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Opinión

Abraham F. Lowenthal

PRÓLOGO (Traducido con www.DeepL.com/Translator)

Este informe es un producto del Grupo de Trabajo sobre Venezuela, reunido por el Programa para América Latina del Woodrow Wilson International Center for Scholars. El grupo es un conjunto diverso de expertos, incluyendo académicos y ex altos funcionarios de gobierno de varios países, entre ellos individuos con un profundo conocimiento de Venezuela y de las transiciones desde regímenes autoritarios. Presentan sus análisis y recomendaciones, basados en amplios debates y deliberaciones, a título individual, no como representantes de ninguna institución.

El Grupo de Trabajo sobre Venezuela publicó su primer informe importante en noviembre de 2021, "Democratización en Venezuela: Reflexiones sobre un nuevo camino", cuyo autor es el Dr. Michael Penfold, destacado politólogo venezolano y global fellow del Wilson Center. El informe explora las perspectivas para la redemocratización de Venezuela y para lograr la paz social y el crecimiento sostenible en un país debilitado por décadas de extrema polarización política, catastrófico declive económico, corrupción pública, gobierno represivo y sanciones internacionales.

El informe, cuyo autor es el Dr. Abraham F. Lowenthal, director fundador del Programa Latinoamericano y uno de los principales estudiosos de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina y de la gobernabilidad democrática, examina las negociaciones recientemente reanudadas entre el gobierno venezolano de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria, que representa a la oposición democrática. Para muchos observadores de la prolongada crisis de Venezuela, estas negociaciones están condenadas al fracaso. Ese escepticismo es comprensible, y no sólo porque las conversaciones anteriores hayan producido pocos resultados significativos. Después de todo, los principales objetivos de la oposición incluyen elecciones libres y justas que podrían muy bien conducir al fin del gobierno autocrático de Maduro. Además, el gobierno de Maduro ha consolidado su autoridad en los últimos años y ha supervisado una modesta recuperación económica. Por el contrario, la oposición y su principal figura, Juan Guaidó, han visto mermado su apoyo. ¿Por qué entonces los representantes de Maduro harían serios compromisos en la mesa de negociaciones?

Puede que no. Pero el Grupo de Trabajo sobre Venezuela ve posibilidades de que se produzcan avances en estas negociaciones, especialmente si Estados Unidos sigue ofreciendo incentivos, incluido el alivio de las sanciones, que animen al gobierno de Maduro a participar seriamente en este proceso. El apoyo del Grupo de Trabajo sobre Venezuela a las negociaciones no refleja ignorancia o ingenuidad con respecto a la naturaleza de la dictadura venezolana, sino más bien un análisis cuidadoso de los intereses del gobierno de Maduro. Estos incluyen el levantamiento de las sanciones y la normalización de las relaciones internacionales de Venezuela, ambos esenciales para la estabilidad política y económica de Venezuela a largo plazo. Además, Maduro y sus rivales han demostrado su capacidad para llegar a acuerdos, como el reciente acuerdo sobre un fondo de 3.000 millones de dólares, que será administrado por Naciones Unidas, para ayuda humanitaria urgente, con cargo a los activos venezolanos congelados por Estados Unidos.

Como en la mayoría de las transiciones desde el autoritarismo, el proceso en Venezuela será probablemente lento e implicará compromisos incómodos. Como escribe Lowenthal, "es poco probable que las conversaciones y los posibles acuerdos produzcan un rápido traspaso de poder", o que "eliminen los profundos resentimientos entre los venezolanos o produzcan una recuperación económica inmediata". Sin embargo, este diálogo podría mejorar la vida cotidiana y las perspectivas de millones de venezolanos y, al menos, empezar a reconstruir las fracturadas instituciones del país. Eso sería preferible a la alternativa, el castigo perpetuo que el gobierno de Maduro merece ampliamente pero que tiene pocas perspectivas de desalojar a la dictadura.

Por esa razón, casi el 90 por ciento de los venezolanos apoyan estas negociaciones, y nosotros también.

