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Opinión

Douglas Zabala.

Cierta duda me ha generado la “asertividad” de esa nueva campaña desatada por sectores de la oposición, que aun viven atrincherados en posiciones radicales y confusionistas. Promover la negativa a censarse en el plan de recuperación del parque automotor y en el incumplido plan ABC (Aceite, Batería y Caucho) anunciado por Maduro, es como si le dijéramos a los venezolanos que después de andar pidiendo ayuda humanitaria, ahora nos opusiésemos porque esa ayuda terminará llegando en barcos chinos o rusos.

Es como si un hijo se nos metiera arrimado en nuestra casa con sus tres muchachos y su mujer, entonces llega la “Gran Misión Vivienda” anunciando que debe censarse para poderle entregar una vivienda, pero ante esa invitación uno le dijera al hijo que no lo haga, porque es una trampa del gobierno. Nos hará caso o simplemente se arriesga a censarse, no vaya a ser que de verdad le den una casa.

Igual pasa con el censo del transporte. Le harán caso a quienes pregonan con su radicalismo parecido al de “no votar”, que no se censen por el simple hecho de que hay que censarse y eso sería jugar al ritmo del reeeegimen. Cuando a los transportistas que tienen su parque automotor destrozado y lo que queda de clase media tienen sus carros paraos en sus casas por Aceite, Baterías o Cauchos los invitan el gobierno a censarse, de hecho el ejecutivo está reconociendo su fracaso también en esta área vital para el desenvolvimiento del país.

No será mejor que le expliquemos al ciudadano que esos son derechos adquiridos por los venezolanos, y en consecuencia, si para conquistar el derecho a tener un trasporte colectivo digno y no esas perreras y chirrincheras de la muerte o si para poder sacar a funcionar todo los carros que están arrumaos en nuestras casas, pasa por el "pecado capital" de censarse, entonces a que viene la negativa de saltar ese “charquito” encontrado en la vía. No es la primera vez que el gobierno anuncias planes que no ejecutará, pero si lo cumple, habrá que recordar aquel chinito cuando dijo:"Que nos importa el color del gato si lo que queremos es que cace ratones.

Que se censen todos los venezolanos que tengan vehículos y ya veremos si de verdad van a cumplir lo prometido. Por eso tengo mis dudas con lo del censo. Creo que esa campaña es una nueva autoflagelación errática de las que nos tienen acostumbrado los sectores ultras de la oposición.

Yo cargo mi cacharrito destartalado y si el estado me lo repara, para que se vayan a robar esos reales que me metan en el plan ABC. Lo otro seria no entender ni el abc de las señales que nos llevaran a salir definitivamente de maduro, con quien por cierto, aun con lo del censo mantengo mi disenso.

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Los tres hombres se sentaron alrededor de una mesa sobre la que uno de ellos había colocado una pistola. A su lado, un pastor alemán con un collar eléctrico con control remoto. “No siempre logro controlarlo”, comentó. Esta escena no pertenece a ninguna película sobre mafiosos…pero podría. Se trata de una de las tantas reuniones efectuadas entre un grupo de seudo empresarios venezolanos, altos funcionarios de PDVSA y sus operadores financieros, todos involucrados en la trama de corrupción y legitimación de capitales destapada por el Departamento de Justicia de EEUU en un tribunal de Miami la pasada semana.

La persona que amenaza es el “bolichico” Francisco Convit Guruceaga, directivo de Derwick Associates, uno de los ocho acusados por la Fiscalía de EEUU mencionados en la investigación de corrupción, sobornos y lavado de dinero de Pdvsa, donde también figurarían, según develó el diario El Nuevo Herald, el dueño de Globovisión, Raúl Gorrín y los hijastros de Nicolás Maduro, hijos de Cilia Flores con Walter Gavidia Rodríguez: Walter, Yoswal y Yosser Gavidia Flores.

El amenazado por Convit Guruceaga es el operador financiero (no identificado en el documento oficial de la acusación) encargado de lavar una parte de los 600 millones de dólares provenientes de una de las decenas de operaciones realizadas a través de una especie de Cadivi paralelo que, violando varias leyes y reglamentos, funcionó en Pdvsa durante la administración de Erik Malpica Flores, vicepresidente de Finanzas y tesorero nacional. El esquema fraudulento venía de los tiempos de Rafael Ramírez y continuó con el sobrino de Cilia Flores y sus operadores financieros.

Durante varios años y con el aparente objetivo de obtener bolívares para cubrir los gastos nacionales, la directiva de PDVSA aprobó la transacción directa de los dólares americanos obtenidos por la venta de petróleo a una tasa especial fijada por la propia petrolera.

Para ello se habrían utilizado compañías escogidas a dedo de asociados como los bolichicos y Raúl Gorrín, entre otros que, sin pasar por subastas públicas ni control alguno, se apropiaron de grandes fortunas en base al diferencial cambiario existente entre la tasa oficial, la de Pdvsa y la del mercado negro.

Tal como denunció en mayo el portal CuentasClarasDigital.org, uno de los beneficiarios de este esquema creado por Ramírez y continuado por Malpica Flores, es Raúl Gorrín Belisario. El abogado habría utilizado un conjunto de empresas fantasma nacionales y extranjeras, similares a las usadas en el caso de los sobornos pagados a la ex tesorera de la nación Claudia Díaz, por medio de cuentas en Suiza de su esposo Adrián Velásquez, una de las razones por la que ambos se encuentran detenidos en España a la espera de ser extraditados.

