El título de esta nota lo tomamos de una afirmación hecha por el Dr. Luis R Romero Sánchez, Párroco de San Mateo, estado Aragua, en ocasión de la entrevista que le hiciera a la ciudadana sanmateana Mercedes Miguelena, quien para entonces contaba con 98 años de vida y cuyo testimonio forma parte de nuestra oralidad histórica.
Esta conversación fue publicada por los diarios caraqueños La Religión y El Universal, el 21 y 27 de julio de 1928 respectivamente, tuvo gran difusión gracias a que ambos medios la publicaron en sus páginas N° 1 y en días de gran circulación como lo eran para la época los sábados y domingos. La divulgación de la entrevista cobra mayor significado si consideramos que fue hecha en la semana que se celebra el nacimiento del Libertador Simón Bolívar y cuatro meses antes de la Coronación Arquidiocesana de la Virgen de Belén, que se realizó el 26 de Noviembre de 1928.
A continuación ofrecemos detalles del citado diálogo:
“En mi última visita a la amiga señora Mercedes Miguelena, tía materna de nuestro buen amigo señor Fidel María Miguelena, le dije a doña Mercedes: estoy preparando para la Coronación de la Virgen de Belén fiestas religiosas y patrióticas, que dato verdadero e histórico me puede dar Ud. en que se relacione el Libertador y la Virgen de Belén, que pruebe la devoción de Simón Bolívar a la milagrosa Imagen aparecida, a lo que contestó con tono triunfante, sí señor si le puedo contar uno. Y empezó la viejecita a hablar: ‘Estándose ya en la Casa Grande del Ingenio el enemigo, sacó el Libertador Simón Bolívar de la casa de Canta Rana a la Virgen de Belén en sus manos a la calle y levantándola en alto, la mostró al lugar del combate, hacia el Ingenio dirigiéndole plegarias. El Libertador tenía a la Virgen de Belén en la casa de Canta Rana con flores y luces. Luego vino la explosión de Ricaurte’.
Dice también la señora Miguelena: ‘no había iglesia en esa época por estar destechada por el Padre Gamargo, quien pensaba a sus costas hacerla de tres naves; diciéndole la misa en la sacristía y en la casa del Maestro de albañilería Lorenzo Palma, situada en la calle Real. La Capilla de Belén en la iglesia, fue hecha por la familia Bolívar que vivía en el Ingenio y la cooperación del pueblo. Todo esto lo he sabido de mi madre Marcela Miguelena y de mi tía Josefina Miguelena, muy relacionada con la familia Trujillo, amiga de los Bolívar, y en el sitio de la casa de la familia Trujillo, donde visitaba el Libertador y su familia con frecuencia, se ha levantado la bella y espaciosa Casa Parroquial, por donación de la familia Trujillo a la Iglesia’.
La señora Miguelena está en completo juicio, todavía fuerte, tiene gran memoria y siente entusiasmo al hablar de todas estas cosas; y prueba de ello es que describe admirablemente la fisonomía y traje de doña María Antonia Bolívar, ‘me parece que la tuviese viendo’ dice regocijada.
Es verdaderamente la anciana señora Miguelena de 98 años, un precioso estuche de dichos y narraciones bolivarianas. Al terminar su conversación, con grande contento me dice: ´a mí no se engaña, se todas las cosas muy bien, de pergamino a pergamino´. Riéndome y admirando la vivacidad de esa inteligencia, me despedí de la amiga.
Sé referir a los benévolos lectores de “La Religión” estas manifestaciones hechas por personas sencillas, nacidas y criadas aquí, cien años antes; nos debe entusiasmar aún más para celebrar con regocijo cristiano y patriótico las solemnidades de la Coronación Canónica de la Virgen de Belén, la Virgen Bolivariana, en el próximo noviembre, en el heroico pueblo, de Bolívar, Ricaurte, de la Patria salvada.
Pbro. Luis R Romero Sánchez
Cura de San Mateo, julio de 1928”.
