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Benjamín Tripier

Análisis de entorno: sanciones versus elecciones

Benjamín Tripier

Con el tema de la Cumbre de Bogotá se abre un capítulo más con iniciativas que les dan más peso a las sanciones que a la democracia. Porque tenemos sanciones, entre otras cosas, por las dudas que presenta nuestra democracia. Y siempre está el tema de si se levantan primero, o si, primero hay elecciones. Y pareciera una selección dicotómica donde las dos opciones tuvieran el mismo peso.

Es importante deconstruir el problema para poner en perspectiva esta nueva corriente de negociación que tiene como promotor principal al presidente Gustavo Petro de Colombia, luego de cuatro visitas en cuatro meses para reunirse con Nicolás Maduro, de varias visitas del canciller de Colombia, de la primera dama colombiana, y de la presencia continua del embajador de Colombia en Venezuela.

Una de las piezas que surge de la deconstrucción es la intencionalidad manifiesta de Petro por asumir un liderazgo regional que hasta ahora le había sido negado, y resultó ser que intervenir en el caso Venezuela le daba esa oportunidad, porque había suficientes argumentos que lo apoyaban como para que realmente tuviera sentido.

Entre esos argumentos estaban los 8 departamentos con los que Colombia tiene frontera con Venezuela, donde se disparó la pobreza, los aproximadamente 2,5 millones de venezolanos viviendo en Colombia, la brutal caída del comercio bilateral que siempre había sido favorable a Colombia con exportaciones colombianas desde 2.200 millones de dólares en 2013 a 630 millones de dólares en 2022, y exportaciones de Venezuela desde 400 millones de dólares a 96 millones de dólares, en el mismo período de tiempo. El santuario para la guerrilla colombiana, el tema del narcotráfico, y, tal vez el iniciador de este emprendimiento, que es la afinidad ideológica entre ambos personajes, Petro y Maduro.

El otro tema es el caso Monómeros que Colombia insiste en que ya tiene información oficial del gobierno de Venezuela de que será 100% colombiana… que se la venderán. Claro que no hay que perder de vista que para vender un activo de Venezuela deben cumplirse algunos pasos, que, si no se dan correctamente, un futuro gobierno de Venezuela, podría reclamar la nulidad del negocio y entrar en otro problema más entre los dos países.

Porque hay que estar claros en que no hay una simpatía histórica entre los dos países, y, por lo menos hasta que Petro llegó a la presidencia, tampoco la había entre él y Maduro. Bueno… pero es política y nada es firme ni final, y ya tenemos a un “nuevo mejor amigo” en Colombia… y ya de esto sabemos, porque lo hemos pasado antes.

Lo anterior es lo que fácilmente se explica y lo que está a la vista; pero todo indica que faltan piezas.

Siguiendo la deconstrucción, hay que entender que para EE UU no se trata solo de democracia y DD HH, sino que, principalmente, nos ven como “una amenaza inusual y extraordinaria” para su seguridad interior, por lo que es difícil que eso cambie con Maduro al frente del país, y con los militares declarándose todos los días al toque de Diana como antimperialistas, que es un eufemismo para decir anti EE UU.

Una pieza es importante porque está presente o porque no lo está. En este caso, la pieza faltante en la argumentación de los colombianos ante Joe Biden, es el tema petróleo, que siempre supo ser el pivote sobre el que descansaba cualquier aproximación al caso Venezuela; pero esta vez brilló por su ausencia. Tal vez por el tema de la auto confesada corrupción en Pdvsa, que podría haber desviado el sentido de la conversación de Petro con Biden.

Otra pieza pasa por el tema interno de Colombia que no está fácil para Petro, quien no tiene fuerza en el Congreso, y económicamente cada vez despierta más desconfianza en el empresariado, estimulando la salida de capitales de país. Y estos coqueteos con Maduro no lo ayudan.

No obstante, llama la atención el costo de oportunidad de hablar de Venezuela y de que le levanten las sanciones, gastando una reunión con Biden, que siempre es importante para tratar los temas de los colombianos, temas importantes para los colombianos se dejaron de tratar en esa reunión para reemplazarlos por el pedido a favor de Maduro. Porque, casualmente, coincide, casi palabra por palabra, con el insistente pedido del gobierno de Venezuela y de todos aquellos que los apoyan.

Según el mandatario, quedó planteado sobre la mesa que las sanciones se levanten una vez se realicen elecciones en Venezuela o se vayan retirando paulatinamente a medida que avance un cronograma y una agenda electoral en el país vecino. «Que el pueblo (de Venezuela) decida sin sanciones, sin presiones, su propio destino social y político», concluyó Petro al explicar que se ofreció a la ciudad de Bogotá para destrabar la situación entre la oposición y el oficialismo en Venezuela.

Todos los escenarios donde se discuta la situación política de Venezuela son buenos, porque ayudan a que los argumentos sólidos y genuinos se impongan y que las construcciones de relato y mediáticas se desmonten. Porque esto que está intentando Petro ya se había hecho antes; la gran diferencia es que esta vez la convoca un gobierno de izquierda, invita como testigos regionales a tres gobiernos de izquierda (Chile, Brasil y Argentina) y por la UE envían a un dirigente de izquierda. Digamos, lo menos, que el centro y la derecha estarán subrepresentados.

La delegación de EE UU en esa cumbre estará encabezada por Juan González, un colombiano que es hombre de la Casa Blanca y no del Departamento de Estado. Es alguien que conoce muy bien el caso venezolano, y que pudiera ubicarse del lado de la izquierda del gobierno de Biden, lo cual no significa que simpatice con el proceso revolucionario de Venezuela. En comentarios suyos recientes manifestó incomodidad con las respuestas del gobierno de Maduro con respecto a las propuestas de EE UU, que sin duda serán las que llevará a esa reunión de Bogotá. Porque hay que estar claros en que no hay nuevas piezas de información (por lo menos no que hayan trascendido y que sean oficiales) que lleven a que EE UU cambie su postura. Y como corolario comentó que no había planes para flexibilizar sanciones, y que, si no había progresos medibles y tangibles en el campo de elecciones libres, pues hasta podrían endurecerse aún más.

En definitiva, será una cumbre de Petro pidiendo cosas en nombre del gobierno de Venezuela, en presencia de testigos, frente a representantes de EE UU (no el DoS), que será el que decida si otorga algo, qué es lo que vaya a otorgar, y en qué condiciones lo haría. En esta cumbre no hay éxito garantizado.

Político

Lo primero que habría que decir es que el hecho de tener siempre que “lavar nuestros trapos políticos” en el exterior ya habla muy mal de nuestra situación interna. República Dominicana, Barbados, Noruega, México y ahora Colombia nos ponen en el peor de los perfiles, “más aún cuando hace menos de 15 días, la Corte Penal Internacional concluyó que el mandatario (venezolano) es responsable de un ataque sistemático contra la población civil”; y “la justicia estadounidense mantiene la recompensa de 15 millones de dólares por la captura de Maduro por narcoterrorismo”.

La aparición de Petro en la escena política venezolana pareciera querer hacer desaparecer del contexto el tema del párrafo anterior, y concentrar todo el peso en “sanciones versus elecciones”. Lo cual tampoco habla muy bien de nuestra política interna, porque deja el sabor a que, las elecciones sí, elecciones no, elecciones cuándo, dependen solo de la voluntad del gobierno.

Y la anticipada reunión de Petro con la oposición se nota que es meramente protocolar, porque el diseño de la cumbre se hizo en conjunto con Maduro en las reuniones mencionadas más arriba, y se le presentarán como un hecho consumado que fue discutido con todo el mundo menos con ellos… en fin… el sesgo es innegable.

La dinámica de chavismo versus gobierno americano que se impuso este año con la disolución del interinato, difícilmente cambie; y también difícilmente se presenten argumentos nuevos.

Es difícil que esa cumbre reactive el diálogo entre gobierno y oposición cuando todo el peso se puso en el gobierno y en las sanciones de EE UU, que no tienen nada que ver con la oposición. Porque EE UU no las puso a pedido de la oposición, sino, como todo lo que hace y no hace, las impuso por motivos y voluntad propios. Más allá de que los opositores puedan simpatizar con las sanciones, eso no los convierten en vinculantes.

La distorsión del concepto de democracia ha ido tomando cuerpo en toda la sociedad venezolana que no cree en los métodos y mecanismos, y que desconfía de todos. Ya ni siquiera creen que las primarias vayan a generar un personaje representativo, pues luego de 24 años de chavismo, sienten que gran parte de las instancias de oposición ya fueron penetradas y colonizadas. El opositor promedio sabe con claridad quienes son los verdaderos opositores, y si hubiera que votar, y finalmente lo hicieran, votarían por ellos. Pero creen que el resultado terminará siendo el que el G3 indique, y hasta allí llegó la democracia.

Social

El tema social fuerte se concentra en el salario básico y en las posibilidades de que sea formalmente incrementado. Cualquier aumento dejará un mal sabor para alguien; si se hace y es muy bajo la población se resentirá; y si es muy alto, difícilmente pueda cumplirse sin una emisión masiva de bolívares que lo licuará en muy poco tiempo.

La estrategia de los bonos pudiera funcionar, si los bonos fueran relevantes, pero la realidad es que no dejan contento a nadie… por el contrario, generan irritación y malestar.

Lo anterior se trata, en cualquier caso, de cirugía cosmética, y eso ya no es más posible. Hacen falta algunos cambios de fondo. Que lo ideal es que fueran amplios e integrales; pero sabemos que, en la situación de estancamiento económico, con la toma de decisiones limitada, no será posible.

Habría que permitir la libre negociación entre patronos y empleados para la empresa privada, para poder encontrar soluciones caso a caso, y evitar las decisiones lineales que pudieran ser muy fáciles de implementar para algunas empresas, pero que podrían quebrar a otras.

En cuanto al Estado, como patrono único del sector público, debería sincerar la nómina y dejar activos solo aquellos que agregan valor, y a ellos hacerles ajustes importantes. Para el resto, al sacarlos de la nómina, incorporarlos a los sistemas de asistencia social.

Y en el tema de las empresas del Estado, alinear la negociación de salarios a la productividad de cada empresa, permitiendo el cierre de aquellas que dan pérdidas sostenidas desde hace años sin justificación o explicación; y dejar que cada una de las que queden activas, se provea de los fondos para sueldos y salarios de su propio flujo de operaciones.

Como se notará, se trata de cirugía importante, aunque aún no de corazón abierto, pese a que a esa debería llegarse si queremos reinventarnos como nación. Al menos lograríamos segmentar el problema e ir solucionándolo por partes. Porque así como vamos, hemos creado un problema para el cual no tenemos la solución… vamos a transformarlo en un problema para el cual, en algún momento, podamos encontrar una solución.

Económico

Estamos estancados. Pero al menos, con la dinámica de intervención, nuevamente semanal, del BCV en el mercado cambiario, se genera un cierto espacio de tranquilidad, esperando a que se arranque para algún lado. Ni el gobierno muestra para dónde, ni el empresariado presenta alternativas.

Estamos en un punto en el cual nos mueven las esperanzas de que todo salga bien y nos encaminemos hacia un mayor nivel de bienestar y estabilidad. Porque el tema de la corrupción auto confesada en el gobierno, ha sacado a la luz las diferencias internas entre el chavismo clásico del Plan de la patria, y el neochavismo del dólar y el mercado. Y no se sabe quién la ganará. Porque el choque interno entre las dos facciones del neochavismo, los ha dejado vulnerables, y los tradicionalistas volvieron a la carga para ocupar espacios.

Mercado versus Estado. Ese es el tema; sabiendo que el estado no cuenta con recursos, pero no sabe cómo manejarse en una economía de mercado. El gobierno le tiene miedo al mercado… mejor dicho, le tiene miedo a perder el control económico según la conseja del fallecido Aristóbulo de que «si nosotros quitamos el control de cambio, ustedes (oposición) sacan los dólares y nos tumban».

Bueno… hoy no hay muchos dólares, y los pocos que hay, entran en el riesgo de la corrupción. Y quedó claro que no hay que cuidarlos de que la oposición se los lleve, sino de que su propia gente se los apropie.

Estamos en un momento crítico, porque el estancamiento puede arrastrarnos nuevamente a un ciclo híperinflacionario (bueno… ya estamos ahí, pero menos que cuando superaba 3.000%), porque no hay que olvidar que nuestra inflación es de oferta (o de su falta), haciendo que cualquier mínimo desequilibrio en la demanda produzca un exceso que se vuelva inmanejable. Nuestra inflación no es causada por exceso de demanda, sino por déficit de oferta. Por eso luce razonable mantener controladas las variables monetarias.

Aquí cabe aclarar que la manera más orgánica de inyectar recursos financieros en la economía productiva, desde los actores superavitarios a los deficitarios, es a través del mercado de valores que mantiene el contacto entre el origen de los recursos, a través de diferentes instrumentos bursátiles, con el destino de esos fondos, que difícilmente se dirijan a la especulación.

La propia necesidad ha ido generando que las empresas, especialmente las pymes del tejido industrial vayan, poco a poco, acercándose al mercado, y desde el mercado, los diferentes actores, casas de bolsa, sociedades de corretaje, bolsas de valores y Sunaval, han ido promoviendo la información y las normativas como para facilitar el acceso. Y el gobierno, a través de sus personeros, ha ido demostrando interés en el desarrollo del mercado de capitales y generando y facilitando las condiciones.

Son procesos de cambio cultural, donde el empresario mediano y pequeño se acostumbre a la idea de ser observado, que mantenga su institucionalidad transparente, y que los estados financieros sean un reflejo real de su situación de negocios, vía los auditores y los calificadores de riesgo. Entre las cosas positivas de esta terrible situación que nos toca vivir ya desde hace años, está una nueva cultura empresarial, poco dependiente del estado, y acostumbrándose a que el mercado es el que decide que es lo que debe producirse.

Hoy, cada producto que se encuentra en el anaquel de un supermercado fue pagado, por adelantado, y de su propio bolsillo, por un empresario venezolano… y eso, es realmente nuevo.

Internacional

Los acercamientos de Lula con China y Rusia en medio del choque frontal de estos con EE UU y la UE, dejaron en evidencia una debilidad antes nunca vista en la famosa Itamaratí, una de las cancillerías más prestigiosas del mundo. Allí siempre estuvo claro lo que imponían como ejemplo en el mundo diplomático, que era la política de Estado por encima de la política de un gobierno.

Lula tuvo que desdecirse y mencionar que, cuando dijo lo que dijo, no quiso decir lo que dijo. Bueno… ya pasó… pero queda y no se olvida. La pregunta es si es un nuevo enfoque con cancilleres paralelos impulsando políticas de izquierda y sin que la verdadera cancillería pueda administrarlo.

Siempre se pensó que Brasil estaba llamado a asumir el liderazgo en nuestra región, y nunca, por una razón o por otra llegó a concretarse. Ni siquiera ahora, que hay un vacío importante, está pudiendo lograrlo. Esa es una de las razones por las que Petro, desde agosto del año pasado, comenzó a promoverse como el nuevo líder de la región. Querer hacerlo, es muy distinto de poder hacerlo.

Pero hay que reconocerle que este tema de la Cumbre de Bogotá es un esfuerzo genuino, que alinea sus objetivos personales, con los de Colombia y con los de la región. Porque Venezuela, con millones de emigrados concentrados en Colombia y en Perú, ya es un problema de la región, y Petro está intentando ayudar.

Ya tuvimos el Grupo de Lima, el de Montevideo, y ahora el de Bogotá. Veremos adonde nos lleva, y si le sirve a Petro de impulsor, o si no lo hace. Porque Lula, parece que, otra vez más, perdió su oportunidad.

Recomendación

  • Al gobierno: que busque una solución no tradicional al tema de los aumentos de salario. Dejar que el tiempo pase sin tomar decisiones, ya es una decisión… una mala decisión. Seguir manejando a la gran masa de trabajadores como un solo bloque ya no responde ni a al nuevo perfil de país ni a las necesidades que de él se desprenden. Deben pensar y actuar en forma disruptiva, solucionado lo que se pueda y dejando el resto para después. Pero dejar todo para después no es una buena idea.
  • A la dirigencia opositora: que se plantee, y se prepare para, la posibilidad de tener que hacer unas primarias privadas con el solo propósito de identificar una persona que aglutine la voluntad de la mayoría de los participantes. Utilizar alguna plataforma ad hoc que permita un proceso bottom up, que surja de cada rincón del país y de cada rincón de la tierra donde haya un venezolano (el 16 de julio de 2017 hubo 1.600 centros en todo el país y 108 más en varias ciudades del mundo). Lo importante no es que el gobierno crea en el resultado, sino que los participantes crean en él como ya ocurrió en el pasado.
  • A la dirigencia empresarial: que hay que desarrollar un plan estratégico para el país donde se identifiquen posibilidades reales y no se apoye en fantasías y en supuestos que dependen de otros. Cada empresario sabe que su estrategia de negocios debe estar apoyada en decisiones que pueda tomar él, y no que todo esté sujeto al humor de otros actores. Necesitamos una hoja de ruta donde, en forma realista, se establezcan roles para las empresas, los consumidores, las cadenas de suministro y, especialmente al estado/gobierno, en sus diferentes facetas, de generador de políticas públicas, de regulaciones y de impuestos y tasas. Mercado dónde sea posible, Estado dónde sea necesario.

Análisis de Entorno: Reputación y alter ego

Benjamín Tripier

Pdvsa sigue siendo el alter ego del gobierno de Venezuela y sus activos e intereses están sujetos al control generalizado de los líderes políticos del país. Con esa premisa en mente, es difícil simular una compañía con objetivos empresariales, pues sabemos que no se comportará en esa dirección, sino atendiendo a la política y la ideología como rectora de sus movimientos.

Aún en medio del escándalo de corrupción en Pdvsa confesado por el gobierno, esta nueva etapa gerencial en Pdvsa, a diferencia de las anteriores, está generando expectativas positivas, que habrá que esperar para ver si se concretan o si se quedan solo en eso… en expectativas.

Porque el impacto de las denuncias de corrupción confesadas por el gobierno, si bien afectan principalmente a Pdvsa, están mostrando que son extensivas al resto del gobierno y de las organizaciones, que, si bien son empresas, en realidad actúan como si fueran gobierno, y responden a las líneas políticas del gobierno.

Y solo para dar una idea de base, habría que despolitizar y desideologizar a esas empresas, para regresarlas a una organización profesional y técnica orientada al mercado, y considerando a las sanciones como una restricción de negocios. Y Pdvsa debería seguir ese criterio, porque pareciera que ninguna tiene objetivos empresariales que sean superiores al mando político de la revolución.

Una recomendación para Pdvsa, es que debería pasar del modo queja al modo acción proactiva.