Adrián Velásquez habría recibido por lo menos 28.8 millones de dólares de Raúl Gorrín mientras Claudia Díaz se desempeñaba como directora de la Oficina Nacional del Tesoro y presidenta del Fonden entre 2011 y 2013. La cantidad fue transferida en cinco operaciones realizadas desde las empresas Bellsite Overseas, propiedad de Raúl Gorrín, y Mahogany Comercial, de Gustavo Perdomo – socio de Gorrín -, a Invesco Capital Fund, de Adrián Velásquez. Según los registros bancarios a los que tuvo acceso CuentasClarasDigital, las cinco transferencias tuvieron lugar en 2011 por un total de 28.8 millones de dólares, una parte de los cuales salieron a la luz pública en el caso de los Papeles de Panamá.

Para manejar los bolívares en Venezuela, Gorrín habría utilizado por lo menos seis compañías de fachada que comparten la misma dirección y fueron inscritas en la misma fecha ante el Registro Mercantil Segundo del Estado Anzoátegui a cargo del abogado Javier Franceschi Dávila, hoy directivo de Globovisión.

Rantor Capital CA y Eaton Global Services, dos de las empresas de maletín usadas en la trama denunciada la semana pasada por el Departamento de Justicia de EEUU, serían parte de las compañías de las que Raúl Gorrín es representante legal o beneficiario final.

La trama de delincuencia organizada transnacional develada en Miami, que habría ocasionado más de mil millones de dólares en pérdidas a Pdvsa, es una de las muchas que saqueó a Venezuela. Las autoridades estadounidenses la bautizaron como Operation Money Flight que en español ha sido traducida como Operación Fuga de Dinero, un nombre no muy afortunado ya que, como diríamos en Venezuela, los billetes no tienen paticas ni alas. El dinero no vuela ni se fuga: se lo roban los corruptos.

Como relatamos en los libros Estado Delincuente y El Gran Saqueo, una casta cívico-militar disfrazada de revolución le robó a los venezolanos más de 300 mil millones de dólares, sólo entre 2003 y 2015.

La Asamblea Nacional ha aprobado en primera discusión la Ley de Recuperación de Activos Producto de la Corrupción. Es un primer paso. Obviamente, no se podrá ejecutar mientras se encuentre en Miraflores el dúo Maduro/Flores. Por ello es esencial seguir luchando por el cambio político urgente que clama Venezuela para que se haga justicia y poder así recuperar el dinero robado, que tanta falta hace para enfrentar la crisis humanitaria que está matando a los venezolanos.

Twitter: @TablanteOficial

Facebook: Carlos Tablante

Web: www.carlostablante.com

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Nelson Freitez

Después de dos décadas de dominación política, el grupo en el control del poder en Venezuela evidencia un lento resquebrajamiento de sus mecanismos y estrategias de sometimiento y subordinación de la población. La magnitud y cuantía de protestas sociales en la mayor parte de entidades del país durante el primer semestre de este año, protagonizadas por una diversidad de sectores tanto de trabajadores como de vecinos usuarios de servicios o de personas con patologías crónicas, nos habla de una verdadera eclosión de demandas contenidas que ya no pueden ser represadas. Aunque aún se mantienen sin articulación suficiente y proyecto de cambios.

Las múltiples afectaciones de toda la población en sus necesidades vitales está haciendo insoportable su existencia cotidiana. La ya crónica escasez de alimentos y medicamentos compromete y colapsa la vida de cientos de personas diariamente. El severo deterioro de todos los servicios públicos no permite vivir sin emergencias, penurias, ni furias. La falta de dinero efectivo se ha agregado a los estragos de la hiperinflación para pulverizar la capacidad de compra de todos los estratos sociales y convertir en imposible realizar la más elemental de las transacciones. La virtual parálisis del transporte público hace titánica la movilidad de millones de venezolanos. Ante tamañas perturbaciones diarias, unos salarios devaluados de millones de trabajadores, sobre todo del sector público, van dejando al desnudo el creciente empobrecimiento de este amplio segmento de nuestra población.

Ese enorme volumen diario de protestas sociales en los principales centros urbanos del país refleja el malestar generalizado de una población torturada, que no percibe soluciones sino una metástasis que deteriora al máximo los servicios públicos y la somete a una agonía cotidiana. En los últimos meses son precisamente los trabajadores del sector público, particularmente de la salud, servicio eléctrico y telefónico, producción de cemento, educación, de las empresas de Guayana, quienes han manifestado su cuestionamiento al salario que devengan, a la seguridad social que reciben y exigen incrementos salariales equivalentes a los sueldos de la privilegiada oficialidad militar.

Además, durante todo este año, las personas con enfermedades crónicas que requieren con urgencia medicamentos de alto costo, han desplegado un sinfín de movilizaciones para exigirle al Estado el cumplimiento de múltiples promesas cuyo vencimiento se ha traducido en muertes y agravamientos múltiples. Asimismo, jubilados y pensionados alarmados por unas bonificaciones paupérrimas y unas formas de pago inhumanas, se han atrevido periódicamente a cerrar vías y exigir incrementos y pagos completos y eficientes de las mismas. Sin obviar, las ya recurrentes ´trancas´ por agua, gas, comida, electricidad, transporte, de vecinos ya sin paciencia, hastiados de tanto soportar.

