Nicolás Maduro y el príncipe Mohammed bin Salman de Arabia Saudita. Foto: AFP
Estamos cerca de que se disparen los valores negativos de la economía, aunque es algo que todavía puede evitarse. Es cierto que el Estado tiene un problema serio de flujo de caja, pero esa no es la causa del riesgo de recesión con inflación que estamos corriendo nuevamente en estos días.
La pregunta que habría que hacerse es: ¿de qué le sirve al gobierno tener el control absoluto del país, si no puede tomar las medidas que hay que tomar para administrar la escasez y sacar oportunidades de la crisis?
Cuál es el riesgo que corre, si no hay quien lo desafíe, la oposición aún está encapsulada y con serios problemas de homogeneidad, que hacen que aún no sea una opción clara de poder, y en el chavismo… bueno… si alguien lo hace, el mensaje de los trajes naranja, fue harto elocuente.
Por lo que, ya a estas alturas no debería temer el hecho de repetir el pragmatismo extremo que mostró en su momento, al permitir que el “dólar criminal” circulara libremente; porque la formidable maquinaria comunicacional que siempre manejó, pudo transformar y resignificar la ideología, para suavizar el cambio; tan es así que ahora, ya sin calificativos, la palabra dólar es parte del léxico frecuente del chavismo, lo cual, unos pocos años atrás, era impensable. Pues hasta que se derogó la Ley de Ilícitos Cambiarios alguien podía terminar preso por tener dólares consigo.
Entonces, que el poder que tiene el gobierno, pues lo use en la dirección económica correcta, que no es la ideológica, sino que es la misma que les mostró que la economía se estabilizó al desaplicar los controles, y permitir que los precios se formen en el mercado… incluyendo el precio del dólar.
Lo anterior fue como una prueba que uno sabía que tenía fecha de expiración si no se tomaban las medidas completas; si no se formalizaba la economía de mercado y se hacía un compromiso formal de voluntad política; si no se eliminaba esa “espada de Damocles” que pendía sobre la economía de que, de un día para otro, se podría reaplicar lo que se había desaplicado.
Bueno… hemos llegado al llegadero. Este estancamiento se está convirtiendo en retroceso, y si no se toman medidas económicas en un marco conceptual creíble, pues es probable que estemos frente a la profecía autocumplida… si todo indica que pasará… pues, terminará pasando.
Político
Lo que está pasando en la oposición ocurre dentro de una cápsula que hoy es incapaz de “mover el amperímetro” de la política en Venezuela. Nada de lo que diga o haga cualquier opositor, desde los cuasi chavistas, hasta los verdaderos opositores, desde los altamente visibles, hasta los que están en segundo plano, puede influir en el proceso de toma de decisiones.
Ni siquiera en una mesa de negociación, porque el verdadero opositor que mueve todos los relojes del tablero, es el gobierno de EE UU, y los opositores son como la contraparte visible, que si obtiene algo será una sorpresa, y si lo pierde también; su poder e influencia es bajo, aunque hay que estar claros en que el liderazgo opositor, será la cara visible de los logros de EE UU y de los países que se alinean con ellos.
El grupo de opositores visibles, es sospechoso de haber convivido, antes y ahora con el chavismo, siempre bajo la premisa de que “convivencia es permanencia”. Excepción hecha de, al menos dos dirigentes, que nunca negociaron ni aceptaron y que siempre se mantuvieron como opositores francos y limpios, estos son María Corina Machado y Juan Guaidó.
A María Corina, pese a que lidera ampliamente cualquier encuesta, prácticamente no la conocen fuera de Venezuela, y es un actor enteramente interno porque ya quedó en el olvido la reunión que tuvo con Bush Jr. en la Casa Blanca. Mientras que a Juan Guaidó lo conoce media humanidad, pues fue –y sigue siendo– la cara visible de la oposición venezolana en el mundo.
Lo razonable sería que se alinearan esos dos verdaderos opositores y se complementaran para darle entidad y organicidad a la oposición. Lo anterior, más allá de primarias o no… porque la encuesta de la calle, ya tomó su decisión; y si el resultado de la primaria resultara con un ganador diferente, pues volveríamos a lo de la falta de legitimidad, y la credibilidad de la gente volvería a retroceder.
Ahora, qué es lo que está pasando al interior del chavismo. Bueno… el conato conspirativo denunciado por Nicolás Maduro, si bien puso un freno a las ambiciones de los que aparecieron y de los que no, no cambió una realidad que es que difícilmente la comunidad internacional liderada por EE UU, reconozca un gobierno en el que el ganador vuelva a ser Maduro. La elección no lo va a legitimar, más que nada porque los números en las encuestas le son muy desfavorables, tanto para el chavismo como movimiento, como para él como persona.
Por lo cual, la idea de buscar un candidato alternativo es algo que está en las mesas de discusión del chavismo. La diferencia con lo de los trajes naranja, reside en que, a ese candidato, lo debería seleccionar Maduro y no una conspiración. Por eso es que el tema aún no está cerrado.