En nombre del Wilson Center y de su Programa para América Latina, expreso nuestro profundo agradecimiento a Abe por sus incansables esfuerzos para aprovechar la experiencia de los miembros del Grupo de Trabajo sobre Venezuela y llegar a un consenso. Sus contribuciones a esta publicación reflejan un compromiso de décadas con el Programa para América Latina. También demuestran su inquebrantable apoyo a la democracia y su inquebrantable convicción de que un diálogo y una negociación serios pueden abrir el camino para salir del autoritarismo, incluso, o quizás especialmente, en casos que implican grandes desequilibrios de poder e intereses y visiones del mundo enfrentados.

Benjamin N. Gedan, PhD

Director en funciones, Programa para América Latina, Wilson Center

Diciembre de 2022

El informe se incluye como archivo adjunto.

 3 min


Nurelyin Contreras

Chevron Corporation reanudó sus operaciones en Venezuela a finales de noviembre de 2022, luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciara que su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) otorgó una licencia limitada por seis meses para la extracción de petróleo en el país. Sin embargo, mantiene la prohibición de pagar impuestos y regalías a la Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

La Licencia No. 41, con fecha del sábado 26 de noviembre de 2022, permite a la transnacional estadounidense producir petróleo y derivados en Venezuela, para poder exportarlos a Estados Unidos; así como importar los insumos necesarios para las operaciones.

De hecho, la propia Chevron confirmó que las actividades de envío en Venezuela comenzaron en este mes de enero y dijo que la compañía se enfoca en “operar de manera segura y confiable” luego de reiniciar las operaciones en sus empresas conjuntas afiliadas en diciembre.

El primer cargamento partió de un centro de transferencia de barco a barco cerca de Aruba a su refinería de Pascagoula, Mississippi, según los datos de envío vistos por Reuters el martes.

Sin embargo, la transnacional estadounidense se ha topado con varias dificultades, como la falta de dragado en el canal de navegación del Lago de Maracaibo, estado Zulia, que retrasa las exportaciones al país norteamericano, según la agencia de noticias Reuters.

En tanto se van superando los escollos operacionales, Chevron está buscando personal en distintas áreas para trabajar en Venezuela, donde es socio en cuatro empresas mixtas con Pdvsa y estas son: Petropiar, Petroboscán, Petroindependencia y Petroindependiente.

Francisco Monaldi, economista y experto petrolero, explicó que las operaciones de Chevron -que se han dado en menos de dos meses y de manera rápida-, es algo que «todos nos esperábamos», debido a las negociaciones que se venían desarrollado entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela «desde hace muchísimo tiempo».

Chevron tiene suficiente petróleo en inventario para exportar

De acuerdo con datos manejados por Reuters, para el pasado 23 de noviembre Chevron ya contaba con 1,79 millones de barriles de petróleo exportables en inventario en sus cuatro empresas mixtas que operan en Venezuela .

Tomando como referencia esta información, Monaldi detalló que, por ejemplo, PetroPiar tenía 1,8 millones de barriles en inventario, mientras que PetroBoscán contaba con los tanques full. «La razón por la que Boscán no producía es porque no tenía más espacio en los tanques. D manera que tenían bastante inventario; además de que en PetroPiar estaban produciendo mas de 50 mil barriles diarios por día», dijo.

Según Reuters, en el primer mes de 2023, Chevron habría logrado exportar unos 500.000 barriles de petróleo pesado Hamaca a Estados Unidos, embarcados desde el puerto Jose de Pdvsa, ubicado en el estado Anzoátegui, provenientes de la empresa mixta petrolera PetroPiar operada por ambas compañías.

Para Monaldi, esto no es de extrañar, debido a que «eso estaba previsto». Incluso, el objetivo era exportar en diciembre porque «hay un montón de petróleo en inventario acumulado». De manera que Chevron tiene la capacidad de exportar crudo sin necesidad de incrementar su producción.

«Por ejemplo, PetroBoscán, que estaba en cero, ahora ya está en territorio positivo. Pero, incluso, sin producir nada, puede exportar bastante petróleo del que ya está en los tanques en inventario», agregó el director del Programa de Energía para América Latina en el Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice.

No obstante, Monaldi aclaró que la exportación de crudo va a depender de la autorización que otorgue Pdvsa a Chevron.