En fin, en las últimas semanas la multiplicación de las protestas nos viene indicando que algunas de las poblaciones más afectadas por la emergencia humanitaria (personas con enfermedades crónicas y pensionados), trabajadores del sector público (enfermeras, médicos, asalariados de empresas de servicios) y vecinos de zonas populares, trascendiendo el cúmulo de presiones, amenazas y obstáculos para expresar sus reclamos, descontentos y aspiraciones, se han atrevido a sostener en las calles acciones que, realizadas en este contexto dictatorial que vivimos, nos puede estar indicando el inicio de la fractura de los mecanismos y estrategias de contención y sometimiento político y militar de la población. En especial, se visualizan algunas acciones articuladas desde las mismas bases de trabajadores y vecinos al margen de partidos y altos funcionarios públicos, que pueden prefigurar modalidades autónomas de dirección y acción colectiva.

Pudiera advertirse que la división de la fuerza laboral entre seguidores y opositores al régimen, el temor a ser reprimidos al protestar por derechos, las represalias ofrecidas a trabajadores de instituciones gubernamentales y la amenaza de colectivos armados que como peligrosos esquiroles buscan contener la protesta laboral y vecinal, empieza a ser sorteada por quienes ya no soportan condiciones de vida y trabajo que impiden su salud, alimentación y al final su vida.

Condiciones objetivas se imponen para ir modificando la vida subjetiva de millones de personas, las cuales se van convenciendo que si no exigen sus derechos en las calles, les espera todavía un mayor deterioro y, hasta la inanición y la muerte. La dura realidad está obligando a luchar por reivindicaciones que rápidamente comienzan a adquirir un carácter político al advertirse que su realización pasa por el desplazamiento pleno de la élite en el poder. Podemos estar en los albores de un proceso en el que los “cercos” que la élite en el poder creó para impedir la movilización y articulación de la mayoría de la población, en particular de sectores populares, empiezan a ser enfrentados. Las posibilidades de un paro general como mecanismo articulador nacional de la protesta social y política están a la orden del día.

@nefreitez

Sociólogo. Profesor Titular UCLA. Coordinador Cátedra DDHH UCLA. Salsa y boleros en el ocio

Punto de Corte | Jul 31, 2018

http://puntodecorte.com/se-rompe-el-cerco-dominante/

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Alberto Hernández

Crónicas del Olvido

“Se denomina zurdos a los diestros de la mano izquierda. Son tipos que piensan con el cerebro derecho. Que cuando nos meten un codazo en un banquete nos dicen “disculpe, soy zurdo”. Como si dijeran “soy huérfano”, y se quedan lo más derechos. Conviene no contrariarlos nunca. Los médicos dicen que los zurdos contrariados se vuelven tartamudos. Lo que es una contrariedad”.

“Piolín de Macramé o Florencio Escardó: total, es él mismo”

1.-

Seguramente habrá zurdos que se contraríen con este texto del humorista argentino. O diestros que se molesten porque no fueron tomados en cuenta. En todo caso, ser diestro o siniestro lleva una tremenda carga semántica. Que lo digan los políticos anacrónicos, los que se pelean las manos para calificarse o descalificarse y caerse a tortazos “ideológicos”. Total: tenemos dos manos, y eso conduce a conformarnos, al menos los que creemos ser normales o usar ambas manos para llevarnos los dedos a la cara. O escribir en un teclado.

Era común y corriente tenerle desconfianza a los zurdos en tiempos escolares de hace décadas. Ser zurdo podía significar retraso o alguna enfermedad ancestral. Los mismos maestros porfiaban al lado del pupitre para que el niño usara la mano derecha atada al lápiz. Y duró mucho tiempo, hasta que la mano izquierda se hizo diestra y se entendió que escribir con ella era la misma cosa: en cualquier idioma la mano izquierda traza letras y sabe acariciar, entre otros asuntos relacionados con el placer.

Esa entrada casi violenta en este ambiente, da pie para decir que el racismo no sólo tiene que ver con el color de la piel ni con la forma de los párpados. Los hay también manuales, porque ser zurdo representaba ser de una extraña raza.

Hay racismos entre blancos, entre negros, entre indios, entre mestizos, entre marcianos y entre los venezolanos que se dicen no ser racistas cuando defienden sus orígenes.

La etnografía puede ayudar a ser más atentos al color que escondemos en nuestros sentimientos.

Es que todo depende del tono y la mirada, me decía una persona que sabía mucho de esto por haber sido negra: mi abuela africana materna, como lo sabía también mi abuela india/española por parte de padre. Yo soy racista porque me gustan los matices de las distintas “razas”, aunque la palabra no me gusta. Los antropólogos eurocentristas impusieron el término y nos quedamos negros, blancos y amarillos, razas como de los perros: pastor alemán, puddle, chihuahua y el muy callejero y marginal cacrimier, etc. Y luego, los más modernos acuñaron “etnia”, como para quitarnos un peso de encima, el de los elefantes, por ejemplo. Y ahora los “colectivos”, otra raza, otra etnia, profundamente racista en cuanto en tanto sean provistos de recursos.

