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Tengo una cabra, tengo un cabrito y siempre tengo mi real y medio o la reencarnación de Heidi

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Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 5 min.

Hoy mientras llenaba el tobo de agua para bañarme, lo cual logré después de casi 4 horas por cuenta gotas y después de haber subido 14 pisos porque no había electricidad, me llega una esplendorosa noticia de la cual dudé, pues me parecía que tanta felicidad no era posible resistir; por que déjenme decirles que también se puede una enfermar y hasta fallecer, inclusive hasta morir, por tanta felicidad.

Mientras buscaba el tarro de margarina Mavesa el cual sirve de dispensador para “echarme el agua” y humedecer la epidermis, me detuve al frente de mi televisor a disfrutar de una noticia gratificante, la cual me hizo olvidar los 14 pisos que subí, la falta de agua y otras calamidades, o mejor dicho las pruebas de entrenamiento y de resistencia ante un ataque o invasión del imperio.

En la pantalla de mi TV relucía la agradable imagen de Freddy Bernal, nuestro flamante ministro de Agricultura Urbana quien con su calidad y clara voz nos decía desde su casita en El Paraíso “ Atrévase compatriota, atrévase a crear una unidad de producción…. “la sorpresa era que se trataba de una única, excelente idea de criar cabras alpinas, pues son animales muy dóciles, cagan y mean y estas deyecciones no “jieden” no dan mal olor; puede criarlas en cual de su casa o apartamento y poner cáscara de arroz para que no le ensucien el piso y esta cascara junto con la ñoña y el miao la puede cambiar cada mes y medio y usarla como sustrato para la siembra. La verdad que dudo que tanta genialidad pueda ocurrírsele a nadie en esta galaxia. Hasta aquí estamos bien.

El peo que tengo para materializar esta propuesta de Freddy es que el cuarto donde dormía mi suegra lo tengo como gallinero vertical y es donde me surto de huevos y patas de gallina. Al principio a mi suegra se le hacia difícil dormir por el cacareo de las gallinas pero al final se acostumbró. En una noche muy calurosa momento que no quiero recordar, mi suegra murió víctima de una docena de huevos que le cayó en la cabeza y que por el calor estaban salcochados. Desde esa fatídica noche las gallinas están solas y a sus anchas en su gallinero vertical.

Tengo que ver en qué parte del apartamento hago el corralito para las 4 cabras y para el cabrito que compré, ya que en el otro cuarto y haciéndole caso a Freddy tengo una conejera, la cual funde con 6 parejas y al día de hoy tengo 12.700 conejos, comiendo, miando y cagando, gracias a Dios y a las animas del observatorio que no hacen ruido. Como soy fiel seguidor de los consejos que el gobierno da para combatir la guerra económica, hago todas las prácticas de agricultura urbana que nos recomienda nuestro gobierno revolucionario.

Pensé en algún momento colocar las cabras en el baño mientras crezcan, antes de que el cabrito se me convierta en cabrón, pero recordé que no puede ser en el baño, pues en la bañera tengo un criadero de cachamas para garantizar mi fuente proteica. Como soy eficiente, parte de las cagarrutas de los conejos las utilizo para alimentar las cachamas y así no compro productos del imperio, la otra parte de las cagarrutas las baño en chocolate líquido y las vendo como Ping Pong o micro bombones para fiestas infantiles.

En la sala tampoco tengo espacio pues tengo dos tambores de 200 litros para abastecerme de agua y tengo a Yoconda, una cochina que estoy criando y engordando para diciembre. En el cuarto de servicio no puedo meter a las cabras pues tengo a Mariposita, una becerrita hija de la vaca Mariposa, que ya no es un “terné” y que mea y caga que da gusto. Su olor no es tan fuerte, pues se confunde con el olor del baño de mis hijos ya que como no hay agua las pocetas las bajan cada 15 días, así ahorro agua.

Pensé ubicarlos en el estudio, pero no me acordaba que tengo unas barbacoas con ají dulce y tomate y 140 maticas de acetaminofén que me regaló mi amiga lacandidata a diputada por el PSUV, que de paso le está yendo muy bien en España.

El único espacio que me faltaba era “la pieza matrimonial”; en ese momento se me prendió el bombillo de luz blanca ahorrador y decidí hacer el corralito de los cabritos entre el closet y la mesita de noche, como los cabritos son dóciles, no hacen bulla viven en el cuarto principal y son tan dóciles que se duermen después de ver el noticiero del canal 8 con Walter Martínez. Desde hace dos días duermo solo con los cabritos pues mi mujer se arrecho y me mandó pa’l mismísimo carajo. Ahora duermo más tranquilo esperando el amanecer para dale comida a las 12 Guacamayas que llegan a las 6 de la mañana y a cuatro zamuros que se colearon. En verdad me siento muy feliz, gracias Freddy por esta excepcional idea.

Creo que soy la reencarnación de Heidi, la Heidi Bolivariana, cuyo abuelito también recibe la Misión en Amor Mayor, gracias a nuestro “presidente obrero”, quien es el conductor de nuestro destino

En un futuro podré diversificar mis ingresos y mi aparto-granja me permitirá vender todos los productos que puedo cosechar a futuro:

  • Cartones de huevo o huevos batidos cuando se escoñetan al caer al suelo; patas de gallina y plumas para fabricar almohadas y cojines
  • Paticas de conejo para hacer llaveros; para regalar el día del padre
  • En diciembre cuando mate a Yoconda la cochina, pienso vender morcilla y pernil, paticas de cochina y orejas.
  • Leche del ordeño de Mariposita, queso de año (hay que esperar 365 días)
  • Cuando beneficie a Mariposita pienso ofertar cueros para tambores y furrucos, los cachos para centros de mesa o si prefieren la cabeza completa para montarla en un cuadro para decorar la sala
  • Leche de cabra (no del cabrito) y carne cuando hayan crecido y tenga que beneficiar a las cabras y al cabrón.

¿QUE MAS PUEDO PEDIRLE A ESTA GENEROSA REVOLUCIÓN?

Como las cabras son alpinas ya comencé a tramitar mi pasaporte para que dentro de tres años, cuando las beneficie, me lo puedan entregar y poder viajar a los Alpes a comprar más cabras. Con todo lo que venda compraré los dólares DICOM, lo cual es realmente sencillo y seguro, más fácil que agarrar autobús a las 7 de la mañana.

Todo está dicho. La revolución nos da las oportunidades para luchar contra la guerra económica y para nuestro bienestar.

Digo como dice Freddy diáfanamente “.Vamos a creerlo compatiota, es posible cultivar!, es posible aportar al futudo”.

PRGM/14-06-2018