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Opinión

Con voz propia

¿Tú sabías que el Che (Ernesto Guevara de La Serna) iba para Venezuela? -me preguntó Fidel Castro (FC) en aparte del VII Congreso de la Organización Internacional de Periodistas (OIP), en enero 1971.

-Otra cosa hubiera sido -se respondió el mismo.

En efecto, el guerrillero argentino tenía escogida a nuestra Patria para continuar su lucha revolucionara que patrióticamente combatía la Fuerza Armada que hoy sustenta el régimen que lo proclama Precursor junto a Francisco de Miranda y Simón Bolívar. Pero en aquel entonces no encontró ambiente para su incursión aquí.

Cuando en 1966 Luben Petkoff (LP), quien trató directamente con FC la invasión, le planteó al Che su incorporación. Antes él manifestó decisión de venir, que se encontró con la negativa del Partido Comunista. Ante la nueva situación dijo que él quería comenzar en un país “que estuviera en cero y ya nosotros estábamos adelantado”. Lo cierto es que para la nueva fecha dicho partido se distanció del castrismo porque había decidido abandonar la lucha armada, en la cual seguía el líder fundador de la guerrilla Douglas Bravo y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

FC se apersonó en los preparativos de la invasión y estuvo a punto de “morir en combate” en la guerrilla, de acuerdo a relato que hizo LP en reportaje a Eleazar Díaz Rangel.

“Hay que montar un desembarco exactamente igual al que harán en Venezuela”.

En el simulacro, en una lancha conducida por FC fueron emboscados por un batallón de exterminadores de invasores contra revolucionarios, que en sus actuaciones no dejaban sobrevivientes.

¡Alto, quien vive!

El capitán Mario Bouza, quien hasta hacía poco estaba al servicio del batallón se identificó y les gritó: ¡No disparen, aquí va el Comandante Fidel¡

Y como no le creyeron llamó por sus nombres a oficiales del Batallón. Entonces le ordenaron acercarse, brazos en alto. Así pudieron aclarar la situación.

Cumplidos el entrenamiento, los expedicionarios salieron de La Habana. LP y los 14 cubanos. Arribaron a Venezuela por las playas de Morrocoy, en el Estado Falcón, el 24 de Julio 1966 –hace 50 años- en la operación “Simón Bolívar”. De allí se dirigieron a las montañas donde se unieron a la guerrilla de Bravo.

De los isleños sobresalía Arnaldo Ochoa Sánchez (AOS). En testimonio de Héctor Pérez Marcano, efectivo de la segunda y última invasión castrista en 1967, “llegara a convertirse en el general de más gloria y nombradía en la historia del ejército revolucionario cubano, héroe en Angola, en Sudáfrica y en Etiopía”.

En la guerrilla venezolana participó en 1967 en emboscadas de “El Mortero” entre Sanare y El Blanquito de Lara, el 25/02, fueron muertos 3 efectivos del Ejército y 8 heridos y “Cerro Atascadero” el 16/09, entre Yumare y Duaca, de Yaracuy, donde mataron a 1 oficial, a 1 suboficial e hirieron a 2 soldados.

En 1988, fue ejecutado por tribunal de guerra que presidió Ulises Rosales del Toro, otro expedicionario de 1967. El mismo a quien AOS, según confesión propia le salvó la vida en la incursión guerrillera en Venezuela, “tuvo que cargar en sus espaldas por varios días… para evadir los cercos a que eran sometidos por el ejército”.

Se le vinculó a oficiales del Ministerio del Interior cubano para realización de operaciones de narcotráfico con el Cartel de Medellín. El diario Granma informó AOS y sus cómplices, transportaron 6 toneladas de cocaína vía Cuba, recibiendo a cambio $ 3,4 millones.

Para mayor vergüenza nuestra, no es de extrañar que la invasión comentada sea revolucionariamente celebrada.

Al MARGEN. Turismo por hambruna es la que provoca el militarismo que nos desgobierna. Solo por Táchira pasaron más de 100 mil en fin de semana por restringida frontera a Colombia. jordanalberto18@yahoo.com.

