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Opinión

Tessa Wong

Desde el año pasado, los países de Occidente han tratado de convencer a China para que los ayude a poner fin a la guerra de Ucrania. Ahora, Pekín ha dado su respuesta más firme hasta el momento, una que no le gustará a muchos occidentales.

En los últimos días, China ha lanzado una asertiva ofensiva que comenzó con la gira por Europa de su jefe de la diplomacia, Wang Yi, quien luego fue cálidamente bienvenido por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Moscú.

Pekín también ha hecho dos publicaciones sobre su posición ante el conflicto ucraniano. El primer documento ofrece una solución a la guerra y el otro describe un plan para la paz mundial.

Ambos retomaron en gran medida los puntos de diálogo que China promovió el año pasado y en los que pide respeto por la soberanía (de Ucrania) y la protección de los intereses de seguridad nacional (de Rusia), al tiempo que se opone al uso de sanciones unilaterales (como las de EE.UU.).

Puede que eso no impresione a Occidente, pero convencer probablemente nunca fue el principal objetivo de Pekín.

Las claves del plan de paz de China para terminar con la guerra en Ucrania que Occidente ha recibido con escepticismo.

Los intereses de China

En primer lugar, el país asiático busca posicionarse como un pacificador global.

Una pista obvia sobre a quién está realmente tratando de convencer se encuentra en uno de sus documentos, donde menciona cohesionar al Sudeste Asiático, África y América del Sur, lo que es llamado el Sur Global.

Al predicar una visión alternativa a un orden mundial liderado por Estados Unidos, Pekín está cortejando al resto del mundo, que observa cómo maneja Occidente la crisis de Ucrania.

Pero otro objetivo es enviar un mensaje claro a Estados Unidos.

"Hay un elemento de desafío", dijo Alexander Korolev, un experto en vínculos chino-rusos de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia.

"Le envía una señal [a EE.UU.] tipo: 'Si las cosas se ponen feas entre nosotros, tengo a quién acudir. Rusia no está sola, lo que significa que yo no estaré solo cuando haya una confrontación... no te sientas cómodo acosándome'".

El momento actual, dicen los analistas, es revelador. Las relaciones entre EE.UU. y China han alcanzado un nuevo mínimo, exacerbadas por los casos de globos de presunto espionaje.

Qué apoyo le está dando China a Rusia en la guerra con Ucrania

Algunos también han cuestionado que China no haya hecho su gran impulso diplomático por la paz en Ucrania hasta ahora.

"China tuvo amplias oportunidades para mostrar liderazgo, fue invitada desde el principio a contribuir a poner fin a la guerra... Si el objetivo era realmente mostrar la imagen de líder mundial, no tenía que mantenerse indeciso durante un año e intentar luego realizar una danza diplomática", opinó Korolev.

Había un tercer objetivo, y se podía ver en el itinerario que siguió Wang.

Al visitar Francia, Alemania, Italia y Hungría, cuyos líderes son percibidos por Pekín como los que tienen una postura menos dura hacia Rusia, Wang puede haber estado probando las aguas para ver si China podría atraer a parte de Europa a su órbita de influencia.

Pekín vive una "convergencia lógica de intereses" con estos países, dijo Zhang Xin, un experto en economía política internacional de la Universidad Normal del Este de China.

"Cree que EE.UU. tiene poder hegemónico y que una gran parte del mundo transatlántico podría beneficiarse al desvincularse de ese sistema".

Pero es incierto si China tendrá éxito en ese objetivo en particular.

Un discurso de Wang ante la Conferencia de Seguridad de Múnich, en el cual criticó a Estados Unidos, no funcionó bien en una sala llena de los aliados acérrimos de Washington.

Y, según los diplomáticos, solo generó una mayor desconfianza hacia los verdaderos motivos de China.

Su gira "fue un impulso muy abierto para decir: 'No tenemos problemas con Europa, tenemos problemas con EE.UU. Podemos arreglar las cosas con ustedes, los europeos, y deben comprender que EE.UU. los está llevando hacia un camino problemático'", dijo Andrew Small, un especialista en relaciones Europa-China en el grupo de expertos German Marshall Fund.

"Pero creo que en la mayoría de Europa, este mensaje no tiene mucho asidero".

La pregunta clave ahora es si Pekín cumplirá su palabra de hacer las paces mientras refuerza su respaldo a Rusia.

El apoyo de Pekín a Moscú

Estados Unidos advirtió esta semana que China estaba considerando suministrar armas letales a Rusia y que las empresas chinas ya habían estado proporcionando tecnología no letal de doble uso, la cual podrían tener usos tanto civiles como militares, así como drones y semiconductores.

China lo ha negado públicamente con una retórica airada. Y a puerta cerrada, Wang dejó en claro que no proporcionarán armas a Rusia.