«Para Pdvsa es un tema de negociación de cuanto se cobra Chevron. Creo que esa es la variable», comentó el experto petrolero, al recordar los obstáculos que se les ha presentado a la petrolera norteamericana, como el problema del dragado en el Lago de Maracaibo.

«La variable fundamental de la velocidad en que salgan tanqueros, dado que ya existen inventarios, son por ahora las negociaciones con Petróleos de Venezuela. Pero, claramente, Chevron está moviéndose rápidamente para recuperar la operación dentro de los límites bastante restrictivos que impone la nueva licencia. Ciertamente, le permite operar y claramente Pdvsa ha autorizado que Chevron tome control de las operaciones como hemos visto en los últimos días, con los anuncios de nombramientos, etc», añadió Monaldi.

Nuevos nombramientos en la industria petrolera y reuniones

La junta directiva de la empresa mixta PetroPiar aprobó la designación de Martin Philipsen como nuevo gerente general para la organización, quien además forma parte de la petrolera Chevron. Quedó establecido que esta designación se fijó a partir del 8 de diciembre de 2022.

La decisión de selección de un extranjero -por primera vez- para la administración de una empresa mixta, «se basó en el conocimiento general del negocio, las capacidades de liderazgo, las habilidades de manejar relaciones con clientes críticos internos y externos y la capacidad de generar resultados para el negocio”, se lee en parte del escrito de la nota de prensa.

Philipsen es graduado en Ingeniería de la Universidad Boschveld en Eindhoven, Holanda y cuenta con una maestría en Ingeniería de Producción y Energía de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, Holanda y otra en Economía y Gestión Empresarial en el Instituto Francés de Petróleo.

Asimismo, el pasado viernes el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, designó a Pedro Rafael Tellechea Ruiz como el nuevo presidente de PDVSA, en sustitución de Asdrubal Chávez, quién permanecía en este cargo desde abril de 2020.

Tellechea es militar, ingeniero mecánico y especialista en Finanzas Públicas. En septiembre de 2022, estuvo al mando del retorno de la empresa colombo-venezolana Monómeros, filial de Pdvsa en el país neogranadino, que ahora volvió a estar bajo la gestión del gobierno de Maduro, luego de casi cuatro años administrada por el llamado «interinato» de Juan Guaidó, que era reconocido como autoridad legítima por el Ejecutivo de Iván Duque, hasta que Gustavo Petro tomó el poder de la presidencia de Colombia.

El vicepresidente Sectorial de Economía, Tareck El Aissami, juramentó este lunes a la nueva directiva de Pdvsq, la cual está conformada por:

Presidente: Pedro Rafael Tellechea Ruiz

Vicepresidenta de Finanzas: Heifred Jhoselin Segovia Marrero

Vicepresidenta de Comercio y Suministro Internacional: Génesis Sabrina Ron Solano

Vicepresidente de Comercio y Suministro Nacional: Juan Carlos Díaz Socorro

Vicepresidente de Exploración y Producción: Erick Jacinto Pérez Rodríguez

Vicepresidente de Refinación: Gabriel Rafael Oliveros

Vicepresidente de Asuntos Internacionales: Ronny Rafael Romero Rodríguez

Vicepresidente de Planificación e Ingeniería: Tovar Hugo Villalobos García

Vicepresidente de Gas: Juan Vicente Santana Migliacion.

Antes de dichos nombramientos, el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, informó el martes 29 de noviembre que había sostenido una reunión de trabajo con el presidente de Chevron en Venezuela, Javier La Rosa, y expresó que se firmarían nuevos contratos para el impulso de las empresas mixtas en Venezuela “en el marco de la Constitución».

En diciembre funcionarios del gobierno de Maduro y ejecutivos de Chevron Corp. sostuvieron una reunión privada, con el propósito de debatir temas relacionados a las «operaciones y la gestión», informó Reuters.

De acuerdo con esta agencia de noticias, estaba previsto que se comunicaran con los trabajadores de las cuatro empresas mixtas que comparten la estatal venezolana y Chevron, para informarles sobre los cambios operativos y de gestión.

Chevron busca personal para trabajar en Venezuela

Chevron público en su website oficial; así como en su cuenta de Linkedin la solicitud de búsqueda de personal para trabajar en Venezuela. En total son cuatro cargos que ofrecen, aunque no precisan el número de empleados ni si ya fue contratado el personal.