(Ver: Luis R Romero Sánchez, “El Libertador y la Virgen de Belén”, La Religión, Caracas, 21 de julio de 1928, p. 1 En: Hemeroteca Nacional, Depósito
Luis R Romero Sánchez, “El Libertador y la Virgen de Belén”, El Universal, Caracas, 27 de julio de 1928, p. 1 En: Hemeroteca Nacional, sección microfilm).
Resulta de interés historiar sobre lo expresado por la ciudadana Mercedes con el fin de agregar ciertos datos con los que me he tropezado en mis indagaciones documentales a través del tiempo y que ayudan a reforzar el papel protagónico que jugó la población de San Mateo en las luchas independentistas y la presencia de la familia Bolívar en esta localidad y su veneración y culto a nuestra Virgen de Belén.
A fin de despejar dudas sobre la existencia de la señora Mercedes Miguelena comenzaré con una referencia de su sobrino Fidel Miguelena, quien dos años después de la entrevista le celebraba en San Mateo su centenario de edad. Fue tal el acontecimiento que el Semanario El Paréntesis de la ciudad de Turmero, lo calificó como “rumbosamente” en su edición del 28 de Septiembre de 1930, p 6.
En relación a la importancia de la casa de Canta Rana que menciona Mercedes Miguelena de donde Bolívar sacó a la Virgen de Belén en el momento del suceso de Ricaurte se puede confirmar que dicha casa formó parte de los tres puntos de concentración de la fuerza militar republicana: “El centro se estableció a la entrada del pueblo, yendo de Caracas, en el sitio denominado Canta Rana. Allí instaló Bolívar una formidable batería de posición con 6 obuses de 7 pulgadas, 2 cañones de a 8 y 5 piezas de batalla, a cargo de Lino de Clemente y sus ayudantes José Trinidad Morán y José Camejo, ligeramente en alto, para barrer las avenidas del pueblo y el camino de Caracas, dado caso de que por allí pudiera embestir el enemigo”. (Ver: Boletín de la Academia Nacional de la Historia, n 110, abril-junio de 1945, p 210).
Este episodio de la recreación hecha por la señora Miguelena cuando ante la presencia del enemigo sacó el Libertador Simón Bolívar de la casa de Canta Rana a la Virgen de Belén en sus manos a la calle y levantándola en alto, la mostró al lugar del combate, hacia el Ingenio dirigiéndole plegarias, sirvió de inspiración, en la década de los años 60, al artista plástico, restaurador y escultor, ciudadano español Rafael Ochoa Vertedor, residenciado en aquel tiempo en la ciudad de La Victoria, para realizar la representación artística en una de las paredes interna de la cúpula de la Capilla de la Virgen de Belén, que lamentablemente ya no existe. Es probable que la entrevista fuera utilizada como fuente documental para plasmar la obra en cuestión.
Al valorar lo expresado por la recordada paisana en relación al Padre Gamargo debo acotar que este no era de apellido Gamargo sino Gamarra y de nombre Juan José, conocimiento que tenemos producto de anteriores investigaciones hechas a éste sacerdote, párroco de San Mateo a quien en Agosto de 1812 se le abrió un juicio por Causas de Infidencia, debido a que “era muy desafecto al gobierno Real” y en pro de la causa republicana. Por tales motivos lo suspendieron del ejercicio pastoral y de su parroquia a partir del 1 de noviembre de 1812.
Esta suspensión duró un lapso de nueve meses (Noviembre 1812-Agosto 1813) ya que con el retorno de los patriotas al gobierno central y el restablecimiento de la Segunda República se restituye al citado Sacerdote en su curato de San Mateo, permaneciendo aproximadamente un año en sus funciones (Agosto 1813-Agosto 1814), iniciándose el 1° de Septiembre de 1814 un nuevo proceso sumatorio penal en Caracas contra 63 sacerdotes considerados insurgentes que incluyó al Pbro. Gamarra quien formó parte de lo que el escribiente de la época tituló como: “Nómina de los Eclesiásticos, Seculares y Regulares que han emigrado con los insurgentes y de los que existen aquí y en otros lugares”.
