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Alejandro J. Sucre

Sin vacuna pero con sanciones...

Alejandro J. Sucre

Una economía como la venezolana no puede desarrollarse en medio de una pandemia si no se vacuna a la población para que pueda tener actividad económica, si permanecen las sanciones que impiden el despegue del sector petrolero y si lo poco que queda de actividad económica se diluye en corrupción y sobregastos fiscales.

Los dirigentes de la oposición deberían tener claro que las cifras de apoyo por parte de la población han mermado en más de 60 % y hoy no superan el 10 % electoralmente hablando. Esto es, la oposición sin ir a elecciones, apoyando las sanciones a la actividad petrolera venezolana han caído electoralmente hablando más que el mismo PIB venezolano. Aunque muchos líderes en la oposición están cómodos en el exterior y algunos perciben ingresos, la población venezolana espera todo lo contrario de sus dirigentes. La población necesita todo lo contrario a lo que ofrecen algunos líderes de la oposición. Espera lucha electoral pacífica que derrote las condiciones leoninas del oficialismo acrecentando una avalancha de votos y no tratando de debilitar a la economía vía sanciones. La actividad económica que fortalezca a la población. Viendo el ejemplo de Nicaragua donde el Sr. Ortega pone preso a cuantos asoman la cabeza para ser candidatos, la oposición en ningún momento ha solicitado sanciones ni ha dejado de participar electoralmente. Tampoco han solicitado intervención militar. La oposición nicaragüense se ha comido un cable sin lloriquearle al mundo que vengan a salvarlos. Ellos saben que deben ser estoicos y ganarse el corazón del pueblo con sacrificio propio y si estridencia. Igual ocurre con la oposición en Rusia y en Bierlorusia. No buscan el sacrificio de otros sino el propio, ni están haciendo desfiles en el exterior para que los rescaten.

Venezuela vive un momento estelar en que el oficialismo y oposición coinciden en la necesidad de inversión privada, y en el que todo el espectro de dirigentes políticos se aleja del estatismo y se adhieren a más libertad económica y ciudadana para impulsar hacia más prosperidad. Tampoco es sano mentir sobre la monstruosidad o criminalizar a los dirigentes del oficialismo que en nada se parecen a los de Corea del Norte, ni a los de Cuba. Los dirigentes del oficialismo tenían ideas muy equivocadas sobre la economía, la estatizaron y asfixiaron con controles y burocracia es verdad. Pero antes en los momentos que había recursos los entregaron a manos llenas a parte del sector privado vía Cavidi y juntos parte del oficialismo y del sector privado arruinaron al país. Luego, es verdad, el oficialismo tardó mucho en levantar los controles que asfixiaron al país. Pero hay que reconocer que lo hizo. También es verdad que el oficialismo violó derechos humanos para defender el poder. Sin embargo, algunos en la AN con mayoría de la oposición pretendió sacar al oficialismo del poder con marchas que iban con actitud de arrasar y ridiculizar, usando la buena fe de jóvenes inocentes.

Así que tampoco debemos santificar a todos los dirigentes de la oposición. Algunos que manejan recursos del Estado tampoco presentan cuentas claras a la población ni participan políticamente y se atienen a micrófonos y diplomacia geopolítica. Todo esto es para exponer la importancia de que la oposición debe tener claro que las batallas políticas deben quedarse en el terreno político y en el ámbito local. Debemos todos evitar formar parte o ser peones de las batallas geopolíticas y debemos todos evitar que la economía se vea afectada por las disputas de poder político. Incluso los chinos y los rusos y sus oposiciones separan la política de la economía con una visión de servicio y de largo plazo por parte de sus dirigentes. Las batallas políticas en el mundo desarrollado democrático no son tampoco un lecho de flores y menos en EEUU donde existe el juego sucio y la polarización. Pero tampoco estos dirigentes de oficialismo ni de oposición ponen a la economía como ficha de negociación. El electorado no les permitiría jugar con su patrimonio ni poner en riesgo su estabilidad económica como se puso en Venezuela.

Estoy seguro que la oposición venezolana y el oficialismo llegarán a un acuerdo imperfecto en los próximos meses. El acuerdo será imperfecto pero permitirá levantar las sanciones económicas y aumentar el ritmo de vacunación de la población. Al oficialismo le conviene más actividad económica y crecimiento y a la oposición le quitaron la alfombra en EEUU y en Europa para obligarlos a participar electoralmente y servir con visión de largo plazo. También considero que parte de las negociaciones para levantar las sanciones de Pdvsa debe incluir un mayor control de la corrupción en Pdvsa bien sea privatizando más la producción o creando una contraloría externa que permita que los fondos de esa empresa sean monitoreados por la banca internacional y que no sean utilizados para fines diferentes a los propios de su objeto comercial. Ahora que el precio del petróleo está repuntando, es el momento de negociar.

