El bien recordado y siempre amado Papa Francisco, afirmó: “Prefiero una Iglesia manchada por estar en la calle a la que se encuentra dentro de cuatro paredes cuidando su seguridad y bienestar”.

Todos sabemos de gente inteligente o así pensábamos eran, que inexplicablemente a la luz de la razón, están entregados a lo que tenemos.

Si estimamos la población venezolana residente en el país en 30 millones y que de esa cantidad 15 son mayores de 18 años y de ésta siete son estudiantes, pensionadnos o jubilados, tenemos 8 millones de nacionales en condiciones de trabajar, lo que constituye la potencialidad laboral de la Nación.

La inhabilitación es una normativa constitucional y legal que implica la incapacidad o ineptitud de una o más personas para ser elegidas o designadas en un cargo público e imposibilita el ejercicio de funciones.

Nuestro petróleo que ha debido ser la mejor palanca de desarrollo del país, fue transformado en estos últimos veinticinco años en un vulgar instrumento político-partidista y paradójicamente es hoy una inmensa calamidad nacional.

El señor Trump, Presidente de los Estados Unidos, la primera potencia mundial, nos tiene impresionados y alarmados por sus constantes amenazas prácticamente a todo el mundo y su extraña cercanía con Putin, es una especie de regadera, no de agua sino de intimidación.

El régimen acaba de anunciar, el pasado 23 de marzo, la reducción de la jornada laboral, prácticamente a día y medio a la semana. Lo hizo argumentando el cambio climático global y la sequía en la región andina.

Es necesario que los buenos no mueran nunca, ellos dejan caminos que debemos transitar siempre y Luis Herrera fue y es uno de ellos.

Hablar de socialismo no es fácil, sobre todo cuando comparamos sus ejecutorias con la teoría, con la prédica. Al término le han dado distintas y variadas interpretaciones, algunas hasta encontradas.

Siguiendo con el tema de las formas de gobierno, someramente trato en esta nota “La autocracia”. Ella es un gobierno en el cual solo la voluntad de una persona es la suprema ley, se hace solo lo que el autócrata dice y desea, por consiguiente, no se hace nada que no tenga su aprobación.