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​José E. Rodríguez Rojas

Los dilemas que enfrentan las universidades públicas

​José E. Rodríguez Rojas

Las universidades públicas han sido parte del reparto de la renta petrolera. Sin embargo, la conformación de un Estado Fallido ha presionado por el surgimiento de un nuevo paradigma, que ha sido asumido por actores claves de la vida universitaria como el movimiento estudiantil. La presión de estos, ha posibilitado la convocatoria a reiniciar actividades. Pero las dificultades para instrumentar clases virtuales y la oposición de los docentes, mantienen a la mayoría de las facultades paralizadas. Los salarios de hambre de los docentes generaron la deserción de la mitad de la planta profesoral y ha obligado a recurrir a la Unesco por una intervención humanitaria. El panorama de las universidades post pandemia es poco alentador.

Las universidades públicas se desenvuelven en medio de diversos dilemas que condicionan la política universitaria en la coyuntura actual. Por un lado los estudiantes, en especial los que están en los últimos años de la carrera, no pueden esperar mucho tiempo a que las universidades reinicien sus actividades. Debido a la presión de los mismos los Consejos Universitarios han decidido reiniciar las actividades. Es el caso de la Universidad Central (UCV), la Universidad de Carabobo (UC) y la Simón Bolívar (USB). Las dos últimas lo hicieron en enero de este año.

Las universidades han sido parte del reparto de la renta petrolera, pero la destrucción de la industria petrolera y la condición de Estado fallido del actual régimen ha culminado dicha etapa; y ha hecho surgir un nuevo paradigma; en el contexto del cual las universidades públicas deben seguir el ejemplo de las privadas, desarrollando una estrategia de diversificación de ingresos a fin de disminuir su dependencia del presupuesto del Estado.

Actores claves del mundo universitario han asumido el nuevo paradigma, como se revela en el caso de la Universidad de Carabobo (UC). El presidente de la FCU de la UC planteó, en entrevista reciente, que la reducción de las asignaciones presupuestarias a las universidades no es un fenómeno reciente. Comenzó en el año 2014. La UC tiene siete años desarrollando una política de generación de ingresos propios para compensar la caída en los aportes del Estado. Lo que hay que hacer ahora es perfeccionar la política que se ha seguido en los últimos años. A su juicio lo que se impone es que a través de las actividades de investigación, los laboratorios y las pasantías vender servicios que generen ingresos para la universidad, que puedan permitir a su vez financiar los estudios de los alumnos que cursan la carrera de medicina. En el caso de la UC el presidente de la FCU presentó una propuesta que recoge la posición de los alumnos de quinto año de Medicina que laboran en la Ciudad Universitaria Enrique Tejera Paris. La propuesta plantea un retorno gradual a las actividades bajo una combinación de clases virtuales teóricas y actividades presenciales en los hospitales para la realización de prácticas y exámenes.

Otro elemento que presiona por el reinicio las actividades es el deterioro de la infraestructura y el abandono en que se encuentran los campus universitarios. El caso de los núcleos de Maracay Y Cagua de la UCV ha sido noticia en la prensa. También el caso del colapso del pasillo de Humanidades en la Ciudad Universitaria en Caracas. Para esto último existen recursos cuyo uso es necesario priorizar por haber sido designado patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco.

Como lo hemos señalado, las presiones estudiantiles han provocado el llamado a reiniciar las actividades en varias universidades. El reinicio ha sido conflictivo y ha enfrentado diversas dificultades. En primer lugar, como lo señala el presidente de la FCU de la UC, plantear el reinicio en forma virtual se enfrenta con las carencias de profesores y estudiantes que no tienen los equipos requeridos para la educación a distancia. Tampoco pueden contratar un servicio de internet mejor al de Cantv, que es lento e intermitente. Debido a ello el llamado a clases virtuales no ha sido realista. La mayoría de las facultades de las universidades permanecen paralizadas. En el caso de la UCV el Secretario Amalio Belmonte reconoció en entrevista reciente que solo 3 facultades han reiniciado actividades y un poco más de 40% de los estudiantes se encuentra vinculado a alguna actividad. Un reciente reportaje del diario El Nacional ratificó la parálisis de las universidades lo cual reivindica la necesidad de combinar clases virtuales con presenciales, como lo plantean los estudiantes de la UC.

Otro elemento que ha complicado el reinicio de las actividades es que éste ha sido rechazado por los profesores y sus gremios, debido a los salarios de hambre que reciben; lo que les impide adquirir la canasta alimentaria, y los obliga al desarrollo de actividades como la venta de tortas, pastelitos y repuestos para sobrevivir. En el caso de los jubilados, el salario es insuficiente para la compra de los medicamentos que requieren y financiar el tratamiento médico que muchos necesitan. Como consecuencia de estas carencias, especialistas con una elevada experticia en áreas claves han muerto de mengua. Debido a ello la Asociación de Profesores de la USB, la Federación Venezolana de Maestros (FVM) y la ONG Aula Abierta se han dirigido a la UNESCO, a fin de exponer la crítica situación del sector educativo y la necesidad de una intervención humanitaria por parte de este organismo.

La hiperinflación y el deterioro de la capacidad adquisitiva de los docentes, así como la disminución de la calidad de vida, han empujado a muchos profesores a emigrar hacia otras latitudes. Se estima que un 50% de la planta profesoral de las universidades ha emigrado. Ello crea un panorama sombrío sobre las universidades que encontraremos una vez que pase la pandemia. Una universidad sin recursos, con una infraestructura en el suelo y descapitalizada, sin la mitad de su planta profesoral, plantea serios interrogantes sobre la posibilidad de recuperar la universidad pública en tales condiciones.

Nota: la entrevista al Secretario de la UCV Amalio Belmonte se llevó a cabo en el programa Univérsate de Unión Radio el 24 de enero de este año y la del presidente de la FCU de la UC se realizó en el mismo programa el 13 de diciembre del 2020..

Profesor UCV

Las universidades privadas han diversificado sus ingresos para mantenerse activas

​José E. Rodríguez Rojas

Las Universidades privadas han logrado diversificar sus ingresos, a fin de obtener los recursos necesarios para hacer las inversiones requeridas para instrumentar el teletrabajo y la educación a distancia. Gracias a ello han logrado continuar con su actividad docente, sus actos de grado e impulsar actividades de extensión e investigación, ¿Deben las universidades públicas seguir la misma estrategia para reducir su dependencia del presupuesto del Estado?

En una entrevista en el programa Univérsate auspiciado por la UCAB, el rector de la Universidad Metropolitana (Unimet) Benjamin Scharifker, detalló los principales retos y desafíos que enfrenta la Unimet en sus 50 años y se refirió también a la situación de las universidades públicas. El Dr. Scharifker fue previamente profesor y rector de la Universidad Simón Bolívar, por lo cual está familiarizado con la situación de las universidades públicas. Debido a su experticia consideramos conveniente divulgar sus planteamientos sobre la crisis que enfrenta la universidad venezolana, a fin de contribuir al debate que se está dando en la actualidad.

