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Opinión

Lester L. López O.

Apreciación de la situación política número 145

Finaliza el presente año 2018 como el peor de lo que va del siglo XXI y quizás del pasado siglo XX, no me atrevo a señalar el XIX porque existen suficientes evidencias históricas que indican que durante ese siglo nuestro país sufrió bastantes penalidades que bien podrían superar la situación presente. Pero, a diferencia de otras épocas, los venezolanos cerraban el año con la esperanza de que el próximo sería mejor, no es el caso de este que está por concluir.

El éxodo de más de tres millones de venezolanos y la perspectiva de que el próximo sume, al menos, un millón más, constituye la mejor evidencia de la pérdida de esperanza que afecta a buena parte de la nación que sale del país para buscar, precisamente, la esperanza de un futuro mejor que no lo aprecia actualmente en el corto y mediano plazo a menos que se produzca un cambio de gobierno que inicie la recuperación de lo que aún queda de país.

Pero esta desesperanza no es infundada. La revolución bolivariana quedará para la historia como lo peor que ha ocurrido a nuestro país y, últimamente, a cualquier país del mundo. El portento de sumir a una nación con todo tipos de recursos para estar dentro de los países más desarrollados del planeta en un territorio abatido por la miseria, la tristeza y la desesperanza, comienza a ser estudiados por las facultades de economía más prestigiosas del mundo como un fenómeno de lo que se debe hacer para destruir un país sin necesidad de ir a una guerra o que lo arrase una catástrofe natural de gigantescas proporciones.

La destrucción suicida de la gallina de los huevos de oro, como lo es la estatal petrolera, prácticamente nuestra única fuente de ingresos de divisas, sólo puede ser obra del resentimiento social, la ignorancia y la mediocridad de la clase gobernante devenida en mafias económicas con vinculaciones al narco tráfico internacional y un completo desamor por el país que le dio la oportunidad de gobernar. El resultado no puede ser peor: una hiperinflación galopante con una depresión económica que ha acabado con el poder adquisitivo de cualquier ingreso o salario mensual que se cobre en bolívares, por lo que más del 80% de la población técnicamente está por debajo de la línea de la pobreza o está en vía de ella si no se aplican los ajustes inmediatos que se requieren.

La magnitud del desastre se puede apreciar con la siguiente comparación: en el 2002 el ingreso promedio mensual de cualquier profesional y empleado del gobierno se situaba en los 1.600,00 US$, unos 53 US$ diario, actualmente, con suerte para algunos, podrían ser 10,00 US$ al mes o sea 0,33 US$ diarios, muy lejos de los 1,25 US$ diarios que estipulan los organismos internacionales para estar por encima de la línea de la pobreza. Claramente se hace obvio que le problema no es de precios altos sino de la falta de capacidad adquisitiva de la mayoría de la población.

Esta tragedia se complementa con una clase política opositora que, hasta ahora, se ha mostrado dispersa e incapaz de entender el momento político que le ha tocado vivir. Después de 20 años de revolución está comenzando a entender que para poder gobernar deben desalojar al régimen y para eso deben unirse en una estrategia común apartándose de sus diferencias ideológicas y ganarse el favor de las masas, favor que ganaron en diciembre del 2015 y luego hicieron todo lo posible para perderlo. Sin embargo, hay que darle el crédito que se han mantenido bajo el manto constitucional y esto ha servido para lograr el apoyo y reconocimiento internacional, reconocimiento que perdió el régimen al violar, sistemáticamente, preceptos constitucionales fundamentales, especialmente, los referidos a los derechos humanos y la inobservancia de los lapsos y garantías electorales previstos para los últimos dos años, situación que condujo al régimen y, especialmente, a la presidencia de la República a un estatus de ilegitimidad de origen que se acentuará el próximo 10 de enero cuando finaliza constitucionalmente el periodo presidencial vigente.

Pero si hay algo positivo este año por finalizar, fue la decidida participación política de la sociedad civil organizada la cual, aún también, con sus propias divergencias y visiones de país confluyeron en el aspecto medular de que sin unidad de propósito – cambiar al gobierno – difícilmente se podrá comenzar a superar la crisis de gobernanza que nos agobia. La estructuración del denominado Frente Amplio Venezuela Libre aglutinando dentro de su seno la mayoría de los partidos político (o los que tienen mayor representación en la Asamblea Nacional) con los sectores más representativos de la sociedad civil organizada (Academias, Iglesias, Empresariados, Sindicatos, etc.) y grupos importantes del chavismo disidente, es el evento más importante en busca de lo que se ha denominado “unidad superior”, que puede cumplir con tres aspectos fundamentales para lograr el cambio político el próximo año:

  1. Un mensaje claro y esperanzador de cómo se puede comenzar a salir de la crisis una vez logrado el cambio de gobierno, este plan ya se expuso el pasado 19D en Caracas y existe un gran consenso en torno a la propuesta;
  2. Un líder comprometido en cumplir el plan de recuperación y los parámetros que se acordaron con el actual régimen para la transición democrática - condición que no se ha oficializado pero existen indicios de estas negociaciones con representantes de la comunidad internacional, el régimen y la oposición trabajando en este sentido- La escogencia de este líder no se ha definido, y mejor es así, pero dependerá del tipo de negociación que se acuerde entre las partes;
  3. Organización electoral de la oposición. Este aspecto debe ser retomado a la brevedad del tiempo, la negociación en alguna etapa exigirá una medición electoral y el régimen tiene su maquinaria electoral, no así la oposición cuyo padrón electoral ha sido diezmado por la diáspora de los dos últimos años:

Con esto en mente, llegará el 10 de enero del 2019, cuando el gobierno quedará ilegitima e ilegalmente en funciones y será entonces cuando la Asamblea Nacional deberá tomar la decisión política que obligue a la transición siempre en el marco de la Constitución, para esto el artículo 71 constitucional tiene particular relevancia, el mismo establece: “Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral“.

Otros artículos constitucionales se refieren a la falta absoluta del presidente y a los mecanismos para su reemplazo, sin embargo, no prevé nada para la situación particular de un presidente electo de manera inconstitucional y que pretende continuar un nuevo periodo, por lo que aquellos que plantean que sea el presidente de la AN quien asuma la presidencia y convoque nuevas elecciones en un periodo de 30 días pueden estar incurriendo en errores de interpretación de la Constitución.

Siendo que el artículo 5 constitucional también establece: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.”, la AN, en función de lo que establece ambos artículos citados y la situación de ilegitimidad del gobierno debería ordenar y organizar un referendo consultivo con el propósito de preguntar al soberano: a) Si rechaza la pretensión del presidente y su gobierno de continuar un nuevo periodo presidencial por 6 años y b) si acepta que se convoquen elecciones para elegir un nuevo presidente para el presente periodo constitucional.

Con esta ruta electoral, pacífica, democrática y constitucional se evitaría: 1) Nombrar al presidente de la AN como presidente interino, situación que aprovecharía el régimen de facto y la ilegitima ANC para acusarlo de usurpación de poder; 2) nombrar a un presidente sin ninguna posibilidad de que pueda efectivamente asumir sus funciones transitorias (a menos que la FAN lo reconozca) y 3) que el régimen disuelva a la AN. La comunidad internacional, sin dudas, rechazaría las acciones del régimen ante cualquiera de estas eventualidades o sus variantes, pero también consideraría si efectivamente el procedimiento es constitucional.

La ruta consultiva que aquí se propone, dejaría en manos del poder ciudadano y soberano tal decisión y el régimen de facto, aunque ciertamente por su naturaleza lo rechazaría, le sería más difícil la argumentación en contra y más difícil aun, disolver la AN.

Finalmente, si se toma esta decisión, la oposición democrática podría tener la posibilidad, especialmente si se realiza el referendo consultivo, de obligar al régimen a sentarse en una mesa de negociación que conduzca a un gobierno de transición democrática.

En la posibilidad de este escenario queda una incógnita: ¿Están los factores democráticos en condiciones de conducir este proceso?

@lesterllopezo 24/12/18

 7 min


Nos acercamos a los 300 años de dialogo infinito con el pensamiento, la civilidad, la cultura y el conocimiento, desde que el Rey Felipe V,(1721) decretara la génesis de lo que es hoy la Universidad Central de Venezuela.

Orgullosa, altiva y libre puede presumir , como los griegos antiguos de la Escuela filosófica de la Academia , quienes la valoraban como el lugar donde solo se exigía como requisito el intelecto de los invitados para discernir sobre los asuntos debatidos en los simposios habituales de la época, que incluían “ la posibilidad d gobiernos maravillosos”

Siguiendo con el parangón de la Academia Griega, donde descollaba la inmensa figura de Platón, en cuya entrada un escrito advertía , “Nadie entre que no sepa de geometría” . Consideraban sus maestros que ello era un signo de autonomía). decimos que en la UCV lo primero que descubrimos al ingresar , es que nadie debe entrar sin estar dispuesto a preservar la misma libertad disfrutadas por aquellos filósofos y aceptar que no existen razones únicas , ni absolutos en el ámbito del conocimiento . Este es ilimitado, abierto y libre como corresponde a una de las Instituciones más antigua del país, desde donde comenzó el difícil proceso de construir la cultura de la civilidad nacional, base esencial de la democracia y el pensamiento libre.

Distinto a lo que ocurre con la Universidad venezolana, no tenían los griegos antiguos enemigos internos que pretendieran destruir su propia civilización. La amenaza provenía del militarismo externo, representado por los persas, a su rey Jerjes a quien molestaba la cultura y la libertad de aquellos: “un imperio basado en el poder absoluto y militar no podía permitir la existencia de una sociedad formada por hombre libres que además pensaban”.

Como puede apreciarse es muy antigua la lucha contra el oscurantismo.

La Casa que Vence la Sombra es fiel continuadora de los esfuerzos de siglos por trascender el umbral del oscurantismo, abundan ejemplos en su extenso historial, cercano al tricentenario, que sirven de testimonio al compromiso de la UCV por la civilidad y la democracia. Ha sido bastión irreductible de esos valores y tesonera para hacer de ellos parte inmanente y constante de la sociedad venezolana.

