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Opinión

Marino J. González R.

Después de siete años de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Naciones Unidas, la propuesta tiene amplia difusión en el contexto global. Múltiples instituciones han incorporado dentro sus planes de actividades la idea central de los ODS, esto es, que para el año 2030 en todos los países se deben alcanzar metas específicas en 17 áreas del desarrollo humano, desde la reducción de la pobreza hasta enfrentar exitosamente los efectos del cambio climático. De hecho, existen acuerdos entre empresas, universidades, organizaciones de la sociedad civil, en los cuales se han incorporado los ODS como guía para la acción en los próximos años.

Se podría imaginar que, dada la naturaleza del rol que tienen los gobiernos en el cumplimiento de los ODS, los planes de desarrollo de los países deberían estar centrados en ellos. Lamentablemente, el análisis de estos planes indica que no es así.

Gracias al Observatorio Regional de Planificación para el Desarrollo de la Cepal, es posible contar con los planes de desarrollo de los países de América Latina y el Caribe. Si se concentra el análisis en los países de América Latina, se encuentra que los planes de desarrollo más recientes son los de Bolivia, Ecuador, y Nicaragua, todos publicados en 2021.

En los planes de desarrollo de Bolivia y Ecuador, no existen menciones específicas a los ODS, y mucho menos están adaptadas las metas a la situación específica de estos dos países. En el plan de Nicaragua, se señala de manera general los ODS, y de manera específica solamente los ODS 2 (hambre cero), y 6 (agua y saneamiento). Sin embargo, en ninguno de estos dos casos se indican compromisos detallados.

Estas circunstancias, esto es, que los planes de desarrollo no contengan mención sobre los ODS, deben llevar a una reflexión detallada sobre lo que esto significa para los ciudadanos de los países. Si los ODS constituyen un compromiso acordado a escala global, ¿cómo puede entenderse que los planes de los países no los estén incorporando? Si la guía de las políticas públicas (los planes de desarrollo) no incluyen los ODS, ¿cómo puede asegurarse que las inversiones requeridas se llevarán a cabo? ¿cuáles serán los efectos de esta ausencia en las condiciones de vida concreta de los ciudadanos?

A los efectos prácticos, es bastante obvio que no están operando los mecanismos institucionales que convierten acuerdos globales en decisiones efectivas en los países. Lo cual es otra forma de expresar las grandes restricciones en el diseño e implementación de políticas públicas, con sus terribles consecuencias para el bienestar de las personas. En el fondo está la gran limitación de que la región no parece contar con los líderes políticos que combinen la visión con acciones concretas. De no producirse cambios en estos patrones, lamentablemente el desencanto y la frustración se incrementarán en América Latina.

Twitter: @marinojgonzalez

Marino J. González es PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina. Miembro de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL).

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Deisy Martínez

El reglamento base para elegir a la candidata o candidato presidencial unitario para las elecciones presidenciales de 2024, aprobado por la Plataforma Unitaria Democrática, establece en su artículo 8 como requisito para quienes se presenten como aspirantes a Miraflores, la firma de una declaración de principios democráticos para garantizar la gobernabilidad y un programa mínimo de gobierno.

Desde la Comisión de Gobernabilidad de la coalición opositora, coordinada por el presidente nacional de Copei, Roberto Enríquez, se aclara que cada precandidato presidencial puede tener su propia propuesta de gobierno y un proyecto de país como oferta electoral, pero debe comprometerse a respetar lo que se considera serán puntos de coincidencia para darle «viabilidad» a un nuevo gobierno en Venezuela, que de concretarse, «no la tendrá fácil».

Enríquez explica que los precandidatos deben firmar dos acuerdos que deben elaborarse, uno programático con propuestas en políticas públicas para salud, educación, infraestructura, economía, entre otras áreas y otro sobre gobernabilidad, el cual consiste en establecer previo consenso, las reglas de juego para la democratización y reinstitucionalización del país.

Por consenso

«Todavía no se construye ese consenso pero los candidatos en las primarias deben firmar un acuerdo que establezca cuáles son los principios democráticos, no es solo quien gane sino que sea un gobierno sustentable (…) que establezca cómo se construye un gobierno de coalición que nos guste o no será un gobierno transicional hacia la redemocratización del país», expresó el dirigente copeyano sobre el acuerdo de gobernabilidad.

En dicho acuerdo de gobernabilidad estarían plasmadas líneas sobre temas importantes para el país como la reelección presidencial, la forma de Parlamento nacional (unicameral o bicameral), entre otros, que pueden implicar enmiendas o reformas constitucionales.

¿Entre quiénes se construye dicho consenso? Entre los aspirantes a Miraflores y sus organizaciones políticas. Enríquez maneja la propuesta de recoger también la expresión del sector productivo, académico y gremial, entre otros, para ampliar ese consenso «porque se trata del país». Incluso se habla de iniciar un debate nacional a través de medios de comunicación y redes sociales para que la sociedad venezolana participe.

«Las primarias no son el fin en sí mismo sino el camino, no solo es el candidato sino el piso, creo que esto enriquecerá mucho el proceso de la primaria, le dará contenido.», aseguró Enríquez a Efecto Cocuyo.

El dirigente estimó que el acuerdo debería estar listo y ser firmado por los precandidatos antes de que inicie la campaña electoral de la primaria opositora prevista para 2023, para que haya sintonía en los discursos ante los electores.

Enríquez señala que precandidatos presidenciales deben firmar un acuerdo programático y otro de gobernabilidad

Garantías

El pasado 5 de noviembre en acto público en el estado Miranda, quien aspira ser candidato en las primarias por Primero Justicia, Carlos Ocariz, advirtió que la oposición además de un abanderado, debe presentar al país una propuesta creíble que los convenza de votar en la primaria y en elección presidencial.

«La gente no nos va apoyar automáticamente sin propuestas que los enamoren, eso se acabó», dijo.

Este 21 de noviembre, el presidente de la Comisión Delegada Legislativa, Juan Guaidó, también se refirió al tema para respaldar la firma del acuerdo de gobernabilidad que le dé garantías a los venezolanos de lo que viene en caso de derrotar al chavismo en elecciones.

La Comisión de Gobernabilidad coordinada por Enríquez está conformada por el diputado de 2015, Luis Silva, el expresidente de Fedeagro y dirigente de Un Nuevo Tiempo, Fernando Camino, el ingeniero civil, Eduardo Páez Pumar, el urbanista y profesor universitario Cristofer Correia y el presidente del Colegio de Ingenieros de Venezuela y militante de Acción Democrática, Enzo Betancourt.

También la integran la diputada de Proyecto Venezuela, Beatriz Mora, el diputado regional de Aragua y dirigente de Voluntad Popular, Manuel García, el diputado por Primero Justicia y economista José Guerra, la socióloga Pilarica Romero, la representante de la unidad democrática del sector educativo, Ofelia Rivera, el dirigente de Convergencia, Eduardo Torres, Denis Cartaya, Auri Plaza, Antonio Alirio y el presidente del partido Puente, Hiram Gaviria.

