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Opinión

Analítica.com

Editorial

Pareciera que nadie escarmienta en piel ajena y Colombia no es la excepción. De nada le ha servido a los colombianos ver el desastre ocurrido en Venezuela, cuando cansados de la democracia porque esta no lograba resolver todos los problemas, una importante mayoría decidió darle una patada a la mesa y elegir a un militar, demagogo y populista que terminó con la democracia y entronizando en el poder un poder político que acabó con la prosperidad de uno de los países más ricos del continente y convertirlo en uno de los más pobres, evidencia que está a la vista de todos los colombianos en los millones de venezolanos que ahora viven en la hermana nación.

En Chile ocurrió algo parecido, el pueblo cansado de la democracia le dio una patada a la mesa y decidió elegir como presidente a un joven líder y están redactando, cómo ocurrió ya en Venezuela, una nueva Constitución que por lo que se vislumbra será galimática y el país va derecho a una grave crisis económica.

Ahora los colombianos se aprestan a elegir a Petro como el “salvador”, sin percatarse que estarían eligiendo a un personaje autoritario, que no tiene un verdadero mensaje ideologizador, sino unas ansias incontenible de poder y, por ello, demagógicamente ofrece lo que sabe que no puede realizar y se apoya en una plataforma política integrada por diversas aspiraciones pero que, ciertamente, no presentan una unidad de acción política para gobernar a una nación tan grande y diversa como lo es Colombia.

Si Petro llegase a ganar la presidencia en la segunda vuelta, paradójicamente sería como una infección de viruela en el cuerpo humano, que se cura pero deja marcas en el rostro.

Además, le viene encima una crisis económica global acompañada por una aceleración de la inflación y un deterioro en la condición alimentaria de la mayoría de los países. ¿Estarán Petro y su heteróclito equipo en condiciones de gerenciar positivamente esa situación? o por el contrario hará lo que hacen todos los narcisistas populistas tomar medidas disparatadas, que en vez de sortear la crisis la agravara.

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Beatriz De Majo

Hacer un listado de los temas que deberá acometer el nuevo presidente de Colombia a partir del próximo mes agosto no es una tarea compleja: los problemas son muy visibles. Lo que sí es un importante interrogante es la prioridad que se dará a la solución de cada uno de ellos y, sobre todo, el esquema de gobierno que será el marco para su puesta en marcha.

La desigualdad, la pobreza, el desempleo, la desaceleración económica, entran dentro de la categoría de temas que deberán recibir atención inmediata del nuevo gobernante. Ni el campo, ni la industria manufacturera, ni los sectores mineros extractivos pueden ser desatendidos en el momento en que el mundo entero enfrenta severos problemas de distorsión de las cadenas de suministro de insumos, de materias primas y de bienes terminados. Es preciso ser minuciosos en la atención a las presiones inflacionarias globales que afectarán a estos sectores productivos básicos y a la población.

Su alivio o resolución debe ir de la mano con la consecución de un alto grado de gobernabilidad y de control territorial que es una tarea concomitante y no menos urgente. En el caso de Colombia ello no es posible sin el destierro del narcotráfico, el control de la violencia terrorista relacionada con la insurgencia armada y la provocada por bandas criminales y clanes de la droga. La ansiada paz de los colombianos no se circunscribe a la consecución de las metas incluidas en el Acuerdo suscrito con las FARC en la Habana y con la cual no comulga la mitad de la ciudadanía. La desactivación de otros grupos violentos es imprescindible para cualquier plan de desarrollo que se emprenda.

La incorporación de inmensas masas poblacionales al desarrollo del país requerirá, al mismo tiempo, de programas de ayuda en lo social, además de un vasto plan de educación y formación técnica para otorgar herramientas de progreso a las clases más desposeídas e iletradas.

Si entramos en el detalle de cada uno de las acciones a desarrollar para producir resultados en todos los terrenos citados, hablamos casi de la refundación de un país que es necesario acometer contando con el soporte de las clases trabajadoras y del empresariado al igual que los jóvenes del país. Por fortuna, Colombia se encuentra bien equipada para hacerle frente a estas necesidades inmediatas.

Las turbulencias en el espectro global son solo las económicas que derivan de las distorsiones ligadas al COVID o de los estragos provocados por la guerra en el campo del desabastecimiento y del encarecimiento de los bienes que se transan en el planeta. Todo el reacomodo planetario que abarca cada área de actividad exige de cada nación una buena dosis de sacrificio, de adaptabilidad y de resiliencia para salvaguardar a sus poblaciones y para ofrecerles nuevas oportunidades de crecimiento.

Pero al mismo tiempo implica fraguarse alianzas útiles a los objetivos de desarrollo internos. Envuelve igualmente impedir el acceso de factores de distorsión que dificulten o que pongan trabas a la consecución de las metas. Las relaciones externas de Colombia con los Estados Unidos y con Venezuela – en direcciones completamente contrarias- van a ser, entonces, determinantes del futuro. Excluirlas o apuntalarlas, según sea el caso, pasa a ser un importante paso de avance en la dirección concreta.

No he hablado deliberadamente de aspectos de la geopolítica como los ambientales, el militar, los relacionados con el desarrollo de destrezas tecnológicas ni de otros tantos que intervienen en el recorrido adecuado de un país, por solo limitarme a los que intuyo que son determinantes de logros tempranos

Cualquier que sea el gobernante colombiano tendrá el plato repleto de dificultades que resolver y de proyectos de desarrollo a emprender. Lo más vital será escoger el modelo de gobierno que es el apropiado para poner en marcha las iniciativas y conseguir concitar a la población y a las fuerzas vivas a sumarse a ellas, a la vez que despertar en el medio internacional interés por el acompañamiento de los procesos y por la explotación de las potencialidades. Solo dentro de un esquema de libertades, de respeto por los derechos de los individuos y de democracia es posible adentrarse en el complejo sendero de hacer viable una economía, de hacer que el bienestar percole a los individuos y de crearle oportunidades a los gobernados.

El destierro absoluto de la autocracia, del totalitarismo y de otras formas perversas de limitar el libre accionar de los ciudadanos configuran el escenario correcto para ponerle el pecho a las dificultades que encontrará el inquilino de la Casa de Nariño.

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Benjamín Tripier

Para poder procesar los estímulos del entorno de una empresa, del lado de adentro deben contar con una Sala Situacional Empresarial que se apoye en las referencias estables que proveen el Norte Estratégico, que incluye Visión, Misión, Lineamientos Estratégicos y Factores Críticos de Éxito y Modelo de Negocios.

La sala debe contar además con un conocimiento de la empresa tener un mapa de actores y una caracterización del entorno de las áreas de influencia. A partir de allí, deberá procesar en bases frecuentes –dependerá de cada caso- la información/estímulos provistos por el entorno para revisar y analizar el impacto que tiene sobre los elementos estables; cómo afecta la estrategia y el modelo de negocios, qué actores están involucrados, y en qué afecta a las áreas de influencia.

Debe hacerse un análisis de la situación que produce el estímulo, identificar y aislar sus componentes y categorizarlos según el grado de control o influencia que la gerencia pueda tener sobre ellos; perfilar los actores involucrados; revisar las áreas internas impactadas y evaluar la magnitud del impacto.

Es bueno hacer un mapa de las relaciones entre los elementos internos y externos, para evaluar los posibles efectos cruzados. Es razonable poner el énfasis en los elementos internos, pues sobre ellos se tiene poder de decisión.

El resultado de la SSE consiste en un informe con recomendaciones de acción inmediata, así como otras de mediano plazo en los campos de comunicaciones corporativas, reuniones, cambios internos y en general información útil para tomar decisiones.