La comunidad ucevista de hoy, no desmerita ese noble historial, gracias a ella todos reconocen que el talento acumulado por siglos , renovado constantemente , y el compromiso de la UCV con la Democracia y el País es una poderosa valla contra el oscurantismo persa del Siglo XXI.

En la Casa Docta predomina el coloquio reflexivo y fructífero, donde no hay lugar para el pensamiento único ni dogmas. Los filósofos que oían atentos a Platón, con el derecho a refutarle, se sentirían libres y ciudadanos respetados en nuestra Universidad Central de Venezuela

El País puede celebrar sin reservas y con mucho orgullo los 297 años de una de sus instituciones ms nobles y dignas e impermeable a desalientos y al oscurantismo persa del Siglo XXI

22 de diciembre de 2018

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Carlos García Soto

Este 18 de octubre dirigentes políticos, académicos y técnicos presentaron la primera parte del proyecto “Plan País”, un esfuerzo para mostrar a la opinión pública un conjunto de propuestas para solucionar la grave crisis socioeconómica que atraviesa el país.

Uno de los grandes riesgos de una larga etapa de desmantelamiento institucional y de crisis socioeconómica es la desesperanza alrededor de un proyecto de país distinto. La constatación de las consecuencias del modelo, que se traducen en formas tan diversas como el colapso de la infraestructura hasta la escasez de medicinas o la hiperinflación, podrían llevar a una renuncia sobre cualquier reflexión acerca de cómo reconstruir.

Afortunadamente, pareciera que ese no es el caso venezolano. Desde que se empezaron a ver los signos más palpables de la crisis, investigadores, profesores, profesionales de distinto signo, aquí y en el extranjero, han intentado reflexionar sobre qué nos pasó y cómo reconducir la sociedad venezolana. En algunas ocasiones, el esfuerzo ha sido realizado por un profesor o investigador en solitario. Pero en muchas otras oportunidades se ha tratado de esfuerzos colectivos, dirigido a interpretar el país desde las distintas aristas.

Es realmente difícil seguir el paso a la cantidad y calidad de bibliografía que se ha producido en el país sobre cómo reconstruir. Pretender realizar una lista exhaustiva, en sí mismo, ya sería una extraordinaria, pero difícil meta. Pero, para tener tan sólo una aproximación lejana de lo que se ha investigado y publicado durante estos años, sirvan estos ejemplos, entre muchos otros, de proyectos académicos que han reflexionado sobre el país:

-Patricia Márquez y Ramón Piñango (editores), En esta Venezuela. Realidades y nuevos caminos, Ediciones IESA, Caracas, 2003.

-Equipo Acuerdo Social (coordinadores), Venezuela: un acuerdo para alcanzar el desarrollo, Acuerdo Social, Caracas, 2006.

-Pedro A. Palma (coordinador), Propuestas a la Nación, Academias Nacionales de Venezuela, Caracas, 2011.

-Ronald Balza Guanipa (coordinador), Venezuela 2015. Economía, Política y Sociedad, Konrad Adenauer Stiftung-Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2015.

-Benigno Alarcón Deza y Sócrates Ramírez (coordinadores), La consolidación de una transición democrática, Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2018.

Como puede verse, esa pequeña muestra sirve para ilustrar el trabajo que se ha hecho para pensar sobre cómo reconstruir, desde diversos sectores, desde diversas perspectivas, a distintos alcances. Al punto, que estudios publicados en, digamos, 2016, ya necesitan de importantes actualizaciones en data y enfoque. Ni qué decir de investigaciones realizadas en los años previos a 2012. Pero, como sea, es un esfuerzo cuantitativo y cualitativo que han realizado profesores, investigadores, Universidades y otras instituciones está allí, al servicio de la reconstrucción institucional, social y económica.

Por otra parte, varias Cámaras empresariales han venido realizado diagnósticos y propuestas para algunos sectores claves de la economía. Por ejemplo, Conindustria presentó este año el libro colectivo Hacia una Venezuela industrializada: la ruta, bajo la coordinación de Juan Francisco Mejía Betancourt. Por señalar otro ejemplo, la Cámara Venezolana de la Construcción, bajo la dirección de su Presidente, Juan Andrés Sosa, ha preparado un completo informe para la reactivación del sector construcción, titulado Construyendo la Venezuela que queremos.

Aquí mismo en Prodavinci se está impulsando el proyecto Economía venezolana: una discusión pública, que está recogiendo los análisis y propuestas de una cantidad muy importante de economistas.

Por ello, los venezolanos debemos sentirnos orgullosos de no haber sido indiferentes: hay un consenso sobre lo que hay que hacer, que está sustentado en diversas reflexiones, investigaciones, análisis que vienen realizándose desde hace bastantes años. Prácticamente para cada gran tema de la crisis socioeconómica, y luego para cada sector, hay estudios que han hecho el respectivo diagnóstico, y su correspondiente propuesta.

En este contexto, cobra mucha importancia el proyecto “Plan País”, del que ya se ha anunciado la primera fase. A diferencia de otros proyectos como los que hemos reseñado, en este proyecto la Asamblea Nacional ha tomado un rol impulsor, como se vio en el acto de presentación, lo que supone la coordinación entre la dirigencia política y quienes pueden prestar el apoyo técnico para la formulación y ejecución de políticas públicas.

