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Opinión

Ignacio Avalos Gutiérrez

Tenía otras ideas en la cabeza, pero me resultó demasiado cuesta arriba no escribir sobre la lucha contra la corrupción emprendida por el Gobierno de Nicolás Maduro, asumiendo el riesgo de que mis palabras lluevan sobre mojado, pues es sin duda un evento sobre el que se han amontonado varias decenas de artículos y miles de twits.

Un viejo “flagelo”

En el transcurso de las dos últimas ´décadas y de los años que se llevan de la presente, ese antiquísimo invento que conlleva al mal uso de los recursos públicos forma parte, literalmente hablando, del paisaje venezolano y no hay que ser demasiado agudo para notarlo. Resulta lógica en un país gobernado bajo el control total de los poderes públicos, sin los más mínimos contrapesos que lo contengan, en el que la gestión ocurre en medio de una gran impunidad y una rendición de cuentas caracterizada por la ausencia y la alteración de los datos. No cabe extrañar, entonces, que las decisiones se orienten usualmente hacia los caminos verdes.

La gestión de Hugo Chávez incurrió, desde luego, en el pecado administrativo de la desviación de los recursos del Estado, cosa que hizo en gran escala y en medio de una gran arbitrariedad. Pero no cabe duda, ciertamente, que bajo la administración encabezada por Nicolás Maduro la corrupción se ha potenciado, conforme lo atestiguan numerosos informes, realizados por sectores de la oposición y organizaciones de la sociedad civil (ONGS), además de que abundan los casos en que es visible para quien preste siquiera un poquito de atención.

Henos aquí, en medio de la corrupción

Con la corrupción hemos topado, habría escrito Cervantes. Da la impresión de que el Gobierno se diera cuenta ahora. De repente, en días recientes y con Maduro como vocero, fueron surgiendo como de la nada varias denuncias sobre el uso indebido de los recursos públicos (oh sorpresa) por parte de altos funcionarios, cuyos largos tentáculos alcanzaban a personas que se desenvuelven en el ámbito militar y en el privado. Hablaba, así pues, de la desviación de cantidades enormes de dinero, expresadas en cifras cuya número de ceros resulta difícil de imaginar y que obviamente ha tenido graves repercusiones sobre el desarrollo del país, o sea, en las condiciones de vida de la mayoría de sus habitantes, a pesar de lo cual, por cierto, aún se siguen invocando las sanciones internacionales (que obviamente tienen un impacto nada despreciable), como la razón principal de que Venezuela se encuentre como como se encuentra.

Así, como si no hubiera roto un plato, Maduro emprendió una cruzada contra la corrupción, pronunciando épicos discursos contra los responsables, a quienes tilda de traidores que “ponen en peligro la Revolución”. “Caiga quien caiga”, dice una y mil veces, “… todos serán castigados con todo el peso de la ley”

El Bono Moral y Etica

En este marco, ha aparecido la Policía Nacional Anticorrupción que, no obstante haber sido creada en el año 2014, parecía haber estado en modo “clandestino”, pues nadie sabía nada de ella hasta ahora, cuando se ha dado a la tarea de detener a los que han sido indiciados como responsables del desfalco a la nación. Por otra parte, en estos días, se introdujo en la Asamblea Nacional el proyecto de Ley Orgánica de Extinción de Dominio, mediante la que se busca reforzar la lucha contra la corrupción. Así mismo, se ha instado a las diversas organizaciones de calle que escudriñen a sus vecinos y tomen nota si perciben algo “raro”, convirtiéndolos a todos en posibles sospechosos.

Así como éstas han surgido otras acciones a propósito de esta campaña, entre las que no me puedo permitir pasar por alto, por lo que significa dentro del estilo del gobierno - siempre en plan de intentar barnizar la realidad-, la aprobación con bombos y platillos del Bono Moral y Ética que implica la suma de 3,97 dólares para quienes lo reciban. A propósito de ello expresó, que se cumplía con honestidad y transparencia con el bienestar del pueblo. “Son tiempos que exigen honestidad”, añadió.

En vista de todo lo anterior, a Maduro se lo describe dentro de las filas de su partido como el presidente que con más convicción y fuerza ha luchado contra la corrupción a lo largo de toda nuestra historia (junto a Chávez, obvio).

¿Conflictos domésticos?

Las mencionadas iniciativas lucieron, en primera instancia, como un repentino y sorpresivo arrebato en defensa del patrimonio público. Sin embargo, al paso de los días, casi de algunas horas, y superado el shock inicial, fluyó la razonable sospecha de que no eran “moral y luces”, según recomendaba Bolívar, las que originabas la cruzada, sino diversas pugnas internas que han ido emergiendo al interior del denominado chavismo-madurismo.

En este sentido, no se crea que tales disputas remiten a desacuerdos ideológicos, a la defensa incondicional del eterno legado de Chávez o al sesgo que ha tomado el actual proyecto del Socialismo del Siglo XXI, transmutado en un capitalismo de burbujas. Y menos aún que aludan a los efectos del robo de los dineros públicos en la profunda crisis que abruma la existencia diaria de los ciudadanos. Se trata, más bien, de razones subalternas, reducidas a una vulgar refriega por el poder, estimulada principalmente por las elecciones presidenciales previstas para el año 2024, en las que no es ningún secreto que Maduro se presentaría para gobernar un tiempito más.

Conclusión (que no concluye)

Estas últimas líneas deben tomarse como una hipótesis, la que tal vez domina el ambiente. Pero en verdad el escenario es bastante más enredado, hay varias y muy distintas versiones acerca de lo que acontece, siendo la figura de Tarek El Aissami, el caso más claro de ello, así como las especulaciones respecto a quienes se encuentran en la palestra, quiénes son los que se adversan entre sí y quienes fungen de cómplices.

Lo que sí parece verdad es que la traición y el chantaje constituyen la barajita que casi todos llevan bajo la manga, librando la contienda por un botín en el que se entremezclan intereses, tanto políticos como económicos, que encuentra terreno fértil en el país deshilachado que venimos siendo desde hace rato.

En medio de este galimatías, tal vez los ciudadanos de a pie tengamos que hacer nuestra una frase atribuida a los españoles, la de Piensa mal y Acertaras. Ojalá que no.