Cuando se le interrogó sobre los desafíos que enfrenta la Unimet en sus 50 años respondió que el principal desafío de la universidad es a su vez el principal desafío de la sociedad venezolana. Venezuela no puede seguir confiando en la explotación de los recursos naturales. Hay que hacer inversión en formación de talento. Ese es el principal desafío de la universidad y de la sociedad venezolana.

En la misma línea de pensamiento se le preguntó sobre los retos que enfrenta la educación superior privada en nuestro país. En relación a esto respondió que la educación superior en Venezuela se ha venido desenvolviendo dentro de un modelo anticuado. Las universidades públicas dependiendo del presupuesto del Estado y las privadas de la matrícula. A juicio del rector había que progresar hacia un modelo sostenible lo que implica la diversificación de ingresos. En ese sentido señaló que había que profundizar la relación con el sector productivo. No hay que olvidar que la Unimet fue fundada, a inicios de la década de 1970, por un grupo de industriales venezolanos que pensaban que hacía falta formación de recursos humanos para la industria y otras actividades productivas. Estas relaciones hay que profundizarlas. Debe haber también una mayor vinculación con los egresados, en particular con los que están en el exterior, algunos de los cuales se han involucrados en actividades productiva que pueden ser útiles a la universidad. Señaló el rector que su objetivo es convertir a la universidad en un motor de desarrollo.

Al final se le interrogó sobre la situación de parálisis de las universidades públicas y lo que éstas debían hacer para superar esta situación. A juicio del rector las transformaciones tienen que ocurrir en toda la sociedad. Las universidades públicas no tiene capacidad de inversión. Las privadas han debido invertir en plataformas tecnológicas de información y en la formación de profesores y estudiantes, para poder desarrollar las capacidades que se requieren para continuar las actividades a distancia. Las públicas no han podido hacer esas inversiones porque el Estado no las provee con los recursos necesarios para hacer las inversiones mencionadas. Los recursos del Estado no son suficientes ni siquiera para remunerar adecuadamente a sus profesores, los cuales reciben salarios muy por debajo la canasta básica. La Unimet ha tenido que diversificar sus fuentes de ingresos para no depender solo de la matrícula. Sus fuentes de ingresos hoy son muy diferentes a las que tenía hace cinco o diez años. Enfatizó el rector: ya no dependemos de la matricula como nuestra fuente de ingreso principal. Estamos trabajando en que nuestros programas de postgrado tengan reconocimiento internacional. Las universidades públicas deben buscar otras fuentes de ingresos porque el Estado no está en capacidad de proveerlas con los recursos que requieren, debido a la quiebra de su principal fuente de ingresos que era la actividad petrolera.

En síntesis, gracias a la estrategia de diversificación de ingresos la Unimet ha logrado sortear con éxito la construcción de una plataforma tecnológica y la formación de los recursos humanos en las capacidades requeridas para que las actividades continúen a distancia. Gracias a ello han podido celebrar sus 50 años de creación con la graduación de la reciente cohorte, tanto de estudiantes de pregrado como de postgrado. Igual ha sucedido con la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) la cual ha logrado continuar con sus planes de grado. Adicional a ello ha logrado implementar una nueva edición de la Feria del Libro del Oeste que en el año 2020 se dio en forma virtual, así como liderar la última edición de la Encovi.

Se deduce de las declaraciones del rector de la Unimet que el reto de las universidades públicas en la actualidad es reducir su dependencia del presupuesto del Estado, el cual no está en capacidad de sufragar los gastos de las universidades. En entrevista a uno de los directivos de la ONG Aula Abierta, en el programa citado de Unión Radio, éste reveló que el gobierno ha aprobado entre 1 y 5% de los recursos solicitados por las universidades públicas. En ese sentido deben llevar a cabo un proceso de diversificación de sus ingresos. El ingreso del cobro de matrícula no es suficiente y deben desarrollar otras fuentes de ingreso. Este esfuerzo de generación y diversificación de ingresos, debe llevarse a cabo haciendo lo posible para que ello no implique un encarecimiento de la matricula que cobran las universidades públicas en las carreras de pregrado. Las instituciones públicas de educación superior vienen, desde hace décadas, avanzando en planes de generación de ingresos para compensar las carencias que plantea la precaria asignación de recursos por el Estado. Se trata de profundizar estas iniciativas.

Profesor UCV

Fuente: Entrevista al rector de la Unimet en el Programa Univérsate auspiciado por la UCAB, transmitido el domingo 20 de diciembre del 2020.

Estado fallido paraliza la educación pública

​José E. Rodríguez Rojas

El chavismo ha convertido al Estado venezolano en una Estado fallido. Un elemento característico de tal condición es la hiperinflación. La hiperinflación ha hundido a los maestros en una situación de miseria extrema. Ante ello, el gremio de los docentes ha decidido plantar cara al régimen y se ha negado a retornar a clases, exigiendo un salario en dólares que les permita cubrir sus necesidades básicas. La respuesta del gobierno ha frustrado las expectativas de los maestros, por lo que la situación de parálisis de la educación primaria perece prologarse en el tiempo.

Desde inicios del régimen de Chávez era evidente, para algunos economistas, que el chavismo nos conducía a un Estado fallido. Un elemento central de este tipo de Estado es la hiperinflación, que hunde en la miseria a los servidores públicos y erosiona los servicios que el Estado presta, como lo veremos en el caso de la educación.

La hiperinflación es un cáncer que carcome las esperanzas y la autoestima de los miembros de una sociedad degradando la misma. La hiperinflación fue uno de los factores que crearon las condiciones para el ascenso de los nazis al poder en Alemania. Por sus implicaciones, una de las principales funciones de un Estado moderno es garantizar la estabilidad económica lo que implica el control de la inflación. Esta es la principal función del Banco Central. Para cumplir con tal cometido los parlamentos eligen a la directiva del banco central por un periodo que normalmente duplica al presidencial, a fin de que no estén sometidos a la influencia del ejecutivo y de algún populista que por los azares de la política llegue a presidir el gobierno.

Chávez sentó las bases de una creciente inflación al convertir al Banco Central (BCV) en la caja chica del gobierno. Esta política se profundizó con Maduro lo que condujo a finales del 2017 a transitar los caminos de la hiperinflación, que hizo trizas la capacidad de compra de los trabajadores, entre ellos de los maestros que laboran en la educación primaria. La destrucción de la industria petrolera agravó el problema al generar una crisis en las finanzas públicas que limitó la capacidad del Estado para atender las demandas de las instituciones educativas y de los maestros.