Todos los aspirantes deben tener el correcto dominio del idioma inglés. Los cargos a ocupar son:

Programador de carga: gestiona el movimiento de personas, materiales, equipos por tierra, mar y aire. Desarrolla estrategias de apoyo al movimiento comercial y operativo que equilibran la confiabilidad, la garantía del suministro y la administración comercial. Mantiene conexiones continuas con los clientes internos para la planificación de la demanda de movimiento al tiempo que garantiza que los proveedores externos respalden la programación y la ejecución del movimiento. Administra y/u opera bases en tierra, campamentos, helipuertos, aeropuertos y tecnologías logísticas asociadas.

Link para postularse:

https://careers.chevron.com/job/barcelona/cargo-scheduler/38138/42555717776

Asistente Administrativo: brinda apoyo administrativo o de oficina a empleados, departamentos o funciones no ejecutivos. Realizar trabajos de mayores niveles de complejidad, alcance e impacto. Puede ayudar con proyectos más complejos. Conocimiento detallado de los procesos y procedimientos del grupo de trabajo.

Link para postularse:

https://careers.chevron.com/job/venezuela/administrative-assistant/38138/42536243040

Expeditor: gestiona el movimiento de personas, materiales, equipos por tierra, mar y aire. Desarrolla estrategias de apoyo al movimiento comercial y operativo que equilibran la confiabilidad, la garantía del suministro y la administración comercial. Mantiene conexiones continuas con los clientes internos para la planificación de la demanda de movimiento al tiempo que garantiza que los proveedores externos respalden la programación y la ejecución del movimiento. Administra y/u opera bases en tierra, campamentos, helipuertos, aeropuertos y tecnologías logísticas asociadas.

Link para postularse:

https://careers.chevron.com/job/barcelona/expeditor/38138/42528179184

Administrador de contratos: ejecuta el proceso de contratación de Chevron P/SCM. Selecciona la estrategia de contratación adecuada, desarrolla los alcances del trabajo, la estructura de compensación y el vehículo de contratación (por ejemplo, contrato, orden de compra, tarjeta P) para gestionar eficazmente el riesgo comercial. Identifica y califica a los posibles proveedores de materiales y servicios y supervisa las licitaciones, la evaluación de ofertas y la adjudicación de contratos. Trabaja en estrecha colaboración con expertos legales y en la materia para garantizar el cumplimiento del contrato durante todo el ciclo de vida del contrato (planificación del contrato, ejecución, gestión posterior a la adjudicación y mitigación de reclamaciones).

Link para postularse:

https://careers.chevron.com/job/venezuela/contract-administrator/38138/42518271552

11 de enero 2023

Hispanopost

https://hispanopost.com/monaldi-chevron-esta-moviendose-rapidamente-para...

 7 min


Richard Haass

El jugador de béisbol estadounidense Lawrence "Yogi" Berra es ampliamente citado por su observación: "Es difícil hacer predicciones, especialmente sobre el futuro". Lo dijera o no, el argumento es válido. No obstante, he aquí diez predicciones sobre el mundo para el año que acaba de empezar.

En primer lugar, la guerra en Ucrania, el tema dominante de 2022, continuará, aunque a un nivel menos intenso. Ni Rusia ni Ucrania serán capaces de lograr una victoria militar completa, si por victoria se entiende arrollar al otro bando y dictar los términos de un acuerdo territorial o político de posguerra.

Tampoco los diplomáticos lograrán la victoria, si ésta se define como alcanzar un acuerdo que ambos gobiernos estén dispuestos a firmar y acatar. La paz requiere líderes dispuestos y capaces de comprometerse, dos elementos que brillan por su ausencia (aunque por razones muy diferentes) en ambos bandos.

En segundo lugar, aunque muchos responsables políticos se centran en la posibilidad de una guerra por Taiwán, esto parece muy poco probable en 2023. El líder chino, Xi Jinping, tiene mucho trabajo con la oleada de casos de COVID-19 que está desbordando el sistema sanitario de su país, suscitando dudas sobre la competencia del Partido Comunista en el poder y debilitando aún más lo que ya era una economía en desaceleración. China no ha abandonado en absoluto su objetivo de hacerse con el control de Taiwán, por la fuerza si es necesario; pero aunque seguirá aumentando la presión sobre Taiwán, lo más probable es que haya aplazado las acciones altamente agresivas durante al menos unos años.

