Junto con la Pascua de resurrección y el Pentecostés es la Navidad del niño Dios una de las fechas más importantes del mundo cristiano. En nuestro país esta época tiene sus costumbres que se corresponden con tradiciones de muy vieja data. Preparamos, elaboramos y construimos el pesebre, para ello además de representar la presencia de San José, María, la mula y el buey, colocamos ovejas y pastores, a los reyes magos venidos del oriente, simulamos rios, lagos, cerros, Llanos y caminos valiéndonos de papel, cartón, pintura y hojas de aluminio. El rancho donde dio a luz María lo preparamos con palos y ramas y el suelo con aserrín, la flora la hacemos con papel enverdecido o cuando es posible la colocamos natural. En el rancho colocamos al niño a las doce de la noche del 24 de diciembre.
Además es propio de este tiempo disfrutar de una exquisita y variada gastronomía especial: Hallacas y bollos, pernil, pan de jamón y dulce de lechosa son de costumbre arraigada en la totalidad de nuestro territorio.
Escuchamos aguinaldos y villancicos y a ello le sumamos el intercambio de regalos y los menores esperan ansiosos la llegada del niño Jesús que les traerá lo solicitado en carta que sus padres le ayudaron a redactar. Los padres recomiendan a los hijos dormir antes de la media noche de ese día para que durante su sueño se haga presente lo solicitado.
En fin, Navidad es sinónimo de familia y confraternidad, de recogimiento y oración, de los mejores deseos, de perdón y amistad , de compartir y de caridad. En cuanto al perdón es bueno acotar que supone disculpa por la acción recibida que consideramos ofensiva, dejando atrás la venganza, el reclamo y también el justo castigo o restitución. La magnanimidad del cristianismo nos habla de la necesidad del perdón siempre y en toda circunstancia . Sé que nuestra imperfección y debilidad humana nos conduce a que hay cosas y eventos bastante difícil de perdonar, pero hacer el esfuerzo nos hace bien, pues vivir cargado de odios, rencores e ira en nada contribuye a nuestra felicidad y nos predispone a gestos inconvenientes.
La Biblia no registra con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús, al parecer los jerarcas de la Iglesia Católica , tiempos ha, eligieron el 25 de diciembre por la cercanía con el solsticio de invierno, con la idea de sustituir las fiestas paganas que en aquel tiempo se efectuaban y porque desde entonces se entiende que el mismo es propicio para cargarnos de amor, energía y buenas intenciones.
La conmemoración de la Natividad del niño Dios, para nosotros los venezolanos y para quienes viven en nuestra nación no se nos hace fácil si queremos atender la demanda material que la tradición contiene. No será fácil el intercambio gastronómico y de otros regalos, a lo mejor para instalar el pesebre nos vemos en dificultad. Pero lo mejor que podemos regalar es un fuerte, cálido y fraterno abrazo, un beso que contenga nuestra solidaridad y la oración para hablar con el Padre del niño y pedirle nos ayude en esta hora menguada.
Mi carta al niño Jesús es para pedirle nos quite y nos dé. Nos quite todo lo malo que nos acontece, nos quite los odios y rencores, nos quite a los gobernantes que no trabajan por el Bien Común, que son todos (excusen la redundancia porque esta solicitud está implícita en la primera que enuncié), en fin que nos quite la crisis. Nos dé fortaleza, confianza, esperanza y fe. Fortaleza para enfrentar este tiempo con valentía, confianza en que tenemos un potencial magnífico (debemos construirlo) para superar esta situación que es UNIDAD, esperanza que pronto estaremos viviendo en un país distinto en franco proceso de desarrollo donde el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana sea común denominador de nuestra sociedad, particularmente en quienes nos gobiernen y fe en Dios y en nosotros.
Gracias anticipadas amado niño Jesús porque estoy profundamente convencido que leerás mis peticiones e intercederás ante tu Padre para que cuanto antes se cumplan.
Ojalá todo el año fuese Navidad y poder vivirla, disfrutarla y sentirla como debe ser.
Deseo para todos, que en medio de las dificultades, tengan una feliz Navidad y reciban un próspero año nuevo, que aspiramos sea nuevo de verdad. Que Dios siempre nos acompañe.