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Opinión

Lidis Méndez

Una nación entera está hundida en el fango debido a la incapacidad política y gubernamental para salir de la crisis demagógica que Hugo Chávez inició en 1998. Por estos días todo duele y aunque echar alcohol sobre una herida abierta no la cura ni la cierra, si la desinfecta evitando la gangrena.

Quien no es afecto al oficialismo y piensa con lineamiento propio dentro del bando contrario puede comenzar una cruzada heroica para tirar algunas impurezas politiqueras dentro del retrete oficialnoico instalado en Miraflores, ya que muchas de estas son difundidas como noticia por los medios de comunicación sin el debido análisis crítico.

Recientemente un constituyentista señaló que el gobierno venezolano es capaz de “dividir a Colombia en dos” con los aviones Sukhoi si Estados Unidos incursiona en Venezuela, lo cual es bastante risible por la incapacidad de respuesta militar que tenemos frente a la OTAN y de la cual Colombia forma parte. Tanta irresponsabilidad solo denota el acostumbramiento a mentir públicamente para ofrecerle circo al pueblo cuando no hay pan. Sinceramente, el retrete oficialnoico usa más fuerza para atascarse que para gobernar ¿Puede el lector preguntarse por qué? Cuestionando cada declaración absurda que emiten, la respuesta la dan ellos mismos. La impureza N° 1, en la cual se gastó un cuarto de rollo de la intelectualidad venezolana fue la inclinación ideológica de Chávez.

En 1998 el candidato declaró públicamente en una entrevista vía satélite con Jaime Bayly que: “habría que bajar unos impuestos y subir otros…estoy de acuerdo con mantener una tasa de flotación cambiaria…Estamos de acuerdo en que muchas empresas…sean privatizadas o entregadas al capital privado nacional o internacional…Petróleos de Venezuela debe estar en manos del Estado, lo cual no quita…que haya inversiones internacionales de capitales norteamericanos, ingleses en áreas aguas debajo de refinerías y petroquímicas…Estamos de acuerdo en que la banca esté en manos privadas…hay que entenderse con todo el mundo…Yo no soy socialista…La América Latina que viene requiere un salto adelante…Yo creo en un proyecto humanista…Yo me reúno permanentemente con Fedeagro y Fedeindustria…Yo me llevo muy bien con los empresarios venezolanos, están muy interesados en el proyecto…Desde el poder, desde el gobierno vamos a fomentar la industria nacional, la empresa privada, la pequeña empresa…la incorporación al mundo globalizado de hoy…Estoy comprometido a no ser autoritario, no queremos más autoritarismo…Lo primero que aquí hay que hacer…es llamar a un proceso constituyente, es llamar a una consulta popular, a un referéndum popular para que este pueblo recupere su dignidad y trace su propio destino; esa es la primera medida para moralizar el país, sobre este nuevo piso edificaremos la Venezuela del próximo siglo”[1]

Hoy día los venezolanos somos víctimas del capitalismo más salvaje de América Latina y estamos excluidos del cualquier beneficio de la globalización. En momentos de crisis la revisión histórica es importante, hace 20 años la situación del país no era tan grave como la de ahora porque existía estado de derecho. Otras impurezas son: la guerra económica, las FANB, la potencia petrolera, el poder del pueblo y el humanismo. En este artículo no caben todas, pero los invito a gastar un poco de papel higiénico mental y lanzarlo al retrete ofialnoico para ver si revienta la cloaca de una vez por todas.