El Nacional, marzo 2023

 5 min


​José E. Rodríguez Rojas

La lucha contra la corrupción emprendida por el régimen lo que ha evidenciado es que, después de dos décadas, el chavismo ha convertido a PDVSA en una gigantesca máquina de corrupción.

El petróleo ha sido la columna vertebral del régimen autocrático de Venezuela por décadas. Juan Pablo Pérez Alfonso fundador de la OPEP definió el petróleo no como el oro negro sino como el excremento del diablo. Una investigación sobre corrupción lanzada por el régimen de Maduro sugiere que algo de verdad puede haber en ello todavía.

Hasta ahora la investigación ha derivado en la renuncia de Ministro de Petróleo, el cual no ha sido mencionado en la misma. Cerca de dos docenas de personas han sido arrestadas y otras siete están siendo buscadas por la fiscalía. El episodio ofrece una rara ventana sobre el caos y la corrupción en los altos niveles de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que Maduro, siguiendo los pasos de su predecesor, ha llevado a una situación cercana a la ruina.

De acuerdo a documentos vistos por Reuters más de 3 mil millones de dólares se han evaporado de PDVSA desde el 2020. Existen adicionalmente unos 18 mil millones extraviados por mala calidad de la deuda o fraude. En total 84 % de los envíos por barcos facturados durante los últimos tres años no han sido pagados. Algunos de los destinatarios de los envíos declaran que han pagado, pero las cantidades no aparecen en las arcas de la empresa. Los medios muestran imágenes de jets y edificios comerciales comprados con fondos de origen oscuro.

Las pérdidas para la compañía son graves. Ellas surgieron parcialmente por el temerario comportamiento de la empresa a fin de evadir las sanciones que le fueron impuestas desde el año 2019, después de que Maduro se declarara ganador en unas elecciones fraudulentas. Desde entonces la empresa ha estado vendiendo petróleo con un fuerte descuento a través de una red de intermediarios, mayormente refinerías independientes de China. Los intermediarios evadieron las sanciones utilizando barcos fantasmas que apagaron sus mecanismos de seguimiento o cambiaron sus nombres durante el viaje. Alguna de las empresas de intermediación se crearon semanas antes del acuerdo con PDVSA. Unas empresas han sido fraudulentas y no tenían intenciones de pagar las cargas recibidas.

Rumores de miles de millones de dólares extraviados y dudosas prácticas han estado rondando por Caracas por meses. Sin embargo el gobierno no ha dicho públicamente nada acerca del escándalo hasta el mes de marzo, cuando se confirmaron los primeros arrestos. Una teoría para explicar el retraso es que Maduro sintió la necesidad de dar una explicación por el deterioro de la economía. En el marco de una escasez de dólares el Banco Central de Venezuela ha estado luchando para fortalecer la moneda local, el bolívar, el cual ha perdido dos tercios de su valor desde octubre. Esto ha socavado el discurso de Maduro sobre la recuperación de la economía. La inflación creciente también es un problema para él y sus planes de reelección en el 2024.

Culpar a alguien de las malas prácticas de PDVSA es políticamente útil. Algunos especulan que la investigación está diseñada para enviar un mensaje a sus oponentes internos. Pero castigar a los responsables es un tema delicado en el mundo de un régimen despótico. En enero Asdrúbal Chávez, en ese entonces presidente de PDVSA, fue removido de su cargo. Él es primo del fallido autócrata, lo cual puede explicar porque la remoción no fue hecha pública en su momento.

Francisco Monaldi de la Universidad de Rice en Houston (Texas) duda que las acciones de Maduro tengan un carácter estratégico. En lugar de ello lo que la investigación evidencia es algo simple y triste: que la industria petrolera “es una gigantesca máquina de corrupción en la cual muy poco del dinero termina beneficiando al pueblo de Venezuela”.

Nota: el escrito previo está basado en la traducción libre del artículo: The Economist. 2023. Venezuela s autocrat launches a massive corruption probe. 30 Marth.

Profesor UCV

 3 min


Carolina Jaimes Branger

Ocurrió cuando yo apenas tenía cinco años, pero lo recuerdo tan vívidamente como si hubiera pasado ayer. Una tarde fui a jugar con mis amigas Mau y Érika Sosa. Tata, su nana, estaba barriendo el patio, cuando subió a hacer algo y dejó el montoncito de basura al lado de la escoba y el recogedor, justo al lado de la entrada de la casita de muñecas donde estábamos nosotras. Nos llamaron a merendar. Cuando salimos de la casita, algo de un color muy chillón llamó mi atención en aquel montoncito. Era un zapatico de plástico, de esos que venían como cotillón en las piñatas. Yo tenía uno, que le servía a una muñeca que era algo más grande que la Barbie. Pero me faltaba la pareja. Lo agarré y me lo metí en uno de los bolsillos de mi braga.

Cuando llegué a mi casa, fui directo a bañarme. Me desvestí. Mi mamá estaba conmigo en el baño, cuando sacó el zapatico del bolsillo. “¿Esto qué es?” me preguntó. Le expliqué lo que acabo de contar. “¿Te lo regalaron?”. “No”, respondí. “Lo saqué de la basura, lo iban a botar”. “No importa si lo iban a botar. Si no te lo regalaron, no es tuyo. Vístete que lo vamos a ir a devolver y te vas a disculpar”. Creo que fue la primera vez en mi vida que sentí vergüenza. Cuando llegamos a casa de los Sosa, no quería bajarme del carro. “Vamos, Carolina”, la voz de mi mamá era conminadora.

Érika Sosa, la mamá de mis amigas, me abrazó y me dijo que aceptaba mis disculpas, pero que en realidad no había nada que disculpar y que me podía llevar el zapatico. “Ahora sí te lo puedes llevar”, me dijo mi madre, “Érika te lo regaló”.

¡Qué lección de vida! Tuve la oportunidad de agradecérsela a mi mamá varias veces, cuando salían a relucir “escándalos” que, comparados con los robos de hoy en día, eran algo que podría calificarse de nimio, pero no lo eran. A los cinco años aprendí que ladrón es quien se roba un zapatico de plástico, quien se roba un lápiz, quien roba un banco, quien hace negocios sucios, quien defrauda a la Nación… Lo que difiere es el monto de lo robado.

