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Opinión

Al morir el General Juan Vicente Gómez, hubo profundas discusiones sobre la legitimidad del Congreso que estaba vigente para ese momento. Un documento de la época, firmado por Carlos Parisca, de fecha 8 de mayo de 1935, titulado El Congreso debe Disolverse, advertía que era preferible conformarse con el que estaba, que correr el riesgo de no tener ninguno, a los fines de no romper el hilo constitucional y ante la imposibilidad de constituir un nuevo Congreso. Y reconocía Parisca en ese escrito, la urgencia por disolver el Congreso vigente para 1936. No era por asuntos de honradez o idoneidad, sino porque ese Congreso no representaba de manera genuina la voluntad popular.

Por su parte, otro documento de la época, firmado por Ramón Díaz Sánchez el 10 de julio de 1936, expresaba que era preciso que los congresistas volvieran para satisfacer la marcha armónica de la República, a los fines de elegir al nuevo presidente y aprobar una nueva Ley de Presupuesto y una reforma Constitucional. El reconocimiento a aquel Congreso dependió sólo de la voluntad de los propios ciudadanos, como lo advirtió en su momento Ramón Díaz Sánchez. Importante recordar que aquel Congreso se negó a aceptar la propuesta de disolverse.

Lo que interesa destacar es que aquél Congreso, electo bajo el régimen gomecista, tuvo la responsabilidad de aprobar la Constitución de 1936, cuyo contenido puso fin a la continuación del gomecismo, y sentó las bases muy importantes en nuestra historia constitucional. Por ejemplo, en ella se reconoció por primera vez los derechos de carácter social, que más adelante permitió la aprobación de la Ley del Trabajo.

Años más tarde, cuando las Fuerzas Armadas Nacionales asumen el poder absoluto del Estado, con la finalidad de enrumbarlo hacia un Estado Democrático de Derecho, como lo advertía el Acta Constitutiva de la Junta Militar de Gobierno de 1948, reconocía que su labor estaba condicionada a impulsar la reorganización constitucional de los Poderes de la República. Claramente se planteó que el orden jurídico existente en 1948 se mantenía vigente, mientras no fuera contrario a los objetivos perseguidos por la Junta Militar.

En aquél episodio, luego de la caída del régimen de Pérez Jiménez, aquella Constitución de 1953 permitió la elección de un nuevo Congreso de la República, que claramente expresó su compromiso por reformar la Constitución de 1953.

Para aquellos parlamentarios, el compromiso con el país eran los siguientes:

No hacer una reforma provisoria.

Asumir la reforma como urgente, ya que era un problema moral mantener en vigencia la Constitución pérezjimenista;

Asumir como anteproyecto la Constitución de 1947, producto de una Constituyente pero que no tuvo larga vida y seguir el procedimiento de reforma establecido por la Constitución de 1953.[1]

Estos dos hechos históricos, coinciden en el reconocimiento a la Constitución vigente, como hoja de ruta para impulsar los cambios políticos que son necesarios.

Es importante destacar que las reformas constitucionales de 1936 y 1961 no tuvieron como fuente un proceso Constituyente, por el contrario, el proceso político que llevó a su aprobación final y definitiva tiene en sus bases la legalidad de una institución política como el Congreso y en el caso de 1958 la legitimidad de un proceso electoral.

Eso resulta interesante cuando se advierte que la Constitución de 1961, desde 1811, cuando aún no éramos República de Venezuela, es la que más tiempo de vigencia ha tenido a lo largo de nuestra historia Constitucional. A excepción de la Constitución de 1830, las distintas constituyentes a lo largo de nuestra historia no han producido Constituciones sostenibles en el tiempo, tal vez, porque cada una respondía a los intereses de quien las impulsaba.

Desde que se aprobaron de manera inmoral las Leyes del Poder Popular en diciembre de 2010, la Constitución de 1999 empezó a debilitarse, hasta que finalmente quedó derogada, luego de las inconstitucionales sentencias 155 y 156 y más aún, cuando fueron corregidas por exhorto de un Consejo Nacional de Defensa, que carece de toda jerarquía sobre los Poderes Públicos.

