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Opinión

Benjamín Tripier

Las condiciones para protestar están dadas hace ya mucho tiempo, porque motivos sobran, en casi cualquier ámbito de la vida en Venezuela. Por alguna razón, históricamente, el pueblo venezolano se volvió estatista, haciendo que, para casi cualquier cosa en cualquier tema, se dependa del Estado.

Ese lujo que solo podían darse los venezolanos por lo del petróleo, que era sabido, al estar en manos del Estado, pues no había más remedio que aceptar que casi todo estuviera en manos del estado. Hasta lo que no estaba en sus manos, dependía de una u otra forma del Estado.

Los gobiernos anteriores a la revolución bolivariana, pudieron mantener el petróleo como fuente principal de ingresos, porque actuaron con mesura y permitieron que la industria estuviera manejada por profesionales. Era un mundo aparte que funcionaba muy bien siendo Pdvsa la cuarta petrolera más grande del mundo, con el complejo refinador más grande del mundo, y con reconocida reputación de buen manejo gerencial, casi siempre en el leading edge de la tecnología.

Por eso es que, cuando ese Estado rico se vuelve pobre, le caen a él todas las quejas… porque el poder que tenía sobre todo y sobre todos, requiere dinero para ser sostenido, y eso… bueno… eso se acabó.

Cómo haría entonces para responder a las quejas y al descontento, cuando ya no puede hacer lo que hacía antes, que lo hacía a “los realazos”. Ya no puede prometer solucionarlo, porque en realidad no puede hacerlo, y la gente lo sabe. Por eso es que las protestas no tienen miras de terminarse sino por el contrario de agrandarse. Porque, al no haber dinero para mantenimiento, la infraestructura tiende a deteriorarse, y las soluciones pasan por la canibalización de equipos, para arreglar otros; pero esa estrategia involutiva, solo conduce al colapso. Lo cual profundiza las protestas.

Protestas por bajos salarios, por contratos colectivos no cumplidos, por falta de salud y hospitales deteriorándose cada día más, por falta de agua, de electricidad, de internet, de educación, por la inseguridad, por los precios… y por la corrupción rampante que mete presos a unos, que son sustituidos por otros. Cada vez queda menos para robar, por lo que las “mordidas” tienen que ser más grandes, antes de que se acabe… y no importa que se note. Pero la gente lo nota.

En paralelo, la política estaba alejada de la mente de los venezolanos, por el descrédito de la dirigencia. De la del oficialismo por las razones anteriores, y de la de los opositores por no responder, representar o realmente oponerse. Y así como en el oficialismo no hay excepciones a esa regla, en la oposición sí hay gente que realmente se opone… contados con los dedos de una mano, pero sí los hay.

Es como si hubieran hecho un pacto (en algunos casos lo hicieron) de convivencia y permanencia, para que cada uno adoptara un rol en el cual el oficialismo mandaba, y el resto acompañaba… suave, sin que lo haga perder la condición de “opositor”. Por eso nació la “mesita” primero, y cuando creíamos que no habría nada nuevo nos sorprendieron los “alacranes”, y posteriormente los “escorpiones” con la eliminación del interinato. Siempre atacando a otros opositores y nunca al gobierno… no vaya a ser que…

Hasta que, con la rápida salida del país de Juan Guaidó, que era quien recorría el país verdaderamente oponiéndose, al espacio vacío lo ocupó María Corina Machado, quien venía corriendo desde atrás, con bajo perfil, con propuestas de cambio, consistencia de argumentos y con una épica importante de haberse enfrentado cara a cara a Chávez diciéndole que con su “exprópiese” estaba robándole a la gente.

Y de un momento para otro, ella se convirtió en un fenómeno de masas, de gente que viaja sin alimento, sin gasolina y con riesgo de represión, para asistir voluntaria y espontáneamente a sus actos, llenando las plazas de cada ciudad y poblado por el que pasa. De hecho, todas las encuestadoras, las de un lado y la del otro, le reconocen que sus números, multiplican por 4 al de sus dos seguidores. Por ejemplo, ella 30%, el segundo 7% y el tercero 6%… y los demás no superan los 3 puntos… porque son muchos… son 14. Su gran competidor, con otros 30 puntos, es la indiferencia, representada por los que aún no saben que van a hacer, si van a votar o si no van a hacerlo.

Y cuando se incorpora al candidato del gobierno en esos números, tiene 12 puntos… que representan menos de la mitad de los que ella tiene, pero duplica al segundo y tercer opositor. Y la inhabilitación no es relevante, porque solo tendrá efecto para las elecciones, que aún no tienen fecha en el calendario.

Pero para quienes sí parece relevante es para sus “compañeros opositores”; un alacrán buscó confirmar la inhabilitación, y ahora un escorpión le dice que como está inhabilitada no debería presentarse a las primarias. Y así, las descalificaciones, una vez más, como pasó con Guaidó, vienen de sus “compañeros”; podría pensarse que es envidia o resentimiento (que los tienen), pero lo que más pesa es cumplir con la tarea encomendada para destruir a la oposición desde adentro. Nada nuevo… los mismos, haciendo lo mismo.

Lo que parecen no entender, es que este tema, no es por una candidatura, sino por un liderazgo.

Y allí es donde convergen las protestas que mencioné al principio, con ese liderazgo emergente de María Corina Machado, porque hasta este momento, no había quien tuviera la credibilidad y el liderazgo para convocar movimientos de calle. De hecho, ningún dirigente opositor es capaz de convocar, y que asistan. Y eso irá creciendo. Más que nada porque los dos fenómenos, las protestas y el liderazgo, son genuinos y nacen de lo profundo de cada persona, que, en definitiva, es lo profundo de Venezuela.

Político

Las últimas declaraciones del ministro de la Defensa sobre que las Fuerzas Armadas siguen siendo profundamente chavistas, así como se escucha, que las cabezas de todas las instituciones se reconocen a sí mismos en forma pública y abierta, y sin ningún tipo de temor, como chavistas, puede inferirse, casi sin error, que nuestro sistema institucional está comprometido y alineado con el chavismo. Razón por la cual es difícil que un opositor verdadero pueda contar con algo de imparcialidad.

El ejemplo más claro es el conjunto de eventos preelectorales que van desde la intempestiva renuncia de los rectores del CNE, y la reposición y reemplazo de sus miembros, que están siendo seleccionados por un grupo cuyo liderazgo lo tiene la esposa del futuro candidato del chavismo, quien es el actual presidente. Ya desde esa base, puede perfectamente anticiparse que, quienes resulten elegidos, lo harán respondiendo al chavismo… Como con el resto de las instituciones, deberán ser profundamente chavistas, así digan que no lo son, y que son independientes. Bueno… la mesita, los alacranes y los escorpiones, también se llaman a sí mismo, opositores.

Por lo que se puede anticipar que estas elecciones que vienen, no serán competitivas y que no habrá posibilidad de que un opositor las gane. Por eso es que, para el país, que es principalmente opositor, la única elección que le generará un líder al que puedan seguir, será esta primaria que, si la dejan, ocurrirá el próximo 22 de octubre. Porque a priori, pareciera que son a prueba de inhabilitaciones…

Los países necesitan el equilibrio político de contar con oposiciones fuertes.

Social

La caída del consumo y el empobrecimiento de la sociedad, están asociadas al cambio del perfil poblacional y de los estratos socioeconómicos. Tradicionalmente nuestra pirámide socio demográfica se apoyaba en unas clases D y E que alcanzaban 75% de la población y una clase F (indigencia) que no superaba 8% de la población. Por esos mismos tiempos, la clase C –la clase media-, que significaba 15% de la población, fue perdiendo homogeneidad y tuvo que desdoblarse en C+ y C, siendo que el C- representaba a la clase media baja.