2.-

El racismo ya existía en este continente mucho antes de la llegada de Europa. Entre los aborígenes de la hoy llamada América, desde el Norte hasta el Sur, hubo diferencias que trajeron guerras por el solo hecho de hablar distinto o ser de piel más clara y mostrar hasta una forma de ver la vida o de cazar o pescar. Los indios piel roja no habrían congeniado con los cumanagotos, los wayúu o los piaroas: no se conocían, pero de haberlo hecho se habrían deglutido como lo hacían los caribes –siempre fueron canoeros de la cuenca marina que los denomina- o los incas, maya-quiché o los toltecas, quienes sacrificaban a sus parientes en nombre de sus dioses. O se comían porque les daba hambre sagrada o no conseguían cochinos de monte, guacharacas o carnes roja o blanca apetitosas. Las guerras entre esas culturas eran a muerte. Y no tan lenta.

Con la llegada de los europeos la situación cambió: los aborígenes fueron convertidos en la ojeriza de españoles, portugueses, franceses, ingleses y holandeses. Y como los aborígenes eran débiles, el padre de Las Casas se condolíó con ellos y aceptó o propuso la idea de traer gente de África. Pero habría que decir que quienes laboraban en las tribus de estas tierras antes de la llegada de ese continente eran las mujeres, mientras los hombres, en su mayoría, permanecían enchinchorrados. Aún es así.

¿Cuántas emociones, cuántas palabras, cuántas maldades en nombre de las razas? Innumerables. Razas superiores, supremacía del blanco, hasta que el europeo se acostó con negras e indias y apareció en escena esa “raza” que dieron en llamar mestiza, y luego los pensadores e ideólogos zurdos le agregaron América. Somos la América mestiza.

Ser zurdo era una “patología”, así como ser diestro era una normalidad. Pues bien, ser negro, blanco o indio y sus resultados socio/sexuales/gozosos: mestizo, es una condición que arrastra muchos significados antropológicos que en estos tiempos siguen siendo una curiosidad molesta y hasta criminal. Es decir, una contrariedad.

3.-

Se me ocurrió escribir acerca de este ya trillado asunto porque al parecer alguien descubrió que somos un país racista. No quiero poner en duda esas afirmaciones, pero sí me gustaría pasearme por los estertores de quienes lo dicen para no dejar morir el momento, que se presenta redondo en estos años de endoxenofobia (valga el neologismo) provocada por un régimen (gobierno no es) que ha desatado muchos demonios. Unos que andaban por ahí y otros que han despertado con legañas en el alma.

Existen diccionarios de todo tipo. Desde el de la Real Academia pasando por el de todas las lenguas habidas y por haber hasta los de Insultos, vicios, astronomía, filosofía, literatura, medicina, psiquiatría, geografía, humanidades, sexología, en fin, para todo hay un diccionario. El que hoy se me ocurre tiene que ver con términos que aluden, de alguna manera nada original, el racismo y otras aristas y malquerencias que luego se convirtieron en costumbre y hasta en palabras y frases sociales, amistosas, amorosas, etc. Como decía antes, todo depende del tono, del brillo, de la tesitura, del ritmo, de los latidos del corazón, etc.

Todo está inscrito en eso que llaman los semiólogos campo léxico y que de alguna manera usaremos para que los expertos crean que uno sabe mucho de esto.

Igual existen títulos, libros, en los que nos tropezamos con este tema que trae de cabeza a gente de todos los colores, formas de caminar, defecar, besar y hasta de amar. Colón fue uno de esos escritores que dejó toda una fábula acerca de los “fenómenos” que imaginó para atraer la atención del poder español. Toda una literatura que aborda la presencia de personas diferentes a los blancos del Viejo Continente. Recuerdo un título de Guillermo Morón que hace referencia al producto interno bruto/ humano de aquella llegada: “Patiquines, Pavorreales y Notables” (Editorial Planeta, Caracas 2002), para dejar sentado que no sólo de los aborígenes o esclavos se decía mal, sino también de los llamados oligarcas.

Pero bueno, vamos al asunto que nos compete: el diccionario que les traigo. Es común y corriente andar con las palabras en la punta de la lengua. Mientras estén allí no hacen daño, pero una vez salen de la boca, comienza un espinoso episodio.

Los términos que pondré a la disposición del lector los hemos usado todos, con o sin ánimo de ofender, dependiendo, como señalé arriba, del tono, el brillo o la tesitura del hablante.

No las escribo en orden alfabético porque alguien podría sentirse insultado racialmente, por aquello de las preferencias supremacistas. Con toda libertad, anárquicamente, para que podamos sentirnos dueños de nuestros actos y egos. Digo yo.

Desde el punto de vista del origen del sujeto me paseo por las voces “portu”, “nica”, “gringo”, “cubiche”, “caliche”, “gallego”, “gocho”, “veneco”, “sudaca”, “chino”, “judío”, “maracucho”, etc., que designan un gentilicio, sesgada o no, apuntan hacia el lugar de donde proviene el “interfecto”: Portugal, Nicaragua, Estados Unidos, Cuba, Colombia, Galicia, Andes venezolanos, colombo/venezolano (doble nacionalidad), Suramérica, China, Israel (religión o apellido), etc. Partimos de este índice semántico como lo haremos con otras un poco más tarde.