Supongamos que se designa un candidato alternativo por el chavismo –que según Infobae podría ser alguien del actual equipo ejecutivo– y que se arma una campaña rápida parecida a la que se armó cuando a Maduro le tocó ser candidato por primera vez. La pregunta sería si las reglas de juego se modificarían y se aplicaría el informe de recomendaciones de la Unión Europea, o si se seguiría el mecanismo actual, el cual, ya nos lo adelantaron, no genera confianza en los gobiernos que deberían reconocerlo, y comenzar el levantamiento de sanciones institucionales.
Pero si se aplicara el fair play, las posibilidades de que la oposición ganara son muy, pero muy altas; lo cual significaría la salida del chavismo del poder, lo cual, a su vez, parece impensable por los riesgos que esto les traería aparejado. Hoy, sí hay que pensar fríamente y anticipar un escenario, este sería el inercial, con la continuidad de Maduro en el poder, así como con la profundización de las sanciones.
Social
La crisis en Venezuela ha llevado a una situación en la que las personas se ven obligadas a buscar alimentos en los basureros. Si bien la situación no es nueva, ha ido empeorando con los años, porque la crisis ha provocado una escasez de alimentos, lo que ha dificultado que las personas puedan cubrir sus necesidades básicas.
Algunas personas siguen a los camiones de basura para buscar comida, mientras que otras buscan en los basureros. La crisis también ha provocado una escasez de medicamentos y suministros básicos, lo que dificulta que las personas accedan a la atención médica; agravado por la hiperinflación, con un aumento sostenido de los precios.
La crisis ha llevado a un aumento de la pobreza, con muchas personas que no pueden pagar las necesidades básicas, lo cual ha provocado un aumento de la desnutrición, siendo especialmente afectados los niños.
Como siempre decimos, la situación en Venezuela es compleja y no hay soluciones fáciles; sin embargo, hay pasos que se pueden tomar para hacer frente a la crisis, tales como facilitar el ingreso despolitizado de la ayuda humanitaria, concentrada en los temas críticos y vitales de alimentación y medicamentos.
También hay que apoyar a las organizaciones locales que están trabajando para hacer frente a la crisis, así como las organizaciones internacionales para ayudar a abordar la crisis, como las Naciones Unidas.
Claro que lo anterior es mitigar la pobreza, pero dejando que el pobre siga siendo pobre. La realidad es que habría que implementar reformas económicas que generen empleos genuinos, y, mientras hacen efecto las medidas, brindar apoyo a quienes lo necesitan.
Algunas personas creen que la crisis es el resultado de las políticas económicas implementadas por el gobierno, mientras que otras creen que es el resultado de factores externos como las sanciones y la injerencia extranjera. Es importante considerar múltiples puntos de vista cuando se trata de entender la situación en Venezuela y cómo abordarla.
Pero de una u otra forma, la responsabilidad primaria para mitigar la pobreza, reside en el estado y en su capacidad para liberar la economía y que alcance los equilibrios necesarios. Y el tema de las sanciones debería considerarse como una restricción estructural y trabajar para convivir con ellas. Porque la única manera de que las sanciones bajen o se eliminen, sería con un cambio de gobierno, y eso, eso está lejos de suceder.
Económico
El ciclo iniciado por la caída del consumo a principios de este año, llevó a la acumulación de inventarios, a la baja en la reposición, la nacional y la importada, a las ofertas de 2×1, y al posterior cierre de las empresas y negocios sin las “espaldas” financieras y gerenciales para adaptarse a este tipo de cambios; que para los que tenemos memoria económica, sabemos que ocurrirán, más que nada porque todo el andamiaje económico estaba sostenido solo en las esperanzas de que lo que estaba pasando, se consolidara. Y no ocurrió así sino todo lo contrario.
La idea de rescatar al bolívar atacando al dólar no solo fue una pésima idea de rescate, sino que lo hizo con un sentido abstracto de soberanía, sin tomar en cuenta de que las monedas no son tales solo por las gacetas y los impuestos y amenazas, sino que siguen el flujo de los negocios, y de la confianza de la gente.
Porque la manera razonable de rescatarlo hubiera sido anclarlo al dólar, para que se aprovechara de su prestigio y credibilidad, hasta hacerlos sinónimos. Pero claro… nuestras reservas no dan para esa especie de caja de conversión, y, además, no nos preguntamos mucho de dónde es que salen todos esos billetes de dólar usados y de baja denominación. Porque no provienen de las exportaciones, ni de las inversiones, ni del endeudamiento, ni de las remesas… ¿Entonces? ¿De dónde es que provienen?
Pareciera que aún siguen sin entender que la única manera de que el bolívar vuelva a tener vigencia de negocios, será cuando la economía en bolívares sea más fuerte que la economía en dólares. Esto es que, cuando alguien quiera conocer un precio, pueda considerar al bolívar como una referencia, y eso no está pasando… de hecho, cuando se da un precio en bolívares es solo para medir la inflación y el deterioro.