El dirigente copeyano indicó que la labor del grupo, mayoritariamente de académicos es buscar los consensos y coordinar las ideas para la elaboración de los acuerdos programático y de gobernabilidad. De acuerdo con el reglamento de la primaria, los precandidatos deben suscribir ambos acuerdos ante la Comisión Nacional de la Primaria, también designada por la Plataforma Unitaria.

22 de noviembre 2022

Efecto Cocuyo

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Humberto García Larralde

La mayor vaina que pudo echarle la oposición democrática a Maduro fue convertirlo en paria mundial al denunciar que usurpó su cargo realizando elecciones presidenciales fraudulentas en 2018 y erigiendo, como respuesta, una presidencia interina legitimada por el artículo 233 de la constitución, en la valiente figura de Juan Guaidó. Unos 60 gobiernos democráticos desconocieron la supuesta “reelección” de Maduro y optaron por reconocer a Guaidó. Las principales democracias de América Latina, afiliadas en el Grupo de Lima, denunciaron el carácter no democrático del régimen de Maduro, execrándolo de la comunidad regional. Quedó desnudo, no sólo por tramposo, sino porque atrajo la atención acerca de su salvaje violación de derechos humanos, con centenares de muertos en protestas, torturas y desaparecidos, y por su destrucción inmisericorde de los medios de vida de la población, condenando a la gran mayoría a niveles de pobreza y miseria nunca imaginados para un país petrolero.

Lamentablemente, la dictadura fascista mostró ser, con apoyo de sus cómplices cubanos, de Putin, de la teocracia criminal de Irán y de las mafias que cultivó como sostén, mucho más resiliente de lo esperado y pudo capear el temporal. Nunca se presentó la oportunidad de convocar a elecciones presidenciales a los 30 días de haberse constituido el interinato, exigidas por el tercer párrafo del mencionado artículo.

Impacientes, las fuerzas opositoras se fueron desgastando. Primero fue el fracaso del intento de introducir una caravana de ayuda humanitaria desde Cúcuta, frustrada por fuerzas opresoras de la dictadura y, luego, de la parada tirada el 30 de abril de 2019 frente al aeropuerto de La Carlota –en retrospectiva, irresponsable, por no tener cómo asegurar su éxito—, pensando en que resquebrajaría el apoyo militar a Maduro.

En tal cuadro de ansiedad por plasmar una salida inmediata, la fanfarronería de Trump desde la presidencia de EE.UU., alardeando que “todas las opciones (para sacar a Maduro) estaban sobre la mesa” y dando a entender que el mandato estaba hecho, que sólo era un problema de oportunidad, fue muy perjudicial. Desarmó los intentos de articular una estrategia coordinada entre las fuerzas democráticas para capitalizar la debilidad de Maduro y provocar los cambios políticos anhelados.

Poco a poco se fue desinflando la energía opositora y, en su frustración, muchos echaron la culpa a Guaidó por haber incumplido su anuncio de; "cesar de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres", al aceptar su mandato. Hoy su aceptación se ha desplomado a los niveles de Maduro y los partidos de oposición han perdido la confianza de la gente, no obstante el amplio rechazo de aquél. Pero a los venezolanos nos quedaba como consuelo su ostracismo y repudio en el mundo.

¡Pero he aquí que Maduro, tan campante, se aparece en la cumbre sobre el cambio climático en Sharm el-Sheikh, a pesar de haberse ofrecido USD 15 millones por su captura, con tres aviones de partidarios por si acaso alguien intentase ponerle los ganchos --turistas “revolucionarios” que costaron a la nación unos USD 14 millones! Una vez allá, cual carrito chocón, buscó tropezar con cualquier líder despistado y sacarse una foto con él. John Kerry, Secretario de Estado bajo Obama, fue uno de los inocentes, obligando a una aclaratoria del portavoz del Departamento de Estado: “…Nicolás Maduro interrumpió lo que era una reunión en curso de la COP27 para interactuar con el enviado especial Kerry, y eso fue en gran medida una interacción no planificada”. Otro, aún más cándido, el presidente francés, Emmanuel Macron, pensó que su encuentro inesperado con Maduro le daba la oportunidad de convocar en Paris a un diálogo para la paz, en la que otros habían fracasado, entre el régimen chavomadurista y la oposición. Y hacia allá fue a reunirse, también con su cara de yo-no-fui, Jorge Rodríguez, presidente de la asamblea madurista, para anunciar luego muy orondo en presencia del presidente argentino y de un representante del de Colombia, que las partes habían acordado buscar un acuerdo (¡!). ¡Muy exitosa la reunión!

Luego su hermana Delcy, vicepresidente de Maduro, quien creíamos tenía prohibida su entrada a la Unión Europea, viaja a La Haya para reunirse con el fiscal adjunto de la Corte Penal Internacional, supuestamente para contrarrestar el reclamo interpuesto ahí por Guyana sobre el territorio esequibo, pero que aprovechó para deslizar su oposición a que continuasen las investigaciones sobre crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen.

En fin, el mundo ha cambiado y las prioridades, para los poderosos, son otras. ¡Ahora el chavismo es presentable a nivel internacional, porque aquí no ha pasado nada! Como Pedro por su casa, los jerarcas tantean hasta donde pueden viajar para proyectar la “normalidad” que quieren aparentar en Venezuela. Con una desfachatez que sólo exhibe quien no tenga remordimiento alguno por los atropellos cometidos, Maduro, responsable de la devastación de la minería en Guayana, denuncia al capitalismo por las tragedias del cambio climático y Delcy reclama en La Haya que es el gobierno de EE.UU. el que viola los derechos humanos de los venezolanos, al imponer sanciones al régimen. Y así se abre de nuevo la temporada turística para que los personajes más detestables del régimen se pavoneen en los destinos internacionales de su preferencia, junto a una nutrida comparsa, con recursos de la nación.

Pero la comedia no termina ahí. Sintiéndose envalentonado por los recientes triunfos electorales de Petro y de Lula, Maduro convoca una reunión del Foro de Sao Paulo en Caracas para sermonear sobre lo que debe ser una conducta de izquierda, una que jamás debe criticar su desastrosa gestión. El mayor responsable del atraso a que ha sumido el país, de los centenares de muertos en legítimas protestas, de la entrega de recursos de la nación a bandas criminales, de la destrucción de la educación, de la salud y de los servicios públicos en general, de la ruina de los venezolanos y de su sometimiento a los atropellos de militares traidores, de la violación descarada de derechos humanos, ¡pretende bañarse ahora en un aura de “progresisismo”, dictándole cátedra a quienes, presumiblemente, son de avanzada! Pero la verdadera prueba para una izquierda comprometida con la justicia y la libertad –como debe ser—, es denunciar los atropellos de Maduro. No continuar reviviendo posturas enterradas del socialismo “del siglo XXI” para justificar sus desmanes. Ahora Maduro pidió a sus congéneres desempolvar el muerto del Estado Comunal, con sus leyes disparatadas que, sin duda, terminarán por destruir, de aplicarse, lo poco logrado con la dolarización y la liberación de precios. ¡A paso de vencedores, pero para atrás!

