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Ignorancia heredada

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 3 min.

El mundo entero se encontraba sorprendido al escuchar la intervención del diputado Nicolás Maduro Guerra, trasmitida por los medios de comunicación nacionales e internacionales. Nadie podía creer lo que estaban escuchando de parte de este singular “Hijo de papá”. Frases tales como: “Ha fallecido gente viva” o “Si continúan las amenazas del señor Trump, iremos con nuestros fusiles a New York ¡¡¡ Y tomaremos la Casa Blanca !!!.

Más allá de la ausencia de conocimiento, la ignorancia también puede estar dada por la imperfección en los contenidos del saber o por la falta de validez de la información que se maneja. Supina ignorancia es señalar el fallecimiento de gente viva o que la oficina del presidente de los Estados Unidos está ubicada en una ciudad distinta a Washington D.C.

¿Qué le pasa a ese muchacho? Se preguntaban todos, en los alrededores del Palacio Legislativo de Caracas.

-Bueno, de tal palo tal astilla, dijo uno de los buhoneros de la zona.

A que te refieres con eso que dices, lo increpó otro miembro de la economía informal.

-Gua chico, se te olvida que su papá además de hablar con los pajaritos, se le ocurrió inventar el quinto punto cardinal…..qué coño vas a esperar que hagan sus hijos.

Verga, tienes razón. Será que la ignorancia se hereda.

-A mí no me cabe la menor duda. En bachillerato, aprendí todo lo relacionado con las Leyes de Mendel que explican y predicen que los caracteres genéticos (genotipo) de los progenitores van a ser responsables de los caracteres físicos (fenotipo) de un nuevo individuo. Frecuentemente se han descrito como «leyes para explicar la transmisión de la herencia genética a la descendencia.

O sea de papá bruto, hijo ignorante.

- Por ahí van los tiros.

Déjame ampliarte, mi tesis al respecto, dijo con aire circunspecto el buhonero: Si partimos del árbol genealógico de su papá Nicolás, podemos inferir que al estar influenciado por “El Árbol de las Tres Raíces”, allí comenzó el vía crucis genético. Ya que al mezclar a Bolívar con Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez, le generó un mezclote cultural e ideológico en el desarrollo de su conocimiento que lo llevó a abandonar a temprana edad sus estudios de secundaria.

Más adelante, continuó el pana de la economía informal, en la formación de los gametos tuvo marcada influencia los años de estudios en la Escuela Cubana de Formación de Cuadros Políticos “Ñico López”. Ya que si cruzamos homocigoto dominante con uno recesivo para un determinado carácter, los descendientes de la primera generación serán todos iguales entre sí genotípicamente, e iguales fenotípicamente a uno de los progenitores (de genotipo dominante), independientemente de la dirección del cruzamiento.

- Compañero, no le entendí un carajo. Pero suena bien su explicación, continúe por favor, dijo el buhonero receptor de la información.

Te la voy a poner más fácil: Las características que conforman la personalidad de un individuo están influenciadas por factores genéticos y por el ambiente en el que se desarrolla.

- Ahora si entendí mi pana, púyalo que vas en bajada.

Con los años, logró completar su “formación” con el aporte de sus progenitores Fidel y Chávez. Cada uno por su lado, lograron transferirle los rasgos genéticos fundamentales para garantizar un ser idéntico a ellos. Y esa mezcolanza santera, militarista, represiva, populista, totalitaria y autocrática fue dominante en la trasmisión hereditaria para la descendencia de papá Nicolás.

A su regreso de esa pasantía cubana, se enredó con el Juramento del Samán de Güere y la tesis de Norberto Ceresole “Caudillo, ejercito y pueblo” La ensalada ideológica, que marcaba su personalidad, no le permitió otra cosa sino la de trabajar como chofer de autobús en el Metro de Caracas…no daba pa más.

El fruto final, lo tenemos en su hijo, Maduro Guerra que sin rubor alguno demuestra con sus intervenciones no saber, no tener idea de nada, no inquirir ni cuestionarse, no inquietarse, no registrar, no aprender, no discurrir, ni reflexionar, ni pensar, ni inferir ni conjeturar…..en fin, un claro y determinante ejemplo de como dice el refrán “Hijo de gato, caza ratones”.