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Opinión

Marcos Hernández López

Todo análisis electoral debe valorar primeros las diversas fisuras de la situación política venezolana y tener presente la variable interviniente: crisis económica. Son muchos los estudios que se enfocan desde los indicadores económicos y sociales no dejan de tener razón cuando concluyen que Venezuela no está tal vez para mega elecciones sino para acuerdos o negociaciones que permitan desmontar de manera inmediata las estructuras “ideológicas” del actual sistema político.

Uno de los referentes más significativos para este análisis, existe una realidad concreta, tangible… Maduro que apenas tiene en nuestras encuestas de opinión publica 18% de aceptación en la población y 83% de venezolanos que lo responsabiliza de la compleja crisis económica, es decir, la oposición tiene en estos momentos una oportunidad de oro, cuenta con más fortalezas que debilidades dentro de un contexto electoral nacional apuntando la silla de Miraflores.

Ahora bien, las primarias presidenciales se pueden convertir en la palanca para bajar la abstención si conectan con la emoción del cambio. En un primer momento, la participación masiva de la gente a este evento electoral pudiera construir finalmente un claro mensaje de unidad y conciencia política al país. Incluso, se puede mover la configuración real del voto castigo como la gran congruencia para la oposición.

Las elecciones primarias son saludables para legitimar al candidato de toda la oposición. Las primarias es una acción electoral realizable, permite resolver las ambiciones de todos los líderes políticos que desean con todo derecho convertirse en el primer mandatario nacional. Además, este evento puede robustecer corredores electorales en los que la oposición no está potenciada. Es el momento pertinente donde la oposición puede presentarse como un conjunto de voluntades para seleccionar al mejor hombre / mujer que tendría la responsabilidad dirigir y reconstruir democráticamente el país.

Mientras el equipo de Maduro avanza en sus estrategias y tácticas electorales, la oposición está convocada repensar fechas para realizar primarias. Según nuestras investigaciones este evento político / electoral se vincula con el deseo de cambio de las personas, sirve de soporte al fortalecimiento como blindaje de la verdadera Unidad Opositora. Esto requiere que todas las organizaciones políticas tomen una postura de poner sus intereses a un lado, lo que está en juego es el país y sus futuras generaciones. No es un momento para que los partidos opositores se recreen en dirimir sus diferencias sino para construir la victoria en las futuras elecciones presidenciales 2024.

Líderes políticos del país deben comprender la significación que tiene estas elecciones es la visión incluyente a todos los sectores que hacen vida en la oposición venezolana y no solo a las fracciones políticas que se mueven dentro de la Mesa de la Unidad Democrática. En este momento histórico, la MUD no representa a la totalidad de la oposición venezolana, es allí el problema o algunos de los nudos críticos.

Se debe reconocer, la MUD es conocida como una instancia creada por los partidos y movimientos políticos identificados como democráticos y opositores al actual gobierno. Sin embargo, no ha podido desvincularse de algunas contradicciones de los postulados constitucionales que dice defender. La MUD debe dar pasos agigantados y muy significativos para satisfacer las aspiraciones 85% desea un nuevo gobierno nacional. Sin unidad Maduro seguirá atornillado en Miraflores hasta el 2030. La estrategia de continuar ganando la presidencia en minoría está presente.

Presidente – Hercon

Correo: hernándezhercon@gmail.com

Twitter: @Hercon44

Instagram: @hercon44

29 de abril 2022

Hispanopost

https://hispanopost.com/primarias-ya/#

 2 min


Edgar Benarroch

Después de 1958 y mientras la fracciones parlamentarias de Acción Democrática y COPEI conformaban mayoría abrumadora y en atención al "Pacto de Punto Fijo", necesariamente los dos partidos se acordaban para seleccionar y designar a los integrantes de la entonces Corte Suprema de Justicia y también se hablaba y consultaba al resto de los partidos políticos.

Ambos partidos, AD y COPEI se esmeraban para proponer y elegir a los mejores doctorados juristas de dilatada y reconocida trayectoria personal y académica y de extraordinaria solidez moral y ética y así se conformaba la máxima instancia de administración de justicia del país. Esa Corte le transmitía confianza a todo el país y todos estábamos seguros que allí se administraba verdaderamente justicia.

