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Opinión

Jordan Dey

Este año se cumple la mitad del plazo determinado para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el ambicioso conjunto de metas mundiales dadas a conocer por las Naciones Unidas en el año 2015. Estos 17 objetivos, diseñados para abordar los desafíos más apremiantes de la actualidad y poner al mundo en el camino a la sostenibilidad, están dirigidos a reducir la pobreza, mejorar el acceso a la atención médica y la educación, así como a mitigar los peores efectos del cambio climático para el año 2030. Sin embargo, en lo que respecta al logro del objetivo fundamental de erradicar la inseguridad alimentaria, se han revertido gran parte de los avances logrados a lo largo de la última década.

Cuando se lanzaron los ODS, la meta de eliminar la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todo el mundo en un plazo de 15 años parecía ambiciosa pero alcanzable. En ese momento, los niveles de hambre habían mantenido una tendencia a la baja durante más de dos décadas, ello en gran medida gracias al aumento de la productividad agrícola y al crecimiento económico mundial.

En los últimos años, sin embargo, el mundo se ha visto afectado por una serie de crisis superpuestas que agravan la situación, desde la pandemia de COVID-19 y la guerra en curso en Ucrania hasta los fenómenos meteorológicos extremos causados por el cambio climático. A consecuencia de todo ello, se ha disparado el hambre a nivel mundial, y las personas más pobres son las que más sufren.

Según un nuevo informe de la ONU, aproximadamente 735 millones de personas están experimentando inseguridad alimentaria, un aumento de 122 millones de personas desde el año 2019. Causa alarma que siete países (Somalia, Afganistán, Burkina Faso, Haití, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen) se encuentren hoy en día al borde de la hambruna. No sólo nos estamos quedando cortos en cuanto al logro del objetivo de “Hambre Cero” para el año 2030, sino que estamos en una peor situación en comparación con aquella en la que nos encontrábamos en el año 2015.

Entonces, ¿hacia dónde vamos desde este punto? Para alcanzar el objetivo de “Hambre Cero” de la ONU, primero debemos reconocer quiénes son las personas que constituyen la mayoría de los pobres del mundo y comprender de dónde procede la mayor parte de sus alimentos. La respuesta a ambas preguntas es sorprendentemente sencilla.

Los pequeños agricultores son quienes conforman la gran mayoría de las personas más pobres del mundo y son también ellos quienes producen la mayor parte de los alimentos que se consumen en muchos países en desarrollo. Estos agricultores han sido duramente afectados por las crisis de los últimos años, y adicionalmente han enfrentado desafíos sistémicos que los han mantenido atrapados en la pobreza y la inseguridad alimentaria. Sin embargo, dentro de las crisis actuales existe una oportunidad. Al brindar apoyo a los pequeños agricultores, la comunidad internacional podría dar pasos transcendentales hacia la eliminación del hambre mundial.

Los gobiernos y las instituciones internacionales pueden ayudar a los pequeños agricultores y eliminar la inseguridad alimentaria mundial de varias maneras. En primer lugar, la mayoría de las pequeñas granjas agrícolas de los países en desarrollo generan rendimientos en sus cultivos que son desproporcionadamente bajos en comparación con los rendimientos de cultivos semejantes en países desarrollados, esto ocurre, en gran parte, porque dichos agricultores carecen de insumos básicos, como por ejemplo semillas mejoradas y fertilizantes orgánicos. Esta situación se hace particularmente evidente en el África subsahariana, donde los rendimientos de los cultivos de alimentos básicos son significativamente más bajos en comparación con los promedios mundiales. Por lo tanto, aumentar el acceso a insumos agrícolas de alta calidad, especialmente aquellos insumos que ayudan a los agricultores a adaptarse al cambio climático, podrían mejorar enormemente la seguridad alimentaria.

En segundo lugar, la falta de acceso al crédito impide que la mayoría de los pequeños agricultores compren insumos agrícolas mejorados o inviertan en sus granjas. Sería de ayuda contar con mayor apoyo mundial a los programas que proporcionan financiamiento a los pequeños agricultores.

En tercer lugar, los pequeños agricultores suelen cosechar sus productos una o dos veces al año. Esto significa que los alimentos deben almacenarse durante meses para garantizar que los suministros duren hasta la próxima cosecha. Dado el acceso limitado a un adecuada tecnología de almacenamiento, los granos alimenticios básicos están frecuentemente expuestos a daños por insectos, moho y otras plagas, lo que contribuye a pérdidas posteriores a la cosecha de productos alimenticios y al hambre en los hogares. Estas granjas de pequeños agricultores necesitan contar con un mayor acceso a opciones avanzadas de almacenamiento, incluidas bolsas herméticamente selladas de bajo costo que puedan preservar los productos agrícolas durante períodos prolongados y, consecuentemente, se pueda eliminar la necesidad de tratar los granos almacenados con insecticidas potencialmente dañinos.

Por último, los pequeños agricultores necesitan un mejor acceso a mercados viables para sus productos agrícolas, lo que les permita ir más allá de la subsistencia y construir medios de vida confiables. La comunidad internacional, junto con los actores de los sectores público y privado, debe hacer más para reforzar la capacidad local y fomentar la inversión en las cadenas de valor agrícolas. Esto empoderaría a una cantidad mayor de pequeños agricultores, para que ellos a su vez puedan desarrollar actividades productivas y comerciales sostenibles.

A pesar de los enormes desafíos que tenemos por delante, el logro del objetivo “Hambre Cero” sigue siendo factible. En septiembre, los líderes mundiales que asistan a la Asamblea General de la ONU evaluarán los avances hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si queremos crear un mundo libre de hambre, el apoyo a la agricultura y a los pequeños agricultores debe ocupar un lugar prioritario en la agenda.

Traducción del inglés: Rocío L. Barrientos

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/ending-global-hunger-by-203...

 4 min


Ignacio Avalos Gutierrez

Desde sus inicios, la trayectoria de nuestra especie ha sido relatada en torno al Homo sapiens, prácticamente sin mencionar a la Mulier Sapiens. Su historia se encuentra marcada por la masculinidad, aunque afortunadamente las cosas están cambiando en todos los espacios, también en el deporte.

Sin embargo, si bien el machismo retrocede, aún respira.

La Costilla de Adán

Aunque no hay certeza plena, leo por ahí, que todo comenzó cuando, estando dormido Adán, Dios le quitó una costilla y a partir de ella creo a la mujer. De allí, tras razonamientos traídos por los pelos y que resultan cuesta arriba descifrar, emergió en el varón la idea de que era superior a la hembra y que ésta le debía obediencia, abriendo así la puerta al patriarcado.

Semejante absurdo ha dominado miles de años en distintos modos y grados, durante los cuales la mujer ha sido postergada y sometida a vivir en un contexto diseñado desde la masculinidad, que la confina a ser pareja del varón, madre de sus hijos y alguito más, no mucho, por culpa de su clítoris, estimado como un defecto anatómico, convertido en el soporte de la desigualdad con respecto a los varones.

No es de extrañar, entonces, que el género se convirtiera en un criterio universal de enorme importancia para definir la estratificación y fijar los roles, los espacios y las oportunidades de unas y otros en la sociedad.