El siguiente movimiento fue la aparición (corta, transitoria) de la clase D+ que reflejaba al estructuralmente pobre, pero con ingresos excepcionales provistos por el Estado, que hacían que, por ejemplo, alguien con todas las características de pobre pudiera usar zapatos deportivos de marca costosa.

Finalmente, esa clase D+ se extinguió por el comienzo de los shortages en el financiamiento social por parte del estado, y terminó absorbiendo a la C- agrandando la base de la pirámide hasta el actual 85% de pobres, entre D y E. El otro fenómeno que fue ocurriendo frente a nuestros ojos –aunque no lo notáramos– fue la de pauperización de la clase E, absorbiendo las características de la clase F, que, como les mencioné más arriba, era la indigencia.

La D absorbió las características de la E, y la E, las de la F… y la C –clase media-, se convirtió en una bisagra que hace que, todos los días, un C, se convierte en pobre. Porque el país, en su conjunto se está empobreciendo. Hoy tenemos 85% de pobreza (D+E) con una indigencia (E) que alcanza 76%.

Se da el caso de que alguien propietario de una quinta en El Cafetal (típica urbanización de clase media) tenga estacionado en su casa un carro de principios de los 2.000, pero no tenga para comer, y deba vivir de la caridad de sus vecinos… porque, para colmo, el mercado inmobiliario está muy golpeado. En estos días se ofrecía en San Román (típico lugar de clase media alta) en 90.000 dólares, cuando, 10 años atrás su precio se acercaba a los 500.000 dólares.

De allí la caída del consumo, que no es coyuntural, sino que se está solidificando, a menos que se tomen medidas rápidas del cambio de perfil del modelo de negocios de las empresas, que está diseñado para atender necesidades de clase media, la cual va tendiendo a transformarse.

En lo social, para entender esta nueva realidad, tenemos que cambiar los paradigmas y las referencias. Ya, socialmente hablando, nunca volveremos a ser lo que éramos, aunque sí podemos ser algo mejor… solo si entendemos que las cosas han cambiado sin retroceso. Y eso sin contar con los más de 7 millones de venezolanos en edades productivas, que han abandonado el país, y ahora contribuyen al PIB de los países que los acogieron.

Económico

La noticia de la suspensión del “puerta a puerta (PaP)”, fue desmentida por el gobierno. No obstante, por el momento pareciera que hay un condicionamiento que está asociado a unas regulaciones que estaban desaplicadas y que ahora están tratando de reaplicarlas. Algo similar a lo del dólar “de hecho”, que cuando el gobierno quiera aplicar el “de derecho”, ocurrirá algo similar, y se producirá confusión y aumentará la desconfianza.

Porque el PaP se convirtió en una válvula de descompresión, la cual, alineada con la libre circulación del dólar en la economía, nos hizo transitar por un camino menos espinoso que si eso no hubiera ocurrido… es decir, si a eso no lo hubieran permitido.

Del “puerta a puerta” y de la libre circulación del dólar se alimenta nuestra economía de todos los días. Lo que se compra en Miami y en Panamá, se vende aquí con el precio calculado considerando el cost plus. Por lo cual es natural que nuestros precios locales sean el resultado del precio en origen, plus, la ganancia… y ese precio será más alto o más bajo, dependiendo el tamaño del plus. Por eso nuestros precios locales son más altos que en EE UU.

Lo cual le quita competitividad a los bienes que produce la industria nacional, porque si bien tienen la “ventaja” de que algunos insumos, repuestos y partes llegan PaP, sus productos tienen que competir con su equivalente provisto por el mismo PaP.

Por otra parte, los sueldos internos funcionan, según un análisis de Poder y Estrategia. reconociendo que solo 2% de la población gana por encima de los 1.000 dólares, y que 5% está entre 500 y 1.000 dólares. Más abajo, 12% está entre 301 y 400 dólares, 24% entre 201 y 300 dólares; 31% está entre 101 y 200 dólares, y que 23% está por debajo de los 100 dólares mensuales. Los cuales, por cierto, tienen más de un año congelados, mientras la inflación interanual, según el OVF, para junio era de 429%.

Y esa es la razón principal de la caída del consumo, que no solo se arreglará aumentando la oferta de bienes y servicios, sino logrando que la población (ver el título “Social” de este informe) tenga la capacidad de demandarlos.

Venezuela sigue siendo el país de las oportunidades, el tema es crear y sostener las condiciones de entorno para poder identificarlas y explotarlas, y que se conviertan en factores de bienestar para sus ciudadanos. Y allí es donde la convergencia entre lo público y lo privado, es la que puede hacer la diferencia.

Internacional

Cuando a Lula se le vaya Fernández el próximo 10 de diciembre de 2023, se quedará solo en una región donde la izquierda, su izquierda roja, fracasó y está siendo reemplazada por izquierdas rosadas (Boric, Petro y Arce), y por movimientos de centro derecha que tratan de recuperar sus países de tanto daño infringido por ese mal llamado progresismo que, al final, solo logró inestabilidad y peor calidad de vida.

Ya van dos reuniones convocadas por Lula, que son acaparadas por el rechazo a su posición frente al tema Venezuela. La pregunta que uno se hace es cuál es la motivación que tiene para enfrentarse al mundo defendiendo lo indefendible. Y la respuesta no es fácil, ni es buena… las respuestas, en general, están en lo que no se ve. Hay que recordar que el tablero donde se juega es mucho más grande y tiene un alcance mayor que el que tenemos a la vista.

En Argentina va a haber un reemplazo de criterios y de principios. Todo indica que quien gane la presidencia, un “él” o una “ella” va a salir con una posición pragmática, alineada totalmente con EE UU y con la UE, y rechazando la actual relación con Rusia.

Con China el tema es diferente, porque Argentina se ha ido convirtiendo en uno de los campos de batalla entre chinos y americanos. Hoy, la disputa con el FMI y la deuda externa está arrimando al gobierno argentino al lado de China; de hecho, parte del pago que Argentina le hizo al Fondo esta semana que pasó, lo hizo vendiendo un cuarto de los yuanes que tiene en reserva, que son una línea de crédito de 10 mil millones de dólares equivalentes en yuanes.

Para pagarle al Fondo, le pide prestado a los chinos… y los chinos se los prestan en condiciones mucho más comprometidas que lo que le presta el FMI, que tiene la tasa más baja del mercado, y lo que le pide es disciplina fiscal y monetaria; mientras que China pide litio, hierro y espacio sideral, a partir de la base militar que tiene en la provincia de Neuquén, eso sin contar con la carta blanca para la depredación pesquera en el sur, que ya lleva años, y de eso no se habla.

El tema Rusia, mientras continúe el actual liderazgo de Putin, no tiene vías de terminar, como no sea con una derrota acompañada de una rendición incondicional, y sometimiento del país al dictado de los vencedores, quienes, por el momento parecieran ser los países miembros de la OTAN; y no hay que perder de vista que China, quien, por el momento es un actor de reparto, podría entrar al protagonismo, tal como lo hizo Rusia en la WWII, y ser beneficiario de la repartición final.

Rusia, por intentar recuperar las fronteras que tenía la URSS, va a terminar perdiendo parte de su actual territorio.