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En 1993, mediante un Decreto firmado por Ramón J. Velásquez, se creó el Consejo de Gobierno del Área Metropolitana de Caracas, definido como un órgano de cooperación, conciliación y coordinación entre los distintos actores políticos responsables de la gestión pública en un mismo territorio denominado metropolitano.

Aquél espacio institucional metropolitano estaba integrado por los Alcaldes de los municipios Libertador, Vargas (Distrito Federal), Chacao, Sucre, Baruta, El Hatillo, Los Salías y Carrizal (Estado Miranda); los Gobernadores de Estado Miranda y Distrito Federal; así como también de una representación del Ejecutivo Nacional a través de los siguientes ministerios: Relaciones Interiores, Desarrollo Urbano, Ambiente y Recursos Naturales Renovables, Sanidad y Asistencia Social, Transporte y Comunicaciones, Descentralización y CORDIPLAN.

El diseño institucional de aquél Consejo de Gobierno, asumió que de manera rotativa, cada 6 meses, un Alcalde o Gobernador del Área Metropolitana asumiría la responsabilidad de presidirlo, y para garantizar la dinámica operativa y administrativa de la misma, se creó la figura del Director Ejecutivo, que según registros públicos fue designado en octubre 1993.

El Decreto que creó en 1993 al Consejo de Gobierno, le atribuyó facultades para: A) Coordinar obras, servicios e inversiones que por su naturaleza exijan un tratamiento integrado. B) Conocer y dar su aprobación al Plan de Ordenación Urbanística que le someta el Ministro de Desarrollo Urbano, antes de su aprobación final. C) Formular propuestas y adoptar acuerdos para el mejor desarrollo de las actividades públicas que se realicen en el área metropolitana, sobre la ejecución de obras y actividades promovidas por órganos competentes. D) Formular propuestas ante órganos nacionales y estadales, así como también sobre los medios de ejecución de diversas obras que se decidan y realicen en el área metropolitana. E) Promover y acordar convenios de mancomunidades y encomiendas de gestión. F) Conocer propuesta de transferencia de competencias.

Para complementar la labor del Consejo de Gobierno Metropolitano, se planteó en el Decreto la creación de 7 Comités de Trabajo, a saber: Comités Metropolitanos para Planificación Urbanística; Transporte y Tránsito; Seguridad y Policía Urbana; Aseo Urbano; Acueductos, Alcantarillados; Salud Pública y por último Mantenimiento Urbano.

En la Memoria y Cuenta del Ministerio para la Descentralización de 1993, se logra identificar que entre los temas que le correspondió abordar en 1993 a aquél Consejo de Gobierno del Área Metropolitana, estaban dos temas de mucha actualidad, uno de ellos era la mancomunidad en materia de aseo y la otra, era la exigencia a Hidrocapital para que acudiera a presentar avances del servicio de agua en el área metropolitana entre otras materias.

El proyecto de Ley Especial para la Restitución del Régimen del Distrito Metropolitano de Caracas, que expone la página oficial de la Asamblea Nacional con fecha 14 de julio de 2016, plantea la necesidad de rescatar el espacio institucional para facilitar el encuentro entre distintas autoridades públicas que actúan en el ámbito territorial metropolitano, eliminado en la reforma de la Ley Especial del Régimen Municipal a dos niveles del Área Metropolitana de Caracas en el año 2009 y que el proyecto denomina Consejo de Gobierno del Distrito Metropolitano de Caracas.

A diferencia de aquél Consejo de Gobierno creado en 1993, el diseño planteado de este nuevo espacio institucional, es asumido en el proyecto de Ley como un órgano auxiliar del Alcalde Metropolitano en aquellas materias municipales propias de la vida local y se propone como una instancia superior de planificación y concertación de Políticas Públicas para la formulación del Plan Estratégico Metropolitano, con la finalidad de coordinar su ejecución y alcanzar el desarrollo armónico integral del Distrito Metropolitano en base a un denominado Sistema Metropolitano de Planificación Pública.

El Proyecto de Ley no desarrolla el diseño de ese Sistema Metropolitano de Planificación Pública por lo que no es posible identificar la participación de los Municipios en ese modelo de planificación, en el marco de lo que la Constitución llama gobierno de dos niveles.

