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Juan Diego Quesada

Estados Unidos y Venezuela mantienen una reunión secreta en Qatar

Juan Diego Quesada

La situación política y social en Venezuela permanece estancada, pero se siguen produciendo contactos al más alto nivel para tratar de destrabar la situación. El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y mano derecha de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, se reunió hace tres semanas en Doha, la capital de Qatar, con Juan González, asesor de Joe Biden, según fuentes oficiales. El encuentro se llevó a cabo sin presencia de mediadores ni terceros actores.

Qatar ha ganado un protagonismo inesperado en la mediación entre la Casa Blanca y el Gobierno chavista. Además de acoger esta reunión, ha hecho gestiones para interceder entre los dos países, que apenas se han acercado en los últimos meses. Pese a la urgencia de organizar en Venezuela unas elecciones con garantías en 2024, la frialdad es absoluta. La monarquía encabezada por la familia Al Thani ha ocupado el espacio que ha dejado Colombia, que ha pasado de implicarse al máximo durante los primeros meses de Gobierno de Gustavo Petro a apartar el tema de sus prioridades en política exterior.

Rodríguez y González, asesor para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de EE UU, se reunieron para establecer un canal directo de comunicación, de acuerdo con estas mismas fuentes. En el encuentro hablaron de liberación de presos y de la necesidad de normalizar la vida política en Venezuela, algo que a día de hoy parece muy lejano. Este tipo de encuentros al más alto nivel son habituales en procesos tan enquistados y complejos como el de Venezuela y su relación con Estados Unidos, pero se mantienen en secreto para que nadie pueda interferir en el diálogo. Ni Rodríguez ni González, consultados por este periódico, han querido hacer comentarios al respecto.

Sin fecha para las elecciones

Las posturas entre Estados Unidos y Venezuela están muy alejadas. Maduro no ha puesto una fecha para celebrar las elecciones generales en las que, en teoría, debería haber un candidato opositor que pudiera disputarle la presidencia. La renuncia del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha dificultado la celebración de las primarias de la oposición. Además, Caracas exige la liberación de Alex Saab, el empresario colombiano aliado de Maduro juzgado en Estados Unidos por lavado de dinero y corrupción y a quien el chavismo considera un diplomático venezolano. La Casa Blanca ha interpretado estos gestos como un desafío del chavismo y una muestra clara de que no cede pese a la presión internacional, que le exige una democratización del país.

El argumento de Maduro para mantener una posición férrea es que EE UU no ha levantado las sanciones internacionales que pesan sobre su Gobierno. El chavismo achaca a estos castigos la profunda crisis económica que vive el país desde hace siete años. “Si quieren elecciones libres, queremos elecciones libres de sanciones”, dijo el presidente en noviembre. La afirmación no deja lugar a segundas interpretaciones. El chavismo también ha culpado a Biden de no liberar los fondos venezolanos congelados en el extranjero —entre 3.000 y 5.000 millones de dólares—, como habían acordado con la oposición en la mesa de diálogo de México a finales del año pasado. Ese dinero, manejado por un fideicomiso de la ONU, suponía un balón de oxígeno en la grave crisis venezolana.

Sin embargo, EE UU considera que Maduro, después de mostrar buena voluntad para negociar, se muestra de repente inmóvil. Otros países tienen la misma opinión. El presidente francés, Emmanuel Macron, y el propio Petro le habían pedido que concretara una fecha para las elecciones para ir acercando posturas, pero no lo ha hecho y no parece que lo vaya a hacer en el corto plazo. Washington le concedió una licencia a la petrolera Chevron para que operara en suelo venezolano, lo que parecía una mano tendida. Desde ese momento los más optimistas creían que las concesiones de uno y otro lado se iban a suceder, pero la realidad es que no ha sido así. No se ha avanzado nada en el último semestre.