Twitter: @alejandrojsucre

Reactivarnos aun con sanciones

Alejandro J. Sucre

Entendemos luego de los centenares de casos de corrupción anunciados hasta por los mismos oficialistas que el dinero de Pdvsa era usado muchas veces para la corrupción y la contaminación del sistema financiero internacional. Entendemos que las naciones más afectadas como EEUU debía tomar cartas en el asunto ya que su sistema financiero estaba siendo utilizado. Sin embargo, pensamos que el gobierno de EEUU tenía y tiene otras alternativas para proteger su sistema financiero que no perjudiquen tanto a la economía venezolana. Podría proponer un comité de tesorería o de contraloría que apruebe proveedores y pagos y poner esa condición a Pdvsa para levantar las sanciones. Este comité de auditoría y tesorería podría revisar credenciales de contratistas y pre-aprobar pagos. Las sanciones parecieran que más bien y principalmente debilitan a los ciudadanos venezolanos y fortalecen a los dirigentes políticos de oposición y del oficialismo. EEUU debe buscar mejores alternativas a las sanciones actuales a Pdvsa que permitan separar la actividad económica de la contaminada vida política. El oficialismo abrió puertas para que la economía dependa más de los ciudadanos y eso es importantísimo.

No obstante el oficialismo y la oposición pueden hacer mucho para reactivar la economía sin esperar que EEUU levante las sanciones a Pdvsa. Los funcionarios públicos municipales, estatales y nacionales por décadas han acumulado muchos vicios administrativos que deben corregirse y afectan a la población más que las sanciones.

Las áreas de acción que podría implementar el oficialismo para mejorar sustancialmente la vida de los venezolanos y que no dependen de las sanciones de EEUU son:

1.- Vacunar: el oficialismo puede y debe importar vacunas de sus aliados chinos o rusos para solventar el gravísimo problema de salud pública y que paraliza que a los ciudadanos. También puede permitir que el sector privado las importe. Es de vida o muerte. Con una campaña de vacuna la población venezolana podría dedicarse de lleno a producir ya que cesaron los controles de precios y de cambio. Eliminaríamos el 7x7 que va a 7 x14 y seguirá el camino del 7 x 30 si no hay vacuna.

2.- Limpieza y mejora de toda la infraestructura publica: el mantenimiento de la vialidad, de los hospitales, de los colegios y de las universidades, los sueldos y rediseños de todos los sistemas y especialmente el educativo no requieren de grandes nuevos recursos sino solo mejor criterio y mejor alta gerencia en nuestras instituciones. La diferencia entre los países desarrollados y los eternos subdesarrollados se reduce a que sí limpian los baños públicos, sí funcionan los ascensores en los edificios del Estado, sí hay semáforos e iluminación vial adecuada, sí los conductores aprueban exámenes de manejo sin sobornar, sí hay nivel de mantenimiento, sí los profesores actualizan los currículos académicos y sí los alumnos no se copian. No requiere eliminar sanciones ni dinero, cambiar esa cultura de botar basura en las calles, de robar alcantarillas, de no tener repuestos en Cantv y no programar reparaciones. Los venezolanos tenemos miles de problemas de fácil solución que podemos adoptar sin esperar por las sanciones de EEUU. Toda obra o contratación del Estado nacional o regional debe ser licitada. Cada empleado público debe presentar informe de rendición de cuenta. Ninguna de las mejoras burocráticas requiere que EEUU quite las sanciones.

3.- Reingeniería de procesos para atender las necesidades de la población y de la empresa privada.

El oficialismo tiene en su poder hacer una reingeniería para que todas las oficinas de la Administración Pública y las sanciones no lo impiden. Todo trámite administrativo debe ser agilizado. Cualquier documentación como cédula, pasaportes, notarias, gestión de documentación ante cualquier instancia gubernamental, aduanas, ahora alcabalas y peajes que generan colas infinitas, deben ser de lapsos mínimos. Todo jefe de oficina debe hacer reportes trimestrales de los resultados de gestión. Todas las empresas del Estado y ministerios deben preparar informes trimestrales donde rinden cuenta de los resultados. Toda privatización debe ser con participación ciudadana. El Banco Central de Venezuela debe fijar un racional económico de manejo de la liquidez monetaria para evitar las continuas devaluaciones y la inflación proveniente del clientelismo, la ineficiencia del gasto fiscal y la corrupción. La Cantv, Hidrocapital, las empresas eléctricas todas deben ser medidas por resultados trimestrales o cambiar a sus gerencias. Instalar sistemas de rendición de cuentas de los organismos públicos de todo nivel y en todo el país. Nada de esto depende de las sanciones y cambiarían el país en positivo. Esto lo puede hacer el oficialismo, y esta debe y debió ser la agenda de la oposición.

Hay centenares de comunidades en el interior del país sin colegios apropiados, sin hospitales y sin infraestructura para el desarrollo de las ricas tierras, y el impulso del turismo y la minería. Si el gasto fiscal y la gerencia del Estado hubiese sido eficiente no dependiéramos tanto de sanciones externas.


twitter@alejandrojsucre

El catastrofismo en la política venezolana

Alejandro J. Sucre

El pensamiento catastrófico se puede definir como rumiar sobre los resultados irracionales de que va a ocurrir el peor de los casos.

Este resultado imaginario puede aumentar la ansiedad, paralizar o bloquear la visualización de las acciones correctivas que podemos realizar y evitar que las personas tomen iniciativas en una situación en la que sea necesario. A las personas les suceden cosas malas, incluso cosas horribles, que causan un dolor real en la vida de algunos.

Catastrofizar es cuando alguien asume que sucederá lo peor sin importar lo que haga. A menudo, implica creer en una situación peor de la que realmente se está o exagerar las dificultades que se enfrentan.