La situación descrita impulsó a la Federación Venezolana de Maestros (FVM) a introducir, en el mes de agosto de este año, un pliego de peticiones al ministerio de educación a fin de plantear el deterioro de la infraestructura de las instalaciones educativas y en particular los salarios de hambre que percibían los maestros (1). A juicio de la FVM esta situación impedía dar inicio a las clases en la educación primaria pues no existían las condiciones mínimas para ello. En el documento mencionado señalan que el salario máximo que recibía un maestro era de 769.304 Bs. el cual representaba 0,84% de la canasta alimentaria y 0,44% de la básica (2) lo cual los ubicaba en condición de pobreza extrema. En consecuencia solicitaban un salario que alcanzara a los 600 dólares que les permitiera satisfacer sus necesidades básicas. En respuesta el ministerio de educación duplicó los salarios. En otras palabras el salario máximo a devengar por un maestro alcanzaría 1.538.000 bolívares, lo que representa, en el momento que redactamos estas líneas, 1.4 dólares mensuales. Lo cual, como lo manifiestan los docentes de primaria es una burla, pues no llega a representar ni el 1% del valor de la canasta alimentaria, equivalente a 301 dólares.

Los ministros de economía de Chávez como Rodrigo Cabezas, ante las crecientes presiones inflacionarias, aconsejaron al régimen y al partido de gobierno, en los años 2015 y 2016, una rectificación de la política económica. Pero el partido de gobierno rechazó las recomendaciones de Cabezas tildándolo de neoliberal. Decidieron, en consecuencia mantener, la política económica a sabiendas de que esto agudizaría el empobrecimiento de la población. El régimen decidió instrumentar una agenda donde lo prioritario era eternizarse en el poder recurriendo a una política del terror contra la disidencia política y los sindicatos, aunado a una política de chantajear a una población empobrecida con las migajas que concede el Estado Fallido, como sucedió con los comicios recientes: “si quieres comer tienes que votar”. Indicando que si quieres tener acceso a las cada vez más escasas dadivas que concede el gobierno tienes que votar.

Ante la situación de pobreza extrema en que viven los maestros y la incapacidad del gobierno de implementar políticas que modifiquen este status, la FMV ha decidido plantar cara al régimen y negarse a colaborar con el reinicio de las clases. En ese sentido han aunado esfuerzos con otros sectores como el de la salud a fin de mantener sus acciones de protesta. En consecuencia las actividades docentes en las escuelas primarias se mantienen paralizadas, no solo por los efectos de la pandemia sino por la decisión de los maestros de no incorporarse a clases. Parálisis que parece extenderse al resto de los niveles de la educación pública, como las universidades, donde los gremios de profesores mantienen una posición similar a la de la FVM.

(1) El Universal. Gremios de educadores demandan respuestas al ejecutivo sobre pliego de peticiones. El Universal 4-10-2020.

(2) La FVM estimó en el documento señalado que en agosto pasado la canasta básica alcanzaba a 176 millones de Bs. equivalentes a 577 dólares y la alimentaria se aproximaba a los 92 millones (301,13 dólares)

Profesor UCV

El chavismo nos convirtió en un país pobre.

​José E. Rodríguez Rojas

Las políticas del “socialismo del siglo XXI” instrumentadas por Chávez, destruyeron las bases del progreso económico del país. Su continuación por el régimen de Maduro ha provocado un colapso de la economía venezolana. La producción de bienes y servicios (PIB) de este año equivale a una quinta parte de la generada en el año 2013, y nos ubica entre los países más pobres de la región, como Bolivia y Haití.

En un escrito previo expusimos las tesis de Dani Rodrik quien señala que la iniciativa privada es la clave del progreso económico. Los sistemas de mercados son los que mejor canalizan las iniciativas individuales hacia el progreso material de la sociedad. Sin embargo el sistema de mercados requiere un entorno de estabilidad macroeconómica (control de la inflación), respeto a los derechos de propiedad y seguridad personal. Las instituciones públicas son las que proveen este entorno para que los sistemas de mercado funcionen y los emprendedores privados se sientan motivados a invertir. Esta es la experiencia de los países industrializados más avanzados, incluido China (1).

En el escrito mencionado argumentamos que el “socialismo del siglo XXI” implicó, a diferencia del socialismo chino, la creación de un marco institucional hostil a la iniciativa privada, en un contexto de derroche, corrupción e ineficiencia sin parangón, lo que destruyó los fundamentos del progreso económico del país. Esto no tuvo mayores consecuencias durante el régimen de Chávez, debido a los altos precios del petróleo y el elevado ingreso de divisas que permitió incrementar las importaciones e instrumentar programas de subsidio al consumo, lo que compensó el efecto de las presiones inflacionarias en los sectores de más bajos ingresos.

Sin embargo una vez que los precios del petróleo colapsaron, después del 2014, afloró en toda su crudeza el descalabro que había sufrido la iniciativa privada. En ese momento ha debido producirse un cambio de rumbo. Rodrigo Cabezas, Ministro de Economía de Chávez, consciente de los desequilibrios que se habían generado, planteó la conveniencia de una rectificación de la política económica. Esto lo hizo en una comunicación a Nicolás Maduro en el 2015 y luego en una reunión con la directiva del partido de gobierno (PSUV) en el año 2016. Señala Cabezas, en una entrevista en el diario El País en el año 2018, que lo que recibió como respuesta fueron descalificaciones e improperios por parte de los dirigentes del PSUV. A pesar de las advertencias el régimen de Maduro prolongó las desacertadas políticas del “socialismo del siglo XXI”, lo que profundizó la destrucción de la actividad productiva. El mismo Cabezas expone, en el año 2019, el dramático deterioro de la infraestructura productiva y los traumáticos efectos de la inflación sobre la capacidad de compra de la población: “estamos en el colapso económico, hay un crack económico en Venezuela, haber perdido casi dos tercios de la economía en seis años, una economía de 320 mil millones de dólares que fue el último año del presidente Chávez en el 2012…y ver reducido eso a 120 mil millones de dólares que es el actual tamaño de la economía, es un crack económico increíble para un país petrolero como nosotros”(2). Estas cifras señaladas por Cabezas parecen provenir de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que presenta estadísticas similares en su base de datos. Según los datos de la CEPAL, Venezuela, que era la cuarta economía de América Latina con un tamaño similar al de Colombia, pasó al octavo puesto en el 2019, mientras nuestro vecino país se ubicó como la quinta economía de nuestra región.

La contracción de la actividad económica se profundizó este año, a pesar de que el régimen ha modificado algunos aspectos del “socialismo del siglo XXI”. En un reportaje en el periódico Tal Cual, Ahiana Figueroa entrevista a dos economistas que ofrecen luces adicionales al respecto (3). Según el reportaje, el tamaño de la economía venezolana se ubicaría actualmente entre 48.610 millones y 60.000 millones de dólares, lo que representa menos de la mitad del tamaño que tenía en el año 2019 y la quinta parte del PIB generado en el año 2013, cuando Maduro inició su gestión.