Recomendación

  • Al gobierno: que revise y reconozca que las solas dudas que se crean con declaraciones formales e informales desde el alto gobierno, ya generan efectos concretos en lo económico y fuerzan a la toma de decisiones empresariales, profundizando la desconfianza. Es de imaginarse que tienen una sala situacional donde analizan las relaciones causa y efecto de los do’s y los dont’s. O bien la sala está funcionando mal, o bien la estrategia es la profundización de la desconfianza. Porque no es casualidad la caída del consumo y de la actividad económica, justo cuando comienzan a hablar de desdolarizar, aumentan sideralmente la unidad tributaria, y se pelean más con los gringos, entre otras tantas situaciones negativas.
  • A la dirigencia opositora: que suspendan los ataques entre ellos mismos, así como las trampas que se ponen, invitando a sancionar y a declinar. Esta es la oportunidad de que todos, absolutamente todos, los que se perciben como opositores o pseudo opositores, reconozcan la realidad de las preferencias de las bases, así a ellos no les guste: esto es lo que hay.
  • A la dirigencia empresarial: que hay que revisar la estructura de precios y la aproximación al mercado. Hay que lograr que el perfil de la demanda se cruce con el de la oferta. El rol del empresario está en optimizar la cadena logística y de suministros, y lograr que los precios que se ofrezcan estén al alcance del consumidor, manteniendo y mejorando la calidad. Porque de otra manera cualquier producto chino podrá sacarlos de competencia. Por otra parte, el tema de los sueldos debe ser evaluado en términos de considerar que el sueldo que se le paga al trabajador, se constituye en su capacidad de demanda.
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https://www.elnacional.com/venezuela/analisis-de-entorno-la-lider-que-en...

 13 min


Carolina Jaimes Branger

Nayib Bukele es un político salvadoreño que actualmente se desempeña como el presidente de El Salvador desde junio de 2019. Bukele es el primer presidente de El Salvador que no pertenece a los partidos políticos tradicionales de derecha e izquierda, aunque antes de ser presidente fue alcalde de la capital del país, San Salvador, y también había sido alcalde de la ciudad de Nuevo Cuscatlán por el FMLN, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) un partido político en El Salvador que se fundó en 1980 como una coalición de diferentes grupos guerrilleros y políticos de izquierda que buscaban la liberación del país de la dictadura militar y la lucha por la justicia social.

De centro izquierda era el partido Cambio Democrático, con el que esperaba alcanzar la presidencia en 2019, pero fue disuelto por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Fue cuando Bukele dio el salto a la centroderecha con GANA, la Gran Alianza por la Unidad Nacional con la que ganó las elecciones. Es decir, que no sabemos si Bukele es de la ultraizquierda, de izquierda, de centro izquierda, de centro derecha, de derecha o de ultraderecha. Porque ahora se comporta como un mandatario de ultraderecha.

Es cierto que ha llevado a cabo una lucha firme y decidida contra las maras en el país desde que asumió el cargo. Ha promovido una política de mano dura contra las pandillas y ha implementado medidas de seguridad que buscan reducir la violencia y la inseguridad en el país y lo ha logrado. Una de esas medidas fue la creación de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), una unidad especializada en la lucha contra las pandillas. La FAES ha llevado a cabo operaciones de seguridad en todo el país, deteniendo a miles de miembros de las maras y confiscando armas y drogas. Bukele también ha anunciado medidas más drásticas, como el traslado de los líderes a cárceles de máxima seguridad y la abolición de los derechos que tienen los miembros de esas pandillas en prisión, como el acceso a teléfonos celulares y visitas de familiares.

Ustedes se preguntarán entonces el por qué del título de este artículo. Y es que Bukele, además de haber tenido gran éxito apresando a los pandilleros, a la vez les ha dado poderes ilimitados a los militares y a la policía. La policía y los militares son instituciones que tienen como objetivo proteger y garantizar la seguridad y la integridad de la población. Sin embargo, cuando estas instituciones tienen exceso de poder, pueden convertirse en un peligro para la sociedad y para la democracia, porque pueden utilizar la fuerza de manera desproporcionada y violenta, lo que puede resultar en la tortura, el asesinato y la desaparición forzada de personas, cosas que ya están sucediendo en El Salvador paralelamente a la razia contra las maras. El uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y los militares genera un clima de miedo y de intimidación en la población, lo que afecta la libertad de expresión y la capacidad de las personas para participar en la vida política del país.

Otra consecuencia del exceso de poder de la policía y los militares es la corrupción. Cuando estas instituciones tienen un poder ilimitado, pueden utilizarlo para obtener beneficios personales, como el soborno, el tráfico de drogas y el control del mercado negro. Y que incurran en ellas justamente las instituciones encargadas de garantizar la seguridad y la justicia en el país, es una contradicción.

Por último, este exceso de poder de la policía y los militares lleva indefectiblemente a la inestabilidad política y a la fragilidad institucional. De hecho, ya Bukele ha debilitado las instituciones democráticas que tanto costó construir después de una guerra civil que tuvo como saldo 75.000 muertos, porque se ha consolidado como un líder autoritario con millones de seguidores no sólo en El Salvador, sino en toda América Latina y otras partes del mundo. El culto al líder es un fenómeno que puede darse en cualquier régimen político, pero se vuelve especialmente peligroso cuando se trata de un dictador -de izquierda o de derecha- que utiliza las mismas tácticas que los regímenes autoritarios que pretende erradicar. Y aquí entra el controvertido tema de los derechos humanos. Es muy fácil llegar matando y averiguar después. La consolidación del poder en manos de una sola persona siempre va en detrimento de la democracia y de las libertades individuales… ¿O es que acaso no lo sabemos los venezolanos?

Además, no existe tal cosa como “dictadores buenos” y “dictadores malos”. El autoritarismo populista es malo siempre. Aquí en Venezuela mucha gente votó por Chávez pensando que sería un nuevo Pérez Jiménez. Su argumento principal era que “Pérez Jiménez torturaba a quienes conspiraban, pero el resto de la población vivía en paz”. ¡Y hay quienes todavía piensan y aplauden eso! ¡Por eso hay tantas violaciones a los derechos humanos en el mundo!

El culto al líder es un fenómeno muy peligroso que debe ser evitado en cualquier régimen político que pretenda ser democrático. Cuando se crea una figura intocable, aquellos que la critican pueden ser considerados enemigos del pueblo o traidores, lo que dificulta cualquier tipo de diálogo y puede llevar a una situación de violencia. En este sentido, el culto al líder es un obstáculo para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Debo reconocer que Bukele también ha implementado programas socioeconómicos destinados a prevenir la violencia y la delincuencia juvenil, como la creación de programas de empleo para jóvenes y la construcción de centros deportivos y culturales en las zonas más afectadas por la violencia de las maras. Otra de las medidas destacadas de su gobierno ha sido la implementación de un plan para mejorar la economía del país, que ha incluido la reducción de impuestos a las empresas y la promoción de la inversión extranjera. Sin embargo, estas medidas están favoreciendo más a los grupos de poder en el país que a la población. ¿Entonces?…

En general, la presidencia de Bukele ha generado controversia y ha sido objeto de críticas y elogios en diferentes sectores de la sociedad salvadoreña y de América Latina. Mientras muchos lo apoyan por sus políticas de seguridad y económicas, otros lo critican por su estilo autoritario y su falta de respeto a las instituciones democráticas. Me cuento entre los segundos. No se puede, o, mejor dicho, no se debe, erradicar una injusticia cometiendo otras injusticias. El tema de los derechos humanos no es fácil. Fácil es aplaudir de lejos, cuando no se es doliente de las injusticias. La historia ha demostrado que quienes usan tácticas autoritarias son una amenaza para la democracia, la libertad y la justicia. La glorificación de estos líderes puede llevar a una sociedad a la ruina, ya que estos líderes suelen ser impulsados por su propio ego y su deseo de poder. Y de esta cabuya, al menos los venezolanos, tenemos un rollo…

@cjaimesb

https://noticierodigital.com/2023/06/por-que-no-me-gusta-bukele/

 5 min


Fernando Mires

En su primer discurso de sábado 24-J, cuando creyó que las fuerzas mercenarias comandadas por Jevgeni Prygozhine avanzaban de verdad hacia Moscú, Putin sorprendió al mundo con una insólita y denigrante mención al año 1917, nada menos que el año más glorificado por la ex URSS y por el movimiento comunista mundial.