Wang también cuestionó que Occidente manifestara preocupaciones sobre la posibilidad de que China suministre armamento, cuando Ucrania ya está siendo apoyado por esa vía.

Eso es algo revelador, dicen lo analistas, que muestra cómo Pekín todavía cree verdaderamente que Occidente tiene la culpa de que se prolongue la guerra.

"Enviar armas a cualquier parte beligerante se considera una mayor escalada, esa es la posición del Estado chino hasta ahora", dijo Zhang.

Existe también escepticismo en torno a la idea de que Pekín quiera suministrar armas a Moscú, dado que va en contra de los intereses chinos.

Tal movimiento sería visto por otros como una clara escalada de la guerra y conduciría a sanciones y la interrupción del comercio con Occidente, lo que resultaría muy perjudicial para China, ya que la Unión Europea y EE.UU. se encuentran entre sus principales socios comerciales.

También aumentaría significativamente las tensiones globales y probablemente empujaría a los aliados de EE.UU. a cerrar aún más las filas, obstaculizando los objetivos de Pekín de cortejar a algunos de ellos mientras lanza un desafío contra Washington.

Lo que es más probable que suceda, dicen los analistas, es que Pekín continúe o incluso aumente el apoyo indirecto a Moscú, incluido el comercio económico que ha sido un salvavidas financiero para Rusia.

Incluso pueden suministrar más tecnología de doble uso a través de países terceros, como Irán o Corea del Norte, según Small, para que puedan brindar un apoyo que intentarán desmentir tanto como sea posible.

Pero, a medida que la guerra se prolongue, resurgirá el tema de entregar armas letales, advirtió Small.

"Todavía no hubo dudas sobre qué tipo de cosas importantes se le podrían pedir a China que haga, porque anteriormente Rusia no necesitaba reabastecerse", dijo Small. "Pero están llegando a esa coyuntura. ¿Hasta cuándo China está dispuesta a decirle a Rusia que no lo hará?".

Días antes del estallido de la guerra en Ucrania, Xi Jinping y Vladimir Putin declararon tener una "amistad sin límites".

Un año después, China tendrá que responder a la pregunta de hasta dónde llegaría por su amigo especial.

24 de febrero 2023

BBC

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-64766984

 5 min


Redacción Caracas Hispanopost

Nos encontramos frente a un reto enorme como sociedad, como nación y debemos entender su magnitud. No es un obstáculo menor, todo lo contrario, es un desafío colosal que requiere del mayor de nuestros esfuerzos. Este momento nos demanda transparencia, claridad, darle la cara al país y continuar por ese objetivo por el que durante años hemos luchado. Eso es lo hacemos aquí: seguimos luchando porque este país tiene un presente y futuro por el que no debemos quedarnos de brazos cruzados, porque hay más de 30 millones de venezolanos esperando una salida a esta crisis, una respuesta a los grandes problemas que enfrentamos a diario y no los podemos abandonar, ahora no, ahora es momento de seguir adelante.

Nos corresponde estar a la altura de este escenario de dificultades que afrontamos. Allá afuera hay un país que exige seriedad y compromiso en este tiempo tan complicado que vivimos, hay un país que espera que después de tanto asumamos las riendas de la situación y demos la cara. Venezuela clama por un cambio porque se cansó de la miseria, el hambre y de pasar trabajo. Para progresar y salir de esta crisis es necesario contar con ayuda, con un liderazgo político comprometido con el presente, un liderazgo capaz de asumir el reto histórico que nos ha tocado vivir. En nuestros hombros está el peso de todos los venezolanos que quieren calidad de vida y tener oportunidades para progresar.

Más allá de lo que ha pasado, más allá de los errores cometidos, debemos reponernos, aprender de nuestros fallos, asumir responsabilidades y continuar en esta ruta por recuperar el país que nos arrebataron. Si desfallecemos le estaríamos fallando a cada venezolano que lo dio todo por el país, a los presos políticos, perseguidos, a cada uno de los venezolanos que hoy mueren de desidia y mengua en los hospitales públicos, a cada uno de los niños que están en la calle mendigando un pan. Si nos rendimos, en vano habrá sido todo el sufrimiento que hemos atravesado como nación en estas más de dos décadas. Resignarnos no es una opción. El único camino es aquel donde dejamos todas las energías en reconstruir Venezuela para que vivamos mejor, en paz y sin miedo.

Hoy más que nunca quienes nos dedicamos a la política en Venezuela debemos dar pasos firmes, entendiendo todas las demandas de un pueblo agotado. Los venezolanos nos exigen que alcancemos una unidad coherente con la situación que atravesamos. Nos están pidiendo metas claras y realistas, un plan, una estrategia. Alcanzar una nueva configuración política, amplia e inclusiva, es el único camino. Estoy irrevocablemente convencido que la unidad de todas aquellas voces que nos negamos a callar ante las injusticias, nos permitirá, sin duda alguna, la reconquista de nuestra democracia y la reconstrucción de la Venezuela que queremos.