1 https://www.youtube.com/watch?v=Voh_B0FGdzE

Secretaria de Organización de

Unidad Visión Venezuela-Mérida

www.unidadvisionvenezuela.com.ve

vivzla@gmail.com

@lidismendezm

 2 min


Buscar al culpable es un ejercicio que practican aficionados a jugar a Sherlock Holmes, sin profundizar en los hechos, ni en las circunstancias que los rodean. Por ejemplo, pontifican que el 18 de octubre de 1945 Acción Democrática le abrió el camino al dictador Pérez Jiménez, que la destitución de Carlos Andrés dio paso al dictador Chávez y que solo los errores de la oposición mantienen el totalitarismo de Maduro. Probablemente la realidad es otra. Corresponde a los historiadores profundizar en los hechos mencionados. Sin embargo, para quienes hemos vivido con mayor o menor cercanía algunos sucesos es tentador imitar al personaje de Conan Doyle.

La revolución del 18 de octubre de 1945 se hubiese producido con o sin la participación de Acción Democrática. La intervención, indebida, de los militares el 24 de noviembre de 1948 fue consecuencia de los errores de los adecos. Los militares destituyeron a Pérez Jiménez hartos de sus atropellos y ante la presión de ia sociedad civil. La tesis de que la destitución de Carlos Andrés dio paso a Chávez es muy débil. El período democrático tuvo inicialmente logros, pero también muchas carencias. El país estaba cansado de los últimos gobiernos de AD y Copei. Por ello surgió Caldera ll con su chiripero, que tampoco cambió el rumbo. Un Chávez era difícil de evitar.

Ahora se achaca la permanencia de Maduro a supuestos errores cometidos por la oposición. Según algunos, los sucesos de abril del 2002, la huelga de diciembre de ese año, la abstención del 2005, el que Capriles no haya llamado a la calle cuando aparentemente le ganó a Maduro, el intento de convocar un referendo revocatorio presidencial, las protestas de jóvenes y no tan jóvenes en el 2014 y 2016 son responsables de que todavía tengamos a Maduro. Es decir que lo procedente era permanecer de brazos cruzados contemplando las violaciones a la Constitución.

En abril del 2002 se logró que Chávez renunciara. Los militares lo regresaron porque el nuevo gobierno no tuvo apoyo político debido a que muchos no estuvieron de acuerdo en que se rompiera un hilo constitucional que ya el teniente coronel había roto y, desde luego, porque el chavismo contó con el apoyo de los comandantes de batallón. La huelga fracasó porque no contó con el apoyo de muchos sectores. En el caso de los petroleros no tiene sentido decir que prolongaron el paro hasta febrero, ya que desde diciembre se iniciaron los despidos y cuando alguien está despedido ya no está en huelga.

La abstención del 2005 se debió a que los partidos estaban reducidos a su mínima expresión y no hubiesen obtenido más de una docena de diputados. Recordemos que en la elección del 2000 tuvieron que postular al golpista de Arias Cárdenas. Capriles no llamó a la calle en el 2012 porque no tenía las actas que demostraran el fraude. Además, ante las lacrimógenas, perdigones y balas hubiésemos retrocedido, como en otras ocasiones.

Solicitar el referendo revocatorio presidencial en el 2016 era un derecho. No se podía dejar de lado ese mecanismo por pensar que el gobierno lo iba a negar. Quienes critican esa herramienta electoral son los mismos que predican que con elecciones sí sale el dictador. Las protestas de calle son un derecho. Condenarlas con el argumento de que no pueden enfrentarse balas contra piedras es absurdo. La responsabilidad de los asesinados recae exclusivamente en los chacales de la guardia nacional, policía nacional y paramilitares del régimen. La valentía y sacrificio de los caídos fue el detonante para la condena internacional al régimen.

Nuestra dirigencia cometió errores. El primero fue aceptar la Constituyente, la disolución del Congreso y la demora en reconocer que cuando un gobierno viola la Constitución se convierte en dictadura. Optaron por el apaciguamiento y el régimen se atornilló. Otro error fue no apoyar desde un principio a los presos políticos, exiliados y a los firmantes de la solicitud del revocatorio que fueron despedidos y acosados. El tercero fue la incompetencia en lograr una unidad de propósito y de proponer un candidato único, aunque no se acuda a elecciones. Pareciera que algunos no entienden que Chávez y su gente llegaron para establecer una dictadura totalitaria. Es decir para no entregar por las buenas.