La contracción del tamaño de la economía per se no refleja totalmente la tragedia de nuestro país, tenemos que tener en cuenta la dimensión de la población; cuando lo hacemos obtenemos el PIB por habitante que refleja nuestra capacidad de generación de riqueza per cápita. El PIB por habitante de Venezuela representó, para el 2019, la mitad del promedio de América Latina, si bien en el 2013 lo superaba, ubicándose a la cola de los llamados países bolivarianos que integraban el ALBA y por debajo de Cuba (según datos de la CEPAL). Si asumimos para el 2020 un PIB de 60 mil millones, ello representaría un PIB por habitante de 2.100 dólares, lo que nos ubicaría con un per cápita similar al de Bolivia, uno de los países más pobres de la región. Esta idea es confirmada por el economista y director de la empresa consultora Econométrica Francisco Ibarra, quien plantea, en el reportaje de Figueroa, que “una economía de 60.000 millones de dólares nos ubica como los países más pobres del hemisferio, quizás al lado de Haití y del noreste de Brasil, que es una zona muy pobre”.

(1) Rodríguez R, J.E. 2020. La clave del progreso económico. Dígalo Ahí. número 2, noviembre 7.

(3)Los Andes. 2019. Rodrigo Cabezas: Estamos en el colapso, hay un crack económico en Venezuela. 16 de mayo.

(3)Figueroa, A. 2020. Venezuela cayó estrepitosamente en un agujero de pobreza. Tal Cual. 16 de noviembre.

Profesor UCV

La clave del progreso económico

​José E. Rodríguez Rojas

El factor clave del progreso económico es la iniciativa individual. Los sistemas de mercado son los que mejor canalizan estas iniciativas hacia el progreso material. Se requiere sin embargo un marco institucional que motive a los emprendedores. Esto lo tuvieron en cuenta los comunistas chinos, lo que posibilitó el acelerado crecimiento de su país. Los socialistas venezolanos, por el contrario, han creado un marco institucional hostil a la iniciativa privada, que ha generado una involución en nuestras capacidades productivas.

En este escrito expondremos las ideas de Dani Rodrik (1) en los primeros párrafos, expuestas en uno de sus trabajos, en el cual analiza las estrategias de desarrollo que considera más relevantes y que han impactado el crecimiento económico de los países calificados como en vías de desarrollo, incluyendo la “estrategia de dos vías” seguida por China (2). Al final haremos una interpretación del caso venezolano, basándonos en las ideas del profesor de Harvard.

Rodrik concluye que lo que determina el progreso económico es la iniciativa individual. Además señala que la experiencia indica que los sistemas de mercados son los que mejor canalizan las iniciativas individuales hacia el progreso material de la sociedad. Enfatiza, que la experiencia que nos ha dejado el siglo XX es que para que el desarrollo fructifique se requieren mercados apoyados por instituciones sólidas. Sin embargo las instituciones no tienen un rol relevante en la formación de los economistas, ya que los modelos que toman como referencia suponen que hay un conjunto definido de derechos de propiedad y que los contratos se respetan, como sucede en las economías industrializadas más avanzadas. En el trasfondo suponen que hay instituciones que establecen y protegen los derechos de propiedad.

En todas las naciones industrializadas avanzadas las economías están insertas en un conjunto de instituciones que regulan su comportamiento como las que garantizan la libre competencia y luchan contra las conductas que la traban. Todas las economías avanzadas cuentan con instituciones, como los Bancos Centrales, para estabilizar la economía (controlar la inflación) y evitar las crisis bancarias. También cuentan con sistemas de seguridad social que actúan como amortiguadores en tiempos de crisis. También están las instituciones para manejo de conflictos como los sindicatos, los partidos políticos, las electorales que moderan o median en los conflictos de grupos étnicos o grupos de interés enfrentados.

El marco institucional debe generar incentivos para que los emprendedores se decidan a invertir, en especial en lo que se refiere a los derechos de propiedad. Esto lo tuvieron muy en cuenta los dirigentes del Partido Comunista Chino cuando, a finales de la década de 1970, introdujeron pequeñas reformas en el sector agrícola para incrementar la producción. Estas reformas posibilitaron que los agricultores tuvieran el control de sus activos o bienechurías a pesar de que el Estado seguía manteniendo la propiedad de la Tierra. Igualmente se les ha permitido disponer de una parte considerable de sus cosechas para vender en los mercados de su preferencia. Todo ello motivó a los agricultores a invertir y generó un considerable incremento en la producción. Ello se dio en un contexto donde gradualmente se introdujeron reformas de mercado a fin de crear un sistema llamado de doble vía, en el cual coexisten la via de mercado y la estatal. Gracias a su gradual apertura al mercado y a la inversión privada, China ha logrado crecer a tasas cercanas al 10% anual durante décadas y posicionarse como la segunda economía del mundo.

El régimen chavista ha creado desde su inicio un marco institucional hostil a la iniciativa privada. Éste comenzó por el desconocimiento de los derechos de propiedad de las empresas, como sucedió con las confiscaciones y expropiaciones enmarcadas en la Ley de Tierras y en el caso de Agroisleña cuyos propietarios todavía esperan por una justa indemnización. Adicionalmente a ello, el Banco Central ha agudizado la inestabilidad económica al convertirse en la caja chica del gobierno. Ello se ha traducido en una hiperinflación que ha destruido la capacidad de compra de la gran mayoría de la población. Además de ver debilitados sus derechos de propiedad, las empresas se ven enfrentadas a un mercado que se ha hecho añicos, por la menguada capacidad adquisitiva de la población. Al lado de la inseguridad jurídica también se ha incrementado la personal. El sistema judicial y los cuerpos de seguridad se han orientado cada vez más a perseguir a la disidencia política, colocando en un segundo plano el control de la delincuencia. En la medida que los emprendedores privados se han visto enfrentados a un ambiente hostil han decidido emigrar a otros lugares con mejores condiciones para invertir, incorporándose a la diáspora de millones de venezolanos que huyen del infierno bolivariano.

Todo ello ha provocado un descalabro económico que se refleja en el comportamiento del PIB (que refleja la producción de bienes y servicios en un año). Según José Manuel Puente del IESA el análisis del comportamiento del PIB durante el periodo 1998-2017, revela “que los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro prácticamente representan décadas perdidas en términos de crecimiento económico y un proceso que deja al país con un aparato productivo profundamente diezmado y con una escasa capacidad para generar riqueza”. Cuando extendemos el análisis hasta los tiempos que corren, podemos llegar a conclusiones similares pues la economía se continuó contrayendo sin signos de recuperación a la vista.

Adicionalmente a ello se ha producido una involución en las capacidades productivas del país que nos han hecho retroceder a la década de 1950. Puente afirma que una investigación que incluyó “el PIB per cápita del lapso 1951-2017 concluye que la producción de bienes y servicios por habitante se redujo 38% en los últimos cuatro años y se ubicó al nivel de 1955”.

