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Opinión

Con voz propia

Esta navidad que conmemoramos, no celebramos, es colapsada por la política que impide los encuentros familiares. Estamos condenados al secuestro por un desgobierno que abusa de fuerza militar aliada con bandas de malandros. A la inseguridad y violencia que nos ubican en primer lugar suman unidad monetaria del régimen autodefinido de revolucionario socialista. La movilización se limita al extremo por costoso del transporte y por el riesgo. Ningún control en tarifas y menos para la tercera edad. Numerosos vehículos de propiedad privada están parados por falta de repuestos y los que logran salir se exponen al asalto.

Para psiquiatras se padece esquizofrenia colectiva provocada por medida monetaria, centrada en improvisada eliminación de unos Bs 6 mil millones de billete de cien, para lo cual se dio plazo de 3 días, que obligó al cambio y/o depósitos en bancos. Las colas de usuarios desesperados competían con la de mercados de escasos alimentos. La política circense llevó a cierre de fronteras con Colombia y Brasil, surtidoras de productos básicos incluidas medicinas. La situación se complicó con burla presidencial que reactivó el billete de Bs. 100 cuyo decomiso provocó esta deplorable crisis.

Al tiempo que aplicaba su comunista hegemonía comunicacional, ordenó encadenar a las obedientes radiodifusoras y televisoras privadas, desde su canal de salsa de Miraflores, Nicolás Maduro (NM) bailaba y anunciaba que se sentía “buchón” con recolección del 80% de esos billetes.

Surgió la reacción en todo el territorio, con más relevancia en los estados Anzoátegui, Barinas, Táchira, Trujillo, Monagas, Zulia, Carabobo, Aragua, Bolívar y Apure. En entidad del sur se registraron saqueos con lamentable saldo de 8 muertos por balas, uno de ellos de 15 años y 3 niños indígenas en explosión una granada. Numerosos son los heridos. En la zona mineras de El Callao y Sifontes donde se usa dinero en efectivo para transacciones, fueron nutridas las protestas, al igual que Ciudad Bolívar donde fueron saqueados Plumrosse y Polar. En Guasdualito (Apure) atacaron los 3 bancos. De más 430 presos entre ellos 20 menores, 300 son del estado Bolívar.

El Presidente de Colombia rechazó los comentarios del paisano NM, quien acusó a “mafias” del vecino país que operan en Cúcuta, que estaban detrás de un “golpe de Estado económico”.

“Con mentiras y ofensas no se resuelven crisis. No somos narcotraficantes, ni paramilitares ni lavadores de divisa, aquí no están los billetes que NM busca. La superinflación la tiene es él”, se oficializó en corrupción.

Varias naciones entre ellas EEUU y China, han alertado. Esta potencia pidió a la Cancillería "tomar en serio" la seguridad de los ciudadanos chinos y que llevaran a cabo "médicas efectivas" para su protección”, informó en rueda de prensa, el Embajador.

Más entristece a esta navidad el encarcelamiento y expatriación de venezolanos que se oponen a la neo dictadura militar condenada por instituciones internacionales como narco traficante de drogas.

Esperanzas se abrigan en que diputados dotados de plenos poderes subsanen la irresponsabilidad de no haber formado quorum en 36 sesiones del parlamento. Y que asuman la soberanía que le dio el pueblo con sus votos. Por ello pregonamos el tradicional mensaje de Feliz Navidad.

Al MARGEN: Necesario es recordar que pese a la absurda inclusión en la Constitución Nacional del uso de en el habla de expresiones como venezolanos y venezolanas, que la Real Academia Española las califica de latiguillo de lingüístico.

jordanalberto18@yahoo.com.

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David Uzcátegui

Cuando nos despedimos de años signados por sucesos adversos, solemos decir que será mejor que queden en el olvido. Sin embargo, los reveses de este 2016 dejan algo bueno: lecciones que no deben ser olvidadas y que tendrían que ser estudiadas para no ser repetidas nunca más.

Para comenzar, recordaremos esta vuelta de la Tierra alrededor del Sol, como el año de la definitiva desinstitucionalización de Venezuela.

El cerco impuesto por los demás poderes alrededor de la Asamblea Nacional, definitivamente pinta a un gobierno que no quiere respetar la independencia de poderes. Ni puede ni sabe.

Recordemos que estos nuevos 12 meses arrancaron con una Asamblea Nacional renovada, donde el voto de quienes exigen un cambio se impuso y con una aplastante mayoría democrática que fue sencillamente inocultable.

