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Análisis de entorno: Las primarias, en sí mismas y por sí solas, no son la solución

Tiempo de lectura: 12 min.

Todo el mundo, en la calle, sabe que el gobierno no tiene entre sus opciones, abandonar el gobierno el próximo año. Y el comentario, de sentido común, es que no tiene ninguna motivación para hacerlo. Tiene hoy una posición de fortaleza como no la había tenido el chavismo en su historia política en Venezuela que arrancó el 4 de febrero de 1992. Hoy, más allá de sus problemas internos, que para ellos son manejables, no corren riesgos ni de golpes, invasiones o levantamientos populares.

Y para colmo, se quedó sin oposición, casi sin esfuerzo, porque articuló las circunstancias como para que la estrategia de “mesita, alacranes y escorpiones” funcionara casi en automático, sin tener que exponerse abiertamente, dejándoles el tema de la autodestrucción directamente a ellos… o a lo que queda de ellos, los opositores.

Y el desmantelamiento opositor es tan brutal que andan a la deriva buscando como punto de referencia, unas primarias que, al ser esencialmente defensivas, es muy difícil que debiliten el poder del chavismo; y, por el contrario, lo más probable es que muestren en toda su crudeza la situación de vulnerabilidad de lo que queda, de lo que en algún momento fue la oposición venezolana.

Porque oponerse es producir impacto, influir, ser tenidos en cuenta, tener iniciativa mediática o popular, que puedan, de alguna forma, inducir toma de decisiones o defender alguna postura conceptual o ideológica. Y tan es así, que los dirigentes se cuidan de hablar mal del gobierno, y descargan su frustración hablando mal de otros que también se dicen opositores.

Les resultó más fácil tumbar a Guaidó que hacerlo con Maduro… ni lo intentaron. Desaparecieron el interinato acabando con lo que se había construido internacionalmente… nada de pensar en reestructurarlo, cambiar personas o roles… no… lo mejor para ellos era destruirlos y comenzar, no desde 0, sino de -14.

Y, para colmo, entran en juego las encuestas, que van mostrando e impulsando candidatos o precandidatos. Algunas, descaradamente ponen de primero a personajes que ni siquiera están en el radar del común de la gente; otras, un poco más discretas, ponen a su candidato de segundo o de tercero. Lo cierto es que el juego de oficialismo-oposición hoy solo se está jugando, tímidamente, en el campo mediático y declarativo.

Porque la realidad es que no hay ni un solo acto de oposición práctica y concreta. No hay protestas políticas, ni marchas, ni movimientos que impulsen esto o aquello… porque la realidad es que hay suficientes motivos para protestar, pero lo que falta es gente que proteste. Porque la gente, la que en varios momentos salió a la calle y aguantó gases lacrimógenos y arremetidas de la guardia, tenía alguna confianza en que las cosas podían cambiar; hoy eso no está.

A cualquiera que le preguntes en la calle quiénes son los verdaderos opositores, casi sin duda, con simpatía por ellos, o no, responderán que son Guaidó y María Corina. Que son los dos que, desde el principio, se mantuvieron en el país, con una actitud frontal… y tal vez en su momento, también Leopoldo López… pero para las circunstancias de hoy ya no cuenta… solo quedan los dos que les mencioné.

Y el resto, con el tema de la actitud de convivencia y aceptación, se ha ido mimetizando dentro del propio ecosistema del chavismo, pero sin significar una presión que los haga sentir en acuerdo con le gente común… la que quiere un cambio… que hoy son más de 80% del país.

El ecosistema chavista se ha visto incrementado, mientras en el opositor, solo quedan unos pocos… que los reconoces porque no atacan a los otros opositores, y sí lo hacen con el gobierno. Mientras que los otros, los que discretamente se fueron desplazando hacia el chavismo, siempre van a atacar a otros opositores, mientras que, al chavismo, “ni con el pétalo de una rosa”

Porque el tema de las sanciones, ya quedó claro que no era algo del interinato, sino que es una actitud propia de EE UU en defensa de su seguridad interior, que no va a cambiar, ni se va a flexibilizar, hasta que nosotros, que nos consideran una “amenaza inusual y extraordinaria”, dejemos de ser un riesgo para ellos. Y eso no pasa ni por elecciones, ni por DD HH… depende de si ellos ven que el riesgo sigue vigente.

Político

El trabajo de la Comisión de Primarias de la oposición es impecable, y no se esperaba menos por el calibre de personalidades que la integran. Pero su trabajo es solo un eslabón más de una cadena de eventos, procesos, circunstancias y percepciones, las cuales finalmente, si se alinean en el tiempo y en el espacio, pudieran dar algún resultado que cambie las cosas en el país.

O sea que las primarias, en sí mismas y por sí solas, no son la solución. Eso debería estar claro para todos.

Tanto las pocas personas que creen que todo está bien, como las muchas que creen que todo está mal, están convergiendo en que las cosas tienen que cambiar; muy pocos creen que las cosas podrían mejorar. Los primeros están aterrizando que lo bueno que creen no es sostenible, y los otros, la mayoría, están llegando a un punto de saturación.