Según las reseñas periodísticas, el “Plan País” contiene propuestas para cada uno de los aspectos de nuestra crisis económica, desde el déficit fiscal, hasta la crisis en el sector hidrocarburos, pasando por los controles cambiario y de precios, que tanto daño han causado. Anuncia esquema de plan integral para la recuperación económica.

Sin duda, el “Plan País” es una ocasión importante para que la dirigencia opositora muestre consenso alrededor de unas ideas fundamentales, como un instrumento para el consenso no sólo económico, sino también político, y como un esfuerzo de trabajo conjunto entre la dirigencia política y los otros sectores de la sociedad.

Y eso es una excelente noticia para el país.

Prodavinci

23 de diciembre de 2018

https://prodavinci.com/plan-pais-un-esfuerzo-de-consenso-en-torno-a-la-c...ín+diario+Prodavinci&utm_campaign=66ebaeb993-EMAIL_CAMPAIGN_2018_12_23_08_18&utm_medium=email&utm_term=0_02b7f11c26-66ebaeb993-195301721

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Futbolistas y políticos tienen la mala costumbre de involucrar el nombre de Dios en sus éxitos o fracasos lo que no debe extrañar pues tanto la política y el fútbol están sometidos a las incertidumbres, a las contingencias, a las imprevisiones. Y donde la certeza no reina deseamos en nuestra impotencia una mano divina que nos guíe.

Ahí, y solo ahí, es cuando tantos se acuerdan de Dios y le piden su gracia, compensación de humanas debilidades. Pero Dios no interviene fuera de nosotros y al parecer tiene buenas razones para que así sea. Una de ellas es qué si hay Dios, Él nos regaló la libertad de decidir, libertad imposible sin el uso de su otro gran obsequio: el pensamiento. Porque si no nos hubieran regalado el pensamiento, no podríamos decidir nada, como nada deciden otras existencias del universo. O en términos más rigurosos: no sólo existimos, además somos. Y el ser sólo puede ser siendo en el tiempo. (Heidegger)

Para decirlo de modo casi agustino, en el tiempo hay múltiples dimensiones entre las cuales vislumbramos solo a dos. La del tiempo eterno que no nos pertenece, y la del tiempo finito de la lógica que sigue a Cronos y por eso es crono-lógica, y por lo mismo, un tiempo que sólo puede ser medido en modesta escala humana. Por lo tanto, es un tiempo circunstancial, impreciso, indefinido, en fin, imperfecto. Es también el tiempo del reino de este mundo: un mundo entre infinitos que lo circundan. A ese mundo y no a otro pertenece la vida política.

Desde la perspectiva puramente religiosa, en cambio, muchos han sido asaltados por la misma pregunta: ¿Cómo Dios si es misericordioso pudo haber permitido tantas maldades, entre ellas el Holocausto y el Gulag? La respuesta es: No: No fue Dios quien permitió esas maldades. Esas maldades fueron permitidas y realizadas por los humanos, no por Dios. Pero ¿no fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios? -preguntarán los dogmáticos-.

La respuesta teo-lógica dice lo siguiente: la imagen y semejanza se expresan a través de la presencia de Dios, no de su ausencia. Luego, el ser humano es libre de decidir vivir con la presencia o con la ausencia de Dios.

Esa libertad nos la dio la Creación. Gracias a esa libertad podemos asumir en toda su radicalidad el dilema hamletiano: Ser o no ser. Ser en la vida o ser en la muerte. Ser en Dios o ser en contra de Dios

¿Dios no está entonces en todas partes? Sí; pero siempre que lo dejen pasar. El siempre golpea en la puerta antes de entrar. Frente a Él todos somos soberanos.

De ahí que cuando Jesús dijo, “mi reino no es de este mundo”, no dijo que este mundo no debía ser vivido. Dijo simplemente que este mundo debe orientarse por y hacia el mundo de Dios. Imperativo que a su vez podemos entender de dos modos diferentes.

Uno, en sentido literal –como hicieron los esenios judíos y después las ordenes mendicantes y penitentes del cristianismo– abandonando la vida en la propia vida. La otra posibilidad, la dinámica, la viviente, es luchar en este mundo en contra de todo lo que se opone al de Dios (que es el del pensamiento que lleva al espíritu). Esto es, luchar por la verdad en contra de la mentira, por lo naciente en contra de lo muriente, por el amor en contra del odio. Así lo entendió San Pablo cuando afirmó que El Katechon (el enemigo absoluto, el anti-Dios) es la fuerza que nos sostiene (detiene) y permite luchar en contra de la muerte (el Mal, el demonio)

Por lo demás eso es lo que hacemos todos los días. En cada minuto que pasa luchamos en contra del mal y de su madre, la muerte. Si corto la rama de ese árbol, lucho por la luz en contra de la oscuridad. Si limpio el suelo, lucho en contra de la suciedad (impureza). Si como ese pan, opto por la subsistencia. Más aún: en cada partícula elemental tiene lugar una lucha sin cuartel entre la vida y la muerte. O lo que es casi igual: entre el bien y el mal.

