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Opinión

Comité Organizador de la Consulta Popular

El Comité Organizador de la Consulta Popular COCP atendiendo la propuesta del Alto Consejo Ciudadano ACC, se dirige a la nación y al mundo, para reiterar el compromiso de constituirnos en garantes de cumplir lo ordenado por la ciudadanía en ejercicio de la soberanía popular en el evento histórico del 12 de diciembre, en el cual más de seis millones cuatrocientos mil venezolanos dentro y fuera del país, exigieron:

a) El cese de la usurpación de la presidencia, y la convocatoria a elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables;

b) Rechazaron el evento del seis (6) de diciembre organizado por el régimen y solicitaron su desconocimiento por parte de la comunidad internacional;

c) Ordenaron adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan el rescate de la democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad.

Cumpliremos el mandato popular

En tal sentido acordamos, en cumplimiento del mandato expresado en la Consulta Popular, que el Comité Organizador de la Consulta Popular y los respectivos Comités constituidos en todo el país y el exterior, con el más amplio respaldo y colaboración del Alto Consejo Ciudadano, desarrollar una serie de acciones que en el término inmediato posible permitan concretar los resultados inherentes a las respuestas afirmativas a cada una de las preguntas formuladas. En razón de ello, inicialmente anunciamos las siguientes:

Respaldamos la vigencia de la Asamblea Nacional elegida en diciembre de 2015

PRIMERO: En atención al mandato de rescatar la democracia, ordenado como respuesta positiva a la pregunta número tres (3) de la Consulta, se impone la restitución de la Constitución de la República y en consecuencia, con base en el artículo 333 de dicha ley fundamental, en nombre de la sociedad civil organizada venezolana que representa a los ciudadanos no investidos de autoridad, respaldamos la vigencia de la Asamblea Nacional elegida en diciembre de 2015, único poder público constituido que actualmente goza de la legitimidad de origen. Vigencia fundamentada en el principio de la continuidad constitucional, según la Ley de Reforma del Estatuto que rige la transición a la Democracia para reestablecer la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sancionada por el parlamento, en fecha 26 de diciembre de 2020. Continuidad Constitucional que ya ha sido reconocida expresamente por la comunidad internacional, e igualmente al desconocer los resultados del fraude electoral convocado y realizado por el Régimen el seis (6) de diciembre de 2020, el cual fue debidamente declarado como un acto inexistente por acuerdo de la Asamblea Nacional legítima en fecha nueve (9) de diciembre de 2020. Farsa Electoral también desconocida por el soberano, primero con su abstención masiva a dicho evento y luego, al responder SI a la pregunta número dos (2) de la Consulta Popular, cuyo mandato ya ha sido ejecutado.

Desconocemos cualquier decisión que atente contra los actos de la Asamblea

Nacional

SEGUNDO: Dada la existencia de un Estado Fallido producto del secuestro de todas las instituciones del Estado de Derecho en Venezuela, en representación de millones de venezolanos participantes en la Consulta Popular, desconocemos cualquier decisión que atente y declare la nulidad de los actos de la Asamblea Nacional vigente, único de los poderes públicos con legitimidad de origen y en consecuencia nos dirigiremos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y al Parlamento Mundial a los fines de que se declare la protección del Presidente Juan Gerardo Guaidó Márquez y de todos los diputados elegidos en el año 2015 quienes integran actualmente la Asamblea Nacional, ante las amenazas del Régimen de privarlos de libertad por una supuesta usurpación de funciones en la cual si han incurrido aquellos usurpadores que pretenden instalarse como nuevos parlamentarios invocando un acto inexistente.

Apoyamos la accion diplomática anunciada por el Presidente Guaidó

TERCERO: En razón del veredicto popular emanado al responder la tercera pregunta de la Consulta Popular, a los fines de adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar la democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad, este Comité Organizador junto al Alto Consejo Ciudadano ha acordado coadyuvar en atención al mandato establecido en el art. 333 constitucional, con la ofensiva diplomática anunciada por el Presidente Guaidó para dar a conocer los resultados de la Consulta y su carácter vinculante a los fines de la activación de todos los tratados internacionales que suscritos por Venezuela, constituyen la herramienta para exigir y lograr la cooperación humanitaria de las Naciones Unidas, la OEA y demás entes multilaterales para poner fin a la catástrofe que vive el país, producto de la Usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro Moros y su entorno, y generar además las condiciones necesarias de convivencia, para ir a un proceso de elecciones libres, justas y verificables en el menor tiempo posible, tal como lo exigiera la soberanía popular al responder SI a la pregunta número uno.