El Consejo de Gobierno del Distrito Metropolitano se presenta como el espacio institucional para facilitar el intercambio de información necesaria para formular recomendaciones a otros órganos del Estado y para el desarrollo de estudios, análisis y búsqueda de las distintas opciones para instrumentar acciones que faciliten la coordinación de la gestión de los niveles de gobierno municipal de la ciudad de Caracas.

Así mismo, el proyecto de Ley reconoce a ese Consejo de Gobierno del Área Metropolitano como una instancia asesora del Alcalde Metropolitano para responder a todas las consultas que éste formule en materia de Plan de Inversión, Programas de Seguridad Ciudadana; Obras de Infraestructura y todas aquellas otras que pos su dimensiones impongan una transformación significativa de algunos de los municipios.

Han pasado 23 años desde aquel Decreto dictado por Ramón J. Velásquez y desde entonces hemos tenido 3 modelos de gobierno metropolitano, el primero planteado en el año 1993; luego en el año 2000 a través de la Asamblea Nacional Constituyente en la cual se mantiene vigente el Consejo de Gobierno del Área Metropolitana, sin mucho desarrollo normativo y menos aún en la práctica; además, aquél contenido aprobado por los Constituyentistas abrió las puertas para crear un modelo confuso, complicado e inviable, al fusionar al extinto Distrito Federal con el Distrito Metropolitano.

Por último, un tercer modelo que fue diseñado en la Ley Especial del Régimen Municipal a dos niveles del área metropolitana del año 2009, que resultó como consecuencia de la creación del Distrito Capital, luego de 9 años de omisión legislativa para su creación. Obviamente, la justificación de crear el Distrito Capital fue una estrategia política útil para debilitar la gestión del gobierno metropolitano presidida por Antonio Ledezma.

Han pasado 23 años y sigue pendiente la tarea de definir un modelo de gobierno metropolitano que permita responder a los desafíos que impone el crecimiento de Caracas, en especial en aquellas materias que desde 1993 son identificadas como propias de un nivel metropolitano.

No se trata de crear un nuevo nivel político territorial autónomo, pues ello supondría revisar el modelo del Poder Público Municipal para el área metropolitana de Caracas; por el contrario, se trata de diseñar un modelo de coordinación y planificación que sin violentar la autonomía municipal, logre acuerdos, consensos y articulación entre las distintas autoridades locales, que permitan superar los grandes desafíos que impone la realidad a través de una autoridad metropolitana.

Artículo escrito para Politika Ucab, 22 de julio de 2016

https://politikaucab.net/2016/07/22/la-institucionalidad-metropolitana-u...

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José E. Rodríguez Rojas

Sectores del chavismo como los agrupados en Marea Socialista han planteado que la desastrosa situación que atravesamos, se debe a la negligencia e incompetencia de Nicolás Maduro y no guarda relación con el legado del difunto ex presidente Chávez. En un artículo previo sobre el legado de Chávez y la corrupción, expusimos la tesis del historiador mexicano Enrique Krauze que no avala los planteamientos de esta agrupación. Según Krauze, el ex presidente construyó un régimen absolutista y personalista en cuyo marco la corrupción prosperó como un subproducto natural del régimen. En la construcción de este régimen, el ejercicio de las libertades propias de la democracia enfrentó restricciones de todo orden. En consecuencia, en lo que a las restricciones a la libertad se refiere ha existido una continuidad con el legado del difunto.

Como lo señala Krauze en su obra “El poder y el delirio”, la mayor paradoja del gobierno bolivariano de Hugo Chavez fue el intento subyacente de restaurar el absolutismo contra el cual luchó El Libertador. Debido a ello, la palabra “libertad” desapareció de su diccionario. El proyecto de futuro de Chávez era un retorno al pasado absolutista, un todo ordenado, paternal, tutelar, con el gran padre Chávez a la cabeza. Opinaba el historiador en el año 2008, que “tras la experiencia democrática de tres décadas Venezuela ha aprendido los valores de la democracia, y la libertad…”; por lo cual “un amplio sector no se plegará a ese concepto totalizador de la política. Por eso Chávez ha asumido frente a la oposición una actitud que recuerda a la Contrareforma: quienes disienten no son adversarios políticos sino enemigos de la verdad, herejes de la religión oficial” a los cuales califica como: “escuálidos”, “pitiyanquis”, “traidores a la patria”, “vende patrias”.