Por ello la obscena labor del Poder Judicial de obstaculizar y desconocer las atribuciones de la Asamblea Nacional actual, pues han querido evitar que el Poder Público que detenta la mayor legitimidad posible en estos momentos pueda impulsar constitucionalmente los cambios que el país reclama a través de los mecanismos de control y de nuevos instrumentos legales.

En estos momentos confusos, la Asamblea Nacional sigue jugando un papel fundamental, siendo el deber de todos los venezolanos defenderla y respaldar sus acuerdos políticos, pues ello representa dos formas efectivas y por demás, cívicas de relegitimar su actuación y reivindicar la soberanía popular.

En 1999 permitimos que una Constituyente técnicamente cerrara el Congreso de la República; entonces una inmensa mayoría de venezolanos aceptaron esa medida, porque querían una vía expedita y rápida de resolver los problemas del país.

Más de 3 millones de venezolanos dijeron Sí a la Constituyente, pero más de 6 millones no dijeron “ni pio”. Así se inició el camino de una propuesta fraudulenta y por tanto, engañosa que hoy nos ha traído a estas páginas oscuras de nuestra historia, en la que estamos experimentando una guerra desigual entre un Pueblo sin armas y un Gobierno armado que se le olvidó aquél principio del Pueblo Protagónico y Participativo.

El problema no es cambiar de constitución, el problema inmediato es recuperar la institucionalidad para que desde ellas se inicien los cambios políticos necesarios para reencontrarnos con la democracia en un marco constitucional que permita restaurar el hilo constitucional y desde de allí impulsar las mejoras que son necesarias realizar en materia institucional, económica y de garantías constitucionales.

Son tiempos complicados, duros y violentos, pero no hay otra alternativa que tomar la calle y con la Constitución en la mano, reclamar respeto y buscar en los valores de nuestros ancestros la razón para rescatar a Venezuela.

[1] Suárez Figueroa, Naudy. Punto fijo y otros puntos. Los grandes acuerdos políticos de 1958. Fundación Rómulo Betancourt. 2006. Pág. 65

Artículo escrito para PolitiKa UCAB en mayo 5, 2017

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​José E. Rodríguez Rojas

El gobierno de Maduro es incapaz de cumplir con los compromisos derivados de la deuda externa, declarando por la vía de los hechos, la cesación de pagos (default), aislándose de los mercados financieros internacionales. Ante esta situación, el diputado José Guerra plantea que un eventual gobierno de la oposición debe retornar a los mercados internacionales, proponiendo un programa de refinanciamiento de la deuda. Este programa debe incluir, como tarea previa, la implementación de un programa económico orientado a impulsar el crecimiento y controlar la inflación. Ambas iniciativas deberían dirigirse a la generación de recursos que permitan incentivar las importaciones, a fin de aliviar la crisis humanitaria que padecemos.

Un grupo de pasajeros de la línea aérea CONVIASA quedaron varados en el aeropuerto de Maiquetía durante varios días, sin que la línea aérea les informara sobre las razones del retraso. Entre los pasajeros figuraban un grupo de médicos que planeaban asistir a un congreso de medicina en Argentina. La paralización de los vuelos internacionales de CONVIASA , se debió a la suspensión de la póliza de seguros de varios aviones por deudas pendientes y al retiro de una de las aeronaves que rentaba a la empresa española Wamos, la cual procedió a confiscar el avión, por la imposibilidad de cobrar la deuda por el alquiler de la aeronave.

La situación de CONVIASA, una empresa pública, es parte de la bancarrota que sufre el gobierno de Maduro, la cual se refleja en la imposibilidad de cumplir con los compromisos adquiridos con los acreedores internacionales. El gobierno está actuando en la práctica como si hubiera declarado una cesación de pagos de la deuda externa (default). Reflejo de ello es que los bonos de Venezuela en el mercado de valores de Nueva York se están cotizando a precio de default, según fuentes financieras citadas por el programa CNN Dinero. En otras palabras el mercado está actuando como si el gobierno hubiera declarado el default.