En tal sentido, anunciamos que entraremos en contacto, en la ciudad de Caracas, con las distintas embajadas y demás representaciones diplomáticas de los países que respaldan la continuidad de la Asamblea Nacional y han desconocido el fraude del 6D, para consignarles las solicitudes de ayuda humanitaria e informarles de la hoja de ruta de la sociedad civil organizada venezolana para alcanzar una solución pacífica, constitucional y electoral a la crisis venezolana.

Conformaremos una agenda ciudadana para materializar el veredicto popular del 12D.

Estas actividades expuestas, son las primeras de una serie de acciones a nivel nacional e internacional progresivas que iremos comunicando oportunamente, y las cuales constituirán una agenda ciudadana para materializar el veredicto popular del 12D, de manera que no se frustre la esperanza de un pueblo que ama la libertad y reclama el cese de la usurpación y la restitución de la democracia.

Dado en Caracas en el primer día de enero del año 2021.

 4 min


Peter Singer y Agata Sagan

En la noche de Año Nuevo, mucha gente hace promesas que se propone cumplir en el año que comienza. Las más comunes, al menos en los Estados Unidos, es hacer más ejercicio, comer más sano, ahorrar dinero, perder peso y bajar el nivel de estrés. Algunos podrán decidir ser mejores hacia una persona en particular: no criticar a su pareja, visitar más a menudo a una abuela que está envejeciendo, o ser mejor amigo para quienes le rodean. Sin embargo, pocos –apenas un 12% según un estudio estadounidense- deciden convertirse en mejores personas en general, es decir, ser mejores en un sentido moral.

Una posible explicación es que la mayoría de la gente se centra en su propio bienestar y no considera el ser moralmente mejores como algo que vaya en su propio interés. Una explicación más caritativa es que muchos ven la moralidad como seguir un conjunto de reglas que determina lo que no hay que hacer.

Eso no debe sorprender en sociedades basadas en las tradiciones judías y cristianas, en las que los Diez Mandamientos se consideran la base de la moralidad. Sin embargo, hoy en día las normas morales tradicionales solo tienen una relevancia limitada en la vida cotidiana. Pocos se han visto alguna vez en situaciones en que matar a alguien siquiera cruce sus mentes. La mayoría no necesita robar, ni hacerlo es una gran tentación… la mayor parte de la gente incluso devolverá una cartera perdida con dinero en ella.

Para quienes tienen esta visión de la moralidad y pueden ganar lo suficiente como para vivir buenamente y satisfacer sus necesidades básicas, ser una buena persona no parece merecedor de una promesa especial, tal como lo sugiere una encuesta realizada en adultos estadounidenses, cuyos resultados revelaron que apenas un 23% de los encuestados suelen pensar o informarse acerca del aspecto ético de una opción en sus vidas.

La mayoría vive como siempre lo ha hecho, y como lo hacen sus amigos y colegas de trabajo. En la misma encuesta, otro 31% dijo pensar a veces en los aspectos éticos de sus opciones de vida, lo que sugiere que las opciones morales solo surgen en circunstancias inusuales. Muchos sencillamente cruzan los puentes cuando estos llegan a ellos. ¿Qué ocurre con el 46% restante? ¡Pareciera que nunca piensan en la ética!

Estas cifras podrían interpretarse como indicadores de que cerca de la mitad de los estadounidenses no piensan que la ética sea un asunto importante. Pero en la misma encuesta, un 87% dijo que es importante enseñar ética a los niños, desde kínder a la secundaria. Por tanto, pareciera que la interpretación correcta es que al menos tres cuartos de los estadounidenses piensan que la ética importa, pero no creen que exija mucha reflexión ni investigación.

Rechazamos esta visión. Ser una buena persona hoy exige reflexión y trabajo. Las intuiciones morales que evolucionaron a lo largo de milenios de vivir en sociedades pequeñas y de contacto cotidiano ya no bastan. Las acciones que tomemos –o no tomemos- afectan a personas que viven en el planeta hoy y en los siglos venideros.

Eso significa que constantemente estamos frente a opciones morales. Problemas globales como el cambio climático, la pobreza extrema, el cruel confinamiento de miles de millones de animales en granjas factoría, la sobrepesca en los océanos y, por supuesto, la pandemia, generan complejas cuestiones sobre cómo deberíamos gastar nuestro dinero, cuánto destinar a ayudar a los demás, qué deberíamos comer, y cómo debemos usar nuestras habilidades para influir sobre otros y nuestros gobiernos. Los códigos morales escritos hace miles de años no dicen nada acerca del cambio climático y, por lo general, dicen poco o nada sobre la protección del medio ambiente, el trato hacia los animales y la manera en que deberíamos ejercer nuestras responsabilidades como ciudadanos en una democracia.