El ethos masculino del deporte

Sin embargo, desde medianos del siglo pasado el movimiento feminista ha hecho posibles varios cambios orientados a ampliar la presencia de las mujeres en todos los rincones de la vida social. En consecuencia, se ha ido modificando su rol secundario y a la vez redefiniendo el de los hombres. La equidad de género empieza a aumentar, mientras el sexo disminuye progresivamente, como pretexto para instaurar la diferencia entre las personas. Se hace más evidente el debilitamiento de lo que algunos han calificado como “el imperio de la testosterona”, cierto, pero el machismo todavía moldea, en diverso grado, casi todos los espacios (educativo, político, científico, económico, cultural y hasta religioso).

También el deportivo, desde luego. Aun antes de que existiera como se le concibe en la actualidad, la mujer fue aislada, salvo en raras ocasiones, de los juegos que lo precedieron, incluso en calidad de espectadoras.

Bajo la inspiración de los realizados en la Antigua Grecia, a finales del siglo XIX se organizaron los Juegos Olímpicos, dando lugar a lo que hoy en día se considera el deporte moderno, el que, con sus lógicos cambios, se practica hasta hoy. El mismo surgió apartando a las mujeres en todas sus disciplinas y categorías, alegando que su presencia “…sería incorrecta, impracticable y poco estética”, según se citaba en uno de los documentos iniciales que sirvieron para darle forma.

Quedó, pues, explícito el ethos masculino del deporte y aunque paulatinamente se fueron observando algunas transformaciones, las mismas alcanzaban sólo para disimular la discriminación de las mujeres. Eran, en efecto, iniciativas tímidas, aisladas, inestables´, que “autorizaban” su presencia dentro de algunas áreas.

La mujer entra en la cancha

La presencia de las mujeres ha tenido, relativamente hablando, menos trabas en deportes como el volibol, la natación, la esgrima, el patinaje y algunos otros, determinados como “más femeninos”, esgrimiendo como motivo la barajita de que “requieren menos fuerza, vigor y potencia que el futbol”. Claro, se trata del “sexo débil”.

Desde su creación, a través de la fundación en Inglaterra de la Asociación de Futbol (1863), el balompié fue pensado, reitero, como un deporte de hombres, según lo muestra fehacientemente la historia a través de miles de episodios. No sorprende, entonces, que la participación femenina fuera aprobada por la FIFA, apenas en el año 1980 y que el primer torneo mundial de fútbol femenino no se realizara sino hasta 1991, en China.

Hoy las condiciones del futbol femenino son otras. Poquito a poquito las mujeres han ido conquistando territorio en este deporte de machos para machos, que no saben qué hacer con esta sorprendente invasión de señoras y señoritas, como lo escribió Eduardo Galeano, bastante antes, cabe advertir, de que fuera, ni de lejos, lo que ha logrado ser hoy.

En efecto, ahora ellas andan en el campo como jugadoras, arbitras y entrenadoras, en todos los países del mundo (si bien algunos todavía lo “prohiben”), al paso que han ido proliferando las competencias, incluyendo varias copas mundiales y ligas internacionales y nacionales en diversas categorías. También se desempeñan como narradoras en radio y televisión e igualmente como escritoras en los periódicos. Y por supuesto como espectadoras, desde los estadios y los medios de comunicación, al extremo de que en el Mundial de Qatar representaron cerca de la mitad del público que siguió la competencia.

En suma, las mujeres han llegado para quedarse, ya se han integrado como feligresas de esa religión pagana, que es el fútbol.

El machismo aún respira

Pero quedan no pocas cuestiones pendientes, en lo relativo a la equidad. El desnivel con respecto a los futbolistas varones, es palpable en aspectos financieros tales como el soporte a los equipos, el sueldo de entrenadoras, jugadoras y arbitras, las condiciones de los contratos (se han asomado cláusulas de embarazo, maternidad …), la difusión pública, la ausencia casi absoluta en los cargos dentro del entramado burocrático que, desde el cielo de la FIFA, gobierna el balompié a lo largo y ancho del planeta.

En parecida dirección resulta imposible no mencionar algo que parece insólito: después de varios años de haberse solicitado, solo recientemente algunos patrocinantes aceptaron que las damas no usaran pantalón blanco, a fin de subsanar la obvia incomodidad que causaba la menstruación en las jugadoras, durante el partido.

Los asuntos considerados anteriormente, además de otros, forman parte de un elenco de prejuicios, que sobrevive en pleno Siglo XXI.

La Copa Mundial

En estos días se está celebrando la novena edición del campeonato Mundial de Futbol Femenino, con sede en Australia y Nueva Zelanda y financiado, aunque suene a inconsistencia cultural, por Arabia Saudita.

Hasta ahora he visto un buen número de juegos. Me precio de saber algo del tema y puedo dar fe, por tanto, de que he observado partidos excelentes, muestra de un futbol bien armado, vistoso, ofensivo, técnico, poco dado al “pelotazo”, con pocos reclamos y fauls, casi sin tarjetas (no tengo en la memoria ninguna roja), sin faltas fingidas mediante caídas y muecas de extremo dolor, con escasos reclamos a las arbitras, amén de otras características.

Así las cosas, después de ver lo que vi me resulta duro de entender que tengan cabida comentarios de ciertos “expertos” que denigran del certamen y afirman, sin siquiera parpadear, que algunos de los rasgos expuestos en el párrafo anterior, derivan de su “menor grado de profesionalización”, además de su falta de formación, comparada con la que se tiene en el entorno varonil. Menos que menos comprendo que algunos reportajes se centren en el tema de las jugadoras lesbianas y saquen estadísticas de cuantas son, en que equipos hay más, en cuales no hay, quien es pareja de quien, para luego concluir que la cancha se ha ido convirtiendo en un lugar propicio para la homosexualidad femenina. Ni tampoco comprendo a quienes elaboran listas que clasifican a las futbolistas más bellas de la competencia, ni a quienes se permiten dar recomendaciones para que las jugadoras lleven una vestimenta un poco más sexy y atrevida (“pantalones más ceñidos”, sugirió Joseph Blatter, ex presidente de la FIFA), a fin de hacer los partidos más “atractivos”.

Completo mi asombro con la opinión de un exfutbolista, actualmente ocupado en la tarea de fichar jugadores para un club europeo. Dijo una frase que me viene de maravilla como cierre de esta larga lista de insensateces: “el futbol femenino es como comerte una salchicha vegana."

El Nacional, jueves 15 de agosto de 2023

 6 min


Adle Hernández

Al analizar la sociedad venezolana, resultan evidentes las consecuencias socioeconómicas que diariamente enfrenta la población; sin embargo, esta no es la única dimensión en la que ha sido afectada. La vulnerabilidad psicosocial del venezolano es un hecho innegable. ¿Cuáles son las características de este nuevo sujeto y cómo podemos protegerlo? Una reflexión científica sobre estas interrogantes es lo que sigue

Mucho se ha hablado del daño antropológico del venezolano a raíz de la prolongada crisis que ha atravesado el país, es por esto que a muchos nos preocupa lo que puede pasar con nuestra gente luego de tantos años de una crisis política, social, económica y del deterioro de la infraestructura general del país (por ejemplo, el sistema de salud, la vialidad y los sistemas de distribución de agua, solo por mencionar algunos), y cómo vive la población venezolana todas esas circunstancias y más, porque a eso se unen una serie de consecuencias como los efectos de la migración sin precedentes que hemos experimentado en los últimos años, entre otras posibles consecuencias que podríamos enumerar.