Pero con el transcurrir de los días, hemos visto las más variadas e insólitas maniobras desde los demás poderes para descalificar, para amputar, para anular cualquier movimiento parlamentario que tienda hacia la recuperación de la democracia en Venezuela.

Desde el avasallamiento a diputados electos legítimamente hasta la violencia pura y dura en manos de grupos que no responden sino a la fuerza. Desde decisiones insólitas de los demás poderes hasta declaraciones ofensivas y desafiantes que indican que, al menos por parte del oficialismo, al día de hoy no hay manera de entenderse.
Jurisprudencia
Otro episodio reafirmó lo que decimos, y fue el escamoteo del referendo revocatorio presidencial, una figura presente en la Constitución Nacional y que ya una vez se activó en el pasado año 2004, por lo cual está revestida de lo que los estudiosos del derecho denominan la jurisprudencia.

No había forma sensata de que quienes hoy gobiernan se libraran de pasar por esta prueba de fuego que, en general, sirve para legitimar un gobierno; o en su defecto, para ponerle punto final si es esa la disposición popular.

Pero el referendo no se dio. Y el que calla, otorga. Obviamente, si quienes hoy ostentan el poder hubieran estado medianamente seguros de ganar, se hubiera convocado. Y la reiterada evasión de la misma reafirma que su certeza es exactamente la contraria.

Para bien o para mal, quedará en la historia de Venezuela la movilización para firmar solicitando el referendo en la que participaron numerosos ciudadanos; así como su sabotaje por todo tipo de fuerzas que convirtieron dicho proceso en un calvario, lo cual no fue obstáculo para que se reuniera un número de rúbricas muy superior al estimado.

A la lucha por el revocatorio la acompañaron movilizaciones ciudadanas de calle, que fueron multitudinarias y que dejaron una vez más desnudo al gobierno en lo que a su pérdida de popularidad se refiere.

Por si esto fuera poco, asistimos a la pulverización de nuestra economía, con una inflación que es una incógnita, ante la ausencia de datos oficiales de organismos encargados del asunto y que, cruzando cálculos de diversos organismos nacionales e internacionales, debe estar alrededor del 800%.

Por lo tanto, estos días serán recordados porque debíamos cargar con morrales de billetes para hacer la compra de alimentos, en cuya mínima presencia en los comercios ya es redundante abundar.
Inflación
Y si seguimos por la equivocada senda que transitamos, la inflación prevista para 2017 por el Fondo Monetario Internacional es superior al 1.600%.

El triste desempeño económico se remata con el retiro de los billetes de cien bolívares que puso a correr a todo el mundo, solamente para después enterarnos de que volvían a circular por unos días más.

A lo mejor, lo más triste de estos 365 días que se van, es el hecho de que la voluntad ciudadana ha sido atropellada de manera inclemente una y otra vez. La demostración de que para representativos funcionarios venezolanos la prioridad es mantenerse en el poder y no trabajar por el bienestar de todos.

Pensamos que lo más condenable es cómo se ha perdido el concepto de la calidad de vida. El errado sistema de gobierno que padecemos ha ido confiscando tajadas de bienestar a la gente, con una voracidad indignante.

Hoy por hoy, el venezolano promedio solamente se ocupa de sobrevivir. No hay forma ni manera de pensar en la realización personal, en estudios, en ejercer en la vida la vocación de cada quien. Mucho menos se puede pensar en una vivienda digna, en conformar la propia familia de manera independiente.

El tiempo se consume en buscar el sustento más elemental y en ello se diluye el legítimo deseo de crecer, de perfeccionarse, de ser mejor. Todo eso que, más allá que una aspiración, es un derecho.

No, no debemos olvidar. A punta de padecimientos, los venezolanos hemos construido un manual de cómo no debe comportarse un gobierno.
duzcategui06@gmail.com

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/ano-para-olvidar_632987

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Salud y Seguridad Alimentaria, han sido temas que han llevado a la Asamblea Nacional a aprobar Acuerdos políticos a través de los cuales se han hecho propuestas concretas al Ejecutivo Nacional, en función de buscar soluciones a los problemas que agobian a los Venezolanos.

Esos acuerdos permiten valorar, por un lado, la labor de la Asamblea Nacional como foro natural de los problemas nacionales y por el otro, facilita la tarea de evaluar de manera objetiva la voluntad política del Ejecutivo Nacional de abordar esos problemas concretos.