Colegas, líderes, políticos, esta es una invitación para rectificar el camino. Estamos a tiempo de cumplir con las expectativas del país, de hacerlo distinto, de construir una ruta que nos lleve por buen sendero y construir ese futuro distinto y con oportunidades que tanto anhelamos. Si nos dedicamos a la política es para ayudar a nuestros hermanos venezolanos, para mejorar nuestra sociedad y construir un futuro para todos. El momento nos demanda entereza y madurez para que este reto histórico tenga el mejor final. Debemos tener la profunda convicción que vivir mejor es posible y que organizados, con un plan y una estrategia coherente e incluyente, podremos lograrlo.

25 de febrero 2023

Hispanopost

https://hispanopost.com/lo-que-el-pais-demanda-de-la-politica/

 2 min


Edgar Benarroch

TIEMPO DE CUARESMA

Estamos en cuaresma, es un periodo de cuarenta días que precede a la celebración principal del cristianismo como lo es la Resurrección de Jesucristo, que se festeja el domingo de Pascua. Es un periodo de reflexión que convoca a convertirnos y volver a Dios quien no lo mantiene y amarlo más quien lo posee. Es un tiempo apropiado para purificarnos de las fallas, para recibir a Dios en nuestra vida y rogarle nos haga instrumento de su paz.

En el occidente la cuaresma se inicia en este tiempo el 22 de febrero, miércoles de ceniza y concluye el viernes antes del domingo de Ramos. Estos cuarenta días recuerdan los que Jesús pasó en el desierto ante de empezar su ministerio público y también los días que los israelitas pasaron en el desierto mientras buscaban la Tierra Prometida.

Los católicos tenemos el deber de cumplir el precepto de la Iglesia del ayuno, así como la confesión y comunión.

Este tiempo debe ser de honda meditación y reflexión. Debemos reflexionar sobre nuestra relación con Dios, nuestra relación con los demás y la relación con nosotros mismos. Estas reflexiones bien llevadas nos colocarán en un nivel mucho mejor del que en la actualidad nos desenvolvemos, será bueno para corregirnos y ser mejores, dignos hijos del Padre Eterno.

Quien tiene a Dios siempre en su vida será un ser victorioso, tendrá bajones y tropiezos, pero se levantará y triunfará, verá el porvenir con esperanza y optimismo y no habrá montaña que no pueda escalar y llegar a su punto más alto, por muy elevada y escabrosa que sea.

La cuaresma es para orar, meditar, reflexionar y cambiar para bien, para esperar con ansiedad la Resurrección de Jesús.

24 de febrero 2023

LA INMENSA TAREA POR HACER

Este régimen se va a más tardar el próximo año y vamos a recibir un país totalmente destrozado y en medio de una profunda crisis integral. Acomodarlo no será tarea fácil, pienso que la oposición, que ganará el poder, debe implementar un gobierno profundamente democrático pero de excepción, debe emprender conductas y acciones enérgicas en lo político, económico y social. Hay que acabar con el libertinaje, restituir los valores que siempre nos han acompañado y hacer de la política una actividad de constante y permanente servicio. Lo político tal vez lo podemos resolver en corto tiempo, lo económico seguro llevará quizás tres o cuatro años para iniciar el camino del desarrollo general; lo social tardará algo más, a lo mejor dos o tres periodos para alcanzar la sociedad deseada, solidaria y humanista donde los principios y valores tengan plena vigencia.

Digo que el gobierno que suceda a este desastre debe ser de excepción, porque si continuamos como un gobierno tradicional más, todo será muy difícil y las soluciones se atrasan y complican, no vamos a lograr cuanto antes el país que deseamos. Debe ser un gobierno, que privilegiando a los más necesitados y vulnerables, busque a las mejores voluntades inteligentes y formadas, encuéntrense donde se encuentren, para atender con eficacia la cosa pública, transmitir al pueblo, lo más temprano posible, que se está en un gobierno distinto, decente y trabajador por en Bien Común, también respetuoso de la Constitución y normas que regulan el Poder Público.

Tenemos que rescatar la credibilidad en la administración de justicia para que el ciudadano que asista a los tribunales tenga confianza que se buscará la verdad y se sentenciará únicamente en función de ella.

Este régimen descompuso totalmente el país y acomodarlo es una tarea titánica que requerirá del esfuerzo y dedicación especiales de todos y también de hombres especiales con inmensa capacidad de servicio.