Maduro no tiene ninguna intención de ceder terreno ni de facilitar ningún camino. En los últimos meses, ha recuperado autoridad interna y fuero diplomático. Después de años sin salir del país, se ha dejado ver en algunas cumbres internacionales y regionales. La situación económica superó el pésimo momento vivido hace dos años gracias a los ingresos del petróleo y a cierta liberalización de la economía, aunque aún es un crecimiento al alcance de muy pocos. Con todo ello, el presidente ha endurecido sus exigencias en el marco de la negociación política con la oposición.

El panorama no es nada halagüeño. Las conversaciones con la oposición en México están paralizadas desde noviembre y el chavismo se niega a volver a la mesa. Ahora, Maduro exige el levantamiento pleno y no progresivo de las sanciones, como se había acordado, para reiniciar el diálogo. Con ese cisma difícil de resolver, ambas partes se encontraron en Qatar, un lugar insospechado. La reunión secreta, que ahora trasciende, supone tender un puente, aunque sea mínimo, entre dos actores que no se tienen ninguna confianza. Los resultados están por verse.

29 de junio 2023

El País

https://elpais.com/internacional/2023-06-30/estados-unidos-y-venezuela-m...

El Gobierno venezolano y la oposición acuerdan descongelar 5.000 millones de fondos estatales en el extranjero

Juan Diego Quesada

El Gobierno venezolano y la oposición empezarán a negociar este fin de semana en México con varios acuerdos a los que han llegado en conversaciones anteriores que ahora solo hay que refrendar. El más importante de ellos es la voluntad de ambas partes de descongelar los fondos estatales en el extranjero con la ayuda de Estados Unidos, que debe darle confianza a los bancos, los fondos de inversión y las entidades de crédito para liberar una cantidad enorme de dinero de origen venezolano. Una parte de ese capital servirá para financiar al Gobierno chavista y otra irá a parar a un fondo de ayuda humanitaria manejado por la ONU. “Esto se va a firmar y confiamos en que en breve comience a circular ese dinero”, comentan desde dentro de la negociación.

El banco de Inglaterra tiene retenido 31 toneladas de lingotes de oro de Venezuela y lo mismo ocurre con algunas cuentas del Banco Central de Venezuela en Estados Unidos. El Gobierno chavista —calcula que tienen 5.000 millones de dólares congelados en el extranjero—, urgido de financiación, ha condicionado su presencia en México a la relajación de las sanciones internacionales. En breve, Washington va a anunciar también que Chevron recibirá varias licencias para explotar petróleo en el país, lo que supondrá un desahogo para la economía local. Recuperar su pujanza energética, algo que también favorece a Washington por su enfrentamiento con Rusia, es otro de sus objetivos en México.

Las partes se sentarán a negociar este fin de semana y probablemente volverán a hacerlo de nuevo a principios de 2023. Hay un deseo expreso de que no pase mucho tiempo entre un diálogo y otro. A medida que se encuentren el chavismo y la oposición irán haciendo público lo acordado, sin esperar a un documento último en el que se revele todo. El fin último es que el instituto electoral venezolano organice unas elecciones limpias y verificadas por la comunidad internacional en el que pueda ganar cualquiera de las dos opciones. La oposición ha acordado presentar un candidato único que le dispute la presidencia a Maduro, un nombre que saldrá de unas primarias que se celebrarán el año que viene.

El anuncio de que se restablecían las negociaciones lo hizo Petro, que ha adquirido mucho protagonismo en este tema desde que tomó posesión en agosto. La realidad es que la primicia que envió por redes sociales molestó a los negociadores. Estos recuerdan que hay muchos presidentes y primeros ministros que quieren mostrarse como líderes en este acercamiento, pero que la arquitectura de los diálogos es clara. Por un lado, está el chavismo, por el otro la plataforma unitaria de Venezuela —la oposición—, y en medio un país facilitador, Noruega. Rusia y Holanda ejercen de acompañantes. Petro, Emmanuel Macron, Alberto Fernández y Pedro Sánchez desempeñan un papel importante apoyando la vía de la negociación para acabar con la crisis en Venezuela, pero no son parte del proceso, insisten estas mismas fuentes.