Lo mismo ocurre en la escena política. Allí también, como en toda actividad humana, se encuentran presentes las fuerzas de la vida y las de la muerte. Y a veces vence la muerte, de eso no me cabe ya ninguna duda

El cumplimiento de la Ley religiosa –como entendieron algunas corrientes del fariseísmo- no es un fin en sí sino un medio para facilitar el encuentro del ser con el Ser. Max Weber lo entendió muy bien cuando afirmó en su “Política como Profesión” que con el Sermón de la Montaña no podemos hacer política. Pero tampoco, agrego yo, podemos hacer política olvidando los mandatos legados por las religiones. Esos no son, por cierto, políticos; y menos que religiosos, son morales. Pues, para decirlo de nuevo con Weber: la política no es la moral, pero sin moral no hay política. Los fundamentos de la política –es lo que quiso decir Weber- no son políticos.

Hay por lo tanto que tener en cuenta que si la política no es religión, nació en un universo religioso. De ahí resultó inevitable que hacia el espacio de la política fueran transferidas nociones religiosas, o lo que es igual, que la vida política fuera vivida en algunas naciones como una “verdadera religión”. No, no estoy hablando del Islam. Me refiero a naciones occidentales en las cuales pueblos en condición pre-política (bárbaros, según los griegos) han creído encontrar en políticos alucinados por misiones ultraterrestres, la imagen de profetas redentores quienes invocando el nombre de Dios ofrecen el cielo sobre la tierra.

Derribar (derrocar, derrotar) los falsos ídolos, bajo esas circunstancias, más que una tarea religiosa, es una obligación política.

Polis

Diciembre 23, 2018

https://polisfmires.blogspot.com/2018/12/fernando-mires-dios-no-se-mete-...

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Carlos Raúl Hernández

A Jean y Eleonora

Incluso en el país del odio debiera haber Navidad, si no con la tranquilidad de la democracia, si para dejar que la gente que los tiene viva de recuerdos, y los que no, de esperanzas. Pero el Atila colectivo desde hace un cuarto de siglo y hasta hoy domingo, pisotea cualquier retoño. Roto en Venezuela el cántaro de Pandora, que nunca fue una caja, no aparece aún el trapito verde con aroma de reingreso al carril perdido, la esperanza de la razón y del corazón, como diría un poeta. Junte en un texto las palabras pájaro, barco, corazón, alma, y tendrá un lindo poema de Benedetti.

La importancia simbólica del corazón en la cultura, la inagotable variedad de noblezas asociadas con él, amor, voluntad, coraje, carácter, esfuerzo, bondad, comienzan porque para Aristóteles, fundador del pensamiento, en este órgano radica el aparato pneumático, encargado de recoger las sensaciones de los cinco sentidos y trasmitirlas al alma. Aristóteles da un paso gigante en la evolución del conocimiento al producir una respuesta de cómo se relacionan el mundo sensible y el de las ideas, que supera la oposición absoluta entre ambos concebida por su maestro.

Si no hubiera una conexión, los dos componentes del hombre, sustancias opuestas, no tendrían ningún punto de contacto y el espíritu pasaría a través del cuerpo sin tocarlo, lo traspasaría como en las películas. Ese gozne es el corazón que articula la fuerza vital inmaterial con el cuerpo, que sin alma es inerte, está muerto. Como la transmisión de un carro, conecta la aceleración del motor con las ruedas. Así transfiere vida a la carne, capacidad de movimiento por medio de la circulación sanguínea, y en proceso inverso el alma percibe, siente el mundo material que se trasmite por la piel, los ojos, los oídos.

Esta cruel melancolía

En el alma, las sensaciones se transforman en pensamientos a los que Aristóteles llama fantasmas o fantasías. El enamoramiento, por ejemplo, ocurría porque una mujer con la regla se miraba al espejo, dejaba en él una película invisible de mínimas gotas de sangre que penetraban por los ojos, llegaban al corazón de un hombre y formaban un fantasma que se apoderaba de él. La víctima se debilitaba y podía morir de melancolía negra, enfermedad también llamada hereos (término que designa un tipo de demonio), y una particular manera de calificar al mundo femenino. Al aquejado de ese mal lo domina el fantasma que lo había seducido.

Y por no poder entenderlo, semejante poder de una mujer sobre un hombre, causaba odio, miedo y rabia. En la Edad Media la melancolía erótica de los varones tuvo fascinantes y terribles implicaciones antifemeninas, asociada a maleficios, magia negra, pacto con el Diablo y demás crímenes. El hereos o despecho trae “omisión del sueño, de la comida y de la bebida, todo el cuerpo se debilita salvo los ojos… Sin tratamiento, los enfermos se hacen maniáticos y mueren”. Deambulan con el pulso alterado, pierden capacidad de atención y para actuar.