A la generación nacida y crecida en este régimen totalitario debemos dedicarle especial atención, porque muchos piensan que la política es lo que han vivido en estos últimos 22 años, para ganarlos a la política con P mayúscula y entender que ella es una suerte de apostolado que llega hasta renunciar a los beneficios personales por los colectivos, a privilegiar la solución de los inmensos inconvenientes de los más necesitados y urgidos. El próximo gobierno debe implorar también la intervención de Dios para que lo guíe siempre por el camino adecuado y estar a la altura de la honda responsabilidad contraída.

23 de febrero 2023

 3 min


Javier Solana

Ha transcurrido un año desde que Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado. De todas las lecciones que pueden extraerse este año fatídico, se podría destacar una en concreto: la interdependencia no es sinónimo de paz y debe ser adaptada para hacer frente a una nueva realidad internacional.

Según los reputados académicos de relaciones internacionales Joseph S. Nye y Robert O. Keohane, el concepto de interdependencia hace referencia a las relaciones de dependencia mutua que se desarrollan entre Estados como resultado de sus interacciones, principalmente económicas y comerciales. En consecuencia, en una relación de interdependencia un Estado depende de otro – y viceversa – para garantizar su seguridad (incluida su seguridad energética) y su desarrollo económico.

En las últimas décadas, la interdependencia ha ocupado un lugar privilegiado en el pensamiento político occidental. Aunque el concepto merezca un replanteamiento, ignorar la contribución positiva que ha tenido la interdependencia en la estabilidad global y la seguridad en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial sería deshonesto e improductivo.

El éxito del proyecto europeo se debe en gran parte a las virtudes de la interdependencia. El desarrollo de lazos económicos – fundamentalmente, a través del comercio – entre los países que han ido integrando la comunidad europea ha facilitado la creación de intereses comunes entre europeos, lo que ha traído décadas de paz a un continente asolado por dos guerras mundiales durante la primera mitad del siglo XX, un hito que vale la pena recordar.

La interdependencia también fue un componente fundamental de la Östpolitik de Willy Brandt impulsada a partir de 1969. El excanciller de la República Federal Alemana tuvo la lucidez de apostar por la idea – arriesgada por aquel entonces – de que la profundización de las relaciones diplomáticas y económicas entre Occidente y Moscú dificultaría el estallido de una conflagración entre ambos bloques. Resultó ser un golpe maestro diplomático: la Östpolitik ayudó a aliviar las tensiones entre ambas partes.

A principios de este siglo, la globalización avanzaba a gran velocidad, y la interdependencia económica era vista por una gran parte del pensamiento occidental como sinónimo de estabilidad global. Es cierto que los ataques terroristas del 11-S contra las Torres Gemelas fueron un aviso de que la globalización – y la interdependencia – también conllevaba riesgos, pero el mundo no había perdido la fe en la capacidad del intercambio comercial para acercar a países de signo ideológico contrario. Prueba de ello es que tres meses después de los atentados del 11-S, China entraba en la Organización Mundial del Comercio.

Desde que Vladimir Putin accediera a la presidencia de Rusia a principios de este milenio, su mandato ha revelado cómo la interdependencia puede ser utilizada con fines coercitivos. Ucrania siempre ha ocupado un lugar central en las ambiciones imperiales de Putin. En las últimas décadas, sobre Ucrania no solo se ha dirimido el lugar que debiera ocupar la exrepública soviética en la arquitectura de seguridad europea, sino también su lugar en un mundo definido cada vez más por las relaciones comerciales.

Putin ha perseguido unas relaciones comerciales con el espacio postsoviético y con el resto de Europa con el único fin de ejercer un mayor grado de influencia. Con la creación de la Unión Aduanera Eurasiática en 2010, la estrategia de Putin buscaba replicar la antigua Unión Soviética a través de otros medios, principalmente comerciales.

Finalmente, Ucrania no se adhirió a la Unión Aduanera, sino que optó por un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. Putin no podía tolerar tal escenario y presionó al entonces presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, para que suspendiera los preparativos del acuerdo de asociación a finales de 2013. Se podría decir que este fue el detonante de la actual guerra ruso-ucraniana. A partir de ese momento, la historia es conocida: las protestas del Euromaidán darían paso a la anexión rusa de Crimea y el comienzo de la guerra ruso-ucraniana en el Donbás, la cual desde principios del año pasado ha dado paso a un segundo y trágico capítulo.

Días antes de la invasión rusa de Ucrania tenía lugar la Conferencia de Seguridad de Múnich. La preocupación durante esas semanas era evidente, pero la idea de que Putin lanzaría una invasión militar sobre Ucrania era recibida con una cierta incredulidad. La esperanza de que la invasión no se materializaría residía en parte en las virtudes de la interdependencia, debido a los elevados costes económicos que supondría – para Rusia y para la economía global en su conjunto – empezar una guerra en suelo europeo. Esa esperanza en la lógica pacificadora de la interdependencia se demostró infundada, y el 24 de febrero de 2022, las tropas rusas invaden Ucrania.