Es inconcebible que una serie limitada de reglas pueda abordar la variedad de circunstancias en que se encuentra la gente hoy en día. En la actualidad, ser una buena persona requiere tiempo y reflexión. Necesitamos informarnos sobre los problemas que acabamos de mencionar, decidir nuestras prioridades y considerar en qué podemos marcar la mayor diferencia. Por eso la ética es un área importante para el tipo de compromiso necesario para hacer una promesa.

Tenemos que dirigir conscientemente la atención a vivir éticamente. Es una equivocación pensar que podemos esperar hasta que la vida nos ponga antes una decisión moral difícil. Todo aquél con ingresos suficiente para decidir cómo vivir y qué hacer con su tiempo y dinero ya se encuentra allí.

Por estas razones, prometer ser una persona moralmente mejor no debe ser un asunto de regirse por reglas, como no fumar ni comer golosinas. Son promesas que rara vez se cumplen, en todo caso.

Fijarse objetivos funciona mejor, especialmente si son pasos graduales a lo largo de un camino. Haga un plan moral. Piense en sus valores y elija uno o dos problemas que sean importantes para usted. Tras ello, puede afirmar esos valores viviendo de una manera que aborde esos problemas, ya sea reduciendo su aporte al cambio climático, o el sufrimiento de los animales, o buscando las organizaciones más eficaces en la lucha contra la extrema pobreza y apoyándolas con su tiempo o dinero.

Cuando lo haya hecho, escriba una nota sobre esos avances. No será perfecto. Hay pocos santos y la mayoría de quienes aspiran a la santidad caerán en la frustración. Pero puede enorgullecerse de sus logros, y apuntar a construir sobre ellos en los meses y años venideros.

30 de diciembre 2020

Traducido del inglés por David Meléndez Tormen

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/new-year-resolution-2021-become-more-ethical-by-peter-singer-and-agata-sagan-2020-12/spanish

 4 min


Douglas Zabala

En estos días de pandemia y cuarentena planetaria he tenido que refrescar la hora exacta de cuando todo comenzó, porque a partir de ahora nos preguntaremos cómo fue que surgió la primera rebelión provocadora de la ruptura infinitesimal, del comienzo de la existencia, que ha hecho posible el andar de nuestros días.

Ya nadie puede seguir hablándome de la cosmología y sus aburridos astrofísicos que, pasan el día y la noche, intentando saber cuándo comenzó este enredo llamado universo.

En mi díscola cosmografía he aprendido que la isotropía y la homogeneidad también la puedo ver desde la microonda donde todas las mañanas caliento mi frío café, y cómo la contracción inicial universal, la produjo Adán y Eva, cuando hicieron el amor por primera vez.

Aquellos quienes hayan teorizado acerca de la hecatombe maravillosa del Big bang, vayan cogiendo palco; porque aquí, desde mucho antes, hubo gente boca arriba que, en las noches más oscuras, la pasaban deleitándose con las radiaciones cósmicas descubiertas, y donde más de uno, anduvo paseándose con su amada, por las veredas de este cuerpo celeste y radiante.

Lo mejor sería seguir buscando por los confines de nuestro ser, la combinación perfecta, que hizo posible el surgimiento de los primeros cuásares y galaxias. Porque ya de esto Copérnico, y todos quienes han delirado por ese cúmulo de estrellas, se le humedecieron los ojos y, sólo lograron demostrar, lo insignificante que se es, ante tanta osadía universal.

Que nadie venga con sus anatemas sobre aquello del Tanaj y sus veinticuatro libros, donde también se explica el origen de todo este embrollo. Ya de antemano les diré que, el primer Profeta y la primera ley, no necesitaron desplazar palabras, letras o señales. Le bastó que un hebreo escuchará, un arameo ejecutará y un griego pensará, cómo algún día alguien hablará de lo hablado en esta otra cavilación infinita.

Al decir de un viejo erudito, aquí el primero en rebelarse fue aquel que andaba bien aburrido por los caminos del perfecto Edén, ante el más perfecto de los perfectos, quien, en sólo siete días tuvo la genial idea de hacerlo todo tan a la perfección, que terminó haciendo uno a su imagen y semejanza, para así completar el ciclo imperfecto de la contradicción perfecta.

De manera que de todas estas cosas siempre se ha hablado y, siempre cada cierto tiempo se nos aparece un endemoniado y extraño enemigo común. Yo he visto morir muchos peces sin abrir la boca y, a más de uno desesperarse, esperando como algún día desaparecerá toda esta tormenta.

De todo esto también seguiremos hablando, ya que de esta forma ha sido la existencia misma, desde el día en que se juntaron el alfa y omega; y así, será para siempre en este explícito universo.

¡Feliz Año 2021!

 2 min


Eddie A. Ramírez S.