Nunca es tarde. La unidad es lo que exige el país. Este es un requisito necesario, pero a estas alturas quizá no sea suficiente para el cambio, como tampoco lo es solo la presión internacional, ni las protestas de calle. Aunque no es lo que deseamos, ni lo justo, probablemente habrá que llegar a acuerdos de transición en los cuales el castigo para los culpables de las violaciones pase a un segundo plano. Es preferible un Maduro y sus compinches paseando libremente a que los ciudadanos sigan pasando necesidades y que compatriotas estén presos, torturados o huyendo del país. Alegar que si no se hace justicia volveremos a las andadas son buenos deseos. La pena de muerte y de cadena perpetua no han acabado con los delincuentes. La manera de que no vuelva otra dictadura es formando buenos ciudadanos y fortaleciendo las instituciones. Los culpables de lado y lado son muchos, pero lo prioritario es salir del régimen.

Como (había) en botica:

Nuestro agradecimiento al cardenal Urosa, quien después de una gran labor y lucha por la democracia se acogió a una merecida jubilación.

La ciudadanía debe apoyar las justas protestas de los petroleros activos y jubilados, quienes en su gran mayoría no son responsables del desastre de Pdvsa.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 4 min


Hace unos días, a propósito del partido entre Croacia e Inglaterra, escribí sobre el tema “psicología del fútbol”. Hoy -15.07.2018- día de la final, estuve a punto de escribir otro sobre “teología del fútbol”.

Afortunadamente me contuve a tiempo. A pesar de lo que piense (¿piensa?) Maradona, a pesar de que muchos futbolistas se persignan, y a pesar de que el entrenador croata mira los partidos con un rosario en sus manos, creo yo que, si Dios existe, no interviene directamente en los partidos de fútbol. Creo que el fútbol, los deportes en general, así como la política y el arte y otras disciplinas de la vida humana, son espacios en los cuales Dios nos deja en paz para que hagamos ejercicio del más grande de los dones que Él nos concedió: el de la libertad. Es decir, arrojados en la cancha los jugadores son libres, libres de jugar bien o mal, libres de cometer agravios y ser expulsados, libres para golear y ser goleados. El fútbol es un juego -remunerado o no, no tiene importancia- y con Dios no se juega.

La idea de meterme con la teología me vino por simple asociación analógica. La final de un campeonato es efectivamente un juicio final. A través de su resultado un cuadro será declarado vencedor y el otro perdedor. Los buenos para la pelota, los justos, serán compensados y los demás serán relegados. No al infierno por supuesto. En los campeonatos mundiales no existe infierno. Tampoco hay un limbo desde que el Papa Francisco -lamentablemente- lo abolió. En los campeonatos nacionales sí existe algo parecido al infierno. Los más malos (para el fútbol) descienden y los más buenos (para el fútbol) ascienden. En ese sentido en el fútbol impera cierta justicia, superior en todo caso a la que reina en otros campos de la vida.

El comentarista de la tele lo dijo de modo textual: Francia se coronó campeón mundial con justicia. ¿Qué justicia? me pregunté. Desde luego, no la judicial. ¿Justicia divina? Menos. Lo que el comentarista quería decir es que Francia hizo méritos para coronarse campeón, es decir, que Francia jugó mejor que los demás. Y por lo mismo, Francia fue justamente compensado. ¿Pero jugó efectivamente Francia mejor que los demás? Aquí afortunadamente debemos abandonar toda teología para hablar de materias puramente futbolísticas.

¿Qué significa jugar mejor? En fútbol hay dos respuestas: una estética, y otra táctica. Eso supone que hay equipos que juegan lindo, pero suelen perder (México, Brasil) Hay otros que son muy tácticos pero los jugadores carecen de la menor elegancia (equipos árabes) Quien por lo tanto juega mejor es aquel equipo que logra un equilibrio estable entre la estética y la táctica. Y el que mejor logró ese equilibrio fue Francia. Quizás se lo deba a su entrenador, el muy conservador Didier Dechamps.