La invasión rusa de Ucrania es el ejemplo reciente más claro de que la interdependencia no es la solución a todos los males del mundo, ni es una garantía de paz, ni tan siquiera de acercamiento. Putin ha demostrado que la interdependencia económica, a pesar de la capacidad pacificadora que ha tenido en las últimas décadas, no engendra necesariamente actores geopolíticos responsables. Más bien al contrario. La interdependencia, para que sea constructiva, necesita de líderes políticos responsables.

Los europeos hemos descubierto que la interdependencia, o más bien las dependencias, nos pueden hacer más vulnerables de lo que pensábamos. Después de la invasión rusa de Ucrania, la respuesta de la Unión Europea se ha basado en la aplicación de esta máxima, sobre todo en el campo de la energía. Los cambios han sido drásticos, rápidos y loables. En 2021, la Unión Europea importaba el 40 por ciento de su demanda de gas natural de Rusia; esa cifra ahora se sitúa en torno al 8 por ciento.

Los Estados Miembros de la Unión Europea deben buscar formas de reducir las dependencias que los hacen más vulnerables. Donde se hayan desarrollado dependencias que puedan ser arriesgadas para la seguridad de la Unión Europea, en cualquier sector estratégico, como en el sector sanitario, la defensa, la energía, o la tecnología, será prudente reducirlas.

Por otra parte, Europa tiene que encontrar una manera equilibrada de relacionarse económicamente con el mundo. Como escribía el canciller alemán Olaf Scholz en un artículo previo a su visita oficial a Pekín en noviembre del año pasado, Europa debe evitar depender excesivamente de sus competidores, como China, pero ello no debe llevarla a un decoupling, o la ruptura de lazos económicos.

En el último año hemos aprendido que la interdependencia no puede evitar la guerra. También sabemos que rechazar la interdependencia no solo es la antítesis del proyecto europeo, sino que es incompatible con el multilateralismo y la resolución de problema globales. Como europeos, este último debería ser nuestro cometido principal.

22 de febrero 2023

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/russia-invasion-of-ukraine-...

 5 min


Elías Pino Iturrieta

No se había ido del todo, estaba presente en la espera de su oportunidad, de esas ocasiones que nunca faltan cuando la lucha contra la opresión se vuelve forzada y accidentada, pero ahora ha vuelto cargada de bríos. Los recientes sucesos, que terminaron en el entierro del gobierno interino, han facilitado puerta franca al retorno de la antipolítica.

Las tiene todas consigo debido a las fisuras de la unidad opositora, que es más una colcha de retazos que un designio homogéneo y estable, pero los escándalos que se han alimentado alrededor de la defenestración de Juan Guaidó, fundamentados o fabricados a la mala, con soporte o inflados caprichosamente, han permitido un arrollador nuevo debut que no parece tener freno. Otra vez se niega la trascendencia de los partidos políticos, de nuevo impera la crítica despiadada de líderes jóvenes y viejos, el ataque a mansalva, la negación absoluta de lo bueno que se ha hecho y de lo que se ha anunciado para continuar las batallas contra el usurpador. Mucho peor, otra vez se siembra, pese a su falsedad, pese a su calidad de patraña esencial y malévola, la ilusión del advenimiento de un capitán portentoso y sin relaciones con la clase política, que viene de pulcros o inmaculados contornos a hacernos la faena de meter en el basurero a los dirigentes fracasados.

Todos los tentáculos de la antipolítica se han puesto en movimiento, voraces y ubicuos. Con el apoyo de una jauría mediática, y especialmente desde la furia irresponsable de los guerreros del teclado, no quieren dejar títere con cabeza. Auxiliados por portales de noticias especializados en la falsedad y en la exageración, multiplican venenos y dudas que abren inmensas goteras en el techo de la oposición, pero que después buscan el menoscabo de sus pilares. Salvavidas de dirigentes que no han logrado obtener el favor de la opinión pública, subterfugio para ocultar la superficialidad de quienes pretenden aprovecharse del terremotico, quieren ser martillo y guadaña de lo que se ha hecho con grandes sacrificios frente a una dictadura que los tiene como sus mayores adversarios.

Ciertamente sobran motivos para la crítica de los partidos de oposición, especialmente después de la estéril polémica que han protagonizado algunos de sus líderes, sin duda dañina cuando se vive la víspera de una elección primaria para la selección de un candidato capaz de derrotar a las fuerzas organizadas y más disciplinadas del oficialismo. Ofrecen un menú apetecible para los infinitos francotiradores y para algunos líderes que disparan por mampuesto, pero conviene poner los pies en la tierra para evitar una mayor fragilidad de quienes luchamos por la restauración de la democracia. Y poner los pies en la tierra significa llegar a análisis equilibrados de la realidad, a través de los cuales se compruebe la debilidad y la mala intención de las críticas despiadadas, o se demuestre de veras, pese a lo esperado o lo deseado, que en realidad de noche no todos los gatos son pardos.