  1. Dani Rodrik es un economista especializado en economía del desarrollo. Profesor de la Universidad de Harvard. Ha publicado trabajos muy influyentes sobre el tema, algunos de ellos con funcionarios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este año recibió el premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales por su contribución al estudio de la globalización y sus implicaciones en las sociedades de los países en desarrollo.
  2. Rodrik, D. Estrategias de desarrollo para el nuevo siglo. En: Ocampo, J.A. (edt.) 2004. El desarrollo económico en los albores del siglo XXI. CEPAL-Alfaomega (disponible en el repositorio de la CEPAL).
  3. (3) Los señalamientos de José M. Puente se citan en: Salmerón, Víctor. 2018. ¿Donde está Venezuela en el ranking de los colapsos económicos?. PRODAVINCI, 19 de febrero.

Profesor UCV

Éxito y fracaso en el Caribe.

​José E. Rodríguez Rojas

Mientras la economía venezolana ha colapsado, la de Republica Dominicana ha crecido a tasas que se han considerado de las más elevadas en América Latina y el Caribe. En la actualidad supera a Venezuela en sus avances económicos y sociales. Dominicana es un ejemplo de la importancia de un sector conservador (no socialista), que contrapese las erradas ideas provenientes del régimen de los Castros.

Cuando realizaba mis estudios de doctorado en la Universidad de Barcelona, a inicios de la década de 1990, me topé con un economista dominicano que me trató con especial deferencia apenas conocerme. Luego, en una conversación en el cafetín de la Facultad, el profesional dominicano me confesaría que sentía un profundo agradecimiento hacia los venezolanos por el subsidio que Venezuela otorgaba a Dominicana en el marco del Pacto de San José, vigente en aquella época. Sin este subsidio la economía dominicana sería inviable, según el profesional dominicano. En efecto los datos de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) confirman que la patria natal de Billo Frómeta era una economía con una capacidad de creación de riqueza sustantivamente inferior a la de su vecino petrolero rico. El PIB por habitante de Dominicana era menos de una tercera parte del de Venezuela, como se evidencia en el cuadro insertado al final de este escrito.

Sin embargo esto es historia patria pues con el tiempo la situación de ambos países ha cambiado radicalmente. Mientras la economía venezolana ha colapsado, la de dominicana ha crecido en los últimos años a tasas que han sido consideradas como las más elevadas en América Latina y el Caribe. Como veremos más adelante, en los actuales momentos la creación de riqueza de Dominicana, medida por el PIB por habitante, supera ampliamente a la de Venezuela. La explicación de este cambio reposa en la contrastante agenda política y económica que han seguido ambos países. Nuestro país se adscribió a una agenda que ha privilegiado el control político y el mantenimiento en el poder del régimen, dañando en ese proceso las actividades económicas y productivas, como la petrolera. En contraste Dominicana ha venido instrumentando una agenda de reformas que ha tenido como propósito incentivar la inversión empresarial y el crecimiento económico, muy similar a la que se ha implementado en México, Colombia y Chile con resultados similares.

El primer elemento que hay que resaltar en la contrastante ruta seguida por ambos países es la agenda política e ideológica. Mientras en Venezuela las universidades, las instituciones culturales, los intelectuales de diverso pelaje y los partidos políticos han coqueteado con las ideas socialistas provenientes del régimen de los Castros, en Dominicana se impuso desde la década de 1960 una agenda anticomunista liderada por Joaquín Balaguer. Balaguer fue un político quien se desempeñó como funcionario de rango ministerial de la dictadura de “Chapita” Trujillo. Una vez que Trujillo fallece en un atentado los militares dominicanos toman el poder iniciándose un periodo de inestabilidad que culmina con la intervención de Estados Unidos y la elección de Balaguer como presidente. Una vez en el poder inicia un régimen autoritario que duraría 12 años durante los cuales se reprimió sistemáticamente a los partidos de izquierda. Balaguer decide armar un entramado político que favorecería a los sectores conservadores que él representaba. El antiguo funcionario de la dictadura era un político estrechamente cercano a la iglesia católica, por ello no simpatizaba con la izquierda socialista y entre ellos incluía a los socialdemócratas apoyados por la AD de Venezuela. Contaba además con el apoyo de los Estados Unidos que no deseaba que surgiera en el Caribe otro régimen como el de los Castros. De ese modo se consolida un polo conservador que detentaría el poder por varias gestiones, blindando al régimen dominicano frente a las ideas socialistas y comunistas, que se propagaron en el Caribe y en América Latina durante esos años. Si bien se realizaron importantes inversiones en infraestructura, el régimen se mostró reacio a introducir reformas que modernizaran la economía, la cual permaneció durante muchos años con un atraso relativo en relación a sus vecinos, en especial a su vecino rico Venezuela. Ello se refleja en su creación de riqueza medida por el PIB por habitante que a inicios de la década de 1990 se mantenía abiertamente por debajo del de Venezuela como hemos señalado.

Mientras en la Republica Dominicana Balaguer apoya un giro conservador, en la vecina isla de Cuba asciende al poder un régimen revolucionario que confisca las propiedades de todos los que consideraba enemigos de la revolución, entre ellos muchos de los empresarios e inversionistas que habían mantenido, en virtud de su actividad empresarial, vínculos con la dictadura de Fulgencio Batista. Adicionalmente a ello se instauró un régimen de terror que obligó a la clase empresarial a huir, mayormente a los Estados Unidos, en resguardo de su vida. República Dominicana se benefició del desbarajuste creado por la revolución cubana pues se convirtió en un lugar seguro para las inversiones de los empresarios obligados a huir del régimen de los Castros. Uno de estos fue Pepe Fanjul quien adquirió notoriedad recientemente, pues es un estrecho amigo del Rey Juan Carlos de España. Este empresario dedicado al negocio de la caña de azúcar decidió invertir sus capitales en la Republica Dominicana en el cultivo de la caña y en resorts de lujo en las zonas turísticas de la isla, que con el tiempo se convertirían en un imán para los artistas estadounidenses de origen latino como Marc Anthony y otras estrellas.