En la Venezuela de hoy es importante que el gerente sea parte activa del proceso de cambio, de manera que esté atento a las incidencias del entorno, sin descuidar sus responsabilidades operativas.

Hoy en día el entorno es cada vez más parte del negocio y el negocio cada vez más es parte del entorno.

Noticias destacadas

…La oposición venezolana quiere que Noruega retenga el papel de facilitador. El gobierno de Maduro ha insistido recientemente en la presencia de Rusia en cualquier negociación.

…Fuentes de la fuerza pública colombiana y la inteligencia militar confirmaron que murió Gentil Duarte, jefe de las disidencias de las FARC y uno de los criminales más buscados del país. Fue abatido en un ataque cometido por el Ejército de Liberación Nacional en Venezuela.

…El empresario venezolano-estadounidense Jorge Luis Nóbrega Rodríguez hizo mantenimiento a los aviones Sukhoi-30 de Venezuela y recibió pagos de Pdvsa. Un juez de Florida lo sentenció a 48 meses de prisión y 3 años de libertad supervisada.

…El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, asistirá a la Cumbre de las Américas, que se celebrará en junio en Los Ángeles, donde está previsto que tenga un encuentro bilateral con Biden.

…Rusia condiciona el corredor marítimo para el grano de Ucrania al levantamiento de algunas sanciones.

…Turquía supedita la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN a acciones contra el grupo armado kurdo PKK. Suecia busca que Turquía no bloquee su ingreso a la OTAN: le aseguró a Erdogan que no apoya a organizaciones terroristas.

…Banco Central Europeo: «Un fallo en tether representa una amenaza para todos los criptoactivos”. Advierte de que el colapso de tether provocaría un crash del bitcoin y del resto de criptomonedas.

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

…Que el castigo al venezolano de los Sukhoi que violó las sanciones al recibir un pago de Pdvsa es una alerta sobre la importancia que para los americanos tiene ese tema. Atentos con la apertura al mercado de valores y a la necesidad de analizar cada caso desde la perspectiva OFAC.

…O que en el prospecto de las emisiones de Cantv y el BDV, debería haber un apartado dirigido a las sanciones y la OFAC, indicando si impactan o no la negociación, y cómo mitigarlo.

…Ni que la demanda del gobierno de Venezuela de incluir a Rusia y a Alex Saab en las negociaciones se constituyen en un obstáculo más para que el dialogo prospere. Y rechazar a Noruega (“diles que se vayan”) tampoco suma. ¿Será que es el momento de que El Vaticano entre en escena?

…O que, como les decía, es difícil que tengamos elecciones presidenciales alguna vez. Maduro y Cabello lo anticiparon hace un par de meses, y la oposición se sigue negando a asimilarlo, y continúa por un camino de fantasía, que hace todo menos oponerse. Para cualquier país, y el nuestro no es una excepción, es importante tener una oposición fuerte y participativa

…Tampoco que sería interesante conocer cuál es el modelo económico de país que el alto gobierno tiene en mente. Cómo se articulan el mercado de valores con la economía popular, la propiedad privada y la propiedad comunal. Es una mezcla que crea confusión y diluye en sentido de dirección que podría compensar la desconfianza que existe

Mail: btripier@ntn-consultores.com

Instagram: @benjamintripier

Twitter: @btripier

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Ismael Pérez Vigil

El gobierno y la oposición democrática han acordado, finalmente, reanudar las negociaciones suspendidas hace tiempo para ver cómo se logra una salida a la profunda crisis política y humanitaria que agobia al país. Pongamos en contexto la situación para analizar las opciones de negociación.

El poder del gobierno

No hace falta describir lo que todos sabemos bien. El gobierno −autoritario, por decir lo menos− controla el poder y los recursos, cada vez más escasos, pero suficientes para continuar su despilfarro y los “negocios”, internos y con sus socios externos. No es la popularidad, de la cual hoy carece, sino el monopolio absoluto de la fuerza −a través de la fuerza armada, que lo apoya incondicionalmente− y toda la capacidad represiva del Estado, lo que le permiten ejercer ese control sobre territorio y recursos, de manera total y absoluta. No hay ningún resquicio… aparentemente.

Situación de la oposición

La oposición, aunque dividida, fragmentada, que permanece en profundas y amargas disputas internas, uno de sus sectores, el mayoritario, tras largo y hermético silencio, se ha puesto de acuerdo para conformar una estructura de coordinación y una fórmula, aun no muy bien definida, para seleccionar mediante unas primarias su candidato para el próximo proceso electoral en el 2024, o antes.

No hace falta recordar que se trata de una oposición inerme, pues no cuenta con ninguna fuerza física y su capacidad de movilización popular ha mermado considerablemente. Sin embargo, hay que recordar que en condiciones similares en el pasado ha logrado algunos triunfos sobre el régimen autoritario y −muy importante− reconocimiento y apoyo externo para la imposición de sanciones al régimen, por parte de la comunidad internacional; sanciones cuestionadas por ineficientes y que algunos sectores solicitan que se eliminen pues estarían afectando a la población inocente del país; pero, es lo único que ha servido para contener algo los desmanes del gobierno y obligarlo a llegar a una negociación.

Los ciudadanos

Un gran porcentaje de los ciudadanos del país −más del 80% − sumidos en la pobreza, se han mantenido al margen de los últimos procesos electorales y muestran poco o ningún entusiasmo por la actividad política. Se supone que es porque están ocupados y concentrados en sobrevivir, aunque nadie que se sepa ha investigado eso; más bien creo que esto es en parte el resultado de varias décadas de prédica antipolítica y anti partidos, acentuada por la intimidación del régimen y una intensa campaña en contra del valor del voto y la eficiencia de los procesos electorales para resolver los problemas del país.

En el contexto descrito, nada halagüeño, es que se produce el anuncio de que el régimen y la oposición democrática exploran las posibilidades de continuar la negociación suspendida; ahora, a pesar del anuncio de la disposición a negociar, el régimen horada las bases de la misma, solicitando se admita como representante a Álex Saab, preso por delito en los EEUU −recordemos que la vez pasada la negociación se suspendió por esa absurda demanda del gobierno, que además fue quien se levantó de la mesa− y cuestionando también a los mediadores, el Reino de Noruega; de manera que, de llegar a concretarse el acuerdo para negociar, la pregunta obvia es: ¿Qué se va a negociar? ¿Cuál es el objetivo de la negociación?

Objetivos de la negociación

Para un sector opositor, radical, el objetivo escueto y único no puede ser otro que encontrar una fórmula para que el actual gobierno deje el poder, se retire sin más, como condición previa para cualquier otra cosa y para reorganizar la vida democrática del país.

Otro sector, más moderado, piensa que lo anterior no es realista y opinan que se debe buscar de común acuerdo una transición electoral, pacífica, a la democracia, detener las violaciones de los derechos humanos, los atentados contra las libertades públicas y, mientras tanto, buscar alternativas para aliviar el sufrimiento popular.

A un sector, más conforme, resignado o menos osado, le basta con que se logre alguna flexibilización económica y política del gobierno, que atraiga algo de inversión, que mejore la situación económica, para así aliviar la profunda crisis humanitaria que agobia al país.

Pero, definir el o los objetivos de la negociación, aunque no es fácil, es lo menos problemático porque la verdadera dificultad reside en: ¿Qué es lo que va a ceder en la negociación cada una de las partes? Dicho más claramente: ¿Cómo el régimen gobernante, con todo el poder que tiene, lo va a abandonar sin más, para entregárselo a una oposición que no tiene fuerza para obligarlo a ello o poco que ofrecer a cambio, como no sea levantar unas sanciones que no dependen de su decisión?