El Agua ha estado también en la agenda legislativa nacional y es así como el 19 de enero 2016, la Asamblea Nacional aprobó el Acuerdo sobre la Problemática del Agua, en cuyo contenido resaltó el estado crítico en el que se encuentran las distintas represas, cuencas, microcuencas, subcuencas y lagos del país por el bajo nivel de agua y las denuncias sobre contaminación existente.

Además en ese Acuerdo la Asamblea Nacional alertó que los 18 mayores embalses para el abastecimiento de agua potable con los que cuenta el país estaban en un nivel cercano al mínimo, y advirtió que tal situación podría ocasionar un problema de salud pública importante.

En función de la crisis del agua, la Asamblea a través del Acuerdo exhortó a:

Las autoridades competentes nacionales, estadales y municipales a la identificación de las zonas y circunstancias de mayor riesgo para cada escenario de escasez, prestando especial atención a los problemas relacionados con la salud pública y actividades con impacto social o importancia estratégica para la actividad económica del país.

Al Ministerio responsable en el tema de Agua que decrete los planes de contingencia necesarios a corto, mediano y largo plazo, y para que realice un estudio real de toda la red acuífera del país.

Al Ejecutivo Nacional a coordinar con gobernadores, alcaldías, poder popular, mesas técnicas de agua el eficaz mantenimiento y suministro de agua, así como las incorporaciones de planta desalinizadoras en la costa del país para aprovechar los recursos naturales.

Al Ministerio para la Salud a reforzar medidas para que los centros de atención médica puedan atender efectivamente los casos médicos básicos y a tomar medidas santiarias para evitar la contaminación del agua en reservorios y un plan nacional de concientización en todos los niveles.

Así mismo, estableció un compromiso institucional, de investigar el tema y presentar un informe sobre la Crisis del Agua, a través de una Comisión Mixta integrada por las Comisiones Permanentes de Administración y Servicios y de Ambiente, y la de Recursos Naturales y Cambio Climático.

Ese informe se presentó en abril 2016 y en el mismo se identificaron como causas de la crisis del agua las siguientes:

Las Inversiones deficitarias son una de las cusas, advierte el informe que no coinciden cifras de Hidroven con las del INES en cuanto a cobertura. No hay grandes obras.

El Sistema de cobranza y tarifa no permiten ingresos suficientes.

Un 48% aproximado de fugas de agua para ese momento.

No se realizan inversiones de medición y no hay controles sobre tomas clandestinas.

Operación inadecuada y mantenimiento precario del Sistema.

No hay claridad del para qué debe ser la calidad en el servicio.

El tema institucionalidad y leyes no responden a los desafíos y problemas que se presentan.

Se reconoce la grave sequía y el fenómeno de El Niño como elementos que agravan la crisis, pero no como la principal causa de la crisis; al respecto se destaca en el informe que en otros países de la región, el fenómeno del niño ha impactado con mucha más intensidad que en Venezuela sin que ello haya ocasionado una crisis tan permanente en materia de agua como la que padece la sociedad venezolana.

Entre las recomendaciones presentadas al Ejecutivo, se pueden destacar las siguientes:

Presentar Plan de Acción para enfrentar problemática en Estado Falcón.

Presentar rendición de cuentas para conocer realidad.

Declarar emergencia y crisis nacional.

Cumplir con la Legislación vigente

Sobre Calidad del Agua en el Acuerdo se exigió al Ejecutivo Nacional el cumplimiento de evaluación de la calidad del agua y se exhortó al Ministerio a informar sobre la calidad del servicio atendiendo a una serie de indicadores.

La descentralización y el trabajo coordinado con otros actores políticos territoriales se plantearon como una necesidad. La coordinación se reconoce importante a los fines de:

Atender responsablemente a los estados y municipios para arreglar roturas y presentar plan de acción para evitar pérdida de agua.

Atender toma de aguas ilegales.

Buscar propuestas a mediano y largo plazo para hacer sustentable el servicio.

La Comisión Mixta sugirió como siguientes pasos a la Asamblea Nacional:

Interpelaciones.

Averiguar presupuesto y crédito

Averiguar malversación.

Seguir investigando.

Visitas a sitios críticos.

Unirse a ciudadanos.

Conformar equipos calificados.

Garantizar sostenibilidad ambiental del servicio. Cuidando cuencas. Diseñar la sustentabilidad financiera y económica del Servicio.