Es por esto que recientemente la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB)1, en el marco de su 65 aniversario, ha decidido hacer una investigación sobre el perfil de vulnerabilidad psicosocial del venezolano, aportando información válida y confiable que nos permita tener un retrato del venezolano de hoy. Qué elementos parecen funcionar como factores protectores y cuáles son elementos en los que hay que poner atención porque son factores de riesgo, son algunas de las interrogantes que puede responder este estudio. Para abordar la lectura de los resultados vamos a estructurarlos en dos segmentos de análisis: por una parte, la persona en vinculación consigo misma, y luego la persona en vinculación con lo social.

En primer lugar, al centrar nuestra atención sobre la persona en vinculación consigo misma, encontraremos a un venezolano que se siente afectado por el problema económico, identificado por la mayoría como el factor que genera más estrés en sus vidas; como dato interesante, el segundo factor es la salud, pero lo económico es tan abrumador que la separación entre el primer lugar y el segundo es de cincuenta puntos porcentuales.

Luego de analizar las fuentes de estrés, podemos identificar como segundo elemento de riesgo para el venezolano el malestar físico y psicológico que declara producto de la situación del país. Que un porcentaje importante de la población diga que no puede rendir a toda su capacidad porque se siente mal física y psicológicamente, producto de la situación que le rodea, nos tiene que hacer pensar en nuestra capacidad productiva como nación y en el sujeto necesario para poner sus talentos en la reconstrucción. Si una de cada cinco personas dice que se siente mal psicológicamente, y una de cada cuatro se siente mal físicamente, necesitamos, como país, reflexionar sobre esto.

Otro elemento que hay que destacar es el efecto del duelo migratorio que pasa factura entre nosotros. La mayoría de los venezolanos hemos vivido la separación de nuestros seres queridos, sean estos familiares o amigos cercanos. Esa pérdida tan abrupta y significativa en la vida de tantas personas, especialmente en una sociedad donde el apoyo social familiar o de personas cercanas es tan importante, es un elemento que necesitamos ver y significar en nuestra cotidianidad, ya que un tercio de la población afirma que esa pérdida ha afectado su vida.

Esto, además, entra en la dinámica de otra dimensión fundamental, que es la capacidad de identificación y expresión de emociones. La posibilidad de significar antes mencionada es fundamental para poder asimilar una realidad tan compleja, porque significar permite a la persona elaborar y transformar, sin embargo, un número importante dice que le cuesta identificar sus emociones y expresar lo que siente.

Ahora, ¿a qué recurre la persona para sobrellevar todo esto? El estudio realizado nos indica que existen elementos clave que están actuando como factores de protección. En primer lugar, vamos a mencionar dos de estos elementos: el bienestar personal, entendido como el sentirse a gusto con la propia vida, y la satisfacción personal subjetiva, que se refiere a la valoración que hace la persona de su historia de vida y de sus logros. En general, los resultados en estas dimensiones nos hablan de personas que, a pesar de la adversidad, cuando evalúan su historia se sienten satisfechas con sus logros y se sienten bien consigo mismas; elemento fundamental que parece contradictorio, pero que también podría dar cuenta de la capacidad de la gente de separar su interioridad de las condiciones externas que le generan malestar. Lo interesante de este resultado es que, mientras en variables contextuales, las personas perciben y sienten aquello que les afecta en cuanto a la situación del país, internamente parecieran identificar y valorar sus logros y darles lugar para experimentar satisfacción.

Algunos modelos del bienestar, como el de Prilleltensky (2012)2, afirman que el bienestar colectivo está explicado por el equilibrio entre la satisfacción de las necesidades personales, relacionales y colectivas, y que cuando en el contexto ocurren desequilibrios que no permiten satisfacer algunos de esos aspectos de la vida de la persona, otras de las dimensiones pasarán a compensar aquello que no está funcionando correctamente y que la persona no logra satisfacer en su día a día. Esta valoración personal que se encuentra en el estudio, podría además estar hablando de un sujeto que puede separar lo adverso de su posibilidad de encontrar bienestar en aquello a lo que puede acceder, en este caso sus logros, su historia personal y la capacidad de sentirse a gusto consigo mismo. También entran aquí los otros inmediatos, el entorno más íntimo de la persona que también recurre al apoyo familiar como forma de resolver sus necesidades.

Otro elemento que contribuye al afrontamiento y está relacionado con la interioridad es la oración, la mayoría de las personas dicen rezar como forma de afrontar los problemas. También aparecen como factores de protección la capacidad de control personal para enfocarse en lo que la persona debe cumplir y lograr, la capacidad de actuar y comportarse bien socialmente y la percepción que tienen de sus habilidades cognitivas.

Ahora bien, ¿cómo está el venezolano cuando se analizan dimensiones que tienen que ver con la persona en vinculación con lo social? Cuando nos centramos en este análisis, llama la atención que los hallazgos principalmente dan cuenta de factores de riesgo, a diferencia de las dimensiones que hablan de la persona en vinculación consigo misma, en la que parecía existir un balance entre riesgo y protección. En este caso la balanza se inclina fuertemente al riesgo, dejando solamente una dimensión como oportunidad. En este análisis hay que poner atención en varios aspectos.

En primer lugar, los resultados nos dicen que la mayoría de las personas experimentan un afecto negativo vinculado con el país; sienten rabia, preocupación y tristeza al ver la situación de nuestra nación, y, aunque saben o conocen de organizaciones sociales cercanas o que trabajan en su comunidad, solo el 9 % de las personas recurrirían a ellas en caso de necesidad. Además, es resaltante y necesariamente hay que detenerse a reflexionar, en que la abrumadora mayoría de la población cree que no es posible confiar en los otros. Cuando no se confía, no se pedirá ayuda ni se recurrirá a otros en caso de necesidad. Cuando no se confía, el tejido social se fragmenta y, por lo tanto, ese colectivo queda expuesto y desprotegido para hacer frente a las dificultades desde la respuesta comunitaria. Un tejido fragmentado disminuye la capacidad comunitaria de sacar provecho de las oportunidades, sin tejido social la posibilidad de vivir la cultura de la democracia se disminuye porque esta se fundamenta en el diálogo, en la capacidad de salir de lo individual para construir una visión común (Trigo, 2012)3.

Pero si el peso de los factores de riesgo es importante, hay un dato que puede llamar la atención de muchos y que puede resultar inesperado. La mayoría de la gente quiere participar, y el grupo de las personas que están en condición de pobreza quiere participar más. Este dato se califica de inesperado porque ciertamente lo que se suele encontrar es apatía hacia iniciativas de participación política o comunitaria. ¿Qué es lo que pasa entonces? A la luz de nuestros propios resultados podemos responder que si las personas no confían no participarán, aunque en el fondo quieran participar. El país necesita de la participación ordenada y organizada de la colectividad, así que este resultado nos debe hacer reflexionar.