Hasta 1969 el Ejecutivo Nacional designaba los jueces de la Nación siempre con el cuidado de nombrar a los mejores. Fue en ese año cuando el Congreso de la Republica aprueba la ley orgánica que crea el Consejo de la Judicatura y le atribuye la selección y designación de todos los jueces y la inspección y vigilancia de los tribunales. De esa manera se le quitó, por iniciativa de AD, la potestad al Presidente recién electo Rafael Caldera.

Siempre se tuvo el cuidado en una u otra ocasión de designar jueces a juristas probados y reconocidos en lo personal y académico, seguramente hubo alguno que otro coleado, pero ello fue la excepción excepcional.

Ahora, recientemente, y como ha ocurrido en las dos últimas décadas, la Asamblea Nacional seleccionó y designó a los integrantes del Tribunal Superior de Justicia exigiendo como único y valedero requisito la incondicionalidad absoluta, total y a toda prueba al régimen y se repartieron los nombres entre las tendencias que pugnan a lo interno en el PSUV.

Están en el Tribunal Superior fichas del régimen cuya responsabilidad será aprobar todo aquello que el régimen desee y negar lo que no le conviene y solicite. Adiós a la justicia, a ella la veremos si satisface y conviene al régimen. Transformaron la administración de justicia en una goma que estira y encoge de acuerdo al interés de este horrendo régimen totalitario.

Todo, absolutamente todo en el país hay que arreglarlo, pero lo que tiene que ver con la justicia debe ser prioritario para que la verdad verdadera siempre se imponga.

Estamos en presencia de un "nuevo" Tribunal Superior de Justicia que se encargará de inventar y rebuscar el barniz con el que el régimen se cubrirá para pretender darle legalidad a las barbaridades quedes les ocurra. Todas las ramas del Poder Público son esenciales y fundamentales pero la del poder judicial es columna vertebral, es allí donde se entiende se encuentra la verdad y se proclama para hacerla valer.

 2 min


Redacción El Pitazo

Con el Premio Lorenzo Mendoza Fleury la Fundación Polar apoya investigaciones de distintas áreas de las ciencias en Venezuela. En la edición XX destacaron dos biólogos, una astrofísica, un matemático y un químico

La Fundación Empresas Polar premió este 27 de abril a un grupo de destacados científicos en biología, física, matemática y química, la mayoría trabajadores de universidades venezolanas donde lideran investigaciones.

Los galardonados de la XX edición del Premio Lorenzo Mendoza Fleury son los biólogos Oscar Noya y Jorge Luis Ramírez; la astrofísica Gladis Magris, el matemático Neptalí Romero y el químico Jaime Charris,

Este premio reconoce la contribución de las ciencias al desarrollo de la sociedad. Los investigadores además de recibir un diploma y apoyo para sus investigaciones, también pasan a formar parte del patrimonio científico venezolano.

Estos cinco científicos destacaron por sus valiosos aportes en las distintas áreas de las ciencias en las que se desenvuelven. Aquí te contamos cuáles fueron sus logros:

¿Qué proyectos impulsaron?

El doctor Jaime Charris, profesor titular de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela, hizo una investigación en la química de medicamentos que está relacionada con el diseño, síntesis y evaluación de nuevos agentes con posible actividad biológica, como antiparasitarios, antibacterianos y citotóxicos. El logro más importante de su trabajo es la evaluación de las propiedades farmacológicas de nuevos compuestos con potencial terapéutico.

Por su parte, Gladis Magris se desempeña como investigadora asociada del Centro de Investigaciones de Astronomía (CIDA). Es astrofísica, especialista en galaxias lejanas y particularmente en la síntesis espectral de poblaciones estelares. Su trabajo se ha centrado en el modelado de espectros de galaxias a partir de la distribución de las estrellas que las componen.

Oscar Noya, profesor del Departamento de Parasitología de la Facultad de Medicina Luis Razetti de la UCV, médico investigador en el área de parasitología y medicina tropical; graduado de Médico-Cirujano. Se ha ganado el respeto y admiración de sus colegas y estudiantes.

José Luis Ramírez es biólogo, egresado de la Escuela de Biología de la UCV, con PhD en Biología Molecular de la Universidad de Johns Hopkins de Baltimore. Sus contribuciones a la ciencia se enfocan en tres aspectos fundamentales: parasitología, biotecnología y biología molecular, área en la que es pionero tanto en Venezuela como en el mundo, lo cual le vale la apelación del Padre de la Biología Molecular en Venezuela.