Anhelamos que el próximo año recuperemos la libertad en un marco de paz y tolerancia.
Anhelamos que todos los venezolanos puedan tener empleo, acceso a las necesidades básicas,
seguridad personal y jurídica.
Anhelamos que pronto puedan abrirse las rejas de las ergástulas que encierran a civiles y militares por
manifestar su oposición a la dictadura, y que puedan regresar al país los millones de compatriotas que
tuvieron que emigrar.
Anhelamos que nuestra dirigencia opositora al régimen entienda que para salir de la dictadura, es
necesaria la unidad de propósito, que se construye con desprendimiento, humildad y sin poner
zancadillas.
Anhelamos se comprenda que poner fin a la usurpación requiere mucho más que buenos deseos y que
no es conveniente ofrecer opciones inviables. En todo caso, cualquiera puede llevar a cabo sus propias
actividades, sin necesidad descalificar otras. Dentro del Acuerdo de Responsabilidad de Proteger se
podría lograr que la comunidad internacional ejerza presión política y económica sobre el régimen y
algunos de sus personeros para forzarlos a realizar elecciones presidenciales y parlamentarias
transparentes. Lo que es poco probable es una intervención militar extranjera.
Anhelamos que se concientice la dificultad de coincidir cien por ciento en las actividades que hay que
emprender contra el régimen, pero que es necesario apoyar las que decidan la mayoría de los partidos
políticos ¡Basta ya de exteriorizar diferencias por asuntos de menor importancia o para descalificar a
determinado dirigente!
Anhelamos que los partidos políticos y el resto de la sociedad civil puedan conseguir una mejor
integración.
Anhelamos que nuestra Fuerza Armada, como institución, decida seguir el ejemplo de los oficiales que
hoy están presos, exiliados o retirados por manifestar su respaldo a la Constitución.
Anhelamos se acepte que hay chavistas-madurista que no son corruptos, sino que creen en una oferta
engañosa.
Anhelamos se recuerde que en el pasado cometimos muchos errores por acción u omisión y no fuimos
capaces de eliminar la pobreza, ni las desigualdades, lo cual creó resentimientos comprensibles.
Anhelamos se abra la mente para aceptar que a veces se requiere negociar con quienes han atropellado
la Constitución, siempre y cuando esa negociación permita salir del régimen para que cesen las penurias
que pasan los ciudadanos en Venezuela y en el exterior.
Anhelamos se entienda que, en este momento, el presidente (e)Guaidó es quien tiene mayor
aceptación en el país y el único que es reconocido en el exterior
Anhelamos que el año entrante las vacunas hayan podido evitar contagios y muertes por la Covid 19.

Anhelamos un Feliz Año para todos. Como decía el pueblo judío: el año que viene en Jerusalén. El año
que viene en una Venezuela libre.
Como (había) en botica: Lo mejor del 2020 fue la Consulta popular. Felicitaciones a sus promotores y
voluntariado. Tarjeta amarilla para quienes no la apoyaron y roja para los saboteadores. Por
irresponsabilidad de Chávez-Maduro está peligrando nuestro derecho sobre el Esequibo. La dictadura
sigue atropellando a los docentes. Ahora les tocó el turno a los profesores Mario Bellorín y Robert
Franco, de Carúpano. El primero recuperó la libertad, pero se desconoce el paradero de Franco.
Lamentamos el fallecimiento de Robiro Terán, Director del Foro Penal Venezolano, gran luchador por los
derechos humanos ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com

 2 min


Maxim Ross

Recuerdo perfectamente la pregunta que reiteradamente me hacían en la última reunión
del Grupo Santa Lucia, acerca de si el colapso económico que se pronosticaba para los
años posteriores a la bonanza petrolera que vivió Venezuela implicaba o posibilitaba un
cambio político y mi respuesta, para sorpresa de los presentes quienes si lo esperaban,
era que no lo creía, que no veía una relación directa entre un tema y otro, aunque una
cierta lógica elemental lo indicara. El tiempo terminó dándome la razón y ahora quiero
utilizar ese razonamiento y lo que ocurrió, para extraerle consecuencias sobre la situación
actual, en especial para quienes están pensando lo mismo pera al revés: creer que un
cambio económico favorable va a producir un cambio político.
Lo primero que dice la experiencia es que, ante las severas dificultades económicas que
Venezuela vivió desde 2013 hasta ahora, con pérdidas significativas en lo productivo, lo
petrolero y los indicadores sociales, el gobierno tuvo la astucia necesaria para conservar
el poder y evitar, a toda costa, el cambio político. Desde el altisonante lenguaje
antiimperialista hasta lo de la “guerra económica” y el reparto de bolsas alimenticias,
subsidios, pensiones etc., etc., encontró la fórmula para mantenerse en el poder, más allá
de los artificios políticos. El colapso económico no fue evitado, pero no logró el ansiado
cambio político. No olvidemos la cuantía del colosal apoyo chino con préstamos que
alcanzaron a unos US$ 70.000 millones, pagaderos con petróleo. Se puede concluir en la
convencional frase de: “es condición necesaria pero no suficiente”
Visto el problema al revés, cabe una reflexión similar. El gobierno, viéndose
dramáticamente necesitado, ha dado un giro drástico a su política económica y del
Socialismo del siglo XXI, guía ideológica y doctrinaria de la “revolución bolivariana” ha
pasado, sin solución de continuidad, al más puro capitalismo, en el que privan las leyes
del mercado para fijar los precios, importaciones a la libre para abastecer la nueva
modalidad comercial del “Bodegón” y el dólar convertido, quieran o no, en la moneda
nacional. La tasa de cambio en abierta convertibilidad, para que aquella draconiana Ley
de Ilícitos cambiarios pasara a la historia.
La pregunta ahora es la misma, pero al revés: una supuesta, aunque limitada bonanza
económica, producto de la expectativa de una serie de concesiones al capital privado,
nacional y extranjero, que incluye una esperada devolución de activos expropiados y