Al vencer el oprobioso régimen del apartheid en Sudáfrica, Nelson Mandela le encomendó al arzobispo Desmond Tutu encabezar la Comisión para la verdad y la reconciliación, con el fin de instaurar una justicia restaurativa que, no obstante, no se basara en la revancha, sino que, más bien, dejara abierta la posibilidad de sanear heridas. La base para ello era el sincero reconocimiento y arrepentimiento por los crímenes cometidos y una profesión auténtica de enmienda. "Sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no puede haber perdón" fue la divisa del arzobispo. No fue ningún “borrón y cuenta nueva”. El resultado de su misión, admirado por todos, es fuente de esperanza para superar situaciones igualmente oprobiosas e inhumanas en otras naciones.

Sean cuales fuesen las posibilidades de avanzar en la negociación con personeros del régimen para hacer realidad unas elecciones con suficientes garantías como para abrirle las puertas al país a la tan necesitada transformación política, económica, social y cultural, el contexto de los acuerdos no puede soslayar la búsqueda de una justicia restaurativa, en la onda de la de Sudáfrica. No puede pretenderse “blanquear” al régimen, como si en el país no hubiese ocurrido nada. ¿Dónde están los propósitos de enmienda de Maduro, Padrino, Cabello y demás? ¿Sus compromisos con asumir la investigación de los crímenes cometidos y la sanción a los culpables? ¿Cómo consolidar un proceso exitoso de transición si no se terminan con los abusos de una oligarquía militar corrupta? Los crímenes de lesa humanidad no proscriben, por lo que no es aceptable una amnistía general, como tan irresponsablemente propuso el presidente Petro. Como señalara el negociador Gerardo Blyde al salir de la reunión por la paz en Venezuela, no es se puede pactar una amnistía con violadores de derechos humanos.

Economista. Profesor(j) Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

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Fernando Valladares

En contra de lo que pueda sugerir el título de este artículo, los logros de esta 27 conferencia de las partes, de esta 27 cumbre del clima, no estuvieron equilibrados con los fracasos. El balance global de la COP27 celebrada en Sharm el Sheikh (Egipto) es decepcionante. Se ha hecho pública la propuesta final de decisiones y, a pesar del estilo administrativo y no siempre directo y claro, puede leerse en varios de los puntos palabras como “preocupación” y “no se alcanzan objetivos”.

En un sencillo y directo discurso de clausura, el neerlandés Frans Timmermans, vicepresidente primero de la Comisión Europea, tras recordar que los amigos solo lo son si pueden decirse cosas que no son agradables de oír, instó a seguir trabajando una vez visto el escaso avance. Ha puesto, como todos los años, la vista en la siguiente COP.

La distancia entre dónde estamos y dónde deberíamos estar es mayor que nunca

Las reacciones no se han hecho esperar. La distancia entre donde debemos estar y donde estamos en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, derechos humanos y equilibrios geopolíticos es más grande que nunca. Cuando más necesitamos acciones y compromisos para atajar la crisis climática volvemos a escuchar promesas y planes futuros, objetivos sin agendas concretas y presiones para que apenas nada cambie y, sin embargo, que cambie lo mínimo necesario que pueda dar la impresión de que los más de 40 000 participantes en la COP27 no se reunieron en Egipto para nada.

Ha resultado una cumbre del clima distraída con los síntomas e incapaz de abordar causas y soluciones, como lo fueron la mayoría de sus antecesoras. Solo que cada año la brecha entre donde habría que estar y donde estamos se hace más peligrosa. No obstante, comenzaremos por las siete cosas que sí se lograron o que sí abren esperanzas, para continuar con las ocho cosas que explican el sentimiento generalizado de desilusión y preocupación. Precisamente el tipo de sentimiento que todo el activismo y todo el debate social que tuvo lugar las semanas anteriores quería evitar.

Nueva ola geopolítica

Esta COP deja clara la complejidad de la geopolítica y las dificultades para lograr la transición global hacia una descarbonizacón de la economía. Se ha avanzado en la comprensión del problema y por dónde deben ir las soluciones, pero los líderes mundiales deben moverse de las tensiones (como la invasión de Ucrania) y aprovechar al máximo los nuevos acontecimientos geopolíticos positivos, como el regreso de Brasil a la escena mundial y el acercamiento climático entre Estados Unidos y China. Aunque Lula no asuma el cargo hasta el 1 de enero de 2023, ha presentado su visión para la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo y foco de la indignación internacional con Bolsonaro. Una de las principales cosas que quiere hacer es volver a poner a Brasil en el centro de la geopolítica internacional. Ha tenido más conversaciones con líderes mundiales en Egipto en un solo día que las que Bolsonaro ha tenido en cuatro años. Algo es algo.

Agenda de Bridgetown y sistema financiero

La reforma del sistema financiero internacional para hacerlo más justo y adecuado a su finalidad ha cobrado impulso y reconocimiento. La conocida como Agenda de Bridgetown se presentó junto a la agenda de trabajo planteada de aquí a las reuniones de primavera del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. París acogerá una cumbre sobre este tema en junio de 2023 para resolver el vacío que ha quedado en esta COP y ponerse a trabajar en una reforma estructural del sistema financiero global. Parece que la agenda está clara y con fechas concretas y objetivos tangibles.

Acabar con el lavado verde (greenwashing)

Las empresas tendrán que responder a las nuevas normas de las Naciones Unidas y garantizar que sus planes reducen eficazmente las emisiones si quieren ser una parte creíble de la respuesta global al cambio climático. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que habría “tolerancia cero para el lavado verde neto”. Se ha convocado un nuevo grupo de trabajo para avanzar en la regulación de los compromisos de las empresas con el cero neto de emisiones en los países de todo el mundo.

Impulso renovable

Hubo mención y acuerdos sobre energías limpias, con avances mensurables. Las energías renovables son ahora más baratas que las fósiles en dos tercios del mundo, incluyendo economías emergentes como Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Sudáfrica, Kenia, India, Tailandia, Vietnam y Filipinas. La inversión en la transición ha aumentado un 25% hasta superar los 708.000 millones de dólares este año a pesar de la crisis económica, incluyendo un impulso masivo al transporte eléctrico.

Transición del carbón

En jornadas realizadas al margen, se cerró un acuerdo de 20 000 millones de dólares para la transición del carbón en Indonesia, y se prevén acuerdos similares para Vietnam y, potencialmente, Senegal. Estos avances “JET-P - Just Energy Transition Partnership” se basan en el acuerdo de 8.500 millones de dólares alcanzado con Sudáfrica en la COP26. Estas estrategias alineadas podrían ser importantes para acelerar la transición energética mundial.

