Pasar al contenido principal

Opinión

Cecilia Barría

Si alguien te habla de monedas digitales, es probable que lo primero que se te venga a la cabeza sean criptomonedas como el bitcoin.

Sin embargo, hay otras monedas digitales, prácticamente desconocidas, que avanzan silenciosamente en los pasillos de las altas esferas de las finanzas con las que se quiere reemplazar a los billetes de papel y al dinero metálico.

Son las monedas digitales emitidas por los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés).

Se trata de la versión digital de las monedas tradicionales que las personas utilizan todos los días, como el dólar, el euro o el yuan.

A finales de junio, la Comisión Europea presentó una propuesta para poner en marcha el euro digital.

Bajo ese esquema, la tradicional moneda de un euro tendría un valor exactamente igual al de un euro digital.

Esta nueva divisa sería emitida por el Banco Central Europeo (BCE), con un estatus que la hace tan oficial como su equivalente físico.

En ese sentido, estas divisas digitales -que ya han sido implementadas en varios países- son la antítesis de las criptomonedas.

¿Por qué? porque las criptomonedas no son emitidas por ningún banco central y su valor cambia constantemente.

En el mercado de las criptomonedas participan inversionistas que están dispuestos a correr riesgos, ya que los precios pueden dispararse un día y caer estrepitosamente al otro.

Básicamente, nadie regula su valor y se mueven libremente a través de una tecnología que se llama cadena de bloques (o blockchain), mientras que las monedas digitales "públicas" u "oficiales", funcionan igual que el dinero tradicional, solo que en un formato electrónico.

"Con el euro digital, los ciudadanos podrán pagar en dinero público”, dijo Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea.

"Tener un monedero digital en euros recargado en el teléfono -u otro dispositivo- será lo mismo que tener monedas y billetes en el bolsillo”, agregó.

La ley definitiva debe ser respaldada por los 27 Estados miembros de la Unión Europea. Si eso ocurre, se espera que el BCE dé luz verde a un euro digital en los próximos meses para que pueda lanzarse en 2027.

A continuación te contamos cuatro claves para entender cómo funcionan las monedas digitales y qué ventajas y desventajas tienen.

  1. Cómo funcionan

Las monedas digitales emitidas por los bancos centrales de cada país son la versión electrónica del dinero tradicional.

Así, en vez de imprimir billetes de papel o monedas metálicas, el banco central de un país emite su propio dinero en formato electrónico.

Una de las diferencias esenciales con el sistema actual es que estas monedas no requieren que un banco sea el intermediario para que se lleve a cabo la transacción.

Teóricamente, podrías hacer transferencias electrónicas como si le estuvieras pasando unos billetes en la mano a otra persona o a un negocio.

Se espera que las monedas digitales bajen los costos asociados a las transacciones online hechas a través de la banca comercial y que favorezcan a las personas de ingresos más bajos y a los sectores de la población que no están bancarizados.

Entre las distintas propuestas para implementar el sistema que está sobre la mesa, algunos expertos han planteado crear cuentas bancarias universales en los bancos centrales para todos los ciudadanos.

Pero lo cierto es que cada país o zona monetaria que decida emitir este tipo de monedas, fijará sus propias reglas.

Esa es la idea básica de una moneda digital oficial, aunque por ahora, hay muchas interrogantes sin responder, en la medida que las grandes economías del mundo aún están analizando sus potenciales beneficios.

2. En qué países existen

China fue la primera gran economía del mundo en lanzar una moneda digital en 2020 en algunas partes de su territorio.

Se calcula que el yuan digital es utilizado actualmente por unos 260 millones de personas y el plan del gobierno es hacerlo extensivo a todo el territorio.

Según el centro de estudios Atlantic Council, con sede en Washington DC, un total de 130 países están explorando versiones digitales de sus monedas, con casi la mitad de ellos en etapas más avanzadas de desarrollo, haciendo planes piloto o en proceso de lanzamiento.

Todos los países del Grupo de los 20 (G20), excepto Argentina, están en alguna de esas fases.

Once países, incluidos varios en el Caribe y Nigeria, ya han lanzado monedas digitales emitidas por sus bancos centrales, según el centro de estudios.

Bahamas, por ejemplo, un país pequeño de apenas 390.000 habitantes, se ha convertido en un gran laboratorio al crear el dólar de arena (sand dollar, en inglés), la primera moneda digital del mundo emitida por un banco central.

La iniciativa ha demorado en despegar porque la mayoría de la población no lo utiliza, una dificultad con la que también se han encontrado otros países.

Otras dos grandes economías emergentes, como India y Brasil, tienen planes para lanzar monedas digitales en los próximos años.

En medio de este panorama, el país con la moneda más fuerte del mundo, Estados Unidos, está lejos de tener planes para crear un dólar digital.

Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden ordenó a funcionarios del gobierno que evaluaran los riesgos y beneficios de crear un dólar digital en marzo de 2022.

Pero el dólar digital no forma parte de los temas que se discuten en la agenda económica del país.

Suecia continúa siendo uno de los países más avanzados de Europa con su programa piloto, mientras que el Banco de Inglaterra sigue trabajando en una posible libra digital que podría entrar en uso hacia finales de esta década.

Australia, Tailandia, Corea del Sur y Rusia tienen la intención de continuar con las pruebas piloto.

A pesar del creciente interés en las monedas digitales oficiales, algunos países que las han lanzado, como Nigeria, señalan que su aceptación ha sido decepcionante, mientras que Senegal y Ecuador cancelaron sus planes de desarrollo de este tipo de divisas.

3. Cuáles son sus potenciales ventajas

Los promotores de las monedas digitales dicen que ayudarán a la inclusión financiera de quienes están fuera de la banca comercial y promoverán la innovación tecnológica, la eficiencia en las transacciones y el desarrollo económico.

En teoría, el cambio contribuiría a una reducción de costos porque el sistema no depende de la banca comercial, ya que el medio de pago depende directamente de la banca central.

