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Opinión

Con voz propia

Los golpes caracterizan a nuestra historia y parecieran institucionalizarse en abril. El 19 de ese mes de 1742 Juan Francisco de León, Teniente de Justicia de Panaquire (Barlovento) al frente de unas 3 mil personas en la Caracas de 20 mil habitantes, se sublevó contra el Gobernador y logró su destitución. A 40 años de esa acción se dio el mismo día el de 1810.

En columna de hace 16 años -¡cómo pasa el tiempo!- tomamos el 24 del 1836 como día del golpe contra José María Vargas –el primer Presidente Civil de la restablecida República de Venezuela- cuando se concretó su renuncia impuesta por Pedro Carujo, comandante y periodista. En verdad tal acción ni siquiera fue consecuencia de la asonada, por lo cual ofrezco tardías excusas. Tal dimisión fue solicitada el 8 de julio del año anterior, cuando fue apresado Vargas en su residencia y ex patriado a la Saint Thomas.

Una asonada subversiva protagonizó el 27 de dicho mes el militar y político Antonio Guzmán Blanco, con Revolución de Abril también denominada Revolución Amarilla. Fue una insurrección en contra gobierno de los “Azules” (liderado por los Monagas) que ejercían el poder desde 1868.

Contra la dictadura de 20 años se rebeló la madrugada del 7 de abril 1928, el movimiento insurreccional juvenil aliado con la dignidad militar que lideró el Capitán Rafael Alvarado, instructor de artillería, graduado de Pedagogo en Chile; nativo de Nirgua (Yaracuy), de 30 años. De inmediato se manifestó el amplio respaldo de la sociedad.

El capitán contó con cooperación de los tenientes Agustín Fernández, Faustino Valero; subtenientes Rafael Antonio Barrios, Leonardo Leefmans y los cadetes Eleazar López Wolkmar hijo del general Eleazar López Contreras, entonces jefe de la guarnición de Caracas. Él aplastó la acción centrada en el Cuartel San Carlos y con la toma lograda del Palacio de Miraflores.

Le siguen Antonio J. Ovalles Olavarría, Benjamín Delgado Leefmans y Armando J. Chávez; algunos sargentos. Igual comprometido estaba el subteniente Santiago Ochoa Briceño, pero no participó por encontrarse arrestado en Inspectoría del Ejército.

No faltaron los de tercera edad, como el General Enrique Ambar, quien en 1904 apoyó a Cipriano Castro y 24 años después, ya con 74 de edad, volvió.

Por los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, coordinó la acción Juan José Palacios. Destacaron con él, entre otros Félix Valderrama Raúl Leoni, José Tomás Jiménez Arráiz, Clemente Parpacén, Rafael Chirinos Lares, Inocente Palacios, Manuel José Arreaza, Amílcar Plaza Aponte, Carlos Irazábal, Germán Tortoza, José Antonio Marturet, Eduardo Celis Sauné, Guillermo Prince Lara, Luis Felipe López, Simón Gómez Malaret, Antonio Anzola Carrillo, Angel Uueto, Florencio Robles, Benjamin Quintana Silva, Augusto Márquez Cañizales, Rodolfo Quintero, Miguel Otero Silva, Jóvito Villalba.

Aspiraban formar una Junta de Gobierno formada por los ciudadanos honorables, entre ellos el doctor Julio Salas, Juan José Abreu, Manuel Segundo Sánchez y el poeta José Tadeo Arreaza Calatrava.

“Movimiento patriótico proponía unas elecciones completamente libres para elegir un candidato civil”.

Golpe estaba fijado para el 1º de abril, cuando el Benemérito saldría de su residencia en Maracay para inaugurar el hotel Miramar de Macuto. Una delación lo alertó y suspendió el viaje.

Por la Patria hasta la muerte, era consigna del cual se cumplen 91 años, en un bochornoso ambiente de apagón eléctrico, debido al desacierto de un ilegitimo régimen militar con rechazo del mundo democrático.

Cierra el golpismo de abril con el que provocó la renuncia del Presidente “que el alto mando aceptó” del Presidente de entonces.

Al MARGEN: Lamentable que algunos expatriados por culpa del autoritario régimen, hoy se conviertan en declarados enemigos públicos del líder unitario de la Oposición, Juan Guaidó. Más que entre ellos se cuente a la periodista Patricia Poleo Poleo, a quien creíamos aliada.

jordanalberto18@yahoo.com.

