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Opinión

Ignacio Avalos Gutiérrez

El Presidente Nicolás Maduro nos cuenta una y otra vez, su versión del país, el de ahorita y el del futuro, el que, según él, va viento en popa, a toda velocidad. En un acto de prestidigitación verbal, ignora la realidad y extrae de su chistera una nueva versión, llena de luces y esperanza.

El semillero de la Patria

Así, con un optimismo que resulta incomprensible para el venezolano de a pie, el pasado domingo, en la conmemoración del Dia del Niño, tuiteó su felicitación expresando que eran “la alegría de nuestros hogares, quienes a diario nos enseñan, con su inocencia y amor, a ser mejores. A ellos dedicamos todo nuestro esfuerzo para garantizarles la Venezuela bella, feliz y próspera que se merecen”. “Qué Viva el Semillero de la Patria!, concluyó replicando a Hugo Chávez, quien a comienzos de su gobierno prometió que los niños de la calle serían transformados en los Niños de la Patria.

En su mensaje pasó por alto por alto al país que somos, dibujado por la pobreza, conforme lo indican diversas investigaciones, tanto nacionales como internacionales, (la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, FAO, muestra a Venezuela como el segundo país de Latinoamérica y el Caribe, detrás de Haití, con mayor porcentaje de población en estado de miseria). Y asimismo soslayo el hecho de que la vida de la mayoría de los chamos transcurre envuelta en tropiezos de toda índole, relacionadas con su salud (mental y física), la desnutrición, el embarazo precoz, la violencia, el trabajo prematuro, la falta de recreación e, incluso la carencia de cédula de identidad, lo que los vuelve casi invisibles.

Por otro lado, y como resulta fácil de imaginar, las circunstancias anteriores, empeoradas por la pandemia, frenan la inclusión al igual que la oferta escolar. De manera muy breve cabe señalar que en la mayoría de las escuelas existen problemas serios con su infra estructura y con los servicios básicos tales como agua, electricidad y transporte, amén de las fallas en la conexión a internet, lo que complica la enseñanza a distancia. Encima de todo lo anterior, lo más grave es la falta de maestros y profesores, dadas las pésimas condiciones en las que éstos deben trabajar.

En suma, nos encontramos, ante un paisaje social que estrecha notablemente las posibilidades de los chamos. Trazan la fisonomía de una sociedad azarosa que les pone la vida cuesta arriba y chiquitica, cuando apenas comienza. Viven, pues, en modo sobrevivencia, no es una desmesura indicarlo de esta manera. Han sido despojados de sus derechos básicos contemplados en la Convención Internacional de Derechos del Niño, así como en nuestra Constitución e igualmente en la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA), cuyas normas denuncian la magnitud de las deudas que el país tiene con ellos.

¿Y el futuro?

Vivimos tiempos determinados por grandes y variadas transformaciones de toda índole, que ocurren en todas partes e impactan todos los escenarios de la vida social. La Sociedad del Conocimiento es un concepto que se ha vuelto común para describir esta época, caracterizada por una enorme complejidad desde el punto de vista de las múltiples interacciones que están presentes en ella y en la que cada vez hay más acontecimientos imprevistos que irrumpen y que solo en parte podíamos prever, según lo expresan diversos intelectuales dedicados al tema.

Han cambiado los problemas y, por tanto, el tipo de saber que se requiere, añaden. Cualquier reflexión sobre el sentido de la escuela debe tener en cuenta el tipo de conocimiento que exige el mundo contemporáneo. Que prepare para adaptarse a la vida, desde luego, pero también para encarar el futuro

Digresión sobre los Bricomiles

Durante su alocución del pasado martes, después del Dia del Niño, Nicolás Maduro anunció que les encomendaría a las Brigadas Comunitarias Militares (Bricomiles), la tarea de recuperar las escuelas del país. “En cada escuela y liceo debe haber un responsable militar encargado para resolver, arreglar y poner las cosas como deben ser”, decretó.

Aquí entre nos, estimado lector, me parece que en medio del drama educativo venezolano, esta decisión no es más que un absurdo tiro al aire.

El Nacional, viernes, 21 de julio de 2022

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Maxim Ross

Toda esta discusión acerca de si Venezuela se arregló o si estamos en un franco proceso de recuperación económica nos llevó a hacernos la misma pregunta que hace unos cuantos años se formularon los investigadores del IESA, haciendo referencia a que el petróleo había permitido sustituir los mecanismos de mediación política de los conflictos sociales y que, por esa razón, vivíamos una “ilusión de armonía”. En palabras de sus autores:

“El petróleo hizo posible un cierto estilo de decisión, extendió una fianza que cubría los costos sociales del proceso de desarrollo. El exceso de dinero permitió evitar choques y postergar conflictos. El procedimiento consistió en darles a todos todo lo que pedían todo el tiempo. Este modo de actuar impidió la creación de instituciones especializadas en lasolución de conflictos”1.

La “Ilusión de armonía” en otro contexto

Ahora, que el gobierno regresa al intento de “reparar los daños” de un largo periodo de contracción económica, hiperinflación y excesivo intervencionismo estatal, ese viraje hacia la apertura económica crea la imagen de armonía que, aparentemente estamos viviendo.

En ese sentido, creemos útil colocarla en un contexto más amplio que el estrictamente económico y no quedarnos circunscritos a la discusión de si estamos en “recuperación, burbuja o crecimiento”. La evaluación de la actual situación debería, a nuestro juicio, tener tres componentes que deben converger en una dirección, el económico obviamente, pero además uno institucional y otro de carácter político2.

Sabemos que es muy difícil construir una ruta sostenible de armonía social, pero sí que es posible atenuar o disminuir el conflicto, lo que depende de la lucidez que tenga una sociedad para identificar claramente cuando se trata de soluciones artificiales, artificiosas o superficiales y cuando no. Precisamente, el arreglo o la alineación entre aquellos tres componentes nos ayudan a responder dónde estamos ahora.