Opciones de salida

En cualquier caso, la solución de la crisis humanitaria y económica que ha arruinado al país pasa por una salida del actual régimen; sea que en un acto incomprensible y poco probable abandone el poder, voluntariamente; sea porque se desarrolle un proceso electoral libre, bajo supervisión internacional, que, según todas las encuestas perdería el gobierno; o bien sea porque algún acontecimiento político, hoy impensable, como una revuelta o insurrección popular, incline la balanza y el apoyo de la fuerza armada en su contra y lo obligue a dejar el poder. Estas son las opciones que algunos vislumbran como salida, pues lo que es también cierto, que se ha demostrado en el tiempo y ahora con la guerra de Putin contra Ucrania, es que la comunidad internacional −la misma que apoya a la oposición democrática− no pasará de establecer sanciones y cualquier opción militar que implique una fuerza externa o invasión, para resolver los problemas políticos y humanitarios de cualquier país, está descartada.

Los mitos en el país

Lo más difícil de esta situación es que flota en el ambiente, desde hace muchos años, una especie de pensamiento “mágico”, ingenuo −y hasta oportunista−, por parte de algunos grupos radicales, sus asesores e influyentes en la opinión pública, que −al considerar la situación del país y las posibles salidas− han desarrollado algunos mitos.

Uno de ellos es que al gobierno autoritario le interesa que eliminen las sanciones económicas −“que afectan al pueblo”, según dice el gobierno y repiten a coro algunos opositores−, como si el bienestar del pueblo fuera realmente una preocupación del gobierno; en realidad al régimen las sanciones que lo afectan y preocupan son las sanciones personales contra sus funcionarios, mismas que todos los opositores afirman que se deben mantener.

Otro mito de algunos sectores opositores, a sabiendas que no hay disponible una fuerza física, ni interna ni externa, para forzar al régimen a retirarse −posiblemente solo para lograr unas condiciones electorales, como ya ha ocurrido en el pasado−, piensa y plantea con aparente seriedad y convicción, que el régimen debe ceder el poder, dándose golpes de pecho, admitiendo los errores cometidos, las violaciones de DDHH de las que se les acusa, devolviendo los recursos del país de los que se ha apropiado y mansamente se dejarán esposar y conducir a la cárcel, a purgar sus delitos; o en el mejor de los casos, en un arrebato de fiereza y ante un descuido, escaparán a un exilio forzado, pero sin la posibilidad de desplazarse libremente por el mundo, por el temor a ser atrapados en cualquier aeropuerto y juzgados en algún país desarrollado o por algún tribunal internacional.

Conclusiones

Pero algo ocurre en el país. Porque resulta incomprensible que un régimen con el poder omnímodo que muestra el actual, sin embargo, da pasos −aunque inciertos− en dirección a una negociación; posiblemente las razones que lo animan son buscar reconocimiento internacional e insistir en que se le eliminen sanciones, aunque sabemos que son las personales las que quiere eliminar, cosa que es más difícil. Lo cierto es que aun con su supuesta “debilidad” la oposición ha logrado, en varias oportunidades, llevar al régimen a la mesa de negociación.

Paradójicamente, lo cierto, si vemos el escenario actual, es que la oposición democrática tiene todo por ganar y poco que ceder, que ya no haya cedido o le haya sido arrebatado: Democracia, instituciones políticas, partidos, libertad de asociación y de expresión, libertad de sus líderes, y un largo etcétera.

Sin duda es el gobierno el que tiene todo por perder: El poder y con él, el usufructo de la riqueza del país. Lo que no parecen haber percibido los habitantes y líderes opositores es que resulta obvio que el régimen, si no recibe nada a cambio, se puede y va a mantener en el poder, como la ha hecho hasta ahora, pues tiene fuerza, recursos y también cuenta con cierto apoyo internacional. Esos factores no los podemos perder de vista.

Por lo tanto, quien tiene tanto que perder, ¿Qué pedirá a cambio de dejar el poder, frente a una oposición que no tiene fuerza, real, para desalojarlo del mismo y muy poco que ofrecer? Obviamente pedirá inmunidad. Inmunidad para poder disfrutar, en el país o en el exterior, de los bienes mal habidos. Esto, que no debería sorprender a nadie, sorprende a muchos y es un tema que no podemos seguir ignorando, sobe el que debemos abrir una amplia y profunda discusión.

Los habitantes del país, sobre todo la oposición, debe tomar conciencia de que no hay manera de salir de esta crisis, sin tragar algunos sapos crudos a través de una negociación, ¿Lo tendrán claro sus líderes, especialmente los más radicales?; estos últimos, afortunadamente −aunque ruidosos y muy activos en redes sociales− son minoritarios.

Sin fuerza física, con capacidad de movilización mermada, los habitantes y fuerzas políticas democráticas, que ya han tenido triunfos electorales importantes −única vía posible en este momento para enfrentar regímenes como el que gobierna el país− lo que deben es recuperar la fuerza interna, además de la externa con la que cuentan, que permita hacer respetar esos triunfos. Ese es el reto.

Politólogo

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

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Ignacio Avalos Gutiérrez

Los terrícolas estamos siendo ubicados, generacionalmente hablando, a partir de la manera como encaramos las nuevas realidades engendradas por las veloces transformaciones digitales que vienen ocurriendo. El mundo actual es muy distinto al de hace relativamente poco, y genera miradas parecidas, pero a la vez distintas de acuerdo con la edad que se tenga.

La clasificación demográfica a partir de este último criterio ha recibido algunas observaciones. Se dice, sobre todo, que las categorías elaboradas dan cuenta fundamentalmente de la realidad norteamericana, y que han sido ideadas por los especialistas en marketing, Pero más allá de la crítica académica, tales agrupaciones son de uso común y brindan una perspectiva interesante y útil que retrata grosso modo la vida de las personas en un escenario cada vez más digitalizado, a partir de sus respuestas ante lo que sucede a su alrededor en virtud de las alteraciones que, como señalé, van emergiendo con inusitada rapidez.

¿Regresar a cuál normalidad?

El desglose por la edad establece diferentes generaciones que van desde los denominados Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964 (actualmente tienen entre 57 y 75 años), hasta los de la Generación Z, correspondiente a los nacidos entre 1997 y 2015 (hoy en día cuentan entre 6 y 24 años).

Hace poco más de dos semanas un amigo, ubicado hacia la mitad de la tabla de los conjuntos digitales mencionado, y a quien había perdido de vista desde hacía un largo tiempo, me llamó para proponerme que nos encontráramos para vernos y echarnos los cuentos de la vida de cada uno. Le sugerí un lugar equidistante y agradable y me dijo que a él le provocaba más bien que nos tomáramos un café por zoom y conversáramos un rato, no muy largo, me advirtió, porque en una hora debería estar como ponente principal en una conferencia de gran importancia, cuyo tema no recuerdo.

AL fin lo convencí y, terminado nuestro diálogo de cuarenta minutos, una vez de regreso a mi casa y tumbado en la cama, me asaltaron las mismas inquietudes de cuando el país atravesaba la mitad de la pandemia, asumidas y sentidas desde mi perspectiva de “inmigrante digital”, cosa que digo porque no siento ninguna preocupación, caso de que se me caiga la cédula. Repasé, pues, varios estudios que había leído e incluso dos o tres artículos escritos en estas páginas, convenciéndome aún más de que la solución a muestras dificultades, sacadas a la luz por el COVID, no pasaba por “volver a la normalidad”, pues eran sus lodos los que en buena medida habían causado los desacomodos del planeta, originados por la manera en que los humanos concebíamos la vida dentro de un modelo de desarrollo que hacía agua por varias partes, centrado como estaba en torno al crecimiento permanente del PIB, aún cuando se le pusieran al lado otros termómetros que insinuaban cierta preocupación por las desigualdades sociales o el cambio climático, por ejemplo.