De hecho, en el caso del euro digital, se supone que el Banco Central Europeo no tendría ningún interés comercial en almacenar, gestionar o monetizar los datos de los usuarios.

Quienes apoyan el proyecto presentado por la Comisión Europea, sostienen que un euro digital permitiría pagar con “una forma de dinero público ampliamente aceptada, barata y segura”.

Además, se estima que el uso de divisas digitales podría disuadir ciertas actividades criminales financieras, en la medida que sería más fácil determinar quién es el remitente y el receptor de las transferencias.

4. Cuáles son sus riesgos

De crearse un euro digital en los próximos años, se espera que el Banco Central Europeo no imponga comisiones a los usuarios.

Pero eso no quiere decir que el uso de la divisa digital resulte completamente gratuito. Aún no está claro cuál será la función y los costos de los posibles intermediarios que ofrecerán servicios para que funcione el mercado de la divisa.

Tampoco se conoce cómo sería la relación con la banca comercial.

Además, las voces críticas desconfían de que los bancos centrales tengan la información detallada de todas las transacciones que hacen los usuarios en países donde no existe suficiente transparencia y la información podría ser utilizada con fines políticos.

A la banca comercial le preocupa que eventualmente un gran número de depositantes abandone el sistema bancario, un factor que podría poner en riesgo una parte importante de su negocio y, en un caso extremo, provocar posibles corridas bancarias.

Sin embargo, los expertos han dicho que esa potencial fuga de dinero desde la banca comercial se puede controlar fácilmente estableciendo límites a la cantidad de divisas digitales que puede poseer un determinado cliente.

Otra de las críticas que se han hecho al sistema, es que como todas las operaciones estarían centralizadas, existe el riesgo de que un determinado banco central tome decisiones arbitrarias dado que puede crear o eliminar dinero en un abrir y cerrar de ojos.

Desde otro punto de vista, también existe el riesgo de que una moneda digital extranjera bien gestionada pueda convertirse en un sustituto de una determinada moneda local.

Finalmente, dicen los expertos, todo dependerá de cómo se implemente el sistema de monedas digitales que emiten los bancos centrales de acuerdo al modelo que cada país defina.

6 de julio 2023

BBC News Mundo

https://www.bbc.com/mundo/articles/cj7rm13eepxo

 6 min


Carlos Raúl Hernández

Hemos vivido y seguimos viviendo la era de la ingeniería social, la acción consciente y reflexiva para incidir en las relaciones, la estructura y la vida de la sociedad desde centros de decisión, particularmente del Estado. El concepto nació en los EE. UU durante el siglo XIX y lo desarrolló en el siguiente Karl Popper con su monumental obra La sociedad abierta y sus enemigos (1945), donde sostiene que hay dos ideas antagónicas de la ingeniería social. La que la concibe como atributo ínsito de las élites revolucionarias para implantar “la nueva civilización”, “cambiar de raíz la humanidad”, “la marcha de la historia”, y otros modestos objetivos, llamada ingeniería social holística. Ella permitió que hasta finales del siglo XX gran parte de la humanidad estuviera regida por regímenes totalitarios que fracasaron. Esa ideología la había instaurado Marx, y su resultado, el socialismo-comunismo que consideraba “inevitable”, daba derecho a los revolucionarios “representantes el bien y la justicia”, para tomar el poder por la fuerza, por las armas, sin consultar y destruir “la vieja sociedad”. No necesitaban aprobación para eliminar las formas explotadoras de vida creadas durante milenios: la propiedad, la democracia, la libertad, la religión, los partidos, los sindicatos; y asaltaban el cielo para implantar la educación revolucionaria, la nueva moral, destruir la familia burguesa y establecer tiranías para “hacer la revolución” y crear “el hombre nuevo”.

El valor en plata de la retórica se aprecia en que luego del triunfo bolchevique, se elige una “constituyente” con la conocida prédica mística jacobina: el pueblo sagrado,” la voluntad popular, el nacimiento de una nueva nación; pero como perdieron ridículamente (25%), Lenin se pasó por el bigote los “derechos imprescriptibles y disolvió aquel monumento de la soberanía. En el extremo antagónico se coloca la ingeniería social fragmentaria que usa las reformas parciales como elemento para el mantenimiento de la sociedad civilizada, en diálogo permanente con ella. El derecho, la división político territorial de los países, la soberanía, las instituciones, las políticas públicas, fiscales y monetarias, son producto de decisiones estatales que dan forma a la sociedad moderna. Parte de la presencia del Estado para crear, mantener y mejorar la convivencia en la combinación de socialdemocracia y liberalismo político y alguien decía que la única forma de que este último se efectivo en la política real es la socialdemocracia. Los liberales, están aherrojados a la existencia de tres poderes públicos independientes, a diferencia del anarcoliberalismo, los libertarios, anarquistas “de derecha”, utópicos que aspiran a una sociedad carente de Estado, un sinsentido absoluto que no entiende muy bien lo que dice.

Quienes llegan al poder se colocan entre estructuras de gobierno, y por partidarios de la democracia amplia, la libertad y la economía abierta que sean, ejercerlas, desregular la economía, imponer la competencia y mantener todo en funcionamiento, es posible por la acción del Estado incluso en sentido hobbesiano. La sociedad autorregulada sin gobierno es una supra utopía compartida por el marxismo clásico, anarquistas y anarcoliberales. Hoy surge un totalitarismo suave y gradual. Quien quiera asumir una tarea de Sísifo, leer la Agenda 2030, enfrentará un texto frío como un pescado, burocrático, sin vida, frente al que la mente se distrae y huye recurrentemente. En los momentos que se logra la casi inasible concentración, se toma la mano de una criatura muerta, formado por 17 “objetivos” que por su inexpresividad, vacuidad e infantilismo no merecerían ni siquiera discutirse ¿Quién podría estar en desacuerdo con desterrar el hambre, “la desigualdad”, “preservar la naturaleza”; con agua potable, alimentación suficiente y balanceada, viviendas cómodas, educación gratuita y de calidad para todos, y que plantas y animales crezcan como en el jardín del Edén?¿O con que la humanidad sea un jardín con ríos de leche y miel en abundancia.

