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Opinión

Vanguardia Popular (VP) invita al pueblo a participar de manera entusiasta, con determinación y firmeza, en la GRAN TOMA DE CARACAS del 1º de septiembre, convocada y respaldada por todos los sectores que demandamos del CNE la fijación de la fecha para la recolección del 20% de las firmas que permitan la activación inmediata del referéndum revocatorio presidencial. A su vez, exigimos del gobierno todas las garantías que por imperativo constitucional y legal está obligado a dar, para que esta jornada transcurra en forma pacífica y democrática, como es el propósito de quienes estamos convocando.
Estamos convencidos de que dicha jornada habrá de transformarse en un torrente de fuerzas sociales desbordadas por las calles de la Gran Caracas y de toda Venezuela, a fin de expresar nuestro descontento frente a la crisis general que afecta todos los ordenes de la vida nacional; para reiterar nuestro reclamo de cambios urgentes en la orientación del rumbo del país y para exigirle a las instituciones del régimen, especialmente al CNE, la activación eficaz y oportuna del referéndum revocatorio que haga posible dichos cambios.
La TOMA DE CARACAS debe ser ocasión para expresar nuestro rechazo al proceso de empobrecimiento generalizado de nuestra gente y frente a la instalación del hambre en los hogares de la inmensa mayoría nacional; para protestar ante el colapso del sistema de salud y la escasez de medicinas traducidos en crisis humanitaria; para manifestar nuestro reclamo frente al terrible flagelo de la criminalidad y el delito que le arrebata la vida a miles de venezolanos en medio de la mayor impunidad; para condenar la corrupción y el despilfarro de los dineros públicos que ha esfumado más de 400.000 millones de dólares en los últimos años; para protestar la entrega de la soberanía nacional y las riquezas mineras del país a las empresas transnacionales depredadoras del ambiente en el arco minero de Guayana; para demandar solución a los problemas de agua, electricidad y demás servicios públicos; para levantar nuestra voz de protesta frente a la escasez, la carestía y la especulación; por una nueva política económica para reactivar el aparato productivo del país y generar empleo decente, bien remunerado y protegido socialmente; para exigir un GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL y un PROGRAMA DE CAMBIO DE RUMBO de contenido patriótico, popular y democrático.
Venezuela se encuentra situada frente a una encrucijada histórica: o se abren las compuertas para que los cambios fluyan por canales constitucionales, democráticos y pacíficos, o el cierre de caminos que pretende el gobierno, con la complicidad de las instituciones del régimen, podría dar paso a la anarquía y la violencia, dado el clima de conflictividad social creciente y las graves tensiones sociales acumuladas, cuyas posibilidades de desbordarse son un riesgo latente. No tienen derecho el Presidente Maduro, el TSJ y el CNE a burlarse de la voluntad popular ni a ignorar los mecanismos que la Constitución consagra para hacer posibles cambios políticos en circunstancias de crisis. No pueden sus formalismos leguleyos y sus maniobras dilatorias estar por encima del clamor nacional que exige la convocatoria del referéndum revocatorio, para que el pueblo sea consultado respecto del presente y el futuro inmediato del país. Por lo demás, es triste y vergonzoso, por decir lo menos, pretender seguir gobernando a Venezuela contra la voluntad expresa de la inmensa mayoría nacional, al margen de la Constitución, con base en la represión, el autoritarismo, la arbitrariedad y la mentira.
Denunciamos que frente a esta convocatoria, cuyas expectativas desbordan todas las previsiones, el gobierno nacional ha puesto en práctica una sistemática campaña descalificadora tendente a atribuirle a esta jornada y a sus organizadores los propósitos más abyectos y violentos: un discurso oficial manipulador y amenazante, que insiste en criminalizar y judicializar la protesta social y el ejercicio de los derechos democráticos, se acompaña de una escalada represiva adelantada en vísperas de la realización de la jornada anunciada. Como parte de esta campaña señalamos la arremetida represiva ejecutada contra el Alcalde de Maturín, Wagner Jiménez, victima de una implacable persecución que se traduce en allanamientos a su residencia y a la sede de la alcaldía, en el acoso y detención de algunos de sus funcionarios, sin la presencia de fiscales del Ministerio Público ni de los representantes legales de las victimas y con un despliegue de fuerzas desproporcionado e intimidatorio. A esto se agrega la persecución y despido de centenares de empleados públicos que firmaron la solicitud de activación del referéndum revocatorio y las amenazas públicas y reiteradas en tal sentido; la retención de la movilización indígena que desde Amazonas marcha hacia a Caracas en respaldo a dicha solicitud; el traslado intempestivo de Daniel Ceballos desde su residencia, donde cumple arresto domiciliario por razones humanitarias, hacia una cárcel en San Juan de los Morros; la expulsión del país de una comisión de parlamentarios del Congreso de Ecuador, quienes intentaban realizar una visita a los presos políticos Antonio Ledezma y Leopoldo López; entre muchos otros casos.
