Falsedad es falta de verdad, falta de autenticidad, es un delito consistente en la alteración o simulación de la verdad. Incoherencia es la carencia de la debida relación, es falta de relación entre dos o más ideas, es una manifestación desordenada y sin secuencia lógica que origina dificultad para conocer lo que se expresa.
El presidente del Concejo Nacional Electoral (CNE) individualmente, horas después de cerrado el acto de votación del pasado 28 de julio, declaró, en un primer boletín, ganador de la contienda al candidato del régimen y ofreció en un papel cualquiera una cifras inventadas con las que se inicia el gigantesco fraude en marcha. Las cifras son las siguientes: 80% de votos escrutados, Maduro 51.2% equivalente a 5.150.000 votos, Edmundo González 44.2% equivalente a 4.446.000 votos, es decir, diferencia de 704.000 votos. El 20% restante no contenido en ese boletín es de 2. 600.000. Ahora bien, como se le ocurre al presidente del CNE decir que la tendencia es irreversible cuando la diferencia como hemos dicho era de 704.000 votos y faltaban por conocerse 2.600.000. La irreversibilidad se presenta cuando los votos que faltan por contabilizar sumados al segundo no alcanzan al primero. Así se inicia la intención de desconocer la voluntad popular que pretenden concretar con el mayor descaro y desparpajo.
Cuando se es falso ocurren las incoherencias y ello está de bulto en las cifras del primer y segundo boletín anunciados por el presidente del CNE. El régimen colocó íntegramente su atención en montar el fraude y descuidó consideraciones lógicas que le atañen, así proceden quienes tienen debilidad mental que les ocasiona una inefable incoherencia.
Algo inexplicable es ofrecer cifras cuando el servidor del CNE, donde llegan los resultados de todas las mesas electorales del país, no había expedido el acta respectiva.
El otro señalamiento, también inexplicable, es que habla solamente el presidente del cuerpo sin que éste se haya pronunciado como cuerpo colegiado y llama mucho la atención que en esas horas tan cruciales los rectores no dijeran una palabra. Para cuando ocurre todo esto, el comando de Edmundo González ya tenia en su poder el resultado de más del 75% de las mesas del país que lo daban ganador triplicando a Maduro. Ante esta situación la única manera de aclararla era que el CNE le mostrara al país las actas de totalización mesa por mesa y eso hasta ahora no ha ocurrido, le presentó unas fulanas actas al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) cuya procedencia y legitimidad no conocemos y supongo que lo primero que el TSJ debe hacer es averiguar su autenticidad y dársela a conocer al país con lujo de detalles.
La observación del Centro Cárter, de las Naciones Unidas y de otros entes independientes cuestionan severamente lo ocurrido y alertan que podemos estar a las puertas de acontecimientos peores.
Para este régimen la falsedad no tiene límites y es su principal instrumento estratégico y con ella se presenta la incoherencia propia de distraídos que por cuidar y llevarse lo robado siempre dejan huellas que delatan el fraude y la patada a la voluntad popular que es el corazón de la soberanía nacional.