Nunca he usado la primera palabra para designar a un lusitano. Creo que esa cultura le aporta a nuestro país una riqueza extraordinaria. Poco usamos el segundo por la ínfima presencia de centroamericanos en nuestro país, pero de los americanos del Norte sí, aunque el término no nació en Venezuela. Decir de los cubanos, mucho, no tanto por racismo ni xenofobia, más por hacer un uso donde está presente el humor. Aunque ahora, por su abrumadora presencia política, social y económica (tráfico y corrupción van juntos), las cosas han cambiado. Son poco queribles en Venezuela. Contra los colombianos sí hubo conductas del venezolano poco amigables en cuanto a su trato. Por supuesto, la xenofobia contra los nacionales del país vecino fue degradándose hasta quedar la palabra como un saludo hasta familiar. De los gallegos -al igual que de los gochos- se habla mucho, pero eso hoy forma parte de un sentimiento diferente: por cariño, afecto, humor. La diáspora ha profundizado en Colombia y España tanto el “veneco” como el “sudaca”, peyorativos dependiendo del sujeto que los use. No suelen ser apreciados. Ser chino no es un insulto, es una nacionalidad, a menos que el hablante agregue un adjetivo que modifique la normalidad de la presencia del extranjero. La expresión no contiene desafecto, pese a lo desagradables que puedan ser en su comportamiento con los nacionales. Pero la palabra “judío” sí tiene un profundo arraigo criminal desde hace siglos. La muestra más reciente: el Holocausto en la Alemania nazi. En Venezuela este término no abrigaba resentimiento ni odio, como el que ha sembrado el actual régimen en algunos de sus seguidores, lo que expresa ignorancia y delito. Sinagogas fueron asaltadas por desatados emocionalmente apoyados por Miraflores, mientras las mezquitas eran protegidas. Así como ha contribuido a que los cubanos sean rechazados por su intromisión en nuestros asuntos políticos, militares, etc. Los rusos no pasan inadvertidos. “Maracucho” se sostiene en la llamada “viveza” del nacido en el Zulia. Todo zuliano es maracucho. El gentilicio marabino muta y hace ver que el natural de esa zona tiene un carácter regional que los hace ver violentos. Cuestión que es una falsificación que se ha convertido en un simple mote. La voz maracucho pasó a ser un verdadero gentilicio en sentido cariñoso. Es decir, este sentimiento en algunos venezolanos acerca de culturas como la judía, la norteamericana o la europea tiene origen en las mal intencionadas políticas de Chávez y Maduro. No se puede concebir que la lengua se mantenga inactiva cuando la fuerza física sea incapaz de reaccionar. Lamentablemente, los pueblos de este tipo de régimen son arropados por la ligereza de las palabras, producto de un activismo cuya coherencia está centrada en el insulto. El mismo hecho de concebir las voces “afrodescendiente” o “afroamericano” (para evitar decir “negro”, “niche” en español, o el despectivo “nigger”, el genérico “black” o el específico “blackamoor”, en inglés) como términos ideológicos, provoca rechazo en la población, inclusive en algunos estratos de la cultura negroide nacional, porque los aleja del resto de las comunidades con las que hacen vida. Ese término es racista, diferenciador, excluyente. Repito: en la medida en que se siga usando como consigna para atraer a esa comunidad.

Un caso muy curioso tiene que ver con los apellidos. Muchos creen que por ostentar uno español los hace nacionalmente herederos de derechos, pero quienes llevan uno italiano, portugués, inglés, francés, alemán, etc., pasan a ser gente sospechosa o descendiente de extranjeros. Habría que preguntarle al delicado insidioso por qué su apellido no es Cuicas, Chinchorro, Múcura, Arepa, etc. Y se siente más aborigen que Guaicaipuro. O por qué en lugar de español no habla warao, wayúu o maquiritare. Algunos se ufanan de afectar a los judíos mientras llevan en su cédula un apellido sefardita. La soberbia y la arrogancia del poder no los deja ver.

4.-

Ese campo léxico/ semántico alude a la geolingüística, pero hay otros términos, voces de presupuesto generativo, es decir, aquellos que eslabonan significativos adventicios. Los relacionados con el trabajo, por ejemplo: lavandera, barrendera, campesino, campuruso, provinciano, rural, conuquero, bodeguero, cocinera, limpia pocetas, entre otros oficios que podrían ser objeto de estudios más densos y conforman un índice semántico aparte.

Igual sucede con la condición física de ciertas variedades humanas o mestizas: mulato, pelo chicharrón, bembón, bachaco, zambo, salto atrás, guaricho (nombra a los niños de manera afectuosa en el Oriente de Venezuela. Voz kariña o cariña), etc. Es recomendable añadir que cada voz define un carácter onomasiológico. De la palabra original (de su lexema) se desprenden otras significancias que alimentan el mencionado diccionario pero cuyo contenido no alberga carga negativa.

El perfil social lleva lo suyo. En un diccionario del insulto caben: “chusma”, “populacho”, “horda”, “pajúo”, “pato”, “jalabolas”, “foca”, “analfabestia”, “mongólico”, “gallina”, así como los agregados bien agregados referidos al sexo: “lesbiana”, “cachapera”, “marico” (aunque éste ya perdió su peso semántico), etc. Igual los relacionados con el intelecto: “burro”, “animal”, “bestia”, etc. Muy nuevos como “varón” (de la jerga carcelaria introducidos por los cristianos evangélicos y usados en la calle como muletilla de salvación o aceptación social o buhoneril).

Un “carajo” es distinto a un “carajete” o a un “carajito”. El primero suele decirse en diferentes tonos: amable, amistoso, iracundo, etc. El segundo es más despectivo. El tercero es amoroso, paternal, maternal, familiarmente infantil.