Próxima parada: la naturaleza

El próximo mes en Montreal, en la COP15 del Convenio sobre la Biodiversidad, los líderes mundiales se reunirán para establecer un acuerdo global para la naturaleza. Sabemos que no podemos alcanzar el objetivo de no rebasar 1,5℃ sin proteger la naturaleza, y sabemos que la naturaleza es la primera línea de defensa contra los fenómenos meteorológicos extremos. Por ello, el CDB en Montreal es una oportunidad para corregir algunos de los errores de la COP27, proporcionando objetivos, calendarios y financiación muy necesarios para reparar esta pieza del rompecabezas climático.

Litigios

Mientras tanto, los riesgos de litigio están aumentando rápidamente para los gobiernos y las empresas que no cumplen con el Acuerdo de París. Ha habido más de 2.000 casos climáticos que ya han sentado un precedente legal. Los casos en curso abarcan cuestiones como los objetivos climáticos ineficientes, la contaminación ambiental, las violaciones de los derechos humanos y el lavado verde, entre otros. Estos casos están demostrando que la acción climática es un deber legal, no una opción voluntaria.

Apoyo para hacer frente a pérdidas y daños

El haberse centrado en los síntomas del cambio climático, esos síntomas que se engloban en lo que se llama “pérdidas y daños”, refleja la incapacidad global para enfrentarse a la terrible realidad de que dependemos en un 80% de los combustibles fósiles. Deberíamos centrarnos en que no ocurran más daños y pérdidas y sin embargo estamos explorando cómo compensar a quienes los sufren. Además, los países ricos aún no han entregado los 100.000 millones de dólares anuales que prometieron desde hace años y que en la COP 26 de Glasgow parecían inminentes. No hay claridad en los términos de los acuerdos de financiación. En el último momento, bueno, más bien en el tiempo de descuento, se han logrado algunos acuerdos incompletos y apresurados al respecto.

La reevaluación de los países que pagan y los que reciben es una cuestión importante que queda relegada para el próximo año. A falta de una fuente de financiación inmediata, las promesas de pérdidas y daños se destinaron principalmente al Escudo Global y a los sistemas de alerta temprana de la ONU, con algunos compromisos para la Red de Santiago y proyectos específicos para cada país. Se hicieron nuevas promesas de contribuciones de 340 millones de euros para pérdidas y daños.

¿Implementación?

Lo más decepcionante es precisamente la implementación de lo que el propio G20 en esos mismos días de la COP27 habían acordado: “Aumentar urgentemente la ambición de mitigación y adaptación”, centrándose también en la financiación de pérdidas y daños. La falta de concreción indica que los países desarrollados siguen sin aceptar que las crisis geopolíticas, energéticas y económicas son razones para acelerar la acción, no para romper las promesas una y otra vez.

Combustibles fósiles y naturaleza

El acuerdo alcanzado en Sharm el Sheikh no abordó las causas de los impactos del cambio climático: el uso de combustibles fósiles y la destrucción de la naturaleza. Los países no llegaron a un acuerdo para la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles, basándose en el llamamiento a la eliminación progresiva del carbón realizado en la COP26 de Glasgow. Y no lo hicieron porque el tema apenas estuvo en la mesa, como otro de las más inquietantes, que tampoco estuvo presente: el de los subsidios a los combustibles fósiles por parte de los Estados. Sin estos temas en el centro de las negociaciones no debe extrañar el escaso progreso en los objetivos principales de la acción climática.

¿Es 1,5℃ todavía un objetivo a nuestro alcance?

La incapacidad para avanzar en materia de emisiones se produjo a pesar de que el mundo ha experimentado impactos climáticos que alteran la política, la economía y las tensiones entre países. Las fuertes sequías y olas de calor en Europa, las inundaciones en Pakistán, Nigeria y Australia y la sequía en Estados Unidos son ejemplos de cómo las estructuras de ayuda y apoyo, como el fondo de pérdidas y daños, tendrán más demanda en el futuro por no haberse atajado los problemas de origen. En las decisiones finales de la COP27 se hace referencia al escenario de 1,5℃ planteado en la COP 21 de París, pero sólo se reconoce el objetivo. No se mencionan las vías ni los planes para alcanzarlo. No ha habido líderes que hayan roto con la industria de los combustibles fósiles.

¿Quién paga y quién recibe?

India y China se han convertido en las mayores economías del mundo desde que se estableció la definición de países “desarrollados” y “en desarrollo” en 1992. La UE y Estados Unidos quieren que se reflejen las circunstancias actuales. China y la Liga de los Estados Árabes, productores de petróleo, quieren que se tenga en cuenta el equilibrio histórico. Esto genera un círculo vicioso que bloquea los acuerdos pero que tendrá que cuadrarse en los próximos años.

El cambio de rumbo que aún no llega a África

Se pensó que esta sería la COP africana, pero no se ha generado mucha financiación nueva para los países vulnerables, sean africanos o no –dejando mucho por hacer en 2023–, ya que se instó a los países a aumentar la financiación de la adaptación, pero sin concretar.

Derechos humanos

La Presidencia de la COP 27 estuvo bajo presión durante toda la reunión por su enfoque de los derechos humanos. Se subrayó la conexión entre el espacio cívico y la acción climática. Es evidente que la lucha por el aumento de la libertad en Egipto, como en tantos otros países, continuará mucho después del final de esta reunión.

Grupos de presión de los combustibles fósiles

Los 636 grupos de presión de los combustibles fósiles y los directores generales de BP, Shell, Total y Occidental que recorrieron los pasillos deseosos de mostrar sus credenciales ecológicas estaban aquí por una razón: la transición energética tiene un impulso imparable y representa una clara amenaza para sus negocios. Es probable que el año que viene la industria y sus patrocinadores estatales sigan afirmando su influencia en el proceso. La desinformación seguirá siendo una herramienta clave en sus operaciones de presión. No deberíamos dejar que ocurra.

20 de noviembre 2022

The Conversation

https://theconversation.com/cop-27-siete-logros-ocho-problemas-y-una-gra...

 9 min


Edgar Benarroch

EL CAMINO CORRECTO Y ADECUADO

La vida permanentemente nos presenta situaciones en las cuales debemos decidir qué hacer y para ello tomamos un camino, que creemos el correcto y adecuado, si la situación es buena y agradable para disfrutarla y mantenerla, si es mala y desagradable para corregirla y hacerla mejor. Todo depende del camino elegido.

Hace algunos años leí lo acontecido a un matrimonio radicado en el centro del país, ella hermosa y él trabajador de la construcción y lamentablemente adicto a la cocaína. Al año, el matrimonio empezó a verse en problemas de convivencia y se presentó una fatalidad: la mujer se suicidó, apareció muerta en su casa por un disparo en el corazón. La familia de la occisa, fuertemente vinculada a los medios de comunicación social, se encargó de vender la idea que el esposo había asesinado a su compañera y todo el sector donde estaban residenciado se lo creyó. El caso fue a tribunales que sentenciaron suicidio, en primera instancia y confirmado en superior.