Psicodata enciende importantes alertas en cuanto a aquellos grupos de mayor vulnerabilidad como las mujeres, los jóvenes entre 18 y 24 años, los adultos mayores, los pobres y las personas sin escolaridad. Un elemento importante es que las vulnerabilidades se pueden solapar, y allí es donde encontraremos los focos de mayor atención; así también juegan los factores de protección que tenga cada persona. Por eso los investigadores de Psicodata han insistido en dos ideas claves: una, no se puede etiquetar a las personas, y otra, no existen recetas, porque todo dependerá del análisis de la situación de cada uno. Por ejemplo, si se tiene a una mujer mayor de 65 años, pobre y sin escolaridad, esa persona probablemente será más vulnerable que una mujer, mayor de 65 años, del grupo de no pobreza y universitaria; pero los factores contextuales y de protección entran en la dinámica y pueden balancear los resultados de la ecuación, porque si el primer caso vive en una comunidad en la que hay opciones de participación y recreación para adultos mayores y además se desenvuelve en un entorno familiar que la arropa y hace sentirse amada, el resultado de la ecuación puede cambiar, y esa es la buena noticia que nos da horizontes para la acción.

Finalmente, un comentario sobre el grupo de vulnerabilidad asociado a la no escolaridad que nos lleva a ver a la escuela como un elemento que hay que proteger en todos los niveles, pero más aún en aquellos en condiciones de pobreza, especialmente en la actualidad, tiempo en el que la escuela y la educación están afrontando innumerables retos. Invertir esfuerzos en educación, además de los resultados asociados a las competencias escolares, pareciera ser un espacio propicio para proteger psicosocialmente a la persona.

Nota de la autora:

Esta investigación contó con la participación de Danny Socorro (coordinadora), Luisa Angelucci, Ángel Oropeza, Celibeth Guarín, José Eduardo Rondón y Adle Hernández.

Notas:

Psicodata (2023): https://psicologia.ucab.edu.ve/wp-content/uploads/2023/02/PsicoData_compressed.pdf

PRILLELTENSKY, I. (2012): Wellness as fairness. En: Am J Community Psychol Pp.1-21. https://doi.org/10.1007/s10464-011-9448-8

TRIGO, P. (2012): Cómo relacionarnos humanizadoramente. Fundación

Centro Gumilla.

27 de julio 2023

Revista SIC

https://revistasic.org/psicodata-nuevos-horizontes-para-la-accion/

 8 min


Edgar Benarroch

ASPIRACIÓN

Aspiramos que todos los ciudadanos tengamos un comportamiento acorde con las leyes, respetuosos de las convenciones sociales, con convicción de servicio a la Patria y al prójimo, seamos de buen proceder y al menos saber leer y escribir y expresarnos debidamente, por muy humilde que se sea estar vestido de manera higiénica y si es posible de acuerdo con la ocasión, que tengamos inclinación por la caridad y siempre privilegiar a los pobres, más necesitados y vulnerables. Estas aspiraciones que deseamos de un ciudadano común, con mayor fuerza debemos exigirlas a quienes ocupan posiciones de dirección y de mando, máxime si está autorizado a portar y usar armas de fuego, como es el caso de los militares de nuestra Fuerza Armada.

Cuando vimos y oímos por televisión al General Elio Estrada Paredes, comandante de la aguarda Nacional, con un discurso con motivo del 86º aniversario de la fundación de esa fuerza, quedamos horrorizados, nos dio pena y vergüenza que un destacado integrante de nuestra Fuerza Armada y comandante de uno de sus componentes se haya vestido con un uniforme y gorra propio de montoneros, dicho un discurso muy mal leído y pronunciado y haya dicho lo que dijo: un disparate constitucional porque violentó su juramento de apoliticismo, una velada amenaza a la oposición e inmiscuirse en asuntos que no son de su incumbencia y afirmar, dando como firme lo que aún está en discusión política y jurídica, como es el caso de las inhabilitaciones políticas sin lugar dictadas por la Contraloría General de la República al margen de la Constitución y la ley.

Decepciona a quienes pensamos que nuestros Generales tienen un mínimo de capacidad, idoneidad, prudencia y respeto con sumisión a nuestra Carta Magna. Vergüenza y dolor ver y oír a este señor General. Qué dirán sus pares que se comportan como debe ser, con decoro, respeto, prudencia y sentido común. A los de afuera nos dejó la impresión de un ser descompuesto que no sabemos cómo alcanzó tan elevado rango y cargo.

Cada quien emitirá su juicio de acuerdo a los parámetros que lo ordenan, para mí, todo un desastre y disparate irrespetuoso, mal leído y mal pronunciado.

Aspiramos, deseamos y queremos algo mejor, mucho mejor a lo que por desgracia aún tenemos. Sentimos de nuestro deber expresar estas ideas por el llamado de la Patria que nos indica que actuemos y nunca dejar pasar y dejar hacer, nunca ser indiferentes.

18 de agosto 2023

POR ENCARGO O INDUCIDO

Muertes por encargos o inducidas, según relata el General Hugo Carvajal “El pollo”, las que se practicaron a Roberto Serra, Luis Tascón, Willian Lara, Capitán Acosta Arévalo, Aristóbulo Izturis, General Laiza Linares, al fiscal Danilo Anderson, entre otros, y que según el General, Diosdado Cabello sabe bastante. Agrega el declarante que esas víctimas se transformaron en serios problemas para el régimen, por conocer demasiado las intimidades diabólicas o por diferir de la conducción del gobierno. Son incapaces de discutir o dialogar con quienes tienen pareceres y opiniones distintas, no tienen alma para sentarse a intercambiar ideas con quienes piensan distinto, sólo cuando los molestan o estorban con opiniones y acciones contrarias, actúan como verdaderos animales cuando se les agrede que buscan exterminar y desaparecer físicamente al otro.

Ellos, este régimen y su combo maléfico, no tienen ninguna vocación política que supone diálogo y más dialogo hasta llegar a acuerdos convenientes, supone tolerancia hasta más no poder, respeto, reconocimiento y consideración con la disidencia, supone vivir, practicar y siempre preservar y defender la libertad y la Justicia Social, como incansablemente luchar por alcanzar el Bien Común. La política es un campo exclusivamente para servir con voluntad de entrega total, a ella llegamos con esa convicción para contribuir en el desarrollo integral del país y colocarlo en los de mayor importancia del mundo. Tenemos como hacerlo, solo falta disposición y entrega con eficacia, moralidad y ética. Pero este régimen no entiende nada de eso y por ello está el país destrozado y nosotros cargados de malestar.

Han dicho groseramente que cuando se resuelven los problemas de la gente se vuelven “Escuálidos” y por lo tanto hay que mantenerlas siempre sufriendo y con muchas carencias, siempre pobres y si es posible más pobres.

Desde que tengo conciencia y capacidad de razonar, no recuerdo un régimen tan perjudicial como el que por desgracia aún tenemos, ni en los momentos más obscuros de la Patria, podía haber, como efectivamente ocurrió, cercenamiento y extremas limitaciones de los derechos políticos, pero había comida y hasta cierto punto seguridad pública. Estos acabaron con todo lo bueno y sembraron hambre y miseria generalizadas y lo malo que teníamos lo llevaron a peor con una profunda crisis dolorosa y agobiante.