¿Ir, entonces, a la “nueva normalidad”?

Todavía bajo el impacto de la sugerencia del cafecito virtual de mi amigo, me dedique a pensar sobre cual sería nuestra nueva normalidad calibradas de las notas que había tomado de varios libros y documentos. Así, en una de mis libreticas encontré una nota en la que José María Lasalle, filósofo español indicaba, palabras más palabras menos, que entre las consecuencias originadas por el por la Covid-19 en el planeta, destacaba el paso de una “transición digital” a un “nuevo status quo”. La razón principal radica en que nos hemos digitalizado a una velocidad y a una escala sin precedentes en la historia, que nos han sorprendido sin respuestas para entender los cambios que tienen lugar, ni ideas para establecer las reglas de juego que los permitan orientar y regular.

Así mismo, el citado autor, junto con otros que también militan en el mismo punto de vista, subraya la necesidad de promover políticas públicas que le den sentido cívico y ético a la revolución tecnológica y trasciendan los modelos de sociabilidad digital de los que se aprovechan las grandes corporaciones tecnológicas, al monetizar un control eficiente diseñado para consumidores y usuarios, y no para ciudadanos.

Se trata de adoptar de un humanismo tecnológico que empodere a las personas y les confiera la responsabilidad de dar sentido a los datos, los algoritmos, la inteligencia artificial y las máquinas, con el fin de fundamentar una respuesta que impulse un conjunto de normas que controle democráticamente la tecnología, que emancipe al ser humano de ella, lo resignifique como ciudadano, que decida sobre el impacto que tiene en él y que no haga de la desinformación y las fake news, sus prácticas más recurrentes, Apremia, en suma, la necesidad de llevar a cabo ciertas consideraciones que ponderen la influencia que ocasiona la inmersión digital sobre nuestra personalidad, sobre nuestros valores, sobre el respeto a nuestros derechos fundamentales o sobre la fortaleza de nuestras democracias.Por otro lado, se sostiene la opinión de que este entorno ha ido produciendo mutaciones relevante en el ámbito social y cultutal. Se ha alterado el tipo de relaciones humanas cuantitativa y cualitativamente. Viviendo online tantas horas, surge una realidad paralela que está sustituyendo a la realidad física, no en balde se habla ya del “Homo digitalis”

El sociólogo Manuel Castells perfila la que define como una “Sociedad Red”, cuyas características modifican las pautas que rigen la manera como nos plantamos y vinculamos en la sociedad. En este sentido, los investigadores han hecho gran hincapié en que las características más destacadas de estos grupos digitalizados en todas partes del mundo son el distanciamiento y aislamiento físico y social, y sus consiguientes repercusiones en el desenvolvimiento socioemocional. Al respecto se ha registrado un aumento visible en las cifras de los trastornos de salud mental, especialmente estrés, ansiedad, depresión, soledad, apatía, dispersión, insomnio, adicciones, etcétera, datos que sobresalen entre la población más joven.

Predomina la visión distópica (pero la suerte no está echada)

Nos encontramos en las profundidades de la era digital. La vida está siendo diagnosticada como cada vez más pública, abierta, externa, inmediata y expuesta. De acuerdo a lo que señala el Profesor Edward Mendelson, gracias a los smartphones, las experiencias y emociones que considerábamos propias de la vida interior han quedado a la vista de todos. Un nuevo mundo público ha comenzado con la revolución tecnológica incluyendo una manera inédita de entender el “yo”.

Finalmente, cabe concluir estas líneas con unas palabras de Mario Stofenmacher: La sociedad pasó de ser “…una sociedad analógica, basada en papel, a la espera de que nos cuenten las cosas, a una sociedad digital, donde nosotros tomamos el mando y buscamos, decidimos y actuamos. No es solo “no paper”, sino actuar con un clic…”. Y es una realidad porque hoy en día casi todo se encuentra al alcance de un clic. Agrega Stofebmacher que el tema menos explícito es un nuevo concepto del yo ubicuo, permeable y efímero, en el que la experiencia, los sentimientos y las emociones que solían estar en el interior de nuestro yo, en relaciones íntimas, y en objetos tangibles e invariables –lo que William James llamó “el yo material”–, ha emigrado al celular, a la “nube” digital, y a los juicios cambiantes de la masa.

Un café por zoom, ni de vaina

Así las cosas, se encuentra planteada la confrontación entre una visión distópica y una visión utópica con relación a la evolución y los impactos de las tecnologías digitales. La balanza pareciera inclinarse hacia la perspectiva distópica, dominada por el determinismo tecnológico. Pero como he señalado en otras oportunidades, la suerte no esta echada. Crece la conciencia sobre la enorme importancia del tema y con ella la necesidad de orientarlo en función de patrones éticos que conciban la vida, no como una carrera acelerada y constante hacia quien sabe dónde, sino como una reivindicación en muchos sentidos de nuestra condición humana, en forma de ciudadanía general, apegada a un catálogo de nuevos derechos y garantías que den forma y establezcan una ciudadanía digital, plataforma de una ciber democracia que, dicho sea de paso, no tenga nada que ver con el Leviatán de Thomas Hobbes

Como muy bien lo resume la profesora Shoshana Zubof, de lo que se trata es de “La Lucha por un futuro humano frente a las nuevas fronteras del poder”.

El Nacional jueves, 25 de mayo 2022

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Edgar Benarroch

VENEZUELA: OBSOLETA, PERICLITADA Y CON SICOFANTES

La obsolescencia es la caída por desuso ocasionada por mal mantenimiento y funcionamiento de los equipos y también por insuficiente desempeño de sus funciones en comparación con las nuevas tecnologías.

Así está nuestro país por culpa de este oprobioso régimen totalitario, somos muy lamentablemente un país que se quedó atrás, somos obsoleto, la tecnología moderna nos rebasó y hoy, después de muchos años de cambio para mejor, volvemos al río para lavar la ropa, buscar la leña para cocinar y a la lámpara de carburo para alumbrarnos.

Este régimen no ha sido capaz, por ineficacia y carencia de voluntad, de ir al ritmo de la modernidad y, al contrario, ha dañado y daña todo lo bueno existente y nos retrotrae a etapas que considerábamos superadas.

Periclitar es perder fuerza o intensidad, es decaer, declinar o peligrar. Estar periclitado es entonces correr un gran riesgo o peligro, es estar en decaimiento, después de haber llegado al apogeo caer en la decadencia. En este estado, obsoleto y periclitado, nos mantenemos después de ser el país más rico y próspero de Latinoamérica que llamaba la atención favorable de todo el mundo, ahora somos de los pobres del mundo con un salario mínimo mensual equivalente al 5% del monto de la cesta básica alimentaria, con el agravante que todo lo que funcionaba bien lo destrozaron.

Para llevar a PDVSA al estado deplorable en que hoy se encuentra, ha de disponerse de mucha fuerza criminal, como efectivamente lo hicieron, para destruir tienen fuerza ,para construir, no. PDVSA producía 3 millones 500 mil barriles de petróleo todos los días, ahora solo 400 mil y sus equipos e instalaciones están en ruina sin mantenimiento ni repuestos.