Más adelante un entendido y conocedor de los intríngulis del caso indicó que el camino escogido por los familiares de la fallecida no fue el correcto ni adecuado, el correcto era abrirle juicio por inducción al suicidio, toda vez que se sabía del maltrato que le propinaba el esposo a su pareja. Todo indica que el entendido tenía razón, el camino tomado fue equivocado y como tal no se estableció la verdad completa y origen de la fatalidad. Este relato nos dice que en la elección de la vía o el camino hay que tener suficiente inteligencia, tacto y buena conciencia.

Acá, en nuestro país, no sé si estamos en el camino adecuado, pero lo cierto es que este régimen totalitario que tenemos se mantiene ante el deseo inmensamente mayoritario de salir de él. Claro está, el camino debe ser civilizado, sin pagar costos lamentables e irreparables, pero revisar el camino estratégico luce, necesario y urgente.

Creo que la inteligencia política de la dirección de oposición, que probadamente existe, debe estar revisando la conducción y lo deseable es que se haga en UNIÓN de todas las fuerzas opositoras, para de esa forma todos estar comprometidos en su elaboración y ejecución, que debe concluir con la salida de lo que por desgracia aún tenemos.

26 de noviembre 2022

PABLO MILANÉS

Palo Milanés Arias fue un excelente cantautor y músico cubano que nos cautivó a todos quienes supimos de él; fue fundador de la Nueva Trova cubana. Nació en febrero de 1943 y acaba de fallecer en Madrid, España, el pasado martes 22 de este mes de noviembre.

Obtuvo merecidamente varios premios Grammy por sus interpretaciones y composiciones. Todas fueron muy famosas, entre ellas: La puerta de Alcalá, Yolanda, El breve espacio en que no estás, Para que un día vuelvas, Para vivir, entre otras tantas.

Fue un artista íntegro entregado totalmente a la música, pero como buen ciudadano tuvo sus inquietudes políticas, en sus inicios acompañando el proceso revolucionario comunista de Cuba liderado por Fidel Castro y más adelante, hace aproximadamente 20 años, se deslindó del régimen señalándolo violador extremo de los Derechos Humanos y negador de la libertad y la justicia. Confesó sentirse “inmensamente engañado y decepcionado” y afirmó que en los jóvenes estaba “el motor del cambio de Cuba”.

Llevaba varios días ingresando en un hospital de Madrid, debido a un síndrome mielodisplásico (cáncer en la sangre) por el cual fallece. Su muerte física calla una inmensa voz, nos arrebata sus composiciones y pone punto final a toda una época cubana; era una verdadera máquina humana de hacer canciones perfectas con extraordinarios y hondos mensajes.

Le cantó a la revolución, lo llamaron “el cantante de la revolución” y más adelante presentó excusas por sus “terrible equivocación” y manifestó sentirse engañado y decepcionado.

“El canto no puede claudicar y siempre tiene que tener la misma personalidad” decía el trovador cubano. Fue sin ninguna duda una de las figuras más importantes e influyentes en la música latinoamericana y su legado penetró en varias generaciones de intérpretes hispanos. Fue una poderosa voz llena de ideales que se volvió legendaria. Su música nos acompañará por siempre, su poesía es imprescindible, la belleza de sus canciones nos dice que no estamos solos. Descanse en paz eterna y siempre, espiritualmente, vivirá entre nosotros.

26 de noviembre 2022

TAREA SOCIAL-ESPIRITUAL

Hemos afirmado que lo económico lo podemos resolver relativamente a corto plazo, tal vez en dos periodos constitucionales, lo social-espiritual con seguridad nos llevará más tiempo. Esa parte inmaterial del ser humano a la que se le atribuyen los sentimientos, la inteligencia y las inquietudes religiosas, está contrapuesta y a la vez complementa lo material. Por ello la espiritualidad se interesa más por los aspectos relacionados con la razón que por cosas materiales. Al parecer, lo de adentro es más complicado tratar que lo de afuera, lo espiritual es más delicado que lo orgánico. Todo ello nos lleva a pensar en la inmensa tarea que supone un cambio de mentalidad y de pensamiento que nos lleve a un cambio de acción y proceder.

La historia de nuestro país nos informa que somos un pueblo exageradamente presidencialista, hay quienes afirman que lo que está permitido al Presidente de la Republica, también lo está para el resto de la población, es decir, el Presidente es un referente, una suerte de modelo, que puede ser bueno o malo.

En nuestro caso de hoy y de ayer con el que se fue, los ejemplos son de lo peor, pero debemos tenerlos presentes para que nos recuerden como no debemos ser y como no debemos comportarnos y proceder. Pero esos referentes, el que se fue y el que aún está, han dejado huellas en personas de frágil personalidad que han sido influenciados por esa anómala manera de ser, sembraron y siembran odios, rencores y venganzas y marchitaron nuestro espíritu para someternos con facilidad. Sacar esa irregularidad malsana de la mente de los afectados no es cosa fácil, por ello decimos que esta tarea nos llevará más tiempo que lo económico.

Los estudiosos de la conducta humana diseñarán la estrategia necesaria, adecuada y correcta para atender con éxito este inmenso desafío que se nos presentará a muy corto plazo. Por supuesto el comportamiento ético y moral de los nuevos gobernantes y líderes populares será muy útil en esa labor.

La tarea la presumimos ardua y difícil, pero con inteligencia, voluntad de servicio y franca disposición la trataremos y saldremos con éxito logrando un país higiénico mentalmente, que se respeta a sí mismo y respeta a los demás, que es considerado, tolerante y solidario, es decir, un país humanizado donde todos nos desenvolvamos y tratemos con inmensa felicidad.

Este cuadro espiritual que tenemos debe ser atendido con prontitud al producirse el cambio de gobierno, debemos no solamente detenerlo sino corregirlo de raíz por el bienestar del país y de todos nosotros. “Cuerpo sano en mente sana”. Si estamos bien por dentro estaremos bien por fuera. El espíritu es el motor del cuerpo orgánico, si el motor marcha bien, el carro cumple a cabalidad con su misión.

25 de noviembre 2022

TAREA ECONÓMICA

Con la aparición del petróleo en nuestro país, se produce un inmenso éxodo del campo a la ciudad, los trabajadores abandonaron el cultivo de café, de cacao y la cría de ganados y se traslada a la ciudad en busca de empleo en las industrias o en las actividades generadas por el petróleo.

Entonces Venezuela deja de ser un país rural para convertirse en una Nación urbana y desde aquel tiempo hay una dedicación muy especial, casi exclusiva, al hidrocarburo, tanto que descuidamos el resto de las áreas de la economía y nos dedicamos casi de manera exclusiva al asunto del petróleo, nos transformamos en un país económicamente mono dependiente.

