Las espinas del diálogo
Elías Pino Iturrieta
De momento, una última cosa conspira contra la posibilidad de dialogar con los cabecillas de la dictadura: la seguridad del incumplimiento de la palabra empeñada y la propensión a la mentira.
«Venezuela fue un paradigma de apatías y silencios cuando los vientos de los combates habían cesado. Debido a la crueldad de la tiranía de Juan Vicente Gómez, la colectividad se aficionó a un mutismo provocado por el temor de caer en las manos de la policía política, en las garras heladas de unos mandarines soberbios e impunes»