confiscados, va a reproducir la misma ecuación y el cambio económico va a conducir al
cambio político. De nuevo la respuesta es la misma, pero esta vez, con un componente
distinto al caso anterior pues, si bien en aquella el gobierno “ahogado” habría de acceder
a las demandas políticas y no lo hizo, “oxigenado” por esa “bonanza” terminará cediendo
el cambio político. En una situación como esta tampoco podemos olvidar el apoyo de sus
aliados, aunque sus dificultades económicas no les permitirán el grueso de las mismas.
Si aquella vez respondí con certeza a la pregunta, ahora creo que puedo ser más
categórico, porque si no lo hizo en un frente de severas dificultades, ahora tendrá menos
incentivos para hacerlo. Las señales, además, son muy claras: el pleno dominio del
aparato legislativo, la consolidación de la hegemonía del partido socialista y la reiterada
amenaza de convocar el “parlamento comunal”, a similitud del modelo cubano y chino,
son indicios muy evidentes de la ruta que van a seguir.
Sintiéndose “oxigenados” por el capital van a insistir en su modelo. Lamentablemente, veo
alejarse el cambio político…!a menos que!, se produzca lo que nunca se logró generar
anteriormente: la formula política que lo promueva eficazmente. Habiendo experimentado
todas las posibilidades, electorales y no electorales, protestas, apoyo y sanciones
internacionales, la pregunta no es si este cambio económico va a producirlo. La pregunta
es: ¿hay alguna posibilidad todavía en el campo de la política que lo pueda engendrar o
promover?
Apelo, en este momento, a mi artículo anterior ¿Momento 1998?, en que defiendo la idea
de que existe un cuadro económico – social que llena las condiciones para el cambio
político, pero la pregunta es ¿Quién lo puede capitalizar? Si esta oportunidad no se
aprovecha no veo como el “cambio económico” va a inducir el cambio político y de nuevo
la conclusión seria la misma de antes: el primero puede ser condición del segundo, pero
sin el segundo sigue siendo insuficiente.

 3 min


Carlos Raúl Hernández

A Carmelo Casale

Rimbaud antes de los 20 años había escrito los textos más gloriosos de la poesía en occidente, pero la abandona por el desorden existencial de los cafés de París, absentia, ajenjo, la apasionada y destructiva relación con Verlaine concluida a tiros, descrita en el film Eclipse total con Di Caprio. Intenta una vida burguesa que inmediatamente abandona, para recomenzar como contrabandista de armas y esclavos en Harar hoy Yemen. “Es posible que jamás consiga la paz de espíritu, que ni moriré ni viviré en paz”.

Estrella fugaz, murió terriblemente a edad de 37, pero su resplandor es rayo que no cesa. “Yo es otro”, había escrito: el cambio, el renacimiento, emblema de la bohemia de Saint Michel, donde fulguraban sus ojos adolescentes azul metálico, tanto que Víctor Hugo lo llamó “el Shakespeare niño”. Alguien dijo –todo está dicho, todo está pensao- que la vida es una continuidad de sobresaltos grandes y pequeños que termina en la misma mar.

Un continuum, una corriente fluvial según Manrique y le adjudicamos comienzos, finales y recomienzos para disponer de juguetes nuevos que le den razón al ser. Año Nuevo, Navidad, nuevo gobierno, amores nuevos, amigos y enemigos que aparecen, nuevas etapas marcadas por fechas que pasan a ser históricas. La caída del Muro de Berlín, el derrocamiento de las Torres Gemelas, la toma de las Bastilla, el 23 de enero de 1958, el 24 y el 31, nuestro cumpleaños o el de las personas queridas son muescas en nuestras Colt 45.