Redactado por adultos curtidos, la única razón de ser de un texto así es presentarlo como un rebaño de pieles de oveja. Por eso muchos gobiernos y personas creyeron firmar una declaración anodina más, como los precursores Objetivos del Milenio, y nadie, salvo sus maquiavélicos propulsores, deben haberla leído. Pero en sus 169 metas, redactadas también de manera que su lectura podría llevar al suicidio por desesperación a una ostra, se plasma una cantidad tal de esperpentos que parecen la versión escrita en un sanatorio mental de 1984, Un mundo feliz y Fahrenheit 451. Es la Agenda para marchar hacia la distopía, en pos de un mundo suavemente totalitario, y su consigna parece emanada del hermano mayor orwelliano, “no tendrás nada y serás feliz”. Se propone cambiar el mundo sin violencia, sin amenazas, ni provocar oposiciones, un texto “que se hace el muerto para coger zamuro vivo” y lo logra magistralmente hasta ahora. La imposibilidad, inanidad, inocuidad, aparentes de la Agenda están concebidas para que los lectores la firmen entre bostezos. La burocracia posmoderna de las Naciones Unidas consigue una carta aval para presentarse en todos los rincones del mundo, como en escuelas de los caseríos del estado Cojedes, en las que fija carteleras que favorecen la pederastia e informar sobre el advenimiento de 43 “géneros”.

Más pública sería imposible y no es una conspiración, sino una decisión bien presentada y concebida con maestría política. Es una nueva constitución global, por encima de las nacionales, que permite a los burócratas reglamentar y administrar la libertad y la democracia en el mundo, meterse en la cama de la gente para decirles qué es correcto y qué no, o que el sexo con niños está muy bien si ellos consienten. Esta supra constitución 2030 está ejerciendo paulatinamente el gobierno en Europa y decide que las fresas del sur de España no deben producirse, ni varios cultivos holandeses mientras comienzan a desterrar la ganadería, a destruir represas para restaurar los bosques, así como producir “energías limpias” y autos eléctricos que pueden ser más bien Frankenstein (volveremos sobre esto) La agenda tiende al regreso de sociedades confesionales, anatemas contra las heterodoxias, con temas que no se pueden discutir, so pena de excomunión (antaño cárcel o muerte) y muerte civil. Eso revela que, pese al avance científico técnico, la tendencia al fanatismo y la superstición permanecen invariables en la condición humana Ese retorno del oscurantismo llama cancelación y negacionista, el mote posmoderno para la antigua herejía.

Todo saber científico nace polémico y Darwin escribió que “la única manera de cerrar un debate científico es mantenerlo abierto” pero el ambiente castiga la discusión sobre las tesis canónicas posmo. El progresismo indujo a creer que los fenómenos climáticos, propio de todas las edades del planeta por millones de años, es producto de la acción del hombre en la sociedad industrial, la “antropogenia” del “calentamiento global”, pese a que hay un amplio contingente de científicos que desmienten esta teoría, a los que los medios llaman “negacionistas” y por lo tanto eliminan del debate público. Montañas de estudios sobre la violencia demuestran que 80% de las víctimas de asesinatos son hombres (sube a 93% al incluir las guerras), pero se hace predominar la impresión de que hay una matanza masiva de mujeres; 74% de la violencia de parejas es entre homosexuales masculinos, 21% entre parejas hetero y apenas 5% entre parejas lesbianas, pero las investigaciones que lo demuestran están silenciadas por “negacionismo de violencia de género”. Pese a la montaña de evidencia científica sobre la necesidad de ingerir proteínas animales, lo que hizo posible la evolución del cerebro de los homínidos al hombre, la Agenda 2030 busca atrofiar la producción y el consumo de carne, para producir “carne artificial”, así como proyectan producir proteínas de los insectos, todo traducido en grandes negocios free.

La cancelación surge en las entretelas de las instituciones para lisiar el sistema de vida democrático. Los incorrectos o negacionistas merecen menoscabar sus expresiones, cátedras, pensamiento, a nombre de la democracia de lobbies fanáticos: hipersexualistas, animalistas, ambientalistas, pederastas, usurpadores del feminismo. Una religión laica inmisericorde, con 17 mandamientos sin perdón, para todo aquél que no sea y no haya sido progresista, que cazadora de culpables. Cicerón se refirió a la damnatio memoriae, dañar la memoria, incluso en las lápidas de los cementerios. Una especie de calvinismo redivivo, un puritanismo que viene a rescatar de la perdición hetero a una sociedad rendida por la tolerancia católica. Estos neocalvinistas dan risa y sobrecogen con sus autojustificaciones para castigar males inexistentes o residuales, que reviven en su imaginación: patriarcalismo, misoginia, transfobia, plumofobia, homofobia, gordofobia y demás imbecilidades, expresión de graves desarreglos emocionales en quien las profiere. Higinio Marín, un teólogo español, demuestra conocer la condición humana, cuando dice que “quien gobierna lo que debes decir, gobierna también lo que debes pensar, lo que debes desear y lo que debes sentir; y está modificando los patrones humanos de fijación del deseo”. Ya se prohíbe la seducción, y la heterosexualidad es casi delictiva para los lobbies. En la Londres de Winston de 1984, el amor estaba estrictamente prohibido y solo se podían tener relaciones sexuales mecánicas sin ese componente perturbador.

@CarlosRaulHer

https://www.eluniversal.com/el-universal/158768/el-retorno-de-los-brujos...

 7 min


Carolina Alcalde

El Alto Comisionado de la Oficina para DDHH de la Organización de Naciones Unidas (ACNUDH), Volker Türk, llamó al gobierno de Venezuela a garantizar el debido proceso de procedimientos con respecto a las inhabilitaciones de candidatos a cargos públicos, en su más reciente informe divulgado el martes.

