La vida está llena de situaciones agridulces. Si no fuese así, sería muy aburrida. Las dificultades se deben a que no tenemos control sobre algunos hechos o no sabemos manejarlos, por lo que a veces tiene más de agria, que de dulce. La política no es la excepción, con la importante diferencia de que la dirigencia dispone de más información para incidir sobre lo que es conveniente para la mayoría. La misma tiene la responsabilidad de elaborar una salsa agridulce que satisfaga el paladar de los ciudadanos. Aunque entre gustos y sabores hay toda una gama, la percepción es que hasta ahora la receta no ha llenado las expectativas, pero es necesario reconocer que los comensales también hemos fallado al elegir a los chefs o pretendemos tener demasiada injerencia en la cocina. Veamos algunos puntos sobre la receta llamada Primaria.
- En las dos últimas décadas se ha exacerbado la tendencia a dividir a la dirigencia y a los opinadores entre cobardes y valientes, colaboracionistas y patriotas. Esta clasificación absurda nos ha desunido y dificultado salir del régimen. El creernos dueños de la verdad y el apasionamiento dificulta analizar los hechos con cierta objetividad. La Primaria fue un escenario para evidenciar lo dicho, escenario en el que los mirones no son de palo, sino que, con atrevimiento, intervienen en las redes sociales para intentar cambiar el guion, y los actores improvisan imprudentemente.
- Tanto dirigentes, como ciudadanos de a pie, han realizado descalificaciones generalmente injustas. A veces, se hacen frontalmente, aunque sin citar nombres, algo así como un riego con manguera. Otras, por debajo de cuerda. En todo caso, poco constructivas.
- Se regó la voz de que los integrantes del G3, es decir los partidos Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, se oponían disimuladamente a la Primaria, porque sus candidatos se veían con baja probabilidad de ganar. A veces, también se incluía en este grupo a Voluntad Popular. Por otra parte, era evidente que María Corina, Delsa, Andrés Velásquez, César Pérez Vivas y Roberto Henríquez eran partidarios de la Primaria. La dirigencia falló al no discutir públicamente los pros y los contras. El resto de los ciudadanos se inclinó por la Primaria, método más democrático y lógico en condiciones normales. El punto a debatir era sobre el mejor para enfrentar al perverso régimen de Maduro. Ante el hecho cumplido, no vale la pena discutirlo.
- -La polémica sobre si debiera ser con participación del Consejo Nacional Electoral (CNE) controlado por Maduro o sin este organismo fue poco constructiva. Había pros y contras. Los opuestos a que se inmiscuyera al CNE predicaron que se quería entregar todo el proceso a este organismo, mientras que el otro grupo solo pretendía solicitarle cierto apoyo. Este apoyo se consideraba importante, entre otras cosas, para poder votar en los centros educativos, tener ciertas medidas de protección a los votantes y a las cajas con las papeletas y menor costo. Desde luego, también había temor de sabotaje por parte del CNE y de la confidencialidad del votante para impedir represalias del régimen. En fin, como se dice popularmente, ya es clavo pasado, pero dejó ronchas por acusaciones de colaboracionismo y de que el régimen era el que elegiría a nuestro candidato.
- Maduro resultó ser el árbitro al obligar a renunciar a sus rectores en el CNE y, al parecer, intentar que renuncien o destituir ilegalmente a los dos rectores, Picón y Márquez, que no obedecen sus órdenes. Con esta acción evitó más división en la oposición. Evidentemente lo hizo maquiavélicamente por estimar que, sin el apoyo del CNE, la oposición fracasará en organizar la Primaria.
- A pesar de los sinsabores, la Primaria ya tuvo un primer efecto positivo al movilizar candidatos, aceitar las maquinarias, grandes o pequeñas de los partidos, y que se vaya perfilando la correlación de fuerzas, tal y como ha expresado el distinguido y apreciado Gustavo Tarre Briceño.
- A estas alturas, las encuestas indican una clara ventaja de María Corina. Como sabemos, es una fotografía de hoy. ¿Qué harán algunos de los otros candidatos? ¿Se unirán para intentar contrarrestar su avance o lo harán para apoyarla? El olfato político, el tiempo y encuestas más cercanas a la fecha de la elección podrían inclinar la balanza en una u otra dirección. Lo conveniente es que quien resulte electo en la Primaria obtenga un elevado respaldo. Por lo pronto, pareciera positivo que todos sigan compitiendo, pero sin que sus equipos de campaña descalifiquen a los rivales.
- Los sinsabores causados por este proceso no debieran impedir que todos colaboremos en tener una Primaria exitosa, con más respeto entre los contendientes, buena asistencia a las urnas y resultados inobjetables.
- Desde luego, esta actividad autogestionada por los partidos democráticos y por la sociedad civil requiere gran apoyo a la Comisión Nacional de Primaria y a los candidatos que valientemente recorren nuestra geografía. Por el bien de la democracia, tenemos que trabajar para lograr un triunfo rotundo. No será fácil.
- El régimen está apostando a que fracase, pondrá obstáculos y, eventualmente, podrá llegar a utilizar al Tribunal Supremo de Justicia para declarar ilegal la elección o a inhabilitar a quien se perfile como ganador de la presidencial. Si eso sucede, el pueblo, la Fuerza Armada y la comunidad internacional tendrán que activarse. Independientemente de lo que haga Maduro, el resultado será más dulce que agrio.
Como (había) en botica:
El doctor Román Duque Corredor aseveró que “Constitucional y legalmente no existe ausencia absoluta de Rectores del CNE, sino de tres de los cinco que renunciaron. Luego no procede la designación del Comité de Postulaciones, sino su selección de la lista de elegibles de la anterior designación”.
Felicitaciones a la doctora Ana María Font, premio 2023 de L´Oreal-Unesco en Física, nacida en Anaco, graduada en la Simón Bolívar.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
20 de junio 2023