Quedan, por supuesto, muchos fuera de este emergente diccionario en el que el racismo, la xenofobia y demás pecados capitales en Venezuela no tienen el peso que podrían tener en otras regiones del mundo. A veces esos pecados se convierten en humor negro, en amistades, en delectaciones, en arrecheras instantáneas como la leche en polvo, porque vacilarse la parte con quien nos vea como somos y hacerse pana de nosotros alisa cualquier superficie.

Las ideologías traen consigo muchos males: las políticas, las sexuales, las religiosas, las económicas, las sociales, etc. Cada pensamiento dogmático implica caer en el fanatismo, en una patología que hace del ser humano un sujeto cuestionable.

NOTA BENE:

El autor de este trabajo no se hace responsable por su “racismo”: me encantan las “razas” siempre y cuando ellas no se conviertan en una supremacía. Puedo tener buena relación con un chino, pero si abusa de mí y de los míos, de mi país, no me cae bien. Y así lo afirmo de cubanos, iraníes, rusos, turcos, etc. Eso no quiere decir que sea racista, xenófobo o chovinista. Igual, tengo amigos de distintos sexos que tienen preferencias diferentes a la mía. Respeto mucho su vida, siempre y cuando no se sobrepasen con teatrales amaneramientos que intenten estropear la amistad. Y como se trata de un tema muy delicado, lo dejo hasta aquí.

Los venezolanos tenemos sangres revueltas, mezcladas: somos españoles, africanos, indígenas, italianos, portugueses, judíos, árabes, etc. Eso nos distingue en el mundo. Por eso, ser racista en venezolano es una dislocación mental mucho más delicada que la que se manifiesta en otras regiones, pero sí existen rasgos de racismo endógeno y exógeno. Eso no se puede negar, pero sin violencia, sólo palabras, cargas emocionales momentáneas, que luego se convierten en señales de atención, en manos sobre los hombros y hasta en eventos familiares.

Somos blancos, bachacos, morenos, negros: un arcoíris biológico. Y eso nos maravilla. Otra cosa tiene que ver con quienes han venido a este país de manera grosera a jodernos la paciencia y a explotar nuestro gentilicio y riquezas en nombre de ideologías.

Ahí sí me arrecho y digo groserías.

No más.

 12 min


​José E. Rodríguez Rojas

Los ingresos del gobierno han caído y ha optado por imprimir dinero para financiar los mecanismos de control social potenciando la hiperinflación, lo cual ha incentivado la conflictividad social. La hiperinflación y la conflictividad pueden conducir a un gobierno de transición que posibilite el levantamiento de las sanciones y tramitar nuevo financiamiento ante la Asamblea Nacional. Sin financiamiento no es posible salir de la crisis económica.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reporte más reciente sobre Venezuela prevé una inflación anualizada de 1.000.000,00% al año. La estimación del FMI para algunos puede parecer descabellada, pero es realista. La banca de inversión Barclays Capital estimaba 200.000%, pero la diferencia de pasar a 1.000.000,00% es un poco más de inflación mensual. Barclays Capital esperaba un 80% de inflación mensual, pero se ha incrementado a 150%, lo que hace factible que se pueda llegar a 1 millón o 2 millones anuales de inflación.

Algunos sectores del país albergan la esperanza de que el gobierno pueda entrar en razón y cambie su política económica a fin de revertir el proceso inflacionario. Esta perspectiva choca con las previsiones de Barclays Capital. Según esta banca de inversión los ingresos del gobierno han venido disminuyendo. El gobierno había puesto su esperanza en el incremento de los precios del petróleo para recuperar sus ingresos, pero la caída de la producción petrolera ha bloqueado esta posibilidad. La producción petrolera viene cayendo. Este año se ha contraído 40%, la caída de la producción más que compensa la subida reciente en los precios del petróleo, por lo cual los ingresos han caído. El gobierno tiene la esperanza de que la producción se recupere, pero las previsiones son que continuará cayendo, al igual que los ingresos del gobierno. En la medida que caiga la producción petrolera y los ingresos, la única salida del gobierno es continuar imprimiendo dinero. La semana pasada, en una sola semana, el Banco Central expandió la base monetaria (dinero circulando en la economía) en un 25%. Para tener una idea de lo desproporcionado de esta cifra, podemos mencionar que en el caso de Colombia el crecimiento de la base monetaria, durante todo un año, no llega a la mitad.

El gobierno ha apostado al control social, realizando aumentos de salario mínimo y llevando a cabo transferencias (subsidios como las bolsas CLAP y bonos) que de alguna manera garanticen la fidelidad de la población beneficiaria o los desestimule a protestar. Pero ello se convierte en una bola de nieve pues debe imprimir dinero para hacerlo, lo cual impulsa aun más la inflación. Estos mecanismos pierden efectividad pues no logran compensar los elevados incrementos en el costo de vida que genera la hiperinflación. El salario mínimo en términos reales (capacidad de compra) ha caído prácticamente a cero, apenas alcanza para comprar una lata de atún, si es que se consigue. El deterioro que genera la hiperinflación crea un ambiente que ha llevado a un incremento de la conflictividad social, la cual es previsible que crezca en los próximos meses.