Habría que desarrollar un proyecto de transformación de la empresa que incluya refrescar la estrategia de Pdvsa y generar una cartera de proyectos para articularla; desarrollando un mapa de procesos y actores para revisar la relación entre y con los stakeholders, y establecer una hoja de ruta para la transformación; la cual debe incluir una dosis grande de gerencia del cambio, porque, en definitiva, quienes producen los cambios son las personas.

Uno de los indicadores de acción más importantes, está en la restructuración interna de la empresa para llevarla a un tamaño que sea menos de un tercio del que tenía en el año 2.000, si tomamos el indicador de personas por bdp. El otro indicador será la preparación de un proyecto de modificación de la ley de hidrocarburos, o al menos, producir una restructuración de fondo del modelo de negocios bajo el paraguas de la Ley Antibloqueo, que, como tiene solo alcance nacional sin impacto frente a terceros del exterior, como resultado del aislamiento causado por las sanciones, puede realmente funcionar como un sustituto transitorio de una modificación a la mencionada ley, que en algún momento tendrá que ocurrir.

Porque en realidad, la redimensión del modelo de negocios, que debería reflejarse en la organización y los procesos de Pdvsa, debe orientarse hacia tener una empresa más liviana, apoyada desde adentro solo en los procesos críticos y orientada a lo que se llama strategic outsourcing que incluye no solo a las actividades de apoyo, sino también a las actividades core.

Y dentro de la reestructuración/redimensión, está el cambio estratégico que debe incluir la posibilidad de pasar a la actividad privada segmentos completos del ciclo de negocios, buscando crear por esa vía un distanciamiento entre las figuras jurídicas sancionadas, y las privadas libres de sanciones.

Y es posible que el Mercado de Valores sea una de esas vías ofreciendo paquetes de acciones en el mercado para que diferentes actores tomen posición patrimonial; la cual, tenemos que estar claros, son relaciones jurídicas institucionales, diferentes a las relaciones técnicas o de mercado. Debe producirse un efecto desintoxicación del capital para que puedan participar empresas internacionales sin el temor a ser sancionadas, ya sean US persons o no.

La reputación es la percepción que los demás tienen sobre alguna persona, marca o institución y es el resultado de una construcción orgánica que incluye experiencias, consistencia, valores y principios. Casi siempre está vinculada con algún tema o ámbito específico y está cimentada en unas bases más amplias, cualquiera de las cuales, podría hacer que la reputación total, se derrumbe.

Si una empresa petrolera deja de pagar sus deudas, no solo se derrumba su reputación financiera, sino que arrastra al resto de las dimensiones. Es un tema muy delicado, porque en su esencia no depende de uno mismo, sino de la percepción que tenga el entorno relevante. Y una reputación (o prestigio) construida consistentemente a lo largo de los años, puede destruirse en muy poco tiempo, si la combinación de razones objetivas (p.ej. no paga sus deudas), con la percepción del entorno (p. ej. está mal administrada o hay corrupción), resultan en lo que se llama una mala reputación.

Lo cual pudiera significar pérdida de clientes, que no le den crédito, que no firmen acuerdos ni contratos, y que no consiga personal calificado. En definitiva, hay negocios en los cuales la reputación “es el negocio”. Lo anterior es extensivo a los países que cuando entran en la lista de los que hay que cuidarse, les puede tomar décadas recuperarse, y es posible que nunca lo logren totalmente.

No hay una Venezuela chavista y otra opositora. Venezuela es una sola, independientemente de quien esté en el gobierno, parlamento o gobernaciones y alcaldías. El daño reputacional que estamos sufriendo es de todos y para todos, más allá de que haya uno o más responsables por esa situación, a los que la historia castigará. No son solo las sanciones… es principalmente la reputación.

La reflexión anterior, que vengo haciéndola desde hace ya un tiempo, tiene la intención de llamar la atención sobre esta nueva etapa de gerencia de Pdvsa, que ha generado expectativas positivas sobre la posibilidad de su redimensión y puesta a punto en términos de una nueva morfología organizacional y de negocios, ya más apoyada en recursos de terceros, porque con los propios ya se vio que está muy limitada.

En esta nueva etapa donde se está intentando una vez más la reestructuración de Pdvsa, aún no se ha tomado consciencia de que tratarla como una empresa que debe cumplir objetivos empresariales, es incompatible con tratarla como un gobierno que responde a decisiones políticas del liderazgo político.

El peor problema que tiene hoy la empresa es ser el alter ego del estado venezolano, y eso es algo que no se arregla comunicacionalmente, sino con hechos concretos, traspasando la mayor cantidad de piezas del negocio a la actividad privada, haciéndolo en forma transparente, a través del Mercado de Valores, en un proceso de desintoxicación del capital teniendo en cuenta las sanciones y la OFAC.

Político

Tal vez el tema político más relevante es el anuncio de Maduro sobre la posibilidad de que las elecciones se adelanten para este año; ya hace un tiempo, tanto él como Diosdado lo habían mencionado; nada es final, pero pudiera ocurrir, está en el menú de opciones que pueden desplegarse.

Lo que no es una opción de menú, sino una realidad, es el tema de la corrupción en el chavismo, que fue puesto sobre la mesa por el mismo gobierno un par de semanas atrás. Más allá del daño reputacional que la confesión le hizo al mismo gobierno (porque se devolvió como un bumerang contra los mismos denunciantes) ya quedó como una nueva herramienta política para ser utilizada en términos de la campaña hacia el 2024 (junto con la posibilidad del adelanto de elecciones).

Porque para ganar esa elección estando en minoría, debían alinearse y compactarse todas las fuerzas internas, respondiendo a la verticalidad y disciplina tradicional de la revolución, que en el último tiempo estaba puesta en duda. Habían aparecido competidores en la carrera presidencial, y debían ser puestos en su sitio. La revolución tiene un solo candidato, y eso no se discute… y si lo hacen, pues ahí tienen las consecuencias. Las bardas del vecino ardiendo…

Toda la energía que liberó la explosión… mejor dicho, la implosión, se había quedado encapsulada dentro del chavismo, produciendo más daño del que se anticipaba cuando se lanzó públicamente el tema. Y la única manera de descomprimir y distribuir la presión (que se creó, que sigue creciendo, y que no está claro cómo ni cuándo terminará) era incorporando a la oposición, para que allí también se sintiera el impacto.

Primero se intentó considerar una “corrupción equivalente” a los pedidos de sanciones que hicieron en su momento dirigentes opositores; y, si bien esa línea de acción no se ha abandonado, mostró no ser tan efectiva, porque ya lo venían atacando al tema, aunque no como corrupción, sino bajo diferentes paraguas temáticos.

Por lo que se buscó –mundo pequeño- alguna línea de conexión entre la corrupción auto confesada, y algunos miembros de la oposición. Tema difícil porque ellos no tienen disposición de activos ni de presupuestos, porque están, ya desde hace mucho tiempo, fuera del poder. Entonces quedó el camino de la toma de decisiones en lugares fácilmente vinculables con el origen y aplicación de algunos de los fondos robados en Pdvsa, y terminó recayendo sobre la Alcaldía de Baruta, quienes, si bien son opositores light, son opositores al fin.

Entonces se comenzó a tirar del hilo a ver a dónde los llevaba, y desde las torres con altura excesiva en Las Mercedes, terminaron en los permisos municipales, y llegarán hasta donde ellos decidan. Porque al igual que se demoró mucho tiempo en acusar a los que hoy están presos, pese a que desde hace tiempo se contaba con toda la información, con el caso Baruta, también cuentan con toda la información y la utilizarán de la forma que mejor cumpla con los objetivos: desalentar a propios y opositores de presentar candidatos a las elecciones del 2024.

Social

Lo que debe estar claro es que la única manera de sacar a alguien de la pobreza es incorporándolo al mercado de trabajo, ya sea trabajo formal o informal, todo consiste en que esa persona reciba un ingreso periódico y constante que le permita acceder a condiciones de vida razonables.

Por lo que, cuando el producto cae, se pierden empleos y la pobreza crece… además de perderse oportunidades de sacar gente de la pobreza. Por eso, cada vez que vemos que el consumo cae, significa que la actividad disminuye y que se pierden empleos… o sea que la pobreza aumenta.

Otra conclusión es que la empresa privada, por sí sola, ha demostrado que no tiene la capacidad suficiente como para hacerse cargo de la economía del país. Lo notamos con claridad en octubre del año pasado cuando se redujeron los ingresos petroleros, y lo notamos este mes de marzo pasado, cuando comenzaron a restablecerse. El país caía o se levantaba al ritmo del negocio petrolero.

Lo que ocurre es que, a través de ese método, se reimpulsa poco a poco la economía comercial y transaccional, y desde allí recién comienzan a abrirse oportunidades de empleo y de rebaja de la pobreza. Mientras que un empleo privado, en cuanto recibe ingresos y se estabiliza la empresa, comienza inmediatamente a contratar gente.

Necesitamos que el sector privado se haga cargo de la actividad, directamente, con la menor dependencia posible del petróleo del Estado. Pero para eso hace falta un proceso de confianza que atraiga a las inversiones.

Esta sociedad disminuida sigue dependiendo del Estado para su capacidad de consumo y de demanda. Y mientras eso sea así, el factor político ideológico seguirá presente y no podremos salir del pozo en el que nos encontramos.

Económico

Cuando se habla de la moneda común del sur, o la creación de una mezcla entre el rublo y el yuan para operar en su zona de influencia, y cuando se habla de la moneda de los Brics, se pierde de vista que, más allá de los arreglos internos en los países o en las zonas aduaneras comunes, las monedas que realmente se usan son las que están relacionadas con los flujos de comercio y de inversión.

Cualquiera de los arreglos monetarios mencionados tiene su equivalente en la moneda interna de un país; el bolívar en Venezuela tiene curso forzoso dentro de las fronteras, y, aún así, internamente, la gente no lo quiere y prefiere tener dólares. Pero cuando Venezuela tiene que hacer algún pago al exterior para comprar algo, se ve obligada a comprar dólares, porque nadie le aceptaría los bolívares. Y cuando quiere vender algo, creo que ninguna empresa, ni el gobierno, aceptará bolívares como pago, no solo porque les constaría conseguirlos, sino porque la empresa local tampoco los querría.

Lo anterior es para señalar que cuando cualquiera de las uniones aduaneras o monetarias mencionadas más arriba quiera hacer operaciones extra zona, tendrá que necesariamente acudir al dólar americano. Y si se deciden a crear esos arreglos, bueno, se encontrarán con los costos transaccionales del cambio entre las monedas internas y el dólar. 59% de las reservas mundiales están en dólares, seguido por el euro que tiene 21%, el yen con 6%, la libra esterlina con 5%, y en 10% restante es posible que se encuentren monedas como el dólar australiano, el dólar canadiense, el yuan, el rublo, el real brasilero.

Cabe mencionar que en 1.999 el dólar representaba 72% de las reservas internacionales, el euro 18%, y el “otros” que hoy es 10%, en ese momento era 2% de las reservas mundiales (toda la información anterior provista por el FMI). Hay una readecuación en los pesos relativos resultante de la globalización imparable, pero el reciente anuncio de la integración de monedas entre China y Rusia, se debe principalmente a que, a finales del año pasado, un solo país —Rusia— mantenía casi una tercera parte de las reservas mundiales en renmimbis (yuan).

Por el momento, a nosotros en Venezuela nos costará más hacer una alianza monetaria con China o Rusia, que intentar los cambios internos que hacen falta para que permitamos al dólar circular legalmente, o (fantaseando un poco) que nos levanten las sanciones.

Cualquier opción distinta del dólar, ya lo hemos experimentado, nos cuesta más y salimos siempre perdiendo. El tema de los 3 mil millones robados más los 21 mil millones que no se sabe, están en esa situación, porque nos dedicamos a explorar con otras monedas, en este caso las cripto, de las cuales pocos en el gobierno entendían cómo funcionaba, ni sabían dónde, en definitiva, estaban los reales. Y el único que sabía… pues la policía dice que es el que se los robó.

Internacional

Sigue sonando, aunque en forma forzada y sin confirmaciones, lo de la reunión internacional en Bogotá para ocuparse de lo que pasa en Venezuela. Petro está interviniendo para incorporar a los que se dicen opositores, sin serlo (mesita, alacranes y escorpiones), y así lograr que la negociación sea lo más suave posible para el gobierno. Que si EE UU dio un medio sí, que si Biden, cuando se reúna con Petro, le pedirá que se ocupe de Venezuela, que si esto, que si lo otro. Sigue llamando la atención cómo es que Colombia apareció en ese radar… no es normal, ni es natural. A todas luces se ve forzado, y se ve la mano del chavismo.

Con la entrada de Finlandia en la OTAN se termina de construir un cerco del cual los rusos no podrán pasar. Podrán intentarlo, pero no podrán pasar. Ellos entraron a Europa por el único lugar no OTAN que quedaba, pero de allí no podrán pasar. Si en 14 meses no pudieron cumplir el objetivo de 72 horas de la OME, teniendo por delante un ejército pequeño y mal organizado, imagínense si tuvieran que enfrentarse a la OTAN en directo. Claro que el ejército de Ucrania hoy, es muy superior al que tenían hace 14 meses.

Y el otro descubrimiento es que, por encima del armamento y equipo, está la motivación y el patriotismo del pueblo ucraniano, que los rusos no tienen, porque muchos de los soldados no creen en esa guerra, y no tienen voluntad de lucha… mientras que los ucranianos, sí la tienen. Rusia va a terminar mal.

La general Richardson, jefe del Comando Sur de EE UU, emprendió un nuevo viaje por la región, el segundo en menos de un año, como preparando el ambiente para lo que se viene, que es posiblemente la entrada de EE UU en guerra, ya sea contra Rusia, ya sea contra China… ya sea en los dos frentes simultáneos.

Nuevamente la preocupación de cómo quedamos nosotros en ese caso, que somos amigos de los dos, y casi socios de los rusos, y muy poco amigos de los chinos… porque a esa relación la perdimos por la corrupción. Se fueron y solo quieren que les paguemos lo que les debemos. Por cierto, que Lula también quiere lo mismo: que le paguemos.

Recomendación

  • Al gobierno: que desacople las empresas del Estado y las pase al sector privado para que cada una busque por su cuenta la manera de mantenerse abierta o, si fuera el caso, quebrar y cerrar. Porque ya no hay dinero para seguir financiándolas con tantas necesidades reales que hay. Es mejor tener a alguien con un subsidio directo, que simular el subsidio vía un empleo que no produce resultados. Hay que sincerarse para darle la oportunidad a esas empresas de ser recuperadas y aportar al PBI con la actividad, y al fisco con los impuestos.
  • A la dirigencia opositora: que se prepare para el adelanto de elecciones, así finalmente no ocurra. Lo cual significaría que las primarias no aportarían soluciones, y que los precandidatos irían, ya como candidatos directamente a la elección. Y allí quedaría claro que, con o sin encuesta de por medio, los dos potenciales candidatos opositores serían María Corina o Guaidó. Y es posible que los demás, inflados por las encuestas, terminen casi sin votos. La ventaja es que tal vez la abstención bajaría y los votos irían hacia las preferencias reales de la gente.
  • A la dirigencia empresarial: que hay que apoyar al mercado de valores como una provisión de financiamiento directo a las actividades comerciales, a partir de los nuevos instrumentos como el factoring del mercado de otros bienes. La incursión de la BVC en el ámbito comercial la devuelve a sus orígenes, pues comenzó, como en otras partes del mundo, siendo una bolsa de comercio.

Análisis de Entorno: el costo de mantenernos en revolución

Benjamín Tripier

El tema de la corrupción confesada por el gobierno no ha logrado cambiar la matriz de preocupaciones de la sociedad venezolana, que asiste a esta secuencia progresiva de eventos como si se tratara de algo ajeno, y que les pasa a otros, sobre lo cual se ven obligados a opinar, no porque lo consideren importante, sino como un cotilleo para hablar “de política”.

Lo anterior es porque la prioridad de la sociedad, en forma masiva, está puesta en la economía personal y familiar, y la incapacidad de acceder a mayores ingresos, más que nada porque la economía del país continúa achicándose y con eso las posibilidades de crecimiento personal. Y todo indica que, con este frenazo del primer trimestre de 2023, se achicará aún más.

Porque además de la corrupción confesada, están pasando cosas importantes como un nuevo hito con el diferendo con Guyana, la restructuración de Pdvsa, el inminente vencimiento de los plazos de prescripción de los bonos de la deuda externa soberana, Pdvsa y Elecar, al comenzar a cumplirse en octubre, bono por bono, los plazos de seis años desde el último impago que fue en 2017. Eso sin mencionar el revés en la Corte Penal Internacional por lo de los presos políticos y las torturas.

Pero nada de eso parece trascendente frente a la realidad de familias que se van a dormir sin haber comido. Y la consecuencia de la caída de la economía es directa y más que proporcional, con el aumento de la pobreza.

Lo cual se refleja en la matriz mediática que muestra todos esos temas mencionados, como proporcionalmente más importantes que lo de la crisis en la economía de la gente. Porque lo de la economía del país, como todos sabemos, no tiene opciones de solución mientras continuemos con el modelo político que hoy tenemos. Podremos manejar algunas flexibilidades como lo del dólar y los mercados, pero no podemos cambiar la esencia del aislamiento y el rechazo de casi todos los países con los que tradicionalmente hemos mantenido relaciones sociales, económicas, culturales y políticas.

Hoy nuestros “amigos” no tienen mucho que ver con nosotros ni en lo social, económico, ni cultural, y en lo político, tienen afinidad con el gobierno, pero no con el pueblo venezolano. Y eso que se intentó… pero no funcionó… no tenemos nada que ver con ellos. No encontraremos en la calle ni rusos (tal vez, a veces, solo en Margarita), ni iraníes, ni chinos, ni cubanos.

Hay que poner el foco en la optimización de la cadena de valor para, por lo menos desde el lado de la oferta y de los costos, llegar a precios y presentaciones orientadas a la gran masa de la sociedad, y no solo al grupo minoritario y privilegiado que compra en un supermercado. La gran masa de gente y, entre ellos, los pocos que pueden hacerlo, compra en los mercados populares o recibe ayudas del gobierno o de ONG.

Porque este tema de la economía familiar está derivando en problemas sociales, los cuales, por el hecho de que no se conviertan en protestas masivas, no desaparece los problemas, sino que los acumula y los posterga. Y puede llegar el momento en el que se salgan de control, porque las fuerzas “del orden” también sufren los mismos problemas de los que protestan… de hecho, ellos también deberían protestar. Y si no lo están haciendo ahora, es probable que en el futuro lo hagan.

El costo de mantener a Venezuela en revolución, tal como esta fue diseñada, es cada vez más alto, y cuenta cada vez con menos apoyo interno (y casi ninguno internacional). Por eso es que, internamente en el chavismo, se están dando estos choques para viabilizar la revolución cambiando las referencias (como el Plan de la Patria) y orientándonos en otra dirección.