Dibujamos relucientes objetivos para el año, bajar de peso, hacer ejercicio, aprender una lengua, escribir un libro, llamar a alguien, iniciar un proyecto. Con eso sentimos que se inicia un ciclo y dejamos otro atrás. Recomenzamos, reseteamos. “Yo es otro”. Nietzsche escribe que “nos convertimos en hombres cuando aprendemos a usar el pasado para vivir y rehacemos la historia por conocer lo ocurrido”. Eso lo amplía Freud con su “método peligroso” para que la conciencia ejerza dominio sobre el pasado del sujeto.

El teorema de la tortilla
La historia de un hombre, si no la digiere, lo mata, piensan Freud y Borges, pero según el positivismo político, las sociedades cumplen dictámenes de la historia. Para la acción, al contrario, son endodinámicas, la praxis humana las transforma desde su interior, porque la gente trata de hacer las cosas más rápido, más alto, mejor y eso es la evolución social que condujo a la modernidad y la democracia. Los seres humanos, a diferencia de los animales, las plantas o el universo, no somos solo órdenes espontáneos, sino centros de voluntad, artífices.

Las ideologías nos hacen crear sistemas pasadistas, reaccionarios, que frenan el cambio o lo retrasan, al coartar la creatividad, la libertad, reprimir las ideas, la investigación, la búsqueda de lo nuevo y el saber. La civilización se ha construido con los ladrillos de ideas en su época heréticas y el pensamiento se desarrolla derribando ídolos por otros. Lo que llamamos progreso es la conjunción de pasado y presente, ruptura y continuidad. Alguien dice que la praxis comienza en el desayuno, por romper los huevos.

El hombre irrespeta la realidad, las condiciones que lo sujetan, la inacción, la esterilidad, la postración, el culto primitivo a lo objetivo, el miedo al trueno, al fuego, al mar. En la lucha por el poder, la lectura de las condiciones es interesada. Puede ser que para mis fines convenga retrasar o impedir un evento, y un medio eficaz es convencer a otro de que “hay que esperar”, porque favorece mis planes. Para gran parte de la humanidad este año 2020 ha sido de pesadumbre, sufrimiento, o fastidio.

Doñitas de la filosofía

Gracias a las redes, conocimos la opinión sobre la pandemia de importantes o notorios filósofos y con excepciones nos tocó leer sub pandemias de disparates, “doñitas del Cafetal” de toga y birrete. Algunos argumentaban la conspiración china para dar jaque mate a occidente, o una maniobra norteamericana-israelí para vender vacunas pret-a-porter. A otros les sirvió para meter el contrabando del post humanismo: que dentro de poco viviríamos eternamente o que se desplomaría el capitalismo sucedido por un orden totalitario.

Se demostraría la superioridad autoritaria para enfrentar la crisis mientras a occidente se le caería la careta y dejaría morir en masa a los pobres. No faltó quien viera un castigo divino y un holocausto indetenible. Lo cierto es que el Covid-19 es una pandemia amateur comparada con la peste negra, la viruela, la gripe española, la gripe asiática y otras grandes amenazas globales del pasado. La organización social que conocemos no se va a desplomar para que surja la sociedad perfecta, aunque la pandemia acelera cambios que ya venían desde hace tiempo, como el teletrabajo.

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Otra de las sub pandemias fue el fastidio, pero el “yo es otro” hizo que la gente se reinventara en la producción de postres y de las más variadas comidas, masificando el delivery. También se masificó el yoga, la lectura, el consumo de series (la gente ahora va más tranquila al infierno porque hay buena conexión). Viene 2021 con sus novedades, aunque en marzo ya sabremos que no eran tan profundas como imaginamos, pero el imperativo seguirá siendo transformar la realidad ¡Feliz 2021 queridos amigos!

@CarlosRaulHer

 4 min


Daniel García Marco

En un país tan polarizado como Venezuela, el empresario Alberto Vollmer hace equilibrismo.

Y eso ayuda a que la empresa familiar que dirige, Ron Santa Teresa, no sólo se mantenga tras más de 200 años de historia, sino que en un entorno económico de destrucción como el venezolano siga produciendo, exportando y siendo una de las marcas más reconocidas del país.

El mes pasado Santa Teresa recibió incluso autorización para emitir deuda en dólares en la bolsa de Caracas, señal de la apertura del gobierno socialista hacia el sector privado en un momento de necesidad de ingresos e inversiones.

Vollmer, de 51 años, es uno de los empresarios "optimistas" que creen que el cambio económico en Venezuela es irreversible y que está dispuesto a aprovecharlo.

Eso le genera críticas de aquellas personas contrarias al gobierno que reclaman primero el cambio político y que le reprochan su buena relación con el Ejecutivo de Nicolás Maduro.