El gobierno ha intentado llegar a un acuerdo con los empresarios a fin de realizar un control de precios consensuado con estos sectores. Estos acuerdos es poco probable que prosperen y tengan alguna posibilidad de éxito pues la salida a la crisis económica requiere financiamiento para atenuar la escasez de divisas y mejorar el abastecimiento, no solo de alimentos y medicinas, sino de insumos para restaurar el aparato productivo y el sistema de transporte de alimentos y de pasajeros.

El acceso a nuevo financiamiento es improbable que se dé, pues Venezuela está en default. Tiene sanciones que limitan el acceso a nuevo financiamiento. Los países amigos del gobierno como China y Rusia han estado esquivando la posibilidad de concederle más recursos. Sin financiamiento es imposible solucionar la crisis económica de Venezuela. El acceso a financiamiento requiere el levantamiento de las sanciones por la comunidad internacional, para lo cual es indispensable que el gobierno tramite el nuevo financiamiento a través de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición. Esto, es muy poco probable que suceda, mientras Maduro esté en el poder. Es probable que la hiperinflación y la conflictividad social que ésta genera, contribuya a algún tipo de transición política que pueda abrir el camino al levantamiento de las sanciones. Sin ello no hay posibilidad de resolver la crisis económica.

Nota: este artículo se basa mayormente en una entrevista al economista Alejandro Arreaza de la banca de inversión Barclays Capital realizada en el programa CNN Dinero, el 24 de julio del presente año. En lo relacionado con la necesidad de un régimen transición política para acceder a financiamiento recoge también planteamientos del economista Alejandro Grisanti de la consultora venezolana Ecoanalitica, hechos en una entrevista reciente en el mismo programa.

Profesor UCV

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Estos tiempos, se sabe, se encuentra marcados por rápidas y radicales transformaciones que nos vienen de la mano del desarrollo tecno científico, afectando profundamente todos los planos (político, económico, cultural, institucional, ambiental, ético y hasta religioso) de la vida humana. Vivimos, pues, un una suerte de tsunami tecnológico que ha llegado también, a su manera, hasta las costas del balompié, según se vio en el recién finalizado campeonato celebrado en Rusia.

Si bien tal vez sea recordado por el VAR, dada la polémica que trajo consigo su implantación, este Mundial dejo ver innovaciones aún más importantes venidas de la informática, la nanotecnología, las neurociencias, la biomecánica, la psicología y paremos de contar, referidas a la vestimenta, la fabricación de equipos y materiales, el entrenamiento, la nutrición y la salud del atleta, el mejoramiento de estadios (incluyendo medidas de seguridad casi orwelianas), el concepto mismo del fútbol como espectáculo y, de manera muy relevante, las estrategias para competir, vía, sobre todo, inteligencia artificial y big data, dada su capacidad para recoger, guardar y relacionar cantidades casi infinitas de datos, permitiéndole al cuerpo técnico preparar y monitorear los partidos.

Visto lo anterior, la metamorfosis del deporte en todas sus disciplinas, como consecuencia de la utilización de un abanico muy variado de innovaciones, ha puesto sobre la mesa cuestiones que parecieran desbordar nuestra capacidad para pensarlas y calibrarlas., así como para determinan como han de ser reguladas. En efecto, junto a las innovaciones referidas, asoma la posibilidad de formas más sofisticadas de dopaje - dopaje genético, dopaje cognitivo -, con relación a las cuales las autoridades deportivas, incluidas las del futbol, han encendido las alarmas, asumiendo que no son cuentos venidos de la ciencia ficción. Tan así son las cosas que en el caso de los eSports, se exploran las maneras de detectar si algunos competidores utilizan sustancias orientadas a reforzar la capacidad de concentración y en parecido sentido cabe mencionar que en los últimos Juegos Olímpicos, celebrados en Brasil, las autoridades tuvieron que tomar a tientas algunas previsiones para determinar si los atletas incurrían en el dopaje genético, mientras que para el próximo evento de Tokyo las medidas se redoblarán.

Los estudiosos han empezado a hablar, por tanto, de la necesidad de repensar a fondo la actividad deportiva, mirando si su “tecnologización” desvirtúa su naturaleza. ¿Cuál irá siendo, entonces, el peso que tienen los diversos laboratorios en el resultado de las competencias? Es esta una pregunta que hoy en día no es para nada descabellada y su respuesta alude a la forma como se desarrollará el deporte en el futuro, no muy lejano, por cierto.

HARINA DE OTRO COSTAL

El Presidente Maduro lleva varios días tratando, sin mucha fortuna, de explicarnos como sacará el país del hueco en el que se encuentra metido. Con reiteración digna de mejor causa, ha anunciado un conjunto de medidas de emergencia, al paso que nos señala, en tono de primicia, que el modelo rentista petrolero no da más de sí y que este nuevo programa económico, el quinto o sexto, creo, en lo que lleva de gestión, “inicia un nuevo proceso que nos llevara a un nuevo comienzo”, frase criptica, envoltorio de un conjunto de propuestas que, de acuerdo a los entendidos, algunos de ellos partidarios de su gobierno, tienen poco que ver con los problemas que se pretenden resolver. Quitarle cinco ceros a la moneda actual y otras ocurrencias, como anclar la moneda al petro o imponer el carnet de la Patria como requisito para “racionalizar el parque automotor”, no son, opinan, sino el maquillaje que intenta disfrazar la bancarrota de un modelo desacertado, cuya última secuela es la hiperinflación que hoy en día nos impide adquirir el pan nuestro de cada día.

