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"Tormenta Perfecta" en Venezuela

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

Cuando esta espantosa pandemia pase, ojalá sea lo más pronto, aunque los científicos y estudiosos sostienen que se trata de dos o tres meses siempre que respetemos y practiquemos las instrucciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nada será igual, no volveremos a nuestra diaria rutina de inmediato. La pérdida de vidas humanas será alarmante, ya lo es, y las consecuencias económicas, financieras y sociales serán gravísimas. Los efectos de este mal son planetarios, todos los países del mundo quedarán severamente afectados y necesario será tomar medidas adecuadas, generalmente dolorosas, para restablecer la normalidad, ello puede tomar un semestre o todo un año.

Existen países cuya estabilidad general les permite soportar y superar en menor tiempo las desastrosas consecuencias de este mal, pero hay otros donde estamos nosotros a la cabeza, donde todo será mucho más complicado y difícil , más no imposible.

Este virus que popularmente conocemos como coronavirus o Covid 19 y que Vargas Llosa llama sin edulcorar y con razón "virus chino", nos encuentra en una situación extremadamente crítica y dramática: Nuestra economía y finanzas -pública y privada- están destrozadas, la súper hiper inflación, la más alta del planeta, empobrece la totalidad del pueblo, la cuenta "Reservas del Tesoro" se encuentra en su peor nivel de los últimos treinta años, la deuda pública interna y externa es alarmante y preocupante-estamos endeudados como nunca-, la gallina de los huevos de oro, PDVSA, al borde del colapso total, nuestro parque industrial, uno de los más importantes de Latinoamérica, desapareció y ahora es un cementerio de galpones vacíos, pesa sobre el país sanciones restrictivas internacionales muy serias y ahora con el brusco descenso del precio del barril de petróleo (de lo que dependemos casi en exclusividad ); podemos imaginarnos los efectos de esta pandemia. Podemos decir que estamos en una "Tormenta Perfecta" que nos puede llevar a niveles insospechados sino actuamos a tiempo y con inteligencia. Todo esto que presentamos, después de ser uno los países más rico del mundo, es causado por este régimen que se encargó de dilapidar, mal gastar y usar indebidamente los cuantiosos recursos que ha recibido, nunca antes como ahora, y ha destrozado todo lo que marchaba bien y profundizado lo malo. Ni siquiera se tuvo la elemental responsabilidad de ser previsivo para cuando viniera la época de las "vacas flacas" como la que tenemos. Se dedicaron a bailar y gozar los ingresos del país. En buena parte del mundo la tormenta será eso, una tormenta, pero en nuestro caso será o ya es "perfecta". Tengo como signo de vida ser optimista, abrigar siempre esperanza y tener mucha fe, pero lo que este tiempo nos indica es que lo que viene será más serio de lo que imaginamos y debemos estar atentos y si es posible preparados.

Nuestra nación requiere de urgencia ser atendida y dirigida por los mejores, los más inteligentes, los que tienen conciencia que la política es para servir con eficiencia al pueblo, para poder salir de este catastrófico atolladero en que nos encontramos. Para que ello sea posible y ojalá lo sea, es necesario que el régimen lo entienda y de paso. Es necesario ponernos de acuerdo para llamar a elecciones generales cuanto antes y así reinstitucionalizar el país y elegir nuevas autoridades que deben de inmediato convocar a un gran entendimiento nacional para atender debidamente esta tormenta cuyos estragos pueden ser devastadores en todos los ámbitos, ambientes y sectores.

Ya tenemos bastante tiempo mal, muy mal, pero por lo que ocurre todo puede empeorarse mucho más y llegar a tiempos de desesperación y angustia colectivas no conocidos. Creo estamos en la puerta de una inmensa depresión económica, la peor en los últimos cien años, con las gravísimas consecuencias sociales que ello trae consigo.

Dios quiera que a la gente del régimen les quede un resto de alma y le llegue la luz divina que los oriente e incline a reflexionar, a conversar y llegar a acuerdos para entre todos, los mejores y potables, hacer frente a este gravísimo tiempo. Dios quiera también se de la coincidencia que sería la vía adecuada y civilizada para atender con éxito este serio momento. Es necesario que de lado y lado se aparten los extremistas para poder encontrarnos en el centro y desde allí concebir una estrategia adecuada y elaborar un macro programa de reconstrucción nacional. Creo la oposición está ganada para conversar, ojalá los del régimen hagan lo propio y empecemos todos en los ajustes y reajustes necesarios y urgentes.

Cito al régimen porque es un factor y muy importante, desconocerlo sería una inmensa torpeza política. Cuando alguien nos secuestra un ser querido, Dios nos libre, necesariamente tenemos que hablar con el secuestrador para resolver con satisfacción lo que nos acontece y preocupa . Pues ellos tienen secuestrado al país y eso tenemos que resolverlo. Sé que muchos no desean que se dialogue con el régimen, pero no tenemos alternativa sana que no sea esa. Sé también que el diálogo ha fracasado varias veces por la indisposición del régimen, pero en ello debemos insistir si queremos salida sin sangre humana derramada en el pavimento. En ese posible acuerdo, si se da, en necesario dar para aspirar a recibir y así entre todos (siempre con los buenos que son mayoría) reconstruir el país.

Dios, nuestro Santo Señor, bendiga a Venezuela y al mundo.