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Hoy en día el concepto de soberanía absoluta no tiene cabida. Es tal la interrelación entre los países que es inaceptable que uno de ellos haga lo que le venga en gana y afecte negativamente a otros. Por ejemplo, el río Meta nace en Colombia, pero eso no le otorgaría derecho a nuestro vecino a interrumpir su flujo hacia Venezuela. Tampoco, escudándose en la soberanía, puede un gobierno asesinar, torturar, secuestrar o encarcelar a sus ciudadanos o a extranjeros, ni apropiarse indebidamente de la propiedad privada. Mucho menos dar cobijo a terroristas como el ELN, la FARC o Hezbollah, permitir el tráfico de drogas o aceptar militares de otros países, sin autorización de la Asamblea Nacional, así como promover a paramilitares.

Algunos son partidarios de que la intervención militar sea solo como acompañamiento necesario a la entrada de la ayuda humanitaria, la cual ya está entrando por intermedio de la Cruz Roja, pero la mayoría de los solicitantes lo que aspiran es que sea para sacar a Maduro, lo cual solucionaría el problema de raíz. Ante la situación descrita, muchos exigen que Guaidó y los otros diputados de la Asamblea Nacional aprueben la aplicación del artículo 187-11. Aunque está acción está justificada, ¿acaso es lo recomendable? Hay que tomar en cuenta que, hasta el presente, ni el Grupo de Lima, ni la Unión Europea, que son nuestros aliados, apoyan una intervención militar extranjera. Es decir que, si mantienen su posición, no acudirían y en ese caso nuestros diputados quedarían como pajarito en grama.

Por otra parte, un grupo no despreciable de conciudadanos no está de acuerdo con esa intervención. No es asunto de soberanía, sino que se produciría una gran inestabilidad política, que no solucionaría los problemas que padecemos. Sin duda que ante una intervención foránea el régimen no aguantaría ni tres días, ya que nuestra Fuerza Armada no tiene cómo enfrentar a un oponente con mejor armamento y apresto, pero el nuevo gobierno tendría que actuar con violencia en contra de quienes se opongan, desencadenando persecuciones inaceptables. También se podría alegar que esa acción daría excusas a los fanáticos para predicar que el Socialismo Siglo XXI no fracasó, sino que no lo dejaron culminar su implantación, pero este argumento no tiene peso, ya que esa idea nunca morirá, sino que volverá con otro nombre, aunque la historia evidencia que el resultado es una distopía.

Hasta el sábado pasado el ingeniero Guaidó, presidente (e) de Venezuela había sostenido que la estrategia de las protestas de los ciudadanos en las calles y el estrangulamiento económico eran la ruta para salir de Maduro y su pandilla. Por ello algunos lo han presionado para que aplique el 187-11 y otros han llegado, injustamente, a descalificarlo. Los más lo hacen de buena fe, por el desespero de no ver otra opción y no visualizar los daños colaterales; otros con mala intención para bajarle el piso a la estrella del momento político y unos pocos para figurar en los medios. Muchas críticas malsanas provienen del régimen, pero otras son de los nuestros. Critican si no hay unidad, pero también cuando el presidente (e) Guaidó se retrata con algunos líderes, la mayoría de los cuales son descalificados injustamente.

En el reciente acto en Los Teques, el presidente (e) anunció que sí aplicaría el 187. ¿Acaso cambió de estrategia? ¿Cedió a ciertas presiones internas? ¿Tiene información de que nuestros aliados sí están dispuestos a intervenir militarmente? ¿Cuenta con la aprobación de la Asamblea Nacional? Hay que recalcar que no mencionó específicamente el 187-11, que es el que contempla autorizar misiones militares extranjeras. Posteriormente declaró que se “aplicaría en el marco de la cooperación”. Eso puede interpretarse como la aplicación del 187-9 y 187-18, que se refieren a la autorización de contratos, tratados y convenios con otros Estados. Es decir, pareciera que continuará con la estrategia actual, que se desarrolla “sin prisa, pero sin pausa”.

El presidente(e) debe aclarar, pero en todo caso el momento exige darle un voto de apoyo porque se lo ha ganado. El fin del régimen es inevitable. Tengamos un poco más de paciencia y apliquemos oídos sordos a quienes critican al presidente (e) Guaidó, en quien confío, aunque no conozco.