De paso, el Congreso del PSUV, que en días previos generó algunas expectativas respecto a posibles enmiendas en el rumbo del gobierno, alimentadas por voces críticas de ciertos dirigentes, a la postre pareció ser un evento que prefirió esconder sus discrepancias bajo la alfombra y presumir de su unidad monolítica, sellada a cal y canto al mejor modo estaliniano. En fin, mal anda el país por estos tiempos porque mientras una parte de su liderazgo no se ocupa de otra cosa que no sea subsistir en el poder, otra no termina de calibrar la tragedia venezolana y mucho menos de asomarse como una opción política.

El Nacional, miércoles 1 de agosto de 2108

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Pedro R. García Montero

No tengo el honor de conocerlo personalmente, ni Ud. me conoce a mí. Soy un camarada ruso, seguidor y admirador de Ud. y del proceso revolucionario que tan eficiente, singular y magistralmente conduce el camarada Nicolás Maduro.

Mi nombre es Igor Dolotengo, ex miembro de la KGB (“Katerva” de Guisadores y Bandidos) al servicio de la desaparecida Unión Soviética y si le interesa descendiente de Iván El Zar Nosov y del Mariscal Iván Tresketecho. Durante mi servicio en la KGB me dediqué al Zoo-espionaje (Зоопарк шпионаж) y aprendí todas las técnicas de camuflaje y encubrimiento para descubrir desestabilizadores del régimen moscovita. Por un año estuve en Siberia espiando a los osos bipolares, que por mucho tiempo destruían las redes de electricidad y de comunicaciones. Cuando estaban eufóricos la cogían con los postes, subestaciones; cuando estaban deprimidos se dedicaban a cazar focas (tal como las que existen en la ANC de su país) o a leer libros de historia de Rusia o a hacer talleres con el Método Silva.

Con esta breve introducción quiero confesarle que he estado de espía por seis meses en su país en una misión que me encomendó mi presidente, Wladimir el hijo e’ Putin, siguiendo la trayectoria y observando los hábitos de algunas especies de fauna de su país. Por un mes me camuflé disfrazado de iguana, observando lo que hacían y finalmente concluí que esta especie no ha sido la causante de los últimos apagones. Estuve en Guayana disfrazado de morrocoy, pues me habían dicho que este quelonio si “subía palo” y en consecuencia si sube palo, sube postes y torres. Igualmente, descubrí que los morrocoyes tampoco eran saboteadores.

Después de haber estado en Caracas por varios meses durmiendo en matas de mango y disfrazado de rabí pelao, hoy me llevé la gran sorpresa!!!!! Descubrí como a las 9 de la mañana una bandada (mejor dicho unas bandidas) de guacamayas (de color azul, naranja y amarillo, los mismos colores de un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular y Primero Justicia) volando hacia varias subestaciones y líneas eléctricas. Detuvieron su vuelo y le cayeron a los cables y trasformadores, como dice el refrán ruso, “como cochino a la mierda” (del vocablo ruso, Как свиньи трахаться). No hay dudas que ellas fueron por que las pude observar y filmar “этими глазами, которые будут есть черви” (del vocablo español “con estos ojos que se van a comer los gusanos”). (Ver fotos de las guacamayas en flagrancia)

MI querido y eficiente general Motta (así se llamaba la perrita mascota de mi abuela Svetlana Vinográdov), en vista de lo ocurrido le recomiendo reportar este hecho al General Padrino López para que proceda a dar el alerta a todas las fuerzas armadas bolivarianas y declararle la guerra a estas guacamayas traidoras y enemigas del proceso. Tengo evidencias de lo bueno y efectivo que han sido reprimiendo a los apátridas en sus manifestaciones y protestas, en consecuencia está en sus manos dar órdenes a la Infantería de Marina, Artillería y Fuerza Aérea para ataquen sin piedad a esta fauna escuálida y apátrida. Una vez destruidos sus nidos, de órdenes a las UBChe y Milicianos para que recojan los escombros y sepulten a las guacamayas caídas. Si es necesario, acabar con todos los árboles que se encuentren en su camino.

El próximo paso es dar órdenes al SEBIN y GNB para que allanen las casas y apartamentos que sirven de comederos de estas maléficas aves y decomisar todas las semillas de girasol, conchas de arepa, futas y “cere cere” que encuentren. Acto seguido se procederá a realizar los debidos juicios militares y privación de libertad a los dueños de esas viviendas y a todo los que en ella habita, por delito de traición a la patria y entorpecer la felicidad y calidad de vida hoy disfrutada a plenitud por el pueblo venezolano, gracias a la revolución.

Atentamente y siempre a sus órdenes y fiel a esta hermosa revolución

IGOR DOLOTENGO

EX MIEMBRO DE LA KGB

ВЕНЕЗОЛАНО, ГОВОРЯТ НЕ ГУАКАМЯС (VENEZOLANO DILE NO A LAS GUACAMAYAS)!!!!

CAMARADAS, NO PERMITEN QUE EL CIELO CARAQUEÑO SE ENTURBIE CON

ESTAS MALÉFICAS AVES

ОНИ НЕ ВЕРНУТСЯ, ОНИ НЕ ВЕРНУТСЯ, ОНИ НЕ ВЕРНУТСЯ, ОНИ НЕ ВЕРНУТСЯ ¡!!! (NO VOLVERÁN, NO VOLVERÁN)

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