En ese Informe de abril 2016, la Asamblea Nacional advirtió una serie de debilidades para enfrentar el problema del agua, a saber

Gobierno no quiere ser sometido al control político. Obstaculizan cualquier esfuerzo que sobre esta materia se realice.

Construcción de obras hidráulicas sin impacto, sin utilidad.

Obras importantes inconclusas.

Mal mantenimiento de plantas potabilizadoras

No hay información veraz de las autoridades.

Empresas de servicio se han convertido en instrumentos políticos.

No hay recurso humano calificado para atender el desafío que impone el problema.

Deficiente e incongruente información oficial.

La política de racionamiento de agua potable se mantiene por un año más y sin información pública alguna que advierta mejoras para el 2017. En marzo de 2017 la crisis del agua llevó al Presidente Maduro a anunció la medida de ahorrar energía y agua en tiempo de semana santa, y en tal sentido acordó declarardías festivos no laborables todos los días de semana santa para todos los trabajadores públicos del país y para el sector educativo; medida que consideró oportuna hasta que llegara la época lluviosa.[1]

Luego en abril 2016 el Presidente decidió reducir los días laborables del país de cinco a cuatro días por semana en el marco de un plan de 60 días para atender una emergencia nacional en materia de agua y energía. En ese momento Maduro advirtió que con el Plan fijado desde el 6 de abril y hasta el 6 de junio, se logrará superar el momento más difícil, de mayor riesgo y prometió que se superaría el problema con la menor afectación.[2]

Termina el año 2016, oportuno para preguntarse: ¿el racionamiento y la calidad del agua mejoró o si hubo anuncios del Ejecutivo Nacional para señalar mejoras en esta materia para el 2017?, ¿quién es responsable políticamente?

22/12/2016

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[1]Minea.gob.ve. Maduro declaró Plan Especial de Ahorro Eléctrico y Agua en Semana Santa. 13 de marzo de 2016. Online en: http://www.minea.gob.ve/2016/03/13/maduro-declaro-plan-especial-de-ahorr...

[2]Libremercado.com. Maduro prohíbe trabajar los viernes para reducir el consumo de agua y luz. 07/04/2016. Online en: http://www.libremercado.com/2016-04-07/maduro-prohibe-trabajar-los-viern...

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Hace unos días tuve la oportunidad de leer en el portal twitter de Reinaldo Dos Santos una muy grave acusación contra Julio Borges; según el conocido brasileño, en marzo de 2014 se efectuó una reunión a la que asistieron el diputado Borges y un grupo de militares en la cual, entre otras cosas, se le oyó decir al líder de Primero Justicia, dirigiéndose al general (GN) Rivero Lago: «No conviene sacar a Maduro ahora pues el beneficiado sería Leopoldo López, no lo saquen que yo te prometo el ministerio de defensa con Capriles en 2019» (Comillas en el original).

Esta acusación, como cualquier otra, puede ser absolutamente falsa, medianamente cierta o completamente verdadera, pero es indiscutiblemente grave, muy grave, pues de ser cierta explicaría las extrañas conductas de la MUD y su vocación de apaciguadora de la ira popular, a la que nos hemos referido en varios artículos publicados en este mismo sitio (Orden, Añagaza, Evidencias).

El asunto se magnifica con el anuncio de que Borges, en virtud de acuerdos entre los principales partidos de la MUD, será designado Presidente de la Asamblea Nacional para el periodo legislativo 2017, con lo cual tendríamos al frente del Poder Legislativo a un hombre acusado de traición, de anteponer los intereses grupales a los nacionales y de prolongar el sufrimiento del pueblo en obsequio a su ambición de poder.

En un país medianamente decente es inadmisible que se otorgue tan alta investidura a una persona sobre la cual pende tan grave acusación, como inadmisible sería que la calumnia determine una decisión del más alto interés nacional; por ello, establecer la verdad sin dejar resquicios para la duda es un imperativo político y ético que debe interesar en primer término al acusado, presunta víctima de la mentira.

Pero lo que resulta insoportable, desde cualquier punto de vista, es que este enojoso asunto pase por debajo de la mesa, de que miremos hacia otro lado o le confiramos el carácter de muchachada a un acto de tal magnitud.

El daño a la Asamblea Nacional como institución sería terrible y de difícil reparación. ¿Cómo creer en un cuerpo legislativo presidido por un diputado que guarda silencio ante tamaña acusación? ¿Acaso la traición, por la que se ha señalado a Judas Iscariote durante dos mil años, dejó de ser delito aborrecible?