El médico prescribe relaciones con varias mujeres, viajes, excursiones, consumir alcohol, hacer ejercicio. Si no mejora, se contratará una vieja arpía para que consiga un trapo lleno de sangre menstrual y se lo restriegue en la cara al paciente mientras grita “ella es esto, suciedad, es una asquerosa como todas” en el entendido que las mujeres son “un mal de la naturaleza” como reza el más insigne manual de cacería y tortura de brujas, el Malleus Maleficarum. Si después de eso no se curaba, entonces no estaba poseído por el fantasma de la amada sino por el demonio en persona.

Esclavo de un fantasma

El enfermo de melancolía negra o hereos, se debilitaba, se deshacía en el dolor, pero no sus ojos. La malignidad entraba por ellos y a través del nervio óptico tomaba el cerebro y derribaba la autoestima. Se salvaban los ojos porque el espíritu obsedido los necesitaba para buscar o mantener contacto angustioso con su dominadora. Un poeta del primer Renacimiento se preguntaba: “¿cómo esa mujer tan grande puede entrar por mis ojos, tan pequeños?” y los médicos respondían que no era ella directamente la que imperaba en el infeliz, sino que lo hacía por medio de su fantasma y algunas prendas que él le quitaba con autorización o subrepticiamente.

Él atesoraba pañuelos, relicarios, prendas de vestir, mechones de pelo. En la magnífica y terrible leyenda artúrica, el valiente e invencible Lancelot colapsó ante un peine con los dorados rizos de Ginebra, “la sombra blanca” y, mujer al fin, causante de la aniquilación del reino de Camelot. Ellas siempre eran culpables de desgracias y los hombres víctimas inocentes o en todo caso propiciatorias, por lo menos hasta la aparición del arquetipo de Don Juan. El enamorado obsesivo era víctima de una brujería o de la posesión del fantasma destructivo de una mujer. Don Juan, el burlador, será la antítesis.

Pero en otra rama de la pasión medieval, que la literatura llamó amor cortés o cortesano, a ellas se las presenta como tiranas, despectivas, sádicas con los pobres caballeros que sucumbían a su embrujo. Se trataba de embelesos masculinos adúlteros y no correspondidos por mujeres casadas, y hasta un hombre tan serio como Petrarca, se hace la víctima: “Quien me tiene en prisión, ni abre ni cierra/ni me retiene ni me suelta el lazo/ y no me mata amor ni me deshierra/ ni me quiere ni quita mi embarazo”.

@CarlosRaulHer

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Edgar Benarroch

Junto con la Pascua de resurrección y el Pentecostés es la Navidad del niño Dios una de las fechas más importantes del mundo cristiano. En nuestro país esta época tiene sus costumbres que se corresponden con tradiciones de muy vieja data. Preparamos, elaboramos y construimos el pesebre, para ello además de representar la presencia de San José, María, la mula y el buey, colocamos ovejas y pastores, a los reyes magos venidos del oriente, simulamos rios, lagos, cerros, Llanos y caminos valiéndonos de papel, cartón, pintura y hojas de aluminio. El rancho donde dio a luz María lo preparamos con palos y ramas y el suelo con aserrín, la flora la hacemos con papel enverdecido o cuando es posible la colocamos natural. En el rancho colocamos al niño a las doce de la noche del 24 de diciembre.

Además es propio de este tiempo disfrutar de una exquisita y variada gastronomía especial: Hallacas y bollos, pernil, pan de jamón y dulce de lechosa son de costumbre arraigada en la totalidad de nuestro territorio.

Escuchamos aguinaldos y villancicos y a ello le sumamos el intercambio de regalos y los menores esperan ansiosos la llegada del niño Jesús que les traerá lo solicitado en carta que sus padres le ayudaron a redactar. Los padres recomiendan a los hijos dormir antes de la media noche de ese día para que durante su sueño se haga presente lo solicitado.

En fin, Navidad es sinónimo de familia y confraternidad, de recogimiento y oración, de los mejores deseos, de perdón y amistad , de compartir y de caridad. En cuanto al perdón es bueno acotar que supone disculpa por la acción recibida que consideramos ofensiva, dejando atrás la venganza, el reclamo y también el justo castigo o restitución. La magnanimidad del cristianismo nos habla de la necesidad del perdón siempre y en toda circunstancia . Sé que nuestra imperfección y debilidad humana nos conduce a que hay cosas y eventos bastante difícil de perdonar, pero hacer el esfuerzo nos hace bien, pues vivir cargado de odios, rencores e ira en nada contribuye a nuestra felicidad y nos predispone a gestos inconvenientes.

La Biblia no registra con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús, al parecer los jerarcas de la Iglesia Católica , tiempos ha, eligieron el 25 de diciembre por la cercanía con el solsticio de invierno, con la idea de sustituir las fiestas paganas que en aquel tiempo se efectuaban y porque desde entonces se entiende que el mismo es propicio para cargarnos de amor, energía y buenas intenciones.

La conmemoración de la Natividad del niño Dios, para nosotros los venezolanos y para quienes viven en nuestra nación no se nos hace fácil si queremos atender la demanda material que la tradición contiene. No será fácil el intercambio gastronómico y de otros regalos, a lo mejor para instalar el pesebre nos vemos en dificultad. Pero lo mejor que podemos regalar es un fuerte, cálido y fraterno abrazo, un beso que contenga nuestra solidaridad y la oración para hablar con el Padre del niño y pedirle nos ayude en esta hora menguada.