Un punto de hartazgo de que siempre haya problemas de agua, que la luz es inestable, que la internet no es buena, que no puedes usar libremente el pasaporte venezolano, que no puedes hacer transferencias al exterior, y que estamos cansados de ser los “sospechosos de siempre” por parte de los oficiales de cumplimiento de los bancos internacionales. Y ni que hablar de la inflación, de la dolarización que nunca se formaliza, o de la pulseada entre el mercado y el Plan de la Patria.

La teoría dice que el punto de las primarias, debe ocurrir recién después de agotar las vías para acordar o negociar; y a esto solo llegaremos después de que el hartazgo haga crisis y produzca un colapso. El colapso no necesariamente es violento… en nuestro caso, la gran masa de la población no está dispuesta a inmolarse a través de una vía violenta; no cree en sus líderes, y con las excepciones mencionadas más arriba, creen que le hacen el juego al chavismo.

Hay otras formas firmes y contundentes de protestar que no son ni violentas ni conspirativas.

Social

La base social del país, que está en pobreza de algún tipo, está muy alejada de la política y de los políticos. Sus problemas son reales y con política ya aprendieron que no los solucionarán.

Unos protestan, otros buscan en la basura y los menos consiguen algún trabajo eventual. Tenemos una sociedad fragmentada en la cual se trabaja con el efecto derrame… por gravedad.

Los 400.000 que concentran la riqueza, contratan a los más de 2.000.000 que trabajan para ellos, y estos, a su vez, promueven otros 2.000.000 de personas, que son como el piso de la parte de arriba de la pirámide, que, en total, está en el orden de los 5.000.000 de personas.

Los 21.000.000 restantes viven de ayudas del Estado y del goteo que permea de los de arriba. Son, al mismo tiempo la carga que debe ser sostenida por la parte de arriba, y la oportunidad de crecimiento y salida. Porque una masa tan grande gente, si se pone en movimiento, puede producir resultados asombrosos de crecimiento.

El tema es cómo pasar de carga a oportunidad. Y tal vez esto esté relacionado con los párrafos anteriores, donde esa masa tiene el poder de cambio en sus manos. No lo saben… no saben que son la oportunidad, ni saben cómo articularse. Por eso es que decimos que los liderazgos políticos han fracasado. Lo más que pueden hacer, los de un lado, es mantenerlos quietos “debajo de la alfombra”, y los otros, a los que les interesaría sacarlos de ahí y ponerlos a producir, pues no lo han, ni siquiera intentado.

Este es el país de la región que tiene mayor porcentaje de pobres y muy pobres; y no los tratamos con criterio de sacarlos de la pobreza, sino de mantenerlos ahí, donde están, tratando de invisibilizarlos.

Esas bases de pobreza son la esencia de la abstención electoral; y si se les suman los de arriba, desencantados de la política, pues tendremos que solo votarán los que se vean motivados de manera especial y específica, que no serán todos, y, seguramente, no serán opositores.

Económico

Está claro que el modelo socialista que ha manejado el chavismo no resultó viable y los opositores no tomaron ventaja de esa situación haciendo propuestas de cambio y de mejores prácticas. De hecho, cuando en 2019 tuvieron la oportunidad de presentar algo, no produjeron nada novedoso, sino que continuaron con el estatismo y la dependencia petrolera. Haciendo un corte al día de hoy, no hay ni una sola propuesta de política económica por parte de la oposición. Hacen alguna crítica o un rechazo aquí y otro allá, pero no hay una propuesta concreta.

Bueno… podría pensarse que ya es tarde para propuestas disruptivas, porque el mismo chavismo las está proponiendo. Está presentando ideas innovadoras y las está llevando a la práctica.

Porque dolarizar, liberar precios y promover el mercado de capitales no salió de la oposición sino del centro del mismo gobierno. Es lo que llamo el neo chavismo de mercado, enfrentando al chavismo tradicional del Plan de la patria. Ellos están llenando los espacios de cambio y, aunque aún muy lentamente y sin la seguridad de continuidad, pero han ido moviendo el sentido de dirección hasta tener una economía hipercapitalista. Pequeñita, estancada, pero muy capitalista.

Si estas medidas se tomaran en un contexto político distinto, y si contaran con el apoyo y la confianza de la gente, pues los resultados ya estarían siendo otros. Es donde el qué y el cómo, son menos importantes que el quién lo hace… el neo chavismo no tiene el respaldo popular, y para colmo, tiene en contra al chavismo clásico… el de los controles y el anti empresa y mercado.

Claro que la oposición aún puede tomar las banderas del mercado y la privatización, con estrategia profundas de inclusión social; no para administrar la pobreza, sino para sacar a la gente de la pobreza. Aún quedan para bandera de la oposición, los espacios que el chavismo no ha sabido/ querido formalizar, principalmente porque entre sus filas no cuentan con cuadros familiarizados con el capitalismo; al capitalismo le ven como el enemigo y no como la solución. Mientras que los opositores, aunque en su mayoría siguen siendo estatistas, al menos tienen la formación básica en las leyes del mercado.