El gobierno ha intentado paliar esta situación tratando de obtener préstamos de las instituciones financieras internacionales, colocando como garantía el oro de las reservas y otros activos que posee. Esta opción fue discutida en una edición reciente del programa CNN Dinero, donde se entrevistó a Alejandro Arreaza, un economista de la compañía de servicios financieros Barclays. En dicho programa se puso en cuestión la capacidad de pago del gobierno de Venezuela y las alternativas que tiene. El entrevistador del programa Xabier Serbiá expuso que el gobierno venezolano posee diversos activos que lo colocan en condiciones de pagar sus compromisos de deuda en el futuro inmediato. Entre esos activos mencionó el oro de las reservas internacionales, bonos de PDVSA, recursos en el Fondo Chino y dinero en cuentas de PDVSA en el exterior. Arreaza respondió que la mayoría de esos recursos no son líquidos o sea requieren ser transformados en efectivo para poder ser utilizados en los pagos de la deuda. El gobierno venezolano ha intentado realizar esta operación, pero en la medida que se ha colocado en una situación de ilegitimidad al violar la constitución nacional, las puertas de los mercados financieros internacionales se le han cerrado, ya que los entes financieros no están dispuestos a involucrarse en una operación con el gobierno en tales condiciones.

En la situación descrita el gobierno que suceda al régimen bolivariano heredará, parafraseando a Luis Herrera Campins, un país hipotecado, aunque en esta ocasión los compromisos derivados de la hipoteca serán imposible de pagar. Ello ha generado un debate sobre la deuda externa que ha implicado varios aspectos: el precario estado de PDVSA, la legalidad y legitimidad de la deuda, la capacidad de pago del gobierno, el elevado costo social de la estrategia de pago de la deuda por parte del régimen de Maduro, las políticas requeridas para impulsar la generación de divisas en áreas diferentes a las petroleras y la conveniencia de renegociar y refinanciar la deuda en un eventual gobierno de la oposición (Ver : Rodríguez Rojas, José E. Deuda externa y crisis humanitaria, Dígalo Ahí, n° 1, mayo 3, 2017 ).

En este contexto el diputado José Guerra ha venido insistiendo en que, a los precios del petróleo vigentes, la deuda es impagable. Así lo expresó en una entrevista realizada en una edición reciente del programa CNN Dinero. Según el diputado, ante esta situación el gobierno de Maduro ha optado por pagar la deuda utilizando las divisas requeridas para importar alimentos y medicinas, lo cual implica una solución que ha conllevado un costo social muy elevado. A juicio del economista es necesario encontrar una solución al pago de la deuda que involucre un menor costo social. Ante la situación actual, donde el gobierno se ha aislado de los mercados financieros declarando por la vía de los hechos un cesación de pagos, Guerra ha planteado que un gobierno de la oposición debe retornar a los mercados financieros internacionales solicitándole a los acreedores una renegociación de la deuda y un programa de refinanciamiento de la misma, ya que la deuda en las condiciones actuales no se puede pagar. La renegociación debe implicar la consecución de nuevos recursos para incrementar las importaciones y aliviar la crisis humanitaria.

El programa de refinanciamiento mencionado debe incluir, como tarea previa, la implementación de un programa económico que se oriente a impulsar el crecimiento. Este programa debe implicar un desmantelamiento de las políticas de controles y la liberalización del tipo de cambio y de los precios de los productos de consumo diario. Adicionalmente a ello es necesario una reforma fiscal y dotar a al Banco Central de instrumentos que le permitan el control de la inflación. Las políticas de controles limitan la generación de divisas en las actividades diferentes al petróleo, su eliminación permitiría incentivar las exportaciones no petroleras y compensar la alicaída oferta de moneda extranjera que provee PDVSA. La liberalización del tipo de cambio es una idea compartida por otros economistas como Francisco Rodríguez de la firma Torino Capital y asesor de UNASUR, quien ha señalado que la eliminación del control de cambio y el logro de un tipo de cambio más próximo al del mercado, estimularía un ingreso de divisas por exportaciones no petroleras del orden de los 8 mil millones de dólares.