Por ejemplo, a alguien le puede preocupar que no apruebe un examen. A partir de ahí, pueden asumir que reprobar un examen significa que son malos estudiantes y que seguramente nunca aprobarán, obtendrán un título o encontrarán un trabajo. Podrían concluir que esto significa que nunca serán financieramente estables. Muchas personas exitosas han reprobado exámenes y el reprobar un examen no es prueba de que no podrá encontrar un trabajo. Es posible que una persona catastrófica no pueda reconocer eso.

En Venezuela en muchos líderes de nuestra oposición se ha presentado esta percepción catastrófica de que nada puede hacerse para lograr victorias políticas y que se necesita una intervención extranjera. Por eso el abstencionismo se presenta como una alternativa en los procesos electorales y eso a su vez inmoviliza y genera una profecía autocumplida. No hay movilización para ganar, no se genera el mensaje para movilizar a la sociedad, ya que habrá trampa, tampoco se presentan los testigos en los centros electorales, igual si se gana la elección el oficialismo va a torcer el espíritu de la victoria electoral y así se produce el resultado de perder. Por lo tanto se llama a países extranjeros para que presionen al oficialismo, vienen las sanciones, se debilita la sociedad mas que el oficialismo y se autocumple la profecía.

Otras maneras del pensamiento catastrófico es criminalizar a todo el oficialismo o a cualquier opositor que intente caminos diferentes a los que surgen de los pensamientos catastróficos. Los catastrofistas se aprovechan de que existe un claro riesgo en distorsionar la realidad bien sea por crearse falsas expectativas o por confiar en alguien más allá de uno mismo.

Por eso la persona que denuncia y es catastrófica gana tanto eco que se siente más inteligente o de mayor peso moral que el resto de los opositores y del oficialismo. No se da cuenta las personas que sufren de catastrofismo que sus denuncias está saboteando acciones que pueden conducir a soluciones aunque no parezcan así al principio.

Algunas catástrofes son ciertas y muchas veces están fuera de nuestro control. Otras catástrofes son superables pero casi todas requieren del trabajo en equipo para sobreponerse a ellas. Descalificándose entre opositores o imponiendo un visión propia sobre los demás no funciona.

No está claro qué causa exactamente la catástrofe. Podría ser un mecanismo de afrontamiento aprendido de la familia u otras personas importantes en la vida de una persona. Podría ser el resultado de una cultura social.

Investigaciones indican posibles traumas del pasado que se proyectan y que involucra a personas que sufren catástrofes pueden tener alteraciones en las respuestas del hipotálamo y la pituitaria, así como una mayor actividad en las partes del cerebro que registran las emociones asociadas con el dolor.

Las personas que tienen otras afecciones, como depresión y ansiedad, y las personas que a menudo están fatigadas también pueden tener más probabilidades de sufrir una catástrofe.

Debido a que alguien con dolor crónico está acostumbrado a tener dolor constantemente, puede llegar a la conclusión de que nunca mejorará y siempre sentirá malestar. Este miedo puede llevarlos a comportarse de cierta manera, como evitar la actividad física, que en lugar de protegerlos, en última instancia, puede empeorar sus síntomas.

También una revisión de estudios de 2012, una fuente confiable, mostró que existe un vínculo entre la fatiga y la catástrofe. La revisión concluyó que catastrofizar podría ser un predictor de cuán cansadas se sienten las personas. En otras palabras, puede empeorar la fatiga. Hay muchas formas de tratar las catástrofes y la mejor es escuchándonos y respetándonos entre los venezolanos para formarnos una verdadera dimensión de los retos y lograr las mejores soluciones; no juzgarnos ni criminalizarnos lapidariamente ya que nadie está libre de culpa y los mismos violadores de derechos tienen derechos; y proponer más acciones colectivas que generen pequeñas victorias y discutir menos. Mejorar la economía, reducir algunas sanciones a cambio de crear comisiones que mejoren el manejo de fondos públicos, triunfar en el reclamo del Esequibo entre otras acciones unificadas entre los líderes políticos oficialistas y de oposición podrían proporcionar victorias tempranas que nos acerquen más a todos los venezolanos a procesos electorales más festivos y concurridos.

Twitter@alejandrojsucre

Ley antibloqueo, deuda externa y reactivación

Alejandro J. Sucre

El tema de deuda externa venezolana, en default, emitida en los mercados internacionales debe ser tratado con responsabilidad y debe salir de los golpes bajos del conflicto político en Venezuela. Dejar de pagar deuda externa es lo mas dañino que puede suceder para el futuro de la nación. Venezuela requiere de más de $100.000 millones de inversión por años para recuperar su infraestructura, reactivar sus proyectos mineros y petroleros y reactivar el turismo, la agricultura y la industria.

Tanto desde el campo del PSUV como desde el campo de la oposición han venido tratando el tema de la deuda externa con superficialidad, exigiendo grandes descuentos o impagos de los bonos emitidos internacionalmente por la nación y que para comprar alimentos y medicinas. Paralelamente esos mismos voceros, al terminar de declarar que Venezuela no pague su deuda externa emitida en los mercados internacionales, se voltean y solicitan a la comunidad internacional nuevos préstamos de rescate y nuevas inversiones por $200.000 millones para rescatar la industria petrolera.