Cuento esta historia en recuerdo de mi madre, agradecida por la educación que recibí, porque fue estricta cuando tuvo que serlo. Hoy, a la vista de estos robos milmillonarios de los que están acusados e imputados unos cuantos funcionarios, me pregunto dónde estaban sus mamás cuando empezaron a robar.

Es más, me pregunto qué tienen en la cabeza -y en el alma- esos padres que a sabiendas de que sus hijos no tenían cómo comprarse una mansión en el Caracas Country Club, un avión, una finca, apartamentos en las ciudades más caras del mundo, carros de lujo y un largo etcétera, se llenaban la boca contándoles a sus amigos “la genialidad para los negocios” de su retoño. Ningún adulto es tan idiota para no darse cuenta de lo que había detrás de esos “negocios”. Fueron alcahuetas y peor aún, cómplices de asesinato. Sí. Así como lo leen. Porque lo que se robó esa gente faltó en algún hospital para asistir a miles que murieron de mengua, esperando los insumos que no habían y que por el precio, eran imposibles de comprar en una farmacia. Son cómplices de darle aire a un régimen que ha matado y torturado a presos políticos. Sus hijitos, de los que se sienten tan “orgullosos”, se cogieron el dinero que estaba destinado a subir los sueldos de tantos empleados decentes, cuyos hijos, padres, o ellos mismos, han muerto de hambre.

¿Y qué decir de los “amigos”? ¡La mayoría aprovechando la chamba! ¡Y encima, no tienen el más mínimo reparo de publicarlo en sus redes sociales! ¡Qué podredumbre la de esta sociedad! ¿O debería llamarla más bien “suciedad”?

Tengo mis reservas sobre si estas detenciones son reales o solo son un show para captar votos. Las bragas naranjas “Alex Saab style”. Las poses pretendiendo que iban esposados hasta que al gordo de franela negra se le olvidó y se metió los dedos en la nariz. La braga de la única mujer entallada… ¿para que se vea más bonita?… La sala con las sillas de agencia de festejos… Habrá que esperar. Lo que no puede esperar es la reeducación en valores. Si eso no sucede, lo que cambiaremos serán los nombres. Los ladrones seguirán saqueando, depauperando, destrozando el país y matando a sus habitantes. Y la suciedad seguirá aplaudiéndolos…

@cjaimesb

 3 min


Ismael Pérez Vigil

El resumen sobre el camino del voto, iniciado hace dos semanas, lo concluyo en esta entrega con una exhortación al rescate del voto, al que debemos dedicar tanto esfuerzo como el que hemos dedicado a ayudar al régimen, de manera indirecta, a socavar ese camino, al prestarnos a su juego con políticas abstencionistas o denuncias de fraudes que no hemos podido probar ni concluir satisfactoriamente.

Pero antes, embalado como está el gobierno para mantener el poder con las elecciones de 2024, debemos esperar cualquier ocurrencia o que todo lo tiña con esa finalidad. Por eso, quiero examinar una última e “ingeniosa” modalidad del régimen para socavar la fe en la política, en las instituciones, en definitiva: en el valor del voto.

“… esto se arregló…”

Esa frase es, en mi opinión, una nueva modalidad, más sutil, de “trabajar” para mantenerse en el poder, pero es el mismo decorado. Lo lamentable es que no es solo una “prédica” del gobierno, sino también la de algunos sectores, de empresarios, de asesores y analistas, que nos pretenden mostrar un país más allá de la realidad, una fantasía económica, enumerando las cuatro o cinco medidas macroeconómicas adoptadas, absolutamente insuficientes para llevar comida a las mesas, generar empleos o resolver la carencia de elementales servicios públicos que atosigan a la población. La “mejora” de algunos sectores y de algunos indicadores económicos, o la frivolidad de algunos espacios de consumo y lujosa diversión, no son un indicador importante para aseverar que el 80% o más de los venezolanos, viviendo en precarias condiciones y sumidos en la pobreza, están saliendo de ella. Por mucho que los indicadores señalen que la economía creció en 2021 y en 2022, al nivel de las inversiones y actividad económica actual, se necesitarán varios años para que ese crecimiento nos nivele al PIB que teníamos a finales del siglo pasado, cuando comenzó este oprobioso régimen, o tan solo para nivelarnos al PIB del 2013, cuando se inició el régimen madurista.

No hace falta abundar más en el tema, ni hacer una descripción −que siempre será incompleta y poco detallada− de la inadecuada o claramente falsa interpretación de las cifras, sería un insulto a la inteligencia de los lectores, que se dan cuenta perfectamente de lo que ocurre y, de todas maneras, seguramente, no lo voy a hacer mejor que connotados especialistas en la materia, que han opinado al respecto y demostrado la falsedad de la imagen que pretende crear el gobierno. Solo me interesa resaltar el mensaje que es, para mí, claro: “como esto se arregló… ¿para qué cambiar? … mejor quedémonos como estamos…”. Ese es en el fondo el mensaje.

Debemos prepararnos para esa y cualquier otra estratagema; por ejemplo, de arremetidas diversas, acompasadas y concertadas, contra la elección primaria de la oposición democrática y que lamentablemente, ya lo vemos, contará con el apoyo de algunos “analistas”, supuestamente “opositores”.

Rescatando el valor del voto.

Si difícil y escabroso ha sido el camino del voto, para establecer la democracia, también lo ha sido el camino del rescate de su valor, del cual vale la pena resumir algunos eventos. Por ejemplo: uno, el esfuerzo importante que se hizo en 2006, con una candidatura presidencial unitaria, por consenso; dos, el triunfo en el referéndum constitucional del 2007, derrotando la propuesta de modificación de la Constitución; tres, las exitosas elecciones primarias en 2012 −de donde salió un candidato unitario− y otras durante varios años más; cuatro, el triunfo en la elección de la Asamblea Nacional en 2015 e innumerables triunfos parciales en Alcaldías, Gobernaciones, Asambleas Legislativas, Concejos Municipales, etcétera, durante los últimos 23 años.