El Gobierno chavista había dado señales de que su prioridad en este momento es descongelar fondos en el exterior. En un comunicado firmado por el jefe de los negociadores, Jorge Rodríguez —mano derecha de Maduro, el hombre clave del Gobierno—, se decía que es necesario recuperar “recursos legítimos, propiedad del Estado de Venezuela, que hoy se encuentran bloqueados en el sistema financiero internacional”. “Este acuerdo”, se lee en el escrito, “expresa el avance del derecho de nuestro pueblo al disfrute de sus activos y recursos ilegal e injustamente bloqueados”. A continuación, se expresaba que ese dinero irá destinado a reforzar el sistema de salud, infraestructuras, vacunas y medicamentos.

Con las partes sentadas en la misma mesa, el diálogo ya no parece imposible. La comunidad internacional ha empujado en los últimos meses para que así sea. El chavismo ha enviado a Jorge Rodríguez como principal baluarte, pero también a un hijo de Maduro, que tiene su mismo nombre, y a Camila Fabri, la esposa de Álex Saab, el empresario colombiano acusado por EE UU de ser un testaferro de Maduro. Su presencia en las conversaciones muestra claramente que en algún punto el Gobierno exigirá la liberación de Saab, encarcelado en Miami. Pero esos asuntos todavía están por discutirse. Lo que es un hecho es que la prioridad absoluta ha sido la de recuperar el dinero en el extranjero, y por el momento se ha conseguido.

26 de noviembre 2022

El País

https://elpais.com/mexico/2022-11-26/el-gobierno-venezolano-y-la-oposici...

Ofensiva diplomática en París para lograr un acuerdo entre el Gobierno y la oposición en Venezuela

Juan Diego Quesada

La crisis venezolana vuelve a ser una prioridad para la comunidad internacional un año después de que Nicolás Maduro suspendiera su participación en la mesa de negociación de México. Los presidentes de Francia, Colombia, Argentina y la ministra de Exteriores de Noruega se reunieron este viernes en París con Jorge Rodríguez, hombre de máxima confianza de Maduro, y con el opositor Gerardo Blyde para que las partes vuelvan a sentarse a dialogar y concreten una fecha para unas elecciones presidenciales que deberían celebrarse antes de 2024 —sobre la mesa está la posibilidad de mayo de ese año, según fuentes conocedoras de la negociación—. La idea es que se organicen unos comicios verificables, supervisados por instituciones neutrales, en los que los opositores al chavismo tengan posibilidades reales de llegar al poder.

La situación venezolana parecía encallada, sin visos de resolución. Sin embargo, los acontecimientos se han acelerado en los últimos meses. La invasión de Ucrania ha llevado a Estados Unidos a acercarse a Maduro para buscar alternativas energéticas a Rusia. La victoria en Colombia de Gustavo Petro le ha proporcionado a Venezuela un socio de buena voluntad que quiere encontrar una solución pactada a la crisis. La vía de aislar a Maduro que empujó Washington con el nombramiento hace tres años de un presidente alternativo como Juan Guaidó ha sido un fracaso, no ha dado resultados. La llegada de nuevos gobiernos progresistas a la región, como el de Gabriel Boric en Chile y la inminente incorporación de Lula da Silva en Brasil también ha abierto nuevos canales de conexión. Además, esta semana, el francés Emmanuel Macron urgió a Maduro a actuar. Era un eufemismo para decirle que fije esa fecha electoral y permita unas elecciones limpias.