Venezuela es una de las naciones más ricas del mundo en recursos naturales. Está entre las 10 primeras naciones del mundo con $11.000.000.000.000 u $11 trillones americanos (billones en español). Venezuela es una nación con un inmenso potencial de recursos mineros, energéticos, forestales, turístico, etc., subutilizados y debe desarrollarse para ser una fuente de crecimiento para todos. Hoy el PIB de Venezuela en todos sus sectores no llega ni al 1 % del valor de sus riquezas mineras y energéticas. Para desarrollar el potencial de $11 trillones en recursos petroleros y mineros de la nación se requieren invertir por lo menos $2.5 trillones en los próximos 10 años. Las bajísimas reservas internacionales de la nación, el flujo de caja actual de Pdvsa, la falta de reglas que permitan invertir en minería y energía, la altísima corrupción y las sanciones de Trump no permiten invertir ni el cero por ciento de esos $2.5 trillones que requiere la nación para desarrollar su potencial en recursos naturales y convertirlos en prosperidad para nuestros habitantes. Hoy el inmenso potencial minero y energético de la nación se desarrolla primitivamente por grupos aislados para su beneficio personal. Bajo esta óptica de convertir a Venezuela en un país confiable, el pago de la deuda externa no reduciría el flujo de caja potencial sino lo contrario, significa la posibilidad de atraer las inversiones necesarias para desarrollar el potencial en recursos naturales de la nación.

Otra importante manera de negociar deuda externa es permitir el canje de deuda por participación en los activos de la nación a 100 % del valor nominal de la deuda emitida por la nación. La ley antibloqueo podría establecer o publicar los activos que podrían ser usados como dación en pago por deuda externa. De esta manera pasando activos del sector público al sector privado y usando los mercados de capitales como vía se podría canalizar positivamente soluciones practicas que reactivarían la economía y cumplirían con el espíritu de las sanciones.

Ahora que el oficialismo se reincorporó a la AN, y la oposición descubrió que debe incorporarse a los procesos electorales, ya que no habrá salvadores externos, ambas partes deben ponerse de acuerdo para establecer un plan para renegociar la deuda externa, para emitir nuevas leyes que impulsen las inversiones en los recursos naturales y la infraestructura de la nación, un plan de despegue económico y un plan de ayuda humanitaria. Los planes a proponer por la AN deben incluir la creación de comités de licitaciones, de auditoría y de tesorería en Pdvsa, en CVG y en el BCV conformado por profesionales independientes reconocidos por instituciones financieras internacionales, Rusia, China y EEUU. Estos comités de control de las inversiones y flujos de caja de empresas del Estado o de los activos que el Estado traspase al sector privado deben asegurar la debida aplicación de fuentes y usos de ingresos, egresos y las licitaciones transparentes. Se deben crear fideicomisos con bancos internacionales de primer orden con instrucciones precisas y acordadas para el uso de fondos excedentarios de las operaciones de Pdvsa, CVG y del BCV. La AN y la oposición deben lograr armar una estructura organizacional con funcionarios nacionales e internacionales que garanticen transparencia “accountability”, la AN junto a los acreedores de la nación deben solicitar redimensionar las sanciones para renegociar la deuda Pdvsa y la deuda soberana y buscar nuevos socios para así elevar la producción nacional. Rusia, China, EEUU y los dirigentes de la AN deben trabajar arduamente para superar el inmenso retraso que la incesante e improductiva pugna geopolítica ha causado en la nación. Venezuela tomó el camino contrario al desarrollo, la pugnacidad, y ahora debe superar la caída continua del PIB con acuerdos.

Las fuerzas opositoras deben salirse de la calle ciega de criminalizar al oficialismo, deben mirar la viga en su propio ojo, y actuar con madurez y reconquistar los votos como medio de lucha política.

alexsucre@hotmail.com

Tensiones en la economía venezolana

Alejandro J. Sucre

Por un lado Venezuela ha venido superando tensiones que han causado enormes estragos en nuestra economía. La tensión entre la economía de mercado, la libre iniciativa versus la economía controlada y centralizada por el Estado ha tenido el mismo destino que el muro de Berlín, se desvaneció. Ya todos los líderes políticos de oposición y del oficialismo han entendido que la realidad es que la libre iniciativa de los ciudadanos y la libertad de emprender son la base del progreso económico de nuestra nación. Esta grave tensión entre economía controlada y estatizada versus la libre iniciativa de los ciudadanos deterioró la economía de mayor crecimiento del mundo, como fue la venezolana entre los años 1930-1970. Los controles de cambio y de precio, las expropiaciones, la corrupción y las regulaciones de todo tipo redujeron a la economía venezolana a ser la peor administrada del mundo padeciendo la mayor inflación, caída del PIB y del poder adquisitivo desde 1976 y acelerándose al precipicio desde el 2014 hasta el 2019.