Acabaron también con el complejo siderúrgico de Guayana que lucia muy promisor para el país. Todo lo que tocaron lo destrozaron. Nuestra economía , más o menos estable, con sus altibajos, ahora es un verdadero y descomunal.desastre; que con el horroroso manejo financiero, provocó la inflación más alta del mundo que aún sufrimos, con la concebida perdida del poder adquisitivo de nuestra moneda. Los servicio públicos que funcionaban de manera regular, ahora son intermitente cuando operan.

Periclitaron este hermoso país, que estaba con sus problemas, en vías de desarrollo y lo llevaron a lo que somos: con pobreza generalizada y todos pasamos por miles de calamidades y penurias para conseguir los alimentos diarios que nos permitan subsistir, el ingenio e inventiva del venezolano, se somete a prueba diariamente en la consecución de los alimentos.

Todas las tierras fértiles y fecundas fueron expropiadas o invadidas y saqueadas, las transformaron en maleza y piedras. Todo lo que expropiaron, que cuando lo hicieron estaba próspero, ahora son ruinas y cascajos.

Todo lo anterior en medio de una inseguridad pública, personal y de bienes no conocida ni en las peores épocas. La existencia de sicofantes del hamponato que se pavonean en las calles del país como macho de barrio, porque creen que el dinero mal habido les da poder, abundan en nuestras poblaciones; es una nueva casta que se mueve alrededor del régimen, especialmente donde hay real.

La delincuencia campea en cualquier lugar y hora, ella es de calle o uniformada con carnet. Ya está bien ya. UNÁMONOS para salir de este horror cuanto antes e iniciar el camino que nos conduce al país que tanto queremos.

Nuestro deber insoslayable e impostergable es transformar la Venezuela periclitada y obsoleta, en próspera y con pleno desarrollo y ello supone salir de lo que tenemos lo antes posible. Sabemos cómo hacerlo, solo falta voluntad y decisión.

Los términos: obsoleto, periclitado y sicofantes del hamponato, fueron tomados del léxico betancouriano, que tanto aporte hizo a nuestra lengua.

29 de mayo 2022

ELECCIONES EN COLOMBIA

Los primeros resultados que conocemos de las elecciones en Colombia nos indican que Gustavo Petro obtuvo el 40% de los votos válidos y Rodolfo Hernández el 30%. Solo ellos avanzan a la segunda vuelta que se realizará el venidero 19 d junio. 40 millones de colombianos estaban habilitados para sufragar, solo lo hizo la mitad, la otra se abstuvo. Allá en Colombia, como ahora lo es en nuestro país, el voto es solo un derecho y no también un deber. La abstención se registró en el 47% que se viene registrando en los últimos tiempos. Esta elección se produce en medio de una profunda polarización ocasionada por el descontento social derivado de la iniquidad, la pobreza, la inseguridad y violencia desplegadas por grupos destinados al narcotráfico y a la guerrilla. Más del 85% del país piensa que Colombia va por mal camino y desde los años 90 no se registraban cifras tan altas. Todos los candidatos ofrecieron cambio aunque no de la misma intensidad. Las cifras electorales corroboran el inmenso deseo de cambio del pueblo colombiano, que se apartó de todo lo conocido. Gustavo Petro que fue Alcalde de Bogotá y perteneció a la guerrilla M-19 sacó el 40% de los sufragios y Rodolfo Hernández, que se presentó como candidato independiente muy particular, excéntrico y antisistema, aglutinó el 30%.

Los colombianos se apartaron radicalmente de lo fue su tradición política y optaron por un cambio drástico, inédito y también incierto, fue una votación de castigo a todo lo pasado. Ha sido tan fuerte el cambio que para la segunda vuelta solo quedaron un ex guerrillero y un empresario excéntrico y ocurrente.

Creo que Petro está en desventaja por el inmenso y sólido rechazo que genera en el centro y derecha política del país colombiano, que seguramente se pronunciará masivamente por Hernández que tiene mucho para crecer porque es nuevo, por su corto historial y porque la gente prefiere a un anticomunista.

Tengo entendido, repito, que el próximo 19 del venidero mes de junio, se realizará la votación de segunda vuelta que decidirá quién de los dos será el Presidente. Como yo veo la situación me parece que ganará Rodolfo Hernández, pero como en el extraño mundo de la política nada está escrito y no siempre nuestras presunciones se cumplen, es posible otro resultado. Amanecerá y nos cercioraremos conociendo la verdad soberana.

30 de mayo de 2022

VIENTOS NUEVOS DE CAMBIO EN LATINOAMÉRICA

Históricamente América Latina ha sido una región muy castigada por regímenes de fuerza que se mantuvieron y mantienen mediante la reprensión. Gradualmente y en el contexto de la llamada "Guerra fría" que finaliza en 1991 con la disolución de la Unión Soviética, Latinoamérica fue tomada por gobernantes violadores sistemáticos de los Derechos Humanos y todo ello se realiza en un ambiente en que la tensión entre los Estados Unidos de Norte América y la Unión Soviética marcaba la geopolítica mundial.

Los norteamericanos con el propósito de combatir el comunismo y frenar gobiernos de extrema izquierda en la región, dieron apoyo militar, técnico y financiero a muchos de estos regímenes dictatoriales. De esta forma llegaron y se mantuvieron en el poder Stroessner, Castelo Branco, Banzer, Batista, Somoza, Duvalier, Rojas Pinilla, Batista, Pérez Jiménez, Bordaberry, Trujillo, Pinochet o Videla, entre otros y Juntas Militares de gobierno. El plan de los EE.UU. les surtió efectos, pero no en toda la América Latina, el ejemplo más evidente es Cuba donde Fidel Castro depuso a Fulgencio Batista e instaló una nueva dictadura comunista que llaman del "proletariado" y en la práctica y de verdad es de una minoría, NOMEMKLATURA, que maneja el poder como les da la gana en beneficio de ellos que todo lo tienen y en perjuicio de la inmensa mayoría que padece y no tiene nada, ni siquiera casa o rancho propio.

A mediados de la década de los 50 y principio de la 60, se originan vientos de cambio en América Latina que superan las dictaduras y se da inicio a la democracia y respeto a la voluntad popular, con la excepción de Cuba que aún se mantiene la dictadura comunista. Empezamos entonces a vivir en democracia que se extiende hasta nuestros días con la dolorosa excepción de Venezuela y Nicaragua donde la libertad está muy limitada y el Estado totalitario lo absorbe todo y otros países donde el populismo hace estragos.

En este nuevo siglo observamos vientos nuevos de cambio que al parecer soplan fuerte , también en Cuba, que sacuden el ambiente político y llama mucho la atención. Lo ocurrido en nuestro país, en Chile en las elecciones presidenciales pasadas, en Perú y lo sucedido en las últimas elecciones en Colombia, donde solo avanzan a la segunda vuelta un exgerrillero y un empresario excéntrico que se manifiesta antisistema; son indicio gordos de un deseo de cambio profundo.

Creo que el cambio es necesario y debe ser urgente, pero para bien, nunca para mal. Profundizar y tratar de perfeccionar la democracia para hacerla participativa, más eficiente y eficaz es una tarea por hacer que nos obliga a todos. El sentido y orientación del cambio se lo damos nosotros y en nosotros recaerán las consecuencias que de él se deriven. Debemos estar todos muy atentos a estos vientos que amenazan ser huracanados, si somos indiferentes seremos también responsables o cómplices de los resultados.

Es momento de actuar con mucha firmeza y convicción para manejar la ola de cambio que ya tenemos encima, para lejos de atropellarnos la conduzcamos por el mejor de los caminos: Más y mejor democracia, libertad plena con solo limitaciones en ley, justicia, equidad, progreso nacional, felicidad y bienestar para todos.