Como (había) en botica:

Quienes crean las patrañas de Maduro sobre los problemas de la electricidad son fanáticos. Desde hace años expertos como César Quintini, José Aguilar, Miguel Lara, Winston Cabas, Nelson Hernández y Víctor Poleo, entre otros, han planteado que el colapso era inevitable por falta de inversión, de mantenimiento y de gerencia.

Hay denuncias fundadas de las torturas al coronel Juan Rodríguez Dos Ramos.

Carlos Boully Gómez, Rector de la Universidad Católica Santa Rosa, le otorgó un doctorado a Mikel Moreno por ser “fundamental en la preservación de la estabilidad la democracia y la paz en el país”. Este presbítero rojo es un pésimo ejemplo para sus estudiantes.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Daniel Gómez

“Rusia lo que está haciendo es defender sus propios intereses”. Por eso apoya al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, y al mismo tiempo mantiene un canal abierto con los aliados del presidente encargado, Juan Guaidó. Esto se lo dice a ALnavío Mira Milosevich, investigadora principal del Real Instituto Elcano, y autora del informe Rusia en América Latina: repercusiones para España, que se acaba de presentar.

Mira Milosevich es investigadora principal del Real Instituto Elcano y profesora asociada de Russia’s Foreign Policy del Instituto de Empresa. Este jueves, en la Casa de América de Madrid, presentó Rusia en América Latina: repercusiones para España, un informe que recopila y ordena toda la información fiable que existe sobre Rusia en la región.

De los datos y opiniones presentes en el informe, se extrae una revelación que para muchos resultará sorprendente. Rusia no es una potencia. No en los términos clásicos con los que se mide este concepto.

Lo que nadie puede dudar, sin embargo, es que Moscú es un factor influyente en la región. Sobre todo, en Venezuela, un país sumido en una crisis política y con dos bandos claramente enfrentados: el del presidente encargado, Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países, incluidos EEUU y la mayor parte de Latinoamérica, y el del régimen de Nicolás Maduro, cuyos únicos aliados de peso con los que cuenta son China y Rusia.

De Rusia se dice que puede ser un actor clave a la hora para destrancar la situación en Venezuela. De hecho, ya hay aliados de Guaidó conversando con Moscú. Y, por el contrario, ya se sabe que el equipo de Maduro tiene línea directa con el Kremlin. ¿Qué pasará? Milosevich despeja algunas dudas en una conversación con ALnavío.

- ¿Por qué Rusia siempre es el malo de la película?

- No cae a todo el mundo mal, y a los que cae mal, creo que es por dos razones. Una es por el tópico de la Guerra Fría, y empezando por James Bond, los malos siempre han sido los rusos. La segunda razón es que, desde la llegada al poder de Vladimir Putin, y sobre todo a partir de 2007, este ha declarado que especialmente la OTAN, Occidente y los Estados Unidos son enemigos y los que directamente amenazan la seguridad nacional de Rusia. Tanto EEUU, como la OTAN, son líderes del mundo occidental, el mundo que tiene una poderosa diplomacia pública a la hora de definir amigos y enemigos. Una poderosa máquina, empezando por Hollywood. También creo que hay una serie de asuntos objetivos que han llevado a la ruptura de cooperación con Occidente. Estos son la guerra con Georgia en 2008 y lo ocurrido en Crimea y Ucrania en 2014.

- ¿La relación con Venezuela es otro motivo para desconfiar de Rusia?

- La relación con Venezuela es muy compleja. El límite del poder de Rusia se verá en Venezuela. Lo que pasa es que no se puede definir dónde está este límite porque no tenemos bola de cristal. En cualquier caso, el hecho de que Rusia haya pospuesto el pago de la deuda de 2017 a 2023 a cambio de controlar buena parte de Citgo [filial de PDVSA en EEUU] y a cambio de derechos de exploración de los lugares emblemáticos de los recursos de Venezuela es una clara señal de cómo un país puede aprovecharse de otros más débiles sólo porque el gobierno se quiere mantener en el poder a cualquier precio. La oposición venezolana está en contra de los continuos acuerdos con Rusia, que están vendiendo prácticamente la mitad del país. En este sentido, Rusia no es un actor en el que la misma Venezuela puede confiar. Sí, ayuda al régimen a mantenerse en el poder, pero los que están en contra del régimen no lo apoyan como un régimen constructivo. Es obvio que los Estados Unidos no lo percibe como tal. Como ha sido el caso de Siria.

- Usted dice que Siria no es Venezuela.