Después de todos esos ejemplos, hasta resulta difícil entender, porque para un gran sector de la población sigue tan deteriorada la vía electoral; lo único que lo explica es que el régimen ha sido exitoso en su empeño de desestimar el voto, aun cuando los ejemplos demuestran que la oposición ha desarrollado una tenaz resistencia, que debemos continuar.

Coyuntura electoral.

No repetiremos argumentos ya trillados, pero en 2024, se nos presenta una nueva oportunidad con la elección presidencial; pero antes, en 2023, debemos ser exitosos en la selección del candidato o candidata unitario en el proceso de primaria; son dos hitos interconectados y dependientes, no habrá éxito en 2024, sin éxito en 2023.

La coyuntura electoral de los años 2023 y 2024, son una buena oportunidad para replantearnos como oposición, como país, como un todo, la superación de la crisis social, política, humanitaria compleja, que nos asola. Para ello es imprescindible dejar de voltear hacia atrás o hacia los lados, imprescindible mirar al frente, al futuro, tomar lecciones de los errores cometidos, enseñar al país que hay una ruta, que comienza y termina en la unidad de objetivos, una unidad más allá del candidato o candidata −que ya es algo− pero con un basamento real, pragmático, efectivo, que sume y multiplique, no que reste o divida al país.

Superar barreras

Nos corresponde para ello sortear algunas barreras, políticas y emocionales. Las políticas obviamente tienen que ver con los partidos, su credibilidad y la del liderazgo. Para ello es preciso que se imponga y mantenga el espíritu unitario, que se mantenga igualmente la presión internacional y que se desarrolle la movilización interna, ambos retos grandes e importantes.

Las barreras emocionales, relacionadas con las anteriores, también hay que superarlas y son esa mentalidad antipolítica −fenómeno realmente mundial− que mantiene el desánimo en importantes sectores del país, que produce rechazo al liderazgo opositor y que produce como efecto colateral la marginación de los procesos electorales. Es una tarea difícil, por el impacto innegable en redes sociales de las criticas indiscriminadas, que aun cuando puedan tener algún basamento, en buena medida siguen la pauta que marca el régimen para desmoralizar a la oposición y negar el valor del voto.

Conclusión.

La elección primaria de 2023, ya se ha dicho, es además una buena oportunidad de movilización y de mostrar al pueblo venezolano una cara unida y una alternativa para superar este oprobio y ganar las elecciones de 2024.

Algunos dudan, lo sé, que el voto sea el camino a la democracia, pues se afirma que no se cree que por esta vía el gobierno vaya a entregar el poder, si pierde la elección presidencial. Pero, en realidad, eso es algo que no sabemos si ocurrirá, que solo podemos especular, pues en verdad, nunca le hemos ganado a este régimen una elección presidencial. Ese es el reto para 2024.

Volveré la semana siguiente a la Semana Santa, con comentarios acerca del proceso de selección y designación de las Juntas Regionales que asistirán a la Comisión Nacional a organizar la elección primaria del 22 de octubre de 2023.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

 5 min


Benjamín Tripier

El tema de la corrupción confesada por el gobierno, asumiendo la responsabilidad por miles de millones de dólares perdidos, aunque se trató de presentar como que se descubrió a una banda de delincuentes enquistados en el gobierno, no logró su objetivo, y terminó afectando a todo el estamento de funcionarios y exfuncionarios del estado.

La desconfianza y la credibilidad quedaron fuertemente dañadas, no solo para los que no quieren al gobierno, que ya lo sabían o al menos lo sospechaban desde el principio sino principalmente para el chavista que ahora ve como esposan y visten de naranja a aquellos que decían luchar contra la corrupción. Y con eso, cada vez que un dirigente se rasga las vestiduras, haciendo leña del árbol caído (en realidad del árbol volteado), el pueblo llano se pregunta si ese, unos días después, no aparecerá también esposado y vestido de naranja.

Porque lo razonable hubiera sido mostrar mecanismos que evidencien que la situación ya no volverá a repetirse y que las cosas han cambiado porque lo de la comisión reestructuradora ya, para estos, casos, no satisface… no es suficiente.

Esta confesión pública, marca un antes y un después… y solo demostrando buena gerencia, con gerentes profesionales, preferiblemente que provengan del sector privado, podría comenzar a revertirse este golpe reputacional que ya no resiste relatos ni re significaciones.

Y tratar de diluir el impacto involucrando a la oposición política, no solo no cambiará la percepción, sino que se entenderá como una excusa más para inhabilitar candidatos. En fin…

Porque ya no importa si alguna de las tantas versiones y explicaciones que andan dando vuelta son ciertas o no lo son. Lo único concreto es que la onda expansiva de la bomba que hizo explotar el chavismo, los alcanzó a todos… a acusados y a acusadores.

Lo cierto es que haber jugado esta carta fuerte de la purga interna por corrupción, lejos de mostrar fortaleza y gobernabilidad, reveló una vulnerabilidad muy grande, porque dejó en evidencia que pasan cosas muy graves y que no pueden ni evitarse, ni detenerse. A lo sumo, muestra que unos tienen más fuerza que otros, pero que el país está estancado y que no están pudiendo reaccionar.

El otro tema, es la presencia cada vez más fuerte del gobierno de Petro interviniendo en temas locales. Lo de las visitas presidenciales frecuentes (las dos primeras sin aviso previo), lo del gas, lo de Monómeros, lo de la guerrilla y ahora lo de la mesa paralela con la oposición, lo han convertido, casi de un momento para otro, en un actor noticioso casi diario.

Hay que ver si realmente logran pasar de los dichos (noticias y declaraciones) a los hechos. Porque hasta ahora, sin que el gobierno de Venezuela le hubiera dicho algo, anunció que compraría gas, y luego que no lo necesitaban; y después Monómeros, y que vamos a ver, y ahora, por la corrupción, en Pdvsa, mejor que no.

Lo de las negociaciones con la oposición en Bogotá, desplazando a México de la escena (o al menos posponiéndolo) es una incursión en un tema novedoso para ellos, al menos en el rol de anfitriones. Si eso se vincula con las declaraciones de la cancillería colombiana de que Petro estaba llamado a asumir el liderazgo en la región, y a las declaraciones del embajador sobre que todo lo que hacían con Venezuela era consultado con EE UU, entonces habría que pensar que el juego es más amplio y más profundo, y que, por lo que parece hasta ahora, les está quedando grande.

