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Sosteniendo el bolívar a US$ 4,3

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

Es realmente un avance en el respeto a la población que el equipo de gobierno haya mantenido el tipo de cambio del bolívar estable en los últimos tres meses. Esta política de mantener el tipo de cambio, aún cuando Venezuela tiene pocas reservas internacionales y poco acceso al crédito internacional es un verdadero logro. Es un verdadero reconocimiento al manejo con parámetros de gerencia profesional de la política monetaria, no para satisfacer capricho de los políticos tipo Caligula. Ahora que hay estabilidad cambiaria, y reconociendo que hay mucha improductividad en el gasto fiscal, algunos proponen la política del crawling peg de devaluaciones suaves mensuales. El crawling peg es igualmente desastrosa. Saber y anticipar devaluaciones constantes, aunque pequeñas genera una incertidumbre que impide a los empresarios concentrase en mejoras de su productividad y los obliga a concentrarse no en invertir para crecer sino usar el flujo de caja para comprar dólares.

La estabilidad cambiaria acaba con el atropello que viene ocurriendo desde el año 1983 del "viernes negro" donde los gobiernos venían usando la emisión de dinero inorgánico para financiar el gasto fiscal y convertirlo en un gasto clientelar y sin productividad. Carreteras que no se hacían, represas y desarrollos eléctricos con sobre precios, aeropuertos, escuelas, hospitales que se hacían a medias y además con sobreprecios. Todo eso generó dinero inorgánico y pasmó al país que crecía poblacionalmente y no con educación, infraestructura, urbanismo ni medicina suficiente. Pero sí con inflación. Y también las emisiones de dinero inorgánico fue la que ocasionó los desbastadores controles de cambio y precio que aniquilaron al sector productivo de la nación. Con la inyección incesante de dinero inorgánico desde los años ochenta, noventa, y luego del 2000, los gobiernos han mantenido un sistema de gasto fiscal gigantesco y les ha servido para disimular la hiper corrupción, hasta que llegó el colapso de Pdvsa. Este cinismo monetario arrasó con el poder de compra de los venezolanos. Incluso los programas fondomonetaristas en Venezuela fracasaron por que las devaluaciones del Bolívar que se usaron como gasto fiscal, quisieron frenar la liquidez monetaria ocasionada subiendo hasta el 90% las tasas de interés.

Por corrupción y por emitir dinero inorgánico, y por perseguir a los empresarios, Venezuela terminó perdiendo 4/5 de su producción al 2020.

Manteniendo el tipo de cambio en los últimos meses por la vía de una mejor administración de la liquidez monetaria es cambio económico realmente alentador. Eso quiere decir que el gobierno ya no tiene a quien echarle la culpa por la inflación. También sabe que las hiperinflaciones no son del gusto de los ciudadanos. También hay un reconocimiento implícito que las devaluaciones deben hacerse solo para mejorar la productividad del país, no por excesos monetarios. Tener dos monedas circulando en el país además es algo muy superior a dolarizar 100 % o a bolivarizar 100%. Esta competencia de monedas y libertad para elegir entre los ciudadanos es una exigencia más para el gobierno y que beneficia a la nación. Teniendo dos tipos de moneda, el país sigue teniendo un Banco Central que es clave para poder desarrollar y financiar sectores incipientes, y con ventajas comparativas para que no dependan del petroleo. Y por otra parte, teniendo el US dólar corriendo en la misma pista cabeza a cabeza con el bolívar obliga al Estado a controlar la liquidez monetaria y el gasto fiscal con productividad.

La única opción que le queda a la Administración Maduro es mejorar la productividad del gasto fiscal. Los centenares de empresas del Estado quebradas y la caída de Pdvsa solo puede ser recuperada con trabajo, buena gerencia, inversión real y estrategia que aumenten las ventas y la producción. Ya no hay los paliativos de inyectar dinero constantemente sin que suba la producción. Venezuela fue una de las economías más prosperas del siglo XX justamente porque había conciencia por parte de Juan Vicente Gómez hasta Rómulo Betancourt de la importancia de una política monetaria fijada en la productividad y en un gasto fiscal que aumentara la misma. Luego de los años 70 comenzó a usarse el gasto fiscal y la política monetaria en forma clientelar como si fuese una piñata para los amigotes del BCV y del fisco.

En el 2022, Venezuela no está para seguir perdiendo tiempo. La única opción que le queda a la Administración Maduro es mejorar la productividad del gasto fiscal. Ya esta más que demostrado Rusia, aliado de Venezuela, se benefició de vender más petróleo a EEUU luego de las sanciones a Pdvsa. También Rusia muestra que mas le importan sus propios intereses cuando entra en una guerra y pone un corralito a los fondos de los bancos donde Pdvsa guarda dinero luego de las sanciones. México, Argentina, Irán y otros supuestos aliados de Venezuela también se pelean el nuevo mercado de petróleo que deja Rusia al ser sancionada. También la Administración de Biden también demuestra que su supervivencia es mas importantes que los temas humanitarios. La Administración Maduro para mantener el tipo de cambio a $4,3 debe poner los intereses de Venezuela primero, negociar para aumentar la producción, el levantamiento de sanciones, y recuperar las empresas del Estado con inversión privada.

Twitter @alejandrojsucre