Señala el historiador mexicano, que si bien Chávez llevó a cabo procesos electorales, estos se dieron en un contexto de creciente asfixia de las libertades públicas y control total de los poderes públicos. En el año 2008, señalaba: “Chávez ha ido avanzando por caminos que desembocan en la franca ilegalidad y bordean la dictadura. A pesar de la negativa mayoritaria del 2 de diciembre del 2007 a la reforma a la constitución ha ido imponiéndola por la vía de las leyes habilitantes… Chávez se ha venido arrogando paulatinamente todos los poderes”.

Chávez no escondió desde el inicio su desacuerdo con la democracia y su intención de destruirla. Para ello, según el historiador, Chávez “ha venido implementado el método del cercado. Cercado a la justicia independiente, cercado a la ley civil, cercado (y bloqueo) a los candidatos de la oposición que pueden vencerlo, cercado a los derechos humanos, cercado a la iniciativa privada”.

La creciente asfixia de las libertades públicas se vio reforzado por la influencia del modelo cubano. Señala Krauze, que aunque el gobierno lo niegue, se trata de intentar una vez más el experimento que ya mostró su fracaso total en la Unión Soviética, China y la propia Cuba. El chavismo es una reposición anacrónica de ese modelo montado sobre un solo factor: el precio del barril de petróleo.

La imposición de un régimen absolutista y personalista ha implicado la destrucción de las capacidades de control de las instituciones públicas sobre los desmanes del ejecutivo. Estas instituciones, como el poder judicial y la contraloría, no solo han sido subordinadas al partido de gobierno sino convertidas en instrumentos personales de Chávez para la vendetta política contra la oposición. En el mes de julio de 2007, el Contralor General de la República Clodosvaldo Russian, entregó la lista definitiva de los 260 políticos de la oposición inhabilitados para ocupar cargos públicos por supuestos actos de corrupción y faltas administrativas. También ha utilizado al poder judicial para el cobro de afrentas personales, como se evidenció en el caso del General Raúl Baduel, a quien no perdonó su oposición a sus deseos de perpetuarse en el poder.

El cercado a las libertades que representó el chavismo desde un inicio ha sido reportado por organismos internacionales desde época muy temprana. A mediados de 2008 la ONG Human Rights Watch publicó su informe “Una década de Chávez. Intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los derechos humanos en Venezuela”. El informe documenta cómo la oportunidad que representó la nueva constitución de 1999 para fortalecer el Estado de derecho y la protección de derechos humanos fue desaprovechada. El informe concluyó que en Venezuela se adoptaron un amplio espectro de medidas que debilitaron garantías fundamentales, como la separación e independencia de los poderes, el derecho a la libertad de expresión de los periodistas y el derecho a la libertad de asociación de los trabajadores. Horas después que presentó su informe, el gobierno expulsó del país a su director José Miguel Vivanco.

El asalto a la democracia y las restricciones a las libertades que ella implica, iniciada por Chávez, se han incrementado con el gobierno de Nicolás Maduro; como lo evidencia el reciente informe del Secretario General de la OEA ante la Comisión Permanente de ese organismo donde se reportan cómo los medios de comunicación son sometidos regularmente a procedimientos penales y administrativos… a censura indirecta y al acoso. Se sigue utilizando en medida creciente, los tribunales y juicios penales como arma de persecución política. Se denunciaron al Foro Penal Venezolano, 4253 detenciones, arrestos, o encarcelamientos vinculados a protestas y críticas contra el gobierno. Existen en la actualidad 1986 personas a las que se les aplican medidas restrictivas de libertad, de esas 94 están en las cárceles, entre ellas Leopoldo López y Antonio Ledezma. El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria ha encontrado más de 300 casos de detención arbitraria. Desde el año 2014, se han denunciado al Foro Penal Venezolano 145 casos de castigo cruel e inhumano, incluida la tortura.