- En Siria, Rusia se ha salido con la suya. Los EEUU querían un cambio de gobierno y la salida de Bashar al-Asad, mientras que Rusia ha querido lo opuesto y lo ha conseguido. En Venezuela es mucho más complicado. Tanto para EEUU, como para Rusia. A ninguno de los dos le agrada la idea de una intervención militar. En este sentido, la percepción de Rusia como actor poco constructivo es porque tiene objetivos opuestos. Y lo que es muy llamativo en el caso de Venezuela es que los países vecinos apoyan a EEUU. Los primeros que han reconocido a Guaidó son los países de la zona. Y en el Grupo de Lima, Rusia no es miembro.

- ¿Puede colaborar Rusia con la transición que plantea Juan Guaidó en Venezuela?

- Rusia quiere apoyar a Maduro porque lo considera una parte del derecho internacional. No reconoce el derecho de ningún actor extranjero en derribar un régimen. Eso ha demostrado en Siria. Eso está demostrando en Venezuela. Por otra parte, Putin ha hecho negocios con Maduro y tienen acuerdos personales. Y, por último, Rusia quiere cobrar su deuda. Por eso mantiene relaciones con la oposición. Sea constructivo o no, dependiendo cómo se mire, es un actor importante y necesario para consultar. Dicho esto, Rusia no es un país que puede ser mediador entre la oposición y Maduro. Rusia, al final, lo que está haciendo es defender sus propios intereses.

- Usted lo dice en su informe. Rusia no es una potencia, pero lo cierto es que en América Latina todos la consideran como tal…

- Se habla de Rusia en estos términos porque es una potencia virtual y está presente en medios de comunicación en español. Tiene una presencia histórica durante la Guerra Fría y antes de la Guerra Fría. Está la migración rusa de las comunidades judías antes de la Revolución Rusa. Se habla de Rusia porque es activa. Y porque también sorprende que, debido a su debilidad económica, que la tiene, es un país que ha conseguido jugar muy bien la partida con cartas bastante malas. La UE es mucho más rica que Rusia, pero no es un actor estratégico, como sí lo es Rusia. Y en cierto modo Rusia también es un actor estratégico por su poder militar y nuclear.

- Pero qué es más importante en este momento, que Rusia sea una potencia militar y nuclear, o que Rusia se una potencia manejando la información.

- Rusia es una potencia nuclear y siempre lo será, pero creo que estamos en el siglo XXI y las armas nucleares no son instrumentos que un país usa diariamente. Es un buen método de disuasión y de prestigio, eso sí. En este sentido son más útiles las redes sociales y los medios de comunicación teniendo en cuenta que Rusia es una potencia virtual. Lo es porque tiene medios de comunicación, y también es virtual porque su presencia puede ser mayor en América Latina.

- El término virtual también se asocia a Rusia cuando hackea redes y crea campañas de desinformación…

- Son dos cosas diferentes. Hasta ahora, un ciberataque es muy difícil de atribuir, porque una de las cosas que garantiza un ciberataque es el anonimato. Nadie hace un ataque cibernético, sino que lo pasa por redes. Los ciberataques más conocidos vienen de China y Corea del Norte. No de Rusia. Aunque está la cuenta del Partido Demócrata en Estados Unidos hackeada por los rusos. En Latinoamérica, sin embargo, no hay constancia de algo así. De lo que sí hay es de la propaganda y campañas por redes sociales con participación de Rusia en México y en Colombia con usos de falsas cuentas de Twitter, el uso de bots y trolls... Cosas demostradas en los países latinoamericanos, pero también en Cataluña, en Europa. Lo que se refiere a las noticias falsas y la desinformación es un fenómeno muy presente, pero que, en ningún caso, ni siquiera en EEUU donde se ha investigado dos años el asunto, se ha demostrado que Rusia haya tenido una influencia decisiva en los resultados electorales.

Al Navío

Viernes 29 de marzo de 2019

https://alnavio.com/noticia/18036/actualidad/el-limite-del-poder-de-rusi...

 6 min


Pedro Vicente Castro Guillen

Este encabezado un tanto raro obedece a que la Contraloría General de la Republica usurpada por la kakistocracia roja se pronunció con una inhabilitación chimba al Presidente (E) Don Juan Gerardo Guaidó Márquez. El Señor Presidente lo puso en su sitio con una verdadera sentencia corta y precisa al Sr. Amoroso: ni Usted es contralor ni la asamblea comunal es legal. Sencillito, sin mucho hablar. Entonces aquí lo que se aclara que los organismos confiscados por la tiranía no son legales y mucho menos legítimos, es por ello que la Sra. Ortega sigue siendo Fiscal General de la República y hay un Tribunal Supremo que ejerce en el exilio.