(Ver: Archivo General de la Nación, Sección: Causas de Infidencia, Tomo XXIV, Exp. 12, fs 525-576).
Estas referencias documentales nos permiten verificar y afirmar que el sacerdote señalado por Miguelena era efectivamente el Pbro. Juan José Gamarra, quien tuvo presencia activa en los acontecimientos emancipadores llevados a cabo en San Mateo durante los meses de febrero-marzo de 1814.
Sobre la siguiente afirmación: “La Capilla de Belén en la iglesia, fue hecha por la familia Bolívar que vivía en el Ingenio y la cooperación del pueblo”, existen evidencias de la relación de la familia Bolívar Palacios con el pueblo de San Mateo, como observaremos en la cita siguiente:
“En el arco toral del Presbiterio de la nave Mayor, reedificada años después, cuelga la lámpara de plata a martillo, que don Juan Vicente Bolívar, padre del Libertador, regaló a aquella Iglesia en 1785, un año antes de su muerte…”
Igualmente “En el campanario de la Iglesia de San Mateo, está una campana donada por doña María de la Concepción Palacios y Blanco, madre del Libertador, la cual lleva su nombre y la fecha en que la donó (1791) es decir, un año antes de su muerte”. (Ver: Manuel Landaeta Rosales, Una visita a San Mateo el 25 de junio de 1916. Caracas, Litografía y tipografía Comercio. 1917.
Con respecto a la familia Trujillo, es un dato verídico e histórico, que la feligresía sanmateana, incluyendo a la familia Trujillo, el 22 de julio de 1891 formalizó el acto de compra-venta a la propietaria del aludido inmueble, señora Josefina Trujillo:
“Cuya casa la hube por herencia de mis finados padres Francisco Trujillo i María de Jesús Polanco. He verificado esta venta por la cantidad de cinco mil bolívares”. (Ver: Registro Mercantil de La Victoria, bajo el número 16, folios 15 y 16 del Protocolo Primero del tercer trimestre de 22 de julio de 1891, comprobante n° 14).
Antes de finalizar se hace indispensable mencionar varias iniciativas de infraestructura impulsadas por el Pbro. Romero Sánchez y seguidas por el pueblo: la demolición y vuelta a construir de la Casa Parroquial (mayo a diciembre de 1918), la Capilla del Santísimo Sacramento y del Sagrado Corazón de Jesús, la Capilla de la Virgen de Belén, templo que se inició el 1° de Octubre de 1923, e inaugurado el 1° de Noviembre de 1926.
Asimismo, vale distinguir los aportes en materia de construcción del maestro de obra Heriberto Ramírez, quien elaboró los planos y dirigió varias de las citadas obras civiles, un caso especial es el del maestro de carpintería Pedro Alcántara Pino. Las hijas e hijos de San Mateo del estado Aragua, estamos agradecidos por la labor de docencia, humanista y solidaridad, dada a nuestro apreciado terruño, por el recordado Maestro de Música Alcántara Pino quien además fue cantautor, arreglista y organista de la Iglesia Parroquial. Él, proveniente de los Valles del Tuy llega al pueblo en mayo de 1913 de la mano de su inseparable amigo Presbítero Luis R Romero Sánchez.
Al concluir esta nota, aspiramos haber contribuido con la memoria histórica local a través de una matrona que nos tributó su oralidad histórica y del Pbro. Luis Rafael Romero Sánchez, quien con voluntad e iniciativa realizó la entrevista y logró su publicación. Reconocemos en este sacerdote, su acción pastoral, social y cultural, nuestro terruño tuvo a bien en calificarlo como: “El Peoncito de la Virgen de Belén” y acuñamos el calificativo que nos dejó sobre la Virgen de Belén: La Virgen Bolivariana.
San Mateo, 21 julio de 2018.