Mientras seguimos en el día a día pragmático del comercio bilateral, que está tratando de deslastrarse de lo político y concentrarse en una relación de mercado entre empresarios de los dos países. Esa vía sí está clara, y, aunque también tiene sus aristas, las reglas esenciales del mercado, se mantienen.

Político

Para que el escándalo dentro del chavismo, como les decía en entregas anteriores, haya roto las paredes de silencio, verticalidad y disciplina que los caracterizaba es porque el problema interno es muy grave y aún no está controlado.

Porque una cosa es que con esta purga se mande un mensaje ejemplificador que calme o postergue apetencias de poder y otra muy distinta es que tengan el resultado esperado y las aguas se asienten.

De los 3 a 5 aspirantes del chavismo a hacerse con el poder en Venezuela, ninguno pareciera que se llamó a la calma con las medidas tomadas hasta ahora. Porque en la medida que no se declaren vencidos se seguirá ampliando el círculo de impacto y seguirán encarcelando más funcionarios de esos que, hasta hace poco, eran patria o muerte con el núcleo actual de poder.

Pero en la medida que se siga encarcelando gente habrá más razones para luchar por ese poder, para poder sacarlos de la cárcel si logran imponerse. En pocas palabras, todo indica que todo esto está recién comenzando, y que los aspirantes no se llamarán a la calma y contraatacarán.

Lo que sí está claro es que lo de la corrupción fue el ángulo que se utilizó para la limpieza interna, lo que no quiere decir que no sea cierto sino que no es el centro del problema. Porque en realidad, en este caso, no hay una declaración formal de los montos involucrados, ni los 3 mil millones, ni los 21 mil millones. Aún no se sabe –creo que ni ellos lo saben– qué cifras están involucradas.

Del otro lado de la zanja, se encuentra la oposición (“las oposiciones” me decía un chavista fuerte) que no encuentra un espacio propio desde las alturas de la dirigencia, mientras que la gran base, que casi llega a 90% de la gente, tiene en común que quieren que esto cambie porque así ya no se puede vivir. Pero esa base, cuando mira hacia arriba, mira con desconfianza lo que tiene a la vista. Porque muchos se hacen llamar opositores, y en realidad no lo son.

La prueba rápida de pureza opositora se manifiesta en si el personaje ataca más fuerte a otros opositores que al gobierno, si quiere mantener el estatismo de siempre, y si se preocupa por sacar gente de la pobreza, versus atenderlos, pero que sigan siendo pobres.

Habrá que ver el alcance de gente que logren las primarias, porque será un anticipo de lo que podría pasar en las verdaderas elecciones. El verdadero opositor, tal vez, no debería inmolarse ahora, y hacer un trabajo en las bases (bottom up) hasta el 2024, y allí, casi sobre la hora, para minimizar las posibilidades del contraataque, salir a la superficie, con la seguridad de que su trabajo en las bases le traerá los votos que pudieran dar vuelta el resultado, que, visto desde este momento, ya está cantado, y es que el chavismo retiene el poder. Ya sea con Maduro si resiste este ataque interno brutal, o algún otro de los 3 o 4 aspirantes que hoy están en pugna.

Social

La pobreza en Venezuela ha aumentado significativamente en las últimas décadas, especialmente durante la última década. La crisis económica, política y social que ha afectado al país ha sido uno de los principales factores que ha contribuido a este aumento.

Según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2020, 64,8% de la población vive en situación de pobreza, mientras que 79,3% de los hogares tienen dificultades para acceder a alimentos de manera regular.

Además, la pobreza extrema ha aumentado considerablemente, con 26,4% de la población viviendo en condiciones de extrema pobreza en 2020, según la Encovi.

La situación de pobreza en Venezuela ha tenido un impacto negativo en la salud, la educación y la seguridad alimentaria de la población, y ha llevado a un aumento de la migración y la dependencia de la asistencia humanitaria internacional.

En resumen, la pobreza en Venezuela es una situación grave que ha afectado a gran parte de la población y ha sido exacerbada por la crisis económica, política y social que atraviesa el país.

Los párrafos anteriores fueron desplegados por una aplicación de inteligencia artificial ante el requerimiento de “Pobreza en Venezuela”.

Nuestra situación estará más comprometida este 2023, porque a las privaciones de aquellos que no tienen trabajo deben sumarse para este año, las de los que sí tienen empleo, pero no les alcanza para vivir. Con un salario mínimo inferior a 10 dólares, que, complementado por tareas adicionales puede llegar a los 30 dólares, frente a una cesta básica superior a los 200 dólares, podemos anticipar aumento en la pobreza.

Lo cual está impactando con fuerza, desde finales del 2022, en la demanda, que ha caído en 35% según cifras confiables.

La posibilidad de un aumento del salario mínimo sigue postergándose, pero no puede durar mucho tiempo más porque la cantidad que está sobre la mesa es de 400 dólares por mes, casi duplicando lo que cobran algunos niveles bajos en el sector privado.

Económico

Si bien es importante impulsar el consumo, no hay que olvidar que este tipo de fenómenos, como el que estamos viviendo en Venezuela, requiere de aproximaciones integrales a las soluciones. Tenemos que contribuir, como empresarios, a mejorar la estructura de costos y gastos de nuestras empresas, y solicitarle al estado que contribuya con la baja de impuestos y tasas, y ayude a contrarrestar las externalidades negativas que afectan a toda la cadena de agregación de valor.

Y con eso me refiero no solo a la oferta existente, sino a la posibilidad de aumentar la utilización de planta, por un lado, y a la posibilidad de aumentar la capacidad instalada. Necesitamos más oferta de bienes y servicios, de buena calidad y de precios accesibles.

Porque en realidad, el mercado, al ser un mecanismo natural de ajuste, a veces se concentra en la inmediatez, y pierde de vista que la reducción del consumo no es un fenómeno de coyuntura, sino que se va solidificando y volviéndose estructural. Por lo que, si desde el lado de la oferta no optimizamos los precios, pues veremos cómo el mercado se achica aún más; y de eso, algo sabemos, y hemos aprendido con la caída sistemática del PIB durante casi 10 años, la diferencia es que ahora los tiempos se están acelerando, y ya el tiempo para solo-pensar se está agotando y ha llegado el momento de solo-actuar.