Gómez y Pérez Jiménez: ¿Una ilusión de armonía?

J.V. Gómez acabó con el conflicto militar que lo precedió y el país vivió una era de paz y armonía por muchos años, alimentada por el ingreso petrolero. Se puede decir que hubo también allí “una ilusión de armonía” porque aún no estaba presente un nuevo conflicto, el de la confrontación entre la dictadura y la democracia, de tal manera que el ingrediente político debería incluirse en la valoración que se haga. El caso de Pérez Jiménez es similar porque, ciertamente fue una era de gran prosperidad y bienestar económico, apuntalada también por el inmenso ingreso petrolero, pero con el mismo tipo de conflicto político.

Desde el punto de vista institucional la ecuación de armonía estuvo relativamente completa, porque en ambos periodos se crearon las principales instituciones de la Venezuela moderna, tales que respaldaron la prosperidad alcanzada. Las crisis en el negocio petrolero y la ausencia en el juego de las “instituciones especializadas en la solución de conflictos”, especialmente del componente democrático, impidieron una solución realmente armónica. El conflicto entre dictadura y democracia fue el denominador común en ambos casos. La prosperidad y la democracia deben converger si aspiramos a una armonía social sostenible3.

Examinemos, uno a uno, esos componentes para hoy día.

La recuperación económica

No cabe duda de que la hay. Primero que nada, porque cualquier comparación de los indicadores clásicos que hagamos con los periodos anteriores dará un resultado positivo, después de la etapa de contracción económica que duró hasta el 20214. Segundo, porque su origen está claramente determinado por tres tipos de ingresos y tercero porque damos crédito en su favor el abandono de las anteriores políticas de control.

Origen y sostenibilidad.

Los recursos que la están sustentando tienen tres fuentes. En primero lugar, por el aumento en los ingresos privados externos, originados principalmente por las remesas, las que se han estimado en promedio en el orden de US$ 2.000 millones anuales y a cerca de US$ 3.500 millones previsibles para el presente año, según varias fuentes5.

Dichas entradas produjeron el efecto positivo de una espontánea dolarización de la economía, de la estabilización del valor del bolívar al dólar6 y del cambio de la trayectoria hiperinflacionaria.

En segundo lugar, a esas entradas le sigue el sensible aumento de los precios internacionales del petróleo y de la Cesta Venezuela7 lo que redunda en un incremento en el valor de las exportaciones8, aun cuando la producción petrolera sigue relativamente estancada en valores cercanos a los 700 a 800 MBD9.

En tercer lugar, habría que añadir los ingresos estimados por actividades internas ilícitas o ilegales10, de las cuales alguna proporción no identificada se queda en el país y genera algún impacto en la economía.

A los fines de estas notas, la suma y las características de ese tipo de ingresos revelan una cuestionable sostenibilidad de la recuperación económica, la que, al igual de la tesis de los autores de la frase original, crean una “ilusión de armonía”.

La economía y la confianza

Como es lógico esperar el hecho económico de la recuperación tiene que ser amparado por una normativa legal que produzca una percepción de confianza y que sustente los cambios de política económica observados, principalmente la legislación que soporta las políticas de precios y la garantía de los derechos de propiedad, ambos aspectos aun sin modificaciones fundamentales.

Por ejemplo, el sistema de decretos gubernamentales que regulan las importaciones, renglón que se ha convertido en uno de los “indicadores” de la recuperación11, es un claro ejemplo de cómo se diluye la confianza, dada la discrecionalidad que dirige la política impositiva del gobierno, con la que, por una parte, se promueve, a la vez que se tutela al sector privado y, por la otra, se mantiene un trato discriminatorio contra la producción local.

No es casualidad, creemos, que una intencionalidad política esté presente, tomando en cuenta la historia y la experiencia del gobierno con el sector privado venezolano, al que, si lo deja fortalecer lo percibe como en un enemigo potencial. Oportuno es recordar la tan insistente frase de la “guerra económica”, por lo que, quienes estén del lado de una recuperación “a solas”, sin los respaldos legales, institucionales y políticos correspondientes deberían juzgarla con mucha aprehensión y reserva.

¿Una recuperación sin sector privado?

Dos condiciones harían sostenible la recuperación. La primera, es indispensable una participación significativa y decisiva del sector privado venezolano, esto es con un sustantivo componente local en el consumo y la inversión internas y, la segunda sumada a ella, por una expresa y progresiva política de abandono de la extrema dependencia del ingreso petrolero.

Sin embargo, la abierta intención gubernamental de que, otra vez, sea la inversión extranjera la protagonista del crecimiento económico, en especial la destinada al sector petrolero, a pesar de las alianzas privadas que se puedan producir12, va en la dirección contraria y revela claramente su objetivo.

¿Otra vez el petróleo?

Dos consideraciones merecen esta posibilidad. Por un lado, Venezuela se verá expuesta de nuevo a reproducir el modelo organizativo que nos trajo hasta aquí: la sociedad Estado propietario - empresas petroleras extranjeras13 cuyos resultados están a la vista.

Por el otro, porque la “armonía”, de nuevo se montará sobre el negocio petrolero y se volverá a repetir, como bien lo indicaron los autores citados, aquello de “darles a todos todo lo que pedían todo el tiempo”14 y, con ello, impedir la creación y desarrollo de las instituciones de mediación de los conflictos sociales.

La política y la confianza.

Cierto es que, también por esa vía se puede alcanzar una prosperidad transitoria, pero a la ecuación de armonía le falta el componente político en dos direcciones. Una, porque debería apoyarse en instituciones que generen verdadera confianza de los propósitos gubernamentales. Dos de ellas, entre otras, la cultivarían con creces. La primera, ligada plenamente al quehacer económico, un Banco Central realmente autónomo, fundamentado en una nueva Ley que así lo garantice y la segunda, aunque parezca lejana a lo económico, una profunda revisión del sistema de justicia que garantice la imparcialidad de las leyes, incluyendo la conformación de su máxima autoridad.