Esta escalada represiva se corresponde con una estrategia de terrorismo de Estado por parte de un gobierno que ha perdido el respaldo del pueblo, que ha sido desbordado por la magnitud de la crisis que sus propios errores, corrupción e ineptitud han provocado y que se ha convertido en el obstáculo principal para su superación. Su objetivo es imponer el miedo y el chantaje a fin de impedir que el pueblo pueda expresarse libremente el próximo 1º de septiembre, en Caracas y en todo el país, en ejercicio pleno de sus derechos democráticos.
Vanguardia Popular (VP) demanda el cese de la represión y exhorta a las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos y garantes del cumplimiento de los pactos y tratados internacionales que en tal sentido ha suscrito la nación, para que sean observadoras y testigos, una vez más, de la vocación pacífica y democrática de nuestro pueblo, de su demanda de una salida constitucional a la crisis nacional y de su determinación de hacer posible los cambios que Venezuela requiere con urgencia. Al pueblo de Caracas y de todo el país les reiteramos nuestra invitación fraterna a participar, con confianza, determinación y firmeza en esta gran jornada de protesta nacional, a confiar en sus propias fuerzas, en la justeza de los objetivos que nos convocan y en la posibilidad cierta de victoria de nuestra lucha.
¡¡¡CONTRA EL HAMBRE, LA POBREZA, LA INSEGURIDAD, LA CORRUPCIÓN, LA REPRESIÓN Y LA ENTREGA DE LA SOBERANÍA NACIONAL… REVOCATORIO YA!!!

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Con la firma de los memoranda de intención de la república con varias empresas transnacionales para la explotación del Arco Minero del Orinoco AMO también explotó en las redes sociales y medios de información la diversidad de opiniones en su defensa.
A pesar de las diferentes tácticas argumentativas adoptadas en estos discursos todos están marcados implícita o explícitamente por la reproducción de varios mitos sobre los ecologistas. Estos “relatos” pueden ser condensados en un significante que pasa a definir al grupo como un otro sobrante separado del nosotros uniforme. Esta caracterización tiene tres efectos fundamentales: 1) descalifica su proyecto político; 2) pone en entredicho lo que dice y hace; 3) causa rechazo y aversión. Constituida esta identidad se hace casi imposible establecer empatía con el grupo mitificado.
Los tres mitos contemporáneos: las feministas que odian a los hombres, los comunistas que comen niños y los ecologistas que comen flores
Desde finales del siglo XVIII momento en el que las mujeres nos manifestamos y organizamos para que se extendiera a nosotras el principio de igualdad se comenzaron a tejer un conjunto de mitos aún antes del surgimiento del significante feminista de los cuales solo mencionaremos los más pintorescos somos mujeres que odiamos a los hombres queremos imponer la dominación femenina y/o somos mujeres masculinizadas. Mitos que han sido efectivos por su permanencia en el tiempo y porque además han logrado calar en el imaginario de muchas mujeres quienes en lugar de llenar las filas del feminismo se han mantenido alejadas de este movimiento político al cual le deben muchos de sus derechos.
En el periodo de la Guerra Fría cuando los comunistas eran considerados un verdadero peligro para la estabilidad del sistema capitalista se difundieron a través de un sofisticado aparato de propaganda una serie de mitos para que la población en general y la estadounidense en particular les temiera. Estos iban desde los más burdos tales como que comían niños y hacían jabón con los ancianos hasta los más sofisticados que exponían que su objetivo era quitarnos nuestras pequeñas propiedades y convertirnos a todos en pobres.
De tal manera que los trabajadores en vez de engrosar las filas del movimiento internacional vanguardia de su liberación se alejaban de éste como la lepra.
Las y los ecologistas de diferente denominación no han escapado a este mecanismo. Desde el momento en que comenzamos a surgir como una fuerza política visible en la década de los setenta se empezaron a difundir una serie de mitos sobre nuestras prácticas y posiciones políticas hippies comeflores trasnochados que no sabemos nada de la Realpolitik última expresión del liberalismo burgués comelechuga y conjunto de individuos retrotecnológicos que llevamos un estilo de vida similar al del niño de la selva. Mitos que indudablemente forman el contenido de los prejuicios que han apartado del movimiento a todos aquellos preocupados por los efectos del androcentrismo y la destrucción acelerada de los ecosistemas.
Estos mitos son tan reales que han funcionado para mantener separados a los propios movimientos políticos y sociales quienes desconfían unos de los otros solamente sobre la base de estas preconcepciones. Los comunistas desconfían de las feministas y ecologistas, las feministas de los comunistas y los ecologistas de los comunistas y feministas. De tal manera que en vez de enlazar algunos puntos comunes de las diferentes agendas se solidifican las diferencias y se consolida la división tal como lo celebra hoy el capitalismo patriarcal.
Los mitos en momentos en el que determinado grupo se convierte en un adversario político visible justifican simbólicamente su persecución. Dos ejemplos bastarán para demostrar nuestra afirmación a principios del siglo mientras las feministas inglesas que luchaban por el derecho al sufragio eran fuertemente reprimidas, se desarrolló una campaña en la prensa y a través de afiches en la que se presentaba a las suffragettes como mujeres que buscaban someter a los hombres específicamente a sus esposos.