En tercer lugar, la gran noticia del año será la emergencia de Japón como actor geopolítico de primer orden. El crecimiento económico de la tercera economía mundial se ha revisado al alza hasta el 1,5%, y el gasto en defensa va camino de duplicarse y alcanzar el 2% del PIB. Japón, con uno de los ejércitos más capaces de la región, también se alineará más estrechamente con Estados Unidos para disuadir o, en caso necesario, defender de la agresión china contra Taiwán. Incluso más que en el caso de Alemania, 2023 será el año en que Japón entre en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial.

En cuarto lugar, Corea del Norte llevará a cabo casi con toda seguridad la que será su séptima prueba nuclear, además de frecuentes ensayos de misiles. Ni Corea del Sur ni Estados Unidos podrán impedirlo, mientras que China, el único país en condiciones de hacerlo, se abstendrá de utilizar su considerable influencia para no debilitar a su vecino y poner en marcha una dinámica que podría causar inestabilidad en su periferia.

En quinto lugar, las relaciones transatlánticas, por ahora más sólidas debido a la voluntad compartida de hacer frente a la invasión rusa y ayudar a Ucrania, sufrirán un aumento de las fricciones, debido al descontento de los europeos con el proteccionismo económico estadounidense y del descontento de los estadounidenses con la continua dependencia económica del continente respecto a China. Los lazos también podrían resentirse por las nuevas diferencias sobre el alcance del apoyo militar, económico y diplomático a Ucrania y los niveles de gasto en defensa.

En sexto lugar, es probable que la economía mundial crezca más despacio de lo que prevén la mayoría de los observadores. El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento global del 2,7%, pero la realidad bien podría ser inferior, debido a las repercusiones de la mala gestión china de la COVID-19 y a la trayectoria de la Reserva Federal estadounidense, que parece decidida a seguir subiendo los tipos de interés en un esfuerzo por reducir la inflación. La inestabilidad política en algunas zonas de África y América Latina, los fenómenos meteorológicos extremos y las perturbaciones de la cadena de suministro también serán un lastre para los resultados económicos mundiales.

En séptimo lugar, la Conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28, que se celebrará en Dubai) seguirá decepcionando. Dado que las preocupaciones económicas a corto plazo prevalecen sobre las consideraciones climáticas a medio y largo plazo, es probable que los efectos del calentamiento global empeoren antes de que... empeoren aún más.

En octavo lugar, las relaciones entre Israel y Palestina se volverán más violentas a medida que se amplíen los asentamientos israelíes y la diplomacia no muestre perspectivas de crear un Estado palestino en términos que tanto israelíes como palestinos puedan aceptar. En su lugar, un futuro que podría describirse como una "no solución de un solo Estado" estará más cerca de convertirse en realidad.

En noveno lugar, India seguirá frustrando a quienes le auguran grandes cosas. India seguirá comprando armas y petróleo a Rusia y aferrándose a una postura de no alineación, incluso cuando busque una mayor ayuda de Occidente contra China. Y en su propio país, el peligro es que India siga haciéndose cada vez más antiliberal y menos secular.

Por último, Irán será probablemente el tema dominante de 2023. Las protestas contra el régimen ganarán fuerza en un contexto de deterioro económico cada vez mayor y de divisiones emergentes en el seno de los dirigentes sobre si llegar a un compromiso con los manifestantes o detenerlos y matarlos. El acuerdo nuclear de 2015 no se reactivará, dada la ayuda militar de Irán a Rusia y el deseo de Estados Unidos de evitar lanzar un salvavidas económico al asediado régimen.

Es posible que los dirigentes iraníes opten por seguir avanzando en su programa de armas nucleares con la esperanza de lograr un gran avance o de desencadenar un ataque israelí, lo que les permitiría hacer un llamamiento a la unidad nacional ante un ataque externo. Otra posibilidad es que la cohesión de las fuerzas de seguridad dé paso a algo parecido a un conflicto civil. Por primera vez desde la caída del Sha en 1979, el futuro de la República Islámica se verá seriamente amenazado.