Para 1998, el país producía 3 millones 500 mil barriles diarios de petróleo, que una vez satisfecha la demanda interna exportábamos, originándose así el ingreso más importante de nuestro presupuesto anual. Ahora la producción está en 400 mil barriles diarios marcando un descenso histórico. El periodo comprendido entre 1958 y 1998 es el de mayor desarrollo y progreso de nuestro país en su historia, luego vino la debacle.

Lo primero por hacer es actualizar y modernizar a PDVSA, rescatarla del foso en el que la metieron, para ponerla a tono con los desafíos modernos y alcanzar, seguro superar, el nivel que teníamos en 1998. Igualmente se debe reindustrializar la Nación, creando seguridad jurídica e incentivos económicos; potenciar la industria de la construcción que es la mayor empleadora de mano de obra; recuperar y poner nuestras tierras fértiles y fecundas a producir; crear incentivos para regresar al campo; administrar adecuada y debidamente nuestras riquezas mineras donde existe un gran potencial; frenar y dominar la inmensa inflación que nos empobrece a todos con niveles de producción y productividad que si es posible supere la demanda debida; reacondicionar los centros hospitalarios; recolocar a las Universidades en su rol académico y de investigación que cumplían; promover una sana participación y promoción popular que coloque al ciudadano como verdadero protagonista de su presente y futuro; recobrar y modernizar los servicios públicos (luz, agua, gas doméstico ) que no funcionan y cuando lo hacen es de manera intermitente; establecer una seria y verdadera seguridad pública donde cada ciudadano se sienta seguro y protegido en su integridad física y en sus bienes, en fin, la tarea es fácil enunciarla y nada fácil ejecutarla y concluir con éxito, será difícil y ardua pero apasionante.

Si cumplimos la tarea tendremos recursos para atender con eficiencia los múltiples problemas del país y alcanzar las metas deseadas.

Al abrir fuentes de trabajo digno, no solamente se le garantiza al ciudadano un ingreso que le permite atender sus obligaciones primarias cotidianas, sino que también se aminora la delincuencia y la inseguridad. El garantizarle a todos seguridad es fundamental para convivir en sana paz. Desarrollo económico con seguridad pública, igual a progreso, bienestar y felicidad colectiva.

24 de noviembre 2022

TAREA ECONÓMICA Y SOCIAL-ESPIRITUAL

Sin lugar a duda, la primera prioridad que todos tenemos planteada es salir cuanto antes de este nefasto régimen que ha destruido el país de una manera asombrosa y tanto daño y angustias nos causa a todos. Pero logrado, Dios y nosotros mediante, la salida de lo que tenemos, debemos emplearnos a fondo en la difícil, ardua y dura pero apasionante tarea de reconstruir el país para lograr la Venezuela que deseamos, donde impere la prosperidad, bienestar general y felicidad popular, especialmente la de los pobres y vulnerables.

Creo que colocar el país en vías de su desarrollo material lo podemos lograr en mediano plazo, quizás dos periodos constitucionales, lo que transforma al primero, el que sucederá inmediatamente a este desastre en que estamos, en una suerte de transición, de ordenar y adecuar el tablero y acomodar en sus lugares exactos las piezas del nada fácil ajedrez que recibiremos.

Pienso igualmente que si es posible que en corto plazo estemos respirando aire puro en un país mucho mejor, lo social-espiritual (ética y moral ) quizás nos reclame más tiempo, porque el daño causado penetró profundamente en muchas almas; la generación nacida y desarrollada durante los últimos 25 años solo ha visto y vivido una descomposición social asombrosa originada por este totalitario y oprobioso régimen, llena de odios, rencores y venganzas, como mil veces lo han afirmado los del régimen diciendo que lo de ellos es vengarse del pasado democrático, por cierto donde crecieron, estudiaron, se graduaron y formaron, y lo vivido a diario deja sus huellas.

Lo primero se resuelve con dinero fresco que Dios mediante obtendremos de los organismos internacionales financieros a intereses solidarios y plazo considerado, y mejorando nuestro ingreso nacional con la actualización y modernización de la industria petrolera y la administración adecuada y honesta de nuestra inmensa riqueza minera; lo segundo, lo social-espiritual, no se resuelve con real, es necesario tocar las fibras más íntimas del ser humano para regresarlo a lo que siempre ha sido y ello supone mucha inteligencia, voluntad y disposición completa para atender con éxito este desafío, todo ayudado por el buen e impecable ejemplo que debemos dar.

Hasta aquí lo que considero un simple enunciado; en notas posteriores trataré de desarrollar específicamente lo económico y lo social-espiritual, por supuesto en lo que cabe en una cuartilla. Hasta pronto.

23 de noviembre 2022

CRISIS SUPREMA: ÉTICA Y MORAL

Sin lugar a ninguna duda estamos inmersos y sufriendo por causa de una inmensa crisis económica, social y cultural. La económica tiene especial significación e importancia porque toca nuestro modus vivendi, nuestra existencia vital y desenvolvimiento humano en sociedad. Pero la gran crisis, la suprema, según mi apreciación, es ética y moral, es decir, su raíz es enteramente espiritual y apegada de manera extrema a valores materiales totalmente subalternos y pasajeros que exponen al hombre a vivir de la viveza, la astucia y a no importarle el medio para alcanzar en fin propuesto.

En filosofía, la ética y la moral tienen significados diferentes: La ética se fundamenta en el estudio de los valores morales que orientan nuestro comportamiento en sociedad y la moral son costumbres, normas y convenciones establecidas por el cuerpo social. Ambas, ética y moral, son responsables de la conducta del hombre, determinan su carácter y sus virtudes y enseñan la mejor manera de actuar y comportarnos.

El respeto, la consideración y solidaridad, así como también la subsidiaridad son elementos fundamentales de la ética y no están subordinados a ningún contexto cultural, sino que se deben practicar en nuestro trato diario sin distinción de origen, raza, sexo o religión. La moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los ciudadanos deben utilizar constantemente. Estas reglas guían a cada individuo en lo correcto o incorrecto, en lo bueno o lo malo dentro de una escala de valores compartida por el grupo social.

¿Somos respetuosos, considerados, solidarios y subsidiarios como Dios manda?, creo, muy lamentablemente, que hemos perdido bastante ese comportamiento. Hemos olvidado hasta la cortesía, ahora alguien pasa a nuestro lado o llega a dónde estamos y ni siquiera un saludo presenta, vivimos encerrados en nosotros mismo sin importarnos la suerte del prójimo, menos la del país, estamos como en una bola de cristal que nos aísla del exterior, es decir, en cierto modo hemos perdido humanidad y somos carente de una buena dosis de espiritualidad social y colectiva. Esto también es consecuencia de un estilo de gobierno, que casi durante un cuarto de siglo nos ha machacado la mente inyectándonos odio, rencor y venganza, nos han cambiado seriamente y nos han puesto muy distinto, para mal, de lo que siempre hemos sido.