Pronto, Dios mediante el próximo mes de octubre, en elecciones primarias, en las que todos los venezolanos mayores de 18 años e inscritos en el registro electoral permanente, podrán expresase libremente en la selección del candidato presidencial de la oposición, que será nuestro candidato, el candidato de todos quienes deseamos cambio radical en la conducción de la Nación. Él será el líder de la nueva Venezuela que deberá llamar a las más claras inteligencias del país de probada vocación de servicio para sacar el país del marasmo en que se encuentra y llevarnos a la prosperidad nacional y al bienestar colectivo.

16 de agosto 2023

CON BUENA VOZ Y ALTO TONO

El General Hugo Carvajal, conocido como “El pollo”, se encuentra cantando como extraordinario tenor, con muy buena voz y en un tono muy alto. Es el único actor de esta ópera que canta, los demás observan e interrogan. Este drama está empezando, va por el acto I que suele ser conocido como introducción. Se espera que en el desarrollo de ella se aprecien mejor las condiciones del cantante. El solo cantante de la ópera con uniforme amarillo, hasta ahora parece actuar de manera dócil y hasta cierto punto humilde ante quienes lo interrogan, está hechando, al parecer, el cuento completo de este régimen, del anterior y de sus más allegados y lo hace porque sobre él pesan severas denuncias que si sale bien de la opera, la pena puede aminorarse. Por supuesto, este régimen está inmensamente preocupado por esta opera que destapará toda la inmundicia de sus adentro.

En este acto I el cantante interpretó las primeras estrofas en las que se escucha que Fidel Castro, su hermano Raul y Nicolás Maduro están muy involucrados y comprometidos en la muerte de Hugo Chávez y que Jorge Rodríguez, Presidente de la Asamblea Nacional, también lo está con la muerte de Eliecer Otaiza. Además agregó que Diosdado Cabello sabe bastante de muertes inducidas y por encargo. Él dice que Estados Unidos evaluará todo lo que presente: testimonios, vídeos, grabaciones, audios, documentos, nombres y hechos entre otros elementos probatorios que irá presentando.

Esta ópera está, como hemos dicho, en su introducción y en los próximos días nos informaremos de los siguientes actos. La ópera no es corta, es más bien de más tiempo y su duración puede pasar de horas a días, todo depende de las condiciones bocales del actor principal y único cantante.

Debe cantar muy bien y satisfacer a quienes lo interrogan si aspira lograr aplausos que aminoren su pena, pues se trata de un actor muy comprometido con desafueros cuando fue director de la contra inteligencia militar.

Empezó a cantar y con seguridad seguirá cantando hasta agotar toda la partitura, de esa manera negociaría un trato no tan duro, a lo mejor de cantante pasa a “testigo protegido”, todo depende de su interpretación .

Como debemos suponer, este régimen no quiere que esa opera se conozca porque queda al desnudo toda su maldad, desafueros, torturas y crímenes. Mandar a quitarle la vida a un ser humano, como si se tratara de un animal que llevan al sacrificio, es una de las horribles confesiones reveladas por el cantante. Para este régimen la vida de los semejantes carece de valor humano cuando es alguien que discrepa y disiente de él y lucha por reivindicaciones sociales y libertad.

Salgamos cuanto antes del terror y la maldad que observamos y sentimos como hierro candente que quema nuestro espíritu, pero no amilana nuestra voluntad, que se mantendrá firme hasta tanto superemos este drama que se transformó en crisis aguda.

15 de agosto 2023

ALERTA

Circula en las redes una alerta a la población que indica que de acuerdo a información destacada de periodistas de investigación con fuentes confiables, el régimen, este régimen que por desgracias aún tenemos, está planeando un auto golpe de Estado o simulación de alzamiento militar, con el propósito maligno de tener excusa y suspender las garantías constitucionales, declarar un estado de excepción y ejecutar detenciones arbitrarias, persecuciones, torturas, allanamientos y salir del personal de seguridad e inteligencia que no le es conveniente y según la misma información se persigue también boicotear las elecciones primarias de la oposición y frenar el avance de María Corina Machado. Además,agrega la información que los viajes de Diosdado Cabello y Delcy Rodríguez a La Habana son para recibir directrices e instrucciones para la ejecución de ese macabro plan.

Esta información como “Alerta al pueblo”, parece especulación, puede ser imaginación, suposición de algunos o simplemente deducción después de analizar las variables conducentes. Especulación, imaginación, suposición o deducción y como éste es un régimen capaz de todo, cabe en lo posible. Hemos dicho que con el fin de perpetrarse en el poder, este régimen déspota es capaz de todo, para él el fin, mantener el poder, justifica y legitima todos los medios utilizados: mentira, falsedad, montaje, simulación, tortura física y mental y hasta asesinato. Como todo cabe en lo posible, es recomendable estar atentos a la alerta solicitada, ver,examinar y analizar todos los pasos y acciones del régimen, que como hemos dicho es capaz de todo.

Los del régimen han dicho que ellos no dejan el poder con votos ni con balas y se mantendrán en él truene o relampaguee. Esta inadmisible, barbara e inconstitucional afirmación además de ser una declaración monstruosa busca también enviar un mensaje para afectar negativamente nuestro optimismo y resignados aceptar que esto no tiene salida democrática a mediano plazo. La diabólica estrategia del régimen tiene mucho de mensaje, de subliminal, de penetrar nuestras mentes, pero también mucho de acción concreta, actúan como bestias sin importarle la dignidad de la persona humana o si sus ejecutorias son constitucionales o no lo son.

Imaginémonos lo peor de este oprobioso régimen y acertaremos, por ello debemos estar muy preparados para lo insólito y hacerlo con envergadura , valentía, arrojo y férrea voluntad.

14 de agosto 2023

SEIS DIRIGENTES SINDICALES CONDENADOS

Seis luchadores sociales, dirigentes sindicales fueron detenidos el año pasado por participar en una protesta pública que exigía reivindicaciones laborales y salarios justos y dignos. Ahora, recientemente, son condenados a 16 años de cárcel acusados de “conspiradores y asociación para delinquir”. Este insólito hecho ha provocado reacciones del sector sindical nacional y de la ciudadanía en general calificado justamente de obscura maniobra para silenciar la voz que protesta y reclama. Esta deshumanizada e injusta sentencia es un nuevo y duro golpe contra la protesta social y los derechos fundamentales que tenemos de expresar nuestro criterio a viva voz y públicamente respetando lo que se debe respetar. Pese a que el principal testigo en contra de los dirigentes sindicales, un “patriota cooperante” seguramente tarifado, nunca se presentó a declarar en el juicio, se produjo esta inadmisible y bochornosa sentencia. Esto es una prueba definitiva, si es que hacía falta, que el poder judicial del país es partícipe activo del combo de la arbitrariedad, la maldad, persecución, el encarcelamiento, tortura y hasta asesinato de este régimen nefasto y ello está inscrito en el recrudecimiento de la violencia hacia la disidencia.

En nuestro país la estrategia anti sindical que desarrolla este régimen ha ido avanzando hacia formas más represivas y criminales con el fin de evitar el ejercicio del derecho de libertad sindical.