Ya algunos pasos se dieron con la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, el repliegue de los controles a la economía y el impulso al Mercado de Valores, pero es evidente que no son suficientes, porque no se hicieron completos y faltaron muchas piezas por implementar.

El sufrimiento de la sociedad por seguir manteniendo como enemigo estratégico a EE UU es cada vez menos sostenible o explicable, y la gente, especialmente dentro del chavismo, así lo entiende. Más que nada porque esta triste experiencia no resultó en nada bueno ni positivo, y porque estamos viviendo cada vez peor.

Político

De cara adentro del chavismo, que ostenta ampliamente el poder, la disposición de los recursos y las decisiones, en Venezuela se están presentando situaciones novedosas, muy diferentes al pasado. Algo está cambiando. Porque al faltar recursos para mantener en marcha la revolución, internamente comienzan a buscar responsabilidades y responsables, algunos de los cuales ya fueron identificados y van cayendo.

Los ataques y la purga van, por el momento, en una sola dirección, y provienen de unas ciertas fuentes de poder. Ahora debe venir el contra ataque primero, y luego, como un contagio masivo, debería extenderse al resto de las dimensiones, donde también pasan cosas malas; tal vez no tan grandes como lo relacionado con el petróleo y la CVG (que en conjunto supieron representar el 97% de los ingresos por exportaciones), pero sí se mueven montos importantes con una dinámica como la que el gobierno mostró para estos dos casos, de Pdvsa y CVG.

Pero eso no es suficiente, porque ese dinero (ni el de Cadivi, ni el de la Pdvsa anterior, ni los cientos de miles de millones de bolívares que se “perdieron”) no se va a recuperar, y deben buscar responsables más arriba, y hasta sustituir a la cúpula de la revolución.

Porque hay que estar claros de que lo anterior no es por la corrupción/anti corrupción, sino por un reacomodo de piezas del poder político dentro de la revolución.

Porque ante la imposibilidad práctica de que los cambios necesarios para el país provengan desde la oposición, casi por homeostasis, parece que tendrán que provenir desde el chavismo. Y, si bien en lo económico se estaban promoviendo cambios hacia el dólar y el mercado, cuando el cuadro se amplía, resultan ser casi cosméticos o superficiales, porque seguimos aislados en nuestra burbuja.

Porque el verdadero cambio político, con o sin chavismo, vendrá cuando podamos insertarnos en el resto del mundo occidental, sin despertar las desconfianzas que despertamos en casi todos los mercados relevantes. Y eso solo podría ocurrir si los cambios en 2024 nos sacan del pantano donde estamos estancados.

El actual discurso político se agotó, y resulta incómodo hasta para los gobiernos más cercanos y afines.

Social

Con la poca información formal con la que contamos podemos construir una pirámide socio económica referencial que indica que, de los 26 millones de habitantes que somos / quedamos, solo 400.000 tienen la capacidad económica como para mover esta economía, combinando fondos logrados internamente con fondos en el exterior (sin cuestionar la fuente de esos fondos) que entran y salen, según las circunstancias.

Luego viene lo que podríamos llamar la clase media alta y privilegiada, de no más de 2 millones de personas que son los que articulan aguas abajo los fondos que proveen los 400.000 mencionados, y se constituyen en la correa de transmisión de consumos a lo largo y ancho de la sociedad.

Luego, una capa más abajo. Hay alrededor de 2,6 millones de habitantes que pueden considerarse la verdadera y tradicional clase media, sobre la cual se apoya toda nuestra economía. Ellos son los que consumen. Y, cuando sus ingresos merman, pues el consumo cae. En nuestro caso, ese consumo cayó entre 30 y 35%, según la fuente que se consulte, y dio lugar al corte de la cadena de pagos y a la acumulación de inventarios, que se está reflejando en el freno de la actividad económica y en su natural compensación por el lado de los precios, que tienen que aumentar para mantener los balances con una razonable buena salud en el corto plazo.

Y así como les digo que toda nuestra economía está orientada / diseñada para los 5 millones de personas mencionadas más arriba, también les digo que hay 21 millones de personas abajo, en la base de la pirámide, que reciben solo el derrame de lo de arriba (que incluye al gobierno); no solo en cuanto a los fondos de los que pueden disponer para consumir, sino en cuanto a la especificidad de los diseños y objetivos.

Por ejemplo, la venta al detal de productos que antes se vendían empaquetados, o la presentación en tamaños muy pequeños en productos que antes solo venían en envases medianos o grandes, son una toma de consciencia de que, para poder crecer, hay que incorporar formalmente a los pobres a la arquitectura de negocios de nuestra sociedad.

Hay que considerar que, con este frenazo a los ingresos y congelación del salario mínimo, mientras los precios suben, hay una parte de los 2,6 millones de clase media que está pasando a formar parte de la pobreza, y que deben ser atendidos.

Económico

La semana pasada hubo un anuncio del Ejecutivo Nacional extendiendo los plazos que tienen que ver con la condición de los bonos emitidos por la República por Petróleos de Venezuela y por Elecar, en lo referente al período de prescripción (estatute of limitations) que ocurre seis años después del último impago que fue en 2017.

O sea que los bonos comienzan a prescribir en octubre de este año, y no dejan de tener validez para cobrar, sino que, si no se extiende la prescripción, pierden las cualidades de poder demandar para cobrar. Entonces lo que hizo el gobierno con su comunicado —que en realidad es una repetición del que ya hizo en el año 2020— fue declarar unilateralmente su disposición a reconocer cinco años más, antes de que prescriba.

Pero como el gobierno de Venezuela no es reconocido ante EE UU, específicamente en Nueva York, que es la circunscripción aceptada por las partes, su declaración no tiene el valor que en otras condiciones tendría de estirar automáticamente los plazos.

Por lo que es de esperar que, pese al anuncio del gobierno de extender los plazos cinco años más, los tenedores de bonos inicien, de todas formas, sus juicios de cobro, antes de que se venzan las prescripciones.

Si se considera que los fallos no son de acción colectiva, sino que son a la medida de cada demanda, y si se considera el costo importante de llevar a cabo ese juicio, lo más probable es que los tenedores tiendan a agruparse en fondos de recuperación de deuda de forma tal de diluir los costos legales, y tener una masa crítica para negociar en cualquiera de los escenarios que se presenten, especialmente el que luce más probable de debtforequity, en el caso de la venta de empresas del Estado, lo cual pareciera ser una necesidad de supervivencia del presupuesto de la nación.

Lo anterior es válido solo para non US persons, y fuera del ámbito jurisdiccional de EE UU, por aquello de las sanciones de la OFAC.

Qué es un fondo y por qué se hace esto. Normalmente es porque un bonista individual tiene poca capacidad de maniobra y porque siempre, en el tema de la extensión de los plazos, el costo de extender la prescripción suele ser alto, mientras que para el fondo este tipo de costos es un tema más de su funcionamiento. Transfiere al fondo la propiedad y la custodia de los bonos, y el fondo le entrega, a cambio, una participación.

Nuestra firma de consultores NTN Consultores ha hecho un acuerdo con el Copérnico Recovery Fund que acumula bonos de la deuda soberana y de Pdvsa a cambio de participaciones en el fondo, para apoyar en la acumulación de bonos para ordenar los procesos de negociación, de forma tal que le resulte más fácil al gobierno cumplir con sus obligaciones, y a los bonistas recuperar el máximo posible de su inversión. De hecho, la estrategia de CRF es recuperar al menos 50% del valor nominal de la deuda.

Ahora, el hecho de haber hecho el anuncio unilateral de extensión de plazos, si bien no tiene efectos reales, es en sí mismo una declaración política de reconocimiento de la importancia de la deuda, y abrir una puerta para negociaciones fuera del ámbito de EE UU.

Si se restablecieran las relaciones formales entre EE UU y Venezuela, esa declaración tendría todo el peso del mundo, el statute of Limitation estaría extendido y mejoraría la percepción del Ejecutivo con los tenedores de bonos.

Internacional

Los párrafos a continuación fueron generados por una aplicación de Inteligencia Artificial y no tardó más de 3 segundos en presentar el resultado:

“Las relaciones internacionales de Venezuela han sido tumultuosas en los últimos años, marcadas por una serie de controversias y tensiones con otros países, especialmente con los Estados Unidos. La administración del presidente venezolano Nicolás Maduro ha sido objeto de sanciones por parte de los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países debido a las preocupaciones sobre la democracia, los derechos humanos y la corrupción.

En particular, el gobierno de los Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas contra Venezuela a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), una agencia del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Estas sanciones prohíben a las empresas y ciudadanos estadounidenses realizar transacciones financieras con individuos y entidades específicas en Venezuela, incluyendo a la empresa petrolera estatal, Pdvsa.

Las sanciones de OFAC han tenido un impacto significativo en la economía de Venezuela, lo que ha llevado a una grave crisis humanitaria y a la migración masiva de venezolanos a otros países. El gobierno de Maduro ha criticado estas sanciones como una violación de la soberanía de Venezuela y ha acusado a los Estados Unidos de intentar un cambio de régimen.

En resumen, las relaciones internacionales de Venezuela están marcadas por una serie de tensiones, incluyendo sanciones económicas por parte de los Estados Unidos a través de la OFAC. Estas sanciones han tenido un impacto significativo en la economía y la sociedad venezolanas, y han sido objeto de controversia tanto en Venezuela como en la comunidad internacional”.

Otra respuesta de la IA sobre la mención a Simón Bolívar en el comunicado del gobierno de Venezuela rechazando el pronunciamiento de la CIJ sobre el tema Esequibo:

“Simón Bolívar no tuvo una relación directa con el diferendo territorial entre Venezuela y Guyana, ya que este conflicto surgió después de su muerte en 1830.

Sin embargo, durante su vida, Bolívar defendió la idea de que los países de América Latina debían unirse para enfrentar los desafíos comunes y proteger su soberanía. En este sentido, la disputa territorial entre Venezuela y Guyana se considera un tema de importancia para la región y un reto para la unidad latinoamericana que Bolívar promovió.

El conflicto territorial entre Venezuela y Guyana se refiere a la disputa sobre la región de la Guayana Esequiba, que es rica en recursos naturales como petróleo, oro y diamantes. Venezuela afirma que esta región le pertenece desde la época colonial, mientras que Guyana argumenta que es parte de su territorio desde su independencia en 1966.

La disputa ha sido objeto de negociaciones y arbitrajes internacionales, incluyendo la intervención de la ONU, pero aún no se ha llegado a una resolución definitiva. La situación sigue siendo tensa en la actualidad y continúa siendo un tema importante en la política exterior de Venezuela y Guyana, así como en la región en general”.

Nuestra relación internacional más importante, casi vital, es con EE UU, y todo indica que seguirá deteriorándose, y que, cuando volvamos a ser parte relevante de su agenda exterior, hasta podría empeorar. El tema petrolero pasó a ser secundario y se ha vuelto a poner la prioridad sobre la “amenaza inusual y extraordinaria”, por lo que el cambio de gobierno vuelve a ser el centro del conflicto.

Si bien en la etapa Trump ese objetivo se intentaba conseguir por la fuerza, en esta etapa de Biden se mantiene pero esta vez en forma de elecciones libres. Para la oposición, el concepto de elecciones libres significa un proceso transparente, mientras que para el gobierno significa “libre de sanciones”. Y como eso no va a pasar, entonces, el juego seguirá trancado hasta que el juego cambie. Y como les decía más arriba, ese cambio no necesariamente significa un cambio hacia la oposición, sino que cada vez más se parece a un cambio y rotación de actores, dentro del chavismo.

Lo que sí parece que todos, de lado y lado, entienden es que esto no puede seguir así, y que las cosas tienen que cambiar.

Recomendación

  • Al gobierno: que incentive la inversión privada como única fuente de crecimiento y desarrollo económico. Alivianar los costos transaccionales, bajar los impuestos, simplificar los trámites, y liberalizar la economía, permitiendo al dólar circular como moneda legal y pasando al sector privado toda actividad empresarial en manos del Estado. Y hacerlo en forma transparente a través del Mercado de Valores. Porque sí hay interesados genuinos en invertir en Venezuela
  • A la dirigencia opositora: que tome como referencia el efecto cardumen o la formación en V del vuelo de los patos, para que se convierta en el objetivo estratégico de la oposición verdadera. Los infiltrados, que son muchos y trabajan para el otro bando, nunca accederán a esto, pues su objetivo de “convivencia y permanencia” se caería. Solo los verdaderos opositores entenderán las implicaciones de la recomendación, porque solo uno debe ir adelante, y eso no se logrará por primarias que congreguen del 10 al 16% del electorado opositor. La opinión aleatoria de la calle tiene hoy más peso que cualquiera de las encuestas. Aunque en general coinciden en los nombres, no lo hacen en las preferencias: todos saben quiénes son los verdaderos opositores y quiénes no lo son
  • A la dirigencia empresarial: que debe apoyar que las empresas sigan esta guía resumida: manténgase informado, diversifique su negocio, invierta en tecnología, fomente la innovación, mantenga una buena relación con sus empleados y clientes. Recuerde que cada empresa y cada situación es única, por lo que siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional para tomar decisiones informadas y estratégicas

Mail: btripier@ntn-consultores.com Instagram: @benjamintripier Twitter: @btripier

Análisis de entorno: ¿Estamos a la deriva?

Benjamín Tripier

El tema de la corrupción confesada por el gobierno, asumiendo la responsabilidad por miles de millones de dólares perdidos, aunque se trató de presentar como que se descubrió a una banda de delincuentes enquistados en el gobierno, no logró su objetivo, y terminó afectando a todo el estamento de funcionarios y exfuncionarios del estado.

La desconfianza y la credibilidad quedaron fuertemente dañadas, no solo para los que no quieren al gobierno, que ya lo sabían o al menos lo sospechaban desde el principio sino principalmente para el chavista que ahora ve como esposan y visten de naranja a aquellos que decían luchar contra la corrupción. Y con eso, cada vez que un dirigente se rasga las vestiduras, haciendo leña del árbol caído (en realidad del árbol volteado), el pueblo llano se pregunta si ese, unos días después, no aparecerá también esposado y vestido de naranja.

Porque lo razonable hubiera sido mostrar mecanismos que evidencien que la situación ya no volverá a repetirse y que las cosas han cambiado porque lo de la comisión reestructuradora ya, para estos, casos, no satisface… no es suficiente.

Esta confesión pública, marca un antes y un después… y solo demostrando buena gerencia, con gerentes profesionales, preferiblemente que provengan del sector privado, podría comenzar a revertirse este golpe reputacional que ya no resiste relatos ni re significaciones.

Y tratar de diluir el impacto involucrando a la oposición política, no solo no cambiará la percepción, sino que se entenderá como una excusa más para inhabilitar candidatos. En fin…

Porque ya no importa si alguna de las tantas versiones y explicaciones que andan dando vuelta son ciertas o no lo son. Lo único concreto es que la onda expansiva de la bomba que hizo explotar el chavismo, los alcanzó a todos… a acusados y a acusadores.

Lo cierto es que haber jugado esta carta fuerte de la purga interna por corrupción, lejos de mostrar fortaleza y gobernabilidad, reveló una vulnerabilidad muy grande, porque dejó en evidencia que pasan cosas muy graves y que no pueden ni evitarse, ni detenerse. A lo sumo, muestra que unos tienen más fuerza que otros, pero que el país está estancado y que no están pudiendo reaccionar.

El otro tema, es la presencia cada vez más fuerte del gobierno de Petro interviniendo en temas locales. Lo de las visitas presidenciales frecuentes (las dos primeras sin aviso previo), lo del gas, lo de Monómeros, lo de la guerrilla y ahora lo de la mesa paralela con la oposición, lo han convertido, casi de un momento para otro, en un actor noticioso casi diario.

Hay que ver si realmente logran pasar de los dichos (noticias y declaraciones) a los hechos. Porque hasta ahora, sin que el gobierno de Venezuela le hubiera dicho algo, anunció que compraría gas, y luego que no lo necesitaban; y después Monómeros, y que vamos a ver, y ahora, por la corrupción, en Pdvsa, mejor que no.

Lo de las negociaciones con la oposición en Bogotá, desplazando a México de la escena (o al menos posponiéndolo) es una incursión en un tema novedoso para ellos, al menos en el rol de anfitriones. Si eso se vincula con las declaraciones de la cancillería colombiana de que Petro estaba llamado a asumir el liderazgo en la región, y a las declaraciones del embajador sobre que todo lo que hacían con Venezuela era consultado con EE UU, entonces habría que pensar que el juego es más amplio y más profundo, y que, por lo que parece hasta ahora, les está quedando grande.

Mientras seguimos en el día a día pragmático del comercio bilateral, que está tratando de deslastrarse de lo político y concentrarse en una relación de mercado entre empresarios de los dos países. Esa vía sí está clara, y, aunque también tiene sus aristas, las reglas esenciales del mercado, se mantienen.

Político

Para que el escándalo dentro del chavismo, como les decía en entregas anteriores, haya roto las paredes de silencio, verticalidad y disciplina que los caracterizaba es porque el problema interno es muy grave y aún no está controlado.

Porque una cosa es que con esta purga se mande un mensaje ejemplificador que calme o postergue apetencias de poder y otra muy distinta es que tengan el resultado esperado y las aguas se asienten.

De los 3 a 5 aspirantes del chavismo a hacerse con el poder en Venezuela, ninguno pareciera que se llamó a la calma con las medidas tomadas hasta ahora. Porque en la medida que no se declaren vencidos se seguirá ampliando el círculo de impacto y seguirán encarcelando más funcionarios de esos que, hasta hace poco, eran patria o muerte con el núcleo actual de poder.

Pero en la medida que se siga encarcelando gente habrá más razones para luchar por ese poder, para poder sacarlos de la cárcel si logran imponerse. En pocas palabras, todo indica que todo esto está recién comenzando, y que los aspirantes no se llamarán a la calma y contraatacarán.

Lo que sí está claro es que lo de la corrupción fue el ángulo que se utilizó para la limpieza interna, lo que no quiere decir que no sea cierto sino que no es el centro del problema. Porque en realidad, en este caso, no hay una declaración formal de los montos involucrados, ni los 3 mil millones, ni los 21 mil millones. Aún no se sabe –creo que ni ellos lo saben– qué cifras están involucradas.

Del otro lado de la zanja, se encuentra la oposición (“las oposiciones” me decía un chavista fuerte) que no encuentra un espacio propio desde las alturas de la dirigencia, mientras que la gran base, que casi llega a 90% de la gente, tiene en común que quieren que esto cambie porque así ya no se puede vivir. Pero esa base, cuando mira hacia arriba, mira con desconfianza lo que tiene a la vista. Porque muchos se hacen llamar opositores, y en realidad no lo son.

La prueba rápida de pureza opositora se manifiesta en si el personaje ataca más fuerte a otros opositores que al gobierno, si quiere mantener el estatismo de siempre, y si se preocupa por sacar gente de la pobreza, versus atenderlos, pero que sigan siendo pobres.