Y el último premiado es Neptalí Romero, profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), donde lidera a un grupo de investigación en Sistemas Dinámicos, los cuales comprenden ecuaciones que describen el comportamiento de un sistema a través del tiempo. Este estudio es medular en muchas otras disciplinas tales como física, química, biología, y economía.

29 de abril 2022

El Pitazo

https://elpitazo.net/cultura/empresas-polar-premia-a-cinco-investigadore...

 2 min


Eduardo Martínez

Luego de varias semanas de retraso, este martes 26 de abril la Asamblea Nacional (AN) designó principales y suplentes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Unas designaciones que no sorprendieron a nadie, aunque la mayor parte de los nombres de los nuevos magistrados no le digan nada a los venezolanos. Y de los que repiten, prefieren no recordarlos.

La prensa digital (El Nacional) informó que “que de los 20 del total, 12 de los del anterior período repiten (60%), siendo mayoría en las salas Constitucional, Penal, Político Administrativa y Electoral”, según declaraciones de la ONG Acceso a la Justicia.

En las redes sociales, los análisis fueron más allá, y con el más absoluto desparpajo, y sin remordimientos, se permitieron totalizar cuántos magistrados son chavistas y cuantos son de oposición. Existiendo por supuesto, una desproporción entre los primeros y los segundos.

Ya, en cuanto a los números resulta un desequilibrio de fuerzas. Y como ha venido sucediendo desde hace dos décadas, no solo no hay demanda que pierda el gobierno, sino que son muy pocas las que llegan a juicio.

Sin embargo, hay conceptos transgredidos de mayor profundidad. Entre estos, el que la justicia no se basa en una proporción entre el gobierno y la oposición. No es un problema de mayorías y minorías. Es, por el contrario, de respeto a la Constitución y a las leyes vigentes, sin importar quién las violenta o infringe.

Desafortunadamente, ha pesado más otra vez la filiación política, la lealtad partidista y la sumisión a la hegemonía. La justicia, la separación de poderes, la independencia de los jueces y el equilibrio judicial, han vuelto a quedar de lado.

Con el debido respeto que merece y se le debe tener al TSJ y a los magistrados, también es justo y necesario que los venezolanos merezcamos respeto.

editor@eastwebside.com

27 de abril 2021

https://www.eastwebside.com/los-venezolanos-merecemos-respeto.html#more-... justicia, no hay respeto.

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Jesús Elorza G.

Los atletas, entrenadores, empleados y obreros del sector deportivo, agrupados en la organización no gubernamental “Gente del Deporte” presentaron una acusación contra el régimen de Nicolás Maduro ante Ítalo Cardona, director de la oficina para los países andinos; Amanda Villatoro, coordinadora para América Latina y el Caribe de la oficina de actividades para los trabajadores, y Roberto Villamir, consejero principal para la cooperación técnica y relaciones con América Latina, quienes conforman la delegación de la Organización Internacional del Trabajo OIT que se encuentra en nuestro país. Fundamentaron su acción en el Art 7 del Estatuto de Roma, especificando que las acciones del régimen han conducido sistemática y progresivamente a la destrucción económica, política y social del país.

Señalan en su denuncia, que la gravedad de los hechos, demuestran sin lugar a dudas, que el régimen es responsable directo de crímenes de lesa humanidad que se manifiestan en los crecientes niveles de hambre y pobreza crítica, el deterioro sostenido y progresivo de nuestros centros de salud, los salarios de hambre de los trabajadores, la ausencia de seguridad social, la hiperinflación que reduce drásticamente el poder adquisitivo y eleva exponencialmente el costo de los alimentos y servicios, la criminalización de las protestas y la sangrienta represión de los organismos policiales.

Sustentan su acusación en los siguientes elementos:

-La crisis económico-social generada por el régimen, destruye el aparato productivo y la infraestructura de servicios, empobrece a la mayoría nacional y siembra el hambre por todos los rincones de la geografía nacional. Entramos en el 8º año consecutivo de depresión económica y el 4º de hiperinflación. En 2020 el PIB cayó un 26%, lo que representa un acumulado de 76%, de acuerdo con cifras de la CEPAL. Esto significa una paralización brutal del aparato productivo nacional, cuya mercadería se suple parcialmente con importaciones.