La influencia de Balaguer se prolongó hasta inicios de la década de 1990 cuando su partido fue decisivo a la hora de escoger el liderazgo que controlaría el nuevo gobierno que se iniciaría en 1996. Balaguer decidió apoyar a un nuevo liderazgo conservador dirigido por Leonel Fernández en contra de las aspiraciones de quienes lideraban a los socialdemócratas dominicanos apoyados por la AD de Venezuela. La nueva alianza de naturaleza conservadora dirigida por Fernández, se orientó a instrumentar reformas de naturaleza liberal que buscaron fortalecer la conexión del país con la economía internacional lo cual derivó en la firma de un tratado de libre comercio con Centroamérica, que a la postre derivaría en un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, el cual daría acceso privilegiado a los productos dominicanos al mercado de este país. En este terreno el liderazgo político dominicano aprendió de la experiencia venezolana, pues la firma del tratado fue parte de un consenso político que permitiría mantener las reformas liberales a pesar del cambio que se diera con motivo de las elecciones presidenciales. Ello ocurrió en las últimas elecciones cuando el partido oficialista perdió las mismas y cedió el poder al partido de la oposición. Como lo señala la revista The Economist en un número reciente “Aunque las transferencias de poder en el país son raras, ellas no necesariamente traen cambios. La política dominicana se ha caracterizado por un consenso de orientación política centrista y amigable con el sector empresarial” totalmente antagónica con la agenda política que ha predominado en Venezuela en las últimas décadas que ha sido hostil al empresariado y a los Estados Unidos. Las reformas introducidas por Fernández y sus aliados dieron inicio a una etapa de acelerado crecimiento económico que se prolongaría hasta los inicios del siglo XXI.

República Dominicana gracias a su gestión de naturaleza conservadora y las reformas liberales que introdujo, ha logrado avances considerables. Como podemos observar en el cuadro siguiente la creación de riqueza de República Dominicana, medida a través del PIB por habitante, se ha ido incrementando hasta casi duplicar en el 2019 la de Venezuela, país cuya economía ha colapsado al asumir la agenda estatista de los cubanos. También en el plano social Dominicana ha hecho avances considerables al reducir su tasa de pobreza a menos del 20%, según el Banco Mundial, mientras la de Venezuela se ha elevado por encima del 80% según los datos de la ENCOVI, llevada a cabo por la UCAB y otras universidades.

PIB por habitante en dólares constantes de República Dominicana y Venezuela para los años 1990, 1998 y 2019.

A Ñ O S

PAIS

1990

1998

2019

Republica Dominicana

2596

3603,4

7990,7

Venezuela

8682,8

9232,3

4211,6

Fuente: Comisión Económica para América Latina (Cepal)

El caso de la Republica Dominicana revela la importancia de un sector conservador que contrapese la influencia de ideas equivocadas como las provenientes del régimen de los Castros, que no constituyen un ideario para el desarrollo sino una agenda para el control social y la eternización en el poder, que cuando se instrumentan tienen efectos traumáticos sobre la creación de riqueza. Ese rol lo desempeñó en Venezuela Rómulo Betancourt quien combatió, sin contemplación alguna, la influencia cubana, en el contexto de un acuerdo político (El Pacto de Punto Fijo) que sentó las bases de la democracia venezolana.

Profesor UCV .

Caracterización de los regímenes de gobierno comunistas; casos emblemáticos y relación con Venezuela

​José E. Rodríguez Rojas

Dada la orientación ideológica del régimen de gobierno instaurado por el chavismo y la fuerte relación de dependencia con Cuba, con la clara la intención de haber instalado un régimen dictatorial socialista, como etapa previa de un supuesto proceso evolutivo, hacia la etapa final del Estado comunista, de acuerdo a la interpretación ideológica del marxismo desde los inicios del siglo XX. Si éste es su proyecto ideológico, es conveniente estudiar los casos en los que se han instalado dictaduras comunistas, y los resultados obtenidos, para vislumbrar cual pudiera ser el posible futuro de Venezuela en los años venideros y como decidir conductas y estrategias convenientes.

Se seleccionaron tres casos emblemáticos como ejemplos representativos de dictaduras comunistas, para intentar un análisis objetivo del tema que nos ocupa. A continuación, una breve descripción de cada una de ellas.

1. El caso de la dictadura de José Stalin es muy ilustrativo. Fue la primera dictadura comunista que se produjo en el mundo. Conocido como Padre y Gran Benefactor, encabezó una férrea dictadura comunista de 31 años. Fue responsable de alrededor de 23 millones de muertes; asesinados directamente o por causas indirectas, en purgas políticas, campos de concentración, hambrunas provocadas, etc. Al fundar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), puso a los países satélites a trabajar principalmente en función del beneficio de Rusia. La miseria y el hambre fueron importantes para establecer el dominio sobre el pueblo. No se llegó a crear ningún “Hombre Nuevo”, ni una dictadura del proletariado, como pronosticaba la teoría comunista, sino más bien una nueva clase privilegiada y dominante de altos funcionarios comunistas. Se logró desarrollar un país industrializado, pero a un costo social muy alto.

2. Mao Tse Tung, en China, se lleva el record de malas decisiones políticas y económicas y número de muertes causadas; directa e indirectamente unos 70 millones d personas. Por ejemplo, puso a los campesinos a producir acero ̶ de mala calidad, pues no dominaban la tecnología necesaria ̶ ; se abandonaron los campos y hubo una terrible escasez de comida; por la hambruna producida murieron millones de personas. El pueblo chino vivió prácticamente en condición de esclavitud, a merced de las decisiones de Mao por más extravagantes que éstas fueran. Solo cuando los líderes del partido comunista dieron un giro hacia el capitalismo, fue que empezó el gran desarrollo del país; aunque con graves defectos.

3. El caso de Cuba es el más cercano a Venezuela. La dictadura castrista empezó como un gran engaño, en un principio negó rotundamente su predisposición al comunismo; ya afianzada en el poder, se declaró la República Socialista Marxista-Leninista. Desde el inicio instauraron juicios expeditos y sumarios, en la práctica sin derecho a la defensa; cerca de 6.000 personas fueron fusiladas. Se aprobó un partido único, el partido comunista, y se expropiaron todos los medios de producción; el trabajo de la inmensa mayoría de la población dependía del gobierno. Tras los primeros años había unos 20.000 presos políticos. En cerca de 63 años, entre ejecuciones, asesinatos y desaparecidos se han documentado más de 10.000 casos; pero han sido muchas más. Habría que añadir que, en los intentos de huir de Cuba por mar, se estiman alrededor de 20.000 fallecidos. Desde el inicio de la dictadura de los Castro, unos 2,5 millones de cubanos abandonaron su patria.

Mención aparte merece el empeñó de la dictadura castrista de exportar su revolución. Apoyaron al movimiento guerrillero de Venezuela, en los años ’60, inspirado por el triunfo de la revolución cubana, En varias ocasiones invadieron a Venezuela con tropas cubanas y guerrilleros venezolanos entrenados y armados en Cuba. También hay que recordar que Nicolás Maduro fue adoctrinado y preparado como operador político en Cuba, en los años 1986-87. Desde 1959, Cuba ha intervenido en la política interna de Venezuela, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Bolivia, Chile, Brasil, Isla de Granada, etc. y participado directamente en guerras en el Congo, Argelia, Siria, Angola, Etiopía y Nicaragua.

En Venezuela, el régimen chavista tiene ya 21 años en el gobierno y planes para eternizarse en el poder; como parte del proyecto de expansión de la dictadura comunista de los hermanos Castro. La idea era establecer una espacie de cabeza de playa desde la cual desestabilizar la región y extender la revolución al resto de Latinoamérica; para lo que se contaba con la estratégica posición geográfica de Venezuela y el financiamiento de la abundante riqueza petrolera; amén del beneficio político económico para Cuba.