A principios de la década de los cincuenta cuando se inicia el macartismo se comenzó en los medios de comunicación una agresiva campaña que difundía un conjunto de mitos sobre los comunistas entre los que destacaba que eran agentes de la URSS.
¿Por qué mitifican a los adversarios del AMO?
Desde hace algunos meses diversos grupos políticos particularmente los ecologistas hemos denunciado en la mayoría de los casos con sólidos argumentos las catastróficas consecuencias que traerá al país el desarrollo del Motor Minero concretamente el proyecto Arco Minero del Orinoco AMO. Las respuestas no se han hecho esperar y el renacimiento de los mitos tampoco. Lo curioso en este caso es que hayan sido revividos desde las filas del propio chavismo defensor del ecosocialismo incluidos los otrora anarquistas.
Veamos cuáles son los mitos que se han reactualizado:
Los ecologistas somos unos idealistas e irresponsables pues no sabemos nada de estrategia política ni de la realpolitik ni mucho menos de la actual crisis económica que atraviesa el país y el Gobierno.
Los ecologistas nos pronunciamos ante el Arco Minero del Orinoco pero callamos ante otros problemas de orden ambiental que sucedieron en el pasado.
Los ecologistas somos un conjunto de intelectuales pequeño burgueses que opinamos desde nuestra comodidad caraqueña y no sabemos lo que sucede en las regiones especialmente en el sur del país en el territorio del AMO.
Los ecologistas somos incoherentes porque tenemos dispositivos y máquinas electrónicas construidas con base en minerales y sobre la lógica del capitalismo extractivista y las usamos para difundir nuestras ideas.
Podríamos hacer una lista más extensa pero con estos puntos basta. Lo cierto es que se está utilizando una estrategia argumentativa que al desautorizar a las personas o colectivos ecologistas pretenden descalificar su política y discursos. Efectuado ese movimiento se hace innecesario el debate.
Les lanzamos a quienes nos estigmatizan las siguientes de preguntas ¿Los ecologistas somos un bloque político homogéneo? ¿Respondemos a un solo paradigma teórico? ¿Los ecologistas vivimos aislados de la realidad del país? ¿Vivir en las ciudades nos desautoriza? ¿Acaso vivir en medio de la selva le daría más validez a nuestros señalamientos? ¿Podemos opinar de conflictos ambientales en EEUU y otros países Latinoamericanos preferiblemente si tienen gobiernos de derecha pero no podemos opinar en nuestro propio país? ¿Los ecologistas no levantamos nuestra voz de protesta ante los diferentes gobiernos en el pasado lejano y reciente? ¿Somos dignos de sospecha porque algunos somos intelectuales que usamos dispositivos electrónicos? ¿Existe una política tipo Pol Pot de la cual no nos habíamos enterado? ¿Un ecologista no puede ser intelectual? ¿Solo podemos limitarnos a comer flores? Si ser intelectual es tan malo entonces ¿por qué el Estado patrocina a la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad? ¿Para ser coherentes con nuestras ideas tenemos que vivir en una choza sin luz y con una máquina de escribir como el Unabomber? ¿Los ecologistas estamos contra los avances tecnológicos? ¿Somos responsables que el Gobierno entregue a las transnacionales nuestros bienes comunes solo porque usamos teléfonos celulares, computadoras, automóviles, hornos microondas, insulina, quimioterapia o inseminación artificial? ¿La obsolescencia programada no nos afecta?
Hay dos maneras de responder a estas preguntas la primera por la vía de los prejuicios y los falsos dilemas en la que hay contestaciones simples y seguras; la segunda vía desde el conocimiento parte de una intención genuina de comprender nuestras posiciones y de informarse sobre los diversos movimientos ecologistas. La primera lleva a la reafirmación de los mitos y la demonización; la segunda conlleva asumir una posición responsable informarse antes de opinar. La primera es sostén de la persecución; la segunda es la base del debate político propio de nuestra democracia participativa y protagónica.​
20 de agosto de 2016
https://www.facebook.com/La-Danta-Lascanta-Grupo-Ecofeminista-1274936505...

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La campaña electoral en Estados Unidos está en plena efervescencia. El día 25 de agosto, Hillary tuvo una fortísima presentación acusando a Trump de tener un discurso lleno de odio y paranoia. Además señaló que es apoyado por la extrema derecha, lo que aquí llaman ahora la derecha alternativa. Los sostenedores de ese movimiento, que son calificados como "white supremacists", defensores de la supremacía blanca, están muy contentos de haber sido puestos en el candelero.
Richard Spencer, que acuñó el término de la derecha alternativa, declaró en la convención republicana, de acuerdo a The Huffington Post, que la derecha alternativa se apoderó de la corriente principal de la derecha por lo que ya el nombre de alternativa puede ser descartado. Es como decir que esa extrema derecha se ha apoderado del partido republicano.