Una economía sumida en controles de precios y de cambio, plagada de expropiaciones, y con corrupción, no se puede analizar con la ciencia económica sino con la forense o psiquiátrica. Sólo se puede aplicar las ciencias económicas modernas en una sociedad donde en la economía prevalece la iniciativa del ciudadano para crear empresas, para contratar, donde la innovación y los estudios forman parte de la movilidad social, donde hay mercados de valores activos, tribunales de justicia que reconocen el derecho a la propiedad, los derechos de autor y de propiedad intelectual, donde hay libertad de expresión, protección y seguridad ciudadana, donde se paga impuestos y se usan esos impuestos para construir infraestructura sin corrupción, y donde hay independencia en la política monetaria del BCV. Si falta alguna de estas instituciones mencionadas en la sociedad entonces los análisis que proveen las ciencias económicas se aplican en menor proporción. Las sociedades donde las relaciones de los ciudadanos y sus iniciativas están sometidas a una burocracia se salen del camino del progreso económico y se parecen más a cuerpos que padecen enfermedades como la gangrena.

En la actualidad desde el año 2019, nuestra sociedad ha mostrado importantísimos avances económicos con el reimpulso del mercado de valores, la libertad de precios y de cambio, y la oferta de buscar capital privado para rescatar a las moribundas empresas del Estado, la propuesta de devolver empresas expropiadas a los antiguos propietarios. No obstante, existen graves tensiones políticas que de no disminuirlas, los beneficios de las nuevas políticas de economía de mercado no generarán el reimpulso necesario para rescatar el poder adquisitivo del venezolano. El poder adquisitivo del venezolano solo se incrementa con más inversión, más empresas, más empresarios que generen un mayor número de empleos. Venezuela necesita cientos de miles de nuevas empresas y de cientos de miles de millones de dólares para rescatar y aumentar el número de empresas.

La Ley Antibloqueo, así como la ANC no van ha generar los cambios necesarios para impulsar inversiones en las cantidades que se requieren. El oficialismo debe observar que sin garantizar un CNE elegido por la AN, y sin garantizar la transferencia de poder, la Ley Antibloqueo genera temor por la discrecionalidad del empleado público que tiene demasiado poder y que puede cambiar el resultado del esfuerzo de inversión y creativo para rescatar y fundar empresas por parte del ciudadano privado. Ese temor hace que los ciudadanos locales y globales no participen en la economía venezolana a fondo. Es como un jugador de béisbol que sabe que el aún si el arbitro no es imparcial no pierde su trabajo. Ese jugador de béisbol no jugará con todo su potencial y hasta se irá a otros países a jugar la pelota. Por el otro lado, la oposición también debe entender que buscando una “salida”, buscando el cambio de gobierno no por el voto pautado constitucionalmente sino forzado por marchas y sanciones , en lugar de persuadir a la población hacia el voto y hacia nuevas políticas económicas, también generan tensión que impide la inversión privada. En lugar de impulsar la continuación de las sanciones económicas a la nación, la oposición debe promover desde la AN nuevos organismos contralores con miembros internacionales en Pdvsa y en los demás organismos del Estado relevantes para frenar la corrupción del sistema financiero local y global. La oposición tiene que rectificar en sus formas de hacer oposición y buscar caminos más institucionales también.

Igualmente, los gremios empresariales deben organizar bien las iniciativas para lograr movilizar a los líderes políticos hacia la necesidad de reinstitucionalizar el país. Colocar a Venezuela entre las tensiones geopolíticas globales también aumenta las tensiones que impiden el flujo de iniciativas privadas que se requieren para reactivar la economía. Ya el conflicto por el poder ha destrozado a la economía nacional a niveles de los países más pobres del mundo. Las partes en conflicto persisten en sus estrategias demoledoras.

@alejandrojsucre

Cuándo terminan guerras

Alejandro J. Sucre

Siendo realistas, las guerras generalmente terminan cuando un lado gana o las partes experimentan un cansancio de guerra significativo. Por lo general las guerras duran de 7 a 15 años en promedio, mientras que el promedio de las guerras internacionales es de unos seis meses. A primera vista, tal persistencia debe ser una función del profundo agravio que sienten las partes en conflicto. Enemigos implacables, incluso hermanos, divididos por ideología o religión o sed de justicia o representación étnica, o por el puro poder luchan hasta el amargo final. Collier dice, según un articulo del New York Times, que “las verdaderas razones de la longevidad en los conflictos civiles son más prosaicas, al menos en los tiempos modernos. Si bien pueden comenzar profesando sentimientos nobles, los insurgentes, tarde o temprano, se convierten en organizaciones de lucha con intereses propios, que quieren principalmente preservarse a sí mismos y a los recursos que controlan". Estima, por ejemplo, que los Tigres de Tamil tenían una base de ingresos siete veces superior a los aproximadamente 30 millones de dólares anuales que apoya al Partido Conservador británico.
En Venezuela vemos que no existe ninguna tendencia a las partes en conflicto a ponerse de acuerdo. No hay un solo movimiento de las partes oposición u oficialismo para llegar a un acuerdo y tener un país unido. Cada una de las partes en conflicto trata sin posibilidades reales de eliminar a la otra. Busca fallas en la otra y no ve la viga en su propio ojo. Y que haya o no posibilidades reales de eliminar a la contraparte es irrelevante mientras cada uno pueda mantener sus privilegios obtenidos por los recursos acumulados en el conflicto. Cuando hay guerras civiles como en nuestro país los conflictos tienden a acabarse cuando las naciones externas que apoyan a cada grupo les quitan los recursos y apoyos. En el caso venezolano, las naciones externas al contrario, no quitan los recursos a las partes sino que también están en conflictos y usan a Venezuela como centro geográfico de enfrentamiento sin costo alguno para sus poblaciones. Todos los costos de esta terquedad de todas las partes se concentran en el sufrimiento del pueblo venezolano. El sufrimiento ocurre por inversiones que no vienen de ningún país externo, y sanciones que vienen de otros países para debilitar a toda la nación.
Lamentablemente, el conflicto venezolano tiene mas de 20 años en una especie de guerra civil sin acercamiento de ningún tipo que permita avizorar la paz. Entre tanto los recursos propios de la nación se fueron usando o trasegando para beneficiar a las partes del conflicto y perjudicar a la nación como un todo. Lo único que observa el pueblo es como cada parte promete una pronta y súbita eliminación de la otra contraparte y un futuro feliz luego que eso ocurra. Para el pueblo esas promesas de ganar la batalla o de eliminar a la contraparte del conflicto nada de prosperidad traerán.
No queda muy claro para el pueblo qué beneficios obtienen los líderes de cada parte en conflicto más que dinero y notoriedad. Dinero que no pueden usar y notoriedad que no es amable. Sin embargo, persiste cada parte en la estrategia demoledora de su enemigo imaginario, y dándole la espalda a su amigo real que es el pueblo. No conozco ningún pueblo que no celebre en sus libros y en su día a día a sus grandes estadistas y héroes. Tampoco ningún pueblo que se haya beneficiado de líderes políticos tan fraccionadores de sus libertades, de sus bienes, de su educación, de su vida en familia, de sus labores creadoras, y que por codiciosos dejaron al pueblo arruinado. ¿Cuántos años mas le falta al conflicto venezolano y quiénes se benefician?