Profesor, Facultad de Agronomía, UCV

Mientras las naciones africanas avanzan, Venezuela involuciona.

​José E. Rodríguez Rojas

Luis Pedro España, uno de los investigadores de la ENCOVI 2019-2020 afirmó, en el momento de la presentación de los resultados del estudio, que los indicadores de pobreza mostrados por el mismo no eran propios de Venezuela sino de un país africano. Como consecuencia de estos resultados algunos analistas han hablado de la “africanización de Venezuela”, pero tal afirmación no toma en cuenta que la situación económica y social de los países africanos ha mejorado y no guarda similitud con el colapso económico y la crisis humanitaria que atraviesa nuestro país.

Zimbabue fue gobernado durante muchos años por un dictador senil, Robert Mugabe, quien mantuvo políticas similares a las del Socialismo del Siglo XXI impulsadas por el chavismo. Ello condujo a una situación de hiperinflación muy similar a la que atravesamos desde finales del 2017. Según un artículo de la revista The Economist, de inicios del 2016, el senil dictador decidió dolarizar la economía lo cual permitió controlar la hiperinflación e impulsar la economía del desventurado país africano. Ello, según la revista mencionada colocó a Zimbabue, a inicios del 2016, en una situación económica mejor que la de Venezuela, cuyo gobierno no tomó ninguna medida para enfrentar el flagelo inflacionario, el cual se agravó de finales del 2017 en adelante, agudizando el proceso de empobrecimiento que ha caracterizado a nuestro país en los últimos años.

Sudáfrica, el país de Nelson Mandela, posee una economía diversificada la cual fue muy afectada por las sanciones económicas que se aplicaron al país durante la época del apartheid, pero una vez que éste finalizó y se inició la democracia la situación mejoró progresivamente. Es exportadora de productos minerales y agrícolas. Posee además una actividad turística importante y es el país más industrializado de África. Sus niveles de industrialización y lo diversificado de su economía la colocaron como la economía de mayor tamaño del continente africano, pero en años recientes fue desplazada por Nigeria. Su producto interno bruto rondó los 420 mil millones de dólares en el 2012 para descender a 351 mil millones de dólares en el 2019, lo cual es cinco veces el PIB de Venezuela, a pesar de tener una población ligeramente mayor a la de nuestro país. La inflación anual oscila entre 2 y 3% anual. Los gobiernos democráticos que sucedieron al apartheid emprendieron una política social de apoyo a los más vulnerables, constituidos en su mayoría por la población de raza negra. Gracias a ello su tasa de pobreza disminuyó y se ubicó, en el 2015, en 18,8 %, según el Banco Mundial, muy lejos de la desorbitada tasa de 96,5% de Venezuela.

Nigeria fue un Estado fallido hace varios años, sin embargo las elites gobernantes han tomado decisiones que han posibilitado un resurgimiento de la economía. En primer lugar el gobierno del país africano renegoció su deuda con el Club de Paris. También emprendió reformas que moderaron la inflación, la cual en el año 2019 se ubicó en 11%, que es una cifra elevada pero muy lejos de la hiperinflación que atenaza a la economía venezolana. La pobreza afecta a la mitad de la población, según el Banco Mundial, es una cifra elevada pero muy por debajo de la pobreza de nuestro país estimada en 96% por ENCOVI. La producción petrolera nigeriana está en manos de compañías transnacionales. Las elites nigerianas han tenido el cuidado de mantener la misma en manos del capital extranjero, lo cual les ha permitido acceso a capital y tecnología. Las compañías han incrementado el nivel de producción, el cual asciende a 2 millones de barriles diarios. También son exportadores de cacao y películas. La dimensión de la economía nigeriana, medida por el PIB, ha crecido a tal nivel que ha desplazado a Sudáfrica como la mayor economía del continente africano. Mientras las elites nigerianas han tomado decisiones que han impulsado la economía e incrementado el tamaño de la misma, la inacción del régimen venezolano ha provocado un colapso económico que ha disminuido el tamaño de la economía venezolana, hasta representar una cuarta parte del que tenía cuando comenzó el gobierno de Maduro.

Hablar de la “africanización de Venezuela” ante esta realidad no es muy acertado, pues las naciones africanas han tomado decisiones en política económica y social que las han hecho avanzar, alejándolas del caos económico que atenaza a Venezuela en la actualidad.

Profesor UCV

Una predicción que se cumplió ante la inacción del régimen

​José E. Rodríguez Rojas

En el año 2007 Michael Reid predijo qué si los precios del petróleo caían y el régimen chavista continuaba con las políticas enmarcadas en el Socialismo del Siglo XXI, Venezuela se encaminaría hacia una condición de Estado fallido, similar a la de Nigeria, un país africano petrolero que había caído en esa condición.

En el año 2016, según la revista The Economist, la predicción se había cumplido, pues Venezuela se encontraba en una situación económica peor que la de países africanos como Zimbabue. La Encovi 2019-2020 acaba de confirmar que la llamada “africanización de Venezuela” se ha profundizado con el paso del tiempo, ante la inacción del régimen de Maduro de tomar las medidas necesarias para detener la hiperinflación.

Reid en su libro “Forgotten continent.The battle for latin america´s soul“ analizó las políticas de Chávez enmarcadas en el llamado Socialismo del Siglo XXI, las cuales implicaron un crecimiento desaforado del gasto público, que era insostenible en el largo plazo. Reid señaló, en ese momento, que si los precios del petróleo caían y las políticas en cuestión se mantenían, Venezuela se encaminaría ineluctablemente a una condición de Estado fallido, similar a la de Nigeria, un país africano petrolero que estuvo en esa condición hace algunos años.

A mediados del año 2014 Arabia Saudita inició una guerra de precios para sacar del mercado a la producción basada en el sistema fracking, lo que hizo que los precios del petróleo colapsaran. La caída de los precios del petróleo provocó un enorme hueco fiscal y el régimen de Maduro no hizo lo que los economistas aconsejan en estos casos, instrumentar un programa de ajuste con el apoyo financiero del FMI. El programa contempla medidas orientadas a reducir drásticamente el gasto público, como la privatización de empresas, liberar los precios y controlar la emisión de dinero. En su lugar el régimen continuó con las políticas de controles de precios y aceleró la emisión de dinero sin respaldo, lo cual hizo que la inflación se desbordara, colocando el país a las puertas de la hiperinflación. En síntesis los precios del petróleo cayeron y Maduro no tomó ninguna medida de ajuste para corregir la situación

En un artículo, publicado a inicios del 2016 la revista The Economist señaló que Venezuela para ese momento presentaba características similares a las de un país africano como Zimbabue, en uno de sus peores momentos, cuando la hiperinflación azotaba al país en cuestión. Mugabe, el senil gobernante del país africano, decidió dolarizar la economía y abandonar las viejas políticas de controles, lo cual moderó la inflación e inició una etapa de recuperación económica. Debido a ello el magazine señalaba que Zimbawe se encontraba en mejor situación que Venezuela, cuyo gobierno había decidido proseguir con las políticas del socialismo del siglo XXI, agravando los problemas que enfrentaba. En consecuencia, para inicios del 2016 la predicción de Reid se había cumplido, pues nuestro país se encontraba en peor situación que los países africanos.