Türk instó a “garantizar el debido proceso y la transparencia en los procedimientos administrativos llevados a cabo por la Contraloría General de la República con respecto a las inhabilitaciones de candidatos a cargos públicos”, que según la sociedad civil venezolana se trata de un mecanismo del gobierno para “perpetuarse” en el poder.

Además, pidió investigar con “prontitud, independencia, imparcialidad y eficacia” a “todos” los niveles de responsabilidad, las presuntas violaciones a los derechos humanos en el país.

“Venezuela debe adoptar medidas para prevenir, mitigar y sancionar todo ataque, intimidación y criminalización con voces consideradas disidentes, y asegurar la participación significativa, inclusiva y vial de los actores, para garantizar el pleno disfrute del espacio cívico”, expone en sus conclusiones.

Nuevamente instó a las autoridades judiciales a liberar “inmediatamente” a todas las personas detenidas ilegal o arbitrariamente.

Aunque el ACNUDH reiteró el llamado a levantar sanciones sectoriales que “exacerban los desafíos preexistentes”, insiste en que el Estado venezolano debe tomar medidas para lograr progresivamente la plena realización de los derechos económicos y sociales.

En ese sentido, precisa que la inflación y la devaluación del bolívar “obstaculizaron” los niveles de ingresos necesarios, dificultando las condiciones necesarias para disfrutar de un derecho a la vida adecuado.

El informe se centra en los acontecimientos relacionados con los derechos económicos, sociales, culturales, medioambientales, el Estado de derecho y el espacio cívico, registrados entre el 1 de mayo de 2022 y el 30 de abril de 2023 y será debatido en el Consejo de DDHH de la ONU el miércoles.

Entre otras recomendaciones presentadas por el ACNUDH, se encuentran “el establecimiento de mecanismos para garantizar respuestas oportunas a las solicitudes de información pública de la sociedad civil”; la reactivación del proceso de demarcación de las tierras indígenas; tomar medidas para dar fin a actos de estigmatización por parte de funcionarios públicos contra defensores de DDHH, periodistas y trabajadores sindicales, así como adoptar medidas para garantizar el disfrute del derecho a la salud, incluida la despenalización del aborto.

Türk también recomendó que se acelere la adopción del proyecto de ley sobre igualdad de género pendiente en la Asamblea Nacional; que se garanticen investigaciones y procedimientos judiciales “rápidos” e “independientes” en los casos de muertes en el contexto de operaciones de seguridad y protestas, denuncias de torturas u otras formas de malos tratos y “detenga, procese y castigue” a los responsables, “incluidos los superiores jerárquicos, de conformidad con el derecho internacional”.

Obstáculos y “altos riesgos”: causas del cese de transmisiones de RCR, radio pionera en Venezuela

Además, recomendó establecer un “plan de regularización que permita a las emisoras de radio acceder al uso del espectro radioeléctrico en condiciones que garanticen la pluralidad informativa y la seguridad jurídica”.

El Alto Comisionado precisó que en el período que abarca el informe, documentó el cierre de 16 emisoras de radio en todo el país, así como el bloqueo de 44 sitios web.

Türk visitó Venezuela en enero de este año, cuando fue renovado por dos años la Carta de Entendimiento entre Venezuela y el ACNUDH.

En marzo, luego de su primera actualización oral sobre la situación de los derechos fundamentales en Venezuela ante el Consejo de DDHH de la ONU, Héctor Constant, representante de Venezuela ante el Consejo de DDHH, dijo tomar notas de las preocupaciones del Alto Comisionado a las cuales dijo ofrecería “respuesta detallada en su debida oportunidad”.

julio 04, 2023

https://www.vozdeamerica.com/a/alto-comisionado-para-ddhh-de-la-onu-pide...

 2 min


Gerber Torres

Los regímenes autoritarios tienen una extrema aversión a los eventos democráticos, ya que estos pueden desestabilizarlos y afectar el funcionamiento de sus órganos vitales. Mientras mayor sea la magnitud del evento, mayor la amenaza y el peligro que enfrentan. Por esa razón, suelen reaccionar de manera exagerada en su presencia. Los posibles efectos de estos eventos les generan pánico, lo que a menudo conduce a comportamientos erráticos.

Una elección primaria, ya sea para cualquier cargo público, es uno de los ejercicios más democráticos que puede haber. Implica la exposición y confrontación de ideas, la crítica y denuncia, las propuestas de un futuro mejor, la movilización y la agitación. Si se trata de una primaria para elegir un candidato de la oposición en un régimen autoritario, la carga democrática se vuelve aún más significativa. Por si sola se convierte en un elemento desestabilizador.

Ese es uno de los aspectos más importantes de la Primaria que lleva a cabo la oposición en Venezuela y que a menudo pasamos por alto. Tendemos a ver la Primaria como un puente que nos llevará a un momento decisivo en el futuro, cuando en realidad la Primaria puede ser en sí misma ese momento decisivo que estamos buscando. El desarrollo de la Primaria, dependiendo de cómo se lleve a cabo, puede ser el catalizador de los cambios que muchos esperan que ocurran a partir de sus resultados. En otras palabras, el proceso en este caso es tan relevante, o incluso más, que el producto que esperamos de él. El objetivo que buscamos con la Primaria puede gestarse y producirse durante su propia ejecución.

En nuestro caso, los efectos desestabilizadores de la Primaria sobre el régimen comenzaron a manifestarse rápidamente, apenas comenzó. En primer lugar, el gobierno de Maduro decidió implosionar el Consejo Nacional Electoral (CNE), a pesar de que ya tenía una mayoría y un amplio control sobre él, considerando esto insuficiente para garantizar su permanencia en el poder. Sintieron miedo. Luego vino el nombramiento de una comisión para estudiar la selección de los candidatos a nuevos miembros del organismo, en la que incluyeron nada menos que a la esposa de quien es, a su vez, uno de los candidatos en la contienda electoral del próximo año y además es el presidente de la República. El significado de este segundo movimiento es posiblemente aún mayor que el primero. No se puede subestimar. El régimen y el propio presidente Nicolás Maduro se sienten tan inseguros que necesitan que su pareja esté en el comité de selección de los jueces que arbitrarán la elección en la que él participaría. Imagínese, querido lector, que alguien acepte participar en una competencia solo si su cónyuge interviene en la elección de los árbitros.