31 de mayo de 2022

 7 min


Fernando Mires

1. Las grandes potencias, porque lo son, suelen tener muchos enemigos. Mas todavía si estas potencias no son solo económicas y militares, sino también políticas. Probablemente, más que la antigua Roma, EE UU ha sido y es odiado en muchas naciones y culturas, por fundamentalistas religiosos y por fanáticos ideológicos. Es explicable: en la pre- historia de cada gran potencia hay muchas guerras, y las guerras producen, inevitablemente, catástrofes irreversibles. Por supuesto, una gran potencia como EE UU está condenada a verse envuelta en los grandes conflictos del planeta. Es su destino.

No importa que a pesar de las injusticias y desmanes cometidos, EE UU haya contribuido de modo determinante a salvar a Europa y al mundo de los dos imperios totalitarios de la modernidad. EE UU es, antes que nada, la capital simbólica, económica y política del Occidente democrático. Lo que nos lleva a afirmar que el antinorteamericanismo es un derivado del antioccidentalismo, ideología dominante de las autocracias y dictaduras de este mundo. Para los enemigos de Occidente, EE UU es la nación líder de un conglomerado planetario que ejerce dominación mundial gracias a su “aparato represivo internacional”, la OTAN.

Si uno pregunta a cualquier fanático de extrema izquierda o de extrema derecha, sea comunista o trumpista, recibirá la misma respuesta: “lo que pasa en Ucrania es culpa de los EE UU y de la OTAN”. Algunos, claro está, querrán aparecer como moderados –los crímenes de Putin han sido demasiado horrorosos- afirmando que condenan a las masacres en Ucrania, pero terminan diciendo que todo ha sido el resultado de la política expansiva de los EE UU y de la OTAN. Así Putin queda justificado. La guerra en Ucrania será presentada para ellos como la respuesta inevitable de Rusia frente a la expansión de la OTAN. O dicho con las cínicas palabras de Putin, como una guerra defensiva y preventiva. El agresor será convertido en agredido.

2. Un amigo me envió recientemente un interesante artículo; “La estrategia de los americanos”. El autor es el el profesor John Mearsheimer (de ahora en adelante JM) muy influyente en el discurso público de los EE UU. Repito, es interesante. Pero no por su valor analítico, más bien bajo, sino por su carácter documental. En efecto, como pocos textos el citado documenta el ideario del que se sirve Putin para justificar la invasión a la república democrática de Ucrania. Quien me envió el texto, debo agregar, mantiene contactos con círculos pacifistas, sobre todo con ese pacifismo de izquierda “made in Germany” siempre escondido detrás de un supuesto trauma histórico. “En todas partes me topo con argumentos similares a los de este artículo”, me escribió mi amigo. Frase que entendí como una invitación a confrontar los argumentos del profesor JM. Es lo que a continuación haré.

Tanto en su estructura como en su formulación, es un texto simple, hecho para personas de entendimiento medio, en un lenguaje asequible y cotidiano. Aunque desde sus primeras líneas la idea es demostrar que no Rusia sino los EE UU son los causantes de la invasión a Ucrania, JM la expone en modo de veredicto en las últimas líneas : “Está fuera de discusión que los rusos hacen el trabajo sucio. No quiero restar importancia a este hecho, pero ¿que ha llevado a los rusos a cometer este hecho? Mi respuesta a esa pregunta es muy simple: Los Estados Unidos de América”.

A demostrar esa terrible acusación dedicará el autor sus palabras. Sin embargo comete el error de revelar desde el primer momento su metodología. Esta consiste en apelar a una relación de causa- consecuencia, método rechazado en las academias historiográficas. Putin, es presentado como una consecuencia, Biden es en cambio una causa. Para que ese alegato aparezca plausible, el autor opta por comenzar a contar la historia desde el año 2008 cuando, según su opinión, EE UU intentó integrar a Georgia y a Ucrania en la OTAN.

La historia nos dice en cambio que no EE UU, tampoco la OTAN, buscaron integrar a Georgia y Ucrania en la alianza militar. Más bien sucedió al revés: Georgia y Ucrania, al sentirse desprotegidas al lado de un vecino que nunca ocultó su interés por convertirse en superpotencia, solicitaron protección a la OTAN. En contra de lo que afirma el autor, dentro de la OTAN hubo voces contrarias a la integración de Ucrania, entre ellas las francesas y las alemanas. Por lo demás, el hecho objetivo de que la integración de Ucrania en la OTAN no llegaría a concretarse, aún después de la invasión rusa a Crimea, prueba que la tendencia predominante en la OTAN no era enrolar a Ucrania.

Recordemos que en el breve periodo que se extiende desde diciembre del 2021 hasta el 24 de febrero de 2022, o sea, desde que Putin movilizó 200.000 soldados a los límites con Ucrania, las peticiones, incluso súplicas, del presidente Zelenski para ingresar a la UE y a la OTAN fueron muchas. Todas fueron negadas. Occidente temía, quizás con razón, que la invasión en ciernes derivara en un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia. Por eso sucedió lo contrario. Desde diciembre del 2021 hasta el 24 de febrero del 2022 las declaraciones de la UE, así como las de cada país por separado, buscaron el diálogo y la negociación. Sin embargo – eso lo oculta el profesor JM - Putin no accedió a ninguna de las peticiones para tratar el conflicto por la vía de la diplomacia, aún sabiendo que la mayoría de los gobiernos de Occidente estaban dispuestos a no dejar ingresar a Ucrania en la OTAN.

¿Cómo respondió Putin? No solo negándose a negociar. Todo lo contrario: aumentó los contingentes militares en los límites con Ucrania. La invasión, no hay duda, ya estaba decidida desde diciembre, y probablemente, en la cabeza de Putin, desde mucho antes. Los hechos no mienten. A un lado los llamados a concordia de Occidente. Al otro, las mentiras de Putin y Lavrov afirmando que los soldados solo realizaban ejercicios militares en los límites con Ucrania. La afirmación del profesor JM relativa a que Occidente no ofreció ninguna alternativa a Putin es falsa.

Según JM, la supuesta intransigencia de Occidente se dio porque los gobernantes de los países democráticos creían que Putin tenía la intención de reeditar el antiguo imperio soviético. Si ese era el propósito de Putin, no lo sabemos. Tampoco JM lo sabe. Como tampoco sabemos si Stalin quería reeditar el imperio de los zares. Lo que sabemos en cambio es algo que también sabe pero no dice JM: Putin no ha ocultado nunca que su política exterior es expansionista. Tanto como Putin también lo saben los chechenios y los georgianos, los habitantes de Kirgistán y los de Azerbayán, y más recientemente, miles de bielorrusos en prisión y en el exilio. Desde 2014, lo saben, además, todos los ucranianos.

Putin intenta pasar a la historia como el fundador de un nuevo imperio. Si va a ser el de los zares o el de la URSS, no tiene importancia. Y que Ucrania deba ser por tradición, por cultura y por “lazos de sangre” (Putin dixit) parte de la nueva Rusia imperial, lo proclamó el mismo Putin. Su largo artículo sobre Ucrania, escrito el 2021, anunciaba el propósito de invadir a Ucrania de un modo tan claro como Hitler anunció en su Mein Kampf su propósito de borrar al pueblo judío de la faz de la tierra. Ni a Hitler ni a Putin le creyeron. No creer a los dictadores cuando escriben, se paga caro.

El profesor JM no solo ignora el escrito de Putin. Además anuncia que la expansión de Putin terminará en Ucrania. Su intención es evidente: Occidente y la OTAN –es lo que se deduce de su texto- debieron haber permitido a Putin hacerse de Ucrania como un prueba de que la OTAN no tiene nada en contra de Rusia. Con la integración de Ucrania a Rusia nuestra paz, la de los rusos, la de todo Occidente, e incluso la de los ucranianos, convertidos en flamantes ciudadanos rusos, habría quedado asegurada. No la desaparición en la OTAN de las fronteras rusas, sino su inacción frente a las agresiones de Rusia a Ucrania, habría demostrado la voluntad de paz de Occidente con Rusia.