Prosperidad y democracia van alineadas.

Quienes se aventuren a leer estas notas percibirán una exagerada exigencia, quizás utópica, a que la recuperación económica sea acompañada de la plena vigencia del sistema democrático, dentro del cual el fiel cumplimiento de los preceptos constitucionales que sustentan la pluralidad política es imprescindible. Luego, serían muy buenas señales si se eliminaran los vestigios del poder por la fuerza, de las persecuciones políticas y la sumisión al poder estatal.

Aquellos que crean poder vender prosperidad sin democracia deben hacerse la pregunta de qué sistema político mejor garantiza la libertad de empresa y de mercados. La pluralidad de partidos, la representatividad y participación activa de la sociedad civil, de los gremios, sindicatos y asociaciones son parte de eso que se llama democracia.

Seguramente estos, garantizados por las leyes y en plena capacidad de opinión y funcionamiento, darían un voto de confianza para los negocios.

Si la sociedad venezolana, como un todo, es capaz de identificar este proceso con claridad y logra alinear y hacer converger los tres componentes en una misma dirección sabremos si estamos o no en una “ilusión de armonía”. Desde luego, si podemos construir un acuerdo de todos los venezolanos, sin discriminación alguna, para que se recreen las instituciones de mediación de los conflictos sociales propias de una democracia, estaremos en el camino de armonía social.

1 Debates IESA. “El Caso Venezuela. 30 años después” Julio-septiembre 2015

2 Lo sucedido después de la 2ª guerra mundial con las instituciones de Bretton Woods ilustra el caso de una armonía sostenible por la interacción de los tres elementos

3 Un criterio que debe ser útil para examinar el caso de esas sociedades autoritarias como Cuba,China, Rusia, Bielorrusia y otras menos conocidas que creen vivir en armonía.

4 “Entre el segundo semestre de 2013 y el primer semestre de 2021 (96 meses consecutivos) consecutivos) se estima que la economía venezolana se contrajo en 75%...”(Informe de Coyuntura. IIES.UCAB. Feb. 2022)

5 “Las transferencias corrientes, que incluyen las remesas de los migrantes venezolanos… se han estimado en $ 2,7 MM en 2021 y $ 3,5 MM para 2022…” (Informe de Coyuntura. IIES.UCAB. Feb.2022) y (CEPAL Informe Macroeconómico 2021)

6 Hasta las últimas semanas cuando comenzó de nuevo a devaluarse.

7 “La cotización del WTI se ha mantenido en un rango de $102 y $119 por barril. En abril, el crudo Merey tuvo un precio de $83,40 por barril según datos de la OPEP. Mientras que estimamos que la CPV cerró en $78,50 para abril.” (Observatorio de Gasto Público. CEDICE. Junio 2022)

8 Una evaluación nuestra indica que ese valor para este año podría alcanzar los US$ 12.000] millones de exportaciones no registradas y de alrededor de US$ 3.200 millones registradas oficialmente.

9 “Venezuela tuvo un promedio de producción de barriles diarios de 757.000 en los primeros 3 meses del 2022 y cerró el 2021 con un nivel de producción de 871 miles de barriles diarios” (CEDICE. Junio 2022)

10 El informe “Transparencia Venezuela. Junio 2022” las ubica en el orden de US$ 9.500 al año.

11 Después de su descenso sustancial en el 2019 han comenzado a crecer ligeramente en los últimos años, de acuerdo con una investigación nuestra entre los principales países proveedores. Por ejemplo, aumentaron de cerca de US$ 1.300 a US$ 1.650 millones entre 2019 y 2021. Con los Estados Unidos, el país icono de sanciones y bloqueo aumentaron de US$ 380 a US$ 432 millones en el I trimestre de 2022

12 Sabemos que la cuantía de inversiones requeridas para vitalizar el negocio petrolero rebasan las posibilidades del capital nacional, por lo que este tendría un carácter marginal.

13 Con la probabilidad de una consecuente “caja negra” dirigiendo a PDVSA.

14 A las misiones existentes, a la bolsa CLAP se le añade hoy el expediente del espectáculo financiado, directa o indirectamente por el Estado.

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Acceso a la Justicia

«Adoptar medidas para garantizar que el espacio democrático y cívico no sea restringido indebidamente». Esta era una de las recomendaciones que la saliente alta comisionada de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, le hizo al Gobierno de Nicolás Maduro para mejorar la situación de las garantías fundamentales en el país, en el último informe que le presentó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Sin embargo, la nueva ola represiva que las autoridades venezolanas han lanzado contra la sociedad civil organizada en la primera semana de julio deja en claro que han decidido ignorar dicha petición.

Entre el 4 y 7 del presente mes, es decir, en cuestión de setenta y dos horas, la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) detuvieron a siete dirigentes sindicales, profesores universitarios y trabajadores humanitarios.

Uno de los aprehendidos es el profesor universitario y líder social Alcides Bracho, quien fue capturado en su casa el lunes 4 de julio. Ese mismo día fue arrestada en Ocumare del Tuy (Miranda) Yeny Zorelis Pérez en lugar de su esposo, el dirigente político José Castro, por no saber de su paradero. Al día siguiente fueron privados de libertad el presidente de la Federación de Trabajadores del Poder Judicial, Emilio Negrín, en la parroquia El Junquito; y en el estado Falcón el dirigente político Alonso Meléndez. Este último permaneció en paradero desconocido durante varias horas.