Que esto no se lo puedan tragar los rojos, eso está muy claro, porque para ellos es muy duro de entender que el Presidente (E) es el resultado de una habilitación política Constitucional y democrática realizado por el único poder aún legitimo como lo es la Asamblea Nacional. Se realizó un acuerdo político que produce la investidura de Juan Guaidó como Presidente de la Asamblea Nacional y el resto ya lo conocemos todos los venezolanos.

Esto nos lleva a que no es verdad que hay dos presidentes: hay un presidente encargado y un usurpador del poder que, cada vez más dicho sea de paso, tienen menos poder real, porque ha perdido capacidad para manejar recursos reales y simbólicos muy significativos, como por ejemplo, la alianza de las relaciones exteriores que importan en este momento la dirige Juan Guaidó con sus principales aliados los EE.UU. el grupo de Lima y la Comunidad Europea. Ha perdido fuerza Maduro en el manejo a voluntad de la industria petrolera y de las finanzas internacionales del país. Pero además Maduro no controla la economía que esta desbocada en un proceso de hiperinflación infinito y el actual colapso de la infraestructura eléctrica lo deja con un país paralizado en el que prender el Metro o enviar agua se convierte en un dilema perverso para el régimen y un verdadero suplicio para los ciudadanos. El régimen sólo cuenta, es verdad, con la represión brutal de los colectivos y de las Fuerzas policiales, concedo que eso no es menor, pero eso también lo debilita porque le genera un rechazo extremadamente fuerte de la comunidad internacional, lo aísla, como lo acabamos de ver con el contundente informe de la Comisionada de Naciones Unidas Michell Bachelet. Las mandíbulas de las sanciones en cabeza de los principales capataces del régimen no van a aflojar a menos que se allanen y estén dispuestos a dejar el poder.

El Presidente (E) Don Juan Guaidó, ha planteado la operación libertad que pone cabeza de todos los ciudadanos la inmensa, perentoria e ineludible tarea de sacar del poder a Maduro y sus turiferarios. No es posible pensar que nos vamos a quedar en casa esperando o viendo por TV como los gringos sacan del poder a los rojos. Tenemos que salir a echarle corazón, organizarnos como se nos ha planteado y plantarle cara al régimen.

Eso es lo que toca. El Presidente (E) Guaidó ha dicho muy claro que no va invocar el 187-11 sin garantías de que se vaya a ejecutar una medida de semejante calibre, que lo hará sólo cuando sea posible, porque ha sido muy claro en plantear que no estamos solos, que el mundo democrático nos apoya. La posición de los EE.UU., el Grupo de Lima y la UE, sostienen el mismo libreto que el liderazgo interno: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.

El régimen se acaba de volver a equivocar cuando rechaza la proposición de Federica Mogherini alta representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea para unas elecciones libres, porque en la actual situación la banda roja no puede sostener la negativa a una solución pacifica sin que eso tenga consecuencias nefastas para ellos. Vuelvo a un punto, todos los días se produce en la Comunidad Internacional eventos catastróficamente significativos para el usurpador; Antonio Guterres Secretario General de la ONU, quien se había mantenido en el hilo de la neutralidad casi absoluta en relación a Venezuela, se acaba de pronunciar contra el arresto de arbitrario de Roberto Marrero, una vuelta de tuerca más que un Organismo de tal calibre se manifieste sin ambages contra las arbitrariedades de la tiranía sin dejarle ningún tipo de juego en el escenario internacional, más allá de actos de efectismo como la traída de los militares rusos, que les valió una vapuleada por parte de la cúpula de los EE.UU.

Entonces, lo que los venezolanos, contrarios a la kakistocracia roja, estamos obligados a emprender es respaldar disciplinada y combativamente la posición del Presidente (E) Guaidó y prepararnos para luchar por nuestra liberación, por que es nuestra responsabilidad independientemente de que la ayuda externa va a estar presente en la operación libertad.

@pedrovcastrog

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Violencia extrema ideologizada chavista-madurista fue lo que mostró el Ejército Popular en su primera batalla en el puente de la Av. Fuerzas Armadas, como colectivo de la revolución castrocomunista, que apuesta anclar la guerra civil en Venezuela para intentar contender su derrumbe imparable, como régimen militarista palanqueado por un cuerpo de generales, mandados por Padrino López, quien se autodefinió el 5 de mayo de 2018 como marxista-comunista-leninista. Ese Ejército Popular demencial, borracho de maldad, de salvajismo, en un “pasaje de líneas” en su ataque a una zona urbanizada desplazó a la policía –inepta- para arremeter de manera criminal contra la ciudadanía venezolana y fue derrotado.