Por de pronto Francia alineó casi todo el campeonato -una u otra variación- con los mismos hombres. Eso quiere decir que Dechamps no padece de ningún complejo de genialidad y no se juega previamente los partidos con la almohada como pareció ocurrir a algunos de sus colegas, entre ellos al argentino Sampaoli y al alemán Löw quienes en cada partido intentaron impresionar al mundo con alineaciones surrealistas. Dechamps en cambio nunca modificó su esquema: absolutamente simple, enteramente tradicional: un 4-3-3 clarísimo.

Atrás: Pavard, Verane, Umtiti y Hernández, construyeron una muralla casi horizontal, con leves licencias a los centrales para ir a cabecear al arco contrario. En el medio, y bien en el medio, el trío de mediocampistas: Kante, Matudi y Pogda donde los tres cumplen, alternadamente, cuatro funciones: cerrar la media cancha, marcar, organizar, atacar. Frente a ese trío, tanto Modrik como Rakitik, puntales del cuadro croata, terminaron por hundirse en la nada. Desde ese centro francés nacía el juego que nace del juego, precisamente el que necesitaban los dos delanteros geniales (del tercero, Giroud, es mejor olvidarse) los que desde las puntas corren en diagonal hacia el arco a la velocidad de la luz: Griezmann y Mbappe, este último sin duda, la revelación del campeonato. Un nuevo Pelé dicen los superlativistas. No es para tanto, aunque, de verdad, a veces tiene movimientos que hacen recordar al niño que se destapó en Suecia.

Frente a un equipo tradicional y estandarizado poco pudieron hacer los croatas con su 4-5-1. Y no por fallas en el esquema, que lo cumplieron bien, sino simplemente porque Francia tenía definitivamente los mejores jugadores del mundo. He ahí el pequeño detalle. He ahí la gran diferencia.

Los croatas forman un equipo ordenado, pero su estrategia pasa por crear desorden, aglomeraciones frente al arco adversario donde arremeten con fuerza y coraje, hasta que el balón encuentra una pelota huérfana y una pierna o cabeza oportuna. Los franceses, en cambio, intentan hilvanar, y para eso tienen un gran hilvanador, el nunca bien ponderado Pogda. De combinaciones estandarizadas nacieron dos goles standard: a los 18 un tiro libre realizado por Griezmann el que rebotó en Mandzukik, a los 33 el mismo Griezmann convirtió un penal digital, luego a los 59 un disparo de fina puntería de Pogba y a los 65 una pequeña joya de precisión a media distancia, obsequiada por Mbappe. Los goles de los croatas fueron típicamente croatas. A los 28 un disparo de Persic nacido de una situación muy confusa y a los 68, una increíble torpeza de Lloris, quien emulando a su colega argentino, Caballero, puso la pelota en los pies a Mandzukik.

15. 07. 2018 día del juicio final del mundial de Rusia, ganaron los mejores. Vive la France.

Julio 16, 2018

Polis

https://polisfmires.blogspot.com/2018/07/fernando-mires-francia-4-croaci...(POLIS)

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Isaías A. Márquez Díaz

Hace hoy 82 años de la publicación del doctor Arturo Uslar Pietri “Sembrar el Petróleo”, muy emblemática y relevante ya que nos insta a reflexionar sobre el país y su futuro.

Quizá una frase pintoresca y de naturaleza muy personal que todo gobierno de turno intenta interpretar, ajustar, diseñar y adaptar a su momento histórico.

El 14/7/1936 en un editorial del diario caraqueño “AHORA” el doctor Uslar Pietri indica, concienzudamente, que Venezuela debe “sembrar el petróleo”; plantea la necesidad imperativa de redireccionar los recursos provenientes de la renta petrolera hacia el impulso del sector no petrolero de la economía nacional, al desarrollo integral del país.