Macron tiene de repente un protagonismo inesperado en la resolución del conflicto. El presidente francés aprovechó la visita de Petro y el argentino Alberto Fernández al Foro París por la Paz, que se celebra cada año en conmemoración del fin de la I Guerra Mundial, para sumar al chavismo y la oposición. El regreso a México de ambas partes es inminente, incluso podría anunciarse este sábado, según fuentes conocedoras de la discusión. España no ha tenido ningún papel como mediador. La relación entre el presidente Pedro Sánchez y Maduro no es la mejor. El venezolano no olvida que Sánchez apoyó a Guaidó en su día, aunque en el último año ha perdido todo el entusiasmo y ya no cree en él. Maduro incluso ha vetado a Sánchez como facilitar en las conversaciones de paz con la guerrila del ELN (Ejército de Liberación Nacional) que va a iniciar en breve Colombia. La relación parece difícil de recomponer. Aunque no será por intentarlo. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se reunió con Rodríguez y Blyde por separado y en una reunión a tres, por lo que España no se resigna a no tener algún papel.

Ese vacío lo ha llenado Petro. Ha puesto todas sus energías en conducir a Venezuela hacia una “democracia liberal”, como le dijo al propio Maduro en Caracas. Le ha insistido en que vuelva al sistema interamericano de derechos humanos, donde las decisiones judiciales de los tribunales, cooptados por el chavismo de acuerdo a la ONU, pueden ser enmendados. En estas semanas, Petro ha hecho equilibrismo para exponer la situación venezolana sin que parezca una crítica. A la salida de la reunión en París, Petro volvió a hacer acrobacias. Confirmó que el regreso de las partes a la mesa de negociación es inminente y que allí se deben alcanzar una serie de acuerdos que acabe con el drama político y social que vive Venezuela. Dijo que le expresó al resto de partes que había que acabar con las sanciones económicas de Estados Unidos y Europa porque a su modo de ver afectan sobre todo al pueblo venezolano.

Entró a continuación en uno de los temas más espinosos. Petro —este es uno de los pocos asuntos en los que coincide con Guaidó— cree fundamental implementar una amnistía para presos políticos que haga salir de la cárcel a los opositores en prisión, pero que también dé garantías al chavismo de que no será perseguido en los tribunales. Es una forma de ofrecerle una salida para evitar que se aferre al poder eternamente. “Pido un desescalamiento de la conflictividad política, la entrada de Venezuela en el sistema de derechos humanos, la amnistía general y el desbloqueo general de la economía”, solicitó el presidente de Colombia, que tuvo el respaldo de Argentina en casi todas sus posturas. Insistió en que este debe ser un acuerdo entre venezolanos, sin intervención externa, con el fin último de celebrar unas presidenciales. “Deben darle garantía a todas las fuerzas que allí intervengan y donde la expresión del pueblo venezolano sea la que decida”, agregó.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, al acabar, declaró a EL PAÍS que Macron había sido un gran anfitrión. “Es un proceso que ha venido pasando por discusiones muy arduas para llegar a un acuerdo que nos permita reanudar las conversaciones en México. Insistimos en que no puede haber un diálogo con un revólver en la cabeza y Venezuela tiene 762 revólveres, que son las sanciones ilegales, que son ni más ni menos que una tortura contra el cuerpo social y económico de la República Bolivariana de Venezuela. Debe avanzarse en levantarse todas y cada una de esas sanciones”, dijo Rodríguez. Se despidió diciendo que se reactivará el diálogo “pronto”, aunque no ofreció una fecha concreta.

El opositor Blyde también ofreció su visión del encuentro: “No fuimos quienes nos levantamos hace un año, hemos insistido en regresar muchas veces y se están dando las condiciones para que se concrete. Sé desmontó el Estado en Venezuela, se desmontó el engranaje democrático. Las sanciones no son las culpables. Los venezolanos queremos elegir a nuestro presidente como han sido electos Petro, Macron o Fernández”, concluyó.

El regreso a México parece cuestión de días. La comunidad internacional empuja ahora con más fuerza que nunca. Maduro debe decidir cuál será su lugar en la historia. Sustituyó a Hugo Chávez, endureció la política interna y acabó aislado del resto del mundo. Ahora que vuelve a tener voz y un papel en la escena internacional le toca escoger entre mantenerse en el inmovilismo o facilitar una transición. Él tiene la última palabra.

11 de noviembre 2022

El País

https://elpais.com/internacional/2022-11-11/ofensiva-diplomatica-en-pari...

