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Asesinato político: tragedia en dos actos

Tiempo de lectura: 4 min.

Fue un asesinato premeditado. La última puñalada la dieron sin tomar en cuenta las opiniones del Bloque Constitucional, ni del TSJ legítimo. Señal de que, si llegan al poder, harán lo que les venga en gana. Lo planificaron paso a paso, ocultando sus perversos propósitos. Los conjurados iniciaron sus viles intenciones en enero del 2019, día en que fueron sorprendidos por un joven recién salido del cascarón de la política. No podían perdonarlo, ese fue el primer acto de la tragedia. Procedió sin el visto bueno de un Areópago constituido por arcontes venidos a menos, pero reacios a perder el acceso a los churupos. Los linchadores contaron con unos cómplices necesarios, los cuales visualizaron, equivocadamente, que podían ganar popularidad desacreditando al recién llegado a la política. ¿Qué logró el gobierno interino? ¿En qué falló? ¿Qué alegaron los golpistas?

Los logros: sembró la esperanza de que pondría fin a la usurpación de Maduro y de la caterva que lo rodea. ¿Cometió un error? ¿Acaso los seres humanos no necesitamos de una esperanza para soportar las penurias que nos aquejan? ¿Acaso ha debido decir, olvídense, este régimen durará muchos años? El año que viene en Jerusalén, clamaron durante siglos los judíos de la diáspora, hasta que, felizmente, lo lograron. Esa esperanza es la que nos mantiene en la lucha contra la narcotiranía. ¿Acaso fue poco el haber logrado que más de 60 países desconocieran la elección del 2018, en la que Maduro usurpó el poder? ¿Acaso no es importante que el gobierno interino tuviese embajadores en la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos, Canadá y en muchos otros países, los cuales han realizado una excelente labor? ¿Acaso es poco el haber defendido valiosos activos en el exterior, especialmente Citgo?

Lo que no logró: no pudo poner fin a la usurpación de Maduro. Ese fue el reclamo de algunos, alegando que no había cumplido el “mandato” de las dos consultas populares ¿Acaso le dimos las herramientas? ¿Acaso el régimen no cuenta con el Alto Mando de la Fuerza Armada y con un sistema judicial sumiso? ¿Acaso la represión no ha acallado, por ahora, las grandes protestas populares y neutralizado posibles huelgas generales? También lo atacaron por no exigir la aplicación del Acuerdo sobre Responsabilidad de Proteger (R2P), a sabiendas de que ningún país estaba dispuesto a ponerlo en práctica.

Los errores: varios fueron los errores del gobierno interino:

  1. El manejo inadecuado de la empresa Monómeros Colombo-Venezolanos. No hay pruebas de corrupción, pero esa es la percepción. Lo cierto es que inicialmente designaron una directiva y gerencia idóneas y, al poco tiempo, la cambiaron, para tener influencia política. Lógicamente, la gente asoció el cambio a contratos con gente amiga del G4. Según parece, Manuel Rosales y Leopoldo López fueron los responsables. Lamentablemente, pasaron por alto el informe de los diputados de grupo 16J.
  2. Otro error fue hacer caso omiso a las denuncias de Humberto Calderón Berti, sobre posible corrupción en la ayuda humanitaria donada por particulares.
  3. No haber rendido cuenta de la distribución del dinero del Estado venezolano procedente del exterior. ¿Cuál fue el temor? ¿Acaso no es lógico y permisible que nuestros diputados legítimos y otros funcionarios del interinato reciban cierto aporte para sobrevivir?
  4. No haber consultado con militares retirados la “parada” que tiraron Guaidó y Leopoldo López en abril 2019 en la cercanía de La Carlota, ni la llamada Operación Gedeón, en mayo 2020, que sacrificó a valientes compatriotas y
  5. No haber querido o podido deslastrarse del G4.

¿Quiénes son los responsables del asesinato político del gobierno interino? Sin duda, los principales responsables son Henry Ramos Allup, Enrique Capriles, Julio Borges y Manuel Rosales, que ordenaron a sus diputados votar por la defenestración. También los diputados que se abstuvieron. Ojalá, ese asesinato tenga un elevado costo político para quienes lo perpetraron. Aunque no participaron en el segundo acto, la puñalada, cabe preguntar, ¿esa vil acción hubiese sido posible si algunos dirigentes de la oposición no hubiesen debilitado a Guaidó con sus prédicas de que no cumplió el mandato de poner fin a la usurpación? ¿Lo hicieron porque son colaboracionistas del régimen? No, aunque le dieron un regalo de Navidad al usurpador, procedieron por interés personal o de sus partidos, pero les puede salir el tiro por la culata.

Reconocimiento a Guaidó: Cometió los errores mencionados, pero ha procedido con coraje, exponiendo su vida y a su familia. Por las circunstancias, asumió una responsabilidad para la que no estaba preparado. Fue valiente, pero le faltó garra, no descalificó a nadie de la oposición. Ha debido declarar enfáticamente que, por ser el presidente interino, no iba a ser candidato presidencial. Esa candidatura no le convenía a su gobierno, a la democracia, ni a él mismo. Probablemente, ese error fue factor determinante en el golpe de Estado.

Este magnicidio político fue una derrota para la oposición. Sin embargo, no hay que desmayar. Las primarias son un paso importante. Es necesario votar. Ojalá no votemos por quienes solo defienden intereses personales o de su partido. El voto es una herramienta de lucha. El régimen pondrá obstáculos y, si pierde, intentará arrebatar. Con voluntad y liderazgo, podemos superar esos escollos. Otras vías son respetables y posibles, pero muy poco probables.

Como (había) en botica:

Decepcionó José Guerra acatando línea de Primero Justicia. La intervención de Matheus dio pena ajena.

Le deseamos pronto restablecimiento a Eugenio Montoro, compañero de Gente del Petróleo y articulista semanal. Lamentamos el fallecimiento de nuestro compañero Alexis Acosta.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

03-01-23