1.

A quienes no conocen la ideología ultranacionalista y reaccionaria de Putin, o a quienes han querido ver en él un continuador de la URSS y de las tradiciones comunistas, la mención negativa de Putin al año sagrado del comunismo mundial, sorprendió aún más. Pero para quienes hemos venido siguiendo la evolución ideológica de Putin, desde los tiempos en que era un comunista convencido, instalado en la RDA, y viera en el fin del comunismo soviético «la catástrofe geopolítica más grande del siglo XX», no nos sorprendió demasiado. Cuando Putin formuló esa frase, se refería, efectivamente, no al comunismo de la vieja guardia bolchevique dirigido por Lenin, sino al de Stalin, en quien creyó encontrar al restaurador de la perdida grandeza de la Santa Rusia.

Podríamos decir que Putin es un trotsquista al revés. Fundamentamos: para Trotski y sus seguidores, el periodo de Stalin significó una contrarrevolución nacionalista que reivindicó para sí la dominación zarista (bajo otras formas) Pues bien, Putin vio exactamente lo mismo, pero mientras para los primeros esa fue una traición de Stalin a la URSS, para Putin, Stalin aparece como el salvador de la antigua Rusia a la que Lenin y los bolcheviques habían intentado destruir. Putin ha visto en Stalin, y con razón, el regreso del poder absoluto del Zar en gloria y majestad.

Stalin, quien hizo asesinar a todos los amigos, seguidores y compañeros de Lenin, es un héroe de Putin. Aunque hay que reconocer que, en su admiración por los genocidios cometidos por Stalin, ha procedido con cierta cautela. En sus elocuciones ha evitado –aunque no siempre– nombrarlo directamente.

Evidentemente, sabe que en Rusia hay todavía mucha gente que adhiere a esa religión revolucionaria que fue el marxismo-leninismo y que esa gente, además, vota. Pero de modo indirecto, sobre todo cuando conmemora la participación de la URSS en la segunda guerra mundial, no oculta un cálido elogio a Stalin.

Putin alaba el progreso industrial que alcanzó Rusia durante la postguerra, pero calla sobre el Gulag. Según Putin los horrores cometidos por el sanguinario dictador no logran opacar su supuesta grandeza. Al fin y al cabo, los logros han predominado sobre los sacrificios, ha dicho en diversas ocasiones. Incluso ha justificado el pacto Hitler-Stalin, cuyo objetivo, según Putin, era «proteger a Rusia de Occidente» (sic) y no lo que fue: un intento de Stalin por repartirse Europa alegremente con su colega nazi, comenzando por poner en bandeja Polonia a Hitler, desatando con ello la segunda guerra mundial.

Un pacto que no fue traicionado por Stalin –como bien se sabe– sino por Hitler. Para decirlo con Orlando Figes, autor de los más prolijos libros sobre la historia moderna de Rusia: «Desde el principio de su régimen, Putin se propuso restaurar el orgullo de la historia soviética. Era uno de los pilares de su plan para hacer volver a Rusia una gran potencia. La recuperación del pasado soviético, Stalin incluido, sancionó el programa autoritario de Putin y lo legitimó como la continuación de una larga tradición rusa, de un poder estatal que se remontaría hasta antes de 1917, con los zares»

Cuando Putin habla de la URSS la denomina Rusia, algo que ha pasado inadvertido a muchos observadores, incluyendo a Figes. En ese punto también sigue a Stalin. Al igual que Putin hoy, Stalin mandó a combatir a sus tropas, no en nombre del socialismo soviético, sino de «la madrecita Rusia».

En términos propios a los comunistas de antaño, Putin es un revisionista de la historia de su país. Si el fin de la URSS bajo Gorbachov –a quien nunca durante Putin le fue adjudicado un rol positivo– significó una catástrofe política, el nacimiento de la URSS bajo la batuta de Lenin fue, para Putin, una gran tragedia histórica. No de otra manera nos explicamos la relación que trató de establecer Putin entre la asonada de junio del 2023 con al año 1917, cuando indirectamente comparó al gánster terrorista – no otra cosa es Prigozhin – con el hasta hace poco sacramentado Lenin cuyo cuerpo todavía yace embalsamado, aunque hoy más bien como atracción turística que como símbolo político.

2.

Según las obsesiones historicistas de Putin, la secuencia histórica puede ser leída atendiendo a diferentes fases o etapas. Así, si seguimos el hilo de su discurso, leeremos que Rusia era grande bajo el zar hasta que, en 1917, la revolución rusa y Lenin la destruyeron en nombre de una revolución socialista (cuyo origen ideológico es europeo y occidental), entregando partes de su territorio (entre ellos Ucrania) a Occidente. Stalin, en cambio, reconstruyó a la antigua Rusia geográfica, reincorporando a las naciones rusas «traicionadas» por el occidentalista Lenin. Sin embargo, a fines del siglo XXI, «el traidor Gorbachov», en complicidad con Occidente, destruyó a la obra de Stalin, en nombre de Lenin (lo que es cierto).

Jelzin, continuando el hilo, osciló entre el legado de Lenin y el de Stalin, pero al final (guerras a Chechenia más su decidido apoyo al serbio Milosevic) se decidiría por el de Stalin.

La gran tarea histórica asumida por Putin debería ser, en consecuencias, la de restablecer el poderío de la antigua Rusia como potencia antioccidental.

En la versión del dictador ruso, el Zar, Stalin y Putin son tres personas distintas y una sola Rusia. Una versión pervertida de la santísima trinidad cristiana, sin duda.

3.

Putin, no lo puede ni lo quiere disimular: intenta borrar del mapa histórico a Lenin por tres razones.

1.Lenin destruyó la estructura zarista del poder central.

2.Lenin capituló militarmente frente a Europa.

3.Lenin ratificó la independencia de las naciones rusas, sobre todo la de Ucrania.

La primera razón es parcialmente válida para los tres primeros años que siguieron al legendario octubre de 1917. A partir de ese mes, Lenin continuó –impulsado por la reacción masiva al fallido intento de golpe dirigido por el general Kornilov (agosto)– la obra comenzada con la revolución de febrero del mismo año, cuando Rusia pasó a ser una monarquía parlamentaria primero, y después de la abdicación de Nicolas ll, una república parlamentaria. Del mismo modo, fue también bajo el gobierno provisional dirigido desde la Duma cuando surgió el llamado «doble poder», en un principio sincronizado entre los concejos o soviets y el gobierno provisional.

La gran diferencia entre el gobierno provisional y la socialdemocracia rusa (de la cual los bolcheviques eran solo una fracción) residía en el dilema militar: ¿debía continuar o no Rusia la guerra con Alemania y otros países europeos? Pero en materia de políticas locales hubo, entre el gobierno liberal de febrero, y el comunista de octubre, más acuerdos que desacuerdos. En eso coinciden los muchos historiadores que se han ocupado de la revolución rusa de 1917.