Es necesario y urgente volver a la ética y a la moral, ser respetuosos, considerados, solidarios y subsidiarios y ello pasa, además del esfuerzo personal, en primer

22 de noviembre 2022

EL FMI Y ESTE RÉGIMEN

El Fondo Monetario Internacional (FMI) es un organismo financiero internacional que “no da puntada sin dedal” y que con sus servicios de inteligencia e investigación llega a conocer muy bien a quien ocurre a él en solicitud de auxilio financiero y también a quien no ocurre, pero es de su interés. Hace algún tiempo, ese organismo, ante la posibilidad que el régimen que por desgracia tenemos, recurriera a él, expresó que Venezuela no debería solicitar préstamos debido a que en los principales bancos del mundo está colocada la estrambótica suma de más de 350 mil millones de dólares americanos, a nombre de personas naturales venezolanas. Hay jóvenes con 22 años de edad con fortuna que pasa de 100 millones de dólares y quien tiene la corona es alguien que tiene 4 mil millones. Igualmente, el FMI indica que no conoce ningún tipo de herencia o de empresas que respalden esas exorbitantes cantidades.

Esa cifra creo constituye el mayor desfalco que se le ha propinado a país alguno en la historia de la humanidad, es superior a las reservas internacionales de la gran mayoría de los países que integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Ni siquiera la suma de las fortunas de los más adinerados del mundo alcanza esa cantidad.

Entonces se podrá explicar y entender que quienes están enredados en ese desfalco se jueguen la vida para evitar un cambio de gobierno, porque saben que esas fortunas serán repatriadas ya que existen maneras como hacerlo por carecer de respaldo o justificación y además los delincuentes responsables serán juzgados por cometer la mayor estafa de la humanidad.

Así pues, que en el tamaño de la lucha hay que tener en cuenta a esos delincuentes que serán y son serios obstáculos en el camino que nos conduce al cambio y establecimiento de la justicia, entonces la lucha es también contra esa monumental suma de dinero robada. Se y sabemos que el pueblo unido lo puede y alcanza todo lo que se proponga, en UNIÓN somos invencibles y nada ni nadie podrá jamás pararnos en nuestro trajinar en el camino escogido, que es salir cuanto antes de lo que tenemos y empezar la reconstrucción nacional que reclamará todo nuestro esfuerzo y voluntad de servicio.

Empezaremos con éxito cierto el camino del cambio en el momento que todos los factores importantes de la oposición se UNAN apartando subalternos intereses, por muy importantes que sean, y privilegien el sagrado y gran interés nacional.

21 de noviembre 2022

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Eddie A. Ramírez S.

La primera directiva de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), presidida por Rafael Alfonzo Ravard, asumió el control de la recién estatizada actividad en 1976. ¿Cómo estaba en ese entonces la situación de nuestra industria petrolera? ¿Cómo fue el comportamiento de esa actividad después del cambio de accionista? ¿Cuál es el balance actual? Hoy, al cumplirse un año más de la desaparición física del citado presidente-fundador, este escribidor de cuartillas se permite hacer un reconocimiento a quienes construyeron la empresa.

En 1971, se aprobó la ley mediante la cual todos los activos de las petroleras extranjeras debían pasar a la nación en 1983. ¿Qué hicieron estas compañías ante esta realidad? Lógicamente, redujeron las inversiones y gastos de mantenimiento. Acertadamente, la reacción del gobierno fue adelantar la estatización. ¿Fue una decisión acertada? Ante un hecho consumado, lo que procede es evaluar los resultados y discutir el futuro.

La máxima producción de Venezuela fue de 3.705.000 barriles por día (b/d) en el año de1970. De allí en adelante empezó a descender. En 1975, último año de las transnacionales, fue de 2.346.000 b/d. Este nivel de producción siguió descendiendo, hasta un mínimo de 1.684.000 b/d en 1985. Gradualmente aumentó hasta ubicarse en 3.342.000 b/d en el 2001, la cifra más alta alcanzada por Pdvsa antes del paro cívico de diciembre 2002 y de los despidos masivos de los trabajadores. En el 2021, la producción fue de solo 656.000 b/d. Desde luego, las cifras anteriores indican una tendencia. Hay que considerar los recortes acordados en la Opep y la política equivocada de nuestros gobiernos de favorecer precios altos sacrificando producción.

Desde 1976 hasta 1999 fue la etapa de construcción de la Pdvsa meritocrática. Se creó el instituto de investigación (Intevep), el centro de educación (Cied), Palmaven como filial para establecer una relación armónica con el medio rural. También las filiales, Deltaven, para la distribución de combustibles y lubricantes, Pdv Marina, Pdvsa Gas y se incorporó la petroquímica después de corregir distorsiones (Pequiven).

Se desarrolló la Orimulsión, producto apropiado para la generación eléctrica y que tenía convenios de suministro con varios países. Se adquirió participación parcial o total en ocho refinerías en Europa, nueve en Estados Unidos y una arrendada en Curazao, correspondiendo a Pdvsa una capacidad de procesamiento de 1.570.000 b/d. Es decir, se adquirió mercado con miras al futuro.

Considerando que Pdvsa no podía disponer de suficientes recursos para invertir en producción en campos que no eran prioritarios, se aprobaron convenios operativos en los cuales empresas privadas, invertían, extraían petróleo y lo entregaban a Pdvsa, que pagaba los costos y un estipendio por barril producido. También, cuatro asociaciones estratégicas para extraer y mejorar nuestros crudos pesado de la Faja del Orinoco.

La mayoría de las críticas a Pdvsa fueron por razones políticas. Se divulgó que era un Estado dentro del Estado, una “caja negra”, que sus trabajadores tenían remuneraciones exorbitantes y que sus directores y presidentes de filiales tenían aviones a su disposición. También, que en viajes al exterior se aceptaban pasajeros que no iban a negocios relacionados con la empresa. Otra crítica era que los empleados de Pdvsa y filiales eran prepotentes. Por último, se creó la matriz de opinión de que la empresa se olvidaba de su responsabilidad social con las comunidades.

La realidad es que la empresa sometía a consideración y aprobación del ministerio de Energía y Minas, como representante del accionista, los planes, presupuestos y resultados, atendía las interpelaciones en el Congreso y publicaba puntualmente su Informe Anual con resultados operacionales y financieros. La Contraloría General de la República tenía una oficina delegada en la empresa, además de las auditorías externas y por la propia Pdvsa. Las remuneraciones estaban dentro del 75 percentil de las mejores empresas venezolanas. Es cierto que quienes ocupaban los cargos citados podían disfrutar de aviones para viajes nacionales, pero con uso limitado. Sí se dieron casos de permitir algunos pasajeros ajenos a la empresa cuando había puestos vacíos. Como en todas partes, había personas sin vocación de servicio. Hubo casos de corrupción, detectados por la empresa y con el consecuente despido.

La Pdvsa meritocrática realizó muchos programas con las comunidades. En los Informes hay información parcial sobre esas actividades. Próximamente publicaremos un libro sobre este tema. Por cierto, Pdvsa borró de los archivos de su página web los informes de esta etapa y desde el 2016 no presenta la gestión de las directivas que destruyeron la empresa.