Lo cual no solo incumbe a los miembros de los partidos y a los analistas más ponderados, que alimentan el buen juicio de las mayorías de la sociedad, sino especialmente a los miembros de la cúpula atacada, a los secretarios generales de los partidos aludidos, a los diputados desde sus frágiles curules, a los que animan las precandidaturas de cara a las primarias, a los jefes de las banderías llamados a demostrar con evidencias concretas que no son lo que pregona de ellos la antipolítica. Es la pelea que se debe dar, antes de que una tormenta de mayores proporciones los inunde, no solo a ellos sino a los pasajeros de una maltrecha nave gigantesca, es decir, a la inmensa mayoría de los venezolanos que solo desean librarse de la tragedia madurista.

La Gran Aldea

https://lagranaldea.com/2023/02/19/la-antipolitica-de-nuevo/?utm_medium=email&utm_source=newslette

 3 min


Humberto García Larralde

La “normalización” pregonada por Maduro hace aguas. El alza incontenible en el precio de la divisa, como de muchos bienes y servicios, amenaza con desatar, de nuevo, el diablo de la hiperinflación. La población sale a protestar hastiada, demandando remuneraciones dignas. Las encuestas más recientes confirman que el deterioro de sus sueldos y salarios, ya de por sí miserables, constituye su problema más inquietante. Responder a tal angustia debe ocupar un puesto central en la prédica del liderazgo opositor si quiere aunar voluntades mayoritarias para el cambio democrático. Pero las mismas encuestas suministran otro dato, muy desconcertante: la población está decepcionada en alto grado de los políticos, incluidos los que componen el liderazgo opositor. Dependiendo del dirigente, el nivel de desconfianza llega a superar aún el que se expresa por Maduro. Sin embargo, más de un 80% de los encuestados se muestra a favor de la necesidad de un cambio político. ¿Cómo abordar esta incongruencia?

La conexión del liderazgo político con los problemas de sobrevivencia del venezolano de a pie requiere de una narrativa que sea creíble. Las bajas remuneraciones no resultan simplemente de una voluntad perversa que se niega a aumentarlas. Es resultado de una voluntad perversa, sí, pero que destruyó la economía de tal forma que su productividad se vino al suelo. Aun queriendo, no puede mejorarse el poder adquisitivo de los salarios. Cayó, además, la producción petrolera y, con ello, el ingreso externo. Ya no puede financiar aumentos administrativos de salario como antaño. En 2022, la producción apenas superó los 700 mil b/d. Su venta requirió de fuertes descuentos, pagando peajes diversos: habrá facturado menos de $15 millardos. Además, PdVSA ha tenido que importar productos refinados –incluyendo gasolina— para atender la demanda interna y crudo liviano para mejorar el crudo pesado de la faja. También ha contratado, con los iraníes, trabajos de recuperación de algunas refinerías del país. Por tanto, el remanente que aún queda para responder a las múltiples necesidades de la población es mínimo. Contrasta con el dispendio del último gobierno de Chávez, cuando se produjo a diario más de 3 millones de barriles que trajeron, como ingreso de exportación, una media de $75 millardos cada año.

Pero, además, la capacidad del aparato administrativo del Estado para atender los requerimientos de los venezolanos está seriamente disminuida. No es sólo el deterioro de los servicios públicos. Son también las deficiencias que resultan de la fuga de talento, dados los pésimos salarios de los empleados públicos; lo engorroso de muchos trámites; la discrecionalidad con que se autorizan; los peajes para “habilitarlos”; la opacidad e incertidumbre sobre sus resultados; las corruptelas y tantas otras trabas burocráticas. Lejos de ser fuente de soluciones, el Estado venezolano es, en buena parte, el problema.

Rescatar la capacidad de respuesta del Estado a los problemas del país requiere su reforma a fondo. Debe desprenderse de empresas deficitarias y demás activos que lastran su presupuesto; sanear y conciliar sus cuentas; reestructurar sus deudas; sincerar las tasas que cobra; avanzar en un proceso de reingeniería de procesos que simplifique su gestión, acompañado de las reformas correspondientes en su ordenamiento legal y reglamentario; actualizar e integrar la plataforma tecnológica con base en la cual presta sus servicios; restituir la carrera pública, con una estructura de remuneraciones basada en la meritocracia, libre de condicionamientos partidistas y personales; capacitar el personal y ajustar la nómina en aras de un Estado ágil, versátil y eficaz; e invertir en los equipos e instalaciones que requiere para ello. Debe enmarcarse en la reactivación y profundización del proceso de descentralización de la gestión pública, de manera de hacerla más transparente, abierta y asequible a la ciudadanía.