La posición del Secretario General de la OEA frente al asalto a la democracia y a las libertades por parte del gobierno chavista-madurista es tajante: “tener presos políticos es claramente un acto de un régimen autoritario”. “El pueblo venezolano se enfrenta a un gobierno que ya no rinde cuentas, que no protege los derechos de los ciudadanos. Un gobierno que ya no es democrático”.

En síntesis el proyecto original del ex presidente Chávez se orientó desde su inicio al establecimiento de un régimen absolutista personalista, en el marco del cual se fueron cercenando las libertades propias del régimen democrático; en consecuencia la realidad apunta a que el gobierno de Nicolás Maduro mantuvo el legado de Chávez profundizando el asalto a la democracia, lo que ha llevado a un escenario dantesco de presos políticos, detenciones arbitrarias y trato cruel e inhumano, que hace imposible hablar de un gobierno democrático en Venezuela. Se trata de un régimen autoritario que continua el legado del difunto ex presidente.

Profesor UCV

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¿Desde cuándo los venezolanos rendimos honores a nuestro héroe patrio?

Señala nuestro historiador, Elías Pino Histurrieta, en su obra “El Divino Bolívar” que una de las primeras manifestaciones alegórica al bolivarianismo surgió en el año de 1832, cuando en San Fernando de Apure, se produce una catástrofe natural.

El rio se desborda inundando a todo el pueblo, y ante aquella tragedia, se le ocurre a la primera autoridad política del pueblo recurrir a la figura epopeyica del libertador.

Debido al colonizaje impuesto por la religión católica, hasta ese momento los venezolanos en sus tragedias y apuros, solo le pedían al Cristo Redentor y a todos los Santos; pero esta vez y quizás sea la primera registrada por la historia, ante la emergencia que los embargaba, toman la épica del caraqueño y deciden realizar un paseo referenciado al glorioso 19 de abril de 1810.

Para levantar la moral de los habitantes del pueblo, deciden realizar un teatro callejero con elementos alegórico a aquella fecha patria. Hombres montados a caballo, simulando al ejército de Bolívar y niños portando dibujos con las caras del Generalísimo Francisco de Miranda y Simón, fueron la nota en aquel desfile patriótico, estimulado por las caudalosas aguas del Apure

Ante las embestidas de del rio, los habitantes de San Fernando se refugiaron en las palabras de Simón Bolívar: “Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.

Esta vez no sólo le rogaron al Dios impuesto a punta de escudo y espada. Desde ese momento descubren que tienen otra imagen redentora a quien imitar, reivindicar y adorar para siempre.

Aquellos humildes vecinos de San Fernando de Apure, sin proponérselo en su justo momento, estaban colocando las primeras piedras del nuevo altar de la patria, donde todos los venezolanos, juraran servirle a al país, tal como lo hiciera Simón Bolívar y su ejercito libertador.

Hoy a sus 233 años de su nacimiento, quienes trajeron a la Constitución Nacional, el nombre de República Bolivariana de Venezuela, y etiquetan su gestión como Gobierno Bolivariano, mantienen a su pueblo en la peor humillación y en una crisis humanitaria, ni siquiera comparable con la tragedia provocada por el sanguinario José Tomas Boves, cuando le impuso al pueblo caraqueño, la penosa marcha hacia el oriente del país, donde casi todos murieron víctima del hambre, los peligros de la selva y el terror impuesto por la guerra.

24 de julio de 2016

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Lester L. López O.

Apreciación de la situación #71

Ya con signos evidentes de cansancio físico y mental, por el juego trancado, el negociador entró al despacho del mandatario por enésima vez, pero esta vez venía dispuesto a plantear una alternativa diferente y por iniciativa propia, sin que aún los representantes de los factores democráticos de la oposición la conocieran. Con gesto contrariado, y también de cansancio, el mandatario le hizo seña para que se sentara en la silla justo frente a él y de una vez comenzó a hablar:

¡Vamos a dejarnos de pajas! Si quieren que entregue el gobierno deben garantizarme la libertad para mí, mi familia y algunos amigos, para empezar por allí...