Ahora, ¿cuál es el gran argumento que esgrime el autor para convencernos de que la expansión rusa iba a finalizar con Ucrania? No es uno, son tres: El primero dice que el producto social bruto de Rusia es muy bajo como para embarcarse en proyectos de dominación continental. El segundo, es la incapacidad militar de Rusia. El tercero: Putin no desearía tener problemas con naciones ocupadas como sí los tuvo la URSS con Checoeslovaquia, Polonia, Hungría y Alemania del Este.

Veamos el primer argumento: Hacer depender la expansión imperial de Rusia de factores como el producto social bruto es ignorar definitivamente la historia de la URSS y de Rusia. Es de sobra conocido que la ocupación de diversos países europeos por Stalin se dio en medio de la miseria y la hambruna de la URSS. Mas bien el argumento del profesor JM parece estar puesto sobre su cabeza. Si los países dominados por dictaduras recurren a la vía expansionista suelen hacerlo cuando atraviesan profundas dificultades económicas. Externalizando antagonismos internos los gobiernos autoritarios imponen economías de guerras y así decretan un estado de excepción en permanencia. Como dice la investigadora alemana Sabine Fischer, la autocracia rusa se ha convertido, no pese, sino gracias a la guerra contra Ucrania, en una dictadura (sobre el carácter no democrático de la dominación rusa, el profesor JM no gasta una sola palabra). Hay pues una relación directa entre guerra y totalización del poder político. Cuando las naciones gozan de bienestar material y armonía social, no necesitan expandirse territorialmente.

El segundo argumento de JM es el de la incapacidad militar de Rusia. Tal vez en términos convencionales Rusia no posea una gran capacidad militar. Así al menos lo está demostrando en Ucrania. Pero sí tiene una gran capacidad atómica, la que también es militar. Increíble que un geo-estratega haya pasado por alto ese “detalle”. Putin en cambio lo ha computado bien. En repetidas ocasiones, tanto él como sus íntimos Lavrov y Medvedev, han amenazado a Occidente con emplear medios nucleares. Hasta ahora el chantaje ha dado resultados. Si no fuera por el armamento nuclear que dispone Rusia, Occidente habría barrido con la amenaza rusa en Ucrania en pocos días. La capacidad militar la tiene Rusia: y esa capacidad se llama, armamento nuclear. Nadie sabe si Putin sería capaz de aplicarlo. Pero la amenaza, funciona.

El tercer argumento de JM es el más absurdo de todos: afirmar que Putin, habiendo ocupado a Ucrania se detendrá ahí por razones lógicas. Pero ¿cómo lo sabe? Pues, porque su lógica estratégica (la de JM) así lo indica. En otras palabras: Putin pensaría de acuerdo a lo que JM cree que debe pensar. De tal modo, nuestro estratega transfiere su propio modo de pensar a Putin para luego imaginar que Putin debe hacer lo mismo que él piensa debería hacer.

Los dictadores son seres que no se dejan guiar por las máximas kantianas de la razón pura. Putin, como ayer Hitler, ha demostrado que su lógica no es la de seres comunes y corrientes. Los delirios de grandeza, la ausencia de límites, la creencia en grandiosas fantasías (designios divinos, misiones históricas y otras anomalías) forman parte del inventario mental de los dictadores. Putin parece ser, en ese sentido, un nuevo psicópata en el poder. Elegir intencionalmente a la población civil como blanco de ataque, por ejemplo, nos muestra que estamos frente a un criminal de envergadura. Más todavía -este es otro punto que iguala a Putin más con Hitler que con Stalin quien usaba al buró político como organismo consultor- no hay sobre Putin ningún otro poder que no sea el mismo Putin. Pensar entonces que Putin va a detener sus atrocidades después que Occidente le regale Ucrania, es solo un deseo de JM. Los ciudadanos de Moldavia, de Finlandia, de Suecia, de los países bálticos, tienen el deber y el derecho a pensar, de acuerdo a sus propias experiencias, todo lo contrario.

3. La tesis central de JM dice que Rusia se siente existencialmente amenazada por la OTAN. No explica por qué. ¿Ha arrebatado alguna vez la OTAN un solo centímetro de territorio a Rusia? Rusia en cambio sí se ha apropiado de naciones vecinas. Si hay quienes deben sentirse existencialmente amenazados son las naciones que colindan con Rusia. Imperdonable en ese punto es que un académico de la talla de JM decida usar como argumento la antigua tesis estalinista de la expansión de EE UU a través de la OTAN.

Pero vamos a seguir por un momento el juego del profesor JM: Supongamos que Putin se siente de verdad amenazado por la OTAN. Pues bien, si así fuera, estaríamos nada menos frente a la confesión de Putin de que su objetivo es continuar su política de expansión. El corolario es obvio. Para que Putin no se sienta amenazado por la OTAN habría que permitir que Rusia continuara anexando naciones. ¿Es eso lo que propone el profesor JM? No lo dice. Pero es lo que se deduce.

Afirmar como hace JM, que Putin solo invadió a Ucrania porque se siente amenazado existencialmente por la OTAN, es excusar los crímenes horrendos que comete el dictador en Ucrania, es torcer la realidad de los hechos, es hacer aparecer al agresor como agredido y, no por último, es falsificar la historia reciente de Ucrania.

La historia reciente de Ucrania no solo es la de Ucrania. Es parte del difícil y discontinuo proceso de democratización vivido por diversos países después del derrumbe de la URSS. La Ucrania democrática de hoy en su filiación histórica proviene de esa revolución democrática, nacional y popular que comenzó en Polonia, Hungría, Checoeslovaquia, países que para protegerse de una eventual recuperación militar de Rusia solicitaron ingresar a la OTAN, al igual que los países bálticos. Luego de la primera explosión liberadora, tendría lugar la segunda, en proyectos de democratización generados en naciones como Georgia, Moldavia, Ucrania. La lenta revolución democrática ucraniana debe ser vista entonces como parte de esa gran ola democrática que siguió al fin de la URSS y a la caída del muro de Berlín, y en ningún caso como un producto de una supuesta expansión imperial de la OTAN, como afirma Putin, coreado por la corte de autócratas que gobiernan en Bielorrusia, en Siria, en Cuba, en Hungría, y hasta en Turquía.

La expansión de EE UU a través de la OTAN. Esa es la causa determinante de la invasión de Rusia a Ucrania según todos los enemigos de Occidente y de EE UU. Esa es también la tesis de JM. Tendrían tal vez razón si EEUU y la OTAN fueran un imperio territorial como el de Putin. Pero ni EE UU busca anexar naciones, ni la OTAN se encuentra en estado de expansión. En ese punto la confusión reside en el uso del término “expansión”.

La OTAN no se expande, se amplía. La terminología exacta debe ser, “ampliación” de la OTAN. No, no estoy haciendo un ocioso ejercicio semántico. Expansión significa ocupar terrenos ajenos o enemigos, en este caso, en la Rusia de Putin o en sus países aliados. Ampliación significa en cambio integrar a naciones amigas, sobre todo las que comparten una suma de valores a los que llamamos occidentales.