El otro aspecto abordado por economistas entrevistados por Victor Salmeron, en la página de Prodavinci, es la necesidad de involucrar a los organismos multilaterales como el Banco Mundial y el FMI en la búsqueda de una solución al problema de la deuda venezolana. Estos organismos son claves en la obtención de nuevos préstamos que ayuden a incrementar las importaciones y aliviar la crisis humanitaria. Este es un tema polémico dada la resistencia del régimen chavista a vincularse a estos organismos.

Profesor UCV

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La palabra viene de la unión de dos voces latinas: vix, que significa “apenas” y luminare, que significa “alumbrar”. Vislumbrar algo es, entonces, “medio ver” algo que está ahí, pero que todavía no se ve bien. En el amanecer se vislumbran los objetos que han quedado ocultos por la noche. No se ven todavía del todo, pero tenemos el indicio de que –si el mundo no se acaba antes– los vamos a ver pronto.

Así como la noche está irremediablemente condenada por la salida del sol, a los regímenes fracasados solo les queda la fuerza para sostenerse, pero hasta el uso de la fuerza agota. Al que reparte palos todo el día se le cansa el brazo y no llega a la casa con ganas de abrazar a su esposa. Al que se pasa todo el día lanzando “gas del bueno”, algo también le llega a él; y al que tiene hijos adolescentes, en una refriega con “el enemigo” se le puede presentar la duda de si aquel con la franela en la cabeza al que le lanzó un perdigonazo no sería su hijo. Cuentan que una de las razones por las cuales los nazis se inventaron “la solución final” fue porque a sus soldados les era muy penoso pasarse el día fusilando judíos; a las tres o cuatro horas de estar en ello, les era inevitable albergar la duda de por qué lo hacían y de si aquellos seres en una de esas no serían también gente. Comenzaron a enloquecer, a caer en el alcoholismo, a suicidarse.

Algo se termina en Venezuela y se vislumbra algo diferente. La neblina de los gases no deja ver bien todavía qué será, pero la historia no es una reflexión inútil; el conocimiento del pasado es como una lámpara sobre el oscuro presente, que nos ayuda también a vislumbrar cómo podría ser y, especialmente, como valdría la pena que fuera.

Menéndez Pidal, en su introducción a la Historia de España –no olvidemos que el 60,76% de la nuestra se corresponde con la suya– dice que el tiempo de los Reyes Católicos fue, con mucho, el mayor período de la grandeza española y que ello no fue obra de la casualidad ni del azar, sino de hechos muy concretos: Castilla venía del nefasto reinado de Enrique IV, llamado “el impotente”, que la había llevado a su peor momento de ruina, con el tesoro exhausto, la población descontenta y hundida en la miseria, los nobles desmoralizados, teniendo por única justicia el capricho del rey y –encima– la moneda devaluada como consecuencia de la corrupción. Al morir Enrique, asciende al trono su hermana Isabel, casada con el heredero del reino de Aragón. Isabel y Fernando unificaron España y protagonizaron lo que Menéndez Pidal considera el momento cúspide de esa nación.

¿Cuál fue el secreto? Según el historiador –y el mérito es de la aguda visión política de Isabel– los Reyes Católicos se ocuparon de que en España hubiese, quizá por vez primera, justicia imparcial y, además, para las labores de gobierno escogieron a los más capaces, sin importar si eran nobles o plebeyos, e incluso si habían sido enemigos en algún momento; la inteligencia privaba por encima de todo. Esto produjo un efecto multiplicador, se regó como una mancha de aceite: una cadena de capaces escogiendo a más capaces como subalternos, no por adulación, sino por ingenio y preparación; un círculo virtuoso, como el rector de la UCAB. La reina tenía una habilidad extraordinaria para detectar el talento y es fama que guardaba un libro donde anotaba los nombres de las personas que destacaban por su inteligencia. Cuando le tocaba proveer un cargo apelaba a su “diccionario” de gente capaz.

Dice Menéndez Pidal, al referirse a este vuelco inusitado de su tierra, lo siguiente: “De la decadencia más baja al florecimiento mayor de un pueblo no hay más que un paso”, pero es un paso difícil de dar pasar del “lodazal de las codicias particulares al terreno de las nobles aspiraciones”, porque requiere un acto de voluntad que deseche el oportunismo, la viveza y la indolencia.