Además de estos hechos, se suman todos los abusos y arbitrariedades para bloquear la movilización de los candidatos opositores por el país y sabotear sus eventos. Y más recientemente, las amenazas de inhabilitar a otros candidatos, así como a la propia primaria.

Estos primeros efectos nos indican que la Primaria está teniendo éxito y que sus impactos políticos son significativos, pudiéndose generar otros aún mayores, cuyo alcance no podemos prever. Por ello, de nuevo, debemos visualizar la Primaria como el mecanismo que tiene el potencial, en sí mismo, de derrotar al régimen.

Si los catorce precandidatos inscritos en la Primaria se dedican a recorrer intensamente el país, denunciar al régimen, dar voz a los miles de agravios y demandas de los venezolanos, motivarlos para que se mantengan activos, se organicen y se movilicen, la Primaria podría terminar debilitando al régimen de manera significativa. Por eso es importante que todos los candidatos tengan éxito en sus campañas, que cuenten con apoyo popular, y generen entusiasmo y esperanza. Todo esto se sumará, y aquel que en su momento lidere todo este movimiento contará con un respaldo más amplio de venezolanos, más motivados, organizados y comprometidos con el cambio. Con este fin, es conveniente que los candidatos eviten descalificarse mutuamente y concentren sus esfuerzos en denunciar al régimen, movilizar y organizar a la gente.

Finalmente, mientras más entusiasta, movilizadora y convergente sea la Primaria en cuanto a sus objetivos, más grietas se abrirán en las bases de apoyo del régimen. Surgirán preguntas sobre por qué ellos no tienen también una primaria. Es bien sabido, por ejemplo, que existe un chavismo que no apoya a Maduro. ¿No aspiraría ese sector a tener también una primaria?

27 de junio 2023

La Gran Aldea

https://lagranaldea.com/2023/06/27/el-efecto-desestabilizador-de-la-prim...

 3 min


Acceso a la Justicia

«Venezuela no está investigando o no ha investigado hechos delictivos que pueda constituir delitos (de lesa humanidad)». La declaración la hizo la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte Penal Internacional, que aceptó la petición que le hiciera el fiscal del juzgado con sede en La Haya (Países Bajos), Karim Khan, para retomar sus pesquisas sobre lo ocurrido en el país, «al menos desde 2017».

El pronunciamiento de la Sala figura en un auto de 45 páginas de extensión publicado el pasado 27 de junio de 2023 y que supone otro revés para el Gobierno de Nicolás Maduro, el cual ha pasado los últimos ocho meses intentando distintos recursos para cerrarle las puertas a la posibilidad de que el despacho de Khan comience a buscar a los responsables de las detenciones arbitrarias, torturas, ajusticiamientos y persecuciones ocurridas en el país.

En su dictamen, los magistrados Péter Kovacs, Reine Adélaïde Sophie Alapini y María del Socorro Flores Liera dieron cinco razones para considerar justificada la investigación de la Fiscalía de la CPI.

1. Sin voluntad

«Venezuela no está investigando (y no expresa ninguna intención de investigar) las alegaciones de hecho que subyacen a los elementos contextuales de los crímenes de lesa humanidad». Este fue el primer motivo que dio la Sala para autorizar a Khan a retomar sus averiguaciones.

La instancia reconoció que las autoridades han tomado «algunas medidas de investigación»; es decir, que han abierto algunos procesos por las graves violaciones a los derechos humanos registrados en el país. Sin embargo, consideró que son insuficientes, pues «no reflejan suficientemente» la gravedad de lo ocurrido.

El hecho de que las autoridades en los escritos que han enviado en los últimos meses al juzgado internacional hayan insistido en su tesis de que en el país «no se cometieron crímenes de lesa humanidad […], ni siquiera superficialmente» parece habérsele devuelto como un búmeran.

2. Sin llegar hasta las últimas consecuencias

La Sala también criticó contra quién están dirigidas las investigaciones en curso. En el auto se lee que «el enfoque de las investigaciones internas parece estar generalmente en los perpetradores directos (o funcionarios) de bajo nivel».

Los casos del concejal Fernando Albán, del capitán Rafael Acosta Arévalo y del estudiante David Vallenilla corroboran esto último. Los casos antes mencionados tienen algo en común, el Ministerio Público se limitó a investigar a los funcionarios que les quitaron la vida a las víctimas y no indagaron en la posible responsabilidad de sus superiores jerárquicos y mucho menos se pasearon por la posibilidad de que dichos sucesos formaran parte de una política de Estado.

El artículo 28 del Estatuto de Roma deja en claro que se debe investigar la responsabilidad por acción u omisión de las cadenas de mando.

3. Investigaciones limitadas

Otro motivo esgrimido por la Sala de Cuestiones Preliminares para permitirle a Khan proseguir sus averiguaciones sobre Venezuela es que consideró que las investigaciones internas han sido «limitadas».

Hasta el momento, el Ministerio Público ha informado que tiene abiertas 893 averiguaciones por abusos y violaciones a los derechos humanos ocurridos desde 2017. Sin embargo, casi 9.000 venezolanos que se consideran víctimas aportaron sus opiniones al juzgado, lo que pone en evidencia que el número real de casos es muchísimo mayor.

4. Lentitud inentendible

El cuarto argumento fue el tiempo que se toman las autoridades para investigar los casos denunciados. «Parece haber períodos de inactividad investigativa inexplicable», denunció la Sala.