Con esas francas palabras el mandatario inicio su intervención ante el negociador que representaba a la oposición democrática, este respondió:

Para que eso tenga alguna posibilidad, entonces deberá renunciar voluntariamente "por el bien y la reconciliación del país". Si lo sacan con el revocatorio, los mecanismos institucionales se activarán más rápidamente en contra de usted, recuerde que hay unas cuentas que tiene pendiente incluso internacionalmente.

Pero ¿que sugieren entonces? Preguntó el mandatario...

Anuncie su renuncia y llame a elecciones generales en diciembre, incluyendo a los gobernadores. Usted sabe que el juego está trancado para usted y las opciones no son muchas.

Ajá, ¿pero cómo quedo yo?

Bueno, como usted sabe, el hecho de que usted renuncie no implica que el contralor, el fiscal, muchos magistrados y la mayoría de los jueces deban renunciar, y todos esos señores son fichas suyas. Así que la propuesta es que el nuevo gobierno va a dejar que todos ellos permanezcan en sus cargos hasta que concluyan los periodos para los que fueron designados, eso permitiría que no se produzca una cacería de brujas en el corto plazo y usted, y los suyos, pudiera estar tranquilo dentro del país, recuerde que dentro de un estado de derecho, y eso es una de las promesas de la oposición, se debe seguir el debido proceso, conseguir las pruebas, los testigos, etc., y todo eso se lleva su tiempo, aún con funcionarios y jueces nuevos.

Pero eso no garantiza que dentro varios años me empiecen a perseguir a mí y a mi familia...

Usted sabe cómo es este país, en cuanto las nuevas medidas económicas comiencen a surtir efectos, la gente comienza a olvidarse de algunas cosas de este momento. Además, recuerde que su renuncia fue por el bien del país y a eso se le puede sacar punta en el futuro, en cambio, si pierde el revocatorio, que es lo más probable, las cosas serán de otra manera.

También pudiera convencer a la oposición y a la Asamblea Nacional, que revisen la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional que frenó el TSJ, para que incluyan algunas cláusulas que minimicen las acciones arbitrarias de muchos de los funcionarios de su actual gobierno, incluyendo a los militares, especialmente en todo lo relativo a la violación de los derechos humanos, que es lo que más pesa…

Pensativo, el mandatario evaluaba la propuesta y sus posibilidades; era tan sencilla y razonable que solo atinaba a preguntarse por qué no se le había ocurrido antes, entonces preguntó:

¿En esas elecciones generales, yo podría candidatearme nuevamente? Muchos de mis partidarios seguro que lo van a plantear…

Si renuncia “por el bien y la reconciliación del país” no veo por qué no, además la Constitución no lo impide, en cambio con el revocatorio no puede hacerlo. Otro punto a su favor, presidente, es que en su partido no hay candidato visible que le pueda hacer competencia.

En eso tiene razón, pero hay unos disidentes de nuestras filas que pudieran presentar candidatos propios invocando que son los únicos herederos del finado…

Pero esos no tienen recursos presidente, recuerde que aunque haya renunciado usted, el presidente hasta las elecciones, es de su propio partido, así que los recursos no le faltaran…

Aún tengo otra inquietud por la posible persecución en mí contra ¿Qué pasaría si después de las elecciones se invoca la fulana constituyente originaria que he escuchado por allí? De instalarse esa constituyente, tiene poderes para sustituir a los magistrados, jueces, fiscal, contralor general y al defensor del pueblo de manera inmediata, por lo que yo quedaría otra vez desguarnecido…

Pero presidente, recuerde que aunque eso posiblemente ocurra, el nuevo gobierno va a tener otras prioridades que atender para sacar al país adelante y lograr cierta estabilidad política que permita esa convocatoria, pero aun así, su partido y usted todavía tienen posibilidades de defender el legado del difunto lanzándose a constitucionalista. Su mejor posibilidad es mantenerse activo en la política dentro del país, mientras esté aquí lo respetaran como contendor político y podrá defenderse mejor de los ataques en su contra, de su familia y sus seguidores, pero si se va del país, nadie lo va a defender y va a quedar como un delincuente común y corriente…

Luego de pensarlo por unos minutos contestó:

Bueno, de acuerdo, dígale a la oposición que esas son las condiciones, que no tarden mucho porque me puedo arrepentir y voy a tener muchas presiones internas por aceptarlo, falta que la oposición también la acepte…

Sobresaltado y con un ligero sudor en el cuerpo, a pesar del frio de la habitación del hotel cinco estrella que le pagaba el Estado por sus buenos oficios, el negociador se despertó confundido entre si la conversación había sido un sueño o una propuesta que se le había ocurrido mientras dormía, pero instantes después, convencido de que podía ser una solución, solo le quedó un interrogante:

¿Y si aceptan?