El mismo medio, en su edición del 26 de agosto, apunta que, según el Southern Poverty Law Center, la derecha alternativa es un conjunto de ideologías, grupos e individuos cuyas creencias medulares descansan en la noción de que la identidad de los blancos es atacada por la "corrección política y la justicia social", y que estas fuerzas están deteriorando al pueblo blanco y su civilización. Imagino que cuando hablan de corrección política se refieren al establishment político de Washington, al cual se enfrenta Trump, y con la justicia social están aludiendo a los programas sociales de Obama y de los demócratas en general. En todo caso, es un movimiento netamente racista de acuerdo a sus propias definiciones.
Trump ha botado a sus dos últimos directores de campaña y ahora se rodea de nuevos managers que tratarán de sacarlo del hueco en el que él mismo se ha metido. En sus primeras acciones, este nuevo grupo directivo sostuvo que a Trump hay que dejarlo que sea como es y no ponerle cortapisas. Nos podemos imaginar cuál va a ser el tono de la campaña de ahora en adelante. Stephen Bannon, muy ligado a Breitbart News Network, una cadena de noticias de extrema derecha, es uno de los principales jefes de campaña de Trump
Sin embargo, a principios de esta semana, Trump cambió su discurso sobre los inmigrantes diciendo que podría haber alguna forma de no deportarlos en masa, que es lo que había planteado hasta ahora. Parece haberse dado cuenta de que sin los votos de los latinos y asiáticos no puede ser ganador en noviembre. Comenzó a manejar en esa área un discurso que se acerca al sostenido anteriormente por Jeb Bush o Marco Rubio, que fueron contrarios de Bush en las primarias de los republicanos. Pero ya ayer dijo que cualquiera que se haya quedado en Estados Unidos más allá de los seis meses concedidos, cuando se entra a Estados Unidos como turista, será botado ipso facto.
La campaña contra Hillary se ha centrado en estos días en su salud. Los defensores de Trump dicen que puede sufrir de disfasia, que parece vacilante y desbalanceada. Rudy Giuliani, el famoso alcalde de New York cuando ocurrió el atentado de septiembre de 2001, declaró que es muy extraño que tenga que ir a orinar en el medio de un debate. Mientras tanto, el médico de Trump ha declarado que el candidato está en tan buenas condiciones que sería la persona más saludable en la historia en ocupar la presidencia de Estados Unidos. Se ve que no solo Trump es propenso a la hipérbole.
Recientemente, Trump decidió hablar a favor de los negros y latinos, o eso es lo que pareció a primera vista, pero usó unas palabras más bien denigrantes sobre ellos. Citemos sus propias palabras: "Pobreza, rechazo, educación horrible. Sin casas, sin hogares, sin propiedades. Usted puede ir a zonas de guerras en países donde estamos peleando y son más seguras que vivir en las zonas marginales en nuestras ciudades manejadas por los demócratas". Se puede decir que intentó hacer una gracia y le salió una morisqueta.
Este es un tema muy difícil de tratar en Estados Unidos, porque para muchas personas la criminalidad y la conducta inapropiada son más frecuentes entre los negros y los latinos, sobre todo entre los primeros, pero es un grave error generalizar porque la inmensa mayoría de negros y latinos tiene una conducta correcta a pesar de que muchos sean pobres.
La campaña de Hillary está dedicada a producir propagandas contra Trump, a hacer mítines en diversas ciudades, a ir preparando su equipo de trabajo, indicio de que parece sentirse segura de su triunfo. Pero, por otro lado, tiene serias dificultades porque una organización conservadora encontró unos 15.000 mails que ella no había entregado. Al parecer, en esos mails se muestra una ligazón de sus actividades como Secretaria de Estado y los donantes extranjeros de la Fundación Clinton, lo que ha llevado a Trump a acusarla de corrupta y a pedir un fiscal especial para que la investigue.
Mientras tanto, Real Clear Politics, una empresa de noticias políticas y encuestadora de prestigio, le da a la Clinton 47,7% de la votación y 41,7% a Trump cuando calcula el promedio de 7 encuestas nacionales en el mes de agosto, es decir 6% de diferencia. En las 7 encuestas nacionales promediadas aparece Clinton con una ventaja que oscila entre 3 y 10%, salvo en una, la de LA Times/USC, donde aparecen empatados ambos candidatos.
Parece un buen momento para recordar cómo son las elecciones presidenciales en Estados Unidos. El presidente y el vicepresidente son elegidos indirectamente ya que el ganador se determina por el número de votos electorales. Cada estado tiene asignado un número de votos electorales, más o menos proporcional al número de habitantes de ese estado. Ese número es igual al número de senadores y representantes de cada estado, lo que significa un total nacional de 538 votos electorales, de manera que el ganador tiene que obtener un mínimo de 270 de esos votos. Otra condición esencial y extraña a la vez de este sistema es que el candidato que gana en los votos populares de un estado se lleva todos los votos electorales de ese estado, aunque gane con una mínima diferencia.