Tal inquietud se plasma en el siguiente párrafo de su escrito:

Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas, amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales”.

No obstante, pese a sus inquietudes tan acertadas, hoy nos hallamos ante una economía agrícola que nisiquiera nos garantiza el maíz para la elaboración de las tradicionales arepas y hallacas, porque no podemos deslastrarnos del facilismo petrolero para alimentarnos en términos de autosuficiencia productiva. Y, hoy día, sobrevivimos a través de una economía de subsistencia y/o portuaria.

El “excremento del diablo” es una frase que el doctor Juan Pablo Pérez Alfonso emplea para referirse al petróleo y al efecto tan pernicioso que este recurso tiene sobre el manejo de las economías de naciones acreedoras de este recurso energético como Venezuela.

Ínterin, aún el ingreso petrolero permite otorgar prebendas improductivas y parásitas como los bonos e incrementos salariales, sin perspectiva de retorno alguno, que solo alientan la carestía y laxitud laboral en perjuicio del bienestar común.

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Jesús Elorza G.

Animadamente conversaban los planificadores deportivos, en la Dirección de Alto Rendimiento del Instituto Nacional de Deporte, sobre los probables resultados en los próximos XXII Juegos Deportivos Centroamericanos a celebrarse en Barranquilla, Colombia, del 19 de julio al 3 de agosto 2018.

Uno de ellos, argumentaba con vehemencia, que los resultados prácticamente estaban “cantados”. Con una delegación de 505 personas, seguro estoy que vamos a repetir la performance de los años 2006 y 2010, cuando gracias a la programación de nuestra revolución y guiados por el pensamiento de nuestro Líder Único, ahora convertido en el Difunto Eterno, logramos conquistar el segundo lugar en el total de medallas, solamente superados por México.

-Considero, que tu razonamiento tiene una carga ideológica que carece por completo de objetividad, dijo otro de los planificadores.

Demuéstrame en que sustentas tu reaccionaria observación, le respondió molesto el camarada.

-En primer lugar, debo decirte que si te vas a apoyar en los resultados 2006-2010 no puedes pasar por alto que en esa edición de los juegos !Cuba no participo!, lo cual hizo posible que alcanzáramos el segundo lugar. Es más, si te consideras revolucionario, como dices ser, deberías explicar porque no apoyaron al régimen dictatorial de los cubanos y se retiraban de los juegos en señal de solidaridad.

Bueno, no sé qué decirte, me agarraste fuera de base….

-No me interrumpas, déjame continuar con mis argumentos para demostrarte cuan equivocado estas en tus apreciaciones. En segundo lugar, no solo lo grande o masivo de la delegación es por si solo un elemento para garantizar mejores resultados. Muchos factores deben tomarse en cuenta para hacer una valoración con rigor científico y no caer, como tú lo haces, en especulaciones ideológicas.

¿Y cuáles son esos factores?

El más fundamental, es el que tiene que ver con la preparación o entrenamiento de nuestros atletas. Allí, es importante destacar, la irresponsabilidad de haber suspendido la celebración de los Juegos Deportivos Nacionales, lo que se traduce en no poder tener de manera sistemática los relevos necesarios para ir atendiendo los distintos ciclos olímpicos.

El abandono de las instalaciones deportivas nos ha dejado sin centros de entrenamiento que reúnan condiciones adecuadas para ello. Solo te voy a citar como ejemplo: no hay pistas de atletismo en buenas condiciones. Para muestra un botón El Estadio Nacional Brígido Iriarte. Igual sucede con las piscinas del país.