Como consecuencia de sus reiterados errores, la oposición agrupada en los principales partidos de la MUD, se encuentra absolutamente desprestigiada. Tal condición la hace más peligrosa para los intereses democráticos del País, pues al saberse vehementemente rechazada por un pueblo que el 6D le brindó su entera confianza, debe suponer que sus posibilidades de acceso electoral al poder son casi nulas y esto puede generarle la tentación de acercarse al chavismo para la defensa de intereses comunes, incompatibles con los populares.

Para el escritor inglés Charles Dickens «Los caminos de la lealtad son siempre rectos.» Por contrario imperio podemos afirmar que los de la deslealtad son siempre curvos, sinuosos, zigzagueantes. Quizás este aserto de Dickens, que no por simple pierde valor, nos ayude a entender la política de los que se hacen llamar opositores, tan llena de actuaciones incomprensibles y hasta grotescas, como la disolución de la Toma de Caracas por un azarado Jesús Torrealba, que parecía más interesado en complacer las exigencias del régimen que en lograr los objetivos propuestos en la convocatoria.

Como lo hemos dicho hasta el cansancio, todos estos males tienen un solo origen: la escogencia a dedo de los candidatos a cargos de elección popular. Ese dedismo será el responsable de que Julio Borges llegue a la Presidencia de la Asamblea Nacional sin rendir previas cuentas a la opinión pública y que hasta la fecha sea jefe de una fracción parlamentaria por la que votó mayoritariamente un pueblo al que le ha negado reiteradamente su derecho a elegir, mediante primarias, los más altos cargos de conducción del Estado.

Julio Borges debe ser el primer promotor de la investigación respecto a la gravísima acusación que le hace Dos Santos. Caso contrario, estará golpeando rudamente a la Asamblea Nacional que presidirá a partir de enero, a su ya maltrecho partido Primero Justicia y estampará en su hombro la flor de lis, no como signo de realeza y honorabilidad, sino con el sentido estigmático utilizado por los verdugos franceses para marcar por siempre a delincuentes e indeseables.

turmero_2009@hotmail.com

@DulceMTostaR

http://www.dulcemariatosta.com

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Luego de la contundente victoria de las fuerzas democráticas en las elecciones para la Asamblea Nacional del 6 de diciembre, el año 2016 se inició augurando la apertura progresiva de mayores espacios de libertad y de respeto a los derechos humanos. Con ello, se comenzaría a superar la terrible situación arrojada sobre la población por las desacertadas políticas del gobierno, con leyes que estimularían la actividad económica y restablecerían la confianza. El hecho de que ello no haya ocurrido obliga a indagar por qué. Ofrezco las siguientes líneas como enseñanzas de lo que, a mi juicio, fue este Anno Horribilis.

