Un grupo de Senadores de los Estados Unidos le recomendó al Presidente Biden que en el lamentable caso venezolano aplicara sanciones personales que pueden ser de mayores efectos que las generales o nacionales. No se si está en ejecución esa recomendación, pero me enviaron una información desde el país del norte que da detalles de una serie de sanciones a funcionarios y ex, a militares activos y retirados y a civiles que lo fueron o siguen siendo enchufados en este régimen.
No he podido corroborar la certeza de la información recibida, pero hablé con quienes me la enviaron y les pregunté si podía hacer uso público de ella y me dijeron que si y que era totalmente cierta y probada.
Con estas observaciones les transmito la información: revocatoria de visas de turismo o residente a un sin número de militares activos o retirados y de civiles residentes vinculados a este régimen, entre ellos 13.000 Coroneles activos o retirados, 6.000 Generales y Almirantes activos y retirados, 10.000 exgerentes de PDVSA, 90.000 estudiantes de escuelas privadas de alta gama. Estos señores son propietarios de 30.000 viviendas cuyo costo va desde 2 hasta 5 millones de dólares, de 60.000 vehículos costosos y tienen 2.500 cuentas bancarias abiertas que fueron congeladas y se estima el monto en más de 13.000 millones de dólares.
La información de los Estados Unidos indica que lo que este régimen estima de cacería es un acto de justicia.
Soy crítico del desenvolvimiento exterior de los Estados Unidos, pero debemos reconocer que en ese país funciona a cabalidad la independencia y autonomía de las ramas y órganos del Poder Público nacional, hasta Presidentes han sido enjuiciados.
De lo señalado ser cierto, empezó entonces las llamadas sanciones personales a gente vinculadas con este régimen y residentes en USA, que no tienen como justificar las inmensas fortunas que poseen, que es dinero sustraído malamente de nuestro país. Dicen que “a cada cochino le llega su sábado”, pues estamos en pleno sábado y los cochinos empiezan a desalojar donde están y se van quien sabe a dónde. Donde estén, la conciencia, si es que tienen, no los dejará tranquilos .