Adelantar tales reformas plantea un serio problema de financiamiento. Como fue destruida la industria petrolera, se debe acudir a la banca multilateral. Pero ésta impone condiciones al país solicitante de fondos para asegurar el crecimiento económico y el pago de sus deudas, como la atención a sus repercusiones sociales para evitar protestas que pudiesen desbarrancar su implementación. En el corto plazo, lo anterior se resume en el programa de estabilización macroeconómica de que tanto hablan los economistas y, hacia plazos más largos, en la instrumentación de reformas estructurales que eliminen las trabas al desarrollo y permitan oportunidades equitativas para acceder, en libertad, a sus frutos.

Pero no se trata de dar clases de economía a la población. Basta señalar, por ahora, que: 1) el ajuste económico deberá ser de naturaleza expansiva, dado el abismal desempleo de recursos productivos en el país. Tiene que apartarse claramente del ajuste contractivo, empobrecedor e inviable --por no poder estabilizar el tipo de cambio-- aplicado por Maduro. El aspecto clave está en la calidad del gasto, en mejoras en los servicios y en la gestión pública en general --externalidades positivas—, para reducir los costos de transacción e incentivar la inversión y el emprendimiento; y 2) tal ajuste expansivo requiere de financiamiento internacional, ergo, del cumplimiento de las condiciones arriba referidas, incluyendo una reestructuración a fondo de la deuda externa venezolana.

El proceso de primarias para elegir el candidato opositor en las elecciones de 2024 debe aprovecharse para forjar ideas-fuerza en torno a estos planteamientos, capaces de generar confianza en la superación del funesto modelo chavista. Chávez capitalizó el descontento de los ’90 con una idea simple, sin mayor definición: la “refundación” de la Patria. Implicaba desmontar las trabas que impedían al pueblo disfrutar de las posibilidades que debería ofrecer un país rico como Venezuela. Llevó al reparto discrecional “socialista”, basado en el desmantelamiento de las garantías y la imposición de controles de todo tipo. Acabó con la iniciativa privada y permitió el saqueo de PdVSA y de los recursos públicos en general. Es decir, acabó con las fuentes de riqueza cuya compartición solventaría los problemas de los venezolanos.

Ante la destrucción de riqueza inherente al desempeño chavo-madurista, la oposición democrática debe contraponer, como solución clara y única posible, la creación de riqueza. Se trata de cambiar a fondo el arreglo prevaleciente, no de administrarlo mejor o más pulcramente. Implica una narrativa ajena a la de la competencia populista que se cultivó, tantos años, con el usufructo dispendioso de la renta petrolera. Fue la base del socialismo expoliador que es menester superar, para bien de la población.

¿Cómo crear riqueza? Implica fomentar condiciones para que prosperen negocios que compitan en calidad y precios. Significa promover y facilitar el emprendimiento, con acceso a capital de riesgo y normativas que reduzcan la incertidumbre. Es garantizar los derechos laborales para fortalecer la capacidad negociadora de los trabajadores ante la empresa o el Estado, así como los derechos de propiedad de activos productivos y personales. Son las garantías necesarias para generar confianza, estimular inversiones y promover el empleo productivo. Obliga a extirpar las extorsiones y “mordidas” de funcionarios y Guardias Nacionales corruptos. Exige transparencia y rendición de cuentas sobre el uso de los recursos públicos. Requiere de servicios públicos eficientes, y tener acceso a una educación y a una asistencia sanitaria de calidad. Supone el libre acceso a la información y a las opiniones de interés para la toma de decisiones acertadas para un emprendimiento o para salvaguardar el bienestar familiar.

Es la respuesta a las angustias y aspiraciones que mueven al venezolano en su día a día. El ejercicio pleno de los derechos constitucionales y la participación ciudadana activa a nivel local, regional y central es condición para aprovechar a cabalidad el enorme potencial para crear riqueza de los venezolanos tanto de adentro como de afuera. De ello dependerán, asimismo, los apoyos internacionales necesarios.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

 6 min


Jesús Elorza G.

Muy emocionado, se encontraba Nicolás por la llegada del carnaval. Esta festividad, le iba a permitir, según sus cálculos, recuperar la confianza del pueblo en su gobierno. Para ello, le suplicó a Lula que le enviara a uno de los mejores organizadores de las fiestas carnestolendas en Brasil, para transformar a Caracas en Río de Janeiro.

Al término de los preparativos, la avenida Urdaneta frente a Miraflores, quedó convertida en un majestuoso sambodromo para el desfile de las carrozas. Todas ellas, serán representativas de la personalidad de los ministros de la revolución socialista del Siglo XXI.