El Observatorio venezolano de Conflictividad Social documentó 4.350 protestas en el país durante el primer semestre del presente año y ante esa avalancha la respuesta del régimen ha sido la represión bestial y utilizar la administración de justicia, que debe ser independiente y autónoma, para criminalizar a los actores y sancionarlos de la manera más severa y desproporcionada. Menos mal que Nicolás Maduro se define obrero, porque sino fuera así, la condena hubiese sido de treinta años, que es la pena máxima.

Nos preguntamos hasta cuándo vamos a tolerar pacientemente los nefastos desafueros del régimen. Lo que ocurrió con los dirigentes sindicales debe llevar a todo el movimiento sindical nacional , a todos los trabajadores y a todos en general a tomar las calles del país sin retorno hasta tanto se reponga la justicia, se respete el sagrado derecho de protestar y se logre recuperar la libertad plenamente de expresar y exigir reivindicaciones laborales y salariales. Si dejamos pasar esta gigantesca arbitrariedad, vendrán cosas peores hasta que nos ahoguemos todos en la arbitrariedad del régimen. Salgamos YA a defender nuestros derechos y reclamar libertad, respeto, justicia y democracia, las generaciones por venir nos lo reconocerán y agradecerán.

13 de agosto 2023

 10 min


Humberto García Larralde

La palabra “expoliación” viene de la acción de expoliar. Según la RAE, expoliar es, “despojar algo o a alguien con violencia o con iniquidad”. Es lo que han hecho, históricamente, los ejércitos de ocupación. Una vez derrotadas las fuerzas que se le resistían, solían tomar los activos y/o riquezas del territorio conquistado como premio o botín que compensaría, a nivel individual y corporativo, el haber arriesgado sus vidas. Si bien las “reglas de juego” que se fueron acordando en torno a la guerra intentaron ponerle coto al ejercicio desenfrenado de tales prácticas, han seguido ocurriendo. Para muestra, las atrocidades cometidas por el ejército invasor ruso en Ucrania y las que traen los cables noticiosos de numerosos conflictos locales en África y en otros sitios. Las acciones de expoliación, acompañadas muchas veces por crímenes aún mayores –violaciones, masacres civiles, destrucción de hospitales, escuelas y viviendas—manifiestan un absoluto desprecio por los habitantes del territorio ocupado. Bajo una dominación impuesta por la violencia, son pocos los derechos que pueden ser exigidos y menos los que serán respetados.

La introducción anterior viene al caso porque hemos venido insistiendo a través de los años, que la tan envanecida –en boca de sus principales beneficiarios--“revolución bolivariana” ha devenido, en realidad, en un régimen de expoliación. Las razones que lo explican son bastante evidentes: 1) el desmantelamiento del tejido institucional de derechos individuales y civiles, de la independencia, equilibrio y control mutuo entre poderes, y de la obligación de rendir cuentas de la gestión pública; y 2) el acoso y la relativización de garantías a las actividades económicas del sector privado, “legitimados” por una prédica construida con base en los clichés de la mitología comunista. La racionalidad de un mercado en competencia como determinante impersonal de la asignación de recursos y como criterio de decisión de medidas que generan un mayor producto social, fue sustituida por la lealtad hacia el líder indiscutido y su funcionalidad para con la consolidación del poder político “revolucionario”. La consigna de que la “verdad es siempre revolucionaria”, recordada por algunos, se transformaba ahora en, “lo revolucionario” –es decir, lo que dictamina el líder—“es siempre verdad”. Dio lugar a una creciente discrecionalidad en la gestión de los asuntos de Estado, que se plasmó en una estructura de incentivos que premiaba los apoyos al “proceso” y castigaba a quienes se oponían, El notorio incremento en el patrimonio de muchos dirigentes y su dispendioso tren de vida –camionetas, guardaespaldas, lujosos eventos sociales, compras de marca—eran una retribución merecida a sus esfuerzos por abrirle un futuro promisorio a los venezolanos. Los papeles se habían invertido; de eso trata una revolución, ¿no? Ahora los ricos y poderosos son ellos.

En sus comienzos, la expoliación tendía a concentrarse en torno al usufructo de la significativa renta petrolera captada por el Estado en los mercados internacionales de exportación a lo largo de la primera década de siglo, al mantenerse elevados los precios del crudo. Empresas de maletín, acceso a dólares baratos, contrataciones ficticias y apropiaciones diversas fueron dibujando una nueva oligarquía, amparada en los vientos políticos favorables que deparaba la “generosidad” con que Hugo Chávez repartía esas rentas. A ello habría que añadir los numerosos regalos a los “amigos” internacionales de la “revolución”, anillo de seguridad externo de creciente importancia.

La prédica socialista pronto convirtió también en cotos de caza a empresas y activos codiciados del sector privado. El uso desembozado de la fuerza se hacía ahora de forma abierta. Y, en la medida en que se profundizaba la crisis económica bajo la deplorable gestión de Nicolás Maduro, los detentores de los medios de violencia del Estado –junto a bandas armadas asociadas—adquirieron cada vez más protagonismo en la “reasignación revolucionaria” de recursos: confiscación de mercancías en alcabalas y puertos, extorsiones, primas de protección, cuando no asaltos directos.

Con tales prácticas, fueron asumiendo el rol de un ejército de ocupación, posicionado para expoliar las riquezas de la nación. Chávez les dio beligerancia, insuflando el ego de aquellos militares que lo seguían con la fábula de que eran herederos del Ejército Libertador. Y sus discursos patrioteros encontraron terreno abonado en las narrativas históricas de los siglos XIX y XX que proyectaban la construcción de patria, no como un proceso civil, sino de batallas. Nuestra precariedad institucional, hasta bien entrada la era petrolera, hacía de los militares ciudadanos de primera, tutores obligados para la preservación del orden de una sociedad débilmente estructurada. Chávez completó su encantamiento denunciando a poderosos enemigos, externos (el imperio) e internos (las cúpulas podridas de AD y Copei), que amenazaban los intereses nacionales y ponían en peligro los “logros” de su “revolución”. La FAN –ahora chavista, luego de sucesivas purgas y con la “B” de bolivariana añadida—se transformaba en tropa de choque contra tales amenazas. Su revolución era armada, no en términos retóricos, sino con la realidad de fusiles, tanques, aviones y demás armamentos.

Maduro, sin la ascendencia política de Chávez ni los dispendiosos ingresos petroleros con que contó aquel para promover su socialismo de reparto, se vio obligado a depender mucho más de los militares para sostenerse en el poder. Los corrompió deliberadamente, entregándoles la gestión o la custodia de áreas extensas de la economía, en un contexto carente de la transparencia, rendición de cuentas y del equilibrio de poderes, medios de comunicación libres, libertad de protesta y demás instituciones que resguardasen el uso correcto de los dineros de la nación. En la medida en que se acentuaba la ruina del país y los sueldos de los empleados públicos se hundían en la miseria, más importaban la fuerza, los contactos, privilegios y demás eslabones de la red de complicidades entre los jerarcas como medio para usufructuar las mieles del poder. Y ello no podía sino aumentar la pretensión, aupada en el discurso “revolucionario”, de que ellos son los auténticos dueños del país.