El día 6 las detenciones continuaron, y en Charallave (Miranda) fue aprehendido Néstor Astudillo. En las siguientes horas corrieron la misma suerte Reynaldo Cortés y el miembro de la Alianza Sindical Independiente (ASI) y trabajador humanitario, Gabriel Blanco, quienes fueron privados de su libertad en Guárico y Caracas, respectivamente.

Entre el miércoles 6 y el sábado 9, seis de los aprehendidos (Bracho, Meléndez, Negrín, Astudillo, Cortés y Blanco) fueron llevados al Tribunal 4 de Control con competencia contra el Terrorismo de Caracas, instancia que aceptó la imputación por conspiración y asociación para delinquir que el Ministerio Público (MP) presentó contra ellos y acordó mantenerlos preventivamente tras las rejas, según informó la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, organización que los representa y que denunció que las autoridades judiciales les impidieron defender a los detenidos.

El sábado 9 de julio, en horas del mediodía, Yeny Pérez fue puesta en libertad. Es el caso también de Jesús Manuel Berbesí, militante del partido Bandera Roja en el estado Táchira, aprehendido ese mismo sábado en horas de la mañana.

Pese al grave señalamiento, hasta el momento las autoridades no han aclarado contra quién presuntamente estaban complotando los detenidos ni cuál era su fin último. El chavismo ha hecho de la denuncia por conspiraciones una de sus armas preferidas para justificar medidas judiciales contra sus detractores. Sin embargo, apenas hay juicios con condenas al respecto, pues la mayoría se queda en una etapa preliminar del proceso penal.

Contra Bandera Roja

De todos los detenidos, cinco tienen algo en común: militan o militaron en el partido opositor Bandera Roja. Algunos de ellos, como Reynaldo Cortés, incluso tienen cargo directivo (es secretario de la formación en Guárico). La agrupación fue de las pocas de la extrema izquierda venezolana que jamás respaldó al fallecido Hugo Chávez ni a su sucesor: Nicolás Maduro.

Esta arremetida contra Bandera Roja, que desde 2013 está intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), se asemeja a la que han sufrido otros partidos políticos opositores como Voluntad Popular (VP), Primero Justicia (PJ) o Acción Democrática (AD), que han visto cómo varios de sus dirigentes han sido encarcelados bajo distintas acusaciones.

Desde la formación partidista achacan esto al «temor que el régimen de Maduro le tiene a la lucha popular». «No pueden perdonar a los luchadores sociales que con su firme posición de protesta hayan desenmascarado sus políticas antiobreras y antinacionales demostrando en la práctica que lo que quieren vender como mejora y progreso es una falsa normalidad», aseguró Bandera Roja en un comunicado.

Algunos de los detenidos han participado en protestas o han expuesto los obstáculos que enfrenta el movimiento sindical venezolano para ejercer su labor a favor de los trabajadores ante instancias internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

«El sindical es un nicho donde el Gobierno está débil. Ningún presidente que sea obrerista paga y trata tan mal a los trabajadores. Nosotros hemos estado trabajando en ese frente y es lógico que ellos tenían que atacar de alguna forma por ahí», declaró Jesús Hermoso, responsable de comunicaciones y propaganda del partido a Crónica Uno.

Desde el partido se asegura que tienen información de que los cuerpos de seguridad están detrás de otras veinte personas más.

Descabezando la protesta

Las autoridades parecen querer desarticular y neutralizar cualquier clase de movimiento cívico que pueda darle algún tipo de organización y conducción al creciente malestar social. En su último informe, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) reveló que entre enero y abril de 2022 se registraron en el país 2.677 protestas, cifra 30% superior a la registrada en el mismo período del año pasado. La inmensa mayoría de estas manifestaciones están relacionadas con demandas laborales, salariales y de mejores servicios públicos.

Lo anterior explicaría las cifras contenidas en el último reporte que presentó Bachelet al Consejo de Derechos Humanos y en el cual contabilizó setenta y un casos de «estigmatización y criminalización de los representantes de la sociedad civil, incluidos las personas defensoras de los derechos humanos, los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación».

Asimismo, no se puede obviar que el chavismo jamás ha visto con buenos ojos al sindicalismo independiente; prueba de ello es que en las últimas dos décadas 150 representantes de los trabajadores han sido procesados penalmente, de acuerdo con los datos recopilados por el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), así como los del Observatorio para la Defensa de la Vida (Odevida).

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

El caso de los activistas, sindicalistas y/o militantes de Bandera Roja revela que el ejercicio de los derechos a la asociación, manifestación y participación en los asuntos públicos en Venezuela continúa conllevando riesgos y no está plenamente garantizado. Esto a pesar de gestos de las autoridades como el cierre del proceso abierto contra los cinco activistas de la organización Azul Positivo. Respecto de esta nueva ola represiva se han pronunciado las organizaciones de la sociedad civil y sindicatos venezolanos, quienes exigen la libertad de los detenidos.

Las nuevas detenciones son también indicativas de que las autoridades del país no tienen suficiente voluntad de enmienda y que piensan ignorar las recomendaciones de la saliente Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

20 de julio 2022

https://accesoalajusticia.org/gobierno-maduro-ignora-recomendaciones-bac...

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BioEconomia

Las principales asociaciones agroindustriales de EEUU se unieron para crear Ag Bioeconomy Coalition con el objetivo de promover iniciativas de políticas federales que fomenten el crecimiento de una economía circular basada en productos innovadores derivados de commodities agrícolas.

Abarcando una amplia gama de tecnologías, la bioeconomía agrícola utiliza materiales renovables de base biológica como insumos para elaborar químicos y otros productos como combustibles, materiales de fabricación y bienes de consumo. La bioeconomía se presenta como una oportunidad para aprovechar todo el potencial del sector agrícola estadounidense, respaldar la resiliencia de la cadena de suministro y ayudar a abordar problemas ambientales clave.