Habrá que ver el alcance de gente que logren las primarias, porque será un anticipo de lo que podría pasar en las verdaderas elecciones. El verdadero opositor, tal vez, no debería inmolarse ahora, y hacer un trabajo en las bases (bottom up) hasta el 2024, y allí, casi sobre la hora, para minimizar las posibilidades del contraataque, salir a la superficie, con la seguridad de que su trabajo en las bases le traerá los votos que pudieran dar vuelta el resultado, que, visto desde este momento, ya está cantado, y es que el chavismo retiene el poder. Ya sea con Maduro si resiste este ataque interno brutal, o algún otro de los 3 o 4 aspirantes que hoy están en pugna.

Social

La pobreza en Venezuela ha aumentado significativamente en las últimas décadas, especialmente durante la última década. La crisis económica, política y social que ha afectado al país ha sido uno de los principales factores que ha contribuido a este aumento.

Según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2020, 64,8% de la población vive en situación de pobreza, mientras que 79,3% de los hogares tienen dificultades para acceder a alimentos de manera regular.

Además, la pobreza extrema ha aumentado considerablemente, con 26,4% de la población viviendo en condiciones de extrema pobreza en 2020, según la Encovi.

La situación de pobreza en Venezuela ha tenido un impacto negativo en la salud, la educación y la seguridad alimentaria de la población, y ha llevado a un aumento de la migración y la dependencia de la asistencia humanitaria internacional.

En resumen, la pobreza en Venezuela es una situación grave que ha afectado a gran parte de la población y ha sido exacerbada por la crisis económica, política y social que atraviesa el país.

Los párrafos anteriores fueron desplegados por una aplicación de inteligencia artificial ante el requerimiento de “Pobreza en Venezuela”.

Nuestra situación estará más comprometida este 2023, porque a las privaciones de aquellos que no tienen trabajo deben sumarse para este año, las de los que sí tienen empleo, pero no les alcanza para vivir. Con un salario mínimo inferior a 10 dólares, que, complementado por tareas adicionales puede llegar a los 30 dólares, frente a una cesta básica superior a los 200 dólares, podemos anticipar aumento en la pobreza.

Lo cual está impactando con fuerza, desde finales del 2022, en la demanda, que ha caído en 35% según cifras confiables.

La posibilidad de un aumento del salario mínimo sigue postergándose, pero no puede durar mucho tiempo más porque la cantidad que está sobre la mesa es de 400 dólares por mes, casi duplicando lo que cobran algunos niveles bajos en el sector privado.

Económico

Si bien es importante impulsar el consumo, no hay que olvidar que este tipo de fenómenos, como el que estamos viviendo en Venezuela, requiere de aproximaciones integrales a las soluciones. Tenemos que contribuir, como empresarios, a mejorar la estructura de costos y gastos de nuestras empresas, y solicitarle al estado que contribuya con la baja de impuestos y tasas, y ayude a contrarrestar las externalidades negativas que afectan a toda la cadena de agregación de valor.

Y con eso me refiero no solo a la oferta existente, sino a la posibilidad de aumentar la utilización de planta, por un lado, y a la posibilidad de aumentar la capacidad instalada. Necesitamos más oferta de bienes y servicios, de buena calidad y de precios accesibles.

Porque en realidad, el mercado, al ser un mecanismo natural de ajuste, a veces se concentra en la inmediatez, y pierde de vista que la reducción del consumo no es un fenómeno de coyuntura, sino que se va solidificando y volviéndose estructural. Por lo que, si desde el lado de la oferta no optimizamos los precios, pues veremos cómo el mercado se achica aún más; y de eso, algo sabemos, y hemos aprendido con la caída sistemática del PIB durante casi 10 años, la diferencia es que ahora los tiempos se están acelerando, y ya el tiempo para solo-pensar se está agotando y ha llegado el momento de solo-actuar.

Hay que reconocer que una de las plataformas que pudieran utilizarse para el necesario proceso de optimización y reacomodo, es el mercado de capitales, donde, con instrumentos creativos, diseñados a la medida de las necesidades, pudiera servir para esa expansión orgánica que solo el mercado puede ofrecer. Cuidando que la demanda no crezca más allá del rango que pueda reinvertirse en el aumento de la oferta.

Como les decía, el nuestro es un fenómeno multidimensional, y como tal debe ser tratado.

El otro tema es la oferta del gobierno de suspender por cinco años los períodos de prescripción de los bonos en default, que comienzan a vencerse en octubre próximo al cumplirse los seis años desde el último impago de cada bono. Como dicen los abogados del gobierno, es un primer paso importante aunque en realidad no tiene impacto real, pues ante las cortes de Nueva York, esta declaración no puede ser procesada, pues en esa jurisdicción, que es la de los bonos, el gobierno del chavismo no está reconocido. Mientras que el de Guaidó, sí estaba reconocido, pero al haberlo disuelto, eso quedó en un limbo que solo podrá ser compensado con las demandas que seguramente se comenzarán a presentar en los próximos meses, para extender los plazos de prescripción.

Siempre existe la posibilidad de arreglos directos entre el gobierno y los bonistas que estén fuera de la jurisdicción americana (que no sean US persons) extendiendo garantías o buscando acuerdos que beneficien a las partes. El debt-equity-swap es una opción que tiene el gobierno al momento de decidir pasar a manos privadas alguna de las actividades que hoy están en manos del estado, pero que son de corte estrictamente empresarial.

No olvidar que esto ya se había intentado en el pasado (el límite entonces fue el 13 de octubre de 2020), pero no tuvo efectos, no solo por las mismas razones que ahora, sino por un conjunto de razones de representatividad que en su estructura eran clásicas, pero que, aplicadas a nuestro caso, no tenían mucha fuerza. Nuestro caso es especial, y hay que tratarlo en forma especial… el librito con nosotros no aplica.

El otro tema, es que los aires aperturistas con Venezuela que había al inicio de gobierno de Biden, han ido perdiendo posiciones, debido a lo cual, por más presiones que hagan los lobistas de mercado, será difícil que logren cambiar el movimiento tectónico, que, si no se logró al principio del gobierno, pues ya no se logrará. Lo cual para nosotros significa que ya sea que Biden repita o que ganen DeSantis o Trump, nosotros seguiremos en la lista negra mientras el chavismo continúe en el poder.

Internacional

Pese a que Colombia está tratando de ocupar espacios en el frente internacional de Venezuela, la realidad es que solo EE UU es el país con más poder e influencia sobre nosotros. Derivado no solo de la trayectoria histórica de las inversiones y del comercio bilateral, y la influencia cultural profunda, sino que, ahora, también por las sanciones que nos impusieron por considerarnos una “amenaza inusual y extraordinaria” para su seguridad interior.

Si el rol que busca Colombia es el de interlocutor entre el gobierno venezolano y el de la Casa Blanca, pues debe estar claro que ese camino ya se recorrió y requiere de mucha más mano izquierda y filigrana política. Se está moviendo como elefante en cristalería, y por ese camino no habrá efectividad. De todos modos, como hay que explorar todos los caminos, hasta los que no parecen buenos, pues ojalá que se concrete lo de Bogotá, y se abra un espacio más donde se escuchen también las voces opositoras… así a un gobierno de izquierda como el de Petro, no le guste lo que escuche… pero mesa es mesa… me imagino.

En Europa no ha habido cambios de posición y siguen apoyando a Ucrania con todo el peso político de la UE, y con el peso militar de la OTAN, que incluye a EE UU. Tal como ocurrió en otros conflictos, todo indica que EE UU no entrará en esa guerra como nación, sino a través de la estructura de la OTAN, siguiendo el criterio de mantener los conflictos lo más lejos posible de sus fronteras. Por eso es que la situación de una Venezuela chavista cerca de sus fronteras es un incordio que, si la “paciencia infinita” se les agota, la vía militar puede ser una opción. Porque lo que llama la atención es la frecuencia de la participación de la general Richardson en temas relacionados con Venezuela y con la región; y la precisión de los diagnósticos, afirmaciones y principios, que deja ver en sus intervenciones.

Recomendación

  • Al gobierno: que debe mostrar que el sistema de control interno se fortaleció, que se designó un halcón independiente al frente de la Sunai (si es que aún existe…), que se convocó a una reunión masiva de auditores internos y se les dio tareas de prevención y de fortalecimiento de los mecanismos internos de control; especialmente en el área de compras y adquisiciones de todas las dependencias del estado. Y que se haga un seguimiento al estilo de vida de cada funcionario, y que, ante la sospecha, se lo separe de las funciones mientras se lo investiga. Claro que puede convertirse en una cacería de brujas, pero que sería sanador y curativo para las instituciones que quedaron tan cuestionadas después de esta confesión…
  • A la dirigencia opositora: que la Comisión de Primarias proponga la realización de unas sesiones extramuros de reflexión estratégica que incorpore a los precandidatos, e invite a los que piensan lanzarse por fuera, para identificar temas en común. No solo para poder defenderse en bloque frente a las amenazas que se les vienen, sino para encontrar la esencia de ser opositores, y de ser opositores a qué o a quién.
  • A la dirigencia empresarial: que, si bien el espíritu empresario ha sido capaz de echarse al hombro la economía del país, lo ha hecho lo mejor que pudo, considerando que cada empresa trabajó en forma aislada tratando de optimizar el uso de sus propios recursos. Pero ante la falta de un plan, es importante que la dirigencia empresarial asuma el rol del planificador integral; no para sustituir al estado, sino para presentarle una hoja de ruta que identifique vías de acción.

Análisis de entorno: ¿Qué es lo que no estamos viendo?

Benjamín Tripier

Toda la situación que está desplegada con lo del petróleo, Pdvsa, los funcionarios, y los fantasmas; extensivo a los edificios de Las Mercedes, es como de “librito”. Si eso se hubiera planteado hace tres años, hace dos años o hace seis meses, el efecto hubiera sido exactamente el mismo. Entonces la pregunta es: Por qué ahora.

Mirando más allá de lo aparente, que es la lucha interna entre dos facciones de poder en la cúpula del chavismo, hay que entender que, para que haya trascendido fuera de las paredes de la revolución, realmente debe tratarse de una situación de mucha gravedad que hasta podría considerarse cismática.

Porque parece hasta natural que, en el proceso de evolución y crecimiento interno de los cuadros del chavismo, algunos crean que es su momento de seguir creciendo, y encuentran que la situación actual les pone un techo con el que no están contentos. No hay que perder de vista que entre los componentes culturales que caracterizan al chavismo, se encuentra la verticalidad, la jerarquía, y la rotación/ enroque.

Y el ejemplo más claro es el techo del Ministerio de la Defensa, que, con poquísimas excepciones, era ejercido por un militar en actividad, como continuación de su carrera. Bueno, eso era así hasta el caso actual donde para los grandes jefes, la carrera se termina antes, y deben salir del ámbito militar para poder crecer. Y eso no los pone contentos.

Porque esa misma situación de frustración, trasladada al ámbito político, pero con expectativas militares, hace que cuando dos o tres cuadros llegan a un punto donde solo puede haber uno, y si ese uno está convencido de que lo suyo es vitalicio, entonces comienzan a manifestarse las molestias, y no están dispuestos a dejarlas escondidas.

Entonces se hacen evidentes puertas afuera, y obligan al establishment chavista a tener que resignificarlas y ponerlas en una perspectiva que sea potable, aceptable y convincente tanto para el gran público, como para las filas del chavismo.

Si bien la corrupción es un tema real, en este caso, además, es una buena explicación que cubre varios flancos, y arrastra a todos aquellos que pudieran significar una amenaza para el mencionado establishment.

Es una competencia horizontal de muy alto nivel que reduce, en al menos un contendiente, al grupo de tres… claro que lo del número tres es una adivinanza… porque podrían ser hasta cinco postulantes, hilando fino.

Y lo importante no es el ataque en sí mismo a uno de los aspirantes, sino que principalmente es un aviso para todos los demás, de que ni se les ocurra operar por su cuenta. Porque, en definitiva, ni siquiera el atacado inicial, está fuera de juego; porque en un tiempo lo veremos volver al frente político, pero ya con menos ínfulas y casi domesticado.

Pero no hay que perder de vista que, en este ataque, hubo bajas reales y concretas y hubo (y hay) daños patrimoniales y pérdidas de privilegios; y en algunos casos, ya se podría anticipar una muerte política. Y que parece claro que alguien que aparece como el atacante, es de imaginarse, será el blanco del atacado, cuando comience a contraatacar.

Porque si bien el mensaje está claro para todos, no significa ni que renuncien a sus expectativas, ni que se aparten de la contienda… porque si no es ahora, en 2024, es mejor ser una opción en el futuro, que no ser ninguna opción.

Otra cosa que debe quedar clara es que esta lucha no ha terminado y que vamos a ver más casos públicos, como un espejo, pero ahora en el bando considerado el atacante. Porque el otro tema es que hay una medición de fuerzas entre ellos, y eso se demuestra con los hechos y no con encuestas… porque ninguno mide lo suficiente como para que eso signifique algo.

La fuerza se demuestra en la toma de decisiones y en la movilización de gente, y de recursos financieros. Cada uno de los tres a cinco aspirantes tenía esos atributos, hasta ahora, cuando uno de ellos se quedó sin ninguno. Aunque no hay que olvidar que las relaciones internacionales, especialmente las que ya están sembradas en el país, son un activo que pudiera tener tanto más fuerza que los otros atributos juntos.

Y es posible que lo que no estamos viendo sean las consecuencias del desgaste interno de una fuerza que tiene muchos años gobernando, en un país que, a medida que fue pasando el tiempo, fue desmoronándose hasta llegar a una situación insostenible. Hoy dependemos de los norteamericanos tal vez más que nunca antes en la historia… y tal vez la gran diferencia con el pasado es que para nuestro gobierno ellos son el enemigo, y para ellos somos una molestia que, más pronto que tarde tendrán que acomodar a su manera.

Político

Hoy la política en Venezuela se juega entre los diferentes frentes chavistas entre sí, y entre el chavismo y Estados Unidos, aunque solo vía interpósitas personas y declaraciones en medios y redes. La desventaja de esta situación es que lo que se dice, termina siendo lo que es… porque en otras circunstancias, había que estar más atentos a los hechos que a los dichos.

Estados Unidos dejó claro que el petróleo venezolano no es una prioridad para ellos, y que no le darán holgura financiera al gobierno chavista, porque asumen que la usarían para atacarlos. Por lo que seguirán presionando por negociación política de buena calidad, hasta que la paciencia se les acabe porque, según ellos, “no es infinita”.

Si bien se ve al chavismo con Maduro al frente por muchos años más, no se pueden perder de vista situaciones emergentes que pudieran cambiar el curso de los acontecimientos, así como la línea del tiempo.

Una situación que pudiera cambiar las cosas es la lucha interna dentro del chavismo, que ha perdido flexibilidad y capacidad para maniobrar en situaciones extremas como las que se están viviendo, con un descontento social muy fuerte en un momento donde ya no cuentan con soporte popular.

La revolución, o bien se transforma, o bien está condenada a desaparecer y ser reemplazada por algo mejor… y también diferente… en casi todos los aspectos. Claro que, a este ritmo, desaparecerá lenta y dolorosamente, conservando el poder, mientras tanto, a un costo cada vez más alto.

Otra situación que pudiera cambiar las cosas sería la entrada de Estados Unidos en guerra, momento en el que ya no sería razonable –para ellos- mantener un país díscolo tan cercano a sus fronteras, y harían lo necesario para cambiar el estado de las cosas. Discretamente, pero cada vez más, las relaciones bilaterales pasan también por el ámbito militar, más específicamente por el Comando Sur, y por la general Richardson.

Como se habrá notado, hablar de la oposición en esto de la política venezolana, en realidad no aporta ninguna expectativa de cambio para el país. Las únicas dos fuentes potenciales de cambio, en este momento, provienen, una del seno del chavismo, y la otra, de Estados Unidos.

Social

Tenemos por delante el desafío de atacar la pobreza dentro de las posibilidades del sector privado de la economía pues ya está más que claro que si el Estado, con la inmensa cantidad de recursos de que dispuso en el pasado no lo logró, ahora, con nuestra pobre realidad, menos que menos lo logrará. De hecho, el de la pobreza, es un tema del que no hablan.

Pero tristemente, en el mundo de los negocios, son pocos los actores, personas y empresas, que abordan este tema con asiduidad y consistencia.

Hay que volver a poner sobre la mesa la Responsabilidad Social Empresarial, que para nuestra firma de consultoría NTN Consultores, toma el nombre de RISE, incorporando la palabra inclusión, porque las metodologías tienden a ser asertivas, y orientarse a la medición y a los resultados.

Los recursos humanos que serán necesarios para el crecimiento de nuestras empresas, al que alguna vez llegaremos, podrá venir importado desde el exterior, o formado internamente tomando las bases de pobreza, sacándolas de allí y apoyándose educación, alimentación y salud.

Y el Estado, por más que lo intente, no lo hará. El aparato del Estado tiene una carga burocrática tan grande para emprender este tipo de proyectos (por no mencionar la corrupción enquistada en el sistema) que de cada 100 dólares dedicados a paliar la pobreza, terminan cumpliendo su objetivo, menos de 20 dólares porque el resto es el costo de operar… y algo más.

Por eso es que es tan importante que cada empresa “adopte” grupos de personas que pudieran ser incorporadas al mercado laboral, y las acompañe en el tránsito hacia salir de la pobreza. Está claro que nuestra economía deprimida no podrá logralo todo… pero para aquellas personas/ familias que pudieran ser impactadas, para ellos será la diferencia entre tener un futuro, o no tenerlo.

Económico

En estos días se ha ido frenando la caída del tipo de cambio, aunque no así la inflación. Y esto es así, pues ambas tienen orígenes diferentes y se explican a través de variables críticas diferentes. Tan es así, que los precios en dólares se inflacionan y no tienen relación con el tipo de cambio. Siempre les recuerdo que nuestra inflación tiene un fuerte componente estructural de costos, por falta de oferta de bienes y servicios; haciendo que siempre la demanda, en cualquier moneda, sea más alta que la oferta.

Lo anterior transmite una cierta tranquilidad, porque si bien el aumento de precios impacta directamente al bolsillo del ciudadano, el efecto real es menos fuerte que el efecto psicológico de la devaluación de la moneda. La gente se afecta más con el valor referenciado en dólares de sus ingresos, que con el precio alto que con esos ingresos ya no pueden pagar. Por eso, tranquilizando el tipo de cambio, queda la sensación de tranquilidad… así los precios sigan subiendo.

Porque en paralelo a lo anterior, vamos aterrizando en que la sensación de economía postpetrolera que teníamos, se estrelló en octubre pasado, contra la falta de ingresos petroleros que llevaron casi a una parálisis de la economía, se cortó el circuito de pagos, los inventarios se elevaron, la gente se quedó sin recursos para comprar, y el consumo cayó 35% (Consecomercio), arrastrando a toda la economía a un estancamiento del cual aún estamos tratando de salir.