Vislumbro que Venezuela va a renacer si somos capaces de asumir el compromiso. Si lo sabemos hacer como es, sorprenderemos al mundo con nuestro brillo. Las nobles aspiraciones no son otra cosa que hacer coherente el país que se sueña con el que se practica cada día, el compromiso ético con la honestidad. Si logramos dar ese paso el florecimiento vendrá, porque inteligencia es lo que aquí sobra. Ese diccionario te lo tengo, Isabel, desde la A hasta la Z.

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¿Será que en vez de civilidad hay que enseñar al liderazgo venezolano sobre Clausewitz como consecuencia de que estos bárbaros del cuerpo armado, representantes de la represión política, han iniciado una guerra, una Guerra Civil? ¡Bestias! La Guerra es un arte que no puede ser enmarcada en ideas seductoras, mentiras y/o programas atrabiliarios. La Guerra, según la Polemología, es una tarea de los genios del arte militar atados a la Gran Estrategia del político, no de los matones carentes de ética. La Guerra, aún la extrema, tiene reglas y requiere de hombres capacitados virtuosos y no serviles ideologizados como los que muestra el régimen del hiato de Maduro-Padrino.

Régimen vergüenza de un momento trágico de esta tierra única bendita del Todopoderoso, y quizás olvidada del dios de la guerra: Ares. La guerra como masacre, como aniquilamiento, es la violencia irracional ideológica como muestra su dios rojo de la guerra: Marte. La Guerra masacre que hoy ha declarado el hiato Maduro-Padrino al país -instrumentada por manos de unos mercenarios que además de no conocer y menos entender a Clausewitz-, donde se atreven a retar a toda una gran mayoría de venezolanos en donde ya contamos con héroes. Héroes a quienes hemos rendido honores, bajándolos al sepulcro con el toque de silencio y el Himno Nacional, pero que no puede ni debe repetirse.

La Guerra Civil declarada por el hiato Maduro-Padrino fundamentada en el Plan Zamora tiene que ser, entonces, materia de estudio obligatorio para el liderazgo político emergente y para los operadores políticos con el objeto de que interpreten y apliquen las cuatro acciones recíprocas de Clausewitz. En especial, la primera acción recíproca en donde, después de entender la guerra como “un combate singular amplificado”, la respuesta de los demócratas en protesta incremental debe ser imponerle la voluntad al enemigo a como dé lugar. Ese enemigo está formado por apátridas, bárbaros y matones que creen que pueden asaltar la geografía humana y geografía terrestre de Venezuela.

Esa Guerra Civil declarada y expresada por la exponencial violencia del 10 de Mayo es materia crítica hoy para el liderazgo político emergente, de tal manera que pueda, en primer término, acoplar una organización de protesta y reforzarla con una logística que le permita alternancia de acciones. Esos dos pasos facilitarán resultados y sobre todo negará área a las acciones criminales que ya nos muestran 39 héroes. Héroes por una guerra decretada por el marxismo en pleno siglo XXI a través de una revolución absurda del socialismo a juro.

Esa Guerra Civil requiere una respuesta cierta del ciudadano, en la cual los demócratas muestre la energía en el espacio que ellos escojan pudiendo maniobrar para alcanzar el fin propio de los demócratas: convencer a los bárbaros del derecho a elecciones negado por el dictador el 20 de Octubre de 2016. Los demócratas y su expresión de protesta frente a esta Guerra Civil tenemos que crecer en nuestra intención y sentimiento: libertad y democracia que la Historia nos lo reconocerá. Asimismo la Historia, apuntará hacia los bastardos armados que ya están identificados por el mundo como los asesinos de jóvenes, mujeres y hombres que quieren reinstalar la democracia en Venezuela por la vía electoral, sustituyendo el absurdo del socialismo ajuro.