Inmediatamente después de la caída del Zar, y asumiendo el modelo jacobino francés, el gobierno provisional y la nueva Duma llevaron a cabo la separación entre la Iglesia y el Estado, justamente la misma que está liquidando hoy Putin al haber convertido a la iglesia ortodoxa rusa en el principal aparato ideológico del régimen, restaurando así, de modo inequívoco, al modelo zarista de dominación. No olvidemos que para el patriarca Kiril, la guerra de Putin a Ucrania es una guerra santa, e incluso, así lo ha dicho en varias ocasiones, una cruzada.

La segunda razón del antileninismo de Putin, tiene origen en el proyecto de Lenin –imperdonable para Putin– por lograr la paz con Europa impulsando acuerdos con los países europeos, sobre todo con Alemania, en la llamada paz de Brest Litvosk (1918). Naturalmente, para el iniciador de una guerra contra Ucrania, que es una guerra objetivamente dirigida contra Europa, un Lenin que capitulaba frente a Europa no es precisamente el ejemplo que más conviene seguir a Putin. Por el contrario, para Putin, la paz lograda por Lenin fue una afrenta a la dignidad nacional. Lo dijo el mismo Putin en su psicodélico discurso del 24-J. Citemos:

«Fue un gran golpe el que recibió Rusia en 1917, cuando el país estaba librando La Primera Guerra Mundial. Pero la victoria le fue robada. Conspiraciones, disputas, políticas a espaldas del ejército y del pueblo, se convirtieron en la mayor conmoción. La destrucción del ejército y el colapso del estado, la pérdida de vastos territorios. Como resultado, la tragedia de la guerra civil. Los rusos mataron a otros rusos hermanos y todo tipo de aventureros políticos y fuerzas extranjeras, dividieron al país. Lo destrozaron y se beneficiaron egoístamente de ellos. No dejaremos que esto suceda de nuevo. Protegeremos a ambos: a nuestra gente y a nuestro Estado, de cualquier amenaza. Incluyendo cualquier traición interna».

Nunca antes Putin había hablado de un modo tan directo sobre lo que él piensa de la revolución rusa de 1917. Contrariando a toda bibliografía, aún a la más anticomunista, afirmó nada menos que Rusia durante 1917 estuvo a punto de derrotar a sus enemigos europeos. Y bien, esa enorme mentira es lo que el dictador piensa que está sucediendo de nuevo.

En una versión meta-histórica, Putin imagina levantarse en contra de la reacción europeísta a fin de restaurar la grandeza del imperio perdido. Por eso, en contra del nuevo Lenin (para ese rol eligió a ese personaje embrutecido llamado Prigozhin) luchará Rusia hasta la inmolación. Putin, así lo cree, se erigirá como el vengador tardío de la mancillada historia de Rusia.

Putin es, o quiere ser, el anti-Lenin de nuestro tiempo. Evidentemente, si uno lo piensa bien, se trata de obsesiones de un loco de remate. Pero, he aquí el gran problema: Estamos hablando de un loco atómico.

No queda claro por lo demás a cuál revolución de 1917 se refirió Putin en su discurso del 24-6. Porque en verdad, ese año hubo tres revoluciones. Si a la de febrero (la de la Duma, la del gobierno provisional, la democrática liberal, la de Kerenski), si a la social de abril, (mes en el que estallaron los movimientos campesinos exigiendo paz y tierra, a la vez que fueron creados los soviets campesinos dirigidos por los socialistas revolucionarios mientras los bolcheviques se concentraban en Moscú y San Petersburgo) o si a la tercera, la de octubre (cuando el audaz Lenin se anticipó al segundo congreso nacional de los soviets llamando a tomar el poder aunque en verdad no había nada que tomar, pues el ejército se había autodisuelto y el Palacio de Invierno estaba vacío). Sobre la revolución de octubre hay un excelente documental francés dirigido por Cédric Tourbe, con fotografías, imágenes y escenas de la época: Lenin, la otra historia de la revolución rusa” (2018)

La tercera razón del furioso antileninismo de Putin es, sin duda, Ucrania.

Lenin es considerado todavía, sobre todo por Putin, como el impulsor de la república de Ucrania. Tampoco es tan cierto. El mérito de Lenin –al igual que después fuera el de Gorbachov– fue haberse negado a aplastar al movimiento autonomista de Ucrania y de otras naciones que intentaban separarse de la gran Rusia. El proyecto utópico de Lenin era formar una confederación de naciones dirigidas por partidos afines al bolchevismo, en espera de la gran revolución socialista que, según sus cálculos, debería tener lugar en Alemania. Justamente por eso Lenin firmó con Alemania la paz de Brest Litovsk. El pacifismo europeo de entonces, a diferencias del amedrentado pacifismo europeo de nuestros días, era radicalmente revolucionario.

Según Putin, Ucrania es una creación artificial de Lenin. Justo un día antes de la invasión a Ucrania dijo Putin: «La Ucrania moderna fue creada en su totalidad por Rusia, o para ser más precisos, por la Rusia bolchevique y comunista. Este proceso comenzó prácticamente después de la revolución de 1917 y Lenin y sus socios lo hicieron de una manera extremadamente dura para Rusia: separando, cortando lo que es históricamente tierra rusa”.

A confesión de parte, relevo de pruebas. Putin, no solo es un reaccionario en contra de la revolución democrática de 1989-1990, no solo es un reaccionario en contra de la revolución democrática (incluyendo a la democracia sexual y genérica) de nuestro tiempo, es además un reaccionario en contra de la revolución rusa de 1917. El enemigo histórico de Putin no es Biden. Es Lenin.

4.

Lejos de enaltecer a la figura de Lenin, cuyo autoritarismo y antidemocratismo están históricamente comprobados, hay que ser honestos y reconocer que, al lado de Putin, Lenin era un prodigio democrático. Lenin, a diferencias de Putin, adhería a un concepto político de nación basado en el principio de autodeterminación de los pueblos. Stalin en cambio, en su opúsculo sobre «la cuestión nacional», estableció el territorio, el idioma, y la cultura como base constitutiva de una nación.

Putin ha ido aún más lejos que Stalin: su concepto de nación –así lo ha dejado testimoniado en su largo artículo del 2021– se basa en el principio de consanguinidad. Putin es eslavista, es decir, racista.

Putin, claro está, no es Stalin, ni Hitler, ni Franco. Pero es los tres a la vez. De Stalin, tomó el modelo del estado despótico de tipo asiático, de Hitler, el de la unidad cultural y racial de una nación, y de Franco, el integrismo religioso, o reunificación de la Iglesia con el Estado.

Este es el Putin antileninista que en nombre de un leninismo que nunca han asimilado, defienden y representan en América Latina esos micro putines llamados Díaz Canel, Maduro y Ortega. No se trata, por lo tanto, el que vivimos, de un conflicto entre derechas e izquierdas. Más bien, estamos más cerca del conflicto entre civilización y barbarie, formulado entre otros, por el argentino Domingo Faustino Sarmiento.

Putin, lo estamos viendo día a día en Ucrania, representa el regreso de la barbarie. Su contrarrevolución no es por un futuro supuestamente mejor, sino en contra del pasado. Pocas veces un personaje tan fuera de sí ha acumulado tanto poder en sus manos. El mundo se encuentra, frente al poder de ese dictador iluminado por una misión histórica, en una situación límite. Hay que decirlo.