Y la salida no es otra que la inyección de parte de los ingresos petroleros de Chevron, a través de las mesas de cambio de algunos bancos, que poco a poco van transmitiendo esa tranquilidad que les mencionaba más arriba.

El mensaje es corto y claro: con ingresos petroleros el país funciona, y sin ellos el país se para. Y eso que nos referimos a magros ingresos petroleros del orden de los cien mil barriles diarios… por eso es que seguimos siendo el país pequeño y pobre, resultante de la caída en barrena del producto a partir del 2014.

Y con los sucesos de corrupción en Pdvsa, no solo queda claro que el problema es causado por nosotros mismos sino que se pierde la confianza en la gerencia pública que aspira a revertir esta situación. Y si hasta la semana pasada teníamos un problema de falta de confianza, a partir de esta semana el problema es ya mucho mayor.

Internacional

El viaje del presidente chino a Rusia marcó un antes y un después en la conformación de los bloques internacionales que anticipó Biden hace un par de años. Trazó una línea detrás de la cual colocaba a Rusia, Irán y a China, como cabezas regionales de una zona de enemigos. Los incitó a agruparse, y es lo que están haciendo ahora; no porque Biden se los haya dicho, sino porque era la inercia que llevaban y que fue anticipada por Biden.

Luego de ese viaje donde consolidaron la alianza energética, se cierran los canales de suministro a Europa y occidente, y se comprometen a construir infraestructura nueva entre ellos. Lo cual no es nuevo, porque en la época de Mao, las plantas chinas se alimentaban de Rusia y se localizaban al norte pegados a su frontera. Luego esto cambió, China se abrió al mundo, y mudó sus plantas hacia la costa y se comenzó a alimentar de energías primarias desde el resto del mundo, por barco. Unos años después, retornan al viejo proveedor, y habrá que ver si vuelven a mover las plantas al norte, o si estiran los poliductos hasta la costa.

Es bueno considerar que, aparte de las exportaciones de bienes hechos en China al mundo, el comercio es principalmente en dólares, así como las reservas están apalancadas en los dólares con los que occidente les paga por sus productos. El yuan (remimbi) constituye 2% de las reservas internacionales del mundo, las cuales mantienen los países por cortesía diplomática; por lo cual el liderazgo económico de China es específicamente a nivel comercial, y de manufactura de diseños occidentales.

Lo cual me lleva al tema militar, el cual, si bien está fortaleciéndose permanentemente, aún está lejos de contar con un poder de invasión, como no sea alrededor de sus fronteras; no pueden salir a combatir en otras regiones, sino solo en su zona de influencia con los vecinos cercanos. Por cierto, algo parecido al caso de Rusia que puede combatir, y no siempre con éxito, solo alrededor de sus fronteras.

Recomendación

  • Al gobierno: que luego de los lamentables casos de corrupción e incompetencia en Pdvsa revisen nuevamente los planes de reestructuración de la empresa y del negocio petrolero en Venezuela. Cualquier plan que hubiera habido hasta la semana pasada, hoy requiere ser revisado en profundidad. El daño de la noticia y de la manera como se manejó, y cómo se está manejando, afectó cualquier expectativa positiva. Ideología y política siguen primando sobre el negocio petrolero… y así no se va a llegar a nada bueno.
  • A la dirigencia opositora: que trate de integrarse más a las necesidades del pueblo y a reconstruir el entramado político basado en la persecución del bienestar de la gente. Últimamente solo hablan de candidatos y primarias, perdiendo la esencia del porqué es que se quieren hacer esas cosas. Tal es la desconexión, que las primarias auguran niveles muy altos de abstención. Claro… solo hay un par de potenciales candidatos que son realmente opositores y a los que les interesa la gente, no solo ahora cuando todos salen a “recorrer” el país… en el interior sí saben quiénes son, porque los vienen viendo desde hace años, y no solo en campaña.
  • A la dirigencia empresarial: que, ante la falta de un plan económico, trabaje en el desarrollo de acciones estratégicas dejando en claro dónde se ve necesaria la participación del estado, y hasta donde es posible extender el mercado. Hay que encontrar los canales no sancionados para que la inversión extranjera pueda participar en nuestra economía, identificando los puntos que habría que “desintoxicar”.

Análisis de entorno: El tercer intento de Estados Unidos

Benjamín Tripier

Tratando de analizar o intuir la estrategia de Estados Unidos con respecto a Venezuela, lo primero es aceptar que ellos tienen una que define un par de líneas gruesas y algunos movimientos tácticos que se desenvuelven, por una parte, según las circunstancias, y por la otra, según los intereses de los actores políticos norteamericanos.

Y que el gran objetivo es que el chavismo salga del poder, y se retorne a una vida de desideologización y de normalidad democrática y respeto a los DD HH, reclasificación de “países amigos” y de una estrategia económica y social que renegocie la deuda externa, y cree condiciones de bienestar para que haya menos pobres… mucho menos pobres.

Dejando claro que el tema del petróleo no es lo mandatorio en la estrategia, porque tanto ellos como los europeos pueden vivir perfectamente (como ya viene ocurriendo hace unos cuantos años) sin el petróleo venezolano. Y el mejor ejemplo es que los europeos dejaron de comprarle petróleo y gas a Rusia, por razones no petroleras, pese a que son vecinos y los tienen muy cerca…

Las líneas gruesas que les mencioné están dadas por:

  • La posición bipartidista y bicameral que respalda la OE de Obama, renovada por Trump, y ahora, hace un par de semanas, una vez más, por Biden, declarándonos una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad interior de Estados Unidos.
  • La otra línea gruesa es la que he llamado de la “fruta madura” de máxima presión de sanciones, casi sin dar respiro, ahogando las posibilidades financieras y económicas del gobierno, y forzándolo a mover el peso al sector privado, a aceptar la presencia del dólar y a moverse lentamente hacia el mercado. Esperando que cuando esté madura, caiga sola sin esfuerzo.

Los movimientos tácticos han pasado por un par de etapas y, todo indica que estamos a punto de entrar en la tercera. Que no se sabe bien cómo será, pero que desechará, de lo hecho hasta ahora, todo lo que no haya tenido impacto positivo, y sumará, a lo que sí lo tuvo, un nuevo conjunto de acciones que se irán revelando a medida que pase el tiempo.

No hay que perder de vista que este año, para los americanos es el comienzo del período electoral, que las prioridades y jerarquías cambian, y que, si Venezuela entra en su radar, será solo en aquellas cosas que sumen a la campaña, de un lado y de otro. Lo cual no sería una buena noticia, porque cualquier ventaja que puede dar Venezuela a algún candidato, será pegándole más fuerte y mostrando mayor poder de daño. En esta etapa, es mejor estar debajo del radar.

Y la única posibilidad de que algo bueno salga de ser visibles en este tiempo, solo será si la mesa de México avanza, si sueltan presos políticos (especialmente los norteamericanos que quedan), y si hay algún atisbo de elecciones cómo deben ser. Y cómo es muy, pero muy difícil que eso pase, entonces es mejor navegar debajo del radar.

Recordando, la primera etapa fue la Trump y el mantra del interinato, donde no dejaba duda de que el propósito era el de sacar al chavismo del poder. La siguiente etapa, que fue la Biden, tal vez por tratar de diferenciarse de Trump, entró en una fase de ambigüedades, que, sin abandonar ni un centímetro la estrategia Trump, comenzó a opinar mediáticamente, como si estuvieran alivianando las sanciones, cuando nada de eso, ni ocurrió ni estuvo en sus planes. Se trató de la etapa de familiarización de la administración Biden sobre con quien estaban lidiando. Y esas declaraciones ambiguas llegaron a crear una ilusión que hizo que hasta los más serios analistas lo creyeran y llegaran al clímax, arrancando 2022 de “Venezuela ya se arregló”, cuando en realidad no se había arreglado nada, y al terminar la ensoñación, estábamos peor que al principio. Y de esa nube nos bajaron en octubre del 2022, cuando nos quedamos sin caja y no había con qué pagar nada.

El gran logro de los americanos para esta etapa, fue el canje de rehenes, que es algo que Trump no había podido lograr. Con estos eventos se dio por terminada esta segunda etapa en la relación, que dio pie a la frase de “la paciencia de Estados Unidos no es infinita”.

Creo que a los “gringos” les costó, pero entendieron lo mismo que Bush, Obama y Trump, que es que, para el chavismo, los Estados Unidos son el enemigo. Hay que recordar que todos los días, al tocar diana en los cuarteles de Venezuela, los militares se juran a sí mismos como chavistas y antiimperialistas, que es un eufemismo de “anti Estados Unidos”.

Basados en lo anterior habría que comenzar a esbozar la tercera etapa, qué contiene, y a qué se parece, eso si hay algún parecido con el pasado o si será algo totalmente novedoso. Una premisa que hay que considerar es que esta etapa nunca será más leve que las dos anteriores, y otra, incorporar con más claridad y precisión la división entre amigo/ enemigo que propuso Biden a principios del año pasado.

A partir de lo anterior, ya se puede hilar más fino e incorporar a los actores relevantes de esta guerra que son China, Irán y Rusia, y considerar el ambiente bélico o prebélico en que se desarrolla. Y es por eso que se incorpora la nueva arista militar en las relaciones, representada por la general Richardson, jefe del Comando Sur de Estados Unidos.

Si bien nuestra relación con China ha bajado sustancialmente, en el resto de la región es uno de los inversores más importantes de infraestructura, en comunicaciones y en minería. Y eso no le gusta a Estados Unidos, por lo que está lanzando una cruzada regional, y de allí, algo nos tocará a nosotros.

El caso de Irán es un poco más grave, pues se le dio al gobierno de Irán el manejo de la refinería de Amuay, que es una instalación industrial importante, y a pocas millas del territorio geográfico de Estados Unidos… de su seguridad interior… y esto, tampoco les gusta a los americanos.

Y finalmente está Rusia, con la que, si bien ya no tenemos lazos de negocios, cada día demostramos, como gobierno, más simpatía, apoyo y adhesión con los rusos, y todo lo que en estos momentos históricos significa.

En esta nueva etapa de la relación se incorpora una nueva arista que es la guerra, y pasaremos a ser medidos, ya no solo por democracia (o su falta) o DD HH, sino también por el alineamiento que tengamos con los enemigos de Estados Unidos. Y habría que incorporar también la señal que vino desde Europa de que no van a canjear principios por petróleo. O sea que en esta etapa ya el tema petrolero no tendrá tanta incidencia como se trató de hacer ver en las dos etapas anteriores.

O sea que los acuerdos con Chevron y con T&T, no son un cambio de rumbo, sino que son concesiones puntuales y reversibles, para favorecer a Chevron y a T&T.

Político

Si bien la oposición salió del mapa político de Venezuela, debe prepararse para reingresar cuando su presencia signifique alguna esperanza de cambio.

Hoy el chavismo está solo y sin límites y ha decidido intentar comunicarse directamente con Estados Unidos, que era una tarea que tenía la oposición a través del interinato, o sea que el gobierno no los necesita ni para eso.

No obstante, tratando de ver oportunidades en el desastre, la oposición debería comenzar a prepararse no para ganar elecciones, sino para tener una presencia de contrapeso efectivo en el país. Algo sólido cuya sola mención haga que el chavismo piense dos veces sus decisiones.

Las elecciones son una consecuencia de liderazgos y de oportunidades.

Si algo debemos haber aprendido es que no se le puede dar a un gobierno el poder para manejar, a su antojo, de ingresos diferentes a los impuestos. Porque sería repetir la historia, que ya sabemos cómo termina.

Y lo anterior es lo mínimo que se esperaría de una posición opositora, que demuestre sentido de cambio, y que no trate de repetir los errores que ya se cometieron. Porque sin propuestas de cambio profundo, el chavismo seguirá en el poder, y todos los demás, mirando desde afuera.

En cuanto a las primarias, que son un ejercicio interesante pero que no sacará al chavismo del poder, deberían organizarse lo más independiente del poder que se pueda. Porque la gran masa opositora no cree en el CNE, y porque creen que la diáspora debe votar.

Sigo insistiendo en la necesidad de una sesión de alineación estratégica de los que se están postulando como candidatos, como para buscar elementos de coincidencias para evitar que una primaria se convierta en una elección, porque hoy entre ellos mismos se tratan con una agresividad que hace dudar que cualquiera que gane va a contar con el apoyo de los demás… eso no va a pasar.

Social

La gran prioridad debe ser sacar gente de la pobreza e incorporarla los circuitos de empleo privado y productivo. Y para eso hay que diseñar una estrategia que no ha existido en Venezuela. Lo más que se intentó fue darles ingresos para satisfacer necesidades puntuales, siempre asegurándose de que siguieran siendo pobres. Que el pobre viva mejor, pero que siga siendo pobre…

El ambiente social se está caldeando y cuando llegue a su punto de ebullición, habrá que ver cómo se comporta esa sociedad, que hasta ahora ha mostrado una más que excesiva docilidad y sometimiento, pero no está claro cómo evolucionará. Porque la evolución se caracteriza por la falta de ingresos para lo mínimo de supervivencia. El salario mínimo ya cumplió un año sin cambios, mientras el costo de la vida aumentó en más de 300%.

Hay que optimizar la cadena de suministro y los medios y vías de distribución y retail, para adecuarse a las necesidades de la pobreza. Debemos contribuir a sacar gente de la pobreza, pero mientras eso se intenta, hay que facilitarles el acceso a bienes y servicios. Desde evitar que los precios suban por la competencia, buscando métodos asociativos entre competidores del tipo de la Coopetition, pasando por optimizar los costos y gastos de transporte, almacenamiento y distribución, hasta llegar a las ventas de suelto o detallado, y colocar presentaciones en tamaños más pequeños, tratando de entender el flujo de caja y los tiempos y rotaciones de las clases más necesitadas.

Los 21 millones de pobres pueden o bien ser una carga si no hacen nada y esperan solo ayuda, o bien ser una esperanza, porque 21 millones de personas incorporadas a la economía privada, pueden acelerar los procesos de crecimiento y llevarlos a cifras hasta impensables, como ser poder crecer el PIB al ritmo de 50% o 60% interanual (el tesoro en la base de la Pirámide de Prahalad).Económico

Estamos partiendo de un estancamiento con inflación muy alta. Hemos llegado a un piso más alto de utilización de la capacidad de planta del orden de 35%, pero con una caída equivalente en el consumo. Por primera vez en mucho tiempo hay exceso de inventarios que no se pueden colocar, llevando a que la producción tenga que hacerse más lenta, volviendo al ciclo vicioso de falta de oferta, aun para una demanda deprimida como la que tenemos.

Los consumidores tienen congelados sus ingresos, mientras los precios suben a mucha velocidad.

Nosotros salimos de la escasez en 2018, liberando los precios, bajando los controles, permitiendo que el dólar circule y aproximándonos a las leyes del mercado. La pregunta que debemos hacernos ahora es, cómo vamos a salir de esta trampa donde no hay controles, hay dólares circulando, y mercado es una palabra que usa cualquier chavista sin remordimiento.

Es posible que hayamos dejado la tarea sin terminar, lo cual nos llevó a esta situación que estamos viviendo. Solo nos queda avanzar y profundizar en esa dirección legalizando al dólar, liberando y unificando el mercado cambiario y formalizando el tema de los controles. Lo del dólar debe ser formal, de forma tal que se pueda operar en el sistema financiero con cualquier moneda.

Y habría que dar una vuelta más de rosca, sacando del presupuesto nacional el peso del mantenimiento y las pérdidas de las empresas que están en manos del Estado y que (ahora sabemos) nunca deberían haberlo estado.

Hay que avanzar en una estrategia de máxima liberación, y reconocer que el concepto de “Estado empresario” es un contrasentido en sí mismo, porque si eres lo uno no puedes ser lo otro.

Los magros recursos del Estado no pueden ir a financiar empresas eternas sobrevivientes y deben canalizarse a mejoras en los ingresos en educación, salud y jubilaciones y pensiones. Promover un consumo sólido y consistente de esas capas de la población.

Es muy difícil que de esta etapa de estancamiento salgamos sin sufrimiento. Pero hay que hacerlo, porque de otra forma, seguimos sufriendo como hasta ahora, pero el cambio consistiría en que al final, las cosas podrían mejorar. En la situación que estamos ahora, si no hacemos cambios profundos, el futuro se ve complicado.

Internacional

Si miramos la cuenca del Caribe sur, desde el punto de vista petrolero, lo primero que se nota es Guyana, luego Surinam, y tal vez T&T por la infraestructura para procesar gas; nosotros no entramos en el mapa de inversiones y nuevos proyectos que, en forma pujante, se están desarrollando en la región. La ideología nos mantiene aislados, y el costo que pagamos por sostenerla, ya nos ha costado la pérdida de 7 millones de personas y tal vez una generación completa de estudiantes, profesionales y ejecutivos. Para cubrir esa brecha, casi obligatoriamente tendremos que acudir a una inmigración selectiva… pero claro… eso no es ahora porque la mencionada ideología sirve como muro de aislamiento, y la gente no quiere venir.

Pasando al tema Ucrania, la posición de Trump-DeSantis de abandonar a Ucrania a su suerte, no parece que les vaya a sumar puntos, sino todo lo contrario. Es un juego peligroso, porque por diferenciarse de Biden, pues van a perder y Biden capitalizará el apoyo irrestricto a Ucrania. No hay que olvidar que Trump quiso abandonar la OTAN y hacerse mejor amigo de Putin, todo lo opuesto de la posición de Biden que luce más centrada y coherente.

La nueva preocupación de Europa está relacionada con el siguiente blanco de Putin, que todo indica que será Polonia, porque la megalomanía con la que llegó Putin al poder rescatando el águila bicéfala, queriendo recuperar el imperio de los zares, y mover las fronteras hasta donde llegaba la extinta Unión Soviética, da un mensaje que no se condice con el calamitoso estado de su país, que ha sido aislado y ha perdido las cadenas de suministros, y está tratando de construir nuevos, más lejanas y más complejas… y poco sustentables.