El empresario dice no ser político, pero ejerce su influencia con el pragmatismo que parece ahora imperar en un país que acepta poco a poco al dólar como su moneda y que entra en una nueva fase del conflicto político tras las elecciones legislativas del 6 de diciembre y lo que pueda hacer desde Washington el próximo gobierno de Joe Biden.

En esta entrevista con BBC Mundo, Vollmer explica cómo busca influir, por qué cree que lo económico va a anteceder a lo político y qué solución ve al país.

La conversación ha sido editada y recortada por motivos de comprensión y extensión.

Venezuela vive un momento económico diferente, de apertura. ¿Dónde ve usted al país ahora?

Parte del ciclo en el que estamos entrando obedece a que agotamos el ciclo anterior. Venezuela adoptó una política económica rentista hace 100 años. Ese modelo se agotó. No quiere decir que el petróleo no vaya a tener un papel importante, pero en este nuevo ciclo va a estar diluido. Vamos a tener que diversificar, es la puerta que se está empezando a abrir. Y en ese proceso de diversificación hay una necesidad de abrir la economía para atraer inversión, promover la productividad, promover el ahorro y generar empleo para aumentar el ingreso per cápita y reducir la pobreza.

La economía venezolana va a estar obligada a abrirse porque ya no tenemos los recursos cuantiosos que venían de una sola fuente y que no necesitaban de una economía competitiva.

¿Es entonces un cambio de ciclo positivo?

Lo veo positivo y lo digo obviando un poco el tema político, porque estamos obsesionados con todo el tema político. Yo lo estoy viendo como un ciclo histórico. Estamos entrando a un nuevo ciclo donde estamos obligados a diversificar para generar riqueza e inclusión social.

Usted muestra optimismo y es eso lo que define a un grupo de empresarios en Venezuela como usted. No es fácil serlo en una situación como la que está Venezuela. ¿Por qué usted es optimista?

A través de Conapri, el consejo nacional para la promoción de inversiones, que es una agencia enteramente privada, se han establecido canales de comunicación con quienes ocupan espacios de poder y decisión sobre lo económico.

Hay dos tipos de agenda. La primera es la simplificación del marco regulatorio. La otra tiene que ver con influir en políticas públicas a través de leyes o de política económica macro y eso solo lo puedes hacer al tener canales de comunicación constructiva.

Y al otro lado de esos canales, en la parte del gobierno, ¿encuentra mayor recepción últimamente? ¿Es la apertura un proceso irreversible?

Ha habido un cambio de actores, pero también ha habido un choque con la realidad. Al no tener caja chica, ingresos y los recursos que tenías antes (…) Este choque te da un toque pragmático. Estamos en esa etapa, y sí lo veo irreversible. El país entero ha aprendido. Hay un profundo aprendizaje, una sensación de lección aprendida a la fuerza y ojalá lo logremos capitalizar.

Pero la situación del país va más allá de la bolsa y de ciertas empresas. Es difícil explicar ese optimismo a mucha gente en Venezuela.

La situación que estamos viviendo es dramática. Ahora, parte del optimismo es una herramienta para ver más allá de esos obstáculos. Es una energía para retar y cambiar esa realidad tan negativa.

¿Cómo hacer para que esa apertura y ese beneficio para ciertos empresarios repercuta en la gente normal en la calle?

Empleo, inversión, ahorro y productividad son las cuatro palancas que pueden propiciar que una economía resurja, que al final es la única forma de poder incluir a esas personas que están por debajo de la línea de pobreza.

Si tenemos un incremento en el ingreso petrolero será bueno, pero ya no sé si suficiente. ¿Cómo lograr mayores ingresos? Por exportación de petróleo, por exportaciones no tradicionales, por la mayor productividad del sector privado…

Es difícil hacer milagros, todo va a reducirse a una economía más abierta y más competitiva.

Muchos en Venezuela acusan a empresarios como usted de mirar al otro lado y de olvidarse de los cambios políticos.

Hay ciertas cosas en las que uno puede tener mayor impacto. La responsabilidad primaria es generar riqueza, empleo. La forma más robusta de generar inclusión es el empleo.

Con respecto a lo político, es un tema de los políticos. Todos los venezolanos queremos vivir en un sistema transparente y democrático que dé oportunidades a la gente. Al final, lo que puedo hacer en ese terreno es impulsar a las partes para que lleguen a un acuerdo.

No diría que somos espectadores, sino que más bien nos hemos involucrado. El conflicto político en el que se encuentra el país va a requerir llegar a un acuerdo para tener una solución viable, y va a requerir a todas las partes del país.

Y (ese acuerdo) debe ser impulsar la economía y lograr que Venezuela se reinserte en la comunidad internacional. Hoy en día somos vistos como parias.

¿Entonces usted ve que el cambio económico antecede al político en Venezuela?