Puede que todo esto no contribuya a un año nuevo feliz, pero garantizará un año interesante.

Traducido con DeepL

2 de enero de 2023

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/ten-major-global-developmen...

 4 min


José Urrejola

El rápido crecimiento económico no solo puede repercutir en los guyaneses, sino también en los países vecinos. Ante la necesidad de mano de obra, muchos latinoamericanos podrían emigrar a Guyana.

Guyana, un pequeño país de poco más de 800 mil habitantes ubicado al noreste de Suramérica, es uno de los más pobres de la región, pero muy pronto podría dejar de serlo. Grandes consorcios extranjeros, como ExxonMobil o Hess Corporation, extraen cerca de 400.000 barriles de crudo al día de las reservas halladas en 2015 frente a las costas del país angloparlante, generando más de mil millones de dólares en ganancias.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), con un aumento de casi un 60 por ciento en su producto interno bruto (PIB), Guyana fue el país que más creció en 2022 y podría seguir haciéndolo este año: "El PIB per cápita ya supera los 9.000 dólares. Se espera que las reservas de petróleo comercialmente recuperables de Guyana superen los 11.000 millones de barriles", informó el FMI.

Asimismo, según previsiones de ExxonMobil, Guyana se convertirá en la potencia petrolera con la mayor producción per cápita del mundo entre 2027 y 2030.

Desarrollo económico "transformador"

En su mensaje de Año Nuevo, el presidente guyano, Irfaan Ali, aseguró que su Gobierno garantizará que "los frutos de este crecimiento se repartan de forma más equitativa entre nuestra población. Nuestro objetivo primordial es la prosperidad compartida, caracterizada por la reducción de las desigualdades".

En conversación con DW, Lars Mangal, director ejecutivo de Totaltec Oilfield Services Limited en Guyana, afirmó que este "desarrollo económico transformador" se está produciendo "a una escala que no se ha visto en ningún otro lugar del mundo". Guyana "pasó de ser uno de los países más pobres del hemisferio occidental, a ser la economía de más rápido crecimiento del mundo", celebró.

Los desafíos de Guyana

Sin embargo, este crecimiento acelerado debe tomarse con cautela. Luis Oliveros, economista venezolano especialista en petróleo, señaló a DW que "Guyana tiene un enorme desafío de no cometer los mismos errores que ha cometido en 100 años Venezuela, y sobre todo en los últimos 24".

"Tiene que buscar fortalecer sus instituciones, crear mecanismos de ahorro —como fondos de estabilización— y de inversión. Debe tratar de que el petróleo impacte de manera positiva y sostenida en su economía", añadió.

¿Un lugar para emigrar?

El creciente interés extranjero en los recursos naturales de Guyana también requiere de más trabajadores para otras áreas: "Fuera del sector petrolero, donde ya hay una gran cantidad de expatriados trabajando, Guyana va a necesitar trabajadores para los sectores de construcción, proyectos de ingeniería o desarrollo del sector médico", explicó Mangal. "Como parte de esta transformación, Guyana acogerá a trabajadores internacionales", agregó.

La migración hacia Guyana va a depender "tanto del ritmo de la actividad, como de las políticas del Gobierno, pero seguramente recibirá presiones migratorias", consideró Roberto Kozulj, economista argentino e investigador de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), en diálogo con DW.

En tanto, Oliveros, insistió en que el país debe trabajar en "mejorar la calidad de vida de la población para poder atraer efectivamente el capital humano que necesita. Hay mucho por hacer: mejorar aeropuertos, carreteras, servicios y hoteles, entre otros. Lo bueno es que son conscientes de eso y están trabajando para lograrlo".

El impacto de Guyana en la región

Guyana tiene el potencial de "convertirse en un fuerte y serio actor en la región, con la capacidad de apoyar no solo a los países del Caribe, sino que también conectando con países como México, países de Centro América y quizás, en el futuro, incluso con Venezuela", opinó Mangal.

Oliveros, quien también es profesor de Economía Petrolera en la Universidad Central de Venezuela, concordó: "En poco tiempo, (Guyana) va a producir más petróleo que Venezuela y su potencial es superior al de Colombia".

