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Terremoto político

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 5 min.

Luego de un terremoto que siempre se recomienda en prudencia, es esperar tranquilo un breve tiempo que aparezcan las replicas del sismo para no quedar en peor situación, porque se supone que el terremoto ya ocasionó por lo inesperado un daño importante.

Lo que ocurrió en Venezuela con el fraude del régimen el 15-O fue un terremoto político de unas consecuencias que no podemos todavía sopesar en su magnitud ni despachar como un simple robo en las elecciones de gobernadores. Luego la réplica, representada por la juramentación de los gobernadores electos de Acción Democrática, se terminaron de caer las estructuras restantes que creímos que se sostendrían pese a lo fuerte del terremoto inicial.

El primer edificio en caerse fue el de la MUD. Muchos venezolanos creyeron de buena fe que aun cuando el terremoto del fraude se llevara el supuesto “triunfo” opositor ofrecido por la MUD de “mas 20 gobernaciones”, aun así los pocos gobernadores electos opositores que quedaran de pié “no se juramentarían ante una Constituyente fraudulenta”, como gritara la MUD en sus comunicados.

Vana ilusión. El férreo dominio del Secretario General de Acción Democrática sobre su partido prevaleció sobre la voluntad de los electores de los gobernadores adecos electos. Esperaba esa conducta, no porque tuviera una bola de cristal sino porque es parte de un comportamiento consistente de la oposición oficial frente al régimen (ver mi nota ¿Quien será el ganador el 15-O? http://ticsddhh.blogspot.com/2017/10/quien-sera-el-ganador-el-15-o.html). Sin embargo deseaba haberme equivocado. Acción Democrática actuó a los ojos de los venezolanos a espaldas a su glorioso pasado histórico. Si no fue así, deberá entonces la base de ese partido corregir lo que haga falta corregir para que Venezuela no pierda lo que ha sido un importante bastión de la democracia venezolana.

Indicaba en esa nota que lo harían, y lo hicieron. Se fueron a postrar vergonzosamente frente a Delcy Rodríguez en la constituyente fraudulenta. Y no se equivoquen con el caso de PJ en el Zulia. Si la situación hubiera sido a la inversa, esto es, si le hubieran tocado a PJ esas 4 gobernaciones, Julio Borges hubiera tomado la misma decisión de Henry Ramos Allup. Así que esos supuestos golpes de pecho de honorabilidad de ese partido no son más que la toma de ventajas de posiciones políticas frente a su principal contendor en las Presidenciales que esperan tener con el régimen, ante una decisión que ambos partidos ya habían tomado muchísimo antes de las elecciones. Que Guanipa le venda ese discurso a los pendejos. Ya muchos salieron con posición adelantada lanzando al gobernador electo del Zulia como candidato presidencial. ¡Por favor, hasta cuándo se van a aprovechar de las inocentes ilusiones de cambio de los venezolanos!

Ahora bien, Henry Ramos Allup sale de la réplica de ese terremoto como una de sus principales víctimas. Y yo me pregunto ¿esperaban que brotara una naranja de una mata de mango? Me voy a atrever aquí a decir que Henry Ramos Allup no puede ser el chino de Recadi. Esto es, el único culpable de una tragedia que tiene muchísimo más fondo y responsables de los que vemos a simple vista. Si existe algún “culpable”, si es que lo podemos llamar asi, es una manera de hacer y concebir la política, que atropella todo lo moral, todo lo ético, toda la lógica, incluso hasta toda la racionalidad con tal de seguir conduciendo los destinos del país y administrar una ubre que pareciera que es inagotable en el medio de la mayor miseria material -y peor aún, moral- que ha vivido la Nación después de la Guerra de Independencia.

Podremos volcar en una sola persona toda nuestra “frustrachera” por lo sucedido el 23 de Octubre viendo los gestos de genuflexión de esos Gobernadores adecos electos frente a las cámaras y a la vista de todos. Ya ellos deberán responder por eso ante la historia. Pero lo que no se ha resuelto todavía es la razón por la cual los dirigentes políticos hicieron lo que hicieron, que no es otra cosa que un sistema de partidos incapaz de renovar su dirigencia y de poner por delante al país y a sus ciudadanos en lugar de sus propios apetitos de poder e influencia. Eso es lo medular de este problema.

Mientras un régimen corrupto, sea este o cualquier otro, maneje la caja y distribuya cargos a su antojo porque tiene control de la renta y el reparto de posiciones de poder mediante el control de la maquinaria electoral, en este estado de cosas ético y moral, habrá siempre alguien que haga el papel que hizo Henry Ramos Allup, que para su infortunio le correspondió a el en esta oportunidad. Si le hubiera tocado a Borges seria Ramos Allup quien se estaría rasgando las vestiduras como lo hace Guanipa.

Esto no indica que Ramos no tenga parte de esa responsabilidad, como también la tuvo el famoso chino de Recadi. Lo que digo es que nos tenemos que ver en todos retratados en este espectáculo. Los jefes de esos partidos políticos no podrían haber llegado tan lejos en una entrega del país de no haber mediado un apoyo popular masivo a sus actuaciones; y Ramos Allup no actuó por su sola cuenta en esta traición monumental al pueblo de Venezuela mas allá de lo que ha sido el sistema de complicidades que todavía existe en Venezuela.

¿Seguiremos tolerando que la competencia para resolver este gravísimo problema se base en carismas, en quien insulta mejor al régimen, echa mejores discursos en la Asamblea Nacional, o en si es un muchacho “echao pa’lante” que se bate en las marchas con la policía? Ya va siendo hora de EXIGIR PROPUESTAS, analizarlas y debatirlas, y ver con mucho cuidado quien las hace y porque las hace. Es hora de exigir a los liderazgos una ruta, no candidaturas ni salvadores de la patria. Cambiando a los choferes no arreglaremos este autobús destartalado donde viajamos todos. Esto dejó de ser desde hace mucho un debate electoral para todos los venezolanos para convertirse en un camino espinoso y duro en el que se nos puede ir la vida, como ya lo hemos podido dolorosamente constatar.

Y es por eso que en la fase que se nos abre ahora en una Venezuela post-MUD, no se puede aceptar que se le pongan gríngolas al pensamiento de la gente permitiendo que las viudas y los herederos de Henry Ramos Allup nos lleven de nuevo como ganado al matadero electoral. Como quisiera una Venezuela que haya aprendido esa lección y sea mucho más exigente.

Como lo cerré en mi nota justo antes del megafraude del 15-O, “Abstención en tiempos de colaboracionismo” (verla en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/10/abstencion-en-tiempos-de.html): Si nos venden, tanto a los que votaron como a los que no, ya sabremos a qué atenernos… Pues bien, ya nos vendieron. Comencemos ahora a actuar de acuerdo con eso, dando el primer paso para construir una oposición antisísmica. Se lo debemos a las nuevas generaciones…

Caracas, 27 de Octubre de 2017

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