  1. El gobierno destapó su carácter no democrático, de dictadura, al desconocer las potestades constitucionales de la Asamblea Nacional valiéndose de un TSJ írrito, producto de designaciones fraudulentas de la AN anterior, en manos chavistas. A ello se le suma la anulación del derecho a revocar el primer mandatario, el presidio de más de un centenar de venezolanos por razones políticas, la persecución de personeros de la oposición, la negación de abrir canales humanitarios para traer medicamentos y muchos otros atropellos a los derechos humanos, civiles y políticos consagrados en nuestra Carta Magna. Es decir, no obstante su (cuestionada) legitimidad de origen, estamos en presencia de un gobierno de facto, dictatorial, que opera al margen de la Constitución.
  2. Esta conducta obedece a la conformación de un Estado Patrimonialista en el cual se disuelve la distinción entre la hacienda pública y el patrimonio privado de quienes mandan. Éstos han terminado privatizando los bienes públicos para su usufructo personal, ¡pero en nombre del socialismo! Central a ello ha sido la destrucción del entramado mercantil para asignar recursos y satisfacer necesidades, el arrinconamiento del sector privado y la destrucción del Estado de Derecho, y su reemplazo por decisiones arbitrarias apoyadas en la fuerza del poder. Los controles de precio y las regulaciones punitivas han representado una veta sumamente lucrativa para el arbitraje (reventa de productos, gasolina o dólares regulados, a precios muy superiores) y la extorsión por parte de funcionarios militares y/o civiles con incumbencia al respecto en virtud de las normas interventoras implantadas. Ello se ha afianzado con la impunidad, la ausencia de transparencia y la no rendición de cuentas, así como con la complicidad desde las altas esferas del poder. Así lo atestigua la defensa inmediata e irreflexiva de aquellos acusados de narcotráfico, lavado de dinero y de otras marramucias.
  3. Como resultado, se viene consolidando una nueva oligarquía militar-civil que expolia la riqueza social, encubierta en una retórica “revolucionaria” que la proyecta como defensora del “pueblo”. Se inventan enemigos incursos en perversas conspiraciones contra la “revolución” para echarles la culpa de los desmanes causados por su negativa a enmendar políticas, su incompetencia y por la desidia en el manejo de la cosa pública, así como por la corrupción y el robo de los dineros públicos. En esta visión maniquea de patriotas y revolucionarios contra todo aquel que discrepe de la “buena nueva”, el gobierno concibe la acción política como una guerra. No se procura labrar los consensos requeridos para darle piso a sus iniciativas de política, ni se buscan acuerdos con fuerzas opositoras para tales fines. Al no reconocer la legitimidad del adversario político desaparece la política propiamente dicha y se sustituye por la confrontación en contra de aquél, a veces violenta, incitada por insultos y prédicas de odio desde el poder. Se acentuó la naturaleza fascista del régimen, pero amparada en simbolismos propios de la retórica comunista. Se dependió cada vez más de los militares y del terrorismo de Estado contra figuras opositoras para mantenerse en el poder.
  4. La conducta de esta oligarquía trasladó la dinámica política y el acontecer económico al mundo de lo irracional. Su ideología ya no pretendió conquistar más adeptos a sus políticas en competencia con otras representaciones de la realidad, sino galvanizar a sus partidarios con toda suerte de disparates en preparación de una confrontación final que liquide a las fuerzas democráticas. Se alimentaron fanatismos para forjar un espíritu de secta dispuesta a defenderse, con cualquier medio a su disposición, contra lo que le ha sido señalado como amenaza. Con tal blindaje ideológico se han amparado desde las filas oficialistas niveles inusitados de crueldad y de agresión contra los venezolanos. La insania en que ha caído el régimen encuentra expresión en la bochornosa denuncia del ministro Reverol de que se habían acaparado en galpones suizos y de otros países europeos los billetes de Bs. 100 para atentar contra la “revolución” (¡!)[1]. El hecho de que el responsable de asesinar a mansalva a venezolanos humildes -delincuentes e inocentes- bajo el manto de los Operativos de Liberación (¿Liquidación?) del Pueblo (OLP) -otrora comandante de la Guardia Nacional señalado por la DEA de estar incurso en tráfico de drogas- acuse a la “ultra-derecha” de estar detrás de esta presunta conspiración da una idea de cómo la ideología permite bañar a cualquier gorila de “virtudes izquierdosas”. El país, definitivamente, ha sido puesto de cabeza.
  5. Muchos de los dirigentes de la MUD han evidenciado no entender a cabalidad a qué nos estamos enfrentando. Los reflejos condicionados adquiridos por los más veteranos en otra época y las ilusiones de los nuevos, los llevaron a confiar en que Maduro respetaría el juego democrático. Quienes se sentaron a dialogar bajo auspicios del Vaticano con representantes del neofascismo pensando en que la perentoria necesidad de encontrarle salidas a una crisis que ha causado tanto sufrimiento llevaría a acordar metas mutuamente compartidas, han tenido que despertar a la desagradable realidad de que éstos no respetan reglas de juego alguno: no les interesa la suerte de los venezolanos, sólo su permanencia en el poder para seguir esquilmando a la Nación. Se ha puesto fehacientemente de manifiesto que lo único que hará retroceder al fascismo es una demostración contundente de fuerzas. ¡Y los venezolanos favorables al cambio tenemos esa fuerza! Constituimos más del 80% de la población, nos ampara el orden constitucional vigente y contamos con el apoyo internacional. Es de presumir, también, que esta disposición abrumadora por el cambio sea compartida por el grueso de la Fuerza Armada, que no está conformada por marcianos ajenos a la suerte de su país. Es cierto que Maduro ha hecho todo lo posible por corromper a los estamentos de mando para hacerlos cómplices del régimen de expoliación instaurado, pero es dudoso que ello haya comprometido a cal y canto el respaldo mayoritario de la fuerza.
  6. El desafío que enfrenta la dirigencia democrática en 2017 es cómo conjugar estas distintas manifestaciones de fuerza para lograr un pronunciamiento decisivo de los militares -único punto de apoyo que le queda al régimen- a favor de la restitución del orden constitucional. Se trata de activar a las mayorías a través de movilizaciones, protestas y la concertación de apoyos internacionales en torno a un programa democrático, que incite la aparición de ese “Larrazábal II” al que se refirió el Padre Ugalde. En ello tiene papel central la definición de un proyecto país alternativo al desastre actual que, por su coherencia, convicción y claridad de propósitos, no deje lugar a dudas sobre la capacidad y determinación de rescatar a Venezuela de manos de las mafias que hoy la asfixian, y de enrumbar al país a un futuro posible de crecientes niveles de bienestar. Si bien la confección de un programa económico para la transición, actualmente en discusión, es importante, ello dependerá primordialmente de un liderazgo político valiente, inteligente y comprometido. ¿Qué reacomodos se requieren para que las fuerzas democráticas logren el éxito que todos deseamos?