Clausewitz y la Polemología, señores líderes político emergentes, nos guiará a cooperar junto a la inteligencia para ser superiores a unos enemigos tarifados que sólo accionan como parte del latrocinio de un Estado narcoterrorista, incapaz y cobarde, que emplea las bocas de fuego de la República contra la protesta legítima de la ciudadanía. Desde ya, Clausewitz y Ares derrotarán junto al liderazgo político emergente y a la sociedad democrática a la barbarie de la Guerra Civil. Esa guerra civil guiada por el dios rojo de la guerra, que no sabe lo que Marte les impondrá por arbitrarios y traidores en sus funciones paramilitares-policiales dirigidas por el partido político en armas responsabilidad de Nicolás-Padrino.

Es auténtico,

Dr. José Machillanda

@JMachillandaP

Director de CEPPRO

Caracas, 11/05/2017

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Acabo de leer una columna escrita por el Ingeniero Agrónomo Werner Gutiérrez Ferrer, incansable como siempre, denunciando las intenciones del militar Wilmar Castro Soteldo de entregar a empresarios colombianos 100.000 hectáreas de nuestro territorio, que fueron expoliadas a nuestros agricultores en los estados Guárico y Anzoátegui, para que siembren maíz, arroz, sorgo y soya. Posiblemente este funcionario, dominado por su incompetencia y su manifiesta estupidez, cree que en Venezuela necesitamos la creación de colonias agrícolas como las que se establecieron en el país durante la primera mitad del siglo pasado, y que han sido tan celebradas por venezolanos de varias generaciones debido a los grandes aportes que ellas significaron para el avance de nuestra agricultura, mayoritariamente rudimentaria en aquella época.

Estamos en el siglo XXI y gran parte de nuestros agricultores y profesionales del agro hemos tenido la oportunidad de viajar, estudiar, conocer suficientes adelantos tecnológicos, y de trabajar y modernizar nuestra agricultura a pesar de la crisis nacional de estos años. No voy a ser despectivo diciendo que los colegas colombianos no tienen nada que enseñarnos, así como creo que ellos tampoco lo harían con nosotros, pero gracias a los actuales desarrollos en comunicación, estamos en constante intercambio de ideas y conocimientos no solo con el sector del agro colombiano, si no prácticamente con los de cualquier parte del mundo.

Hasta hace poco tiempo, porque actualmente y afortunadamente eso ha experimentado un profundo cambio, muchos venezolanos no se mostraban conformes con sus costumbres y tradiciones y eran fácil presa de penetraciones extranjeras. Por ejemplo, en agricultura tenemos casos como el de “mínima labranza” que fue como originalmente conocimos la técnica de sembrar sin realizar labranza de los campos, y por influencia de Brasil, donde identificaban esa práctica como “plantio direito”, ahora nosotros la denominamos “siembra directa”. Otro caso es el de la “lechosa”, nombre tradicional venezolano de tan suculenta fruta, que ahora denominamos “papaya” como en el resto del mundo de habla hispana. O como el caso de los “invernaderos”, que ahora denominamos “casas de cultivo” por la influencia cubana de los años recientes.

Algo parecido a esos ejemplos, a menos que detrás de eso exista algún otro tipo de negociado, ocurre con esta intención del militar Castro Soteldo, con la cual expone su ignorancia, ya que si alguien sabe cómo hacer agricultura hoy en día en Venezuela son nuestros agricultores y profesionales del agro. Es inaceptable que se pretenda importar y apoyar agricultores y técnicos extranjeros, cuando tenemos el conocimiento suficiente y nuestros conciudadanos están ociosos en sus unidades de producción porque no disponen de los insumos básicos para llevar adelante sus cultivos, porque están de manos atadas en su deseo de contribuir con la producción de alimentos, en momentos cuando el hambre está invadiendo los hogares venezolanos ya que el gobierno es incapaz de apoyarlos como ahora pretende hacerlo con extraños.