Hay que reconocer que una de las plataformas que pudieran utilizarse para el necesario proceso de optimización y reacomodo, es el mercado de capitales, donde, con instrumentos creativos, diseñados a la medida de las necesidades, pudiera servir para esa expansión orgánica que solo el mercado puede ofrecer. Cuidando que la demanda no crezca más allá del rango que pueda reinvertirse en el aumento de la oferta.

Como les decía, el nuestro es un fenómeno multidimensional, y como tal debe ser tratado.

El otro tema es la oferta del gobierno de suspender por cinco años los períodos de prescripción de los bonos en default, que comienzan a vencerse en octubre próximo al cumplirse los seis años desde el último impago de cada bono. Como dicen los abogados del gobierno, es un primer paso importante aunque en realidad no tiene impacto real, pues ante las cortes de Nueva York, esta declaración no puede ser procesada, pues en esa jurisdicción, que es la de los bonos, el gobierno del chavismo no está reconocido. Mientras que el de Guaidó, sí estaba reconocido, pero al haberlo disuelto, eso quedó en un limbo que solo podrá ser compensado con las demandas que seguramente se comenzarán a presentar en los próximos meses, para extender los plazos de prescripción.

Siempre existe la posibilidad de arreglos directos entre el gobierno y los bonistas que estén fuera de la jurisdicción americana (que no sean US persons) extendiendo garantías o buscando acuerdos que beneficien a las partes. El debt-equity-swap es una opción que tiene el gobierno al momento de decidir pasar a manos privadas alguna de las actividades que hoy están en manos del estado, pero que son de corte estrictamente empresarial.

No olvidar que esto ya se había intentado en el pasado (el límite entonces fue el 13 de octubre de 2020), pero no tuvo efectos, no solo por las mismas razones que ahora, sino por un conjunto de razones de representatividad que en su estructura eran clásicas, pero que, aplicadas a nuestro caso, no tenían mucha fuerza. Nuestro caso es especial, y hay que tratarlo en forma especial… el librito con nosotros no aplica.

El otro tema, es que los aires aperturistas con Venezuela que había al inicio de gobierno de Biden, han ido perdiendo posiciones, debido a lo cual, por más presiones que hagan los lobistas de mercado, será difícil que logren cambiar el movimiento tectónico, que, si no se logró al principio del gobierno, pues ya no se logrará. Lo cual para nosotros significa que ya sea que Biden repita o que ganen DeSantis o Trump, nosotros seguiremos en la lista negra mientras el chavismo continúe en el poder.

Internacional

Pese a que Colombia está tratando de ocupar espacios en el frente internacional de Venezuela, la realidad es que solo EE UU es el país con más poder e influencia sobre nosotros. Derivado no solo de la trayectoria histórica de las inversiones y del comercio bilateral, y la influencia cultural profunda, sino que, ahora, también por las sanciones que nos impusieron por considerarnos una “amenaza inusual y extraordinaria” para su seguridad interior.

Si el rol que busca Colombia es el de interlocutor entre el gobierno venezolano y el de la Casa Blanca, pues debe estar claro que ese camino ya se recorrió y requiere de mucha más mano izquierda y filigrana política. Se está moviendo como elefante en cristalería, y por ese camino no habrá efectividad. De todos modos, como hay que explorar todos los caminos, hasta los que no parecen buenos, pues ojalá que se concrete lo de Bogotá, y se abra un espacio más donde se escuchen también las voces opositoras… así a un gobierno de izquierda como el de Petro, no le guste lo que escuche… pero mesa es mesa… me imagino.

En Europa no ha habido cambios de posición y siguen apoyando a Ucrania con todo el peso político de la UE, y con el peso militar de la OTAN, que incluye a EE UU. Tal como ocurrió en otros conflictos, todo indica que EE UU no entrará en esa guerra como nación, sino a través de la estructura de la OTAN, siguiendo el criterio de mantener los conflictos lo más lejos posible de sus fronteras. Por eso es que la situación de una Venezuela chavista cerca de sus fronteras es un incordio que, si la “paciencia infinita” se les agota, la vía militar puede ser una opción. Porque lo que llama la atención es la frecuencia de la participación de la general Richardson en temas relacionados con Venezuela y con la región; y la precisión de los diagnósticos, afirmaciones y principios, que deja ver en sus intervenciones.

Recomendación

  • Al gobierno: que debe mostrar que el sistema de control interno se fortaleció, que se designó un halcón independiente al frente de la Sunai (si es que aún existe…), que se convocó a una reunión masiva de auditores internos y se les dio tareas de prevención y de fortalecimiento de los mecanismos internos de control; especialmente en el área de compras y adquisiciones de todas las dependencias del estado. Y que se haga un seguimiento al estilo de vida de cada funcionario, y que, ante la sospecha, se lo separe de las funciones mientras se lo investiga. Claro que puede convertirse en una cacería de brujas, pero que sería sanador y curativo para las instituciones que quedaron tan cuestionadas después de esta confesión…
  • A la dirigencia opositora: que la Comisión de Primarias proponga la realización de unas sesiones extramuros de reflexión estratégica que incorpore a los precandidatos, e invite a los que piensan lanzarse por fuera, para identificar temas en común. No solo para poder defenderse en bloque frente a las amenazas que se les vienen, sino para encontrar la esencia de ser opositores, y de ser opositores a qué o a quién.
  • A la dirigencia empresarial: que, si bien el espíritu empresario ha sido capaz de echarse al hombro la economía del país, lo ha hecho lo mejor que pudo, considerando que cada empresa trabajó en forma aislada tratando de optimizar el uso de sus propios recursos. Pero ante la falta de un plan, es importante que la dirigencia empresarial asuma el rol del planificador integral; no para sustituir al estado, sino para presentarle una hoja de ruta que identifique vías de acción.