Recomendación

  • Al gobierno: que desenganche de la administración pública todas las actividades que requieren capital y gerencia privada. Para eso deben llegar al rigthsizing, con miras a hacer una colocación de acciones en el mercado de capitales, no con la idea de democratizar el capital que aquí no tiene ningún sentido, sino de avanzar en un proceso de desintoxicación de sanciones, en la búsqueda de un socio tecnológico que realmente conozca el negocio.
  • A la dirigencia opositora: que arranque un proceso de filtrado interno para identificar quién es un opositor y quién, mostrándose como si fuera, ya cambió de bando y privilegia los intereses del gobierno. Esto es importante porque con las actitudes de diciembre y enero, muchos pasaron a integrar el grupo de los escorpiones, que se suman a los alacranes y a la mesita. Todos ellos se dicen opositores, cuando realmente no lo son. Critican más a sus compañeros que a Maduro, y sostienen ideas económicas de continuidad y no de cambio.
  • A la dirigencia empresarial: que considere seriamente el mercado de la BdlP como un objetivo vital, porque el mercado limitado a 5 millones de personas no es suficiente para crecer. Hay un mercado “debajo de la alfombra” con 21 millones de personas que esperan ser incorporados al circuito económico, y eso es algo que debemos/ podemos hacer. Solo hay que plantear una estrategia y ponerse a trabajar.
  • E-mail: btripier@ntn-consultores.com
  • Instagram: @benjamintripier
  • Twitter: @btripier

Análisis de entorno: El secreto mejor guardado

Benjamín Tripier

(De izquierda a derecha) El subsecretario de Crecimiento Económico, José W. Fernández, y Richard Adkerson, presidente de la junta y director ejecutivo de Freeport-McMoRan, hablan en un panel durante CERAWeek, una conferencia internacional sobre energía, en Houston, Texas, el 6 de marzo de 2023. Foto: Mark Félix / AFP

Con las declaraciones, en estos días, del Subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, José Fernández, se disipan todas las dudas que pudieran quedar subyacentes sobre si EE UU iba a levantar o flexibilizar sanciones a Venezuela: «Puedo decir categóricamente que no tenemos ningún plan de liberalizar más con Venezuela. En estos momentos no hay planes para liberalizar más las sanciones».

Y explicó que el Departamento de Estado no ve las licencias recientes como un giro general de su política hacia Venezuela, y que la licencia a Chevron no podía ser considerada un giro en esa dirección, porque «hubo un cambio específico para Chevron y la licencia, que es limitada, en cualquier momento se puede retroceder».

Unos pocos días después que Biden ampliara por un año más el decreto -originalmente firmado por Obama en marzo de 2015- que declara a Venezuela “como una amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos. Y la prórroga se da porque Biden considera que la situación de Venezuela «no ha mejorado”.

Y un par de meses después de que el Senado de Estados Unidos aprobara por unanimidad la Ley de Prohibición de Operaciones y Arrendamientos con el Régimen Autoritario Ilegítimo de Venezuela (Bolivar, por sus siglas en inglés).

Toda la introducción anterior, es para poner los pies sobre la tierra y encarar el futuro conociendo los do’s y los dont’s. Y apoyarnos en la estrategia referencial de “esto es lo que hay”, lo cual, a su vez, quiere decir, que, con fantasías y optimismos sin bases, no vamos a ningún lado.

Venezuela sigue siendo la tierra de las oportunidades. Seguimos siendo “el secreto mejor guardado del Caribe”, pero por razones muy diferentes al pasado cuando ese eslogan estaba en un afiche sugestivo mostrando la belleza de nuestras playas.

Ahora ese secreto es por razones muy diferentes, y es que para invertir en Venezuela hay que identificar los espacios escondidos, las empresas “tacita de plata” que son como piedras preciosas que se pueden desarrollar, y los espacios vacíos que se fueron generando con la caída en tobogán de nuestra economía a partir del 2014, los cuales cada vez más, hay necesidad de llenar.

Pero claro… siempre está la pregunta sobre la seguridad jurídica (o su falta) y los riesgos de expropiación o de apropiación por círculos privados pero cercanos al poder. Al inversor que quiera tomar esas oportunidades, le preocupa principalmente la seguridad jurídica, y no se preocupan mucho por la situación de la inflación o del tipo de cambio.

Cabe mencionar que si bien el que está en mejores condiciones para invertir en Venezuela es el propio venezolano repatriando fondos, también está ocurriendo que inversores extranjeros están estudiando participar, y algunos ya lo han hecho, y están operando en nuestro país.

Para la entrada de la inversión extranjera recomiendo la elaboración de una hoja de ruta o un mapa para transitar el “campo minado” en el que se ha convertido la plataforma institucional (formal e informal) sobre la cual se desarrollan los procedimientos económicos y los negocios.

Les hace falta un sherpa que los ayude a dibujar el mapa primero, que coloque banderitas rojas en las zonas donde no se puede pisar, después, y que, finalmente, acompañe al inversor en su tránsito por el mercado, mientras la inversión evoluciona.

Porque la otra zona de riesgo, que es el alcance y el ámbito de impacto de las sanciones de EE UU, generalmente es lo primero que evalúan los inversores, y ya entran a buscar su sherpa con ese tema, al menos procesado… el cual se terminará de asentar, una vez que se concreten los arreglos institucionales y jurídicos, los temas del manejo de divisas versus moneda local, el acceso a materias primas y servicios, y a veces lo más importante, que son los RR HH que están escaseando tanto, aquí en el país, especialmente en áreas de especialización. Porque tal vez, ese inversor deba traer con él un core team para asegurarse el logro de los objetivos y metas que se plantearon.

El secreto mejor guardado es no incursionar en áreas en las cuales haya un interés manifiesto o potencial por parte de quienes detentan el poder, o están cercanos a ellos. El otro tema es la propensión al riesgo del inversor, el horizonte de recuperación de la inversión, y la fluidez del ciclo del negocio en el que hayan decidido incursionar.

Más que pensar en sectores, hay que pensar en empresas, porque en un sector deprimido puede haber empresas ganadoras, y, al revés, en uno con crecimiento, empresas perdedoras. Porque solo focalizándose en la empresa es que se puede evaluar si es un tema de gerencia, si es de mercado, y, como muy importante, trabajar sobre las fortalezas y las oportunidades.

Y ya a nivel de empresa hay que trabajar en el mercado de capitales, no solo para que pase la prueba ácida de la estructuración y la emisión, sino para tener la flexibilidad de trabajar en alianzas que puedan cruzarse en el mercado.

Político

Con las declaraciones del gobierno de que sin levantamiento de sanciones no se firmarán acuerdos ni habrá diálogo en México, se coloca una nueva piedra sobre la posibilidad de elecciones libres en 2024, y hace que pierdan aún más sentido las primarias de este año.

Claro que hay que reconocer que, si no hubiera sido esta declaración, hubiera habido otra u otras, todas tendientes a fomentar la abstención en la población en general, pero en la oposición en particular. Porque, en la gente, hay un convencimiento de que no hay condiciones para elecciones libres, no necesariamente por estructura y por experiencia, sino porque ahora tiene un agregado tipo mantra, que el chavismo repite “abogamos por unas elecciones libres, competitivas, democráticas y creíbles”, y ellos le agregan “elecciones libres sí, pero libres de sanciones”.

Tal como les indicaba al inicio de este informe, las sanciones no parecen negociables y todo indica que se mantendrán porque para EE UU las elecciones son un deber y no una concesión graciosa del chavismo. Porque si así lo consideraran, el que concede puede cambiar de idea y desconocerla.

Lo cierto es que, tal como les vengo diciendo desde principios de este año, el gobierno se quedó sin oposición y está solo contra sí mismo. Y está estancado, y no logra despegarse. Pareciera que se agotaron las ideas, o más bien, que se agotó el repositorio de “conocimiento liberal y de mercado”.

Porque como siempre les digo, esa es una materia que no se trabaja en el chavismo, el cual es esencialmente anti empresa y anti mercado. Y que todos los intentos de los últimos dos años, aunque fueron realmente efectivos, se notaban artificiales para su estructura básica de pensamiento. Lo cual, por cierto, es lo que le reclaman los tradicionalistas del Plan de la Patria.

Ya que están solos contra sí mismos, tienen que llegar a una decisión que rompa el estancamiento, el cual, si bien se nota dramáticamente en la economía, está golpeando fuertemente en lo social, y haciendo que lo político se vuelva accesorio.

Social

El tema social de la semana pasa por el sistema educativo, y por las protestas de los docentes buscando que les paguen más, porque con lo que ganan no pueden ni siquiera pagar el transporte para asistir a las escuelas; imagínense entonces las necesidades de alimentación y vestido… y que no tengan la mala suerte de enfermarse. El reclamo es genuino.

Por otra parte, el gobierno está muy limitado de recursos, y no está haciendo lo suficiente para adecuar el tamaño del Estado a las posibilidades reales; no solo de ahora, sino posiblemente de los próximos 5 a 10 años. Es cierto entonces que no tienen dinero para pagarles a los maestros.

Pero si se revisara la estructura de los gastos que asume el Estado (o el Gobierno, que hace tiempo que en Venezuela son sinónimos), se vería que hay una cantidad enorme de actividades que no tiene sentido que sean asumidas por el Estado, comenzando por las empresas, que todas dan pérdidas que el Gobierno debe cubrir. Normalmente, cuando una empresa da pérdidas, si el negocio es viable, el accionista repone el capital, y si no, abre el capital para que entren nuevos accionistas. Pero lo cierto es que las empresas del Estado se han convertido en eternas sobrevivientes, porque no se les permite ni quebrar ni recapitalizarse.

El dinero de los maestros lo tienen las empresas del Estado, y debe ser redirigido. Porque posiblemente esas empresas ya hayan perdido su viabilidad, mientras que en manos de los maestros está el futuro de la Patria. Ojalá el gobierno lo entendiera así y sacara los fondos de dónde deba para pagarles mejor que nunca antes, actualizarles la formación docente, equiparlos dignamente y lograr que los niños que hoy tienen 10 años, cuando tengan 20, sean los profesionales que cubran los espacios de los que hemos perdido por la emigración.

Porque 10 años se pasan muy rápido, y el reloj sigue corriendo…

Económico

Estamos estancados y el Gobierno no está tomado decisiones para cambiar ese hecho. Aunque, no tomar decisiones, es, de alguna manera, ya haber tomado una decisión… la de no innovar y dejar correr, a ver qué pasa.

Pero esa decisión es tal vez la peor, porque nos deja en manos del limitado ingreso petrolero, cuando en los últimos dos años, la dinámica de contención de la demanda interna para adecuarla a la limitada oferta de bienes y servicios, había incentivado la actividad privada hasta el punto de haber creído que “Venezuela ya se arregló”. Volvimos al rentismo, pero sin renta, y estamos a punto de que los empresarios pierdan la motivación y regresemos a la escasez de papel toilette.

Es un momento muy peligroso, porque las circunstancias van buscando caminos de reacomodo mediante la toma de decisiones de las empresas, las cuales no pueden esperar a que el gobierno decida qué es lo que va a hacer.

Pero seguramente va a hacer algo, y, a su propio ritmo, lo va a hacer pronto, por lo cual no será una solución óptima, pero, al menos será como el principio de comenzar a moverse. Y ¿qué será lo diferente qué plantearán? Porque seguir como estamos no es una opción, porque si bien las decisiones desde hace un par de años nos sacaron del atolladero donde nos encontrábamos, también nos trajo a este nuevo atolladero. El cual solo puede solventarse profundizando y formalizando medidas ya tomadas, pero también hace falta tomar medidas nuevas.

Este neochavismo liberal y de mercado, debe dar una vuelta más de rosca y asumir el riesgo de desenganchar la economía de lo político, permitiéndole al mercado operar y establecer nuevos equilibrios que adquieran un mínimo de estabilidad que hoy en día no tenemos.

Ya dijimos que el gobierno no tiene oposición política… entonces solo le queda la oposición interna, la cual debe ser enfrentada y crear un nuevo Plan de la Patria, pero esta vez con dólares y mercado. Porque la bisagra es el tema social, el cual tenderá a solucionarse con el mercado, pero con más chavismo radical, lo más probable es que ese tema termine volando por los aires.

Internacional

El tema de Ucrania y la invasión rusa están acelerando el reacomodo de piezas en el mundo, que, si no fuera por eso tomarían un poco más de tiempo en alcanzar sus objetivos. Esta semana volvió a ser noticia la general Richardson jefe del Comando Sur de EE UU, en su interpelación en el Congreso de EE UU, donde confirmó que sus enemigos en la región son China y Rusia, y que harán lo que sea necesario para evitar que ambos sigan participando en temas como litio, comunicaciones y energía, así como financiamiento de proyectos de infraestructura. Ella dice que EE UU debe estar más presente en esos campos. Pero lo dice desde el lado de las armas, porque sabe que en cualquier momento entrarán en guerra con los dos, lo cual arrastrará a los países donde haya intereses de esos dos enemigos.

Con Rusia ya prácticamente están en guerra concreta, y con China está en una guerra fría que en cualquier momento puede recalentarse y volverse armada. EE UU es el único país de la tierra capaz de mantener más de un frente de combate de envergadura en simultáneo.

El tema Nicaragua se va complicando y trazando una línea divisoria entre los países de izquierda que hoy son mayoría en la región. Si bien Venezuela está manifiestamente alineada con Nicaragua, países como Brasil y Chile no lo están tanto; y posiblemente la frialdad y distancia con que nos trata Lula, y el rechazo que nos profesa Boric, tenga que ver no solo con el cuestionamiento a la legitimidad de nuestro sistema político, sino también al tipo de amigos que estamos cultivando, cuando el resto del mundo tiende a alejarse de ellos.

Recomendación

  • Al gobierno: que debe tomar decisiones fuertes y rápidas para salir de este frenazo que pudiera hacer perder los avances de los últimos tiempos. Debe aceptar al dólar como moneda de curso legal y permitir que el mercado financiero en toda su extensión, se sincere y permita las transacciones en dólares, incluyendo la compensación bancaria y el mercado de valores. Eso además de sacar del sistema de gasto a las empresas del estado, y traspasarlas al sector privado, utilizando la plataforma transparente y confiable del mercado de valores.
  • A la dirigencia opositora: que no tiene mucho sentido crear una unidad artificial, porque ya lo hemos experimentado en el pasado y no tuvo gran éxito. Porque si bien se ganaron las elecciones del 2015, eso no duró, justamente por ser artificial. La recomendación es que cada organización política se concentre, lo antes posible, en el contacto con sus propias bases a nivel nacional; y lo más probable es que se encuentren que la gran mayoría no tiene bases propias y que se han convertido en estructuras electorales sin fondo y sin soluciones.
  • A la dirigencia empresarial: que impulse un contra ciclo e intente destrabar este estancamiento arrastrado por la caída del consumo, buscando mecanismos que abaraten la cadena de suministros, y utilicen las ventajas tributarias que ofrecen las transacciones en el mercado de valores. Hoy más que nunca, la dirigencia empresarial debe promover una sala situacional para evaluar el comportamiento las variables de alto nivel y buscar compensar las intervenciones del estado, o la falta de ellas. Hoy hay que buscar, como mínimo, mantener la utilización de planta, y como optimista tratar de expandir nuestra economía.

Análisis de entorno: Aún estamos lejos de ser post petroleros

Benjamín Tripier

Vista de la escultura del Monumento a la Paz frente a la sede de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Caracas, el 2 de diciembre de 2022. Foto: Miguel ZAMBRANO / AFP

Cómo puede ser que las expectativas de una sociedad cambien tanto, como para moverse desde el “Venezuela ya se arregló” de mediados del 2022, hacia una sensación de que este año 2023 no será nada bueno.

En una economía pequeña como la nuestra todo influye, y una dimensión, fácilmente, arrastra a las otras. Si la sensación es de desmejora, pues toda la sociedad se moverá en esa dirección, y todo lo que se vea y se sienta, tenderá a ser no positivo.

Y debe quedar claro que no se trata de un tema comunicacional, que se arregle con una declaración aquí y otra allá, sino que tiene que ver con un cambio en la secuencia de toma de decisiones de la sociedad, la cual, actuando con el efecto cardumen, comienza moverse en otra dirección… tal vez la dirección opuesta.

Porque si a la gente no le alcanza el dinero, pues tiende a priorizar y rejerarquizar sus patrones de consumo; de la cesta de compras usual, mantendrá algunos bienes, y disminuirá otros, pero ninguno crecerá. Se da un estancamiento que lleva a que se corte el circuito, aumenten los inventarios, y las empresas comiencen a ver afectado su flujo de caja. Y si hubo algo de crédito, pues ya no estará más, por el temor de los impagos, no necesariamente por especulación, sino simplemente porque no pueden pagarlo.

Porque si bien el crédito pudiera convertirse en un impulso para el crecimiento y expansión de la economía, eso solo se da si las condiciones están dadas para que la empresa, finalmente pague al vencimiento. Pero si las lecturas indican que el crédito, en estas circunstancias, solo se convertiría en un mecanismo de posponer el impago, pues la tendencia será a cerrar filas, y sostener el valor de los activos, en este caso, los inventarios, y evitar facturarlos y venderlos.

Entonces, la pregunta que se haga cada empresario, se relacionará con la viabilidad de su negocio. Una pregunta que ya se hizo hace un par de años, y llegó a la conclusión de que, si cambiaba la escala de operación, entonces sí podría sostenerse. Ha llegado el momento de volver a hacerse la pregunta, y ponderar si sus activos son capaces de generar el flujo de caja como para sostenerlos, porque hay gastos de operación que deben ser cubiertos con ese mismo flujo de caja que, si no es suficiente, entonces tendrá que generar la caja, rematando inventarios.

Hasta aquí una especie de lectura realista de la situación. Pero si se da un paso atrás y se trata de analizar cómo es que las expectativas cambiaron en unos pocos meses, nos encontramos con que tuvo el mismo origen del deslizamiento desenfrenado del tipo de cambio, por la baja de ingresos petroleros por parte del Estado que estaba interviniendo en el mercado inyectando dólares, y eso comenzó a disminuir, licuando los ingresos en bolívares de una gran masa de la población que solo percibe bolívares, e impactando negativamente a aquellos que también reciben dólares. Porque lo que recibían comenzó a retrasarse, y los precios, en bolívares y en dólares, comenzaron a subir.

O sea que el consumidor se encontró sin capacidad para demandar lo usual, y el empresario comenzó a no vender y a acumular inventarios. Tal vez estos últimos tres meses hayan sido los más difíciles en cuanto a la sustentabilidad de los negocios.

Y cuando en estos días el tipo de cambio comenzó a estabilizarse, y la brecha entre el dólar oficial y el paralelo comenzó a cerrarse, pues ya fue tarde para frenar el humor social que se había ido agriando y generando la sensación de que las cosas no mejorarán. Porque los salarios no mejoraron y la inflación siguió aumentando. El lunes de esta semana, en los supermercados que uso como referencia consistente, los precios habían aumentado en dólares. Mientras que los consumidores, seguían ganado lo mismo… tanto en bolívares, como en dólares.

Porque si bien en los próximos días puede presentarse una meseta en tipo de cambio y en precios, el retraso en el ingreso de la gente es grande y no se ven opciones en el gobierno para solucionarlo. Es posible que haya un aumento, pero este no será indexado, por lo que todo indica que se repetirá el ciclo anterior cuando a la vuelta de unas pocas semanas, ya se volvía a licuar.

Cuando les decía que una dimensión arrastra a la otra, me refería a que lo social está complicándose, sin que haya a la vista opciones de solución pacífica por parte del gobierno. Porque podría solucionarse con dinero, pero no hay… entonces quedaría solo la represión, la cual, en las condiciones actuales, no resultaría muy eficaz.

