Los partidos políticos de vocación democrática se inician, estructuran y crecen con el objetivo de alcanzar el poder, para desde allí desarrollar a la luz de su ideología su proyecto histórico que significa la construcción de una sociedad con los cimientos y valores que propugnan y los postulados doctrinarios que sustentan. El poder pues es un medio, nunca un fin, se entiende que los movimientos democráticos aspiran el bienestar integral de la comunidad y sus diferencias generalmente estriban en el concepto que se tenga del hombre y de la sociedad, sobre la iniciativa privada, sobre la más o menos intervención del Estado. Como el fin no justifica los medios, los caminos para llegar al poder deben ser también democráticos y enmarcado en la ética y la moralidad. El ejercicio político sin ética es propio de los totalitarismos para quienes no hay consideración alguna de la estrategia y las tácticas, todas son buenas, éticas o no, el fin es alcanzar el poder y una vez detentado se aferran a él con el propósito de nunca dejarlo, para ello se valen de las más viles acciones: supresión de la libertad, persecución a quien disiente, encarcelamiento y si es necesario la muerte.
Pero volvamos a lo nuestro, los partidos democráticos, en democracia se consulta periódicamente la voluntad popular para la selección y elección de los gobernantes y representantes ante variadas instancias de la vida ciudadana y en particular ante los cuerpos deliberantes nacional, regionales y municipales.
Se abre para el próximo diciembre una consulta electoral para integrar nuestros concejos municipales, para elegir a los concejales. Ellos son un cuerpo donde se deposita la administración de la ciudad y son los más cerca al paisano, con los ediles podemos, creo yo, hablar a diario y comunicarles nuestras inquietudes y pareceres. Con frecuencia me lo encuentro en el desarrollo de la vida cotidiana del municipio. Así pues, el concejal en medio de su competencia es alguien con autoridad en mi comunidad con el que puedo hablar con frecuencia y transmitirle mi opinión sobre un sector o sobre sí mismo.
Se las difíciles circunstancias en las que nos desenvolvemos, se que una buena parte del país, con justa razón, piensa que el CNE es un organismo en el que no se puede confiar y se también que sospechamos de las trácalas que el régimen monta para torcer la voluntad del pueblo. Pues bien contra todo eso es la lucha y estamos obligados por deber ciudadano enfrentarlos con toda nuestra fuerza. No nacimos para desenvolvernos siempre en condiciones de comodidad y felicidad, los hombres de talla se prueban en los momentos difíciles y en los retos y desafíos, por muy duros que ellos sean, que nos presentan los tiempos. Si nuestros libertadores se hubieran negado porque la realidad era muy dura y contraria, aún seriamos colonia. Si los hombres de color en los EEUU no se hubiesen rebelado y defendido sus derechos que les corresponden como seres humanos, estarían aún marginados a la orilla del camino y relegados de la sociedad.
Tenemos el ineludible deber de concurrir a la consulta electoral y presentar los mejores nombres que podamos. Negarnos es doblegarnos ante las dificultades y para ello no estamos en la actividad pública. Los partidos políticos deben ver más allá de sus paredes y auscultar en la sociedad intermedia donde con seguridad encontraran nombres equipados para asumir el reto de adecentar la administración municipal y realizar una gestión que llegue a todos, muy especialmente a los más necesitados.
Si logramos presentar un equipo de consenso con excelentes nombres y aceitamos la maquinaria que nos representará en todos los organismos electorales, estoy convencido que obtendremos una resonante victoria que a todos emocionará.
El gobierno hace todo lo posible para que una vez más nos dividamos o neguemos. Démosle una lección de civismo, valentía y coraje y superemos todos los obstáculos que nos encontremos. La victoria en los comicios electorales municipales será un aire fresco cargado de esperanza y nuevas emociones para emprender la inmensa tarea de superar definitivamente este caos e iniciar con pasión la labor de la reconstrucción nacional.
Septiembre 2018