En términos de intercambios deportivos, la situación se agrava porque la “política” de las autoridades es !La del Forfeit!. Resulta inconcebible que la delegación de Boxeo no haya podido acudir al clasificatorio Centroamericano en Tijuana por falta de pasajes. Igual sucedió con las selecciones de Voleibol, Softbol y Esgrima. El caso más reciente fue el de la atleta Pamela Luisa Milano que no pudo asistir al Mundial de Atletismo Sub 20 en Finlandia ¡por qué faltando tres horas para el vuelo, le notificaron que no habían podido comprar el boleto!.

Con respecto al trabajo de las Federaciones Deportivas, debo explicar que la incertidumbre con respecto a los Programas Operativos Anuales, hace que el trabajo del sector federado permanezca en una total incertidumbre y las autoridades solo se preocupan por violentar la autonomía del sector para controlar los procesos electorales y someter a los organismos directivos a jugar un papel de sumisión absoluta frente a ellos.

Para concluir, quiero señalarte que esta multiplicidad de negativos factores, va a influir de manera determinante en los resultados de los Juegos Centroamericanos en Barranquilla. No pasaremos del cuarto lugar. Mantendremos, como factor negativo, la disminución de medallas de Oro (103 en el 2006 a 56 en el 2014). Lo más resaltante, por no decir lo más grave, serán los resultados frente a Colombia. El vecino país, en los últimos diez años, ha venido de manera sostenida aumentando sus logros deportivos frente a nosotros: Lograron arrebatarnos la hegemonía que sostuvimos durante muchos tiempo en los Juegos Bolivarianos y nos ha venido superando en el área centroamericana a tal punto que para estos Juegos Centroamericanos, contando con el valor agregado de ser sede, tiene la posibilidad de alcanzar el primer lugar y superarnos por amplio margen en el medallero. En síntesis, iluso camarada, estamos en presencia de un Fracaso Recurrente.

-Coño vale, riposto el camarada, pareces un enviado por la cofradía imperialista Uribe-Duque. Si los resultados son como tú dices apelaremos a la denuncia, para decirle al mundo, que una confabulación imperialista entre los gringos y los oligarcas colombianos dirigidos por los títeres de Uribe y el recién electo Duque impidió que la Patria de Chávez lograra la supremacía de los XXIII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe.

Oro-Plata-Bronce….Venceremos

Por el contrario camarada, la consigna deportiva del socialismo del siglo 21 en base a sus resultados debería ser: La revolución del fracaso

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La mañana del día 5 de Agosto de 1945 un superbombardero de la Fuerza Aérea Norteamericana, dejó caer sobre la población japonesa de Hiroshima el primer artefacto atómico inventado por el organismo viviente más “inteligente” de todos cuantos han sido creados por el proceso de la evolución biológica: el hombre.

Los efectos de este bombardeo sobre la población, fueron desastrosos, dantescos e inenarrables.

Cumplida la misión y cuando el avión giraba en 180 grados para regresar a la base aérea de donde había despegado, la tripulación pudo ver por las ventanillas lo que pudiera ser el infierno en su máxima demostración apocalíptica: la explosión, en forma de un hongo gigantesco, había arropado a toda la población de Hiroshima. Entonces, de lo más profundo del avión se desprendió un grito desgarrador:

¡Dios mío que hemos hecho!

Obviamente, esta expresión hace innecesario cualquier comentario, salvo resaltar que este este experimento científico donde fueron comprobadas todas las hipótesis, logrados todos los objetivos y “superadas todas las expectativas” (200 mil muertos al primer contacto) constituye una amenaza constante para la continuidad biológica de la especie humana sobre el planeta tierra y la de cualquier manifestación de vida lograda en millones años de evolución orgánica.

Paradójicamente, a 73 años de esta lamentable y dolorosa experiencia humana, nos encontramos ante un Japón que se le considera como uno de los países más desarrollados tanto material como espiritualmente. En consecuencia, la pregunta salta:

¿Que produjo ese milagro si el único recurso natural que tiene Japón, son japoneses y japonesas?