Venezuela expulsa a los observadores de la UE

Juan Diego Quesada

Venezuela ha expulsado a los observadores electorales de la Unión Europea, que tendrán que abandonar el país este fin de semana, según ha contado a EL PAÍS una fuente oficial. La misión tenía previsto marcharse dentro de siete días, pero el Gobierno chavista no ha renovado la visa de sus integrantes. Los observadores emitieron un informe preliminar en el que aseguraban que las elecciones municipales y regionales venezolanas celebradas hace dos semanas presentaban mejorías respecto a procesos anteriores, pero que arrastraban todavía importantes deficiencias democráticas. La anulación de la victoria de un opositor en el estado de Barinas, feudo del chavismo y cuna de Hugo Chávez, ha tensado la situación. El presidente Nicolás Maduro ha llegado a tildar a los observadores de “espías”.

Los observadores no han emitido ningún comunicado al respecto y su idea es partir de Venezuela con un perfil bajo, sin hacer ruido. No quieren un enfrentamiento directo con el Gobierno de Maduro. Consideran que su trabajo está hecho, aunque no comparten la decisión de acortar la estancia una semana. El primer visado que se les concedió a los eurodiputados y diplomáticos finalizaba el 30 de noviembre y se había acordado con las autoridades venezolanas extenderlo hasta el 10 de diciembre. Al final, esa prórroga no se ha ejecutado y el Gobierno les ha dado un máximo de cinco días para abandonar el país. Los jefes de la misión regresarán a finales de enero para entregar a Maduro el informe final de su observación.

La situación en Barinas parece haber sido el detonante de este final abrupto de la misión. En esa región se enfrentaron un hermano de Chávez, Argenis, y el opositor Freddy Superlano. La justicia venezolana anuló el escrutinio cuando faltaban pocas mesas por contar y Superlano iba en cabeza. Un alacrán, como se les conoce a los opositores controlados por el chavismo, había presentado un amparo constitucional. El Supremo ha mandado repetir las elecciones en enero, a las que ya no se presentará Argenis como candidato del chavismo. El informe de la UE ha criticado la independencia judicial, casi inexistente. Esa ha sido la vía que ha utilizado el régimen para suspender candidaturas de la oposición, pero aún más para intervenir partidos escindidos del chavismo que podían dividir su voto.

El opositor, al que le han escamoteado la victoria, dijo en una entrevista con este periódico que la UE iba a dedicar un apartado especial al caso de Barinas. Los representantes de la misión, sin embargo, no confirman este extremo. De hecho, no iban a emitir ninguna declaración más de la que hicieron dos días después de las elecciones. Ese equívoco puede haber llevado al chavismo a tomar la decisión de pedirles que abandonen Venezuela.

La misión llegó a Venezuela cargada de buenas intenciones. La jefa, la portuguesa Isabel Santos, y su segundo, el español Xabier Meilán, eran optimistas con las concesiones que había hecho el chavismo. Santos aseguró no haber recibido ningún tipo de presión del Gobierno durante la campaña ni durante el día de la votación, que se desarrolló con normalidad. También dijo que el conteo de votos era fiable. Maduro se jactó en varias ocasiones, públicamente, de permitir la visita de la UE, una muestra de transparencia. Este parecía el camino para celebrar en 2024 unas presidenciales con garantías, en las que la oposición pueda tener la oportunidad de desbancar al chavismo. Sin embargo, con el paso de los días el discurso del chavismo se ha ido endureciendo, sobre todo a raíz de los problemas en Barinas.