Al régimen no le ha bastado con degradar nuestra soberanía territorial en el Esequibo; en la frontera colombiana donde los guerrilleros de ese país secuestran, cobran vacuna y literalmente han invadido nuestro país con el consentimiento oficial; con herir nuestro orgullo al favorecer a funcionarios cubanos para que ejerzan una medicina mediocre, para que controlen todo lo correspondiente a registros, notarias e identificación que es algo tan delicado; y más grave aún, con permitir que militares cubanos formen parte de nuestro otrora glorioso ejército y tengan la oportunidad de tomar decisiones trascendentales para nuestro porvenir; si no que ahora también quieren ofender a nuestros productores agrícolas y profesionales del agro, y continuar erosionando nuestro territorio con esta nueva intención de entregar parte de nuestros recursos naturales. Esto es lo que nos faltaba y tenemos que evitar que se cumpla.

Mayo 2017

pedroraulsolorzano@yahoo.com

www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

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Jesús Elorza G.

Taciturno, melancólico y triste deambulaba el Difunto Eterno por los pasillos del infierno. Los que allí lo acompañaban no dejaban de preguntarse ¿Qué le pasa al camarada? ….lo vemos muy desmejorado. Le falta un brazo, sus pies desaparecieron y presenta golpes y hematomas por todas partes… ¿Qué pasaría?

Frente a ese panorama de incertidumbre, a Hugo no le quedo más alternativa que explicarles a sus camaradas infernales lo que estaba sucediendo con su imagen.

-Resulta ser, comenzó diciendo con trémula voz, que un grupo de zulianos trimarditos en Villa Rosario Machiques, tumbaron una de mis estatuas y la destrozaron a golpes. Y en mi caso particular, siento en carne, mejor dicho en espíritu, propio lo allí acontecido. Al final, me dejaron desmembrado y golpeado. Me arrastraron por todo el vecindario y me lanzaron cualquier cantidad de improperios. Yo que tanto amé a mi pueblo y así me pagan, dijo sin poder contener sus lágrimas de cocodrilo.

-Bienvenido al club, fue la respuesta de Lenin, Stalin, Sadam y “Chapita” Trujillo quienes se encontraban, en una paila jacuzzi, jugando una partidita de dominó. Quédate tranquilo, eso es lo que normalmente ocurre, luego que “gobernantes” como nosotros dejan el poder.

Mao Tse Tung, que estaba por los alrededores, se sumó a la tertulia, para decirle a todos que : Míncuì zhǔyì zhě hé xiàng wǎngcháng yīyàng biāojì wèi “ǎirén nízú” shāndòng zhě...... Jiǎshè nǐ guā yà wò hé xiǎngshòu nín de pài lā.

-Traducción por favor, reclamaron los presentes.

-A los populistas y demagogos como tú siempre los he catalogado como "Enanos con pies de barro"...asume tú guayabo y disfruta de tu paila….le dijo Mao en perfecto español. Aprende de mí, no me han tumbado ni siquiera un cuadro.

- Fidel que contemplaba todo aquello, después de acomodarse la plancha, balbuceo unas palabras. Je, je, a mí no me pasó esa vaina, porque deje un decreto prohibiendo el culto a la personalidad manifestado en estatuas, pero me afinqué en que me idolatraran durante todo el proceso educativo. Ahora, después de muerto, la consigna de los Pioneros es “Queremos ser como Fidel”….aprovecho de decirles esto, porque se que el Che está reunido en la Quinta Paila con Idi Amin Dada y Gaddafi.

- Sadam Husein, medio arrecho por los comentarios de sus tiranos compinches, solo se limitó a decirle al Difunto Eterno, que lo peor estaba por venir. Hasta ahora te han tumbado solo pequeñas estatuas….lo más arrecho para ti y tus enchufaos, está por venir. Huguito, le dijo burlonamente, aprieta ese culito cuando te tumben la estatua que ubicada en Porlamar estado Nueva Esparta….la euforia va a ser nacional y ten la seguridad que en los medios de comunicación nacionales e internacionales la van a comparar con mi esfinge derribada en Irak…….nuevamente te digo “Bienvenido al club”

-Tirano que se aprecie, se hace respetar, dijo Stalin después de tomarse media botella de Vodka de un solo tirón. Quien coño, te va a respetar a ti Difunto Eterno, si primero te le apareces a tu heredero en forma de pajarito y ahora Nicolás sale en los medios hablando con las vacas……coño, por lo menos que diga que tú reencarnaste en un toro Miura, pero nunca en una vaca mariposa…..ay papá, que mal te veo Difunto Eterno.

