parte de la inspiración para que Mary Shelley escribiera (1818) su clásica novela “Frankenstein o el Moderno Prometeo”, considerada la primera novela de ciencia ficción.

(3)https://www.cleanenergywire.org/factsheets/germanys-energy-consumption-and-power-mix-charts (4)Vaclav Smil. Numbers Don’t Lie. Págs. 162-165. Penguin 2020. *La ilustración generada utilizando Mid Journey, realizada por Luis A. Pacheco, es cortesía del autor.

28 de julio 2023

 19 min


Branko Milanovic

Se ha debatido mucho últimamente sobre la globalización, sus efectos, especialmente sobre la pobreza y la desigualdad, y se han hecho muchas afirmaciones contradictorias, algunas incluso absurdas. Estas son once tesis sobre la globalización.

EN PRIMER LUGAR, LA DESIGUALDAD Y LA POBREZA. La globalización es una fuerza para el bien global: la globalización de la actividad económica ha permitido que la producción de muchos productos básicos y la prestación de muchos servicios se realicen en los lugares donde es más barato hacerlo. Ha liberado recursos previamente utilizados para otras actividades. También ha movilizado capital y mano de obra que estaban mal utilizados o desempleados. El efecto ha sido una aceleración significativa de la tasa de crecimiento mundial (cuando se mide el crecimiento mundial utilizando medidas democráticas y no plutocráticas, que también han subido) y una disminución drástica de la desigualdad de ingresos y la pobreza de ingresos a nivel mundial

EN SEGUNDO LUGAR, CHINA. Los efectos positivos más importantes, debidos en gran parte a la globalización y al comercio internacional, se han alcanzado en China. China explica la mayor parte de la disminución de la desigualdad y la pobreza mundiales. Pero estos avances se han logrado mediante la aplicación de políticas no estándar o no neoclásicas. Eso ha creado el primer dilema para los partidarios de la globalización y el neoliberalismo. Para defender la globalización tienen que elogiar a China, pero las políticas chinas les resultan desagradables. Así, sus comentarios son la mayoría de las veces contradictorios.

EN TERCER LUGAR, OCCIDENTE. La globalización ha abierto una serie de cuestiones especialmente difíciles para Occidente. No es algo que se esperase cuando Reagan/Clinton y Thatcher/Blair “vendieron” la globalización a las poblaciones occidentales como una ganancia garantizada para la clase media. Pero el éxito de los países asiáticos se ha basado a menudo en la pérdida de empleos, de buenos empleos o de salarios estables por parte de las clases medias occidentales. La sensación de inseguridad y desplazamiento se ha extendido entre ellas. Incluso cuando su crecimiento económico real era positivo, era menor que el crecimiento real de muchas poblaciones asiáticas, por lo que estas últimas han superado a menudo a las clases medias occidentales en sus posiciones de renta global. La globalización es un juego de suma cero: o estoy por delante o por detrás de ti. Para muchas clases medias occidentales se trata de una experiencia nueva: durante dos siglos, la mayor parte de la población occidental se encontraba en el veinte por ciento superior de la distribución mundial de la renta. Algunos ya no están ahí y otros pronto se verán desplazados.

CUARTO, LA GRAN CONVERGENCIA. Los éxitos de China e India tienen también un aspecto geopolítico. China e India no pueden retroceder a sus posiciones del siglo XIX. Están cambiando el equilibrio de poder, devolviendo la relación entre Europa/América y Asia a la que existía antes de la Gran Divergencia. Sin embargo, el declive económico y geopolítico de Europa y América no se contempla con indiferencia.

QUINTO, LOS BLOQUES COMERCIALES. Una forma, en opinión de algunos, de invertir el declive pasa por reescribir las reglas de la globalización. La “globalización” se aplicaría solo a los países con los que se tiene una relación política amistosa. Obviamente, eso no tiene nada que ver con la globalización real. Es el regreso al mundo de los bloques comerciales. Es el mercantilismo que no se atreve a decir su nombre. Los partidarios de la globalización lo tienen difícil para defenderla ideológicamente, si es que les importa algo la coherencia mental.

