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Lo que aprendí en el tren nocturno entre Moscú y Kiev

Tiempo de lectura: 2 min.

Recuerdo claramente aquella noche.

Había subido al tren nocturno en Moscú y viajaba hacia Kiev.

Todo era desconocido para mí: el idioma, el país, los pasajeros, el destino hacia el que viajaba, el paisaje indescifrablemente oscuro detrás de la ventanilla.

Todo.

En cierta medida era un viaje hacia la noche, hacia lo desconocido.

Yo era joven.

30 años. Treinta.

A pesar de mi juventud tenía varios años de experiencia política.

Experiencia dura, enfrentando a una dictadura en Uruguay. Integrando una organización altamente disciplinada que era perseguida violentamente por la represión.

Acostumbrado a normas estrictas de seguridad. A que me conocieran solo por un alias. A evadir seguimientos en las calles. A contactos clandestinos. A una actividad altamente compartimentada. A dormir fuera de mi casa si detectaba una señal de alarma. A tomar medidas de contravigilancia casi todos los días. Sabiendo que inteligencia militar iba detrás nuestro.

Había sobrevivido a todo eso.

Años de militancia clandestina sin ser detectado.

Pero lo que yo mismo no detecté fue la soberbia que todo eso me había dejado como sedimento.

La soberbia de creer que todo lo sabía en materia política.

La soberbia de creer que podía hacer todo lo que quisiera.

La soberbia de creer que no necesitaba ayuda ni consejo de nadie.

Así había llegado a Moscú.

Pero en aquel tren nocturno aprendí algo.

Ocurrió en medio de esa sensación de viaje hacia lo desconocido.

Allí mismo. En la oscuridad del tren.

Allí me di cuenta de pronto.

Aprendí que necesitaba ayuda.

Consejo. Apoyo. Respaldo. Guía.

Llámalo como quieras. Ayuda.

Aprendí que sabía muy poco de política y de la vida misma.

Aprendí lo poquito que yo mismo era en medio de lo desconocido.

Aprendí que había sobrevivido a los años duros porque me habían ayudado, porque había sido parte de una empresa colectiva.

Aprendí que siempre iba a necesitar ayuda.

Ese es el tip de hoy.

Busca ayuda.

Para tu carrera política, para la próxima elección, para tu empresa, para tu profesión.

¿Para tu vida? Pues también.

Busca ayuda, consejo, orientación.

No vayas solo hacia lo desconocido. Y recuerda que cada día vas hacia lo desconocido.

Allí está mi ayuda, mi consultoría.

Tal vez sea tu momento para eso, tal vez no.

Pero lo más importante no es eso. Lo más importante es que busques ayuda, siempre. Y que elijas muy bien a los consejeros que te van a orientar en todos los terrenos.

Aunque creas que todo lo sabes, reflexiona bien.

Al final resulta que todos vamos viajando en un tren nocturno.

Siempre.

https://danieleskibel.com/consejero-politico-de-confianza/

daniel@danieleskibel.com

PD: Ya sabes que es mejor viajar acompañado.