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Carlos Raúl Hernández

En dos oportunidades López Obrador con humor tabasqueño, solicita que “España pida perdón” por su presencia en las Indias, como si Joe Biden o el mandatario australiano David Hurley, lo exijieran a Carlos III de Inglaterra. Menos se entiende porque comparte 3000 kms. de fronteras con el país que arrebató la mitad del espacio político territorial que les creó España. Por 1992, cuando en el quinto centenario del descubrimiento, “los no descubiertos” hablaban del encuentro de dos mundos, como de transatlánticos se hubieran topado en medio del océano para celebrar el Año Nuevo, aunque atravesar el Mare Tenebrosum es una de las pruebas de coraje y sabiduría más grandes que ha dado el hombre y la ofrecieron Cristóbal Colón y su puñado de valientes. Lo de encuentro es simpático, porque los indígenas más “avanzados” vivían en la Edad de piedra, sin la rueda, la escritura, el ganado, el uso práctico de los metales, y muy poco de agricultura. Luego se hace moda erradicar el nombre de Colón de los espacios públicos, destruir sus estatuas, y al paseo bonaerense no se lo quitan, pero instalan una esfinge demoníaca del héroe.

Los españoles sustituyeron a Colón en las celebraciones por Leonardo Da Vinci, la vieja costumbre de hacerse los locos frente a la mentira y la calumnia para no meterse en problemas. La leyenda negra es un complejo contra el imperio español, que dominaba la pelusa de 60% del mundo conocido entonces, producto de una implacable campaña ideológica y la envidia de potencias menores, Francia, Inglaterra, Alemania. La continúan enemigos de España y la asumen, ¡no me digas¡, los revolucionarios. Hasta alguien tan distante de estas épocas y latitudes, Juval Harari, explica que el descubrimiento de América es el verdadero arranque de la era moderna al aportar un Nuevo Mundo a la humanidad y revolucionar la vida con avances científicos inmensurables: la cartografización del planeta, el descubrimiento de corrientes navegables para ir y regresar (la tornavolta), la vuelta al mundo con la conquista el Pacífico, la globalización que interconecta todos los mares, culminada por Sebastián Elcano, ya Magallanes fallecido en la empresa.

Pero Harari tiene el cuidado de hablar de “los europeos” y solo dice “españoles” cuando trata violencia o desarreglos, y no parece ser por casualidad. La leyenda negra pinta el nuevo mundo como una especie de infierno en el que los españoles andaban cazando indios con arcabuces por pura ociosidad, o para robarles el oro que, según se pensaba, casi crecía en los árboles. No hubo un momento a lo largo de la historia -ni de la prehistoria- sin expansionismo imperial, que implica violencia iniciática, y los españoles llegan a unas tierras donde esta era la principal relación social, a diferencia de quienes sugieren un paraíso. En las relaciones entre los pueblos indígenas predominaba la esclavitud, la explotación, el secuestro de mujeres, la tortura y hay consenso de historiadores serenos en que el mayor régimen criminal conocido es el imperio azteca. La respetable cultura azteca sacrificaba un promedio de diez mil personas al mes de las tribus colonizadas y después se las comían. Si un azteca decía a alguna doncella “te quiero comer” no era prudente tomarlo como galantería.
Lo atestiguan fray Bernardino de Shagún, fray Diego Durán y Bernal del Castillo, entre los antiguos. E investigadores actuales, Oscar Calavia, Michael Harner, Sherburne Cook, Manuel Moros Peña y muchos otros, demuestran que, aunque tenían profusión de animales salvajes para comer, preferían a los humanos. Hernán Cortés al que le crearon fama de malvado, toma Tenochtitlán, una fortaleza de 250 mil mexicas, con solo trecientos españoles, pero al frente de 10 mil guerreros tlascaltecas, cholulas, huetxotzincos, tepeyaques, totonacas, y más de otros veinte pueblos hasta el gorro de que los aztecas les robaran las mujeres y los asesinaran en masa en los ritos infernales de la pirámide. Eso contribuye a explicar también por qué, en el asedio a Cusco, Francisco Pizarro lleva apenas 190 españoles, pero 30.000 huankas, chankas, cañaris, chachapoyas y otras etnias, porque los incas se entretenían con sacrificios humanos y canibalismo. En los casos de Cortés y Pizarro, emblemáticos de la leyenda negra por su “crueldad”, no hay duda que sus mejores amigos fueron los indígenas, que le permitieron la conquista.
Si bien ninguno de los dos capitanes era Santa Teresa de Jesús, también enfrentaban guerreros implacables. Aparte de los combates, las muertes indígenas fueron efecto colateral, no deseado, de viruela, gripe, sarampión que portaban los españoles y, que el sistema inmunológico de aquellos no reconocía. Los caídos de la cuna hablan de “genocidio” y violaciones como sistema de vida, y no los ignorantes, sino también los semiilustrados. Una señora de letras silvestres, madre de un libro tonto, se ofendió cuando escribí que nuestra abuelos y abuelas eran un español y una indígena. Pasado el encontronazo de la conquista, vino la consolidación, la estabilidad institucional, el mestizaje, la extensión de derechos a los conquistados, y la paz centenaria que caracteriza los imperios (que se ajustan a la definición), según la historiadora más importante en castellano de lo que va de siglo, María Elvira Roca.
Ella distingue imperio de colonialismo por varios elementos, entre estos la corta duración del segundo y la separación étnica rigurosa para impedir el mestizaje, caso de los ingleses que prohibían el matrimonio de colonos con naturales. Lejos del genocidio propagandístico de la leyenda negra, el imperio español mejoró exponencialmente las condiciones de vida, lo que multiplicó la población. Fray Servando de Mier dice que frente a Ciudad de México “Madrid es un ranchito” y a final del siglo XVII era la capital del imperio español y no conozco, ni sé de la existencia de una concentración más impresionante de edificios barrocos que alrededor del Zócalo. La América hispánica llegó a crear 30 universidades, grandes ciudades cuadriculadas, plazas, iglesias, calles. Gracias a un pacto de convivencia fue posible que para el año 1800 apenas 200 mil españoles estabilizaran un imperio de 23 millones de kms., con 15 millones de hab., mientras EE. UU tenía cuatro millones de hab. en una superficie de 3 millones y medio de Kms. Cuatro veces más población y cinco veces más territorio. Aún después de la independencia, la potencia del futuro parecía ser Hispanoamérica, pero los grupos de criollos que tomaron el control fueron catastróficos.