Este sistema indirecto ha sido muy criticado porque el voto de cada habitante de Estados Unidos no tiene el mismo valor. Puede suceder incluso, como pasó en las elecciones del año 2000, que el ganador por votos electorales no haya ganado por el voto popular. En esa ocasión, Bush obtuvo 271 votos electorales pero 544.000 votos populares menos que Al Gore. Sin embargo, resultó ser el ganador al haber obtenido, por 537 votos de diferencia, todos los votos electorales del estado de Florida. Es decir esos 537 votos pesaron más que los 544.000 votos populares de ventaja obtenidos por Gore en todo el país.
Además, ese sistema implica que se le dé una importancia desproporcionada a los estados con el mayor número de votos electorales como California, Florida, New York y Texas, por lo que los candidatos dedican una mayor atención a esos estados. Nadie parece estar interesado en cambiar ese sistema electoral y sería muy complicado y difícil hacerlo.
Los candidatos se preparan para los debates, el primero de los cuales tendrá lugar el 26 de septiembre. Clinton lo hace leyendo informes, ensayando frases y posturas favorables, y preparándose para asimilar y responder a los insultos y agresiones que seguramente recibirá de Trump, quien en sus debates en las primarias republicanas demostró que calza buenos puntos en ese menester.
29 de agosto de 2016

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Apreciación de la situación #76
La convocatoria a una manifestación masiva nacional en Caracas por parte de la MUD nacional no podía más que generar grandes expectativas en la población de un país como el nuestro, sometido a diferentes crisis por un gobierno incapaz de reconocerlas y que cuyo único interés es mantenerse en el poder sin importa el costo que eso signifique para la mayoría de las venezolanos.
La MUD nacional y los otros factores democráticos de la oposición han definido, claramente, el objetivo de la convocatoria masiva para que las autoridades del CNE observen, en la calle, la gente que desea conocer la fecha para la recolección del 20% de las firmas para activar el referendo revocatorio, la fecha final del referido evento y la fecha para la elección de los nuevos gobernadores y diputados regionales de los concejos legislativos, visto que el próximo diciembre vence el periodo de los actuales. Una presencia masiva, como se espera, en las calles de la capital con nutrida participación de personas proveniente de las diferentes regiones del país, podría considerarse que cumpliría con las expectativas de la sociedad política opositora convocante luego de lo cual, sin agenda oculta, los manifestantes deberán regresar, pacíficamente, a sus sitios de origen por lo que no debería esperarse otras acciones que generen algún tipo de incertidumbre.
Un cura, con un discurso difuso, asume la convocatoria y sale del oriente del país en una peregrinación individual para sumar voluntades a la convocatoria de la MUD; desde el occidente, unos discapacitados en sillas de ruedas ya vienen transitando las vías para llegar a la capital y hacerse presentes; desde el sur, un nutrido grupo de indígenas de nuestra amazonia también emprendieron una marcha para llegar a la capital el primero de septiembre y hacer valer, con su presencia, sus derechos a revocar al régimen actual.
Pero se aprecia que la convocatoria ha calado hondo en todas las regiones del país y en los diferentes sectores que están, desde ahora, haciendo arreglos para participar en la manifestación, lo que anticipa que las expectativas de los convocantes serán satisfechas, pero ¿cuáles son las expectativas de estos convocados? ¿van a la capital para hacer acto de presencia y luego retornar a sus hogares sin que se produzca un cambio definitivo en la actitud del régimen y de las autoridades electorales? Para muchas de estas personas, afectadas sin dudas por la crisis, la expectativa es que el cambio del régimen sea una posibilidad lo antes posible, pero las expectativas también van acompañadas de incertidumbres de lo que pueda ocurrir ese día, o el siguiente, acompañadas de un deseo subconsciente de que pase “algo” que precipite la salida del régimen.
Para el régimen, y sus seguidores, no hay dudas de que las expectativas de los opositores serán cumplidas. El problema para ellos es que se puedan revivir los hechos del 11 de abril 2002 y ocurran sucesos que desplacen al gobierno, lo terminen de desestabilizar, o lo fuercen a una renuncia anticipada, cuestión que luce, desde el lado opositor, exagerada, pero ¿quién garantiza que las masas no se desborden y se salgan del control de los organizadores?
Las reacciones previsibles del gobierno no se han hecho esperar. El comandante de la guardia nacional ya manifestó que tiene 77.000 efectivos disponibles a lo largo del territorio para que no se produzcan acciones desestabilizadoras, las autoridades aeronáuticas prohíben el vuelo de aviones privados y drones hasta el 05 de septiembre sin explicar el motivo, la autoridad única de la soberanía alimentaria anunció para ese día la implementación de cinco megamercales en la capital para que la población se surtiera de productos de primera necesidad ese mismo día, el alcalde del municipio Libertador anunció que no se daría permiso para manifestar en ese municipio y también convoca una marcha en apoyo del gobierno para el mismo día, el Sebin hace lo suyo y cambia de sitio de reclusión a diferente dirigentes políticos detenidos, se multiplican las alcabalas de control en todas las vías principales del país y en síntesis, el régimen está dando muestras de que aplicará todas las medidas represivas y disuasivas para minimizar la presencia masiva de manifestantes en la capital.