O cuando alguien quiera hacer una transacción de pago o cobranza, digital o en efectivo, considere hacerla en bolívares, y tampoco ocurre así… en general la gente tiene dólares en efectivo, y no bolívares en efectivo… o electrónicos. Y finalmente, si cuando se puede ahorrar, si la moneda elegida para hacerlo es el bolívar, o es el dólar.
Por eso, las medidas de castigo al dólar, no solo fueron en contra sentido, sino que contribuyeron al aumento de la inflación y a dar un mensaje de falta de coherencia y consistencia en la política económica.
Lo que sí está claro, es que no se ven señales de que la situación económica pueda mejorar en los meses que vienen. Solo un paquete de medidas concretas que aseguren un claro sentido de dirección podría hacer que las expectativas cambien. Y para eso habría que responder a la pregunta del título de este análisis: ¿De qué le sirve al gobierno tener tanto poder, si no puede tomar las decisiones necesarias?
Internacional
Es bueno recordar que el socialismo español, el PSOE, fue el que sacó a España de la pobreza cuando Felipe González firmó el tratado de adhesión el 12 de junio de 1985 en el Palacio Real de Madrid, para el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, a la que se integró efectivamente el 1 de enero de 1986. Tomó medidas liberales y de privatización, y transmitió tranquilidad, prosperidad y progreso; no solo dentro de España, sino también a sus nuevos socios europeos.
Años después, el PSOE de Pedro Sánchez se anotó en el tipo de socialismo de los latinoamericanos, que estaba –y está– fracasando en toda la región, apartándose cada vez más del socialismo europeo que era símbolo de bienestar y de defensa social. Ellos, los de Podemos, que confundieron pueblo con estado y con corrupción, fueron influyendo cada vez más en la izquierda española, hasta que la arrastraron al despeñadero de las elecciones regionales y municipales del 28 de mayo de este año 2023, con una derrota tan brutal que obligó a Pedro Sánchez, a adelantar las elecciones para, o bien ratificarlo a él en el gobierno, o verse obligado a renunciar.
Porque ese solo hecho democrático de adelantar elecciones, es algo que el Podemos de Pablo Iglesias y de Monedero, nunca hubiera hecho; ellos se hubieran mantenido hasta por la fuerza; pero claro… ya ambos nombres habían abandonado el barco y lo dejaron a Sánchez solo con legado, de deterioro económico y de medidas equivocadas. Por lo cual, tendrá que gobernar en coalición, dando inicio a una transición que se convertirá en cambio en las elecciones del próximo 23 de julio de este año.
El contagio de esa ideología que desde las excolonias recibió España, no es sino el reflejo del fracaso, y del cambio que se está dando en Iberoamérica donde la mitad del país colombiano votó por la derecha, la mitad del brasileño hizo lo mismo, más de la mitad del argentino votará en contra del actual gobierno de izquierda, y el chileno que, bueno, ya nadie cree en el socialismo del presidente. Y Venezuela, que ha ido perdiendo la ideología de izquierda, se va manteniendo con políticas de corte liberal, y con más de 70% de la población queriendo un cambio de gobierno.
A la vuelta de un tiempo que no debe superar los 3 a 5 años, toda la región habrá virado al centro derecha, dando inicio a un nuevo ciclo, esta vez de formación de capital y de mejora sustancial en la calidad de vida de la gente. Hoy el salario mínimo mensual está en el entorno de los 6 dólares así que el lector puede imaginarse que la gente no está contenta, cuando la inflación simple inercial superará 300%, si es que no se vuelve asintótica y se dispara.
Es bueno tener en cuenta que la OTAN se está armando de una manera nunca antes vista; y que la industria del armamento, se está convirtiendo en el soporte productivo de los países miembro. Por lo que se puede anticipar que a la vuelta de unos pocos años, deberemos entrar en una conflagración global, con bandos bien definidos, y con precisiones geográficas que no admitirán disidencias… o por las buenas, o por las malas.
La oficina de la OTAN en Japón para atender el tema Indo Pacífico, más los tres países latinoamericanos con acuerdos formales (Argentina, Brasil y Colombia), más los viajes frecuentes de la general Richardson a la región, deben verse como que algo grande se está configurando.
En la última reunión del G7, estuvo el secretario de la OTAN, incorporando el tema militar como un componente fijo de las relaciones comunitarias.
Recomendación
- Al gobierno: que organice una reunión con economistas con el propósito de repensar la estrategia del país. Hoy hay una percepción de deriva, y de que no está claro para dónde vamos.
- A la dirigencia opositora: que evalúe la opción del consenso, por si se adelantan las elecciones y sorprenden a la oposición fuera de base, sin que pueda llevar a cabo las primarias. Aunque las encuestas, base del consenso, dan una ventaja abismal a María Corina Machado.
- A la dirigencia empresarial: que se prepare para enfrentar una nueva etapa recesiva, y busque opciones para mejorar la cadena logística y de suministros, y comience a difundir principios de economía de la base de la pirámide. Precios bajos, calidad alta y envases unitarios.
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