-La hiperinflación (3.713% en 2020, según cifras de la Comisión de finanzas de la legal AN) y la devaluación sostenida y continuada del bolívar han pulverizado nuestro signo monetario y disparado los precios de todos los bienes y servicios. El dólar ha sustituido, de facto, a la moneda nacional como medio de pago, es decir, para las transacciones comerciales, reduciendo la función del bolívar a las transacciones electrónicas, mientras el efectivo ha quedado para pagar el transporte urbano, a duras penas

-La liberalización de las importaciones (exenciones tributarias, entre otras cosas), la dolarización de los costos y precios y el lavado de capitales han incrementado la actividad comercial y el abastecimiento, pero su adquisición es cada vez más inaccesible.

-El rasgo más importante de la situación social es el empobrecimiento generalizado del pueblo, hasta el punto de la posibilidad de una hambruna. Este riesgo ha sido advertido por los organismos de la ONU especializados en la materia y sus primeras manifestaciones ya se han registrado en estados como Miranda, donde en septiembre 2020 se produjo la muerte de 18 infantes por desnutrición, por solo citar un caso. La pobreza por ingresos se sitúa en más 90%, según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI). Solo bastaría contrastar el salario mínimo mensual (28 $) con el costo de la canasta básica (534$). El salario, las prestaciones sociales y el ahorro de los trabajadores y sus familias han sido pulverizados. Las contrataciones colectivas han sido sustituidas por unas tablas salariales de hambre que borran viejas conquistas y reivindicaciones alcanzadas en etapas anteriores y los derechos a sindicalización y huelga han sido borrados casi por completo.

-La salud vive una situación similar resumida en los siguientes factores principales: deterioro de la calidad de vida y de las condiciones medioambientales (pobreza y hambre); infraestructura hospitalaria en decadencia y abandono; escasez grave de medicamentos, equipos e insumos médicos; encarecimiento de los precios de las medicinas y servicios; deserción creciente del personal especializado. Prácticamente, los trabajadores carecen de un Sistema de Seguridad Social que les permita superar la crítica, por no decir dantesca, situación que hoy están viviendo.

-Con los pírricos salarios mínimos, menores a dos dólares mensuales y sueldos de hambre, con la congelación de la discusión de los contratos colectivos, con la criminalización y sangrienta represión de las luchas gremiales, la imposibilidad de poder ser atendido frente a un problema de salud por la carencia de coberturas suficientes de seguros HCM y el colapso de los centros hospitalarios de país la ¨revolución¨ socialista del siglo XXI ha condenado a muerte a los trabajadores venezolanos.

-En el sector deportivo, quienes han pasado por los cargos administrativos: Ministerio del Deporte, Presidencia del Instituto Nacional de Deporte y Comité Olímpico Venezolano han implantado y desarrollado una política que bien podemos caracterizarla como “El saqueo de los recursos presupuestarios y el control totalitario del sector deportivo”.

A manera de síntesis, pudiera decirse que los 23 años del régimen chavista (1999-2022), se han caracterizado por una constante violación de la autonomía de las Federaciones Deportivas y del Comité Olímpico, el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con todo lo relacionado al transporte, alimentación y viáticos de las delegaciones que representan al país en eventos internacionales. El leonino convenio para traer 10,000 "entrenadores cubanos". La no transparencia en el manejo de los cuantiosos recursos económicos del Fondo Nacional del Deporte. La estafa continuada con la solicitud de divisas a Cadivi. El encubrimiento de los ilícitos ocurridos con la construcción de las instalaciones deportivas para los Juegos Nacionales o para eventos internacionales como lo fue el caso del Estadio Iberoamericano de Atletismo en Maracay. El grave y progresivo deterioro y abandono en que se encuentra más del 80% de nuestras instalaciones deportivas, lo cual ha generado el alejamiento de las comunidades y población en general de las mismas, consolidándose, además, serias restricciones para el desarrollo del deporte de rendimiento por carecerse de instalaciones adecuadas.

La seguridad social de los trabajadores del sector deportivo obreros, empleados, profesores y entrenadores activos y jubilados ha empeorado progresivamente, los contratos colectivos están congelados desde el año 2000, salarios de hambre, no se les reconoce la homologación de las pensiones y jubilaciones, se mantiene cerrada la Escuela de Entrenadores, los seguros HCM que, por sus pírricas coberturas, prácticamente los mantienen en condiciones de “condenados a muerte".

Finalmente, los deportistas solicitan a los representantes de la OIT que, frente a esta sistemática violación de los Derechos Humanos Universales a la vida, salud, educación, deporte, trabajo, salarios dignos se hace impostergable el juicio de la Organización Internacional del Trabajo contra este régimen, por la permanente violación de los Derechos Laborales de los trabajadores.