Desde el punto de vista de necesidad, práctico, la necesidad del país es recuperarse económicamente. Hay incentivos tanto en el sector privado como en el político de ambos lados de que el país se recupere económicamente.

Entonces lo económico va primero y lo político debe esperar. Muchos dicen que el cambio político debe ser lo primero…

Los dos argumentos funcionan, son válidos. Yo no argumento cuál es el mejor, sino lo que yo creo que va a suceder primero.

Aquí había una tesis: una parte del país decía que para que hubiera cambio económico debía haber un cambio de los actores. Llevamos dos años y medio bajo el manto de esa estrategia y no ha funcionado.

Ha habido una política de presión internacional a través de sanciones, etcétera, que ha limitado ingresos a Venezuela y esa reducción bárbara de ingresos, tanto por los errores del gobierno venezolano, por supuesto, pero además complementados por las sanciones. Y eso no obligó a un cambio político. Parece mentira pero ha obligado a un cambio económico obligado. Los actores políticos se han dado cuenta de que no tienen los recursos que tenían antes. Y entonces deben generar nuevos recursos y sólo se van a lograr con una economía más abierta.

Ahora, ¿el cambio económico genera un cambio político? No necesariamente. Parte de este cambio de ciclo o de fase está en que ambos lados del espectro político se den cuenta de que la única solución sostenible en el tiempo es a través de un acuerdo.

Grupos de ambos lados pensaron que podían lograr su objetivo sin sentarse a negociar y yo creo que poco a poco se ha ido dando cuenta de que la única forma de tener un futuro sostenible en el tiempo es a través de un acuerdo.

Al principio de la entrevista decía que estamos "obsesionados con la política". ¿Qué quiere decir?

Si revisas los últimos 20 años, la política siempre ha estado por encima de la economía (…) A la agenda política se le ha dado muchísimo más espacio. Es tiempo de que la economía abarque más ancho de banda. Y lo político debe seguir adelante, pero la forma en que se entiende la política en Venezuela es prácticamente una confrontación que ha contribuido a la polarización. Lo que necesita Venezuela es un acuerdo entre partes.

¿Cuán cerca está el país de ese acuerdo? No parece muy próximo…

Tienes razón, no lo veo todavía cercano, y aquí entra la crítica del optimismo. Nunca se sabe si estamos cerca o lejos, pero una vez que lo defines estás un paso más cerca.

Usted comparó hace poco el momento de Venezuela con el de China a finales de los años 80. ¿Es bueno ese modelo? No es muy prometedor para muchos venezolanos.

Por supuesto que no, yo tampoco estaría de acuerdo con un modelo como ése. Cuando hice la mención del tema chino es que en los años 80 China estaba quebrada, económicamente habían incurrido en un error muy parecido al venezolano y en ese momento decidió abrirse, usar el mercado de capitales casi por obligación. Venezuela está en una obligación de abrirse a la inversión y los mercados.

¿Hasta ahí llega la comparación con China?

Hasta ahí, nada más. Lo que más quisiéramos (en Venezuela) es tener una economía abierta y una democracia transparente.

Viendo lo que sucede en las calles con el dólar, lo que dicen el gobierno, empresarios como usted y políticos de oposición como Henrique Capriles, parece que Venezuela entró en una fase muy pragmática. ¿Lo ve así?

Cuando uno se pone a analizar dónde estamos y lo comparas con 2016, por ejemplo… La ideología tiene poco espacio porque al final no da los resultados que necesitas. Hacen falta cosas prácticas que no se logran con ideología. Hay un refrán que dice: no hay nada como el aliento del toro en la riñonera para quitar el reumatismo (…) Estamos obligados por necesidad interna y eso nos ha llevado a ese pragmatismo del que hablas.

Pero ese pragmatismo, leer lo que usted dicen en esta entrevista, por ejemplo, escuece en Venezuela a muchas personas que ven aplazados cambios que desean con urgencia.

Muchas veces se han prometido cambios rápidos y maximalistas y fáciles. Desafortunadamente lo fácil no lleva a nada bueno, y nos ha traído a un lugar muy malo. El reto es coger la ruta difícil, que implica mucho trabajo, perseverancia, sentarse con quien no quieres sentarte…

¿Tragar sapos, como se dice en Venezuela?

Sí, y construir con tu adversario y eso no nos gusta en Venezuela. La solución maximalista en la que desaparece el contrario no existe, nunca ha existido, nunca ha funcionado. Lo que ha funcionado es un acuerdo construido por todos y eso no siempre es agradable asimilarlo. Hay que ver hasta dónde hemos llegado haciendo lo contrario, y deberíamos estar en capacidad de aprender que aunque no nos guste, lo otro es la única forma de tener un mejor país.

22 diciembre 2020

BBC News

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-55405370

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