El lunes de carnaval, se dio inicio al pomposo espectáculo de la comparsa. Bellas garotas, animaban la entrada del “Rey Momoduro”, trajeado con su espectacular disfraz de “Súper Bigote” y la “Reina Momaflores”. disfrazada como “La Mujer Maravilia” En la carroza imperial roja-rojita destacaba “Trucutú con su Mazo”…. jajaja, ese tipo es igualito a un troglodita, era el comentario de todos.

Una serie de explosiones, anunciaron la entrada del ministro Tareck El Aissami. En su carroza destacaba una foto gigante de Alex Saab y las banderas amarillas del Hezbollah. Los milicianos integrantes de la carroza iban con sus caras tapadas, con pasamontañas mostraban con orgullo sus AK-47 y sus chalecos cargados de explosivos. En su recorrido, lanzaban al público “Pasaportes diplomáticos” para uso de todos aquellos que defendieran a plomo limpio la revolución y se transformaran en “Patriotas cooperantes” al servicio del Comando Antigolpe.

Un grito de admiración o susto se hizo sentir en el ambiente, cuando hizo su entrada la comparsa de “Los Vampiros de la Justicia” conformada por Lacava y su combo. Al mover sus brazos al ritmo cadencioso de la samba parecían unos murciélagos de gran tamaño.

¿Qué vaina es esa? gritaron los espectadores, al ver al Fiscal General desfilando con un minúsculo traje de baño y haciendo los movimientos de un fisicoculturista…aaayyy papá, fue la exclamación del público.

Una de las carrozas llamó la atención de los presentes por los errores ortográficos contenidos en el letrero que la identificaba “Ministerio de Hedukasión” y en ella se veía a la ministra acompañada de los bachilleres de la Misión Robinson que ahora pasarían a ocupar los puestos de los maestros en las escuelas.

La comparsa de los “Ferraris Rojos Rojitos” causó un gran impacto en todos los presentes. Sus conductores destacaban por lo ostentoso de los vehículos y los maletines full de billetes verdes. Los milicianos presentes, al verlos pasar les gritaban ……. "no queremos caramelos ni falsas sonrisas / lo que queremos es que nos lancen divisas".

Con su pelo alborotado hizo su entrada triunfal Linda Blair representando su exitoso personaje de Regan Mac Neil en la película “El Exorcista”. A su paso por la avenida los presentes comentaban que, esa señora es el vivo retrato de la camarada Fosforito.

Otro que se equivocó en su vestuario fue el Ministro del Interior y Justicia al salir disfrazado como Yasser Arafat creyendo que la acción policial Operación Liberación del Pueblo (OLP), que él dirige, se refería a la Organización para la Liberación de Palestina.

El Ministro del Deporte y la presidente del IND, cubrieron todo su cuerpo, de pies a cabeza, con pintura dorada para resaltar la consigna “Generación de Oro”. Se equivocaron de color, ese color de medalla cada vez se ve menos en las competencias…vayan a lavarse…era el comentario entre los presentes.

El presidente de PDVSA hizo una entrada triunfal encabezando una larga fila de más de 100 carros con emblemas de la empresa. Pero, los presentes interpretaron que estaba haciendo referencia a las largas colas que hacen diariamente las personas que intentan llenar el tanque de sus vehículos con gasolina subsidiada.

A lo mejor ahora se presenta el psiquiatra con su cuerda de locos de la asamblea, dijo alguien. Pero no, se presentó como un domador con su grupo de focas que no dejaban de aplaudirlo.

Los representantes de CORPOELEC, al iniciar su desfile se fue la luz y lo tuvieron que hacer en total oscuridad…bien hecho, fue la expresión más oída entre el público, para que vivan lo que vivimos a diario los venezolanos.

Un grupo de rusos, chinos, iraníes, sirios, árabes y cubanos hicieron su aparición disfrazados de oro, diamantes, uranio, petróleo y coltán representando a los chulos dueños de nuestras riquezas minerales.

La carroza adornada con el tema “Venezuela se arregló” no pudo arrancar porque se le espicharon los cauchos, se quedó sin gasolina y se le fundió el motor.

Para cerrar, se emplearon todos los recursos tecnológicos de última generación. Las luces de la avenida fueron apagadas y cuando todo estaba en oscuridad total, sonó una música sacra e hizo su aparición una imagen holográfica tridimensional, basada en el empleo de rayos láser, con la figura del Difunto Eterno acompañado de un sequito de fantasmas representando a Anderson, Lara, Ron, Escarrá, Serra, Tascón, Otayza, Muller, Ponce, Russian, Vivas, Isturiz y José Vicente. Con lúgubre voz, los fantasmas coreaban…bbbuuuuuu-bbbuuuu…. Chávez Vive.

Al ver aquella tétrica representación, la avenida quedó desierta, todos los presentes huyeron despavoridos.

Desesperado, Momoduro gritaba ¡¡¡No se vayan que esto se pone bueno!!! Y se puso a bailar …. pero que va, el público lo dejo solo con su salsa.

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