En los extensos informes que el Ministerio Público y la Cancillería le han enviado a la CPI hay datos que, por lo visto, han terminado jugando en su contra, y uno de ellos es que el grueso de las investigaciones por violaciones a los derechos humanos se encuentra en fase preliminar, pese a que en algunos casos han transcurrido más de seis años de ocurridos los hechos.

El despacho dirigido por Tarek William Saab admitió el año pasado que apenas 23 casos (2,58%) han terminado con una condena por parte de un juez, mientras que 606 (67,86%) se hallan en fase de investigación y en 764 (85,55%) ni siquiera han logrado determinar a los autores de los crímenes.

El caso del estudiante Juan Pablo Pernalete es emblemático en este sentido. Tras sostener durante varios años que era errada la tesis de que la Guardia Nacional fue la responsable de la muerte del bachiller en 2017, cuando participaba en una manifestación en Altamira, en 2021 Saab admitió que finalmente que esta hipótesis era la correcta, de acuerdo con las evidencias.

5. Minimizando los hechos

Por último, a la Sala de Cuestiones Preliminares le alarmó el criterio sostenido por las autoridades judiciales en algunos casos, por considerar que «parecen no reflejar suficientemente las formas de criminalidad que la Fiscalía pretende investigar, destacando en particular la intencionalidad discriminatoria subyacente a los delitos alegados y la insuficiente investigación de los delitos de naturaleza sexual».

El Gobierno venezolano, en sus informes, niega que lo ocurrido en el país formara parte de una campaña sistemática de su parte contra la disidencia, una opinión que la Sala no comparte. Asimismo, ha descartado investigar los crímenes de persecución, por cuanto ellos no están previstos en la legislación nacional, lo que pone de manifiesto la falta de interés en cumplir con las obligaciones del Estatuto de Roma, que establece que los países que son partes del mismo deben incluir los delitos allí tipificados en su legislación interna, por lo que el hecho de que en Venezuela la persecución no sea delito evidencia que la razón última de los crímenes de lesa humanidad no es objeto de investigación en el país, simplemente porque no se le considera como un delito.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

El pronunciamiento de la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI es histórico y una buena noticia para las víctimas, quienes ven cómo se acercan las posibilidades de que sus casos sean conocidos por una instancia independiente. El fallo también revela que el juzgado actúa diligente cuando se le permite y representa una derrota más para las autoridades y su estrategia de obstaculización de la justicia internacional.

Es una pequeña victoria dentro de largo camino que todavía queda por recorrer, pero también es un acto de justicia para las víctimas que ven cómo en La Haya encuentran lo que en Venezuela se les niega.

julio 3, 2023

https://accesoalajusticia.org/cinco-razones-cpi-autorizar-fiscal-reanuda...

 4 min


Rafael Rojas

Debo haber conocido a Carlos Alberto Montaner hace más de treinta años, en Miami, a través de nuestra común amiga, la escritora Uva de Aragón. Yo acababa de llegar a México, desde Cuba, a realizar estudios doctorales en historia, por lo que conocía de primera mano la agresividad con que los medios oficiales de la isla perfilaban su persona y sus ideas.

Poco antes de mi salida se había producido uno de esos habituales capítulos de represión y escarnio contra intelectuales críticos. Me refiero a la campaña de descrédito contra la poeta María Elena Cruz Varela y los escritores que firmaron la Carta de los Diez, dirigida a Fidel Castro. En el documento se pedían cosas tan razonables como la elección directa de los diputados a la Asamblea Nacional, la liberación de todos los presos políticos, la apertura de los mercados campesinos y el reconocimiento del derecho de retorno al país para los emigrantes cubanos.

Como siempre sucede en esas reyertas entre los intelectuales y el poder en Cuba, algunas de las demandas serían adoptadas muy pronto por el propio gobierno. Pero haberlas dado a conocer a la opinión pública, de manera autónoma, era pecado de lesa ideología. Entre los firmantes se encontraban los novelistas Manuel Granados y José Lorenzo Fuentes y los poetas Manuel Díaz Martínez y Raúl Rivero. Quien haya conocido a cualquiera de los cuatro sabe que decían lo que pensaban.

Aún así, en Granma, Juventud Rebelde y la documentación inculpatoria del Partido Comunista, la Unión de Escritores y Artistas y el Ministerio de Cultura, se acusó a aquellos intelectuales de ser parte de una “maniobra de la CIA”, coordinada por Carlos Alberto Montaner. Los escritores y periodistas que firmaron la carta, y muchos jóvenes de mi generación, que simpatizamos con esas demandas y rechazamos el encarcelamiento de Cruz Varela, fuimos, desde entonces, catalogados como ventrílocuos o marionetas de Montaner.

Cuando lo conocí personalmente, este periodista, escritor y político, que rozaba los 50 años, me pareció lo contrario de lo que trasmitía la caricatura oficial cubana. No proyectaba Montaner la personalidad de un conspirador o un activista, ni siquiera la de un político profesional. Su talante correspondía más al del intelectual o, a lo sumo, el tertuliano. Cultura amplia, humor chispeante, trato afable, gran capacidad de interlocución.

Para entonces había vivido su exilio en San Juan, Puerto Rico, y el Madrid del tardofranquismo, Adolfo Suárez y Felipe González. A diferencia de la mayoría de los líderes cubanoamericanos de Miami y Washington, poseía una formación hispánica y había sido marcado por las transiciones democráticas en España, Portugal y América Latina entre fines de los años 70 y toda la década de los 80. Como tantos liberales españoles y latinoamericanos, se dejó arrastrar por el oleaje triunfalista de la caída del Muro de Berlín, el avance de la democracia y el mercado en Europa del Este y la descomposición de la URSS.

Era autor de dos novelas, Perromundo (1972) y 1898: la trama (1987), y dos ensayos pioneros en la búsqueda de un relato alternativo a la historia oficial cubana: Informe secreto sobre la Revolución Cubana (1976) y Fidel Castro y la Revolución Cubana (1983). Pero lo que más me impresionó del trabajo de Montaner, especialmente en sus décadas en Madrid, fue su proyecto editorial Playor, tal vez el primer intento serio de publicar en español estudios académicos sobre Cuba, producidos en el exilio.