Ejército Popular que muestra el bestiario de la revolución bonita, exhibió prontamente su incapacidad para destrozar la estructura de concreto, que sirvió de área fortificada a un grupo de ciudadanos que reclamaban agua, luz eléctrica, servicio telefónico y seguridad policial, todos responsabilidad elemental de un gobierno que por ladrón, inepto y primitivo no ha podido… ni podrá hacerlo. En consecuencia, el Ejército Popular derrotado ya sabe, que no podrán matar a los demócratas, que los ciudadanos están dispuestos a defender sus derechos y hacer su reclamo, que no es otra cosa más que la salida del gobierno y del poder político de esta revolución perversa -desgracia histórica y vergüenza política- en la cual los hombres de uniforme, como sostén de esta tiranía, tendrán que rendirle cuenta a la historia y a la sociedad democrática venezolana.

La combinación de gobierno maula, más cuerpo armado corrompido, más un Ejército Popular escoria social ¡No podrán cercar la democracia ciudadana! que crece en su decisión política, para desplazar la desgracia más terrible que ha afectado a Venezuela en su historia política. Ya deben tomar nota cierta quienes disfrazados de pandilla enmascarada, armados como Ejército Popular y trasladados en moto, creen que la sociedad democrática puede ser arrinconada por tarifados que se imaginan podrán detener la decisión civilista de mujeres y hombres crecidos en la democracia como modelo de vida política.

El Ejército Popular como masa social perversa nacida de la arbitrariedad, impulsado por el terror y dispuestos actuar como masa de choque de un régimen agotado, agotado por inepto y atrabiliario, tiene que medir el coraje y la convicción ciudadana democrática que no tiene espacio, pero más claro aún, configuraran una respuesta. Respuesta política de acción… la Transición Política que culminará con la desobediencia ciudadana, con lo cual el régimen no tiene ni tendrá ninguna posibilidad de maniobra ni espacio, ya que a partir de allí la ley y los tribunales actuaran en apoyo al Orden Social de una democracia renovada como modo de vida decente.

El régimen madurista-militarista que hoy encubre al Ejército Popular forajido son herederos de la conspiración y militarismo obsecuente, cobarde e inmoral basado en mafias internas y externas anclados en el paramilitarismo. Conspiración para la violencia, la propaganda y la guerra psicológica, que ya las entiende el ciudadano democrático y está dispuesto a enfrentar los colectivos criminales, a sus protectores inmorales, y al cuerpo armado que lleno de corrupción, ineptitud y cobardía, ha dado la espalda a los demócratas y la democracia, pero presienten inequívocamente un cambio político.

Un cambio político cuyo inicio es enfrentar y derrotar las huestes de tarifados y perversos colectivos, embriagados de la locura primitiva de la violencia y la sin razón –a tal extremo- que desconocen la Constitución, el buen vivir, y la cultura política de este país republicano. Cambio político que desplazará este desgobierno inepto y farsante que ha llegado a tal nivel de cobardía, que emplea su Ejército Popular –masa social fétida y cobarde- para que en forma cubierta accione como criminales enmascarados. Enmascarados y con armas largas, que en su primera batalla pública y campal fueron medidos y derrotados por unos valientes demócratas, listos y prestos a responder a la barbarie que ya no tiene más espacio en esta tierra de la decencia y de la dignidad cívica, aunque el gobierno maula, su cuerpo armado corrompido y su Ejército Popular pretendan atemorizarlo.

El Ejército Popular derrotado en el puente de la Av. Fuerzas Armadas en su “pasaje de línea” como masa social, nacida de la arbitrariedad, del terror y del miedo, ya tiene su respuesta, la derrota. ¡Que no la olviden! Otra manifestación es el resquebrajamiento social que se observó esta mañana, cuando la masa de venezolano superó las bocas de fuego de la Guardia Nacional. A esa sigue un resquebrajamiento silente, con la cual se llegará a la fractura y luego a la Transición Política. Los barrios de venezolanos nobles de Caracas y de toda Venezuela -como expresión democrática- tienen lista su respuesta ante la cobardía del Ejército Popular, colectivos enmascarados, brutal expresión de la desgracia social impuesta por esta maldita revolución. No hay más espacio para la violencia, habrá respuesta civilista y heroica.