"Guyana constituye un país atractivo para la inversión, por lo que los países de la región deben tenerlo en cuenta", concluyó este experto: "No solo competirá con ellos por los mercados de crudo y producción, sino que también competirá por inversiones y capital humano".

12 de enero 2023

DW

https://www.dw.com/es/cómo-puede-impactar-el-gran-crecimiento-económico-de-guyana-en-américa-latina/a-64362652?maca=spa-newsletter_sp_Titulares-2358-xml-newsletter&r=17270402411132159&lid=2404159&pm_ln=184470

 3 min


Human Rights Watch

En noviembre de 2021, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, abrió una investigación sobre posibles crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Desde 2020, la Misión de Determinación de los Hechos de las Naciones Unidas ha identificado motivos suficientes para creer que se han cometido crímenes de lesa humanidad como parte de una política estatal de represión de opositores.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), que cuenta con presencia en Venezuela, en 2022 dejó de tener acceso a los centros de detención donde hay presos políticos.

Las autoridades judiciales han sido partícipes o cómplices en abusos, sirviendo como mecanismo de represión.

Venezuela atraviesa una emergencia humanitaria compleja, con millones de personas sin acceso a atención básica de la salud ni a una nutrición adecuada.

Las autoridades persiguen y procesan penalmente a periodistas, defensores de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil. Entre los problemas que persisten se incluyen brutalidad policial, falta de protección para las comunidades indígenas y condiciones penitenciarias deficientes.

El éxodo de cerca de 7,1 millones de venezolanos representa una de las mayores crisis migratorias del mundo.

Un informe elaborado en 2022 por una misión de observación electoral de la Unión Europea planteó recomendaciones concretas orientadas a generar las condiciones para que haya elecciones libres y justas. Las negociaciones, que estaban suspendidas desde octubre de 2021, se reanudaron en noviembre.

El informe relativo a Venezuela, que puede ser revisado en el archivo adjunto, presenta observaciones particulares sobre los siguientes puntos:

Persecución, detención y tortura de opositores políticos

Presuntas ejecuciones extrajudiciales

Grupos armados

Independencia judicial e impunidad de los abusos

Derechos indígenas y minería

Derechos de las personas con discapacidad

Orientación sexual e identidad de género

Derechos de la mujer

Derecho de voto

Emergencia humanitaria

La crisis de refugiados

Libertad de expresión

Defensores de derechos humanos

Condiciones en centros de detención

Actores internacionales clave

 1 min


Maxim Ross

Quienes tengan el interés y la oportunidad de leer este ensayo se preguntarán porque escogimos estos nombres para titularlo y la razón es muy simple: Por un lado, Venezuela es petróleo y petróleo es Venezuela. Nuestros últimos 100 años de historia están signados por el descubrimiento y explotación de ese recurso natural, con todas las implicaciones y consecuencias que conocemos.

De otro lado, PETROLIA estaría representando una era que estaría por terminar y abre una oportunidad para construir una Nueva Venezuela, donde el petróleo no tenga el mismo protagonismo y cambiemos la manera de organizarla.

Cuando lo afirmamos de esta forma no estamos diciendo que el petróleo se esté acabando o que no siga siendo explotado.

El fin de PETROLIA no es este. Lo que queremos puntualizar es que esa era tuvo un determinado enfoque y es a eso a lo que nos referimos cuando decimos que ese “modelo” está mostrando su agonía, en lo económico, lo político, lo institucional y lo social.

En este ensayo nos concentramos en refutar las ideas y la ideología que orientaron a Venezuela en esos 100 años, cuyos resultados están a la vista.

Invitamos a acompañarnos en esta interpretación y esta apuesta por Una Nueva Venezuela.

Interesados pueden adquirir el libro en:

https://www.amazon.com/-/es/Maxim-Ross/dp/B09JDXNW9Y

Número de páginas: 280

Fecha de publicación: 13 Octubre 2021

ISBN-13: 979-8496006651

 1 min


José Urrejola

Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela parecen haber experimentado una leve mejoría en 2022. Debido a que la guerra en Ucrania se alarga, el país norteamericano buscó nuevas alternativas energéticas y se fijó en el petróleo venezolano.