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Julio Castillo Sagarzazu

“Al principio fue el verbo”. Así comienza el Génesis, el libro común del judaísmo y el cristianismo sobre el origen de todas las cosas. Posteriormente, la teología cristiana ha propuesto una entidad: “La Palabra” para referirse a los que dice la biblia sobre un tópico determinado. No les falta razón. La aparición de la palabra, como producto de la evolución de la laringe, sustituyó los aullidos, los sonidos guturales y las señas para la comunicación de la especie humana. El hombre comenzó a nombrar las cosas y, en cierta medida, a darles una existencia independiente. Nació asi la expresión y la comunicación consciente. Posteriormente, aparece la palabra escrita, en Sumeria, al sur de Mesopotamia, y allí, comienza técnicamente la historia. Tan importante es la palabra con la que se nombran las cosas que algunas escuelas filosóficas (los nominalistas por ejemplo), han llegado a plantear que “el nombre de la cosa es parte de la cosa” Es sobre esa importancia, sobre como nombramos las cosas, de lo que trata esta nota. Sobre todo de como nombramos las cosas y como nos expresamos en el “debate” (comillas ex profeso) que, sobre ciertos temas, solemos mantener en la oposición venezolana. Un “debate” con una acritud y una agresividad que son, en realidad, dignas de mejor causa. Quizás la primera característica que podemos señalar es la curiosa habilidad de hablar más con adjetivos que con sustantivos. Los adjetivos “descalificativos”, son, en efecto, los más comunes en nuestros escarceos verbales. Cuando esto ocurre, la conversación pierde “sustantividad”, se va por las ramas; no debatimos ideas, sino que descalificamos a quien no comparte las nuestras. Lo sustantivo es lo importante y lo adjetivo es lo accesorio. En el derecho llamamos derecho sustantivo al que establece las normas y al adjetivo al que nos dice cómo aplicarlas. Lo segundo depende de lo primero y no a la inversa. Así deberían ser las discusiones y el debate tanto al interior de las organizaciones opositoras, como entre ellas y entre los opinadores que pueblan las redes sociales y los medios de comunicación. Lo más dramático (algo que si no fuera trágico, seria cómico) es que a veces estamos de acuerdo y no nos entramos por la manera como discutimos. Como aquel personaje de Moliere, hablamos en prosa sin saberlo. Esta semana, por ejemplo, con motivo del infausto tema de las cartas, he leído una ingeniosa reflexión del amigo Arístides Hospedales. Arístides ha dicho que después de leer las “aclaratorias” y las glosas de las cartas, hemos terminado descubriendo que estamos de acuerdo y que el levantamiento de las sanciones los ven ambos grupos de “abajo firmantes” como un tema a ser planteado en la mesa de negociación y que no se busca con ello derrocar a Maduro. Por supuesto que el propósito de escribir esta nota no es la de dar buenos consejos para que seamos todos mejores. Normalmente esas iniciativas son idealismos superfluos que tienen la pelea perdida de antemano. Una pela tan inútil como la del hombre contra las cucarachas: Nunca la ganaremos. El verdadero objetivo es que volvamos a ganar centralidad y que volvamos a poner en el debate los verdaderos problemas apremiantes y que nos dotemos de una agenda común que nos saque de la ociosidad y el inmovilismo. Ociosidad que, como decían nuestros abuelos, es la madre de todos los vicios. Ganar centralidad no quiere decir que olvidaremos nuestras diferencias. Tenemos muchas y muy importantes, pero si significa que nos pongamos de acuerdo en como dirimirlas. Tampoco aquí cabrían las buenas intenciones. Estamos obligados a recurrir, como hacen las sociedades civilizadas, al método de buscar un juez que diga quién tiene razón, cuando se enfrentan intereses contrapuestos o, por lo menos, disimiles. Aquí es donde vuelve a tomar pertinencia la propuesta de avanzar en un proceso de relegitimación social, popular, integral (como queramos llamarlo) de la dirección política de la oposición. Las primarias o las consultas se han señalado como mecanismo para hacer frente a un eventual desafío electoral, pero es que antes de eso, es necesario encontrar una manera de tener una dirección política de las fuerzas democráticas. Ya sabemos que no es fácil escoger un método que satisfaga a todos, pero en ese tema deberíamos estar centrados en este momento. Sabemos también que hay opiniones diversas sobre quién es y quien no es oposición. Cada quien, y nos incluimos, tiene una opinión sobre esto. Pero está visto que no podremos dirimir esto en un diálogo de sordos o de profesionales del tirapiedrismo. ¿Qué tal si nos decidimos en dar el paso audaz de organizar un proceso que culmine en la legitimacion de una dirección política por parte de los venezolanos? ¿Qué tal, si como dimos un ejemplo al mundo el 2015 con la estupenda victoria parlamentaria y con las movilizaciones multitudinarias de años recientes, damos también el ejemplo de que conseguimos un camino para escoger a esa dirección política? La situación geopolítica mundial ha cambiado con la invasión de Putin a Ucrania. Las viejas divisiones “ideológicas” son un periódico de ayer. El mundo se enfrentara ahora al dilema democracia o tiranía. En este nuevo ecosistema, tenemos una oportunidad de ensayar un camino diferente que nos permita avanzar. Si franqueamos ese paso, con éxito podremos abordar, en mejor posición, los desafíos que están por venir. Una dirección política legitimada, sería un paso de gigante y pondría sindéresis en este torneo de diatribas estériles y de dibujo libre en el que se solazan los responsables de la pesadilla que vivimos. Ojalá intentáramos algo en ese terreno.