SEXTO, LAS GUERRAS. El ángulo geopolítico ha agudizado las tensiones políticas e incluso militares a escala mundial. Así, paradójicamente, la globalización que, mediante el efecto suavizador del comercio (le doux commerce) y la interdependencia mutua, debería haber promovido un mundo de entente y paz, ha creado las condiciones inversas propicias para el conflicto e incluso la guerra. Una guerra de este tipo, si la dirige Estados Unidos, tendría como objetivo impedir que China ocupe una posición preeminente en el mundo, y si la dirige China, se utilizará para impulsarla hacia esa misma posición. Si la globalización precedió a la Primera Guerra Mundial, ¿puede preceder a la Tercera Guerra Mundial?

SÉPTIMO, DECEPCIONES Y GANANCIAS. Lo que empezó como una globalización preñada de ventajas para muchos tiene ahora un aspecto muy distinto: precariedad del empleo y disminución relativa de los ingresos de las clases medias occidentales, incapacidad para defender ideológicamente tanto la globalización como la economía neoclásica, abandono de la globalización por algunos círculos influyentes, e incluso el intento de frenarla con guerras. Pero desde el otro punto de vista, la globalización ha creado un mundo mucho más igualitario, tanto entre los individuos del mundo como en términos de poder económico y político entre Europa/América y Asia. (África, que no ha tenido más éxito durante la globalización que antes, es una ausente notable en términos de beneficios).

EN OCTAVO LUGAR, EL CAMBIO CLIMÁTICO. Incluso los aspectos positivos de la globalización (reducción de la desigualdad y la pobreza) contienen rasgos negativos. El aumento del PIB mundial, que se ha multiplicado varias veces en los últimos 30 años, también ha incrementado las emisiones de CO2 aproximadamente en la misma proporción. Eso ha dificultado la consecución de los objetivos del cambio climático y ha abierto otro campo de controversia: los objetivos podrían alcanzarse más fácilmente si Occidente creciera más despacio y los ricos de todo el mundo pagaran más impuestos. Ambas son propuestas políticamente inaceptables, por lo que los problemas del cambio climático empeoran.

NOVENO, FINANCIARIZACIÓN Y AMORALIDAD. La globalización ha operado a través de la financiarización de la economía, donde se ha valorado más ese negocio concreto que virtudes más sólidas como la inventiva, la constancia, la probidad, la abstinencia y la prudencia. Ha favorecido comportamientos basados en una visión a corto plazo, despreocupados por cualquier bien más amplio una vez que el dinero puede retirarse con seguridad, y ha propagado una amoralidad general en la vida empresarial. Dado que a la vez la vida empresarial se ha convertido en la mayor parte de la vida de las personas, la amoralidad se ha extendido aún más en las relaciones comunes. Cuando Milton Friedman afirmó que la función de las empresas es maximizar los beneficios, y punto, tenía razón en un sentido estricto. Pero no vio las externalidades producidas por esa afirmación. Si la consecución de riqueza, y especialmente de riqueza por cualquier medio, se convierte en el objetivo de las clases altas, se extiende por toda la sociedad y acaba destruyendo la cohesión y los lazos sociales.

DÉCIMO, LA MIGRACIÓN. Durante todo este tiempo, la globalización fue incompleta. Incluyó primero el capital y los bienes, después los servicios y las ideas, y nunca incluyó el factor más importante: la mano de obra. La reducción de la desigualdad global no se consiguió trasladando a las personas allí donde pueden ganar más (que sería una forma natural de proceder), sino enviando el capital más cerca de donde se encuentran las personas. Hasta la mínima migración que ha tenido lugar ha producido retrocesos políticos.

EN UNDÉCIMO LUGAR, ¿QUÉ HAY QUE HACER? Tenemos que evitar a toda costa las guerras y los conflictos comerciales, aceptar que es mejor que haya una igualdad aproximada de riqueza y poder entre las distintas naciones y culturas, así como dentro de cada nación, y reducir las emisiones de carbono mediante una combinación de impuestos elevados sobre los bienes que emiten grandes cantidades de gases y subvenciones a sus alternativas. La naturaleza de la globalización actual me hace ser escéptico sobre la posibilidad de que logremos mejorar la estabilidad y seguridad de muchos puestos de trabajo, aceptar una mayor migración, y hacer que los líderes de la industria financiera y de TI se comporten de forma más ética.

Traducción del inglés de Daniel Gascón.

3 de agosto 2023

Letras Libres

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