Los miembros fundadores de la Coalición incluyen a: Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas (AFBF); Asociación Americana de la Soja (ASA); Asociación de Refinadores de Maíz (CRA); Growth Energy; Asociación Nacional de Departamentos Estatales de Agricultura (NASDA); Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz (NCGA); Asociación Nacional de Cáñamo; y el Consejo de Productos a Base de Plantas (PBPC).

El Departamento de Agricultura de EEUU. (USDA) estima que el uso de productos de base biológica reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 12,7 millones de toneladas métricas equivalentes de CO2 por año, lo que equivale a sacar de circulación más de 2,7 millones de automóviles durante un año.

“Avanzar en la bioeconomía es una de las soluciones climáticas más significativas que tenemos hoy sobre la mesa”, dijo Jessica Bowman, directora ejecutiva de PBPC. “La industria de productos derivados de plantas presenta una oportunidad para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles mediante el uso de insumos renovables para producir una variedad de bienes de consumo, incluidos artículos desechables para el servicio de alimentos, productos de limpieza para el hogar y materiales de construcción. Además, esta industria está satisfaciendo la demanda de los consumidores por soluciones climáticas de una manera que es accesible y no altera nuestra infraestructura actual de la cadena de suministro”.

“Las innovaciones en la agricultura son fundamentales para combatir el cambio climático, ayudar a crear empleos verdes y proporcionar a los estadounidenses alimentos saludables y asequibles y materiales renovables para una variedad de productos de alto valor”, dijo la Senadora Tina Smith (Demócrata por el estado de Minnesota), miembro del Comité de Agricultura, Nutrición y Silvicultura del Senado.

“Invertir en la bioeconomía agrícola aumentará la sustentabilidad y nos ayudará a convertir los recursos renovables como el cáñamo, la soja y el maíz en bienes de valor agregado, como bioenergía, productos químicos y productos de consumo. Esto es bueno para nuestro medio ambiente e impulsará un mayor desarrollo económico rural. Espero trabajar junto con Ag Bioeconomy Coalition para fortalecer la bioeconomía de EEUU.».

“Es bien sabido que la abundante oferta de soja de Estados Unidos ayuda a alimentar a nuestro país y al mundo; menos conocido es que las empresas estadounidenses también ofrecen alrededor de 1.000 productos industriales y de consumo de base biológica derivados de la soja”, dijo Brad Doyle, presidente de la Asociación Estadounidense de la Soja.

“Estos productos sostenibles a base de soja que crean empleos son el resultado de una gran inversión e investigación del sector privado, pero aún se puede hacer más para ayudar a que la economía renovable realmente despegue. Estamos orgullosos de ayudar a lanzar la nueva Ag Bioeconomy Coalition para abogar por la creación de nuevas oportunidades de mercado para los productores de soja que también satisfagan las necesidades económicas y ambientales de la sociedad”.

La industria nacional de productos de base biológica agrega valor por más de U$S 470 mil millones a la economía de los EEUU. y respalda 4,6 millones de puestos de trabajo. Entre 2013 y 2017, la industria se expandió más de 27% en términos de valor agregado; en 2021, casi la mitad de los estadounidenses informan que compran productos de origen vegetal mensualmente.

“Durante la última década, un torrente de innovación en el sector de los biocombustibles nos ha colocado a la vanguardia de la bioeconomía, ofreciendo soluciones transformadoras a los consumidores de todo el mundo”, dijo la directora ejecutiva de Growth Energy, Emily Skor.

“Al aprovechar el poder de las ciencias de la vida, estamos eliminando los combustibles fósiles de la ecuación, tanto para los automóviles como para las industrias. Ese trabajo permite a los productores de biocombustibles respaldar los empleos verdes en las zonas rurales de Estados Unidos, incluida una proporción enorme de empleos para trabajadores sindicalizados y veteranos de guerra.”

“Las inversiones en la bioeconomía agrícola son algo que todos los estadounidenses, líderes empresariales y legisladores pueden respaldar”, dijo el presidente y director ejecutivo de CRA, John Bode. “El crecimiento en esta industria genera oportunidades económicas y empleos STEM de alta calidad en comunidades rurales, ayuda a grandes corporaciones y pequeñas empresas a lograr objetivos climáticos y posiciona a los agricultores estadounidenses como parte de la solución a nuestros desafíos climáticos colectivos”.

Por cada empleo de base biológica creado, se generan 2,79 empleos adicionales en otros sectores de la economía estadounidense. Entre 2013 y 2017, 1,65 millones de empleos apoyaron directamente a la industria de productos de base biológica, lo que resultó en 2,96 millones de empleos indirectos. Los empleos indirectos significan que se crearon en industrias relacionadas para respaldar la compra de bienes y servicios de la industria de productos de base biológica.

“En Iowa, los biocombustibles son un motor económico fundamental para nuestros agricultores, comunidades rurales y nuestros productores de energía locales”, dijo el representante republicano estadounidense Randy Feenstra. “La nueva Coalición de Bioeconomía Agrícola servirá como una voz importante para los productos de base biológica, como los biocombustibles, que crean empleos bien remunerados, protegen nuestro medio ambiente y expanden la producción de energía nacional. Espero trabajar con mis colegas en el Congreso para expandir el desarrollo y el uso de biocombustibles y otros materiales de base biológica para impulsar nuestra economía y hacer que nuestro país vuelva a ser independiente energéticamente”.

“La Asociación Nacional de Departamentos Estatales de Agricultura trabaja para garantizar que la agricultura de EEUU. allane el camino hacia un mundo saludable y resistente. NASDA cree que apoyar la bioeconomía agrícola hace precisamente esto al abrir nuevos mercados para agricultores y ganaderos y preservar los recursos naturales para todos”, dijo el director ejecutivo de NASDA, Ted McKinney. “Esperamos buscar nuevas formas de promover el crecimiento de productos de base biológica”.