Pues bien, ese milagro lo produjo el haber diseñado un proyecto educativo eficiente que implicaba el cambio de la mentalidad del pueblo, el desarrollo de la tecnología y el comienzo de “La Era Heisser”; es decir: la época de la armonía, la unión, la solidaridad, el estudio, el trabajo, la tolerancia, la reconciliación y la paz.

Ahora bien amigo lector, después de esta brevísima reflexion podemos llegar a la conclusión que sin educación eficiente, sin trabajo creador, sin solidaridad, sin unión, sin tolerancia, sin armonía y sin paz entre los individuos que conforman un pueblo, jamás habrá paraíso. Solo habrá subdesarrollo denigrante y deprimente.

Villa de Cura, sábado 14 de julio del 2018.

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Una vez más la Conferencia Episcopal Venezolana, llenando el vacío de la dirigencia política sumida en estériles confrontaciones y en incomprensible silencio, ha hecho pública su exhortación No temas, estoy contigo, del 11 de julio de 2018, en la cual no solo retrata, con crudeza, la tragedia del país, sino que propone caminos que deberían impulsar acciones de cambio, renovación y aliento que contrarresten la desesperanza y la resignación de un pueblo que, solo en apariencia, dejó a un lado la bravura del himno que repetimos, en forma mecánica, sin caer en cuenta del significado de sus palabras.

Son temas para la reflexión a los que apunta el documento: la “hiperinflación monstruosa”, que nos acogota y agobia en los mercados y farmacias; el contrasentido de preguntar en la taquilla del banco por la cantidad “que nos puedan dar”, ante la carencia de efectivo; o la economía fallida que pretende ser resuelta con bolsas de comida y bonos de múltiples denominaciones “patrióticas y revolucionarias”.

Somos un “país en diáspora”, con familias separadas por una crisis inducida por políticas erradas, que, entre otras cosas, exhibe, ante propios y extraños, un cuadro tenebroso de absoluto desprecio por la salud, de indigencia, desnutrición, inseguridad, ausencia de medios de transporte, cárceles infames destinadas a marginados y presos políticos, con la añadidura de una dirigencia opositora que se encuentra ocupada y dividida por “mezquinos intereses”, dejando a un lado “el servicio de los ciudadanos”.

Esta es la dura y cruel realidad que pone ante nuestros ojos el documento de los pastores de la Iglesia y que completa su reseña con la referencia a instituciones que han traicionado sus deberes y compromisos con la Constitución y la democracia, para contarse al lado del gobierno y de una parcialidad política que detenta todo el poder.

Pero, además, la exhortación nos recuerda que las organizaciones de la sociedad civil y, en particular, los laicos comprometidos con la Iglesia, somos copartícipes de las tareas que nos impone el momento que vivimos, en el que no podemos ser meros espectadores, sino protagonistas y actores en las soluciones propuestas.

Resulta de suma importancia destacar que el documento no se queda en la denuncia descarnada o en el diagnóstico que todos compartimos en las humillantes condiciones de vida de nuestro día a día. Se proponen caminos, cuyos perfiles deben ser objeto del trabajo de los diversos componentes de la sociedad civil, pero que urge activar para devolverle al pueblo, por los medios constitucionales, la soberanía que le ha sido arrebatada.

Queda en claro que la Iglesia no alienta la venganza ni retaliaciones, pero sí está empeñada y remarca la importancia de un no rotundo a la impunidad por las violaciones flagrantes y reiteradas de los derechos humanos.

Finalmente, los obispos subrayan su misión de pastores insertada en la realidad e insisten en la renovación de nuestra fe, que nos debe impulsar a los cambios sociales, confiados en Dios, quien nos reitera su promesa de acompañamiento en las “horas de dolor y prueba” de los más oscuros tiempos que vive nuestra atribulada y maltratada Venezuela.

El Nacional

16 de julio de 2018

@ArteagaSanchez

aas@arteagasanchez.com

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