Referencias:

Orlando Figes, LA REVOLUCIÓN RUSA, LA TRAGEDIA DE UN PUEBLO (Tauros, Madrid 2022)

Vladimir Putin – SOBRE LA UNIDAD HISTÓRICA DE RUSOS Y UCRANIANOS (2021)

Fernando Mires – LA CONTRARREVOLUCIÓN ANTI-PARLAMENTARIA Y ANTI-SOVIÉTICA DE VLADIMIR ILICH LENIN (polisfmires.blogspot.com)

Fernando Mires es (Prof. Dr.), Historiador y Cientista Político, Escritor, con incursiones en literatura, filosofía y fútbol. Fundador de la revista POLIS.

https://talcualdigital.com/putin-contra-lenin-por-fernando-mires/

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Alejandro J. Sucre

En la década de los noventa los gobiernos escondían su culpabilidad en la generación de inflación, y culpaban al sector privado de especuladores. No solo los políticos emitían dinero inorgánico a través del BCV para repartir clientelarmente, comprar votos y para enriquecerse personalmente y generar populismo, sino que para colmo usaban como chivo expiatorio al empresario, verdadero productor de bienes y servicios, para desviar su responsabilidad y poder seguir el asaltando a la nación impunemente. Desde los años de Caldera I hasta Maduro I se ha culpado al empresariado como causa de las devaluaciones, cuando era todo lo contrario : la codicia y el asalto infinito a la nación de la clase política de la IV y de la V República. La hiperinflación del año 2018 demostró que los políticos son los que causan la devaluación ya que ninguna empresa puede subir el precio de los productos en 1000 ó 1.000.000 % en un año. Sólo desde el BCV se puede inundar al país de dinero inorgánico. Y se demostró que sólo el gobierno puede crear inflación cuando emite dinero inorgánico sin contrapartida en bienes y servicios.

Hay que alertar ahora que la conflictividad política en Venezuela también es creada por patología de nuestros dirigentes y no es normal. Es una enfermedad social destructora como la droga en un individuo. La violencia entre nuestros dirigentes políticos no es normal y toda la sociedad debe estar consciente de esto y contribuir a buscar armonía social y política. La violencia política en Venezuela proviene de las filas del Chavismo pero también de las de la oposición. Incluso ambos grupos de poder se han aliado a potencias en conflicto geopolíticos para defender sus intereses sin importar las consecuencias sobre los 30 millones de venezolanos.

La disfunción política y el declive económico son dos temas interconectados que tienen inmenso impacto negativo en nuestro país o sociedad: La disfunción política se refiere a la incapacidad de un sistema político para abordar y resolver de manera efectiva los problemas sociales debido a diversos factores, como la corrupción, la polarización, la falta de transparencia, la gobernanza débil y el estancamiento partidista. Aquí hay algunas características clave y consecuencias de la disfunción política: a) Corrupción: La corrupción generalizada erosiona la confianza pública, desvía recursos del bienestar público y socava el estado de derecho. Puede conducir al declive económico, ya que los fondos destinados a proyectos de desarrollo son desviados por funcionarios corruptos. b) Polarización: Cuando hay una polarización política extrema, la cooperación y el compromiso se vuelven difíciles, lo que dificulta el progreso en temas importantes. Las sociedades polarizadas a menudo experimentan estancamientos legislativos, parálisis de políticas y dificultades para implementar soluciones efectivas. c) Falta de transparencia: La falta de transparencia en los procesos de toma de decisiones y operaciones gubernamentales genera desconfianza entre los ciudadanos. Puede conducir a una falta de rendición de cuentas, mala asignación de recursos y políticas ineficientes. d) Gobernanza débil: Los sistemas de gobernanza ineficaces, caracterizados por ineficiencias burocráticas, instituciones débiles y una prestación inadecuada de servicios públicos, pueden impedir el crecimiento económico y el desarrollo. La infraestructura inadecuada, los entornos regulatorios inestables y las políticas inconsistentes pueden desalentar la inversión y obstaculizar el progreso económico.

El declive económico se refiere a un período sostenido de declive económico o desempeño económico estancado. Varios factores pueden contribuir al declive económico:

a) Altos niveles de deuda: El exceso de deuda pública y privada puede ejercer presión sobre la economía, limitando la inversión y obstaculizando la expansión económica. El servicio de la deuda puede desplazar el gasto en sectores vitales como la educación, la atención médica y la infraestructura. b) Desempleo y pobreza: El aumento de las tasas de desempleo y el aumento de los niveles de pobreza indican un declive económico. La falta de oportunidades laborales y la desigualdad de ingresos pueden provocar malestar social y una disminución de la productividad económica general. c) Inflación y devaluación de la moneda: La alta inflación erosiona el poder adquisitivo de las personas y las empresas, lo que les dificulta cubrir las necesidades básicas. La devaluación de la moneda puede encarecer las importaciones, lo que afecta tanto a las empresas como a los consumidores. d) Disminución de la productividad: una disminución en el crecimiento de la productividad, como resultado de factores tales como infraestructura obsoleta, falta de innovación e inversión inadecuada en educación y tecnología, puede conducir a un declive económico.

La disfunción política y el declive económico a menudo se refuerzan mutuamente en un círculo vicioso.
Es importante que todos los ciudadanos del país tomen conciencia que muchos de los actuales lideres políticos del oficialismo y de la oposición nos llevan a la violencia y a la destrucción. Debemos los gremios y ciudadanos del país elevar el debate político y no dar tomar partido ni apoyar a políticos que nos lleven por la calle de la violencia y el enfrentamiento .

Twitter: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/159244/declive-economico-y-disf...

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Carlos Raúl Hernández

La insurrección delincuencial en Francia que amenaza al resto de Europa, evidencia la des-civilización, la dystaxia de Aristóteles, una intensa decadencia global de las instituciones. Para él, la ley y la democracia griega sucumbieron a la disolvente demagogia, hoy de regreso. El futuro luce como Los Angeles de Blade Runner, la película de Scott, ruina en medio de hordas de lumpenproletariat extranjeros. La nueva demagogia, la posmodernidad o posmarxismo de la Agenda 2030, propone organizar la sociedad en base a “no tendrás nada y serás feliz”, otra vez socialismo. Por mover dos años la edad de jubilación, en meses anteriores Francia vivió el primer acto del drama, lo que indica porqué Europa es incapaz de reformar su maquinaria económica, a la que China dejó atrás en 20 años. Al otro lado del océano, la dystaxia también devora a USA y sus estados de punta sucumben a la improductividad, el fentanilo y el populismo. El Estado de Bienestar europeo vivía gracias al subsidio de energía rusa y manufacturas chinas baratas, pero en un acto suicida, se metió en una guerra para quedarse sin ellas, sin Ucrania y de paso, sin viabilidad estratégica.

Los efectos de la guerra de Ucrania abrieron la jaula de los demonios, cambiaron la correlación política mundial e invocan fenómenos aún por estudiar, como la alianza ornitorrinco entre el gran capital y la izquierda, que luego del “julio francés” parece fracasada. Ejemplo es Podemos en España, la ultra izquierda en ejercicio de un ministerio para la Agenda 2030, promovida desde el foro de Davos, quintaesencia de las altas finanzas mundiales. Ante los medianos partidos centristas europeos, incapaces de desarrollar un cambio, y la desaparición de estadistas, los capitostes financieros de la 2030 buscan a la extrema izquierda, donde y cuando ella esté dispuesta. Aunque sería paranoico suponer que la élite exquisita de Davos comparta las sicóticas tesis de Millet, Guatarí, Foucault o Deleuze, seducen a la ultra para desbaratar el orden socialdemócrata global, basado en las clases medias, la propiedad familiar y convencerlas de la fantasía de que “no tendrás nada y serás feliz”. El “ambientalismo” justifica la lucha contra los hidrocarburos, y la sociedad del leasing, sustituirá la sociedad de consumo, desde viviendas hasta teléfonos celulares.