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Edgar Benarroch

Venezuela tiene una población estimada de 32 millones de personas de las cuales 6 millones están en el exterior huyendo del país por el horror que tenemos y en busca de mejores condiciones de vida. De los 26 millones que aún están en el país, solo el 1 % disfruta de inmensas fortunas (muy poquísimas logradas con trabajo, con acertadas y beneficiosas inversiones u obtenidas por herencia, son contadas con los dedos de las manos y quizás sobran dedos), en su gran mayoría logradas con negociados con el régimen nada transparentes, ni morales ni éticos.

Ese 1% equivale a 260.000venezolanos de los cuales 160.000 está residenciado en Caracas, centro de los negocios y el resto, 100.000, esparcido en el interior. Ese 1% es quienes ahora están haciendo inversiones en edificios, locales comerciales con exquisiteces, bodegones cargados de productos importados e inmensos supermercados y redes de farmacias.

Desempolvaron las fortunas que tenían escondidas y las pusieron a funcionar. Por ello vemos la construcción de dos o tres edificios y la inauguración de bodegones y de comercios para la élite. En el Círculo Militar de Maracay está instalada una gran cantidad de restaurantes y negocios de alta gama, todos, según información que he recibido, son propiedad de militares de alto rango.

Como no existe ningún ente público ni privado que exija explicación de las grandes inversiones; que solicite la "partida de nacimiento" del dinero, la inmensa masa en circulación se presta, con gran facilidad, para ser limpiada. No importa si la inversión es rentable o no, si produce dividendos o no, lo que importa es transformar el dinero escondido y sucio en activos fijos, en edificios y negocios.

Esta abrupta y grosera inversión la toma el régimen para decir que está en marcha una estupenda reactivación económica, sin importarle para nada el resto del país que lo ve como una bofetada y que sufre hambre, no tiene empleo, no tiene como adquirir vestido y calzado y que vive en un estado de zozobra por la terrible inflación (la más alta del mundo) que lo empobrece cada día más y la espantosa inseguridad pública, personal y de bienes.

Estos 260.000 venezolanos en sociedad con rusos, chinos y musulmanes son quienes invierten para transformar el caudal sucio de dinero, medido en centenares y miles de millones de dólares americanos, en activos fijos. Estoy seguro que ninguno de ellos aguanta una investigación sobre el origen de sus fortunas que nos restriegan en la cara.

Como el régimen, sin ningún interés por averiguar nada, avala, facilita y colabora para que esta vulgar inversión se realice, se forma el contubernio perfecto que le facilita al régimen decir, como burla, que estamos en una reactivación económica y a los inversores sacar lo escondido y limpiarlo.

Más allá de ese 1% existe un país expectante que no engañarán con esta mascarada, un país adolorido, preocupado y exigiendo UNIÓN en la oposición para cuanto antes salir de este horror que tenemos e iniciar el camino de la gran recuperación y reconstrucción del país para lograr uno muy distinto y mucho mejor, que nos permita desenvolvernos y vivir con prosperidad, bienestar y felicidad. Dios mediante y con nuestro esfuerzo y lucha lo lograremos cuanto antes.

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