De cara al futuro, las prioridades políticas de la Coalición también incluyen el apoyo a la transparencia del mercado y las iniciativas de visibilidad que facilitan la nomenclatura y la medición de la bioeconomía agrícola común. La Coalición también se enfoca en abogar por políticas que promuevan formas en que las entidades gubernamentales pueden apoyar la investigación y el desarrollo de la bioeconomía.

“Los agricultores y ganaderos de Estados Unidos están liderando el camino en lo que respecta a la innovación sostenible, trabajando para reducir nuestros impactos ambientales mientras alimentan a una población en crecimiento. Pero no podemos hacerlo solos”, dijo el presidente de la AFBF, Zippy Duvall. “Se necesitan asociaciones para ayudar a hacer crecer la bioeconomía agrícola, no solo de la agricultura sino de una muestra representativa de la industria, la investigación, el gobierno y más. Esperamos explorar soluciones que ayuden a los agricultores y ganaderos a hacer más con menos, así como a hacer crecer la economía rural”.

«Al invertir en la bioeconomía de EEUU., podemos aprovechar el talento y los recursos de la agricultura estadounidense para producir insumos y productos nuevos y más sostenibles. Podemos posicionar a los productores agrícolas de nuestro país para liderar el cambio hacia una economía circular basada en la agricultura que abarque más productos hechos de biomasa renovable y reduzca los desperdicios», dijo Ag Bioeconomy Coalition en un comunicado.

21 de julio 2022

BioEconomía

https://www.bioeconomia.info/2022/07/21/las-principales-asociaciones-agr...

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Tatiana Stanovaya

Todo va de acuerdo al plan.

Esa es la línea del presidente Vladimir Putin. La guerra en Ucrania, en su quinto mes y sin final a la vista, puede ser agotadora. Pero altos funcionarios del Kremlin siguen repitiendo que Rusia, ganando terreno en el este de Ucrania, logrará todos sus objetivos. Eso puede parecer difícil de creer. Después de todo, Rusia se vio obligada a retirarse de Kyiv, experimentó varios retrocesos militares, enfrentó sanciones en una escala sin precedentes y fue objeto de un coro de condenas internacionales. Decir que tal letanía de dificultades y fracasos rotundos es un éxito puede ser una acusación de propaganda, hipocresía o incluso autoengaño. Pero es lo que parece creer el Kremlin.

Durante dos décadas he seguido de cerca las palabras, el comportamiento y las decisiones de Putin, formándome una imagen completa de los cálculos del presidente. Sobre la base de la retórica pública, los movimientos políticos y las discusiones informales con personas internas, he podido determinar, en la medida de lo posible, los contornos del pensamiento actual del Kremlin. Lo que está muy claro es que a fines de mayo, el Kremlin llegó a la firme conclusión de que a la larga está ganando este conflicto. Y Putin, en contraste con los primeros meses caóticos, ahora tiene un plan claro. Consta de tres dimensiones principales. El plan es una especie de muñeca rusa estratégica. Cada aspecto encaja dentro de otro, lo que equivale a un gran esquema que va mucho más allá de Ucrania pero se centra en ella.

Puede sonar extremadamente fantasioso y ciertamente revela cuán divorciado de la realidad, por decirlo suavemente, está Putin. Pero es importante que Occidente, cuya respuesta ha oscilado entre la confrontación y la aquiescencia, comprenda el alcance total de las esperanzas de Putin mientras continúa evaluando su papel en la defensa de Ucrania contra la agresión rusa.

El objetivo más pequeño, más pragmático y alcanzable se refiere a las ambiciones territoriales de Rusia en Ucrania. Al no haber logrado avanzar mucho más en territorio ucraniano desde los primeros días de la guerra, Rusia redujo rápidamente sus ambiciones y renunció a la idea de tomar Kyiv. El objetivo actual, más realista, parece ser el control de las regiones de Donetsk y Luhansk, que el Kremlin se ve logrando en cuestión de tiempo, una visión aparentemente reivindicada por la captura efectiva de la región de Luhansk por parte de las fuerzas rusas, y el corredor terrestre que acceso seguro a Crimea. Para este objetivo, de mínimo peso geopolítico para el Kremlin, Putin parece creer que el tiempo está de su lado. Puedes ver por qué. El apoyo militar occidental ha mostrado sus límites, mientras que Washington ha señalado que no está preparado para arriesgarse a provocar la ira de Putin cruzando cualquier línea roja. Sus amenazas anteriores de recurrir a las armas nucleares parecen haber sido escuchadas: Occidente no intervendrá directamente, ni ayudará a Ucrania hasta un punto que pueda conducir a la derrota militar rusa.

Hoy, a pesar de todas las protestas en sentido contrario, la certeza convencional en Occidente es que Ucrania no podrá recuperar las áreas ocupadas por las tropas rusas. El Kremlin parece creer que tarde o temprano Occidente abandonará esa idea por completo. El este de Ucrania estaría entonces efectivamente bajo control ruso. El próximo objetivo parece centrarse en obligar a Kyiv a capitular. No se trata de los territorios ocupados; se trata del futuro del territorio restante de Ucrania, algo que tiene mucha más importancia geopolítica. En un nivel práctico, la capitulación significaría que Kyiv acepta las demandas rusas que podrían resumirse como la “desucranianización” y la “rusificación” del país. Eso implicaría criminalizar el apoyo a los héroes nacionales, cambiar el nombre de las calles, reescribir los libros de historia y garantizar a la población de habla rusa una posición dominante en la educación y la cultura. El objetivo, en definitiva, sería privar a Ucrania del derecho a construir su propia nación. El gobierno sería reemplazado, las élites purgadas y la cooperación con Occidente anulada.

