Editorial

Con el objeto de intentar amainar el aislamiento internacional del cual es objeto, sobre todo luego de los resultados de los comicios presidenciales, el régimen venezolano está haciendo todo lo posible por lograr su adhesión a los Brics, la alianza que integra India, Rusia, Irán, China, Surafrica y Brasil.

No obstante, la principal resistencia la está presentando un antiguo aliado: Brasil.  Según Tv Globo de Brasil, el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva giró instrucciones a su canciller Mauro Vieira para que se rechazara el ingreso venezolano.

Incluso, el influyente asesor para asuntos internacionales del Gobierno brasileño, Celso Amorim, se declaró en contra de la entrada de Venezuela. “Yo no defiendo la entrada de Venezuela. Creo que hay que ir despacio. No sirve de nada llenar (los BRICS) de países, de lo contrario pronto se creará un nuevo G-77”, señaló.

A pesar que Rusia, China e Irán son estrechos aliados del régimen venezolano, la posición de Brasil es vital en esta materia, por el ejercicio de su liderazgo regional. Sería esta posible negativa un nuevo revés para la diplomacia nacional, y otra evidencia de que buena parte de la comunidad internacional no está dispuesta a pasar la página del 28 de julio de 2024.

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