Finalmente, en este país, ante estos niveles de expectativas e incertidumbres políticas y sociales siempre aparece la pregunta crucial que pudiera dar respuestas a esas expectativas e incertidumbre ¿qué harán los militares? ¿cuáles son sus expectativas?
29 de agosto de 2016

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Palos de ciego
En su último libro, Who Rules the World?, Noam Chomsky afirma que para la Administración norteamericana su terrorismo, “aunque sea terrorismo, es benigno”, mientras que el terrorismo ajeno es maligno. El libro de Chomsky, uno de los referentes de Podemos, constituye una denuncia de la inconsistencia y la hipocresía que rigen la política exterior estadounidense, pero lo cierto es que también los ideólogos de Podemos parecen pensar que existe un populismo malo y otro bueno. No sé si esta creencia es hipócrita; me parece inconsistente, equivocada
El populismo es un concepto difuso. Tradicionalmente designaba una ideología caracterizada por la hostilidad a las élites y la devoción al pueblo: según ella, lo que define a las élites es, además de sus privilegios, su egoísmo, su carácter corrupto y su desprecio de la gente común, mientras que lo que define al pueblo es su condición de víctima de las élites y su naturaleza virtuosa; el populismo tradicional también se caracterizaba por su rechazo de la división entre izquierda y derecha, su desconfianza del pluralismo político y su fe en un caudillo capaz de encarnar por sí solo al pueblo y expresar sus deseos.
Todos estos rasgos, típicos de los fascismos, han sido lógicamente vistos con desconfianza por la izquierda democrática. En los últimos años, sin embargo, algunos pensadores de izquierda los han reivindicado; es el caso de Ernesto Laclau, inspirador ideológico del principal teórico de Podemos: Íñigo Errejón. Según Laclau, el populismo es una ideología hueca, sin contenido, pero ahí reside su principal virtud, porque en determinado momento es capaz de alojar toda la frustración y la justa rabia de los oprimidos contra unas instituciones democráticas insuficientes, incapaces de dar respuesta a las demandas de la gente común.
Ese momento es el momento populista, como lo llama Chantal Mouffe, y los populistas deben aprovecharlo para provocar el cambio social con el carburante de la frustración y la rabia y las insuficiencias democráticas. Es lo que ha intentado Podemos. Ahora bien, como los propios populistas reconocen, ese carburante sirve lo mismo para impulsar a Trump o a Le Pen que a Podemos: la única diferencia es que, según Podemos, su populismo es benigno mientras que el de Trump o Le Pen es maligno.
Ahí radica la equivocación o la inconsistencia, si no la hipocresía. Dejemos de lado ahora la desconfianza de la democracia que el populismo moderno ha heredado, igual que su querencia por el carisma de los hombres fuertes (como Trump o Le Pen, Iglesias es menos un político que un caudillo, y es mil veces preferible el peor político que el mejor caudillo, porque el político está hecho para la paz y el caudillo para la guerra); la pregunta es: ¿cómo sabemos que el populismo de Podemos es bueno y el de Trump no? ¿Sólo porque Trump es de derechas y Podemos no? Pero ¿no habíamos quedado en que ya no existen la derecha ni la izquierda sino sólo los de arriba y los de abajo? Y sobre todo: ¿basta cambiar a los de arriba por los de abajo o a la élite por la gente común para que desaparezca la corrupción y un país sea más justo y más próspero?
Dado que nadie con dos dedos de frente se cree la pamema de que el pueblo es esencialmente virtuoso, ¿no ocurrirá más pronto que tarde que, convertidos en la nueva élite, los de abajo se vuelvan tan egoístas, corruptos y privilegiados como los de arriba, la nueva casta como la vieja? ¿Qué habremos arreglado, entonces? ¿No será que, como decía la vieja izquierda, lo que hay que cambiar no son las personas sino el sistema?
No: igual que no hay terrorismo bueno y terrorismo malo, no hay populismo bueno y populismo malo. Igual que todo terrorismo es malo porque apela a la violencia, todo populismo es malo porque apela a la frustración y la rabia (aunque sean justas, o precisamente porque lo son); también porque apela al pueblo, que es una abstracción de trilero, y no a los ciudadanos, que son realidades tangibles, sujetos de derechos y deberes, hombres y mujeres responsables de su destino. A ellos apelaba la vieja izquierda; a ellos, creo yo, debería seguir apelando la nueva.
Profesor de literatura española en la Universidad de Girona
Domingo 28 de agosto de 2016
http://elpaissemanal.elpais.com/columna/populismo-bueno/

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Quienes suscribimos, en representación de nuestras organizaciones, convocamos a todos los venezolanos a la marcha del 01 de septiembre:
1. Venezuela vive hoy la más grave crisis política, económica y social en siglo y medio, así la manifestación y la protesta están plenamente justificadas.
2. La marcha del 01-09 debe convocar a todos los que vivimos y padecemos en este país: sociedad civil, organizaciones sociales, trabajadores, empresarios, comerciantes, academias y profesores universitarios, estudiantes, partidos, a todos, sin monopolización de ninguna clase, y así se lo solicitamos a sus organizadores.