Se dice fácil, pero en Playor aparecieron, en español, los primeros libros de académicos como el economista Carmelo Mesa-Lago, el sociólogo Irving Louis Horowitz o la monumental serie ilustrada, en catorce volúmenes, Cuba: economía y sociedad, del historiador cubano, exiliado en Puerto Rico, Leví Marrero. Cuando en 1998, con Víctor Batista, fundamos la editorial Colibrí, también en Madrid, se hizo reconocible el antecedente de Playor en aquel esfuerzo por formar un catálogo de ensayo cubano fuera de la isla.

Repasando la biografía de Montaner en estos días, salta a la vista que su inmersión en la política activa cubana fue breve y limitada a la experiencia, en los años 90, de la Plataforma Democrática, un intento de concertación entre liberales, socialdemócratas y demócratas cristianos del exilio cubano. Tanto la Plataforma Democrática como la Unión Liberal, en términos de política cubana, fueron proyectos no solo breves sino de impacto limitado por dos razones conectadas: la poca capacidad del exilio, de cualquier exilio, para decidir el cambio político en el país de origen, y la hegemonía de la clase política cubanoamericana en los asuntos públicos de la diáspora.

Fuera de ese paréntesis de acción política, la obra fundamental de Montaner fue periodística y ensayista. Así lo atestiguan sus columnas en El Nuevo Herald, reproducidas en decenas de medios iberoamericanos, y su colaboración final en CNN. Como muchos intelectuales cubanos, volcados a la esfera pública y el ejercicio periodístico, desde la época republicana (Mañach, Ichaso, Pardo Llada, Tamargo…), su liderazgo fue más cívico que partidista.

Como novelista, Montaner reimpulsó su carrera literaria en los últimos años, con obras como La hija del coronel (2012), Otra vez adiós (2013) y Tiempo de canallas (2014). Como ensayista, desde los años 90 abrió un flanco de temática latinoamericana que cultivó, sobre todo, en el contexto del cambio de siglo, con títulos muy vendidos como Manual del perfecto idiota latinoamericano (1996), con Álvaro Vargas Llosa y Plinio Apuleyo Mendoza, Fabricantes de miseria (1998) y Las raíces torcidas de América Latina (2001).

Tuve la fortuna de discutir con Carlos Alberto Montaner mis diferencias con su enfoque de América Latina y el Caribe, y de constatar siempre su inagotable disposición al diálogo respetuoso sobre temas históricos y políticos. De todos aquellos libros sobre América Latina, el más logrado o el menos atrapado por estereotipos ideológicos de la Guerra Fría, fue, a mi juicio, Los latinoamericanos y la cultura occidental (2003). Preservo y vuelvo a visitar, cada cierto tiempo, un intercambio electrónico sobre este libro, que continuamos verbalmente en nuestros últimos encuentros en Miami y Madrid.

Es inevitable, en estos días, aborrecer la forma en que el Estado cubano ha distorsionado y distorsiona sistemáticamente la vida y la obra de este intelectual exiliado, que a lo que más tiempo dedicó fue a escribir sobre su país. Para la enciclopedia oficial cubana, Ecured, Montaner fue un “connotado terrorista cubano” y un “mercenario financiado por la CIA”. Las miles de páginas que escribió, en el empeño de recuperar un país perdido, pretenden ser anuladas, pulverizadas en las cenizas del archivo nacional, por esas dos consignas. Por suerte hay vida y hay historia más allá de la máquina del olvido cubano.

30 de junio 2023

Letras Libres

https://letraslibres.com/ideas/rafael-rojas-in-memoriam-carlos-alberto-m...

 5 min


Humberto García Larralde

La situación de Venezuela luce terriblemente comprometida en todos los frentes, incapaz de generar condiciones para una vida digna de sus habitantes. De no introducirse cambios drásticos en su manejo, habrá de convertirse en un país fallido. La responsabilidad de tal fracaso recae en la gestión del chavo-madurismo frente al Estado. Redujo la actividad económica en más del 75%; destruyó la moneda nacional –el bolívar—y la capacidad adquisitiva de los venezolanos, perpetuando, durante años, la inflación más alta del mundo; incrementó, aún más, la descomunal deuda externa que dejó Chávez, precipitando una situación de default que aisló al Estado de los mercados financieros internacionales; acabó con las capacidades del Estado por responder a las necesidades de la sociedad, tanto en materia de salud y educación, como con los servicios públicos de agua, luz y seguridad y la infraestructura física; achicó la banca y, con ello, su capacidad crediticia; acentuó las desigualdades sociales, haciendo de Venezuela el país más inequitativo de América Latina; logró el milagro de arruinar a PdVSA, nuestra “gallina de los huevos de oro”; y colocó la explotación de ricos recursos minerales, como de importantes decisiones estratégicas, en manos de cubanos, rusos, chinos, iraníes y de bandas criminales. Nos impuso esta tragedia haciendo un uso extensivo de la represión, disolviendo las garantías ciudadanas y los derechos humanos consagrados en la Constitución. Tal proceder sólo fue posible por la connivencia de un sector descompuesto de la FAN, traidor a la patria, y de jueces y policías corruptos. La Corte Penal Internacional investiga a Maduro y sus cómplices por crímenes de lesa humanidad contra la población.