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La Ley Antibloqueo y los próximos pasos

Alejandro J. Sucre

La ley Antibloqueo, así como la eliminación de los controles de cambio y de precios en el año 2019, abre la puerta final para liberar los activos que monopoliza el Estado para el desarrollo por parte de los ciudadanos del país. Venezuela con libertad cambiaria y de precios, y ahora con la Ley Antibloqueo ya establece las bases conceptuales que desde hace décadas necesitaba el país para que el Estado deje de ser empresario y se convierta en administrador de los bienes públicos. Desde el punto de vista del mundo de las ideas económicas es un gran salto cuántico para Venezuela que los dirigentes de izquierda que más aplaudieron las estatizaciones en nuestra historia económica, que se inspiraron en el modelo cubano, luego de ver las consecuencias de pérdida del PIB de 2/3, ahora hayan rectificado y propongan reactivar las 400 empresas del estado privatizándolas. Es un inmenso logro para la nación que tanto los dirigentes de la oposición como los del oficialismo todos hayan entendido el daño que hace el estatismo en Venezuela.
Los cambios en los enfoques de política económica por parte de los dirigentes del oficialismo son realmente impresionantes y positivos. Así como su terquedad expropiatoria, estatista y de controles arruinaron al país desde 2000 hasta el 2019, su rectificación desde el año 2019 va también a la raíz de la cura del estatismo que hizo que Venezuela desde la década de los años setenta declinara. Luego del siglo XIX de guerras civiles y líderes populistas que querían apropiarse de parcelas de poder destrozaron al país, en el siglo XX Venezuela, desarrolló un sentido de nación desde el Gral. Gómez hasta Raúl Leoni, y fue uno de los países que más creció en el mundo y cuya moneda se ubicaba entre las mas fuertes. Inmigrantes de Europa y otros continentes vinieron atraídos no solo a las riquezas naturales sino también a las oportunidades de desarrollar industrias alrededor. Todo eso cambió desde la nacionalización del petróleo donde poco a poco se incubó la inflación y la devaluación a los pocos años hasta llegar al ridículo actual de $1 cuesta Bs. 450.000 luego de dos conversiones, y que sin ellas el bolívar estaría en 450.000.000.000. No obstante las medidas económicas que hoy toma el oficialismo nos vuelven a las políticas económicas que hicieron de Venezuela un país prospero en los primeros 70 años del siglo XX.

Qué falta y riesgos:
La eliminación de los controles de cambio y de precios, y la Ley Antibloqueo marcan un nuevo rumbo y nuevas definiciones de la actuación del Estado y del sector privado en la economía. No obstante desde el punto de vista práctico, estas acertadas medidas pueden causar más ruina económica y para evitarlo el oficialismo necesita tomar ahora medidas de carácter político.

El Señor Jesús, hijo de Dios, dijo “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra”.

Venezuela es hoy un país profundamente dividido políticamente y por eso como dice Jesús no saldrá de la ruina hasta que exista la convivencia política. Las acertadas leyes propuestas por el oficialismo hoy que abren la economía a la modernización y a la iniciativa de los ciudadanos no va a tener efecto modernizador mientras el país siga con las inmensas luchas internas actuales por el poder político. Se parece mucho a las que diezmaron a Venezuela luego de las luchas por la independencia. El oficialismo y la oposición le deben al país la alternabilidad democrática y aceptar en paz que el pueblo decida como lo lograron los adecos y los copeyanos a finales del siglo XX. El oficialismo y la oposición deben resolver sus diferencias convenciendo al pueblo en elecciones, referéndum y mas democratización del capital. No mas marchas, ni bloqueos, ni antibloqueos, ni ANC.