3. La marcha debe exigir la consulta al pueblo mediante referendo como la mejor forma de superar la crisis de gobernabilidad que afecta hoy la vida de los venezolanos y la concreción, mediante el calendario respectivo, de las elecciones regionales este año, y al mismo tiempo debe expresar la enorme demanda social que late en el corazón del pueblo.
4. Subrayamos que los rectores del CNE y en general todos los Poderes Públicos tienen el deber de cumplir y hacer cumplir la letra y el espíritu de la Constitución a los fines de garantizar el ejercicio soberano de la ciudadanía a decidir sobre la conformación del poder político y el destino de la nación.
5. Pero creemos que las demandas políticas no bastan. Por eso también marcharemos para exigirle al gobierno la aceptación de procesos de ayuda humanitaria ya, que al menos puedan paliar los agobios que, especialmente en materia de alimentación y salud, padecen los venezolanos.
6. Solicitamos a la OEA, la ONU y a los Parlamentos Latinoamericano, Andino, y del Mercosur, que instrumenten mecanismos para hacer veeduría directa y acompañamiento al proceso de consulta popular y del Derecho Humanitario ante la crisis sistémica que se vive en nuestro país en todos los órdenes. En este sentido, anunciamos que remitiremos una correspondencia con el contenido de la presente declaración a los representantes de esas instituciones. Así mismo, solicitaremos una audiencia formal con el Representante en Venezuela del PNUD y del Sistema de Naciones Unidas a los fines de hacer entrega en sus manos de dicha comunicación que también será remitida al Parlamento Europeo.
7. Hacemos un llamamiento a que la marcha se realice en paz, sin caer en provocaciones de ninguna procedencia. Importa que el saldo sea el entusiasmo y la moralización de los demócratas y no lo contrario. Sabemos que obstruir o dificultar los caminos al ejercicio de los derechos democráticos es de suyo una incitación a la violencia, pero desde la sociedad civil reafirmamos nuestro compromiso por la paz y los métodos no-violentos de lucha, cualquiera sea la circunstancia y el sendero que nos toque transitar.
8. Exigimos a todos los Poderes Públicos actuar en consonancia para asegurar el respeto al derecho de manifestación pacífica. En este sentido, repudiamos la criminalización de la protesta y la pretensión presente en algunas declaraciones oficiales de descalificarla de antemano.
9. Hacemos en particular un llamamiento desde la sociedad civil a la Fuerza Armada a garantizar el derecho constitucional a la manifestación pacífica. Confiamos en que así sea.
Caracas, 28 de agosto de 2016
FIRMAN
Abriendo Caminos
Aproupel Maracay
Aragua en Red
Aragua sin Miedo
Asamblea de Ciudadanos de Candelaria
Asociación Profesores Jubilados Joel Maracay.
Centro de Ideas Progresistas
Ciudadanía Activa
Colegio de Enfermeras y Enfermeros Distrito Capital
Comité de Usuarios del Transporte
Comunidanas
CTV
Expresión Libre
FCU-UCV
Foro Cambio Democrático
Frente en Defensa del Norte de Caracas
Gente del Deporte
Grupo La Colina
Parlamento Educativo
Primer Poder
Sinergia
Venezuela Libre
….. siguen otras organizaciones

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La gobernanza global es el mantra de la élite moderna. El argumento es que el incremento de flujos transfronterizos de bienes, servicios, capital e información (derivado de la innovación tecnológica y la liberalización de los mercados) generó demasiada interconexión entre los países del mundo como para que cada uno de ellos por separado pueda resolver sus problemas económicos solo. Necesitamos reglas globales, acuerdos globales, instituciones globales.
Esta afirmación goza de tanta aceptación que cuestionarla puede parecer como sostener que el Sol gira alrededor de la Tierra. Pero lo que puede ser verdad en el caso de problemas realmente globales como el cambio climático o las pandemias no es aplicable a la mayor parte de los problemas económicos. Contra lo que oímos a menudo, la economía mundial no es un bien común global. La gobernanza global ayudará muy poco, y a veces ocasionará un perjuicio.
Lo que hace que, por ejemplo, el cambio climático sea un problema que demanda cooperación internacional es el hecho de que el planeta tiene un único sistema climático. Como da lo mismo dónde se emitan gases de efecto invernadero, imponer restricciones a las emisiones sólo en el nivel nacional generaría escaso o nulo beneficio al país que lo hiciera.
En cambio, las buenas políticas económicas (entre ellas la apertura) benefician ante todo a la economía local; y es allí también donde se paga la mayor parte del costo de las malas políticas económicas. Las perspectivas económicas de cada país dependen mucho más de lo que suceda allí que del extranjero. Cuando la apertura económica es deseable, es porque esa política beneficia al país que la aplica, no porque beneficie a otros. La apertura y otras políticas acertadas que contribuyen a la estabilidad económica internacional se basan en el interés propio, no en un espíritu global.