La Venezuela decente, democrática, ha decretado su consistencia social frente la violencia sistemática, la fuerza irracional, la corrupción, la ignorancia y las mafias armadas. Después de esta primera batalla, todos los que se opongan al futuro democrático conseguirán una respuesta cierta, valiente, decidida y voluntariosa con los demócratas del siglo XXI.

Es original,

Director CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 02 de marzo de 2019

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Recientemente, el Presidente Encargado de Venezuela Ingeniero Juan Guaidó y su grupo de trabajo, designaron autoridades para las directivas de Monómeros Colombo Venezolanos y Pequiven. Esto se considera muy importante, ya que los agricultores permanentemente se quejan de la falta de insumos, con énfasis en la escasez de fertilizantes y su efecto determinante sobre los rendimientos de los cultivos. Quizás este reclamo motivó al gobierno interino a tomar esa decisión, ante la actitud del régimen que se denota por las declaraciones de Nicolás Maduro en diciembre de 2017 cuando señaló: “papá Estado no les puede proveer de todo, tienen que buscar sus insumos. Hay que parir compadre”.

Por supuesto, siendo los fertilizantes el insumo más solicitado por los mismos agricultores, y teniendo Venezuela los recursos que le permitirían suministrarles la mayor parte de estos productos, ha sido muy oportuna la designación de nuevas autoridades para estas industrias petroquímicas.

No todos conocen lo que es Monómeros Colombo Venezolanos (MCV). Esta empresa se crea con el nombre de Monómeros de Colombia en 1967, como una sociedad de responsabilidad limitada en la cual participaba el Instituto Venezolano de Petroquímica (IVP). Se inicia con la producción de caprolactama que es una molécula derivada del tolueno, utilizada en la síntesis del nylon. En 1968 pasa a denominarse Monómeros Colombo Venezolanos, S.A. En 1985, para aprovechar las ventajas del Acuerdo de Cartagena se transformó en una empresa Multinacional Andina. En 1990, entre MCV y el Grupo Clipper que es una empresa naviera danesa, se crea la Compañía Naviera Compass Rose Shipping, Ltda, para prestar servicio de carga a Colombia y Venezuela desde algunos países de Europa, África Occidental y USA.

En el año 2002, MCV adquiere la operación de fertilizantes de la empresa Cargill en Colombia, para producir fertilizantes en una planta en Buenaventura, ubicada en el Pacífico colombiano, y proceder a su comercialización. Para el 2006, Pequiven adquiere el 100% de las acciones de MCV y para el día de hoy es una filial de Pequiven.

MCV produce actualmente una amplia diversidad de fórmulas de abonos NPK complejos, productos simples y mezclas físicas, además de una línea para fertirrigación a base de nitrato de potasio y fosfatos de amonio. Se estima que en el 2018 MCV logró suplir un 20% del mercado de fertilizantes en Colombia. Esto demuestra el gran apoyo que pudiera dar MCV al suministro de fertilizantes para la agricultura venezolana.

Por otro lado, Pequiven es la gran industria de fertilizantes del país, con sus plantas en Morón-Carabobo, El Tablazo-Zulia y Jose en Anzoátegui, las cuales, a pesar de tener una buena capacidad instalada, operan a muy bajo ritmo o no operan. En gran medida, esto es causa del desabastecimiento de fertilizantes para nuestra agricultura.

Recordemos que Pequiven puede producir todos los fertilizantes nitrogenados y fosfatados que necesitamos, ya que tiene la infraestructura y las materias primas. Para los nitrogenados se necesita, entre otros, nitrógeno del aire y metano del gas natural, que serían recursos que deberíamos disponer sin limitaciones. Para los fosfatados tenemos yacimientos de roca fosfórica repartidos por buena parte del territorio nacional, que contienen recursos indicados e inferidos de 2.652 millones de toneladas de roca fosfórica (o fosforita, o apatitas), suficientes para cubrir la demanda actual de P2O5 por más de 1.432 años. Para estos fosfatados se tiene la planta de Morón y el Complejo de Navay-Táchira. Este último está en construcción desde hace más de diez años por lo que debería evaluarse su culminación, ya que está proyectado para procesar 2,5 millones de toneladas de roca fosfórica al año para producir fundamentalmente superfosfatos, que sería un gran aporte para nuestros campos con suelos ácidos y pobres en fósforo, y para exportar los excedentes.