-Tratando de apaciguar los ánimos y las críticas, Lucifer le dio paso al grupo musical “Desorden Público” quienes de inmediato supieron interpretar el sentimiento de los allí presentes y comenzaron a corear uno de sus grandes éxitos musicales: Allá cayó / allá cayó / allá cayó.

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José Rosario Delgado

El militar forajido que irrumpió en 1992 y generó y alimentó toda esta desgraciada vorágine se presentó con las armas de la república a dar al traste con el Estado de Derecho que existió en Venezuela dentro del consensuado y perfectible acuerdo democrático denominado Pacto de Punto Fijo, logrado entre los más estudiados y estudiosos líderes del país rural de los años ’50, cuando Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, orden alfabético, curtidos de luchas intelectuales, estudiantiles y laborales, sostuvieron que sólo la unión de las fuerzas democráticas podría acelerar la caída de la dictadura perezjimenista y darle a la tierra de Bolívar la anhelada y bregada libertad.

Ese facineroso uniformado desde un principio pretendió hacer de las armas su instrumento de conspiración en la búsqueda del poder por el poder mismo, el poder de la fuerza de las armas y no el poder de la fuerza de la razón, porque en esa cabeza sin fundamento nunca hubo razón; se alió con otro puñado de delincuentes armados y de canallas de la prensa y de la pluma para llegarles a los bandidos del dinero y fantasear una seudorrevolución que emocionó a casi todo un mundo que le entregó alma, corazón y vida.

Pero el malandro del camuflaje insistía en que su propuesta era de una revolución para devolverle al país la democracia y la libertad, y que todo eso sería mediante una asamblea nacional constituyente para reformar el Estado y cimentar a Venezuela sobre un árbol de tres raíces representadas en Simón Bolívar, Simón Rodríguez y (¡nada menos!) Ezequiel Zamora, cuyos pensamiento, formación y acción darían la base para un cambio profundo en el ordenamiento jurídico mediante una Constitución democrática, participativa y protagónica.

Pura paja, pura muela, pura bulla, pura coba y desde muy temprano mostró garras y dientes con un lenguaje incendiario y repitiendo a diestra y siniestra aquí, allá y acullá que su revolución era pacífica… Pero, ojo, pacífica y armada. “No se caigan a cuentos; mi revolución es pacífica, pero está armada…”, decía el malhechor de marras. Y aquí la tenemos, dictadura, tortura pura y dura no sólo por el hambre y la desnutrición que acaban a nuestro pueblo, sino con el atropello a los derechos humanos y el asesinato a mansalva de los jóvenes que, siempre, son quienes dan la cara por este país en todo tiempo y en todo momento.

Y dejó el tirano a su desangelado hijastro ilegítimo encargado de poner en práctica todas las tropelías que él no había podido adelantar y que ya han cansado hasta a los dirigentes enchufados y a los activistas tarifados en sus mítines nariceados y aguados que incluso los camarógrafos no hallan cómo hacer para dar la sensación de que el pueblo está feliz y contento, que ríe y se alegran ante cada arenga del farsante a la gente.

A la gente subyugada que lo dio todo por la revolución se le arrugó el alma, se quedó sin corazón y ahora está entregando su vida en las calles de Venezuela como manera única de salir de la horrible pesadilla que nos agobia y nos oprime por la acción de los esbirros del régimen que empuñan las armas y empeñan sus almas tratando en vano de sostenerse porque, sabido es, que fusiles y bayonetas sirven para todo menos para sentarse sobre ellas.

Los que tomaron las armas y dijeron adiós a sus almas, los desalmados, no saben cuán cerca están de su final, del trágico final que les espera y al cual arrastrarán, por desgracia, a su familia, a sus amigos y a sus vecinos que creían de ellos otra cosa distinta a lo que estamos viendo. La justicia tarda pero llega. Y sin duda aquí llegará, y muy pronto, Dios mediante…

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