Economista, profesor de la UCV, humgarl@gmail.com

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Los pronósticos de principios de año señalaron que el 2016 sería malo. Pero se equivocaron: no fue malo, sino peor. No es cuestión de detallar el cuento ni de esgrimir cifras con el fin de darle seriedad. Cada quien lo sabe en versión carne propia, aunque el Presidente Maduro pareciera no darse por enterado. Sigue actuando como si la realidad pudiera ser engañada diciéndonos (¿diciéndose?) que el país marcha en revolución hacia el progreso, la justicia, la soberanía y el máximo de felicidad posible. Pretende, así, que le creamos a un gobierno cuyas únicas cartas estratégicas (?) a la vista parecieran ser la esperanza de que vuelva a subir alto el precio del petróleo y la explotación del Arco Minero en modalidad de arrase ecológico.

La crisis del billete de a cien, su muerte y resurrección, fue el epílogo de un año amargo, por donde quiera que se le mire. Un año con visos de desmadre, así de frágil se volvió nuestra vida cotidiana. No hay mejor parábola que este trance monetario para describir la manera como el gobierno nos gobernó. Resumo: concepciones equivocadas debido a extravíos ideológicos, diagnósticos ficticios o a pepa de ojo, transferencia de las responsabilidades a factores externos (guerra económico, iguanas malintencionadas o manipulaciones imperialistas del mercado petrolero), atención a los problemas por el lado de sus efectos y no por el de sus causas, incompetencia, opacidad, corrupción, mentiras y amenazas, manejo tramposo de las leyes, todo endulzado con el himno nacional y también con la palabra evangélica de Chávez, hasta derivar en una sociedad descoyuntada y sin referente alguno, harta de tanta épica y de tan pocas nueces, habitada por gente perpleja y atemorizada, que no encuentra manera de asomarse al futuro.

Por desgracia, los pronósticos sobre el país dan susto. Algunos expertos llegan a señalar que en el 2017 sentiremos nostalgia por el año que ahora termina. Pero uno sabe que estos pronósticos no son infalibles, aún si el gobierno se empeña en hacerlos cumplir. Hay, entonces, que imaginar y creer que el país puede acomodarse para funcionar de otro modo y hacer posible una vida más grata para todos. Palabras más, palabras menos eso es lo que desea, de acuerdo a las encuestas, una mayoría abrumadora de venezolanos, convencida de que Venezuela transita desde hace rato por una calle ciega, sin luces y a alta velocidad. Y persuadida, por otro lado, de la necesidad de suscribir ciertos pactos fundamentales para darle pie a la convivencia social y sentido de dirección al país. Es esta percepción colectiva, recogida en los sondeos, la que da pie para ser optimistas de cara a los tiempos que vienen, a pesar del descontento existente con el liderazgo nacional por haber convertido el diálogo en una disputa por el poder (entre unos y otros y al interior de unos y otros) y no en la apremiante ocasión para zanjar las complicaciones que nos acogotan.

El Nacional, jueves 21 de diciembre de 2017

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​José E. Rodríguez Rojas

La influencia del partido español Podemos en el gobierno Chavista, generosamente recompensada con los petro y narcodolares del gobierno bolivariano, comenzó cuando Chávez era presidente y Monedero la figura más visible de este grupo político. En el periodo más reciente, la presencia de Alfredo Serrano Mancilla como influyente asesor del Gobierno, es la que ha prevalecido. Según el influyente diario The Wall Street Journal, Serrano aboga por un reforzamiento de los controles de precios. El asesor español aconseja fortalecer aún más los controles, como los que se han desarrollado sobre la fabricación y el suministro de alimentos. Se opone a la devaluación y a otras medidas similares, orientadas a desmontar los controles y estimular una economía de mercado. Para el asesor de Podemos, la guerra económica, que a su juicio enfrenta el gobierno de Maduro, es resultado de una burguesía importadora que incrementa los precios indiscriminadamente.

