El golf ha desempeñado un papel importante en la vida de Trump después de convertirse en presidente en 2016. Aunque se burló repetidamente del expresidente Barack Obama por jugar al golf durante su presidencia y argumentó que no tendría tiempo para jugar al golf, Trump terminó pasando mucho más tiempo en el campo que su predecesor. Sin embargo, si bien el golf estaba incrustado en su carácter, los negocios y la presidencia de Trump, fueron los informes constantes de trampas los que elevaron su juego a un estatus legendario.

Las afirmaciones y reportes sobre posibles trampas de Donald Trump en el golf han sido un tema recurrente en los medios y la comunidad golfística. Varios jugadores profesionales, periodistas y ex caddies han compartido anécdotas que sugieren que Trump no siempre sigue las reglas de manera estricta cuando juega.

El enfoque de las críticas se centra principalmente en dos áreas: la manipulación de la puntuación (el score) y el mejoramiento de la posición de la bola (foot-wedge o mulligans).

Manipulación del Score (Puntuación)

Anotación de Resultados Irreales: Múltiples fuentes, incluyendo golfistas profesionales y personas que han jugado con él, han afirmado que Trump a menudo anota un score significativamente más bajo de lo que realmente jugó. La tendencia a declararse ganador o a reportar una ronda excepcional es una queja común.

Conteo de Golpes Selectivo: Se ha reportado que a veces "olvida" contar los putts adicionales o los golpes penalizados, manteniendo su tarjeta de puntuación artificialmente baja.

Mejora de la Posición de la Bola

El Foot-Wedge y el Gimme: Una de las acusaciones más frecuentes es el uso del foot-wedge (mover la bola con el pie para mejorar su posición, especialmente fuera del fairway). Los caddies se acostumbraron tanto a verlo patear su pelota hacia la calle que se les ocurrió un apodo: 'Pelé'".

Además, se ha dicho que toma gimmes (concesiones de putts cortos) con demasiada liberalidad, incluso en situaciones donde la bola no está cerca del hoyo.

"Mulligans" en Situaciones de Torneo: Aunque los mulligans (repetir un tiro sin penalización) son comunes en juegos casuales, se ha reportado que Trump los toma en momentos cruciales o incluso en contextos que se asemejan a la competencia seria, lo cual contraviene las reglas del golf.

El "Trump Bump" (El Empujón de Trump): El escritor Rick Reilly, quien dedicó un libro al tema, popularizó la idea de que los caddies y partners de Trump a menudo le dan un trato preferencial, ignorando las infracciones para evitar confrontaciones, un fenómeno que se ha denominado "Trump Bump".

En el libro más vendido del periodista deportivo Rick Reilly titulado 'Comandante en trampa: cómo el golf explica a Trump'. El libro, que documenta las payasadas de golf de Trump usando ingeniosas y anécdotas divertidas, revela mucho sobre el presidente en ejercicio mientras hace afirmaciones sobre los peligros de tener un mentiroso patológico como el supuesto líder del mundo libre.

Reilly también reveló en el libro que Trump le dijo una vez que cada vez que abre un nuevo campo de golf, juega el primer campeonato de clubes por sí mismo y se declara campeón y pone su nombre en la pared. Así fue como acumuló más de 20 campeonatos de clubes.

Bueno, en el golf, como en la política, Trump ve las reglas como obstáculos molestos que deben superarse en lugar de cumplirse. Sus acciones en el campo revelan un desprecio flagrante por la responsabilidad y una dependencia de la percepción sobre la verdad.

Este mismo desprecio por las normas definió su primera presidencia, que estuvo marcada por dos juicios políticos, el segundo por intentar incitar a una insurrección en el Capitolio de los Estados Unidos, así como condenas por delitos graves y una red de conflictos de intereses, incluida su negativa a desprenderse de la propiedad de su negocio familiar. Esta conducta refleja una tendencia a manipular las reglas y los hechos para asegurar una percepción de éxito o superioridad, incluso en un deporte donde la honestidad es fundamental