Una de las expresiones más deplorables de este estado de cosas la evidenciamos recientemente en el discurso del comandante de la Guardia Nacional, general Elio Estrada Paredes, en ocasión del aniversario de este componente de la FAN. Creyéndose dueño del circo, acusó a los opositores de levantar “falsos candidatos presidenciales” (por inhabilitados) y de desconocer a quienes designarán en el CNE, “imponiendo la normalización de la violencia para desestabilizar el país”, con fondos “de posible origen ilícito” y “vinculaciones con la delincuencia organizada”. El colmo, viniendo de uno de los soportes fundamentales del régimen expoliador chavista, fue su señalamiento del “robo” de activos externos que, hasta ahora y gracias a quienes realmente defienden los intereses de la nación, han podido mantenerse a resguardo de sus prácticas depredadoras. Y este discurso gorila ¡fue felicitado por el Gral. Padrino López! Más allá, se hace eco de estas barbaridades el gobernador del estado Trujillo, capitán Gerardo Márquez, amenazando públicamente con sacar “a coñazos” a la candidata opositora María Corina Machado. Según el periódico, La Razón, es dueño de empresas de servicios y constructoras que contratan con la gobernación de ese estado.

Estos trogloditas se han erigido en ejército de ocupación, en guerra contra los derechos y libertades constitucionales del pueblo democrático. Y justifican su apropiación excluyente del país (lo que queda de él), negándoles a quienes no son chavo-maduristas su condición venezolana. Habiendo traicionado, así, a la patria, al reprimir y condenar a la mayoría de sus compatriotas al peor descalabro conocido de sus condiciones de vida en la era petrolera se auto invisten, conforme a su imaginario fascista, ¡en sus defensores! Quienes protestan, son terroristas y conspiradores. Por tanto, con la complicidad de tribunales inmorales, se les condena a largas penas, como fue el caso de los seis sindicalistas hace dos semanas. Igual siguen presos Roland Carreño, Javier Tarazona, Roberto Franco y muchos otros injustamente retenidos.

No habrá salida mientras la oposición democrática no construya una fuerza capaz de neutralizar las pretensiones de este ejército de ocupación y acabar con su expoliación de los venezolanos.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

15 de agosto 2023

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Eddie A. Ramírez S.

La siembra del odio, con la consecuente cosecha de violaciones a los derechos humanos, es una semilla que germinó desde el inicio de la humanidad. En algunos casos está dirigido en contra de un enemigo que invade un país o contra grupos de malhechores que causan daño a personas o a sus bienes. Mucho más grave son los casos en que el odio se dirige contra quienes no han cometido ningún delito, sino que profesan otra religión, sexo, tienen piel de color diferente o difieren de las políticas gubernamentales. En todo caso, con motivo o sin él, el odio y las consecuentes agresiones deben ser rechazados. A estas alturas de la civilización, lo que tiene que imperar es la justicia, la igualdad de todos los seres humanos y la tolerancia a los diferentes puntos de vista. Cristopher Tuckwood, director ejecutivo del Sentinel Project con sede en Canadá, afirma que “los discursos de odio cargan el arma, la desinformación aprieta el gatillo”.

Platón, 328-348 AC, equivocadamente predicó que hay que hacerles mal a los enemigos. La Biblia y el Corán tienen versículos promoviendo la Ley del Talión, o sea ojo por ojo, aunque ambos también tienen frases de generosidad hacia el enemigo. El punto a discutir, como decía Francisco de Quevedo, es que a veces no es fácil identificar quién es enemigo y quién es amigo. Lo que es indudable es que la ausencia de justicia induce el odio entre las naciones desencadenando guerras y, a nivel nacional, promueve el odio entre los ciudadanos, con el consecuente deseo de venganza.

Numerosas guerras fueron producto del odio sembrado por motivos económicos o étnicos. Tal día como hoy, en 1945, finalizó la II Guerra Mundial, iniciada por el nazismo alemán y el militarismo japonés, después de ocasionar millones de muertos, entre ellos varios millones de judíos civiles, gitanos y disidentes. Desde entonces han proliferado contiendas entre países o internamente. Cabe citar las matanzas en Rwanda de los grupos hutus en contra de los tutsis, la masacre en los Balcanes en contra de la minoría musulmana, las guerras en Siria, Afganistán, Etiopía, Eritrea, Yemen, Sudán, el interminable conflicto entre israelíes y palestinos, así como la agresión en pleno desarrollo de la Rusia del dictador Putín en contra de Ucrania.

En Venezuela, Bolívar sembró el odio con su Decreto de Guerra a Muerte en contra de españoles y canarios. No valen las excusas de que era indispensable para lograr nuestra independencia. Del lado de los realistas, Boves también actuó sin misericordia, pero en contra de los patriotas. Ezequiel Zamora y recientemente Hugo Chávez fueron bárbaros que tildaron de enemigos a quienes se opusieron a sus revoluciones y tenían alguna propiedad. Maduro les sigue los pasos. Afortunadamente, el Fiscal de la Corte Penal Internacional, con la aprobación de tres de sus jueces, inició una investigación en base a denuncias de crímenes de lesa humanidad.

El Código de Hamurabí, en el siglo XVIII AC, estableció leyes para uniformizar el castigo de los delitos y hacer justicia a los agraviados. La prevaricación, o sea el dictar una sentencia o aprobar una resolución injusta por un juez o un funcionario era castigada con la muerte. Menos mal que en Venezuela no se aplica este Código, sino que aspiramos se lleve a los tribunales a los numerosos fiscales que imputan y a jueces que sentencian por delitos inventados, así como a los funcionarios civiles y militares que aplican medidas arbitrarias.

El régimen de Maduro aprobó una ley contra el odio, pero para aplicarla solo a los opositores que se atreven a denunciar por las redes sociales a los corruptos y a quienes atropellan a la Constitución y las leyes. Por el contrario, el mismo Maduro, Diosdado Cabello, Tarek Saab, Jorge Rodríguez y otros, exponen a los opositores a ser agredidos por las fuerzas de seguridad y por sicarios rojos. Como lo hemos señalado, el blanco preferido de las agresiones es María Corina Machado, por ser la que lidera por amplio margen las encuestas de los candidatos de la oposición para elegir al que va a competir con Maduro en el 2024. Como ha sido notorio, el cobarde gobernador de Trujillo, mayor retirado del ejército Gerardo Márquez, ha tenido la desfachatez de pedirle a la población de ese estado que cuando ella vaya “la saquen a coñazos”. Afortunadamente, en todos las ciudades, pueblos y caseríos que visita la reciben con grandes manifestaciones de apoyo. Sin embargo, tememos que el odio de algún fanático o de un sicario del régimen puedan ocasionarle daño a ella y a cualquier otro opositor. La comunidad internacional debe solicitar a Maduro que desestimule esas agresiones de las cuales sería responsable.