Hay quienes mencionan una nicaragüización de la situación con una represión muy fuerte, pero eso no parece posible en la Venezuela de hoy, donde el gobierno (el chavismo) no cuenta con el apoyo de la calle para llevarlo a cabo, y los entes de represión no parece que estuvieran muy dispuestos a hacerlo en forma masiva. Es posible un evento aquí y otro allá, como para que sirva de ejemplo… pero por la carga social que se está gestando, no parece que los ejemplos funcionen. Pareciera que la situación se le puede escapar de las manos al gobierno.

Político

La renovación, por otro año más, de la orden ejecutiva de Obama, declarándonos una amenaza inusual y extraordinaria, es un mensaje directo de que las sanciones continuarán y que hasta podrían ampliarse. Pareciera que aquí, internamente, no le dan a este instrumento el peso que realmente tiene, porque todo lo que pase o no pase con la relación bilateral está relacionado y referenciado con él.

Porque a cada rato se hacen declaraciones públicas de “levanten las sanciones”, como si estas fueran un evento aislado que dependiera del humor diario de Biden. No están al cabo de reconocer que antes, durante y después de la OE, cuentan con un consenso bicameral y bipartidista, sobre cuál es la mejor manera de relacionarse con la Venezuela chavista. Y eso no parece que vaya a cambiar.

Si bien los elementos de falta de democracia y de respeto a los DDHH son relevantes en las motivaciones, tiene tal vez más peso el hecho de que tengamos lazos estrechos con los enemigos de EE UU. Los vínculos renovados en el último mes con Rusia, y haberle dado a Irán el manejo de la refinería que está en el territorio continental de Venezuela, que está más cerca del territorio continental de EE UU, constituyen, para ellos, una provocación permanente que no pasa desapercibida.

Lo mismo que atribuirle las visitas de personeros de la Casa Blanca a la necesidad que tienen de petróleo venezolano, lo cual no es así; ellos (y el mundo en general, con o sin guerra) pueden vivir perfectamente sin el aporte del petróleo venezolano, el cual ya hace tiempo salió del mercado global.

Las visitas de los americanos se enmarcan en la OE desde el punto de vista del rescate de rehenes, que fue la razón principal de esas visitas; las cuales, con diferentes niveles de costo, siempre lograron que se libere algún prisionero norteamericano. Y está trascendiendo como rumores fuertes, una última negociación para liberar al resto de los prisioneros, esta vez a cambio de Alex Saab.

En realidad, la dificultad para que esto funcione como en el caso de los sobrinos, es que como aún se está sustanciando la acusación, no hay capacidad para el indulto presidencial que se utilizó en ese caso. Es de imaginar, que para rescatar a los ciudadanos de EEUU que aún permanecen en cárceles venezolanas podrán hacer algunas excepciones… pero claro… eso es lo que haríamos nosotros… habrá que ver qué flexibilidad tendrían ellos para que funcione también en este caso.

El tema de las primarias de la oposición en realidad no despierta ningún interés en la gente. Solo comentaristas y encuestadores se ocupan del caso, y alguno que otro hilo, sin trascendencia, que acepta o rechaza las variopintas encuestas que, descaradamente, impulsan a unos y a otros precandidatos.

En realidad, el panorama político venezolano está totalmente en manos del chavismo, quienes le darán más o menos trascendencia a la oposición, solo si sirve para que EE UU (el verdadero contendor del chavismo) libere o flexibilice algún tema coyuntural. Pero ni aun así. Hoy hay una medición de fuerzas entre los dos bloques –chavismo y EE UU- que no se sabe adónde irá a terminar. Porque la agresividad del gobierno no parece que vaya a conducirlo a ningún lado.

Social

Los dos temas fuertes son el hambre de una gran masa de pobres, y las protestas de trabajadores y pensionados, quienes, sin dejar de ser pobres, al menos tienen una fuente de ingresos que pretenden actualizar.

El tema es si estos dos fenómenos pueden juntarse y hacer causa común. No parece, pues los del hambre no tienen ni organización ni conducción, y los manifestantes, si bien están organizados, lo hacen en forma independiente, y cada uno pidiendo lo suyo, lo cual, si bien en esencia es el mismo petitorio, al estar atomizados, no consiguen la masa crítica.

O sea que, si se sumaran todos, sí podrían causar un caos generalizado… pero no parece que eso vaya a ocurrir así. Aunque los niveles de hambre y pobreza que tenemos en la actualidad no tienen precedentes, por lo que, ante una situación nueva, pues podría haber reacciones nuevas. Poco probable, pero posible.

Como les decía más arriba, la dimensión económica está arrastrando a la social, y solo la política podría ponerle un freno. Pero no con represión, sino con negociación y aceptación… de la misma forma como se tuvo que aceptar al dólar porque era la única vía para evitar el caos generalizado.

Económico

Estamos navegando en el borde de una hiperinflación que tendrá características diferentes a la última que tuvimos, porque esa se gestó impulsada por un ambiente de restricciones y controles, y salimos de ella, cuando se levantaron los controles y se dejó al mercado actuar libremente.

Mientras que la que amenaza con atacarnos ahora, lo está haciendo desde un mercado dolarizado, liberal y de mercado. Y si esto es así, cuál sería la estrategia a aplicar… porque pareciera que ya pusimos todas las herramientas a la vista. Bueno… sí y no…

Porque lo que ocurrió fue más de hecho que de derecho… aunque hay que reconocer que la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios fue el pivote sobre el cual se articuló una nueva línea acción. La cual es evidente que se quedó a mitad de camino, porque no logró formalizar la estrategia, y lo que se formalizó, lo hizo con bases endebles.

Estamos en una encrucijada de la cual solo saldremos con la unificación cambiaria, con permitir que el dólar sea una moneda de curso legal, y sacando, vía el mercado de valores, la mayor cantidad de empresas del estado hacia el sector privado. Hace falta una decisión política que permita que el propio mercado restablezca el equilibrio de las variables que se descontrolaron.

El otro aprendizaje es que el sector privado aun no es suficientemente fuerte como para soportar el peso de la economía. El ingreso petrolero sigue siendo un factor de apoyo, el cual aunque distorsionante, en este momento sigue siendo la base del equilibrio precario e inestable al que podríamos aspirar.

A todos los efectos aún no somos post petroleros, pues toda la estructura económica, y la laboral, sigue apoyada en los ingresos petroleros.

Internacional

El tema del sistema de seguridad implantado por Bukele en El salvador transita entre lo razonable y lo humanitariamente aceptable. Porque no se trata solo de El Salvador. Nuestros casos en Maracaibo de las últimas semanas, y lo que ocurre en la ciudad de Rosario en Argentina, más lo que pasa con la guerrilla delincuente en Colombia, nos pone entre el garantismo que le da más valor y peso al perpetrador que a la víctima, y que funciona como una puerta giratoria” donde las policías los captura y la justicia garantista los libera.

Lo razonable, el sentido común nos viene mostrando desde hace muchos años que el sistema carcelario latinoamericano, tiene pocas posibilidades de rehabilitación y muchas de servir como una especialización para volver a delinquir, pero esta vez con mayor fiereza y precisión.

Los videos de los presos y la amenaza de dejarlos sin comer si hubiera represalias, son respuestas de una sociedad saturada hasta el hartazgo y del espacio que van ganando en la sociedad los criminales de toda índole.

Por otra parte, lo dictatorial de la medida de Bukele, lo está llevando al 94% de popularidad; lo cual, posiblemente lo incline a la tentación de gobernar en forma absoluta, en otras áreas de la vida del país, sin pasar por las instancias democráticas de control que caracterizan los contrapesos de los países libres. El riesgo que se corre aplaudiendo este presente, es que se caiga en un futuro donde una sola persona considere qué es lo que está bien y que está mal… y que termine en una dictadura de la que le costará salir a ese país.

Lo que Bukele está haciendo puede parecer positivo, pero se está abriendo la puerta para una nueva dictadura en la región Latinoamericana.

Recomendación

  • Al gobierno: que revise el esquema de impuestos, tasas y tarifas hacia las empresas privadas, y trate de facilitar/ agilizar los trámites que funcionan como externalidades negativas para el reacomodo de las piezas de nuestra economía. No se entiende que registrar una asamblea pueda costar 1.800 dólares… así no se puede.
  • A la dirigencia opositora: que organice una sesión de trabajo extramuros con todos los candidatos y pre candidatos, para hacer una revisión general de la situación, y lograr, al menos, un análisis de riesgo, y algunos puntos en común. Porque una primaria es entre pares; entre gente que se mueve alrededor de un concepto común. Y esto no es lo que está pasando con nuestros opositores, quienes están más divididos entre ellos, que todos ellos con el chavismo. Hay que evitar perder el esfuerzo de las primarias. Y me ofrezco para facilitar la sesión extramuros.
  • A la dirigencia empresarial: que reconozca la gran oportunidad de la economía de la base de la pirámide y comience a incorporar e impulsar nuevos modelos de negocio. Hoy todo gira alrededor de los 5 millones de arriba, y estamos perdiendo la oportunidad con los 21 millones de abajo. Se trata de cambiar los pesos en la ecuación de precio por cantidad. Para los de arriba, precio alto para solo 5 millones; para los otros, precio muy bajo multiplicado por una cantidad 4 veces más alta. Y el resultado seguramente será mejor en el segundo caso; y lo más importante, será sostenible en el tiempo.

Análisis de entorno: Las primarias, en sí mismas y por sí solas, no son la solución

Benjamín Tripier

Todo el mundo, en la calle, sabe que el gobierno no tiene entre sus opciones, abandonar el gobierno el próximo año. Y el comentario, de sentido común, es que no tiene ninguna motivación para hacerlo. Tiene hoy una posición de fortaleza como no la había tenido el chavismo en su historia política en Venezuela que arrancó el 4 de febrero de 1992. Hoy, más allá de sus problemas internos, que para ellos son manejables, no corren riesgos ni de golpes, invasiones o levantamientos populares.

Y para colmo, se quedó sin oposición, casi sin esfuerzo, porque articuló las circunstancias como para que la estrategia de “mesita, alacranes y escorpiones” funcionara casi en automático, sin tener que exponerse abiertamente, dejándoles el tema de la autodestrucción directamente a ellos… o a lo que queda de ellos, los opositores.

Y el desmantelamiento opositor es tan brutal que andan a la deriva buscando como punto de referencia, unas primarias que, al ser esencialmente defensivas, es muy difícil que debiliten el poder del chavismo; y, por el contrario, lo más probable es que muestren en toda su crudeza la situación de vulnerabilidad de lo que queda, de lo que en algún momento fue la oposición venezolana.

Porque oponerse es producir impacto, influir, ser tenidos en cuenta, tener iniciativa mediática o popular, que puedan, de alguna forma, inducir toma de decisiones o defender alguna postura conceptual o ideológica. Y tan es así, que los dirigentes se cuidan de hablar mal del gobierno, y descargan su frustración hablando mal de otros que también se dicen opositores.

Les resultó más fácil tumbar a Guaidó que hacerlo con Maduro… ni lo intentaron. Desaparecieron el interinato acabando con lo que se había construido internacionalmente… nada de pensar en reestructurarlo, cambiar personas o roles… no… lo mejor para ellos era destruirlos y comenzar, no desde 0, sino de -14.

Y, para colmo, entran en juego las encuestas, que van mostrando e impulsando candidatos o precandidatos. Algunas, descaradamente ponen de primero a personajes que ni siquiera están en el radar del común de la gente; otras, un poco más discretas, ponen a su candidato de segundo o de tercero. Lo cierto es que el juego de oficialismo-oposición hoy solo se está jugando, tímidamente, en el campo mediático y declarativo.

Porque la realidad es que no hay ni un solo acto de oposición práctica y concreta. No hay protestas políticas, ni marchas, ni movimientos que impulsen esto o aquello… porque la realidad es que hay suficientes motivos para protestar, pero lo que falta es gente que proteste. Porque la gente, la que en varios momentos salió a la calle y aguantó gases lacrimógenos y arremetidas de la guardia, tenía alguna confianza en que las cosas podían cambiar; hoy eso no está.

A cualquiera que le preguntes en la calle quiénes son los verdaderos opositores, casi sin duda, con simpatía por ellos, o no, responderán que son Guaidó y María Corina. Que son los dos que, desde el principio, se mantuvieron en el país, con una actitud frontal… y tal vez en su momento, también Leopoldo López… pero para las circunstancias de hoy ya no cuenta… solo quedan los dos que les mencioné.

Y el resto, con el tema de la actitud de convivencia y aceptación, se ha ido mimetizando dentro del propio ecosistema del chavismo, pero sin significar una presión que los haga sentir en acuerdo con le gente común… la que quiere un cambio… que hoy son más de 80% del país.

El ecosistema chavista se ha visto incrementado, mientras en el opositor, solo quedan unos pocos… que los reconoces porque no atacan a los otros opositores, y sí lo hacen con el gobierno. Mientras que los otros, los que discretamente se fueron desplazando hacia el chavismo, siempre van a atacar a otros opositores, mientras que, al chavismo, “ni con el pétalo de una rosa”

Porque el tema de las sanciones, ya quedó claro que no era algo del interinato, sino que es una actitud propia de EE UU en defensa de su seguridad interior, que no va a cambiar, ni se va a flexibilizar, hasta que nosotros, que nos consideran una “amenaza inusual y extraordinaria”, dejemos de ser un riesgo para ellos. Y eso no pasa ni por elecciones, ni por DD HH… depende de si ellos ven que el riesgo sigue vigente.

Político

El trabajo de la Comisión de Primarias de la oposición es impecable, y no se esperaba menos por el calibre de personalidades que la integran. Pero su trabajo es solo un eslabón más de una cadena de eventos, procesos, circunstancias y percepciones, las cuales finalmente, si se alinean en el tiempo y en el espacio, pudieran dar algún resultado que cambie las cosas en el país.

O sea que las primarias, en sí mismas y por sí solas, no son la solución. Eso debería estar claro para todos.

Tanto las pocas personas que creen que todo está bien, como las muchas que creen que todo está mal, están convergiendo en que las cosas tienen que cambiar; muy pocos creen que las cosas podrían mejorar. Los primeros están aterrizando que lo bueno que creen no es sostenible, y los otros, la mayoría, están llegando a un punto de saturación.

Un punto de hartazgo de que siempre haya problemas de agua, que la luz es inestable, que la internet no es buena, que no puedes usar libremente el pasaporte venezolano, que no puedes hacer transferencias al exterior, y que estamos cansados de ser los “sospechosos de siempre” por parte de los oficiales de cumplimiento de los bancos internacionales. Y ni que hablar de la inflación, de la dolarización que nunca se formaliza, o de la pulseada entre el mercado y el Plan de la Patria.

La teoría dice que el punto de las primarias, debe ocurrir recién después de agotar las vías para acordar o negociar; y a esto solo llegaremos después de que el hartazgo haga crisis y produzca un colapso. El colapso no necesariamente es violento… en nuestro caso, la gran masa de la población no está dispuesta a inmolarse a través de una vía violenta; no cree en sus líderes, y con las excepciones mencionadas más arriba, creen que le hacen el juego al chavismo.

Hay otras formas firmes y contundentes de protestar que no son ni violentas ni conspirativas.

Social

La base social del país, que está en pobreza de algún tipo, está muy alejada de la política y de los políticos. Sus problemas son reales y con política ya aprendieron que no los solucionarán.

Unos protestan, otros buscan en la basura y los menos consiguen algún trabajo eventual. Tenemos una sociedad fragmentada en la cual se trabaja con el efecto derrame… por gravedad.

Los 400.000 que concentran la riqueza, contratan a los más de 2.000.000 que trabajan para ellos, y estos, a su vez, promueven otros 2.000.000 de personas, que son como el piso de la parte de arriba de la pirámide, que, en total, está en el orden de los 5.000.000 de personas.

Los 21.000.000 restantes viven de ayudas del Estado y del goteo que permea de los de arriba. Son, al mismo tiempo la carga que debe ser sostenida por la parte de arriba, y la oportunidad de crecimiento y salida. Porque una masa tan grande gente, si se pone en movimiento, puede producir resultados asombrosos de crecimiento.

El tema es cómo pasar de carga a oportunidad. Y tal vez esto esté relacionado con los párrafos anteriores, donde esa masa tiene el poder de cambio en sus manos. No lo saben… no saben que son la oportunidad, ni saben cómo articularse. Por eso es que decimos que los liderazgos políticos han fracasado. Lo más que pueden hacer, los de un lado, es mantenerlos quietos “debajo de la alfombra”, y los otros, a los que les interesaría sacarlos de ahí y ponerlos a producir, pues no lo han, ni siquiera intentado.

Este es el país de la región que tiene mayor porcentaje de pobres y muy pobres; y no los tratamos con criterio de sacarlos de la pobreza, sino de mantenerlos ahí, donde están, tratando de invisibilizarlos.

Esas bases de pobreza son la esencia de la abstención electoral; y si se les suman los de arriba, desencantados de la política, pues tendremos que solo votarán los que se vean motivados de manera especial y específica, que no serán todos, y, seguramente, no serán opositores.

Económico

Está claro que el modelo socialista que ha manejado el chavismo no resultó viable y los opositores no tomaron ventaja de esa situación haciendo propuestas de cambio y de mejores prácticas. De hecho, cuando en 2019 tuvieron la oportunidad de presentar algo, no produjeron nada novedoso, sino que continuaron con el estatismo y la dependencia petrolera. Haciendo un corte al día de hoy, no hay ni una sola propuesta de política económica por parte de la oposición. Hacen alguna crítica o un rechazo aquí y otro allá, pero no hay una propuesta concreta.

Bueno… podría pensarse que ya es tarde para propuestas disruptivas, porque el mismo chavismo las está proponiendo. Está presentando ideas innovadoras y las está llevando a la práctica.

Porque dolarizar, liberar precios y promover el mercado de capitales no salió de la oposición sino del centro del mismo gobierno. Es lo que llamo el neo chavismo de mercado, enfrentando al chavismo tradicional del Plan de la patria. Ellos están llenando los espacios de cambio y, aunque aún muy lentamente y sin la seguridad de continuidad, pero han ido moviendo el sentido de dirección hasta tener una economía hipercapitalista. Pequeñita, estancada, pero muy capitalista.

Si estas medidas se tomaran en un contexto político distinto, y si contaran con el apoyo y la confianza de la gente, pues los resultados ya estarían siendo otros. Es donde el qué y el cómo, son menos importantes que el quién lo hace… el neo chavismo no tiene el respaldo popular, y para colmo, tiene en contra al chavismo clásico… el de los controles y el anti empresa y mercado.