Hay un largo camino por recorrer, porque no hay nada que indique que a corto plazo puede haber un cambio de gobierno. Lo que sí podría haber es un cambio en el sentido de dirección de la revolución, pero que va a salir del seno del propio chavismo.

Internacional

El 24 de febrero se cumplió un año desde la Operación Militar Especial de los rusos contra Ucrania, que iba a durar 72 horas… bueno… duró un poco más que eso. Arrancaron ese día con Crimea tomada por ellos, y un par de provincias separatistas que intentaban anexarse. Si bien hoy tienen una parte de esas provincias, lo cierto es que el costo de estar allí, no pareciera ser compensatorio de los logros.

Porque si lo apreciamos en un contexto mas amplio, hoy Rusia es el país con mas rechazo del planeta, habiendo sido rechazado por 141 países en la ONU, con 32 abstenciones (incluyendo a China) y contando con el apoyo de solo 7 países, que son los mismos parias de siempre, Corea del Norte, Irán, Nicaragua, Bielorrusia, Mali, Eritrea y Siria.

El jefe de la OTAN reconoció los dos errores estratégicos que cometió Putin en su decisión de atacar a Ucrania: uno fue subestimar la fuerza y valentía del pueblo y el ejército de Ucrania; y el otro fue también subestimar la determinación y la unidad de la OTAN y de sus socios.

Porque no cabe duda que Putin se creyó su premisa de la OME de 72 horas. La próxima semana se cumple un año de esa atroz invasión y el grado de deterioro de Rusia es muy grande. No solo en cuanto a pérdidas materiales militares en los frentes de batalla, sino pérdida de mercados, bloqueos en el flujo de productos, rechazo mundial a todo lo que tenga que ver con Rusia, y una pérdida de reputación y confianza que demorará décadas en ser recuperada.

El destino final, puede anticiparse que será la rendición incondicional, la desmilitarización y el desarme; además de la pérdida de control político institucional de su país, que será tomado y ejercido por las fuerzas vencedoras. Y el resultado, para ellos, será el opuesto al que motivó su operación, que era recuperar los territorios de la antigua “cortina de hierro”.

De allí que ahora esté amenazando con atacar a Polonia, y que las fuerzas militares en el Báltico estén en alerta. El ataque ruso logró además expandir los presupuestos de defensa de todos los miembros de la OTAN, y comenzar a contar con “invitados” como Suecia y Finlandia, en su proceso de adhesión. No solo invierten en equipos convencionales de blindados y de infantería, sino que están probando nuevas tecnologías para anticipar la etapa que puede llegar en el 2do semestre, en la cual la OTAN ingrese formalmente en la guerra, y que EE UU, antes o después, se involucre en lo que se reconoce el conflicto global post WWII.

Porque a la guerra fría la ganó EE UU con el desmantelamiento de la URSS y la incorporación de Rusia al mercado capitalista. Y esta segunda etapa, iniciada por Putin tratando de regresar a la Rusia de los zares y al águila bicéfala, tiene como objetivo volver a enfrentar a EEUU, tomando como excusa el caso de ucrania. Pero la diferencia en poder militar es tan, pero tan abismal, que prácticamente Rusia no tiene posibilidades de salir bien de esta guerra que ellos mismos comenzaron.

Recomendación

  • Al gobierno: que se aleje lo más que pueda de las actividades económicas, incluyendo a aquellas que por ley le correspondería. Ha llegado el momento de tomar decisiones acordes con las circunstancias actuales; que no solo incluyen cambios demográficos y tecnológicos, sino que deben considerarse como condiciones permanentes a las sanciones de EE UU. Y que imite la situación de los peruanos que han logrado desenganchar la política de la economía. O de los brasileros que tuvieron 0,5% de inflación mensual bajo un gobierno de izquierda.
  • A la dirigencia opositora: que reconozca que están alejados del afecto de las bases; que ya no los representan y que los objetivos comunes que tenían han perdido coincidencia. Que ha llegado el momento de que surjan nuevos liderazgos con un perfil de patriotismo que haya quedado evidenciado con sus actos, de los públicos y de los privados. Con un par de excepciones honrosas, todos los dirigentes que aspiran a ser presidentes, han jugado a la ambigüedad y han puesto en juego sus principios. La gente ya no cree en ellos… ni en las encuestas que impulsan a unos y a otros.
  • A la dirigencia empresarial: que reconozca la gran oportunidad de la economía de la base de la pirámide y comience a incorporar e impulsar nuevos modelos de negocio. Hoy todo gira alrededor de los 5.000.000 de arriba, y estamos perdiendo la oportunidad con los 21.000.000 de abajo. Se trata de cambiar los pesos en la ecuación de precio por cantidad. Para los de arriba, precio alto para solo 5.000.000; para los otros, precio muy bajo multiplicado por una cantidad 4 veces más alta. Y el resultado seguramente será mejor en el segundo caso, y lo más importante, será sostenible en el tiempo.