Señala The Wall Street Journal, que el ascenso de Serrano como asesor, se ha dado a expensas de otros asesores, los cuales han instado al gobierno a tomar medidas más convencionales para reducir los controles, liberalizar la economía y evolucionar hacia una economía de mercado más funcional. En este contexto la influencia de Serrano está generando conflictos al interior del gobierno de Maduro. Así se deduce de una entrevista reciente al economista Francisco Rodríguez, quien labora para la firma de inversiones estadunidense Torino Capital. Rodríguez es un profesional cercano al gobierno, lo cual se refleja en las declaraciones dadas al periódico Tal Cual recientemente. En ellas revela que coordinó el Plan Económico de Unasur para Venezuela, en mayo y junio. En dicho Plan se recomienda la restauración del sistema de precios relativos, lo cual incluye una unificación cambiaria bajo un esquema de libre flotación, y la transformación de la regulación, de tal manera que permita la fijación de precios consistentes con una rentabilidad apropiada a un tipo de cambio realista. El segundo punto del Plan incluye la normalización gradual de los precios de la gasolina, electricidad y otros bienes del Estado, orientado a reducir el déficit fiscal y disminuir las necesidades del gobierno de imprimir dinero, generando más inflación. El tercer punto consiste en ir a un sistema de subsidios directos, a través de las transferencias a las familias más necesitadas mediante una tarjeta electrónica. Luego, una política orientada a una renegociación de la deuda pública externa, que permita aligerar los pagos de vencimiento a corto plazo y recuperar el acceso a los mercados internacionales. En síntesis, se trata de recomendaciones al gobierno para que la economía evolucione hacia una economía de mercado menos intervenida y más funcional.

Rodríguez aclara que se trata de un plan estructural, en otras palabras no tiene sentido implementar algunas de la medidas recomendadas en forma aislada del conjunto. Es lo que ha hecho el gobierno de Maduro, el cual ha llevado a cabo algunas de las iniciativas, pero sin tomar en cuenta su relación con la propuesta global. Rodríguez pone como ejemplo de esto, que el gobierno ha tratado de impulsar el programa de la tarjeta de misiones socialistas, que tiene algunos de los elementos de diseño incluidos en el Plan de Unasur que ellos han recomendado. Sin embargo, señala Rodríguez, si este programa no se puede financiar en base a mayores ingresos, va a ser muy reducido en su cobertura e impacto o va a generar más inflación.

El Plan en cuestión, logró el respaldo de Miguel Pérez Abad antes de ser defenestrado del gobierno, sin embargo contó con la oposición de otros funcionarios del gobierno. Declara Rodríguez a continuación, que “Dentro del gobierno hay quien quiere una economía centralmente dirigida, como las del bloque soviético, pero eso va en dirección contraria a lo que nosotros planteamos, que era ir a una economía que reconociese el funcionamiento del sistema de precios de los mercados pero manteniendo un fuerte espacio para la intervención del Estado con políticas redistributivas, más parecido a Bolivia, Nicaragua, Ecuador”; pero ello ha enfrentado la oposición de otros asesores del gobierno que han torpedeado la implementación de sus recomendaciones. Cuando Rodríguez plantea que hay, en el gobernó de Maduro, quien quiere una economía centralmente planificada como la soviética y ha torpedeado su propuesta, no menciona a Serrano, pero lo retrata; ya que el asesor español fue determinante en el rechazo de la propuesta de Unasur por parte del gobierno, según The Wall Street journal.

En conclusión, en el gobierno de Maduro existen dos visiones de política económica en conflicto. Una, dominante en los países de la Alianza Bolivariana de Naciones (ALBA), orientada a estimular una economía de mercado menos intervenida, acompañada de políticas redistributivas; otra, donde predominan los controles de precios y de las principales variables macroeconómicas, aunado a un permanente hostigamiento a la empresa privada, a la cual se le acusa de impulsar una guerra económica. Esta última, defendida por los asesores de Podemos, como Alfredo Serrano, es la que ha predominado generando, una inflación desbocada y una crisis humanitaria nunca vista en el país.

Nota: los señalamientos de Francisco Rodríguez fueron tomados de: Tal Cual. 2016. “Francisco Rodríguez. Ha habido un ajuste ineficiente”. 23-12-2016.

Profesor UCV

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