Como (había) en botica:

Numerosos profesionales trabajan ad honorem en la elaboración de planes para la recuperación del país cuando salga Maduro. Uno de ellos es el equipo coordinado por el ingeniero petrolero Tomás Mata, quien presentó en evento organizado por Venamérica y Vapa, un plan para solucionar el déficit de energía eléctrica en el Zulia. Básicamente, el mismo consiste en aumentar la producción de gas en el campo denominado Perla, manejado por ENI y Repsol, frente a la península de Paraguaná, recuperar, operar y mantener las plantas de Termozulia, mejorar la transmisión y distribución de la electricidad. La demanda en ese estado es de unos 1.200 megavatios y el suministro es de solo 1.000 megavatios, por lo que cada día ocurren unas 85 fallas de electricidad. Estima que en dos años se pueden resolver los problemas.

El coronel Tellechea, presidente de Pdvsa, debería tener información del daño que ocasionan los derrames petroleros en el Lago de Maracaibo. Ojalá pregunte a los pescadores para que se percate de que no es un asunto visual.

La intervención del Partido Comunista de Venezuela por el sumiso Tribunal Supremo de Justicia es otro atropello.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

15/08/23

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Pedro Raúl Solórzano Peraza

En la atmósfera del planeta existen una serie de gases de efecto invernadero (GEI) que son los responsables de la existencia de la vida, sin ellos, en adecuadas proporciones, la temperatura de la tierra sería de -18°C ya que no existiría freno para detener el escape del calentamiento de la tierra por efecto del calor del sol. Por lo tanto, el efecto invernadero es un proceso natural que permite a la tierra mantener condiciones necesarias para la vida. Entonces, los GEI son necesarios, pero el problema se presenta cuando por efecto principalmente de las actividades humanas, se aumenta la concentración de algunos de estos gases en la atmósfera reteniendo más calor que el necesario, provocando que la temperatura media del planeta aumente produciendo el calentamiento global, que es causa del cambio climático. Esto ha sido denominado como el Antropoceno o la nueva era geológica motivada por el impacto del ser humano en la tierra.

El CO2 es uno de los principales gases de efecto invernadero, y sus emisiones se han venido incrementando desde la aparición de la primera revolución industrial a mediados del siglo XVIII, siendo la quema de combustibles fósiles para generación de energía la fuente más importante de estos incrementos.

La vegetación puede ser la principal herramienta natural para capturar esos excesos de CO2 en la atmósfera y frenar su efecto invernadero, ya que las plantas absorben CO2 en el proceso de fotosíntesis y también lo emiten en el proceso de respiración, siendo la diferencia entre ellos lo que va a formar parte de los tejidos de las plantas y a quedar secuestrado. Sin embargo, la fotosíntesis es solo una parte de la situación ya que ese carbono en la vegetación puede regresar al aire después que los microbios, los animales y las personas consumen las plantas. Por esa razón, mantener el carbono en el suelo o encontrar otras formas de almacenarlo puede ser tan importante como capturarlo de la atmósfera.

Se considera que una de las mejores vías para la captura de carbono atmosférico son árboles y bosques. Como ejemplo, el Servicio Forestal de los Estados Unidos ha estimado que sus bosques son capaces de secuestrar 866 millones de toneladas de carbono anualmente, que es equivalente a alrededor de 16% de las emisiones totales de ese país cada año.

Cuando los árboles, al igual que todas las plantas realizan la fotosíntesis extraen CO2 del aire, lo transforman en azúcares y liberan oxígeno. Con esos azúcares los árboles construyen madera en tallos, ramas y raíces, y así el carbono se atrapa durante largos períodos de tiempo, ya que pueden permanecer por mucho tiempo como árboles en pie y tardar años en descomponerse después que mueren.

Los suelos forestales también pueden ser buenos para capturar carbono pero depende de algunos factores externos. El caso de la selva amazónica que pareciera ser un buen lugar para el secuestro de carbono porque tiene abundantes árboles de rápido crecimiento, no lo es porque ese carbono atrapado tiene poca permanencia. Estos árboles se descomponen rápidamente en el clima cálido y húmedo, la lluvia abundante también acelera la descomposición de la materia orgánica y lava el suelo arrastrando nutrientes.

En general, los suelos pueden ser una gran herramienta para secuestrar carbono, mitigar e incluso revertir el calentamiento global. Para ello, la restauración de los suelos puede ayudar en la reducción de las emisiones de carbono y potenciar su almacenamiento a largo plazo en el subsuelo, incrementando su permanencia secuestrado.

Una de las orientaciones en la investigación actual para incrementar el secuestro de carbono de la atmósfera por medio de la vegetación, es la edición genética en plantas para aumentar su capacidad de almacenamiento de carbono. La investigación ha tomado en cuenta a los cultivos agrícolas a pesar que la captura de carbono, como ya hemos señalado, se asocia con los árboles. Se inicia este programa con cultivos que ocupan grandes superficies como arroz y sorgo, y en el futuro se extenderá a trigo y maíz. Se centra esta investigación en mejorar la fotosíntesis a las plantas para ser más eficientes en la captura de carbono de la atmósfera, en optimizar tanto el desarrollo del sistema radical para incrementar la permanencia de ese carbono en suelos y subsuelos, como de los exudados a nivel de la rizósfera promotores del secuestro de carbono. Las plantas y los microbios, además de capturar carbono de la atmósfera, pueden almacenarlo en la biomasa y en los suelos de las tierras cultivadas que ocupan una tercera parte de la superficie terrestre. De allí una de sus grandes ventajas.

Entonces, los resultados de estas nuevas investigaciones con especies de plantas cultivadas, mejorando la fotosíntesis y la permanencia del carbono retenido en los tejidos, convertiría a la agricultura en un formidable recurso para disminuir la concentración de GEI en la atmósfera y contribuir en la desaceleración del calentamiento global.

En Venezuela podemos tomar el ejemplo de las sabanas del oriente del país, principalmente en los estados Anzoátegui y Monagas, donde en forma natural existe una vegetación muy escasa representada por un estrato de gramíneas de baja altura, y algunos árboles y arbustos dispersos en pequeñas áreas de los campos. En estas condiciones, las expectativas de secuestro de carbono atmosférico son muy bajas. Si se compara esta situación con el desarrollo agrícola que existe en algunos sectores de estas sabanas orientales, con algunas prácticas conservacionistas combinadas con otras de la agricultura convencional, con genotipos mejorados en su fotosíntesis y en su sistema radical, se incrementaría significativamente el balance de secuestro y permanencia del carbono en la biomasa producida. Esto sería un aporte de la agricultura para mitigar el cambio climático.

Como corolario a esta situación se puede señalar que para acabar con esta tragedia de eventos extremos sobre la tierra se debe respetar la naturaleza, aplicar técnicas de silvicultura para la gestión de cultivos de bosques orientadas, entre otras cosas, a la conservación del medio ambiente, a la protección de cuencas hidrográficas y a la producción de bienes para la sociedad. Acabar con la deforestación desordenada, reforestar áreas degradadas para su recuperación, aplicar las mejores prácticas agrícolas conservacionistas adaptadas a cada sistema suelo-planta-clima, regenerativas de los recursos naturales, utilizar más conscientemente las áreas agrícolas indispensables para la producción de alimentos y de otros bienes para la humanidad con genotipos mejorados. En fin, utilizar la agricultura y otras disciplinas afines como una solución y no como una causa del deterioro ambiental del planeta.

Agosto 2023

 5 min