Entonces, estas nuevas autoridades de Pequiven y MCV, tendrán un gran reto para lograr un adecuado y oportuno suministro de fertilizantes a los productores agrícolas venezolanos, como parte de la recuperación de nuestra agricultura.

Marzo de 2019.

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De nuevo hay enfrentamientos en los medios de comunicación y en las redes entre factores de la oposición, unos apoyando la ruta que ha trazado el Presidente interino Juan Guaidó, y otros que proponen cambiarla exigiendo la aplicación inmediata del artículo 187, numeral 11, donde se autorice la intervención militar extranjera. En este último grupo hay múltiples explicaciones por las que llegan a la demanda de apoyo de fuerzas foráneas, pero en todas está subyacente el de que “hemos hecho de todo” para salir de este régimen autocrático, resumido en “#SolosNoPodemos” de muchos “tuiteros”. Esta es una convicción errónea, sin sustento, en mi particular criterio. Veamos:

Las elecciones parlamentarias de diciembre del 2.015 le dimos una pela al régimen. Fue una campaña unitaria, asumiendo la gran mayoría de los factores democráticos el mercadeo de los candidatos opositores, así no les gustaran. Hubo pocos lunares, pero fue la excepción. Es decir, realmente hubo UNIDAD electoral, por eso los resultados.

Muy pocos días después, el 5 de enero, se produjo un cisma en la coalición opositora, al escoger a la directiva de la Asamblea Nacional. El fondo de la crisis fue la interpretación errónea que hizo la dirigencia política de la derrota madurista: lo vieron como el fin del régimen y, como consecuencia, lo que venía era un nuevo presidente de las filas de la alternativa democrática, cargo al que muchos aspiraban. Un dirigente nacional de uno de los partidos más activos y de mayor militancia, nos confesó que estaban divididos y que todas las decisiones fueron “matizadas” por la “candidaturitis presidencial”. Esta división explica el que cometieran graves errores, como por ejemplo, que la AN no se pusiera de acuerdo para declarar nulo el proceso de selección de Magistrados exprés del TSJ, llamando de nuevo a concurso a los aspirantes, tal como lo permite la “Ley de Procedimientos Administrativos”. Sabemos la consecuencia de ello.

Esta división marcó la gestión de los partidos políticos contrarios al régimen durante los años 2016, 2017 y 2018, asistiendo a las elecciones de gobernadores claramente confrontados, así como a las elecciones subsiguientes, llamando unos a votar y otros a la abstención. Todo este tiempo, la confrontación ha estado aderezada por la pretensión de imponer rutas, insultos y descalificaciones entre quienes han tenido posiciones diferentes en el mundo opositor. Esto se profundizó y permeó a la base social en el 2018, lo que generó dos resultados: 1) atizó la frustración, llegando a la desesperación y la desesperanza de la población venezolana; y, 2) el desprestigio de los propios partidos políticos y sus dirigentes, realidad constatada en las encuestas de opinión. Lo ocurrido demuestra muy poca capacidad del liderazgo para construir consensos, característica esencial de los buenos dirigentes, y sí mucho de autoritarismo que tanto le criticamos a los jefes del régimen.

Comenzando el 2019 se recupera el ánimo de la población, al no ser visibles las diferencias, resurgiendo las marchas y concentraciones multitudinarias, pero al poco tiempo aparece de nuevo la división, siendo Guaidó el centro de las críticas, y sobre quien deslizan sospechas sobre las causas de su comportamiento. De nuevo, vamos camino a un nuevo letargo por la desesperación de los dirigentes, lo que es comprensible en el ciudadano de a pie, pero nunca en quienes quieren dirigir un país.

Lo descrito hasta aquí apunta en una dirección diferente a la etiqueta que hace el título: “#SolosNoPodemos”, sino a “#DivididosNoPodemos”. Claro que así, sin UNIDAD, no podremos derrotar a un régimen autoritario y sin escrúpulos. Por lo tanto, y aprendiendo de los errores del pasado, la etiqueta que deberíamos utilizar es: #UnidosDerrotamosAlUsurpador, siempre que se acompañe de unidad verdadera, lo cual no niega la aplicación en el momento adecuado del artículo 187-11, menos la alianza con los países amigos, que son la mayoría del globo terráqueo, ni consulta alguna al soberano.

edgarcapriles@gmail.com

@edgarcapriles

 3 min