Mi primer voto en elecciones nacionales fue en diciembre de 1963, cuando había cumplido 18 años de edad y en ellas y todas las siguientes siempre ha sido verde. Verde ha sido mi color toda mi vida, por él he entregado los mejores años de mi existencia. En esta muy lamentable situación, en las elecciones de 28 de julio próximo, será cuando por primera vez no votaré verde, porque COPEI está secuestrado por el régimen y se tomó groseramente nuestro color y símbolos y su dirección nacional responde de manera incondicional a la estrategia del régimen; votar verde esta vez es hacerle un favor al régimen que queremos cambiar.
A los amigos acciondemocratistas auténticos y de corazón, les recomiendo lo propio. Votar blanco esta vez es a favor del régimen, porque el partido de ustedes, como el nuestro, también está secuestrado y tomaron su himno, escudo, símbolos y color a favor de la causa innoble del régimen.
Quien desee cambio radical de esta funesta situación que por desgracia aún tenemos, tiene en la “manito de la unidad” su tarjeta cierta y válida para lograrlo. Edmundo González, el candidato de Venezuela y nuestro, es garantía de cambio para lograr colocar el país en franca vía de desarrollo integral y devolvernos bienestar y felicidad a todos.
Este régimen ha utilizado al Tribunal Supremo de Justicia, que le es rastreramente incondicional, para pretender teñir de legalidad sus desafueros y actos inconstitucionales, también para apoderarse de los partidos políticos y apresar, torturar y hasta asesinar a discrepantes que han tenido la valentía de confrontarlo públicamente y para inhabilitar por la fuerza a dirigentes y líderes políticos y sociales.
Menos mal que falta menos para salir de este horroroso desastre y encumbrarnos por nuevos y mejores derroteros del prosperidad nacional y bienestar y felicidad colectivas.
La elección de Edmundo González como Presidente de la República es un excelente y extraordinario gesto que se corresponde con los más altos intereses de la Patria grande y buena que deseamos.
Todo indica que ganaremos triplicando la votación del régimen; nos corresponde cuidar la victoria, defenderla y hacerla valer si es necesario en las calles del país donde entregaremos todo.