Elemento central de esta tragedia --pero lejos de ser el único-- es el colapso de la economía. Aunque el régimen levantó los controles de precio y liberó la tenencia de dólares, al haber arruinado la economía doméstica y destruido PdVSA, se quedó sin ingresos para financiar su gestión. Como tampoco tenía acceso a los mercados financieros internacionales, acudió a la emisión de dinero por parte del BCV, perpetuando las presiones inflacionarias que tanto han empobrecido a la gente. Y su respuesta para aplacar este flagelo ha sido la peor: 1) redujo el gasto público, aumentando la inoperancia del Estado, agravando la prestación de servicios públicos y comprimiendo los sueldos reales de los empleados del Estado; 2) elevó el encaje bancario hasta eliminar, prácticamente, su capacidad crediticia; y 3) intentó estabilizar el precio del dólar como ancla del sistema de precios, “quemando” las escasas divisas que entran al país. O sea, el chavo-madurismo cometió la barbaridad de reducir, aún más, la demanda como fórmula antiinflacionaria, en momentos en que la economía exhibe un descomunal desempleo de sus recursos productivos. Se acentuó, así, el impacto devastador de su gestión sobre la oferta de bienes y servicios, contrayendo aún más el ingreso, ya bajísimo, de los venezolanos. Se perpetúa la situación de postración en que se encuentra la economía, impidiendo la recuperación de los niveles de vida de la población. Un círculo vicioso que revela que, sin cambios significativos, Venezuela continuará entrampada en este estado de pobreza extendida, sin mayor perspectiva de alivio.

Superar esta trampa requiere de una inyección sustancial de recursos externos para sanear al Estado, rescatar los servicios públicos, atender la emergencia humanitaria y liberar a las fuerzas productivas del conjunto de trabas que las aplastan. Pero el acceso a tales recursos está condicionado a reformas que restablezcan el ordenamiento constitucional, ofrezcan garantías a los mercados internacionales, como condiciones que aseguren el reembolso eventual de tales empréstitos. Ello no coincide con el interés del chavo-madurismo de perpetuar el estado de anomia que resultó de desmantelar las instituciones y de la destrucción del Estado de derecho para continuar expoliando, sin restricciones, las riquezas del país. ¿Podrá cambiar de actitud? Se evidencia, entonces, que el entrampamiento es político.

La salida es también, obviamente, política. Del lado de muchos jerarcas del oficialismo, admitir las reformas antes mencionadas implica ceder privilegios y exponerse a ver confiscadas sus fortunas mal habidas y/o a pesar largos años en prisión por sus atropellos. Intentan blindarse erigiendo una falsa realidad a base de clichés, en la cual refugiarse. ¿Habrá otros dispuestos a negociar su salida y/o a permitir los cambios? ¿En qué condiciones? La inhabilitación política de María Corina Machado y la intervención del CNE atestiguan la intención de cerrar la vía electoral para materializar tales cambios. La represión de la protesta sindical en Guayana, como otras violaciones de derechos civiles, indican, asimismo, la continuidad de prácticas dictatoriales. ¿Qué haría falta para aumentar las posibilidades de que emergieran interlocutores oficialistas interesados en liberar al país de la actual tragedia?

La respuesta a la pregunta anterior depende mucho de lo que puedan hacer las fuerzas democráticas. Debilitadas, divididas y sin una vinculación estrecha con los diversos sectores que luchan contra la dictadura, será muy poco. Seguiríamos entrampados. El desafío crucial es, por ende, forjar la unidad requerida para construir una fuerza capaz de labrar espacios de lucha conducentes al cambio. Fundamental, en ello es saber asumir las aspiraciones de las mayorías en un proyecto claro y viable que les inspire confianza en las posibilidades de conquistar el cambio. Las movilizaciones con miras a participar en las primarias opositoras del 22 de octubre son un buen comienzo. Asimismo, la respuesta contundente de todos los candidatos ante la inhabilitación política de María Corina Machado que, junto a la impuesta a Enrique Capriles y a Freddy Superlano, violan la constitución, es también alentadora. Pero debe perpetuarse en una plataforma unitaria que conecte con las luchas sociales como imperativo para conquistar condiciones electorales confiables que abran las puertas a las posibilidades de cambio político. Persistir en la lucha por unas primarias que aúnan voluntades mayoritarias en torno a un propósito común de transformación democrática e inclusiva del país –o cualquier otro mecanismo consensuado que cumpla con tales requisitos--, por más obstáculos que interpongan los personeros del fascismo chavo-madurista, debe ser la estrategia a seguir. Tanto las inhabilitaciones, como la intervención, también inconstitucional, del CNE, revelan la vulnerabilidad de Maduro ante la perspectiva de que se concreten elecciones mínimamente confiables. Perdería de calle ante quien emergiese como candidato/a de unas primarias que cumpliesen con los propósitos arriba mencionados. Ahora es cuando las fuerzas democráticas deben afincarse en esa estrategia, sin ceder ante las vilezas que, como es su naturaleza, llegue a instrumentar el (des)gobierno para evitar medirse de verdad.

Podría objetarse que se corre el peligro de alimentar la polarización con posturas extremistas, de confrontación, que tanto han favorecido al chavo-madurismo en el pasado. Se asoma, como amenaza una respuesta similar a la instrumentada por el gánster Daniel Ortega en Nicaragua. ¿Se podrá evitar que ello ocurra a través de negociaciones? Lamentablemente, no hay razones para pensar que Maduro y los suyos vayan a acordar con la oposición condiciones para un “fair play” político. No está en su naturaleza.

Ante las últimas acciones del fascismo es menester la denuncia frontal y la movilización continua de la gente por hacer valer sus derechos a manifestar abiertamente su voluntad de cambio. Sólo desde una posición de fuerza podrá eventualmente negociarse acuerdos con los que han destruido al país que abran posibilidades de una salida electoral que inspire confianza como solución. Esto implica mantenerse firme ante los atropellos con que el chavo-madurismo pretende acallar la voz popular en estos momentos.

Una vez consolidada una posición de fuerza, en concierto con los aliados democráticos a nivel internacional, podrá pensarse en concesiones que ayuden a aquellos oficialistas que se han dado cuenta de que su proyecto no tiene salida a asumir un mayor protagonismo en la concreción de acuerdos prometedores con la oposición. Llegará el momento en que, con el pañuelo en la nariz, puedan discutirse condiciones de un régimen de justicia provisional que facilite el abandono del poder por parte de los criminales que hoy lo ocupan. Con la división de las fuerzas de oposición, seguiremos entrampados.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

 6 min