En mi adolescencia logré asistir a las tres salas de cine con las que contaba para esa época San Mateo, estado Aragua; éstas las conformaban el cine Parroquial, el teatro “Ricaurte” y el cine “San Mateo”. Este último, ubicado en pleno centro del pueblo, estaba dividido en dos espacios: preferencia (sillas) y el llamado gallinero (bancos de cementos); el costo de los boletos era de Bs 1 y 0,50 respectivamente.
Estas reseñas llegan a mi memoria para referir a un personaje que tuvo mucho que ver con la operatividad de las salas de cine en nuestra comunidad; se trata del ciudadano Marcos Boldt, hombre culto, descendiente de familia alemana, elegante, comunicador social y sobre todo, especialista en el manejo de las máquinas de rodar las cintas cinematográficas; profesión que ejerció por más de medio siglo en San Mateo.
Ahora bien, para mostrar más de nuestro personaje nos hemos apoyado en la prensa aragüeña, específicamente en el Semanario El Paréntesis de la ciudad de Turmero, que en agosto y septiembre de 1930 detalló lo siguiente:
“Nos fue muy grato estrechar la mano amiga del caballero Marcos Boldt, quien con el propósito de instalar una Empresa de cine, estuvo aquí (Las Tejerías) hace poco días. Dado la magnificencia del aparato que trae el joven Boldt, la bondad de las cintas que piensa exhibir y, sobre todo, el conocimiento que de la materia él tiene, es de augurar que el más resonante éxito será la resultante de la labor del competente Empresario. Así se lo deseamos cordial y efusivamente”. (1)
Tres semanas después, en San Mateo un grupo de damas demandaban la siguiente película:
“La Empresa “Cine San Mateo”, a petición hecha por un selecto grupo de muchachas de la localidad, ha ofrecido llevar a la pantalla próximamente la monumental cinematografía Beau-Geste. Nuestras felicitaciones al culto empresario y que tenga buen éxito”. (2)
Interesante datos hemerográficos que nos ilustra más sobre el oficio que ejerció desde joven el ciudadano Boldt, que residió en nuestro terruño hasta que le tocó la hora de su ida física, cuando pasaba los 80 años de edad.
Al concluir y volviendo a la razón del título de esta nota, deseo plasmar una anécdota que conserva la oralidad sanmateana. Cuando la cinta cinematográfica se interrumpía por algún motivo técnico u otros, se oía a viva voz en la sala del cine, “Marcos,……” y si era una película de censura “C” o “D” y con escenas apasionantes; el improperio era mayor. Sin embargo, es parte del oficio que él conscientemente asumía y nuestra población lo hacía como broma o chanza.
Sirva esta nota para recordar al ciudadano de bien y servidor público, Marcos Boldt, quien forma parte de nuestra historia local.
(1) Corresponsal, “Notas de Las Tejerías”, El Paréntesis, Turmero, 31 de agosto de 1930, p 6.
(2) Corresponsal, “De la aldea gloriosa”, El Paréntesis, Turmero, 21 de septiembre de 1930, p 1. (En: Hemeroteca Nacional, sección microfilm, colección Tulio Febres Cordero, estado Aragua).
San Mateo, 01 de junio de 2018.
Comentario de Oldman Botello (oldmanbotello@hotmail.com)
Luis, este personaje Boldt formaba parte de hermanos de origen alemán, avecindados o nativos de Cagua, que crearon los pianitos que sonaban en las fiestas y en Villa de Cura se dejaban oír en los mabiles o burdeles. Era lo que se llamaba "música molida", porque se le daba como si fuera una máquina de moler a una manilla y se ponía en funcionamiento una serie de "clavos" de acero que se introducían en un papel especial agujereado y se escuchaba la música. Eran interesantes artefactos elaborados en Cagua por los Boldt.