La OTAN, no es casualidad, está formada en su inmensa mayoría, por gobiernos democráticos (nunca ha habido en la historia una guerra entre países democráticos) Por eso la OTAN puede ser considerada como una comunidad militar de naciones democráticas en donde EE UU, al ser la nación militarmente más poderosa, ocupa un lugar de liderazgo. Sus objetivos quedaron fijados desde el momento de su propia fundación, en 1949. La OTAN nació como una institución militar de carácter defensivo frente a las pretensiones de Stalin de avanzar hacia el espacio griego-turco. Desde ahí fue concebido por Stalin el dogma de la OTAN como brazo armado de la expansión del imperialismo norteamericano.

El carácter esencialmente defensivo de la OTAN fue abandonado por Bush hijo. A partir de la destrucción de las torres gemelas, el 11 de septiembre del 2001, y la consiguiente declaración de guerra al “terrorismo internacional” hecha por Bush, la OTAN vivió un periodo ofensivo. No está de más recordar aquí que el mismo Putin aparentó convertirse en aliado de la OTAN para llevar a cabo su expansión hacia el mundo islámico. Tanto la guerra a la ciudadanía islámica de Chechenia, como el apoderamiento de Siria, fueron hechos en nombre de la guerra en contra del terrorismo internacional. Incluso Obama, con tierna buena fe, dejó hacer a Putin en Siria, retirando sus tropas del país. Solo cuando ya fue evidente que la expansión de Putin amenazaba directamente a naciones europeas que habían optado por su independencia y por la democracia, la OTAN recuperó su carácter defensivo originario.

La OTAN de hoy es nuevamente una institución militar defensiva y su proyecto no es invadir territorios rusos sino solo servir de contención a los proyectos de Putin hacia Europa, a la que países como Ucrania, Georgia y Moldavia pertenecen políticamente, aún sin ser miembros de la OTAN. Putin, en consecuencias, no está en contra de la expansión de la OTAN, pero sí está en contra de su ampliación, sobre todo si esta ha sido decidida por países que en el pasado pertenecieron al imperio de la URSS y hoy son naciones libres, independientes y soberanas. La OTAN no ha obligado a ninguna de esas naciones a pedir su ingreso. Más bien ha ocurrido lo contrario, son estas naciones las que piden protección a la OTAN solicitando su ingreso.

Para sintetizar: la OTAN nació del nuevo orden mundial construido después de la guerra en contra del nazismo. Fue convertida en el principal bastión europeo en contra del comunismo estalinista. Asumió un carácter ofensivo, en sociedad con Rusia en la guerra en contra del terrorismo internacional, y hoy ha vuelto a ser un baluarte defensivo, democrático y militar en la guerra en contra de la expansión del imperio Putin. Esa es la OTAN que inquieta existencialmente a PUTIN e intelectualmente al profesor JM.

4. JM es un académico y un geo-estratega. Desde la perspectiva de su especialidad observa el tablero mundial como un ajedrecista. En el ejercicio de su profesión parecen no interesar a JM los principios, los fundamentos jurídicos y la historia de los países en contienda. Para él Ucrania es una ficha en el tablero, una a la que, si es preciso, hay que sacrificar para asegurar la paz mundial. Que Ucrania, después de altos y bajos haya optado por la vía democrática, parece no importarle demasiado. Que la línea divisoria que separa a Putin y los gobiernos representados en la OTAN, coincida exactamente (exceptuando a la Turquía de Erdogan) con la línea que separa a las naciones democráticas de las que no lo son, le importa menos. Siendo para él Ucrania una pieza en el juego, opina que EE UU la movió mal y por eso carga contra el gobierno de su país. En ese punto, sin decirlo, coincide con los enemigos de EE UU y la OTAN. No afirma por cierto que Zelenski es un títere de los EE UU, pero evidentemente es lo que piensa cuando afirma que EE UU ha obligado a Ucrania a pedir su ingreso en la OTAN. Aquí opinamos exactamente al revés: no ha sido EE UU, ni la UE, ni mucho menos la OTAN las instancias que han obligado a Ucrania a ingresar a la comunidad democrática occidental, sino la resistencia patriótica de los ucranianos ha obligado a EE UU (que todavía andaba perdido en el esquema anti-chino impuesto por Trump), a la UE y a la OTAN a reconstituirse como unidades geográficas y políticas a la vez.

Podemos coincidir con JM en que hay que evitar el escalamiento de la guerra. No podemos coincidir si el camino que él indica es el de seguir los dictados de Putin, y no cruzar las líneas rojas que el mismo dictador establece. Si de algo sirve la historia es para aprender de ella. Los que confiaron que el hambre de Hitler quedaría saciada con la ocupación de los Sudetes y de Polonia, tuvieron que pagar caro sus falsas ilusiones. No vamos a decir que la historia se repite. Pero a veces rima.

Por cierto, la guerra en Ucrania terminará, como todas las guerras, con un acuerdo de paz. Pero para llegar a ese acuerdo de paz hay que dialogar y para dialogar es necesario que Putin fracase en Ucrania. Ese fracaso puede ser resumido en una frase: reconocimiento de Ucrania como nación independiente y soberana. Con OTAN o sin OTAN.

Aunque el mismo JM nos amenace con la posibilidad que da como hecho, de que Rusia no terminará la guerra en Ucrania, aunque sea al precio de la destrucción total del país, EE UU, la UE la NATO, en fin Occidente, no pueden hacer más que ayudar con todos los medios a su alcance a defender a Ucrania. A esa Ucrania que no fue empujada por EE UU a la guerra como afirma JM, sino a esa Ucrania que decidió ser una nación de Europa y no una región del imperio militar ruso. No debemos dejarnos entonces enredar en el chantaje de quienes nos dicen que estamos usando a Ucrania como escudo protector. Son los mismos que elevarían el grito al cielo si es que las fuerzas occidentales decidieran actuar directamente, arriesgando una guerra mundial con terribles consecuencias nucleares. Los ucranianos, hay que tenerlo en cuenta, no están luchando por Occidente ni por nosotros. Están luchando en primer lugar, por su país. Que eso tenga ademas, serias implicaciones para el resto del mundo, es obvio. Como escribió el historiador británico Timothy Snyder: “Si Ucrania no hubiera resistido, esta habría sido una primavera oscura para los demócratas de todo el mundo. Si Ucrania no gana, podemos esperar décadas de oscuridad”

No descartamos por cierto la posibilidad de la destrucción total de Ucrania que nos pinta JM pero tampoco descartamos otra diferente. Nadie tiene en sus manos una bola de cristal para fijar en el tiempo escenarios que pueden darse, como bien pueden no darse. Dar por conocido el futuro y adecuar el presente a ese imaginario futuro, es confundir a los hechos con sus interpretaciones. La historia no se mueve de acuerdo a imaginados escenarios, sino en virtud de contingencias que nadie, ni siquiera un estratega de tanta reputación como JM, está en condiciones de prever.

Después de todo no hay mejor forma de forjar un buen futuro que haciendo bien bien las tareas que nos depara cada día. Y, a nivel internacional, la tarea del día es defender a Ucrania de la agresión putinista. Esa es la tarea que ha asumido Occidente.

Referencias:

John Mearsheimer (Video) https://youtu.be/q_OD0GvKO3k

POLIS : ARTÍCULOS DE FERNANDO MIRES SOBRE LA GUERRA DE RUSIA A UCRANIA (polisfmires.blogspot.com)

Sabine Fischer - PODER Y CONTROL EN LA RUSIA DE PUTIN (polisfmires.blogspot.com)

Timothy Snyder - DEBERÍAMOS DECIRLO: RUSIA ES FASCISTA (polisfmires.blogspot.com)

22 de mayo 2022

Polis

https://polisfmires.blogspot.com/2022/05/fernando-mires-ucrania-la-otan-...

 18 min