Twitter : @alejandrojsucre

Sector privado al rescate

Alejandro J. Sucre

El sector privado organizándose aún más, podría hacer propuestas para tomar la iniciativa e impulsar la economía nacional. Es una gran oportunidad que tanto el sector oficialista como el sector oposición creen que la actividad de los ciudadanos es la única que puede impulsar la economía. Por lo tanto, el sector privado podría contribuir a la economía venezolana desarrollando un conjunto de propuestas para recanalizar las sanciones y para mejorar las reglas de juego para la inversión, a fin de recuperar la infraestructura, rescatar empresas del Estado y para la creación de puestos de trabajo sin inflación.

Para superar el tema de las sanciones económicas de EEUU y poder invertir en el rescate de empresas del Estado y reestructurar deuda externa del sector público, los dirigentes del sector privado pudieran organizarse y proponer al oficialismo y a la oposición la creación de: 1.- nuevas leyes que faciliten la inversión privada en las empresas del Estado en los distintos sectores de la economía; 2.- recomendar la creación de un organismo auditor Ad hoc que vigile los flujos de caja que las privatizaciones y empresas del Estado generen. A este organismo auditor deben ser invitados representantes de bancos extranjeros reconocidos para que observen el cumplimiento de las normas de prevención de capitales ilegítimos, y que supervise los pagos y la calidad de proveedores; 3.- crear un fideicomiso para colocar los fondos que las empresas del Estado privatizadas generen al fisco; 4.- crear un fondo para financiar la participación del ciudadano y la democratización en el rescate de las empresas del Estado a través de instituciones internacionales. Aprovechar que ya hay una política muy asertiva de mercado de valores para estimular la democratización del capital en Venezuela. Estoy seguro que el oficialismo apoyará esta propuesta y que la Administración Trump también quiere buscar alternativas a las sanciones económicas. Existen mecanismos para superar las sanciones económicas aún dentro del contexto de pugnacidad política.

Aunque existe mayor libertad en los mercados cambiarios y de precios, el sector privado organizado puede ayudar a racionalizar la política monetaria para evitar la hiperinflación. Tal vez el sector privado puede negociar puestos en la Junta Directiva del BCV y esto podría ser un camino para generar una Venezuela que dependa más de la inversión y menos del dinero inorgánico. La inversión privada y el crédito a largo plazo surge cuando no hay inflación. 5.- El sector privado debe estimular la conversión de deuda externa en inversión petrolera para pagarla; y 6.- Aupar la inversión privada y las licitaciones para proyectos de infraestructura y de servicios públicos en todos los estados para ir atacando las enormes deficiencias en los servicios básicos.

Lo positivo de hacer propuestas debe traspasar el pensamiento simplista de: serán aceptadas o no. Siempre van a haber ajustes. Siempre van a tardar en ser escuchadas. Pero hacer propuestas, organizarse y hacer planteamientos desde el sector privado a los dirigentes políticos de nuestra nación, a los dirigentes de otras naciones y a la sociedad en general no es perder tiempo. Es generar reflexión, es organizar nuestras propias ideas, es ayudar a cada parte entender (incluyendo al sector privado) dónde nos equivocamos y cómo podemos contribuir, es escuchar contrapropuestas, es razonar en equipo, es aprender. Los cambios irán llegando más rápido y más sólidos que por otras vías.

Twitter@alejandrojsucre

La economía darwiniana

Alejandro J. Sucre

La economía darwiniana es donde el pez grande se come al pez pequeño. Donde las personas tratan de vencerse unos a otros en lugar de vencer sus desafíos personales para desarrollar su capacidad creadora. La persona confunde su estrategia de desarrollo personal con una de depredar el desarrollo de otros. En la economía darwiniana, las personas no obedecen a la ley sino que las leyes son para obedecerles. Los dirigentes del Estado usan al Banco Central no para que la liquidez monetaria genere más transacciones, menos inflación, más producción y más iniciativas de cada ciudadano. No, en la economía darwiniana el Banco Central es usado para crear grupos de apoyo, la liquidez llega a unos grupos más que al resto de los ciudadanos. La inflación es para los débiles o los asalariados que no tienen acceso a los instrumentos financieros. En la economía darwiniana o depredadora, los fondos de la tesorería nacional no son para hacer carreteras, hospitales, infraestructura para los ciudadanos desarrollar sus talentos, sino para que unos pocos llenen los bancos suizos de fondos depredadores.

En la economía darwiniana los programas sociales no son para empoderar a las personas, no son para capacitarlas, para que desarrollen sus talentos y se vuelvan artistas de sus distintas profesiones. No. En la economía darwiniana los programas sociales son para comprar votos, para apagar la autoestima, para alabar al que detenta el poder, para crear dependencia en el Estado y no en la capacidad de cada persona. Y así el pez gordo sigue engordando y el pez débil sigue (no su propio destino) sino sirviéndole de alimento.

