El proyecto de Putin, siguiendo a Mara Karlin, pasa por la conversión de una guerra global en guerra total la que de hecho ya podría estar comenzando en el Oriente Medio.
«Sola en una vieja casa de la costa noruega, Signe mira por la ventana y se ve a sí misma veinte años atrás, mientras espera el regreso de su marido, Asle, durante una terrible tarde de finales de noviembre en la que él se subió a su bote de remos para no regresar».
Una paz entre Israel y la parte beligerante palestina, sea el ex PLO, sea el Hamás, convengamos, no ha habido nunca. Lo que ha habido son treguas o armisticios.
En el marco de ese antagonismo que se da entre la democracia y sus enemigos, la guerra de liberación nacional de Ucrania y la resistencia política que tiene lugar en Venezuela se han convertido en símbolos de las luchas democráticas de nuestra era.
Cabe constatar que Putin, al igual que Maduro, siempre celebra elecciones periódicas. Y también que, al igual que Maduro, siempre se declara vencedor. Sus adversarios más peligrosos son inhabilitados y cuando no, eliminados
La nación de Maduro (y de Cabello y de los Rodríguez) es una territorialidad, lo ha dicho el mismo Maduro, sometida a la alianza de la masa cívica (es decir, el personal dependiente del gobierno), el ejército y la policía.
... Maduro, después del fraude, está destruyendo a la nación jurídica y políticamente constituida. Pues bien, esa barbarie no es de izquierda, tampoco es de derecha. Esa barbarie es prepolítica.
Venezuela se encuentra sometida a los dictámenes de un grupo de degenerados políticos. Es por esa razón que el tema venezolano trasciende lejos a Venezuela. Los representantes legítimos de las naciones democráticas, sean de izquierda o de derecha, así lo han entendido.
No estamos en un momento de avance democrático, hemos dicho otras veces. Todo lo contrario: la democracia lucha por su supervivencia. En esa lucha los franceses hicieron el 7 de julio, aunque no se hubieran dado cuenta, un gran aporte histórico. Gracias Francia.