Dividir los cuatro grandes virreinatos en veinte republiquetas, lo que hoy es Latinoamérica, no hay manera de atribuirlo al imperio español, sino a las élites criollas de la independencia, que encima de eso, se tragaron y nos hacen tragar la superioridad de la colonización inglesa y el paquete completo de la leyenda negra. Y veámosla en acción. Hace cuatro o cinco años el ayuntamiento de los Ángeles eliminó al Columbus Day, que se celebraba el 12 de octubre, seguido de afrentas a las estatuas de Colón y más ayuntamientos se sumaron a la iniciativa vengadora. En esa fiesta se encontraban indígenas, hispanos, italianos, españoles y el mensaje subliminal trasmite que no es fecha para celebrar, se castiga la impronta española para que en la memoria colectiva quede marcada de genocidio. Después emprenden contra san Junípero Serra, al que acusan de “instrumento de la colonización” por prestar servicios a las comunidades, a enfermos, niños, ancianos, enseñar a leer, y quitan el nombre a su calle y a un edificio.
La memoria histórica está formada por supercherías y mentiras que engatusan a los pueblos y los memoristas son sus oficiantes, encargados de mantenerlas y difundirlas. Recomendaron castigar las afrentas contra los indígenas californianos “perpetradas por los españoles”. Pero hay que saber la verdad histórica de cómo y quién extermina la población indígena. En 1848 termina la guerra EE. UU- México en la que el segundo, como vimos, bastante mayor y más poblado, a pesar de esto se lleva una paliza de los norteamericanos y pierde 52% del territorio con el tratado Guadalupe-Hidalgo. La torpeza militar y política de las élites pierde el oro de California, el petróleo texano y comienza una política del estado californiano para exterminar a los indios, con remitidos en los periódicos en los que ofrecen pago por cabellera de mujeres, hombres y niños, y los que tenían más suerte iban a las reservas a morir de hambre. En 50 años los diezmaron, aunque todavía hoy la mitad de la población habla castellano. La lucha contra el genocidio la encabezó el indígena españolizado Antonio Carra, pero la ingenuidad de López Obrador requiere que España pida perdón.

@CarlosRaulHer

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Griselda Reyes

Venezuela en los últimos días ha sido un hervidero. Sí, me valgo de este término tan coloquial para intentar fotografiar todo lo que se ha desatado tras el desmontaje de una gran trama de corrupción que, según los órganos de justicia venezolano, incluye a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip), y el Poder Judicial.

Poco me detendré a ahondar en los detalles técnicos de esta noticia. El país está informado de lo sucedido, a pesar del silencio mediático, así como los altos personajes capturados: funcionarios públicos y empresarios. También ya es ampliamente conocido que estos hechos desfalcaron –según fuentes oficiales– cerca de 3.000 millones de dólares y dejaron la bicoca de más de $20.000 mil en cuentas por cobrar a la estatal petrolera.

En medio de estas cifras astronómicas, en un país donde se nos muere la gente de mengua y hambre, la gran interrogante es: ¿Qué pasó con la ética y los principios?, Venezuela es hoy una cleptocracia y citaré algunos ejemplos para no hacer una aseveración tan seria sin argumentos. Los grandes afectados: los ciudadanos, dueños de la mayor reserva petrolera del planeta, para quienes hace años se cerró ese chorro y no reciben ni una gota de petróleo.

Comida podrida en Pdval equivalente a cuatro millones 400 mil dólares; y el desfalco atribuido a la administración de Rafael Ramírez, a quién se señala por el desvío de 11.271.148.806,36 millones de dólares de la otrora «gallinita de huevos de oro» de todos los venezolanos; son solo dos casos escogidos al azar de la enorme estela de corrupción que se ha registrado en el país desde el ascenso del chavismo al poder.

También el maletín de Antonini Wilson, coimas recibidas por funcionarios públicos por parte de la constructora brasileña Odebrecht; son más casos de corrupción develados desde el poder. Estos y muchos otros escándalos arrojan pérdidas que, los más conservadores estiman en 40.000 millones de dólares, mientras que otras voces elevan a $500.000 millones.

Han sido dos décadas donde la discrecionalidad, opacidad, falta de rendición de cuentas; han estado a la orden del día. La corrupción, un cáncer que hizo metástasis hace rato y que hoy, además del Gobierno Nacional, ha arrastrado también a actores de quienes se venden como el cambio.

Basta ver las acciones de la Asamblea Nacional electa en 2015, y el Gobierno Interino instalado por esta. En torno a estos actores también se desataron serias denuncias con el manejo de activos del Estado provenientes de la trasnacional Citgo y la empresa colombo-venezolana Monómeros.

Se trata todo esto del desvío de fondos que dejaron de llegar a las escuelas venezolanas que hoy se le caen encima a nuestros muchachos, comida que no llegó a los comedores escolares ni a nuestros ancianatos. Es dinero público que se perdió en lugar de traducirse en medicinas e insumos para nuestros hospitales o armas y uniformes para los cuerpos policiales del país.

Hoy, cuando nos llega la trágica noticia que 12 venezolanos murieron calcinados, así como leen, calcinados; en un centro migratorio mexicano; produce una terrible ira que nuestros niños, jóvenes, madres y abuelos; se vieran obligados a irse caminando por el continente buscando calidad de vida porque sencillamente unos funcionarios sin ética ni valores se robaron la plata que es de todos los venezolanos.

Este país merece una profunda revisión y nosotros como ciudadanos debemos asumir, de verdad-verdad, nuestro rol contralor. No podemos seguir en este círculo vicioso de justificar la corrupción, por muy minúscula que sea.

La corrupción, el robo descarado del erario público, a mi juicio es como los golpes de Estado. No hay asonadas buenas o asonadas malas, importando los protagonistas que la encabecen. Asimismo, no hay corrupción justificable. A los corruptos, todo el peso de la ley, eso sí, respetando sus derechos humanos y cualquier proceso debe ser apegado a la ley.

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Twitter: @griseldareyesq

Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.

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