Las economías el factor no económico que genera la crisis económica es la falta de respeto a cada persona y entre los ciudadanos. El respeto a cada persona o ciudadano significa que desde que nace el individuo debe tener acceso a alimentos, a afectos, a medicina, a estímulos para el desarrollo de sus talentos y para desplegar potencial creador o laboral. Así, con ese acompañamiento de su familia y de la sociedad (cuando falta la familia), cada persona va a descubrir su claro propósito de vida, conocer cuál es su talento principal y por ende su aporte a la sociedad, y así armonizar y disfrutar de la vida en sociedad y con la naturaleza que le rodea. Así los ciudadanos van a cuidar los activos de la sociedad donde viven, los parques, las calles, van a protegerse entre sí y estar orgullosos de ser venezolanos. La economía del respeto a la persona no es la economía depredadora darwiniana de cuánto vale la persona, o de a quién conoce para anotarse en cualquier grupo de poder, sino es una economía más amable. Una economía que ayuda a la persona para que desarrolle su talento, donde la competencia no oscurece la realidad de que todos podemos aportar. En donde hay respeto a la persona, hay instituciones de salud, de educación, de parques, acceso a la informática, al financiamiento, al apoyo familiar, para todo ciudadano por igual, o casi.

En la economía darwiniana, pierden todos. Los depredadores pierden de vivir la vida fundamentada en valores, viven marginados de la conexión con otros seres humanos y desconocen sus propios talentos y su potencial verdadero. Es como la prostitución que confunde sexo con amor. Y los depredados viven como cuerpo sin alma tratando de buscar un razón para vivir. Todos los venezolanos para salir de la crisis económica actual debemos dar un primer paso que es: respetar a cada ciudadano del país. Debemos hacernos un examen de conciencia si en verdad respetamos o no el derecho de otros ciudadanos. Una vez respetemos a cada ciudadano, la crisis económica y política comenzará a aliviarse. El BCV no emitirá dinero inorgánico, el fisco no será botín de unos, una mejor infraestructura unirá la país, vendrá turismo, menos asaltos y más trabajo y menos revancha política.

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Venezuela se unirá a través del mercado de capitales

Alejandro J. Sucre

Así como Nelson Mandela apalancó en los juegos de rugby la oportunidad para unir el país que le tocó liderar luego del apartheid, hoy Venezuela puede aprovecharse del gran equipo de profesionales que dirigen las instituciones de mercado de capitales, para unir a nuestra nación en un nuevo impulso de inversiones. Debido a que el gran campeonato mundial de rugby se llevaría a cabo en Suráfrica, donde vendrían a competir varios países de la mancomunidad inglesa, Mandela aprovechó tal ocasión para explicarle a todo el pueblo desunido y esparcido por tantas diatribas del pasado, que había que prepararse y unirse para ganar el torneo. Que debían escogerse los mejores jugadores sean blancos o negros, ricos o pobres, sean anti o pro apartheid del pasado. El pasado es el pasado y el futuro exige que todos ciudadanos se unan para aupar al equipo de Suráfrica. Este solo evento sirvió a Mandela para encender una chispa que provocara un sentimiento de destino común, de objetivos comunes, de reconciliación para lograr resultados y de que los logros sólo se obtienen con el trabajo en equipo.

En nuestra Venezuela, a pesar de la confrontación política, ha surgido un consenso "de facto" que es: abrir la economía y permitir cada vez más que opere la iniciativa de los ciudadanos y los mercados libres. La economía se ha abierto y ha sido aceptada y promovida por el partido oficial. Por los partidos de oposición también. Todos ahora sabemos el potencial y las limitaciones de la economía de mercado y de la estatizada. El consenso es que para crear empleos hace falta el impulso de la libre iniciativa y de la creatividad de los ciudadanos y de los equipos que se organizan en empresas para hacer realidad la producción. Y gracias al Covid-19 todos sabemos también las limitaciones que presenta modernamente la economía de mercado, cuando observamos que incluso en EEUU y Europa, el Estado interviene para salvar a la empresas privadas, empleos y para proveer bienes e infraestructura publica.

En nuestro país hoy tenemos unas autoridades en el sistema de mercado de valores que escuchan y tramitan los proyectos de los ciudadanos y estos pueden hacer que poco a poco el país se unifique en una dinámica imparable de inversiones. Sunaval, la Bolsa de Valores de Caracas, empresarios, empresas emisoras, casas de bolsa, Caja Venezolana de Valores, Cajas de Ahorros, sistema de bancos, Conapri, abogados, contadores, periodistas y todos los responsables de estas instituciones conocen la necesidad de iniciativas ciudadanas, de capital y de inversiones en el país. Los promotores y empresarios debemos acercarnos a las autoridades de las distintas instituciones que componen el mercado de valores venezolano y presentar proyectos e iniciativas tratando de hacerlos realidad a través de gestiones ante las autoridades actuales. Estas autoridades irán poco a poco mostrando a cada uno de los lideres políticos nacionales y extranjeros en todos los campos, los pequeños pasos que cada uno tiene que dar para abrir ir abriendo las compuertas y generar un gran impulso productivo en Venezuela. La necesidad de iniciativas e inversión se exponencia después de Covid-19, no solo para superar la escasez de gasolina, de infraestructura, o para recuperar las 500 empresas del Estado y para capitalizar empresas privadas, sino también para impulsar a nuevos promotores.

Como venezolanos podemos contribuir a un nuevo impulso de la economía nacional presentando nuestros proyectos a nuestras instituciones del mercado de valores y a través de ellos movilizar a todos los decisores nacionales e internacionales para así participar con significación en el campeonato mundial de comercio exterior. El Covid-19, desplazará de Asia la fabricación de muchos productos hacia nuestro continente.

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