23 de julio de 2016

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La política es conceptualizada como el instrumento para neutralizar los conflictos presentes en una sociedad determinada. A tono con esta premisa el régimen intenta repetir la misma táctica que implementó en el pasado reciente: invitar a la oposición a dialogar sobre la salida a esta crisis. Sin embargo, ya sabemos que el objetivo es otro. Ganar tiempo para intentar solventar la crisis terminal que enfrenta el gobierno. En el otro extremo, la dirección política de la oposición se ha mantenido firme. Ha señalado su disposición a dialogar, una vez que se liberen los presos políticos, en especial Leopoldo López y, desde luego, el referéndum no entraría en la eventual mesa de negociaciones.

Sin embargo, al mismo tiempo que invoca al dialogo, Maduro muestra la naturaleza autoritaria de su régimen y envía señales de la escasa disposición de participar en un intercambio sensato y democrático con la oposición. Voy a subrayar dos. La designación de Didalco Bolívar y Herman Escarrá con la misión de solicitar al TSJ la disolución de la Asamblea Nacional y la ausencia del Presidente de la Republica, del Alto Mando Militar y de los demás poderes públicos en el acto protocolar de la Asamblea Nacional con motivo de la celebración de la firma del Acta de Independencia.

En fin, la república se encuentre cruzada por un conflicto que pareciera que no tiene salida inmediata. Me parece, sin embargo, que existe una puerta para dar escapatoria a este impasse entre los poderes públicos del país. Es indispensable sacar la controversia de los cenáculos de los partidos y volcar la discusión a la calle; incentivar la movilización ciudadana.

¿Cómo movilizar a la ciudanía? ¿Cuál consigna puede ser la apropiada? ¿De qué forma relacionar esta movilización con la solicitud de celebración del referéndum revocatorio?

Bien, voy a intentar dar respuestas a estas interrogantes. Los venezolanos estamos padeciendo una situación de escasez que abarca a una diversidad de rubros y que atraviesa transversalmente a toda la población del país. Pudiéramos denominar a estas insuficiencias (alimentos, medicinas, vehículos, repuestos, ropas de vestir, insumos para la higiene personal, etc.) con la palabra hambre: escasez generalizada de insumos básicos que padece una población de forma intensa y prolongada. En otras palabras, la población sufre de diversos tipos de hambre; desde luego, la más visible de todas es la de alimentos.

Ahora bien, es necesario politizar, en el buen sentido, estas insuficiencias. ¿Cómo hacerlo? Me parece que la respuesta se encuentra en la elaboración de una narrativa que logre articular, por un lado, la necesidad política del momento (referéndum) con esta carencia que padece la población y, por el otro, con la figura de Maduro y su revolución como único responsable de esta calamidad.

Esta narrativa permitiría colocar en el centro del accionar político a los verdaderos protagonistas de esta coyuntura: los ciudadanos. Igualmente, proporcionaría una base adicional de sustento a la iniciativa del referéndum y serviría como elemento de disuasión al intento de aplazar esta convocatoria.

Desde luego, una opción de esta naturaleza tendría posibilidad de éxito si es asumida por la totalidad de los partidos que integran la MUD y, adicionalmente, si rechazan vigorosamente los “cantos de sirena” que provienen del oficialismo.

Las 500 damas que traspasaron la frontera para poder ir a Cúcuta a comprar comida y medicamentos simbolizan la voluntad de cambio que se expresará en el referéndum revocatorio y, en cierta forma, advierten sobre los peligros de caer de nuevo en la trampa jaula del diálogo.