Claro que la oposición aún puede tomar las banderas del mercado y la privatización, con estrategia profundas de inclusión social; no para administrar la pobreza, sino para sacar a la gente de la pobreza. Aún quedan para bandera de la oposición, los espacios que el chavismo no ha sabido/ querido formalizar, principalmente porque entre sus filas no cuentan con cuadros familiarizados con el capitalismo; al capitalismo le ven como el enemigo y no como la solución. Mientras que los opositores, aunque en su mayoría siguen siendo estatistas, al menos tienen la formación básica en las leyes del mercado.

Hay un largo camino por recorrer, porque no hay nada que indique que a corto plazo puede haber un cambio de gobierno. Lo que sí podría haber es un cambio en el sentido de dirección de la revolución, pero que va a salir del seno del propio chavismo.

Internacional

El 24 de febrero se cumplió un año desde la Operación Militar Especial de los rusos contra Ucrania, que iba a durar 72 horas… bueno… duró un poco más que eso. Arrancaron ese día con Crimea tomada por ellos, y un par de provincias separatistas que intentaban anexarse. Si bien hoy tienen una parte de esas provincias, lo cierto es que el costo de estar allí, no pareciera ser compensatorio de los logros.

Porque si lo apreciamos en un contexto mas amplio, hoy Rusia es el país con mas rechazo del planeta, habiendo sido rechazado por 141 países en la ONU, con 32 abstenciones (incluyendo a China) y contando con el apoyo de solo 7 países, que son los mismos parias de siempre, Corea del Norte, Irán, Nicaragua, Bielorrusia, Mali, Eritrea y Siria.

El jefe de la OTAN reconoció los dos errores estratégicos que cometió Putin en su decisión de atacar a Ucrania: uno fue subestimar la fuerza y valentía del pueblo y el ejército de Ucrania; y el otro fue también subestimar la determinación y la unidad de la OTAN y de sus socios.

Porque no cabe duda que Putin se creyó su premisa de la OME de 72 horas. La próxima semana se cumple un año de esa atroz invasión y el grado de deterioro de Rusia es muy grande. No solo en cuanto a pérdidas materiales militares en los frentes de batalla, sino pérdida de mercados, bloqueos en el flujo de productos, rechazo mundial a todo lo que tenga que ver con Rusia, y una pérdida de reputación y confianza que demorará décadas en ser recuperada.

El destino final, puede anticiparse que será la rendición incondicional, la desmilitarización y el desarme; además de la pérdida de control político institucional de su país, que será tomado y ejercido por las fuerzas vencedoras. Y el resultado, para ellos, será el opuesto al que motivó su operación, que era recuperar los territorios de la antigua “cortina de hierro”.

De allí que ahora esté amenazando con atacar a Polonia, y que las fuerzas militares en el Báltico estén en alerta. El ataque ruso logró además expandir los presupuestos de defensa de todos los miembros de la OTAN, y comenzar a contar con “invitados” como Suecia y Finlandia, en su proceso de adhesión. No solo invierten en equipos convencionales de blindados y de infantería, sino que están probando nuevas tecnologías para anticipar la etapa que puede llegar en el 2do semestre, en la cual la OTAN ingrese formalmente en la guerra, y que EE UU, antes o después, se involucre en lo que se reconoce el conflicto global post WWII.

Porque a la guerra fría la ganó EE UU con el desmantelamiento de la URSS y la incorporación de Rusia al mercado capitalista. Y esta segunda etapa, iniciada por Putin tratando de regresar a la Rusia de los zares y al águila bicéfala, tiene como objetivo volver a enfrentar a EEUU, tomando como excusa el caso de ucrania. Pero la diferencia en poder militar es tan, pero tan abismal, que prácticamente Rusia no tiene posibilidades de salir bien de esta guerra que ellos mismos comenzaron.

Recomendación

  • Al gobierno: que se aleje lo más que pueda de las actividades económicas, incluyendo a aquellas que por ley le correspondería. Ha llegado el momento de tomar decisiones acordes con las circunstancias actuales; que no solo incluyen cambios demográficos y tecnológicos, sino que deben considerarse como condiciones permanentes a las sanciones de EE UU. Y que imite la situación de los peruanos que han logrado desenganchar la política de la economía. O de los brasileros que tuvieron 0,5% de inflación mensual bajo un gobierno de izquierda.
  • A la dirigencia opositora: que reconozca que están alejados del afecto de las bases; que ya no los representan y que los objetivos comunes que tenían han perdido coincidencia. Que ha llegado el momento de que surjan nuevos liderazgos con un perfil de patriotismo que haya quedado evidenciado con sus actos, de los públicos y de los privados. Con un par de excepciones honrosas, todos los dirigentes que aspiran a ser presidentes, han jugado a la ambigüedad y han puesto en juego sus principios. La gente ya no cree en ellos… ni en las encuestas que impulsan a unos y a otros.
  • A la dirigencia empresarial: que reconozca la gran oportunidad de la economía de la base de la pirámide y comience a incorporar e impulsar nuevos modelos de negocio. Hoy todo gira alrededor de los 5.000.000 de arriba, y estamos perdiendo la oportunidad con los 21.000.000 de abajo. Se trata de cambiar los pesos en la ecuación de precio por cantidad. Para los de arriba, precio alto para solo 5.000.000; para los otros, precio muy bajo multiplicado por una cantidad 4 veces más alta. Y el resultado seguramente será mejor en el segundo caso, y lo más importante, será sostenible en el tiempo.

Análisis de entorno: Sin ambigüedades

Benjamín Tripier

La inflación se ha convertido en la piedra angular de los problemas de los venezolanos. Porque no importa el nivel socio económico, a todos nos está afectando; tal vez la diferencia se encuentra en la capacidad individual para manejar el problema, y en las posibilidades económicas de cada uno.

Porque para todos, sin excepción, hace un par de años un carrito de supermercado se llenaba con 100 dólares, y hoy no se hace con menos de 250 dólares. Y con este comentario nos estamos refiriendo a las casi cinco millones de personas que cuentan con posibilidades para ir a un mercado. Y estamos dejando por fuera a los veintiún millones que no tienen los ingresos para hacerlo, y están viviendo de dádivas, ya sean públicas o privadas; pero que no tienen una fuente de ingresos que ellos puedan procurarse con su propio esfuerzo.

El tema es que nuestra economía está tan disminuida que se hace difícil asistir al desamparado. Me gusta el ejemplo del carro con 21 millones de personas bordo, que está siendo empujado por 5 millones, para el total de 26 millones de venezolanos que constituyen la población que aún vive fronteras adentro del país.

Siempre pensando en la pirámide como referencia, la parte de arriba tiene a los 5 millones y la parte de abajo a los 21 millones restantes. El piso de la parte de arriba podría asimilarse, socioeconómicamente hablando, al parquero de un restaurante; el que, a su vez, se constituye en la referencia para la parte de arriba de la parte de abajo, que es la parte de arriba de la base de la pirámide. Podría decirse entonces, que los problemas de inflación son, principalmente, para la parte de arriba.

La experiencia nos dice que, a la inflación para vencerla, primero hay que luchar frontalmente contra ella. No se puede ni convivir, ni basarse en extrañas teorías de que la inflación genera actividad y que es buena. La inflación nunca es buena; es tal vez el cáncer de las sociedades, y habría que tratarla como tal.

Si bien la teoría la enmarca en el campo de lo monetario, sus causas suelen estar en el lado real de la economía; el lado de la oferta de bienes y servicios. Especialmente en países, como el nuestro, donde durante décadas la inyección de recursos financieros a la economía provenía de un estado que los obtenía de la venta de un producto que había sido generado con muy poca agregación de valor nacional, distorsionando así las relaciones económicas internas, cuya evidencia más clara se reflejaba en el sistema de precios de referencia… que siempre subía por causas exógenas… siempre en el límite de los equilibrios, y siempre con equilibrios inestables.

Entonces uno se preguntaría, cómo es que ahora, cuando menos ingresos petroleros tenemos, la inflación es tan alta, y puede serlo aún más. Porque es que estamos en el límite de regresar a la súper híper inflación que supimos tener. Y la respuesta está en la distorsión del modelo, producida por un estado empresario que sigue interfiriendo en las relaciones económicas, esta vez sin aportar ingresos, pero sí contribuyendo al gasto desmedido que hace que siempre, y casi sin excepción, la capacidad para demandar, sea superior a la capacidad de producir y ofrecer los bienes y servicios que la economía demanda.

Y es por eso que tenemos un piso muy alto de inflación, porque la gente recibe dinero inorgánico, ya sea como en el pasado donde era genuino pero distorsionante, ya sea en el presente donde es fabricado por el propio Estado. En ambos casos es inorgánico.

Cuando les decía que hay que luchar frontalmente contra la inflación, me refería no a la lucha del gobierno (pese a que es quien debe liderar la batalla), sino de toda la sociedad, con un proceso de confianza y credibilidad, donde todos estén dispuestos a poner de su parte y asumir sacrificios; los cuales, si están dentro de un plan orgánico y confiable, la sociedad debería estar dispuesta a emprender el camino.

Y aquí es donde se mezcla con el aspecto político; porque la sociedad ha perdido la confianza en sus líderes, quienes tienen niveles de rechazo social muy altos y no generan ni la confianza ni la credibilidad como para recibir apoyo para un plan de esta envergadura.

Y es que los niveles de rechazo de la dirigencia política son tan altos, que el gobierno no podría intentarlo, y el candidato resultante de las primarias tampoco podría hacerlo.

Sin embargo, en el esquema de poder y gobernabilidad que tenemos ahora, con el chavismo con un poder casi omnímodo, y con la oposición desmembrada, el gobierno podría apelar a ese poder para avanzar en una apertura de la economía que profundice el camino que emprendió hace un par de años; y formalizar los avances, e ir más a fondo con la liberación de controles; permitir la libre flotación de la moneda, admitiendo al dólar como moneda de curso legal y traspasando al sector privado, o cerrando, las empresas públicas que hoy son una carga sin contrapartida para la sociedad.

Lo anterior sin perder la capacidad inherente al estado de la generación de políticas públicas, y la capacidad de hacer que se cumplan. Porque hoy, que el chavismo se ha ido separando de la ideología, es un buen momento para despolitizar las medidas y consolidar la estrategia de mercado. Y esta vez, sin ambigüedades.

Político

Según el DRAE la ambigüedad es la cualidad de aquel lenguaje “que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión”.

Usar la ambivalencia como táctica política pudo haber resultado hasta ahora, en que siempre había dinero como para el engaño que luego se arreglaba con un bono o con una misión. Pero cuando se acaba la fuente de financiamiento, los discursos ambiguos comienzan a chocar contra la realidad, y devolviéndose como un boomerang en contra de quienes los emiten. Eso ya le está pasando al chavismo que recibe protestas diarias de su propia gente, y le ha comenzado a pasar a la oposición ambigua que no termina de definirse.

Y si bien no hay ninguna señal en el horizonte que pueda afectar la continuidad del chavismo en el poder, del lado de la dirigencia opositora, siguen con su juego de tronos, pero sin tronos a la vista y con la ambigüedad “mesita”, “alacranes” y últimamente “escorpiones”. Se trata de una dinámica donde los dirigentes juegan a la captura de cargos que nunca van a tener, muy alejados de la percepción que de ellos tiene la gente.

Porque creen que una primaria es la solución, cuando, por el contrario, es parte del problema. Porque cuando se ve la lista de los potenciales participantes, y cuando se ve la lista de los que se están quedando por fuera, porque no creen en primarias, uno se da cuenta de que se trata de revolver la situación, para que, cuando se asiente (porque se va a asentar) las cosas estén igual o peor que antes.

Porque todos los intentos de unidad de la oposición se estrellaron contra ellos mismos y sus ambiciones; tanto los triunfos como las derrotas, todos terminaron con enemistades nuevas… los mismos actores, pero cambiando sus roles… ah… y siempre atacándose con virulencia entre ellos mismos.

Como dicen en la calle, “tumbaron a Guaidó, en vez de tumbar a Maduro”. Es evidente la falta de consistencia y continuidad; el exceso de personalismo, y, tal vez lo más importante, la falta de memoria, para identificar errores y hacer propósito de enmienda.

Porque todo lo que pasa en la dirigencia opositora con o sin sus primarias, no tiene impacto en la vida actual o futura de la gente (opositores y chavistas) y menos que menos en el proceso de toma de decisiones del gobierno, para quien ellos son la distracción que a veces necesitan para que no se vea algo que está pasando en la realidad.

Es de esperar que de este impasse de anarquía organizacional opositora, surja alguien diferente capaz de interpretar el sentir de las bases y comience a actuar en consecuencia.

Social

La normalidad económica de un país debería admitir que tanto el lujo, como la clase media, y hasta la pobreza, convivan en armonía, y sin resentimientos. Claro que en situaciones como la nuestra donde hay alrededor de 400 mil personas en el lujo, 4,5 millones entre las clases medias, alta, media y baja, y 21 millones de pobres, el desbalance es tan fuerte que no se trata de resentimiento, sino de supervivencia.

La pirámide nacional podría resumirse en 400 mil personas que dan trabajo a 2 millones, los cuales a su vez dan trabajo a otros 2,5 millones, de los cuales permea, a veces, no siempre, algo a los 21 millones de pobres.

Las actividades de lujo como las súper tiendas o el estadio de La Guaira están destinadas a un público muy especial, pero que dan trabajo a lo largo de la pirámide, a veces, hasta a los que están abajo, rescatándolos, aunque sea transitoriamente.

Lo importante, socialmente hablando, es que no se invisibilice a los pobres, porque el encandilamiento que producen las “cosas lindas de la vida” puede hacer creer que esa es toda nuestra realidad, cuando estamos lejos de que la realidad sea así.

Somos un país muy pobre, y el primer paso para dejar de serlo, es reconocerlo. Para trazar un camino desde lo actual, hacia un futuro donde el bienestar sea general, y que la pobreza sea un estado transitorio del cual, con esfuerzo, estudio y trabajo se pueda evolucionar. Donde el crecimiento económico orgánico apoyado en empresas que crean valor, sea la cantera de las oportunidades para que cada vez haya menos pobres, y que alguna vez, llegue a no haber ninguno.

Porque hoy hay gente comiendo de la basura.

Económico

Las compuertas y los compartimentos estancos se convierten en muros de contención que distorsionan la actividad económica y fuerzan a tomar, o dejar de tomar, decisiones, en un momento donde, si hubiera confianza, podrían optimizarse los escasos recursos con los que contamos.

Tenemos un país con una infraestructura deteriorada de talla 38, para una economía que apenas llega a talla 30. Y, por la diferencia de talles es difícil que un sastre lo ajuste, porque al ser tan grande la diferencia, sería como hacer algo nuevo. Eso nos pasa con el sistema eléctrico, con la banca, con las empresas básicas, con Pdvsa y en general con todo el país.

La distorsión anterior, si operáramos con una lógica de mercado, tendería a corregirse haciendo que lo que no es autosustentable, termine cambiando de ramo, o cerrando. Es impresionante la cantidad de empresas privadas que terminaron cerrando porque no encontraron una vía razonable de sustentabilidad.

Mientras que, de las empresas del Estado, muchas de ellas en situaciones críticas y de quiebra, siguen abiertas como si estuvieran produciendo, y con trabajadores reclamando “reivindicaciones” como si estuvieran funcionando bien.

El mercado de capitales es una vía para reacomodar la plataforma patrimonial y accionaria, buscando optimizar el uso de recurso, de forma tal de ir adaptando nuestra infraestructura a las verdaderas y limitadas posibilidades de nuestro mercado.

Internacional

El jefe de la OTAN reconoció los dos errores estratégicos que cometió Putin en su decisión de atacar a Ucrania: uno fue subestimar la fuerza y valentía del pueblo y el ejército de Ucrania, y el otro fue también subestimar la determinación y la unidad de la OTAN y de sus socios.

Porque no cabe duda que Putin se creyó su premisa de la OME de 72 horas. La próxima semana se cumple un año de esa atroz invasión y el grado de deterioro de Rusia es muy grande. No solo en cuanto a pérdidas materiales militares en los frentes de batalla, sino pérdida de mercados, bloqueos en el flujo de productos, rechazo mundial a todo lo que tenga que ver con Rusia, y una pérdida de reputación y confianza que demorará décadas en ser recuperada.

El destino final, puede anticiparse que será la rendición incondicional, la desmilitarización y el desarme; además de la pérdida de control político institucional de su país, que será tomado y ejercido por las fuerzas vencedoras. Y el resultado, para ellos, será el opuesto al que motivó su operación, que era recuperar los territorios de la antigua “cortina de hierro”.

De allí que ahora esté amenazando con atacar a Polonia, y que las fuerzas militares en el Báltico estén en alerta. El ataque ruso logró además expandir los presupuestos de defensa de todos los miembros de la OTAN, y comenzar a contar con “invitados” como Suecia y Finlandia, en su proceso de adhesión. No solo invierten en equipos convencionales de blindados y de infantería, sino que están probando nuevas tecnologías para anticipar la etapa que puede llegar en el segundo semestre, en la cual la OTAN ingrese formalmente en la guerra, y que EE UU, antes o después, se involucre en lo que se reconoce el conflicto global post WWII.

Porque a la guerra fría la ganó EE UU con el desmantelamiento de la URSS y la incorporación de Rusia al mercado capitalista. Y esta segunda etapa, iniciada por Putin tratando de regresar a la Rusia de los zares y al águila bicéfala, tiene como objetivo volver a enfrentar a EE UU, tomando como excusa el caso de ucrania. Pero la diferencia en poder militar es tan, pero tan abismal, que prácticamente Rusia no tiene posibilidades de salir bien de esta guerra que ellos mismos comenzaron.

Recomendación

  • Al gobierno: que se aleje lo más que pueda de las actividades económicas, incluyendo a aquellas que por ley le correspondería. Ha llegado el momento de tomar decisiones acordes con las circunstancias actuales, que no solo incluyen cambios demográficos y tecnológicos, sino que deben considerarse como condiciones permanentes a las sanciones de EE UU. Y que imite la situación de los peruanos que han logrado desenganchar la política de la economía. O de los brasileros que tuvieron 0,5% de inflación mensual bajo un gobierno de izquierda.
  • A la dirigencia opositora: que reconozca que están alejados del afecto de las bases, que ya no los representan y que los objetivos comunes que tenían han perdido coincidencia. Que ha llegado el momento de que surjan nuevos liderazgos con un perfil de patriotismo que haya quedado evidenciado con sus actos, de los públicos y de los privados. Con un par de excepciones honrosas, todos los dirigentes que aspiran a ser presidentes, han jugado a la ambigüedad y han puesto en juego sus principios. La gente ya no cree en ellos… ni en las encuestas que impulsan a unos y a otros.
  • A la dirigencia empresarial: que aún no se ha logrado que los actores privados excedentarios de la economía, se alineen y complementen con los deficitarios para optimizar el uso y rendimiento de los negocios. Hace falta una campaña de concientización sobre los mercados de renta fija y renta variable para incorporar diferentes segmentos y proyectos. Renta fija para el corto plazo, y renta variable para el largo.