El día que la UE hizo público su informe, donde destacaba algunas irregularidades, como el acceso ilimitado de dinero público que han tenido los candidatos chavistas para hacer su campaña electoral, Maduro se mantuvo en silencio, a pesar de que había convocado a los medios en el palacio de Miraflores, la sede del Gobierno. Canceló a última hora. Al día siguiente, el presidente celebró su cumpleaños por todo lo alto. El artista mexicano Pablo Montero le cantó a un metro de distancia. “No tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey”, cantaron a dúo Montero y Maduro. Cinco días después, el sucesor de Chávez endureció el discurso hasta el límite, coincidiendo con la crisis de Barinas. Acababa de llegar de Cuba, donde conmemoró los cinco años de la muerte de Fidel Castro. Llamó enemigos y espías a los observadores e incluso se atrevió a hacer de editor al cuestionar el estilo del documento: “Un informe lleno de improvisaciones y mal redactado, buscaron y trataron de manchar el proceso electoral impecable y democrático de Venezuela y no pudieron”.

En otras elecciones, el chavismo impuso la figura de los protectores en regiones donde había perdido. Esos protectores manejaban el presupuesto y tenían más poder que el propio gobernador. Era una forma de vaciar de contenido las administraciones que no eran suyas. Esta vez el chavismo se comprometió a no echar mano de este subterfugio y respetar el resultado de las elecciones. Sin embargo, está aplicando otros. El Gobierno ha despojado a las regiones de Cojedes y Zulia, donde se impuso la oposición, de la administración de sus aeropuertos. Además, controlará algunos peajes y fuentes que servían para financiar los gobiernos locales.

Acabadas las elecciones, la UE se mostró optimista con los avances que había detectado. Han sido las resoluciones poselectorales las que han enturbiado el proceso. El ala dura de la oposición no se fía del chavismo y considera que nunca cederá el poder por las buenas ni por la vía electoral. Cree que siempre encontrará alguna excusa para parapetarse en las instituciones. Los más moderados confían en que, poco a poco, reconstruyendo la vida de los partidos opositores se pueda llegar, en un par de años, a unas elecciones presidenciales libres. En realidad, la celebración de las regionales solo ha sido un experimento que, por ahora, no despejan el panorama. Los resultados son contradictorios. Venezuela, todavía, trata de encontrar su camino.

3 de diciembre 2021

El País

https://elpais.com/internacional/2021-12-03/venezuela-expulsa-a-los-obse...

Venezuela, material sensible para los observadores de la UE

Juan Diego Quesada

La misión de observación electoral de la Unión Europea tiene en sus manos el futuro inmediato de una nación. El informe que se desprenda de los 130 observadores que se repartirán el domingo por toda Venezuela para ser testigos de las elecciones municipales y regionales en las que por primera vez en cinco años va a participar la oposición marcará a corto plazo la ruta para salir de la crisis política y social en la que está inmersa el país.

Un resultado favorable a la organización de los comicios, con las obvias limitaciones que se producen por el control chavista del aparato del Estado, legitimaría la vía de negociación y reconstrucción de la institucionalidad desde dentro del sistema que ha emprendido una parte de la oposición, sobre todo la que vive en el país. Ellos creen que ese es el camino para organizar en unos años unas presidenciales con ciertas garantías en las que se pueda derrotar al presidente, Nicolás Maduro. Otra facción opositora considera que el chavismo no tiene voluntad de ceder poder y que la participación en estas elecciones a la que le quiere dar una apariencia democrática, a su parecer, atornilla a Maduro en el Palacio de Miraflores.

La misión tiene, por tanto, material sensible entre manos. Los observadores se desplegaron el jueves desde Caracas a todos los rincones del país, los 23 estados, incluido el del Amazonas, el de más difícil acceso. “Cualquier irregularidad la reportaremos al CNE (Centro Nacional Electoral). Hasta ahora no ha ocurrido nada, está todo muy bien, todo el mundo está haciendo un esfuerzo extraordinario”, explica Isabel Santos, diputada socialista portuguesa y la jefa de la misión.

En el Parlamento Europeo no todo ha sido consenso en torno a esta aventura. El Partido Popular Europeo decidió no enviar a ningún eurodiputado. “El PPE no forma parte de esta farsa electoral de Maduro en Venezuela”, dijo la diputada Dolors Montserrat para justificar la ausencia. Sus tesis concuerdan con la de los opositores más rígidos, que ven en esto una maniobra del chavismo para ganar tiempo, en cuanto mejora muy levemente la situación del país con la dolarización de su economía y gana algo de crédito en la escena internacional. Venezuela, sin embargo, es hoy día el país más pobre de América Latina.