Además de discutir un posible relajamiento de sanciones económicas e intercambio de prisioneros, el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, le otorgó una licencia a la empresa energética Chevron para operar por seis meses en Venezuela.

EE. UU. celebra también que la oposición y el régimen de Nicolás Maduro hayan retomado el diálogo recientemente, aunque exige elecciones libres y democráticas de cara a las primarias de este año y a las presidenciales de 2024.

¿Mejorarán las relaciones en 2023?

"Venezuela está totalmente lista para normalizar las relaciones con EE. UU.", declaró Maduro a principios de año. Washington, al día siguiente, respondió que Maduro "no es el líder legítimo de Venezuela" y que reconoce a la Asamblea Nacional de 2015 como la última institución democrática del país.

"La probabilidad real de mejorar las relaciones es muy baja", afirma a DW Evan Ellis, experto en Estudios Latinoamericanos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), de EE. UU.

"No veo que el Gobierno de Maduro tenga la intención de seguir las exigencias del Gobierno de Biden. Sus insinuaciones de negociar seriamente son realmente escasas. Aunque EE. UU. siga buscando formas de mejorar las relaciones, no creo que Maduro coopere", agrega.

Para Carlos Romero, politólogo y analista internacional venezolano, se trata de "una situación difícil de pronosticar. No hay a la luz una oportunidad de consenso. Yo creo que es una situación que está en el limbo, porque todavía no hay ideas o fundamentos claros de que la relación va a mejorar", dice a DW.

Víctor Mijares, profesor de la Universidad de Los Andes en Colombia, tiene algo de esperanza: "Hay posibilidades de avanzar, sobre todo si prevalece el enfoque pragmático del Gobierno de Biden", expresa a DW. Sin embargo, advierte que Washington tendría que ser "aún más pragmático" si quiere lograr un mayor acercamiento a Caracas.

El rol de Washington, a pesar de su "doble estándar"

Al Gobierno de Biden se le critica por su "doble estándar". Mientras califica de "ilegítimo" a Maduro, hace negocios con él por el petróleo venezolano: "Cada vez más Gobiernos están haciendo políticas por intereses, y no políticas por moral", señala a DW Daniel Varnagy, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Simón Bolívar, en Venezuela, y califica esta práctica como habitual en el siglo XXI.

Por su parte, Mijares, sostiene que "puede parecer incoherente políticamente, sobre todo de cara a la imagen exterior estadounidense. Pero cuando se toma en cuenta como criterio la seguridad energética, cobra sentido".

En tanto, Sabine Kurtenbach, investigadora del Instituto GIGA, de Hamburgo, insiste en que EE. UU. se acercó a Venezuela "por mera necesidad" y considera que el país norteamericano debe "seguir presionando para que el Gobierno dialogue con la oposición. Pero, desde el exterior, mucho más no se puede hacer", subraya la especialista consultada por DW.

¿Qué pasa con la oposición venezolana?

El Gobierno interino de la Asamblea Nacional de 2015, liderado por un mermado Juan Guaidó, fue recientemente disuelto. La oposición deberá reorganizarse: "Son los venezolanos y las venezolanas quienes tienen que ponerse de acuerdo sobre cuál es el país que quieren. La oposición tiene el apoyo internacional, pero no tiene muchas oportunidades de mover cosas", enfatiza Kurtenbach.

Ellis, del CSIS, indica que es importante que la oposición se comprometa a "presentar una plataforma coordinada y un candidato de unidad para las elecciones" y, luego, "intentar impulsar un proceso de mayor transparencia, con observadores internacionales y reformas del proceso, para tratar de que sea más difícil que Maduro se robe las elecciones".

El politólogo Romero cree que el gran bloqueo de las relaciones diplomáticas, comerciales y consulares podría reducirse "si la oposición presta una mayor colaboración con EE. UU. y con el Gobierno de Maduro, para conseguir un modus vivendis que se perdió en 2019". (rml)

10 de enero 2023

DW

https://www.dw.com/es/qué-esperar-de-las-relaciones-entre-estados-unidos-y-venezuela-para-2023/a-64337213

 3 min