Luego la situación se complicó aún más, en la medida que el régimen de Maduro no introdujo ninguna medida correctiva y aceleró la emisión de dinero sin respaldo, la inflación se aceleró y se transformó en hiperinflación a finales del 2017. La hiperinflación impulsó aún más el proceso de empobrecimiento que venía sufriendo el país. Según la Encovi la pobreza total se incrementó de 48,4 % en el 2014 a 87% en el 2017 y la extrema pobreza subió de 23,6% al 61,2% en el mismo lapso.

La Encovi 2019-2020 lo que hace es poner en evidencia que el deterioro social se ha profundizado como consecuencia de la hiperinflación. Según este estudio Venezuela se ubica como el más pobre de América Latina, pero cuando se juntan las variables de instabilidad política, PIB y pobreza extrema, nuestro país aparece en el segundo lugar de una lista de 12 países que encabeza Nigeria y termina con Irán, seguida de Chad, Congo y Zimbabue. El sociólogo Luis Pedro España, uno de los investigadores de la ENCOVI aseguró que Venezuela nunca ha tenido estos niveles de pobreza y solo se puede comparar con países sin estabilidad política y que pertenecen al continente africano, como Nigeria, Chad, Congo y Zimbabue. La llamada “africanización de Venezuela”, que se inició con el colapso de los precios del petróleo del 2014 en adelante, lo que hizo fue profundizarse en el tiempo; impulsada por la inacción del régimen de Maduro que no tomó las medidas necesarias, en su debido momento, para detener el colapso económico y la hiperinflación. En contraste los países africanos si lo han hecho, como fue el caso de Zimbabue donde Mugabe, un senil gobernante africano que culpaba a los homosexuales de los males que agobiaban a su país, introdujo la dolarización.

Profesor UCV

La izquierda tiende puentes con Biden, haciendo a un lado al socialismo autoritario

​José E. Rodríguez Rojas

El descredito del socialismo venezolano ha sido utilizado como arma política en contra del gobierno del presidente Alberto Fernández de Argentina, quien es acusado de intentar seguir el mismo derrotero del socialismo venezolano, con sus desastrosas consecuencias. Fernández y otros dirigentes de la izquierda latinoamericana están tratando de vincularse con el entorno de Joe Biden, quien figura cono el probable ganador de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. El régimen venezolano ha sido excluido de tales gestiones, al igual que su socio cubano, reflejo de su aislamiento internacional.

Las encuestas revelan que, en las próximas elecciones presidenciales de los Estados Unidos, Joe Biden aventaja a su contendor Trump. Ante esta circunstancia la izquierda latinoamericana se está organizando a fin de tender puentes a través de los que rodean a Biden. Con este propósito representantes de la izquierda democrática de la región están participando en la creación de la Internacional Progresista promovida por entes europeos y el Instituto Sanders, dirigido por la esposa de Bernie Sanders, contendor de Biden en las elecciones internas del Partido Demócrata.

Estas gestiones han estado impulsadas, entre otros, por un nuevo liderazgo donde destaca el presidente argentino Alberto Fernández, quien se ha visto obligado a desmarcarse del socialismo venezolano, ante las críticas de la oposición macrista en su país que lo acusa de tomar un derrotero similar al del socialismo venezolano.

A diferencia del socialismo cubano el socialismo a la venezolana se ha convertido en una marca desacreditada la cual es utilizada para descalificar a los gobiernos de izquierda y las estatizaciones que estos se han visto obligados a llevar a cabo. La revolución cubana en sus inicios gozó de un prestigio internacional, sin embargo, el ángel que tenía la abandonó hace tiempo y su desprestigio se ha agudizado por el descredito de su socio venezolano; el cual ha creado una de las crisis humanitarias de mayor dimensión en América Latina, obligando a millones de compatriotas a huir del país y refugiarse en las naciones vecinas, amenazando con colapsar los servicios públicos.

La gigantesca masa de refugiados huye del colapso económico generado por el régimen de Maduro, que se traduce en una inflación desbordada que ha llevado a la pobreza a la mayoría de la población. Uno de los elementos que contribuyó a dicho colapso en Venezuela fue la estatización de empresas, que al caer en manos del Estado derivaban en poco tiempo en una situación catastrófica.

La estatización del conglomerado agroexportador Vicentin en Argentina hizo cundir el pánico entre la población y los trabajadores que temían una reedición de la pesadilla venezolana. Los temores fueron acicateados por la oposición macrista que acusaba al gobierno de imitar el ejemplo de los bolivarianos venezolanos y de intentar instaurar un socialismo a la venezolana en Argentina. Fernández no negó que el socialismo venezolano fuera un desastre, pero señaló que su intención era hacer algo diferente y que lo mostraría en el parlamento cuando se discutiera el tema. Negó que la ex presidente Cristina de Kirchner esté detrás de la decisión pero una diputada ultrakirchnerista fue la que redactó la ley. El ministro de agricultura de Macri señaló que pretenden hacer algo parecido a lo de Chávez, y que todas las estatizaciones de la Kirchner terminaron mal.

El desprestigio del socialismo venezolano y el cubano se ha reflejado en las recientes reuniones de la izquierda global, donde no aparecen los representantes del socialismo autoritario por ninguna parte, quizás como parte de la estrategia de los organizadores de no invitar a unos socios que en lugar de sumar, restarían voluntades y dañarían la imagen de la reunión.

A inicios de este año la izquierda planetaria ha creado la Internacional Progresista, iniciativa que aparece secundada por más de 40 políticos e intelectuales de todos los continentes, iniciativa aupada por el movimiento europeísta DiEM25 y el mencionado Instituto Sanders.

La Internacional Progresista cuenta con un consejo de más de 40 asesores entre los cuales figuran una representante del Gobierno de Alberto Fernández, la ministra argentina de mujeres; el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa perseguido por la justicia de su país; el brasileño Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PTB) de Brasil en 2018, el ex ministro brasileño de exteriores de Lula Da Silva, Celso Amorín, ambos representantes de la corrupta dirigencia del PTB, buena parte de la cual ha sido juzgada y encarcelada por corrupción. El ex vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, representante de Evo Morales, quien en su ambición de poder sumergió a su país en una crisis política. Si bien hay una amplia representación de la izquierda corrupta, en el consejo no figura ningún representante de los regímenes autoritarios de latinoamérica como los de Venezuela o Cuba.

Profesor UCV