La propiedad-mantenimiento de autos eléctricos será tan cara que renunciaremos a ello y los alquilaremos para traslados concretos, como un taxi. Me parece necia la teoría de la conspiración porque los laboratorios políticos suelen estrellarse con demasiada frecuencia contra el sentido común. La gente normal que estudia, trabaja, produce para su hogar, sí necesita las instituciones y desea una sociedad ordenada y tranquila. Lo asombroso es que la defensa del caos posmo, la pedofilia, el odio a lo masculino, el exhibicionismo sexual, los striptease frente a colegios, la inmigración masiva e indiscriminada, la ghettización de las ciudades, la promueven los centristas del pasado. Eso lo comprendieron Giorgia Meloni, Ulf Kristersson, Feijoo-Ayuso, Le Pen- Marechal, Petteri Orpo, Alice Weidel -ojalá Ronald DeSantis-, abandonan los extremismos y corren al centro, donde están la gente normal y los votos. La revolución comenzó su cambio de piel durante los 70 con Marcuse, Foucault, Sartre, Beauvoir, Firestone, al descubrir que la familia proletaria era eutáxica; por lo tanto, solo subvertirían el orden los antisociales, delincuentes, drogadictos, vagos, resentidos, tal como en EE. UU y Europa, según la doctrina woke.

Francia importó un gigantesco e indiscriminado ejército industrial de inmigrantes, una fuerza alóctona fallida. Los defensores del levantamiento criminal excusan lo ocurrido por una muerte a manos de la policía, que nunca debió suceder, pero el vandalismo y la destrucción masiva no son justificables. Más allá de lo episódico, remarca lo que ya se sabe por imanes y ayatolas: que los inmigrantes musulmanes son enemigos de la sociedad abierta y sus valores, no están integrados y no se integrarán jamás. Sobre esto reflexionó hace tiempo el entonces rey de Marruecos Hassan II, desaparecido en 1999 y padre de Mohamed VI, el actual monarca. Declaró a Anne Sinclair sobre los esbozos del plan de absorción de los musulmanes por Europa: “- (H.II) … los marroquís nunca serán franceses o serán malos franceses -(AS) ¿nos estás desanimando? - (H.II) los desanimo con respecto a los míos, que conozco bien. Distinto si fueran europeos, identificados con la misma cultura y la religión. El intento de absorverlos fallará”. Un estudio en escuelas francesas para hijos de inmigrantes, que vivían en ghettos, indica que 96% se sentían argelinos, marroquís o tunecinos, no franceses.

La actitud progre frente a la violencia étnica es previsible por su fanatismo torcido y brumoso, pero asombra que consigan méritos al asalto masivo y bárbaro de quienes recibieron protección al huír de terribles sistemas de vida y tiranías degeneradas en sus países de origen. Justifican los crímenes contra los ciudadanos inocentes y el ambiente que los recibió. En 2014 un musulmán de apellido Nzohabonayo asesinó tres policías en Tours. En 2015, islámicos atacaron la revista humorística parisina Charlie Hebdó, una masacre de 12 personas. El mismo año Ahmeh Ghiam mata al ciudadano Aurelie Chatelan y prepara operación contra una misa en la iglesia de Villejuif. A un empresario francés de apellido Hervé, lo asesinan sus empleados y uno de ellos, Yassin Salhi, cuelga la cabeza de una valla. Un musulmán de Mali secuestró y mató a los comensales en un restaurant khoser. Antes de morir declaró que obedecía las órdenes del Estado Islámico. El 13 de noviembre se produce un episodio estremecedor: terroristas suicidas del mismo Estado Islámico tirotearon civiles a mansalva en varios cafés, el Estadio de Francia, el Teatro Bataclan, un genocidio de 131 personas.

En 2016 el terrorista Larossi Abdalla asesina dos policías a puñaladas y ofrece el sacrificio a Alá en video de la Web, en el que declara “vamos a hacer de Europa un cementerio”. Un grupo de ciudadanos sufrió ataque a puñaladas por un fanático con cinturón de explosivos falso. El 14 de julio de ese año, Mohamed Bouhlel lanzó un camión de 20 toneladas contra una multitud que celebraba el Día de Francia causando 86 muertos y más de 400 heridos. En 2017, tres policías recibieron disparos de terroristas islámicos en los Campos Elíseos y murió uno de ellos. Poco tiempo después mueren apuñaladas dos mujeres en el metro de Marsella (silencio feminazi). En 2018 Redouane Ladkim toma rehenes en un supermercado, asesinó 4 personas e hirió 15. En 2020 decapitan un maestro en la banlieu parisina por enseñar sobre libertad de expresión. Poco después asesinaron a tres personas en una iglesia de Niza. En 2021, otro islamista degolló a una mujer policía con el grito de “Alá es grande” (silencio feminazi). Poco después Cherif Chekatt asesina 5 personas en un mercado navideño de Estrasburgo. En 2022 un yihadista asestó diez puñaladas en la garganta de un hombre que llevaba sus hijos al colegio, lo que comprueba la grandeza de Alá, según gritó.

En octubre de 2022, a una niña de 12 años, Lola, la secuestra una argelina, muere bajo tortura, agresiones sexuales y abandonan su cadáver descuartizado en una maleta (silencio feminazi). En julio de 2023 otro acuchilló a 6 personas en el metro de París también para demostrar “que Alá es grande”. Hace un mes un libio apuñaló a cuatro niños en sus cunas y dos adultos en la paradisíaca Annecy. Hoy la insurgencia musulmana, respaldada por terroristas de Antifa y progres globales, anuncia “un nuevo holocausto”, que no debe entusiasmar mucho a los israelíes. Las inmigrantes disfrutan de viviendas y educación gratuitas, viven de las ayudas públicas por variados conceptos, lo que crea “síndrome del bienestar”, carencia de estímulos para superarse, un ejército de malentretenidos. Tienen todas las oportunidades, pero ningún interés en aprovecharlas porque el sistema, al que odian, los mantiene satisfechos. En esta aterradora secuencia que referimos desde 2014, nadie ha visto turbas de franceses con antorchas incendiar y saquear barrios musulmanes, ni lincharlos, destruir sus casas, ni apuñalarlos o apalearlos en las calles.

En Canadá hace un par de años, turbas sicóticas incendiaron iglesias católicas al enterarse de un cementerio clandestino de niños indígenas “asesinados por curas”. Luego nos enteramos de que era una canallada, una fake history, pero el apoyo recibido por fanáticos sirvió para testear la monstruosidad humana y dudar de la civilización. Si seguimos la letra de los cabezas de ñema progre, el salvajismo político siempre es la reacción comprensible, -igual pensaban los nazis- pero por ventura las instituciones en Francia, Canadá, Bélgica, Suiza, Italia aún no actúan según esa directriz. Lamentablemente, la amoralidad no permite a los multiculturaristas, posmos, ni al feminazismo, decir una palabra crítica al respecto, ni sobre los infamantes e inhumanos tratos que reciben las mujeres en los ghettos en que se convirtió la banlieu parisina y los barrios de Europa. Sus actos los supervisan hombres de la familia, que pueden pegarles, no las dejan salir a la calle, deben vestirse con ridículas batolas y velos, con posibilidades de que las mutilan sexualmente. Los posmo no abren la jeta sobre este drama, y cuando lo hacen es para justificarlo.