A veces, un país logra una ventaja económica en detrimento de otros; es el caso de las políticas de “empobrecer al vecino”. El mejor ejemplo es cuando el proveedor dominante de un recurso natural (como el petróleo) restringe la oferta en los mercados mundiales para aumentar el precio. Lo que gana el exportador es lo que pierde el resto del mundo.
Un mecanismo similar está en la base de los “aranceles óptimos”, por los que un país grande manipula sus condiciones de intercambio restringiendo las importaciones. En esos casos, hay buenas razones para instituir normas globales que limiten o prohíban el uso de esas políticas.
Pero la inmensa mayoría de las cuestiones de comercio y finanzas internacionales que ocupan la atención de los funcionarios no son así. Pensemos por ejemplo en los subsidios agrícolas y la veda de organismos transgénicos en Europa, el abuso de las normas antidumping en Estados Unidos o la inadecuada protección de los derechos de los inversores en los países en desarrollo. Son, en esencia, políticas de “empobrecerse uno mismo”. Sus costos económicos caen sobre todo en el país que las aplica, aun cuando también puedan perjudicar a otros.
Por ejemplo, los economistas suelen coincidir en que los subsidios agrícolas son ineficientes, y que sus beneficios para los agricultores europeos suponen un alto costo para el resto de la gente en Europa, en la forma de aumento de precios, aumento de impuestos o ambas cosas. Esas políticas se implementan no para sacar provecho a costa de otros países, sino porque otros objetivos internos concurrentes (de tipo distributivo, administrativo o sanitario) se imponen a las consideraciones económicas.
Lo mismo vale para las deficiencias en regulación bancaria o política macroeconómica que agravan el ciclo económico y generan inestabilidad financiera. Como demostró la crisis financiera global de 2008, lo que suceda dentro de un país puede tener enormes consecuencias fuera. Pero si las autoridades regulatorias en Estados Unidos no cumplieron su tarea, no fue porque así su país saliera beneficiado a costa de los demás: la economía estadounidense fue una de las que más sufrió.
Tal vez el mayor fracaso de las políticas actuales sea la incapacidad de los gobiernos de las democracias avanzadas para hacer frente al aumento de la desigualdad. Esto también es una cuestión de política interna, originada en el control, por parte de élites financieras y empresariales, del proceso de definición de políticas, y en los discursos que han elaborado en relación con los límites de las políticas redistributivas.
Los paraísos fiscales son un ejemplo indudable de políticas de empobrecer al vecino. Pero países poderosos como Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea podrían haber hecho mucho más de su parte para poner coto a la evasión fiscal (y a la competencia feroz en reducción de impuestos corporativos) si lo hubieran querido.
De modo que los problemas actuales poco tienen que ver con una falta de cooperación global. Son de naturaleza local y no se pueden corregir mediante normas dictadas por instituciones internacionales, que fácilmente pueden caer presa de los mismos intereses creados que debilitan la política nacional. Muy a menudo, la gobernanza global es sinónimo de implementar la agenda global de esos intereses; por eso casi siempre termina promoviendo mayor globalización y armonización de las políticas económicas locales.
Una agenda alternativa para la gobernanza global se centraría en mejorar el funcionamiento local de las democracias, sin prejuzgar cuáles deban ser las políticas elegidas luego. Sería un modelo de gobernanza global dirigido a mejorar la democracia en vez de la globalización.
Lo que tengo en mente es la creación de normas y requisitos procedimentales globales pensados para mejorar la calidad de los procesos decisorios nacionales. Por ejemplo, reglas globales relativas a (entre otras cuestiones) la transparencia, la representatividad, la rendición de cuentas y el uso de evidencia científica o económica en los procedimientos de decisión locales, sin condicionar el resultado final.
Las instituciones globales ya usan esta clase de normas, hasta cierto punto. Por ejemplo, el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo SPS) de la Organización Mundial del Comercio exige explícitamente el uso de evidencia científica cuando se planteen dudas sobre la seguridad sanitaria de bienes importados. Podrían usarse normas procedimentales similares, con mucho más alcance y efectividad, para mejorar los procesos de toma de decisiones en el nivel nacional.
Las normas antidumping también podrían mejorarse exigiendo que los procedimientos nacionales tengan en cuenta los intereses de consumidores y productores que resultarían perjudicados por la aplicación de aranceles a las importaciones. Las normas sobre subsidios se podrían mejorar exigiendo análisis económicos de costo beneficio que incorporen las posibles consecuencias en materia de eficiencia estática y dinámica.
Los problemas derivados de fallos en el proceso nacional de deliberación solamente pueden resolverse mejorando la toma democrática de decisiones. En esto la gobernanza global sólo puede hacer un aporte muy limitado, y sólo en la medida en que apunte a mejorar la toma interna de decisiones en vez de condicionarla. Fuera de eso, la búsqueda de gobernanza global encarna un anhelo de soluciones tecnocráticas que anulan y debilitan la deliberación pública.
Profesor de Economía Política Internacional en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
Traducción: Esteban Flamini
https://www.project-syndicate.org/commentary/global-governance-false-eco...

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