Mi carta al niño Jesús es para pedirle nos quite y nos dé. Nos quite todo lo malo que nos acontece, nos quite los odios y rencores, nos quite a los gobernantes que no trabajan por el Bien Común, que son todos (excusen la redundancia porque esta solicitud está implícita en la primera que enuncié), en fin que nos quite la crisis. Nos dé fortaleza, confianza, esperanza y fe. Fortaleza para enfrentar este tiempo con valentía, confianza en que tenemos un potencial magnífico (debemos construirlo) para superar esta situación que es UNIDAD, esperanza que pronto estaremos viviendo en un país distinto en franco proceso de desarrollo donde el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana sea común denominador de nuestra sociedad, particularmente en quienes nos gobiernen y fe en Dios y en nosotros.

Gracias anticipadas amado niño Jesús porque estoy profundamente convencido que leerás mis peticiones e intercederás ante tu Padre para que cuanto antes se cumplan.

Ojalá todo el año fuese Navidad y poder vivirla, disfrutarla y sentirla como debe ser.

Deseo para todos, que en medio de las dificultades, tengan una feliz Navidad y reciban un próspero año nuevo, que aspiramos sea nuevo de verdad. Que Dios siempre nos acompañe.

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Para el día después, que será el primer día de un nuevo período democrático para Venezuela, se debe tener un plan de acción para recuperar los sectores productivos del país. Uno de ellos es la agricultura, donde hay que considerar muchos aspectos, y en esta oportunidad trataremos el tema del suministro y mantenimiento de maquinarias y equipos agrícolas de apoyo a la agricultura.

Maquinarias y equipos agrícolas

En la actividad agrícola moderna, se tiene que producir grandes cantidades de alimentos para una creciente población mundial y por lo tanto, utilizar inmensas superficies de terrenos que deben ser acondicionados, labrados, sembrados, luego recolectada la cosecha que debe ser despachada hacia los sitios de recepción y consumo. Por supuesto que sin los recursos mecánicos, de maquinarias y equipos agrícolas, sería imposible lograr abarcar áreas tan extensas, sobre todo en el poco tiempo disponible para cada labor del proceso productivo. Entonces, en cada unidad de producción, en cada programa de producción agrícola, tiene que estar disponible suficiente cantidad de estos recursos, en buenas condiciones, que puedan brindar un servicio oportuno y eficiente según las necesidades de cada caso.

En terrenos nuevos, para iniciar las siembras de los cultivos se requieren equipos de maquinarias pesadas para deforestar y amontonar los materiales tumbados. Luego se requieren tractores de alta potencia para los pases de rastra pesada y desraizado, a partir de este punto, se requiere la maquinaria y equipos tradicionales utilizados en agricultura, entre los cuales tenemos los siguientes: tractores agrícolas, arados, rastras pesadas (Big-Rome) y rastras, abonadoras, encaladoras, trompos, cultivadoras, sembradoras, asperjadoras, zorras, cosechadoras combinadas, elevadores y otras según cada situación. Como complemento, para sacar las cosechas hacia los centros de recepción se requiere el concurso de camiones grandes y gandolas, que no se clasifican como de uso agrícola si no de uso general para el transporte de todo tipo de objetos.

En el caso de terrenos para riego, los cuales generalmente requieren ser nivelados, se necesitan niveladoras, las cuales existen en gran variedad de modelos y pueden ser moto traillas, traillas de tiro, patroles, niveladoras y palas convencionales accionadas con tractores. En estos casos lo más común es que también se deban construir canales para el avenamiento de los terrenos, labores para las cuales son muy útiles los patroles y las palas accionadas por tractores. En algunos casos para mejorar el drenaje de los campos se pueden construir bancales, para lo que los arados y los patroles vuelven a ser muy útiles.

Durante los picos de cosecha, especialmente en el caso de cereales, es frecuente observar escasez de maquinarias y equipos agrícolas; sin embargo, siempre se hacen grandes esfuerzos redistribuyendo esos recursos para evitar la pérdida de producto en el campo por retraso en las labores de recolección. En la actualidad, esa situación es peor debido al alto grado de deterioro que están sufriendo tanto las maquinarias como los equipos, por la falta de repuestos y de un adecuado servicio por escasez de lubricantes y otros. A esto se suma el hecho de que se han hecho importaciones, especialmente de tractores, de marcas novedosas pero sin la responsabilidad del suministro de repuestos y de los servicios especiales si los tuvieran.

Adicionalmente, las fábricas y ensambladoras de equipos agrícolas existentes en el país o han cerrado o han disminuido sustancialmente su producción, bien sea por falta de materiales, o por falta de divisas para importar partes necesarias, o por la inseguridad jurídica, que impide que los empresarios dediquen mayores esfuerzos e inversiones a sus negocios. En estados como Lara, Portuguesa, Guárico, Aragua, Carabobo, por mencionar algunos, era común ver fábricas de implementos de labranza incluyendo Big-Rome (o rastra pesada), rastras, sembradoras, rotocultores, cultivadoras, abonadoras, encaladoras, asperjadoras, tuberías para riego, bombas, entre otros, las cuales ahora no existen o trabajan a un ritmo muy bajo.