Este segundo logro suena fantástico, por supuesto. Pero para Putin también es aparentemente inevitable, aunque puede llevar más tiempo lograrlo. En uno o dos años, momento en el que el Kremlin espera que Ucrania esté agotada por la guerra, incapaz de funcionar con normalidad y profundamente desmoralizada, madurarán las condiciones para la capitulación. En esa etapa, el cálculo del Kremlin parece ser que la élite se dividirá y se reunirá una oposición a favor de la paz para derrocar a la administración de Zelensky, buscando poner fin a la guerra. No habría necesidad de que Rusia capturara Kyiv militarmente; caería por sí solo. Al parecer, Putin no ve nada que pueda evitarlo.

Hay mucha discusión sobre qué es realmente más importante para Putin en su guerra: impedir que la OTAN se expanda hasta las puertas de Rusia, o sus ambiciones imperiales de ampliar el territorio de Rusia y anexar al menos parte de Ucrania. Pero los dos temas están entrelazados. Mientras Ucrania se deslizaba hacia la OTAN y el conflicto en Donbas continuaba estancado, Putin se obsesionó cada vez más con el país. La tierra que él cree que pertenece históricamente a Rusia estaba siendo dominada por el peor enemigo de Rusia. Como respuesta, el territorio de Ucrania se convirtió en un objetivo adicional, pero no en lugar, como muchos piensan, de la confrontación con la OTAN. Eso nos lleva al tercer objetivo estratégico de Putin en la guerra contra Ucrania, y el más importante desde el punto de vista geopolítico de todos: construir un nuevo orden mundial.

Estamos acostumbrados a pensar que Putin ve a Occidente como una fuerza hostil que tiene como objetivo destruir Rusia. Pero yo creo que para Putin hay dos Occidentes: uno malo y otro bueno. El “mal Oeste” está representado por las élites políticas tradicionales que actualmente gobiernan los países occidentales: Putin parece verlos como esclavos de mente estrecha de sus electores que pasan por alto los intereses nacionales genuinos y son incapaces de pensar estratégicamente. El “buen Occidente” consiste en europeos y estadounidenses comunes que, según él, quieren tener relaciones normales con Rusia, y empresas que están ansiosas por beneficiarse de una estrecha cooperación con sus homólogos rusos.

Aparentemente, en el pensamiento de Putin, el Occidente malo está en declive y condenado, mientras que el Occidente bueno desafía lentamente el statu quo con una serie de líderes de orientación nacional, como Viktor Orban en Hungría, Marine Le Pen en Francia e incluso Donald Trump en los Estados Unidos, listos para romper con el viejo orden y crear uno nuevo. Putin cree que la guerra contra Ucrania y todas sus consecuencias, como la alta inflación y el aumento de los precios de la energía, nutrirán al buen Occidente y ayudarán a la gente a rebelarse contra el establecimiento político tradicional.

La apuesta de Putin parece ser que los cambios políticos fundamentales en los países occidentales traerán con el tiempo un Occidente transformado y amistoso. Entonces, Rusia podrá volver a todas las demandas de seguridad que estableció en su ultimátum de diciembre a los Estados Unidos y la OTAN. Esto puede parecer una ilusión hasta el punto de lo imposible. Pero eso no impide que sea lo que Putin espera que suceda.

Hay algunas buenas noticias. El mismo hecho de que el plan le parezca realista debería, a corto plazo, evitar cualquier escalada nuclear. Pero la mala noticia es que, tarde o temprano, Putin se enfrentará a la realidad. Es en ese momento, cuando sus planes se frustran y su decepción es grande, cuando es probable que sea más peligroso. Si Occidente busca evitar un choque catastrófico, debe comprender realmente a qué se enfrenta cuando se trata de Putin. (The New York Times)

Tatiana Stanovaya es becaria no residente en Carnegie Endowment for International Peace. Escribe sobre política interna y política exterior rusa y es la fundadora de R.Politik, una firma de análisis político.

19 de julio 2022

Polis

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Ana Díaz

El posible regreso del control de precios mantiene alertas a empresarios y consumidores. Ese fenómeno afecta a todos por igual con sus consecuencias: escasez, mayor inflación e informalidad y malos servicios, aseguraron economistas.

«El control de precios en Venezuela es un fantasma que siempre nos acosa dentro del actual modelo gubernamental socialista», advirtió Sara Levy, profesora titular de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela.

Considera que las políticas económicas aplicadas en las administraciones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han generado un Estado hiperdeforme y excluyente del aparato productivo privado nacional, lo cual impide un crecimiento económico real y sostenible.

La catedrática de la UCV señaló que la economía ha estado tan ahogada por la intervención estatal, que una pequeña ventana como la dolarización -así sea imperfecta- proporcionó un poco de oxígeno.

Sin embargo, esa leve mejoría retrocede con la creación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF).

La experta participó en la presentación del estudio “Una medición de la competitividad y neutralidad tributaria en Latinoamérica”, realizado por los investigadores del Observatorio del Gasto Público del Centro de Divulgación y Conocimiento Económico, en la sede de Cedice en Caracas.

Los autores del estudio son Miguel Rivas, Andrés Pernía y Jacques Bentata, estudiantes de último grado y profesor de economía de la Universidad Metropolitana, respectivamente.

Levy insistió en que la economía venezolana está inmersa en una trampa ideológica, lo cual impide llegar a buen puerto cualquier iniciativa de recuperación.

Destacó que es indispensable la participación del sector privado productivo nacional, actualmente golpeado por las importaciones de bienes y productos exentas de aranceles, mientras las empresas venezolanas son pechadas tributariamente.

La economista destacó que las empresas nacionales sí pagan impuestos, variados y a altas tasas, en un marco de recaudación fiscal ineficiente y con muchas trabas administrativas.

Advirtió que esas gestiones en los organismos de recaudación fiscal de los gobiernos central, estatal y municipal implican un esfuerzo muy grande y oneroso con pérdida de tiempo de hasta mil horas en los trámites.