La etapa meritocrática finalizó en febrero 1999. Una contribución importante fue impedir la injerencia de la política partidista y respetar la meritocracia, con alguna que otra falla. Después vino una transición hasta el 2002, con Roberto Mandini como presidente por solo seis meses, por lo que solo cabe señalar que cometió el error de obligar a jubilar a algunos ejecutivos. Gastón Parra duró dos meses, su nefasta actuación y la presión de los trabajadores obligaron a destituirlo.

Los venezolanos debemos agradecer la labor realizada por los presidentes Rafael Alfonzo Ravard, Humberto Calderón Berti, Brígido Natera, Juan Chacín, Andrés Sosa Pietri, Gustavo Roosen, Luis Giusti y Guaicaipuro Lameda. También a los directores de la casa matriz, presidentes y directores de las filiales. Así como a los casi 23.000 trabajadores que perdieron su carrera por defender principios y valores. Un especial reconocimiento a Alberto Quiros Corradi, Guillermo Rodríguez Eraso y a Gustavo Coronel, quien sigue luchando por la democracia.

La destrucción la inició Ciavaldini, por instrucciones del presidente Chávez, Alí Rodríguez Araque y Rafael Ramírez la hicieron irreversible. También son responsables Eulogio del Pino, Nelson Martínez, Manuel Quevedo y Asdrúbal Chávez.

Como (había) en botica

Todos tenemos que defender el derecho a votar de los venezolanos en el exterior.

Lamentamos los fallecimientos de Waldina Sánchez de Uribarrí, Antonio Mata Flores y Jancy Hernández, compañeros de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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J. Gerson Revanales

La politización de la industria, la deficiente gerencia operativa, la inseguridad jurídica y las pocas vías legales disponibles para reclamar las deudas acumuladas, son los riesgos que se asumen por hacer negocios con PDVSA.

Muy por debajo de la mesa pasó el retiro de las empresas petroleras Total Energies, la noruega Equinor y la japonesa Inpex, sumadas estas a las anteriores 15 firmas que se fueron por falta de condiciones y cambios de reglas como sucedió con la Exxon Mobil. De las 44 empresas que migraron a las empresas mixtas, desde 2018, 8 transfirieron o cedieron sus participaciones y otras 7 más pequeñas ya no tienen presencia en Venezuela, quedando 15 proyectos inactivos, según fuentes especializadas

Lo más grave de todo es que estas petroleras, lo más granado de la industria mundial de hidrocarburos, para irse han debido vender o ceder sus acciones y renunciar al pago de las deudas pendientes y dividendos impagos” por parte de Petróleos de Venezuela. Casualmente este movimiento accionario u operacional se está dando en los momentos en que Guyana está llamado a licitaciones públicas en sus campos petroleros off shore y abriéndose a la inversión extranjera. La situación debió ser tan crítica que estas deudas que se tienen que reflejar en el balance de las empresas como un pasivo, las empresas decidieron abandonar (la sociedad) a pesar de la penalidad que les impuso Pdvsa, violando flagrantemente los acuerdos de promoción y protección de inversiones y creando una imagen muy negativa para el país cuando más se necesita de la confianza, garantía y seguridad jurídica. Preguntamos cómo espera el gobierno que con estos antecedentes se pueda captar nuevas inversiones, no solo para el desarrollo petrolero, sino para la Zonas Económicas Especiales

Expertos petroleros coinciden en que la estampida de las petroleras deja en evidencia los riesgos que corren al hacer negocios con Pdvsa; la politización de la industria, la deficiente gerencia operativa, la inseguridad jurídica y las pocas vías legales disponibles para reclamar las deudas acumuladas, que no tienen nada que ver con las sanciones impuestas por violaciones de los derechos humanos.

Los recientes anuncios de la retirada definitiva de una gran mayoría de empresas petroleras que tuvieron confianza en el país al momento de modificarse la ley de hidrocarburos y adoptarse el modelo de empresas mixtas, hoy se van del país tirándolo todo a pérdida total, siendo realmente la única fuente real de divisas (olvidémonos por ahora el cuento de las exportaciones no tradicionales y de las zonas de económicas especiales exclusivas). Se requiere de un cambio de política dirigido a crear confianza y seguridad jurídica. El objetivo es levantar al país, sacarlo del foso donde se encuentra con una inflación sostenida de dos dígitos superiores a la media

Venezuela es el primer país de la región y el tercero en el mundo con más riesgos para hacer negocios. Así lo registra el índice Doing Business del Banco Mundial; y es que quien fuera otrora una potencia petrolera, hoy se ubica en el puesto 188 de 190 economías, solo por encima de Eritrea y Somalia, como consecuencia de fallidas políticas. En América Latina, Venezuela lidera el ranking de los que se consideran con mayor riesgo para las inversiones ante la elevada probabilidad de caer en impago, con un riesgo país que supera los 30.000 puntos.

Con la nueva ida de las petroleras, única fuente real y posible de recursos, la situación se agrava a mediano y largo plazo, ya que su regreso dependería de drásticos cambio en las políticas y legislaciones. No es una novedad, ni algo inesperado, Venezuela, El Salvador y Argentina son los países cuya deuda soberana, tiene mayores probabilidades de caer en un evento de impago, según lo marca el indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) que elabora JP Morgan Chase.

La solución no es mágica, en el pasado las recetas de Banco Mundial son conocidas, están escritas, probadas y satanizadas; no obstante hoy a la calladita el gobierno las vienen aplicando, como son: el incremento al precio de la gasolina y los servicios básicos; la reducción del gigantismo del Estado; el libre cambio y cambios en el sistema fiscal, lo preocupante son las señales en contrario a las fuentes de inversión como es el caso de la “cuasi” expulsión de las petroleras

El primer paso tendría que estar dirigido a la recuperación de la imagen del país, lo cual depende de la voluntad política del gobierno y su capacidad de maniobrar dentro de su propio partido; si es así su poder tendría que estar dirigido a manejar los asuntos del Estado con la debida transparencia, dar definitivamente las garantías jurídicas necesarias, combatir la corrupción y dar facilidades y garantías al sector energético; de lo contrario esa inversiones se irán a otro lado, donde tengan “mayor control” de sus operaciones.

Es necesario dejar de gobernar en gerundio: “Haremos de Venezuela una gran potencia”; «Regresaremos a la Comunidad Andina”; “Haremos de las Zonas Económicas un nuevo motor de la Economía”. A cambio sería preferible escuchar al gobierno decir se construyó, se inauguró, se realizó, se exportó etc. La imposición a las petroleras que en su momento confiaron en el país y migraron de acuerdo con la Ley de Hidrocarburos; y hoy al exigírseles abandonarlo todo, suena a casi una extorsión.

9 de noviembre 2022

Primer Informe

https://primerinforme.com/analisis/analisis-estampida-petrolera-mala-sen...

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