Definitivamente, una flota de maquinarias suficiente y de calidad, es imprescindible para que las actividades de producción agrícola se puedan realizar bien y algo muy importante, en forma oportuna. Recordemos que la agricultura comprende una seguidilla de pasos o etapas, las cuales se deben realizar en momentos muy específicos de coincidencia con condiciones externas favorables, ya que al desfasarse esas etapas se puede afectar negativamente el rendimiento final, el cual es lo que en definitiva determina la posible ganancia del agricultor y la producción total en un ciclo o temporada.

Un ejemplo de la importancia de esa oportunidad en las labores agrícolas es el caso de la siembra, que tiene que realizarse cuando el suelo tiene una humedad adecuada para que ocurra una buena germinación de las semillas y se logren poblaciones de plantas uniformes y con una densidad que sea la recomendada para el cultivar que se está sembrando. Si nos atrasamos en la fecha de siembra puede que la colocación de las semillas en el campo coincida con un período de poca lluvia y no exista suficiente agua aprovechable en el suelo para que ocurra la germinación uniforme de las semillas, algunas semillas se pueden perder porque se humedezcan y luego se sequen. Ese retraso en la siembra puede causar que los días se comiencen a acortar cuando la planta aún no ha alcanzado su máximo crecimiento vegetativo y se induzca la floración en forma anticipada, lo cual puede afectar significativamente tanto los rendimientos finales como la calidad de los productos cosechados.

Otros ejemplos incluye a los fertilizantes, los cuales tienen un momento en el cual deben ser aplicados, por su comportamiento en el suelo o porque las plantas tienen períodos críticos en sus requerimientos nutritivos; a los herbicidas que se aplican en momentos específicos según el crecimiento del cultivo y de las malezas, ya que de lo contrario se pueden dañar las plantas cultivadas o el efecto sobre las malas hierbas se pierde; a los insecticidas que se deben aplicar antes de que las poblaciones de insectos plaga lleguen al umbral de daño a las plantas. La recolección debe comenzarse, en la mayoría de los casos, tan pronto las plantas alcancen la etapa de madurez fisiológica o se corre el riesgo de pérdida de cosecha; una vez cosechados los productos, algunos deben secarse rápidamente para evitar fermentaciones u otras reacciones no recomendables, otros deben almacenarse con condiciones controladas de temperatura y humedad relativa, lo que quiere decir que el despacho de los productos debe hacerse perentoriamente después de la recolección.

Los ejemplos anteriores indican claramente, que en cada unidad de producción agrícola debe disponerse de suficiente cantidad y calidad de maquinarias y equipos para poder realizar las labores de manera oportuna, de lo contrario se afectarían los rendimientos. Fedeagro que es la organización que agrupa a los productores del país, frecuentemente resalta la obsolescencia del parque de maquinaria agrícola de las unidades de producción; la falta de importación de repuestos durante varios años, exceptuando los repuestos que han podido traer algunos de ellos en forma particular y aislada; y la notoria insuficiencia de maquinarias y equipos en el campo venezolano que lo anterior ha generado.

Para mejorar esa situación y transformarla en un apoyo más para la agricultura venezolana, algunas de las acciones a tomar serían las siguientes:

-Hacer inventario de la situación actual para tomar las medidas correspondientes, que permitan llevar las existencias de maquinarias y equipos agrícolas a las cantidades necesarias. Conjuntamente con los productores organizados o independientes, determinar esas cantidades y tipos necesarios.

-Hacer convenios con empresas fabricantes de maquinarias y equipos agrícolas en el extranjero, de marcas de conocida calidad, para su suministro y con la seguridad de que se presten los servicios y se asegure el flujo de repuestos que mantengan todo en óptimo funcionamiento. En este caso, se debe evitar adquirir un mosaico de marcas que complicarían el mantenimiento de esa maquinaria y esos equipos; existen marcas y modelos de tractores, sembradoras y otros equipos de tradición en nuestros campos, conocidos por los agricultores, a los cuales se les debería dar prioridad. En el país tenemos malas experiencias con maquinarias y equipos importados, especialmente de países de Europa Oriental y de China, de calidad dudosa y que han sido abandonados sin apoyo de servicios y repuestos una vez que se compran. Esto ha generado verdaderos cementerios de estos aparatos con los consecuentes problemas para los agricultores.

-Evaluar las fábricas y ensambladoras locales y decidir sobre la conveniencia de apoyarlas financieramente, para que reinicien o continúen con mayor capacidad, hacia la producción de estos bienes tan necesarios en el campo agrícola. Convenir con ellos para que fabriquen lo necesario y de acuerdo a las normas de calidad correspondiente, de tal manera que no sea necesario aplicar el requisito de No Producción Nacional para otorgar permisos de importación.

-Estudiar la posibilidad de estructurar empresas de servicio de mecanización agrícola, tan útiles en las actividades del campo, a través de asociaciones de productores o particulares, con apoyo financiero suficiente para que puedan prestar un servicio oportuno y de calidad.

Diciembre de 2018.

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