Voracidad fiscal

El estudio sobre la materia tributaria en América Latina abarcó el desempeño sobre la aplicación y cobro de impuestos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, República Dominicana, Nicaragua, Honduras, México, Costa Rica, Perú, Paraguay y Venezuela.

En el ranking de mejor a peor en la aplicación de políticas tributarias en la región, el análisis coloca en primer lugar de eficiencia a Paraguay y en el último a Venezuela.

Pernía alertó sobre el impacto muy negativo de la ineficiencia y trabas burocráticas en la recaudación tributaria venezolana, signada además por la voracidad fiscal de los gobiernos central y regionales que cargan con excesivos impuestos a los comercios, industrias y consumidores.

«No basta con que tengas automatizados y digitalizados los sistemas de declaración y pago de impuestos cuando el contribuyente pierde mucho tiempo productivo que devalúa su propiedad. A esto se suman las altas tasas y la creación de tributos como el IGFT», reveló el investigador.

Asimismo, indicó que hay una distorsión en el sistema tributario venezolano, lo cual fomenta la importación sin aranceles para surtir los bodegones, pero que pecha fuertemente al empresario venezolano; sobre todo, al pequeño y mediano, en perjuicio de su productividad y propiedad.

Levy manifestó que no están en contra de pagar impuestos, sino de la forma cómo se realiza la gestión fiscal que, a la final, resulta perniciosa para toda la población, especialmente una clase media empobrecida y los sectores de escasos recursos económicos.

Para Ribas, el control de precios y la voracidad fiscal perjudican profundamente una actividad económica sana dentro de un mercado equilibrado.

«El control de precios distorsiona la economía generando la escasez, el contrabando y el mercado negro», recalcó.

Por su parte, Bentata resaltó que en Venezuela el objetivo de los impuestos se desfiguró y no se refleja un efecto positivo sobre la salud, la educación y los servicios, por mencionar algunos sectores socio económicos.

Añadió que el modelo aplicado desde hace cuatro o cinco años «no es sostenible en el tiempo» y ya se ven las señales de estancamiento y cierre de bodegones.

Los consultados insisten en la urgencia de un cambio político en el país para reorganizar y sanear la economía de forma adecuada.

Según estas fuentes, lo ocurrido en los últimos cuatro o cinco años obedece a las acciones de un sector más pragmático del oficialismo, pero que está fuertemente presionado por las alas radical y ultra radical del chavismo.

17 de julio 2022

Hispanopost

https://hispanopost.com/control-de-precios-y-voracidad-fiscal-hacen-inso...

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Jesús Elorza G.

Una gran explosión de alegría, se hizo sentir en todos los animales del zoológico de Bararida en el estado Lara, al escuchar de boca del gobernador la próxima construcción de una pista de Karting en los terrenos del zoo.

Más de 3.552 animales (305 mamíferos, 104 aves, 755 reptiles, 39 anfibios, 1 artrópodo) no podían creer lo que estaban escuchando. Al unísono, todos exclamaron “por fin, vamos a tener algo distinto a estar encerrado en estas piazos de jaulas”. Hasta los peces, aunque no podrán competir, hacían olas en su estanque para mostrar su apoyo al resto de sus colegas.

Siguiendo los pasos de la F1, comenzaron a organizarse para las competencias por venir. En primer lugar, decidieron ponerle un nombre a su evento y, por mayoría decidieron nominarla como “Fórmula Zoo-Kart” e incluir las categorías KF1, KF2 y KF3. Los coches usarán un motor 60cc y los participantes deberán tener entre 7 y 10 años de edad. Peso máximo del piloto/kart será de 105 kilos. Los elefantes y el hipopótamo solicitaron que fuese incluida la categoría de los Superpesados para poder ellos competir en igualdad de condicione; la solicitud fue aprobada por el sobrepeso de los argumentos.

Un grupo de competidores, formalizaron un reclamo en conjunto, referido a la ventaja de la jirafa a la hora de cruzar la meta. Alegaban que el largo de su cuello podría inclinar la balanza a su favor, en carreras cuya llegada entre dos o más competidores fuese por una cabeza. El reclamo fue atendido positivamente y se acordó que de producirse una llegada muy cerrada, en donde estuviese involucrada una jirafa, el largo de su cuello sería tomado en cuenta y la resta de los centímetros o metros de diferencia, serviría para determinar el verdadero lugar de llegada.

Las serpientes no se hicieron esperar en sus reclamos; si nos enrollamos al volante no tenemos como pisar el acelerador o los frenos ¿cómo hacemos? La directiva, aceptó el reclamo y dio paso a la categoría “Biplaza” para que las culebras tuviesen un acompañante para uso del acelerador y el freno.

Cuando todo estaba listo para el arranque del evento, el gobernador, ante una pregunta de un periodista deportivo sobre la construcción del kartodromo y el tipo de evento a desarrollar, se limitó a decir que su propuesta de construcción en un parque zoológico pudiera parecer fantasiosa e irresponsable, pero debo señalarles, con toda propiedad, que en nuestra revolución todo es posible y si mi camarada presidente puede hablar con un pajarito porque, yo no puedo hacer carreras de gokart en mi zoológico.

Mi proyecto es transformar el zoológico de Bararida en un “Safari Zoo-Kart” en donde el público pueda recorrer las instalaciones en su carrito para ver a los animales y también hacer competencias de Karting.

Los animales regresaron a sus jaulas molestos e indignados porque se sintieron engañados. El proyecto solo servirá como una fuente de ingresos por el alquiler de los “bólidos” y nosotros, los animales, seguiremos encerrados viendo pasar a los carritos, contaminando el ambiente con ruidos ensordecedores, humo y olor a gasolina.

La Sociedad Protectora de Animales debería elevar su voz de protesta frente a la violación y destrucción del zoológico de Lara por la alocada propuesta de la gobernación.

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