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Antes, durante y después de la elección

Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 3 min.

El 28 de julio decidiremos si queremos que el régimen siga destruyendo a Venezuela, reprimiendo y empobreciendo a sus ciudadanos y separando a las familias o si será el paso inicial para tener un mejor país para todos. No tenemos duda de que habrá una elección que ganaremos los demócratas, aunque no será libre, ni limpia. No habrá invasión a Guyana porque, entre otras razones, ni Cuba, ni Brasil apoyarían esa aventura. Maduro apuesta a ganar como sea y los demócratas estamos seguros del triunfo de Edmundo a pesar de los obstáculos.

Antes: los rojos se prepararon desde mucho antes para intentar mantenerse en el poder. Para ello, designaron inconstitucionalmente al Tribunal Supremo de Justicia, al Consejo Nacional Electoral, secuestraron el poder Judicial, cerraron o compraron 400 medios para casi garantizar   la hegemonía comunicacional e intervinieron por vía judicial a los partidos políticos AD, VP, Copei y PCV para entregarlos a testaferros del régimen. En el caso de este 28 J, vetaron la candidatura de María Corina ante su avance arrollador en el fervor popular, le impiden abordar aviones y obstaculizan sus desplazamientos por carreteras. Según la ONG Acceso a la Justicia, en los recientes seis meses se han producido 46 detenciones arbitrarias de activistas de la oposición y de comerciantes que han prestado apoyo logístico a María Corina, 86 por ciento con desapariciones forzadas de corta duración. Ocho distinguidos integrantes de su equipo electoral tuvieron que refugiarse en la embajada Argentina y ocho alcaldes fueron inhabilitados. 

Además, adelantaron la elección, restringieron el Registro Electoral en Venezuela y en el exterior, multiplicaron los Centros Electorales de una sola Mesa y los ubicaron en localidades que les es más fácil controlar con sus grupos violentos, seleccionaron arbitrariamente Miembros de Mesas y obstaculizaron la designación de testigos. Por si fuese poco, utilizan recursos del Estado para la campaña de Maduro y no permitieron la observación de la Unión Europea y de la OEA.

Durante: Nuestros testigos y Miembros de Mesa deben llegar de primeros a los Centros y quedarse durante todo el proceso. Los electores deben regresar a su Centro de votación para presenciar el escrutinio y dar apoyo moral a quienes trabajan, procediendo como buenos ciudadanos.  El régimen intentará amedrentar a los votantes y multiplicar hasta donde puedan los votos asistidos. Algunos de los jefes de Centros tratarán de inmiscuirse en lo que no les corresponde y procurarán atemorizar a nuestros testigos. En varios Centros, esperamos que en pocos, algunos oficiales del Plan República quizá puedan tolerar la presencia de grupos violentos. 

Después: Edmundo González ganará por amplio margen, pero algunos temen que Maduro no reconocerá su triunfosea alterando los resultados con la complicidad de su mayoría en el Consejo Nacional Electoral o por intervención de la Fuerza Armada. Al respecto hay que estar conscientes de que esta elección, al igual que otras, no será libre, ni limpia. Maduro ha estimulado la abstención con la prédica de que mantendrá el poder por las buenas o por las malas y, lamentablemente, algunos de los nuestros contribuyen a desanimar a los electores con la aseveración de que el fraude está en las máquinas y que, a pesar de que Maduro tiene la popularidad en el suelo, el proceso de transmisión de los datos cambiará el resultado. 

Es cierto que cualquier sistema automatizado puede ser alterado, pero puede neutralizarse y, en el peor de los casos, queda la huella. La oposición ha reiterado que realizará las auditorías al proceso. En el caso negado de que logren interferir a su favor, al tener   las Actas y revisar los cuadernos de votación quedaría en evidencia el posible fraude. Además, si se vota masivamente les será cuesta arriba alterar los resultados. Es decir, con testigos y al tener todas las Actas, no hay duda del triunfo de Edmundo. Con respecto a una intervención de la Fuerza Armada para desconocer el resultado, es posible, pero muy poco probable. Sus integrantes deben estar conscientes de que ello ocasionaría un grave daño a la institución con consecuencias peligrosas. 

Maduro, los rectores del CNE y la Fuerza Armada deben entender que el país decidió que haya un cambio. Torcer la voluntad popular ya no es posible. Esperamos no corran ese riesgo e inicien negociaciones. A todos nos conviene un cambio pacífico.

El mensaje a los ciudadanos es:  hay que votar. A Maduro, al CNE y a Padrino: no se atrevan a dar un golpe de Estado. A Edmundo: hay que defender el voto y negociar.

Como (había) en botica: ¡

Bravo por la orquesta Cruz Diez! 

Cortar árboles para obstaculizar el paso a María Corina es un ecocidio ¿qué acción ha tomado el alcahueta Ministerio del Ambiente? 

Lamentamos el fallecimiento de César Quintini Rosales, destacado profesional del sector eléctrico, excelente ciudadano y primo.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados! 

eddiearamirez@hotmail.com