A los observadores les han llovido críticas por los dos lados. María Corina Machado, una opositora férrea, despreció su trabajo y los invitó a ir a la frontera, donde los conflictos armados se han disparado por la presencia de guerrilla y grupos criminales, o a los hospitales para ver la escasez de medicinas. Uno de los políticos chavistas más prominentes, Diosdado Cabello, jefe de campaña del PSUV, el partido oficialista, dijo en su programa de televisión que algunos de los observadores tenían actitud de “espías”. “Ellos no saben cómo el pueblo chavista es capaz de defender hasta con los dientes la revolución”.

La jefa de la misión se quedará en Caracas durante toda la jornada electoral. Calcula que podrán estar pendientes de más de 1.200 mesas electorales.

- ¿En todas ellas habrá un representante de la oposición?

- No puedo saberlo. Estaré pendiente de si ocurre o no ocurre y se dirá en el informe.

- ¿Ha observado una plena disposición del Gobierno venezolano?

- Hasta ahora no he encontrado lo contrario.

Santos, cuyo segundo de abordo es un español, el gallego Xabier Meilán, también recogerá en su informe el desarrollo de la campaña electoral. Esta, a todas luces, es desigual. El partido oficialista cuenta con el aparato del Estado para hacer campaña. Algunas ciudades están empapeladas solo con el rostro de los candidatos chavistas, como si los otros no participaran. Además, el PSUV recoge en sus mesas callejeras datos de los electores para facilitarles el bono social o el Clap, una bolsa alimentaria. No hay distinción clara entre partido y Gobierno. El CNE, por ejemplo, ha iniciado un expediente contra Maduro por llevarse al acto de inauguración de una potabilizadora al candidato chavista a un municipio de Caracas. El problema es que la resolución se tomará una vez que hayan acabado las elecciones.

Además de la presencia de los observadores, como gesto de apertura el Gobierno cedió a la oposición dos de los cinco puestos directivos del CNE, un gesto que propició la conformación en agosto de una mesa de negociación en México. Esas conversaciones fueron un paso importante porque sentaron las bases para el formato de estas elecciones, aunque a mediados de octubre Maduro suspendió el diálogo tras la extradición a Estados Unidos de Alex Saab, presunto operador financiero del chavismo. Uno de los nuevos lugares de la autoridad electoral lo ocupa el opositor Enrique Márquez, nombrado subdirector. “Es muy difícil que se puede alterar el resultado”, explica Márquez en su despacho. Cuenta que hace unos meses un conjunto de académicos realizó una inspección completa de todo el sistema de voto. El proceso fue retransmitido por streaming.

El informe, de acuerdo a Márquez, concluye que el sistema es “fiable, robusto y seguro”. Se ha auditado también el sistema de huellas dactilares del banco del CNE. Si se presenta un error en la identificación biométrica de un elector, los miembros de la mesa tendrían que pedir una autorización especial al CNE. Si ocurre una segunda vez, volverá a auditarse. En caso de una tercera el sistema quedará bloqueado. “Así el voto múltiple fraudulento queda imposibilitado”, agrega. “Eso no quiere decir que todo esté bien”, prosigue Márquez, “hay muchas cosas que están mal”. “Pero en Venezuela soplan vientos de cambio. Hemos vuelto a una ruta muy difícil aunque indispensable: la política. Para que haya una democracia tenemos que reconstruir las instituciones que permiten que exista la democracia”.

La misión tendrá un informe preliminar de lo ocurrido el martes, 48 horas después del cierre de urnas. En unos dos meses publicará el documento definitivo, aunque las conclusiones generales serán las mismas. Las palabras de Santos, por tanto, podrán tener un efecto importante en la ruta a seguir para Venezuela.

19 de noviembre 2021

El País

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