(Quiero agradecer en retrospectiva a mis queridísimas amigas, Elizabeth Tinoco y Alicia Alonso, por interponerse entre dos facinerosos de estos, que querían guardar sus cuchillos en mí. Gracias por su coraje excepcional puedo contarlo. Esto ocurrió en una de mis ciudades más queridas, década atrás).

@CarlosRaulHer

https://www.eluniversal.com/el-universal/159253/siempre-tendremos-paris

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Eduardo Fernández

No basta con ganar las elecciones y lograr la transferencia del poder. Es indispensable tener claridad en cuanto a los propósitos de la gestión administrativa.

La primera tarea es lograr la reconstrucción de la arquitectura institucional de la República. El régimen imperante en Venezuela ha destruido todas las instituciones. Necesitamos un gobierno que gobierne, una Asamblea Nacional que legisle y que controle la marcha de la administración pública, una administración justicia con independencia y autonomía, una contraloría que controle, un Ministerio Público que cumpla sus funciones y un Consejo Nacional Electoral que merezca la confianza de todos los ciudadanos.

El segundo punto es la recuperación de la economía venezolana. Acabar con la inflación y con la recesión. Una economía que produzca los bienes y servicios que se requieren, que genere empleos modernos, productivos y bien remunerados. Y riquezas y oportunidades para todos los ciudadanos.

El tercer punto es lograr una Democracia sin pobreza. Superar la pobreza es una tarea prioritaria para Venezuela en los próximos años. Ese objetivo se logra con más y mejor educación. Educación de calidad para los hijos de las familias más pobres. Educación para el trabajo. Inversiones que generen empleos y oportunidades y capacitación de los jóvenes para que puedan asumir esos empleos bien remunerados y estables.

El cuarto punto para el próximo periodo es ocuparse de los servicios públicos: agua, electricidad, gasolina, transporte, seguridad, educación, salud, aseo urbano, internet, comunicaciones. Todos esos servicios públicos tienen que ver con la calidad de la vida. Los venezolanos tenemos derecho a contar con servicios públicos modernos y eficientes. Al reinsertar a Venezuela en la comunidad financiera internacional podemos disponer de los recursos para lograr servicios públicos para todos los venezolanos.

Finalmente, proponemos acabar con la corrupción. Para eso, es indispensable un gran esfuerzo educativo en valores y principios. Además, sanciones ejemplares a los corruptos y, finalmente, una reducción del tamaño del estado para hacer desaparecer las trabas burocráticas y las alcabalas que sirven de ocasión para la corrupción.
Venezuela tiene futuro y ese futuro depende de tener un buen gobierno, un buen programa y un ambiente de reconciliación nacional para hacer posible el cambio.

https://noticierodigital.com/2023/06/el-programa-2/

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Katharina Schantz

La "aplicación asesina de Twitter" o el "rival independiente de Twitter": con Threads, la nueva plataforma de Meta, aumentan las expectativas. ¿Conseguirá Mark Zuckerberg desbancar a Elon Musk?

A finales de junio, Elon Musk, de Twitter, y Mark Zuckerberg, de Meta, midieron sus fuerzas, y el jueves (6.7.2023) hubo un enfrentamiento entre sus plataformas digitales. Usuarios fuera de la Unión Europea comenzaron a descargar Threads, la nueva plataforma gratuita de redes sociales de Instagram, que pertenece a Meta, desde las tiendas de aplicaciones o "app stores".

En Threads, se pueden compartir opiniones, debatir, dar "me gusta" y comentar, como en Twitter. Algunos usuarios ya se han mostrado entusiasmados con la nueva plataforma.

Muchos usuarios decepcionados con Elon Musk

Se cree que Twitter podría perder más de 32 millones de usuarios hasta 2024, de los más de 360 millones que tenía en 2022. Y estas estimaciones ni siquiera tienen en cuenta las últimas restricciones impuestas a usuarios no verificados.

El experto en medios de Mannheim, Phillipp Müller, atribuye muchas razones a los problemas de Twitter: "Las declaraciones políticas de Musk, así como la reactivación simbólica de la cuenta de Donald Trump, son decepcionantes señales de alerta para muchos usuarios".

También las medidas de reducción de costos del multimillonario tecnológico han irritado a muchos. Tanto el despido del 80 por ciento del personal de Twitter, que provocó varios problemas con las funciones principales de la aplicación, como la introducción de modelos de pago como Twitter Blue y, más recientemente, la limitación a usuarios verificados del uso de Tweetdeck, utilizado por muchas empresas y organizaciones de noticias para monitorear fácilmente el contenido.

Algunas decisiones de Elon Musk sobre Twitter no han gustado a muchos usuarios, tras comprar Twitter por 44 mil millones de dólares en octubre de 2022.Imagen: Patrick Pleul/AP Photo/picture alliance

Hace solo unos días, Musk limitó la cantidad de tuits que se pueden leer de forma gratuita a 1.000 por día y a solo 500 para cuentas nuevas. "Esto choca con la idea fundamental de plataforma de red social", dice Müller a DW.

¿Puede Threads llenar un vacío en el mercado?

Hay un puñado de alternativas a Twitter como Mastodon, T2, Bluesky o Truth Social de Trump. Sin embargo, estas plataformas han tenido problemas para construir una amplia base de usuarios.

Mastodon, por ejemplo, es una red social sin publicidad y sin fines de lucro, lo que la hace poco atractiva para los anunciantes, explica el experto de Mannheim. "El mercado ha carecido de una gran alternativa comercial a Twitter", asegura.

Aquí es exactamente donde Threads juega con ventaja, porque es la última incorporación a la gran familia de aplicaciones de Meta, que comprende Instagram, Facebook, Messenger y Whatsapp. Por lo tanto, la empresa de tecnología puede confiar en sus amplios conocimientos para atraer usuarios.

Los obstáculos de Mark Zuckerberg

Sin embargo, esta ventaja también lleva a Müller a dudar de si Instagram es lo más adecuado para desafiar a Twitter. En términos de contenido, ambas plataformas difieren entre sí.

"En Instagram, hay mucha comunicación positiva no tan política. Twitter, por otro lado, es un medio para la comunicación profesional. Dependiendo de la plataforma, se puede decir que las personas siguen cuentas muy diferentes", apuntó Müller.

En el pasado, Meta ha tratado de imitar las plataformas de redes sociales populares, pero con resultados diversos. Primero desarrollaron una aplicación llamada Threads en 2019. Se suponía que permitiría a los usuarios compartir fotos, videos y mensajes de forma privada, como en Snapchat, pero fracasó.

Sin embargo, Reels, el formato de video corto, que Meta lanzó inspirado por el éxito de TikTok, crece de manera constante.

Y luego están los obstáculos regulatorios. Meta pospuso el lanzamiento de Threads en la UE debido a problemas de privacidad y de información personal de los usuarios que Meta recopilará. El martes (04.07.2023), el Tribunal de Justicia de la UE apoyó al organismo de control anticarteles de Alemania por una disputa antimonopolio con Meta.

La pregunta crucial sigue siendo: ¿Cómo reaccionarán los usuarios? El experto digital alemán Dennis Horn estima que las personas son más propensas a cambiar de plataforma cuando sus compañeros también lo hacen. Entonces, en última instancia, el futuro de Twitter dependerá de cuántos usuarios se aferrarán a Threads para debatir sobre política y sociedad.

6 de julio 2023

DW

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