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El asunto del diálogo sí diálogo no ha devenido en un tema de debate nacional e internacional como desiderátum para encarar la crisis venezolana. Incluso para algunos actores políticos se ha convertido en la política, en una especie de solución todo terreno. Al respecto creo necesario hacer algunas precisiones.

La política es confrontación, diálogo, acuerdo, algunas veces la primera, otras la segunda a veces las tres a la vez. La diferencia es que en democracia hay reglas, procedimientos y sobre todo la convicción de que la confrontación no debe trascender ciertos límites y el diálogo es una práctica continua y natural que puede o no desembocar en acuerdos y negociaciones.

El diálogo es un medio, un instrumento - deseable y optimo y si produce resultados, mejor – no un fin en sí mismo. Algunos cometen el error de reducir la política como actividad a la existencia de diálogo, es decir: si no hay diálogo no hay política.

Las experiencias de diálogo y negociación para resolver crisis en otras sociedades son referencias a tomar en cuenta y considerar más no recetas a prescribir para toda ocasión.

La descomunal crisis que vive Venezuela amerita un acuerdo nacional para gestionarla bien y sentar las bases para su superación. Eso sería lo ideal.

Lo anterior es un asunto de sentido común, una verdad de Perogrullo. Pero no se concreta porque quienes detenten el Poder descreen de los acuerdos, de cualquier forma de concertación o negociación salvo cuando ven sus intereses en peligro o mejor dicho su interés básico: el continuismo.

Esa visión proviene de la vocación dictatorial del chavismo. No lo afirmo por maledicencia o interés; si se revisa su discurso y ejercicio del poder se verá que esa ha sido desde el principio su praxis.

Nicolás y la nomenclatura gobernante han desperdiciado varias ocasiones para concretar un dialogo real y productivo. Van por el mismo camino en esta ocasión.

Si querían, sinceramente, construir un proceso de conversaciones serio y con resultados, el régimen debió proceder de otra manera para allanar las justificadas desconfianzas existentes sobre sus motivos. Ha debido hacer algunos gestos para descomprimir el ambiente. Por ejemplo: no boicotear el proceso de activación del revocatorio cambiando constantemente las reglas vía CNE o soltar a los presos políticos, tal y como lo demanda medio mundo; cesar las agresiones verbales y físicas contra dirigentes políticos y ciudadanos disidentes y last but not least autorizar la entrada de ayuda humanitaria.

El actual episodio comenzó mal: Maduro se negó a recibir al enviado del Papa que venía con el encargo de proponer un proceso de conversaciones entre gobierno y oposición. Y con el cuestionado Samper montó un proceso llave en mano sin consultar al interlocutor. Comenzando por una comisión de facilitadores, todos amigos del régimen. Facilitadores que han ido más allá de su labor al sentar opinión como lo hizo Rodríguez Zapatero sobre el Referéndum Revocatorio.

Es correcta la demanda de condiciones y sensatos los planteamientos hechos por la MUD para sentarse con el régimen.

El proceso de diálogo puede ser salvado, y ojalá ocurra, pero para ello el formato original debe ser modificado.

El Gobierno – como principal responsable de que el proceso se materialice, por ser gobierno- debe hacer gestos destinados a descomprimir la situación como los arriba mencionados. Deben incorporarse a la facilitación otros expresidentes o personalidades que generen confianza y credibilidad.

Acierta la MUD cuando busca la creación de condiciones para un diálogo que derive en unos acuerdos convenientes a los intereses de la nación y evitar que sea una pantomima dirigida a comprar tiempo y engañar a los venezolanos con una apertura que no es tal.

Estoy convencido de que viene un cambio por cuanto la situación es demasiado grave e insoportable para el ciudadano común. Preocupa que ese cambio no sea producto de la expresión de la voluntad popular vía Referéndum Revocatorio Presidencial o de una muy justificada renuncia del sr. Maduro. Si el nonato proceso de diálogo revive y facilita ese camino bienvenido sea.

En todo caso las fuerzas democráticas tienen el deber histórico de conducir al país hacia el cambio político necesario y demandado por una mayoría abrumadora haya o no haya diálogo.

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